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HERENCIA FOTOGRÁFICA
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MOMENTOS DE HISTORIA GRÁFICA
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UNA VIDA EN FOTOGRAFÍAS
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QUERIDA HIJA
Diseño Gráfico ana isabel agudelo Noel Antonio Agudelo Luis Eduardo Agudelo Manuel Antonio Agudelo Robert capa ANA ISABEL AGUDELO � MANUEL »»»»»» ANTONIO AGUDELO � LUIS EDUARDO AGUDELO
Colaboradores Juliana Jaramillo Carlos Dussan
Momentos es una revista dedicada a todas las personas que encontraron una pasión en la fotografía, viven con la necesidad de congelar sus experiencias y hacer de lo efímero algo inmortal. Esta revista esta llena de poetas visuales, personas del común que registran diariamente sus momentos más presiados.
NOEL ANTONIO AGUDELO Noel Antonio agudelo nació en 1930 y se fue de este mundo en el 2009, dejando a una familia llena de recuerdos e increíbles enseñanzas. Fue un hombre apasionado por la lectura, la música pero sobre todo por la vida. Entre sus pasiones descubrió la fotografía, y lo que era para ese entonces un simple registro novedoso de las construcciones que dirigía, hoy es el legado del increíble talento que le dejó a sus hijos.
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Noel trabajaba como maestro general de obra, se encargaba de supervisar y contratar a sus trabajadores, le apasionaba la arquitectura y todo lo relacionado con la construcción. Esta pasión por construir lo llevo a buscar otras formas recrear el entorno de lo que iba a construir, empezando en un terreno vacío y terminando con una estructura monumental. Así descubrió la fotografía, asistió a un curso que se dictó en el Museo La Tertulia y empezó a comprar el equipo necesario. Por encima de fotos cualquiera entendió que estos registros podían llegar a ser su hoja de vida,. así empezó a experimentar con las posibilidades que le daba cada construcción, puentes, centros comerciales, universidades , coliseos, etc. Estas actividades no solo fueron en Cali, sino también en Palmira, Sevilla, Tulúa, Buenaventura, como por fuera del pais, sobre todo en Venezuela.
Momentos de historia gráfica
Así cada que terminaba una construcción se sentía satisfecho, pues todo lo que el imaginaba paso a paso se dibujaba en sus fotografías. Con el tiempo y la experiencia, fotografiar sólo la construcción no era suficiente, empezó a identificar los rostros y las tareas específicas de cada obrero, fotografiándolos mostraba el detalle de su trabajo, del sudor, del sufrimiento , de las experiencias y todas las alegrías de estos hombres. Simultáneamente la obra se edificaba, y todos los implicados, incluyendo la maquinaria en acción quedaba fielmente registrada . De esta forma adquirió el hábito de tomar fotos, ahora no sólo a sus obras, sino a su familia, a sus viajes, a sus actividades normales, y mientras todo esto acontecía, sus hijos observaban.
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Noel Antonio Agudelo
El realmente no animó ni inculcó el deseo en sus hijos, de seguir la fotog rafía, con el simple hecho de observar como la disfrutaba , sembró la curiosidad en dos de sus 5 hijos, Luis Eduardo y Manuel Anotonio Agudelo ,curiosamente fueron los gemelos. Permitió a sus hijos usar sus cámaras, pues tenía un equipo muy completo, invertía bastante tiempo y dinero en ello, igualmente fue un apoyo económico para los dos, pues en ese entonces, no habían muchos lugares de revelado y los pocos que existían eran bastante costosos, sobre todo cuando tenían que lidiar con la decepción de un rollo velado o una foto mal tomada. Con intención o no, Noel Antonio Agudelo, de alguna forma orientó a sus hijos a seguir sus pasos, tal vez no en la construcción, pero si en la fotografía, ellos heredaron la pasión de contar historias y plasmar eternamente las experiencias.
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MANUEL AGUDELO Desde una edad muy temprana Manuel Agudelo vio en la fotografía una extensión de su ser, la perfecta forma de contar historias, de capturar la hermosura del mundo que él tenía la oportunidad de ver, con el tiempo y la accesibilidad que daba la tecnología, su cámara se convirtió en una muy fiel compañía, esta obsesión lo llevo a registrar cada viaje, cada experiencia, cada momento, cada recuerdo, acumulando así, más de 60.000 fotografías . Es preciso decir, que se ha dedicado a registrar su vida y el paso de sus años, de tal forma que sus fotos dejaron de ser simples imágenes impresas en un papel, para convertirse en un libro abierto que nos cuenta quién es Manuel Agudelo.
Momentos de historia Gráfica Y
o siempre he tenido un sueño inconcluso, quisiera capturar la visión total de la imagen que percibo y lograr el prodigio de trasladarla en una imagen fotográfica, pues pienso y quiero que mi familia perciba la totalidad de lo que yo estoy viendo. Quiero mostrarles no solo el paisaje, sino las imágenes
que en su globalidad desfilan ante mí, quiero que el color, y la textura de la materia se fije perfectamente en una pintura instantánea. Ese sueño es simple ilusión, pues la foto que resulta solo traslada el 10% de lo que mis ojos han percibido. Peor aún, en la foto faltan pinceladas que retornan a mí cuando per-
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cibo el resultado final. En este sentido, la foto no es completa, yo quedo a medio camino, por esto sigo tomando fotos de todos los lados posibles, de todos los objetos inimaginables, no importa el cansancio. Pues por increíble que parezca cuando me empiezan a doler las manos, las imágenes que percibo
Poco a poco he empezado a comprender que tomar fotos es salir a una verdadera cacería. empiezan a ser más bonitas. Poco a poco he empezado a comprender que tomar fotos es salir a una verdadera cacería. Un buen cazador debe tener no solamente los ojos bien abiertos, sino además debe tener el cuerpo en alerta total, y por sobre todas las cosas el espíritu debe estar en transe permanente. La cámara es un arma que debe estar lista para disparar en cualquier momento y ella debe seguir por instinto el ángulo donde los ojos se dirigen, no importa
si no estamos viendo el visor. Un buen cazador debe tener el cañón del arma dirigido hacia donde van sus ojos, esa es la manera como yo percibo lo que es un “momento fotográfico”. Tengo decenas de fotos perdidas que están únicamente en el registro de la memoria, cuando me acuerdo de ellas, me duele el alma y me molesta saber el grave error en el que caí. El fotógrafo como el cazador siempre pierde la presa por negligencia o descuido. Me recuerdo de una foto
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perdida del famoso torero Cesar Rincón que en su apogeo, lo encontramos con mi esposa en una feria en Cali y al escuchar hablar francés se nos acercó, levante mi cámara y enfoque mi esposa con el maestro de la tauromaquia, solo para caer en cuenta que se me había acabado la película, peor aún, no tenía ni un solo rollo de reemplazo. Hoy, siempre viajo con dos cámaras y con dos memorias sustitutas, con pilas y baterías de más por si acaso las de repuesto se terminan.
Momentos de historia gráfica
“Ir de cacería es salir a tomar las fotos que el instante de vida te lo permite. Fotografiar para mí, no es buscar la postal más bonita, sino aprovechar el soplo de tiempo y espacio que como un relámpago te ha llamado la atención”.
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Manuel Agudelo
Fotografiar es descubrir un rayo de luz como si fuese un prisma lanzando luces y colores, es percibir un objeto oculto, ver en él un ángulo que te hace palpitar el corazón; distinguir un movimiento raro, apreciar un contraste magnifico, sorprender un ser bello, plasmar la humildad, la fuerza, la nobleza, la inocencia, el dolor, TODO, todo nos debe forzar a obturar una cámara . A veces me sorprendo agitado cuando al pasar de un lugar a otro, mi retina retiene algo que sucede delante de mis ojos, una imagen que me asombra y me emociona, entonces corro a cambiar, sino de lente, la velocidad , la exposición en fin; muchas veces me muerdo la lengua de rabia, pues mi movimiento han sido muy lento y yo he perdido “el momento fotográfico” . Siempre por error, por descuido o por simple ignorancia de fotógrafo neófito.
Momentos de historia grรกfica Holanda, paracaidista.
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Manuel Agudelo
Por eso, salir a tomar fotos para mí es salir de cacería , uno nunca sabe por dónde va a saltar la liebre!. Lo que uno debe hacer con instinto de cazador es prever el lugar por donde el animal podrá eventualmente aparecer y para eso debe estar con las manos en la cámara listo para fijar para siempre el momento fotográfico que uno podrá compartir con sumo placer y satisfacción con su familia, con sus amigos o consigo mismo si es del caso. No obstante hay fotos que no se puede anticipar, esas son las que salen en las revistas, las instantáneas que uno hace sin pensar y que después se vuelven historia. Yo, en mi memoria personal tengo una que hace parte de mis archivos familiares pues no tiene ninguna pretensión que ser una instantánea de familia, pero es quizás una de mis preferidas. Por aquello de haberla tomado en el instante mismo en que algo no estaba previsto.
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Momentos de historia grรกfica
Dic 15, de 2002, Les bains de Lavey , Suiza
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Manuel Agudelo
Florencia, 2011
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Momentos de historia grรกfica
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Manuel Agudelo
En Polonia en el verano, las parejas polacas que contraen matrimonio se van a orillas del mar o a las calles de las ciudades a fotografiarse. Todo lo que hay en Cracovia invita al fotógrafo, pues la ciudad es un museo, yo estaba muy contento tomando fotos a diestra y siniestra y por enésima vez pasaba por esta calle al frente de la cual está el palacio episcopal donde vivió por muchos años el que sería el Papa Juan Pablo II y a menos de 100 metros se encuentra el hermoso castillo de Wavel. De pronto vi una novia más en la calle, que un grupo de fotógrafos la apabullaban. Yo me dije: tengo que tomarle la foto para mi colección de matrimonios poloneses -pensando así me
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acerque apresurando el paso, cuando al pasar el grupo de gente que rodeaban la novia vi al pobre hombre que a escasos metros está sentado en un pedazo de cemento. Su profunda amargura, su gesto de tristeza infinita, el doloroso peso de su función de recién casado y su mirada perdida en el aburrimiento más lejano que uno no se puede ni imagina, me hizo pensar de inmediato: este es el novio! E inmediatamente: Dios mío, esta es la foto!.... y pasé rápidamente por el lado de la novia, apreté el alma deseando que el novio no cambiara de cara, maniobré, diafragma, luz, velocidad y me volteé pensando en la foto. Levante el aparato como un felino y empecé a ametrallar la escena.
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Cracovia, Polonia 2010
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Budapest, 2010
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Varsovia, 2010
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Manuel Agudelo
Portugal, Lisboa
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Italia, Burano 2009
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La mendicidad no es particularidad de un país pobre, ya hace parte del paisaje europeo, pero la forma como aquí en Budapest descubrí a los mendigos me impacto mucho.
En Sopot, a orillas del Báltico Polonés, caminaba por la calle principal de este pueblo buscando un restaurante, el “momento fotográfico” que me hizo obturar la cámara fue el aviso que me llamo la atención; era simple, no tenía nada de extraordinario, pero me impacto pues decía : una limosna para beber!.
Nunca podemos dejar de confrontar nuestro pasado colombiano con una nueva realidad. Eso me hizo pensar en el mendigo que vi sacando dinero de un cajero automático con su tarjeta crédito. En fin, el mundo y más cuando uno toma fotos, está lleno de sorpresas y si no, basta con mirar la foto que sigue. Por Manuel Agudelo.
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UNA VIDA EN FOTOGRAFÍAS
Una vida en fotografías
La vida esta llena de momentos impredecibles, unos deciden sorprenderse y maravillarse con los pequeños detalles que la hacen hermosa y otros deciden dejarlos pasar desapercibidos. Aquellos que saben apreciar los colores, las sonrisas, los paisajes, los momentos, no solo se quedan observando , deciden escribir, componer, cantar, dibujar, retratar, y otros como Manuel Agudelo deciden fotografiar. Cuéntame como ha sido para ti la experiencia de tomar fotos en una época donde lo digital no existía y la fotografía análoga era la solución, y ahora en la actualidad, que tienes la oportunidad de seguir viajando y registrando tu vida pero esta vez con una cámara digital. Recuerdo que mi abuelo materno por los años 60, tenía una cajita de cuero que contenía la primera cámara fotográfica que haya contemplado; creo haberlo visto tomar fotos en dos o tres ocasiones en su vida. La cámara todavía existe pero las fotos de mi abuelo, no tengo ni idea quien las pueda tener. En mi adolescencia en los años 70, tomar fotos tenía muchos limitantes: en primer lugar tener una cámara fotográfica era algo realmente excepcional, pues no todo el mundo podía darse el lujo de tener una, su costo no lo permitía. Yo tuve la suerte que mi padre comprara una magnifica Minolta, con ella yo empecé a descubrir el contraste de luz y de sombras que siempre me ha subyugado. La fotografía fue siempre un lujo de principio a fin, pues tomar fotos era un costo adicional difícil de satisfacer. El rollo era muy caro y ni hablar de la revelada. Haciendo sacrificios comprábamos un rollo de 12 exposiciones o de 24, y en el mejor de los casos los tradicionales 36. Había que hacerse un autocontrol para no gastar más fotos de las necesarias y siempre la mejor foto aparecía cuando el rollo se había acabado.
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Manuel Agudelo
Ni hablar de los errores típicos, pues la película no había corrido, o el rollo se velaba. Todavía tengo vergüenza cuando me acuerdo del matrimonio de mi hermana mayor, pues yo estaba encargado de tomar las fotos oficiales, el rollo no embobino y ninguna foto salió. Días después con mil dificultades logré que los recién casados se volvieran a poner los vestidos de matrimonio y los hice posar de nuevo. El resultado final fue el mismo. Los errores con la fotografía análoga eran insolubles. Hecho el daño la foto estaba completamente perdida. De ahí que el malestar de la familia o de los amigos y la burla permanente era un asunto que teníamos que soportar por mucho tiempo. Yo fui un privilegiado que salía de paseo con dos o tres películas de 36 exposiciones. Admito que había una gran emoción que duraba toda una eternidad, pues hechas las fotos había que esperar sino días, varias semanas y hasta meses enteros para saber si las fotos habían sido buenas. Mientras aparecía la plata, los rollos reposaban en de la nevera. Después de este gravísimo escollo uno atravesaba toda la ciudad para llevar el rollo al fotógrafo profesional que iba a revelarlos. Y ahí había que cruzar los dedos pues fácilmente sino el 30 por ciento y hasta más, las fotos estaban pérdidas; peor aún, la película se había velado. Y claro, todo eso se pagaba. Nadie se imagina la dicha final de tener un par de hermosas fotos en la mano del paseo que ya habíamos olvidado. Nadie se olvida la alegría de sentarse en grupo para descubrir los momentos olvidados de un paseo de un año atrás. Después con el tiempo vendría la elección del papel brillante o el mate. Con el tiempo uno comenzó a ser exigente, ya queríamos mejores lentes para nuestra cámara, ya era el formato de la foto, la calidad de ISO de la película y el color que empezó a relegar el blanco y negro en el mundo de los apasionados. Tomar fotos fue siempre un combate en la vida ordinaria de un principiante. Hasta que llega el momento en que uno descubre que las fotos no salen tan mal y que ya son muy pocas las que se pierden.
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Una vida en fotografías
e pr do s m r n a e r l e si ecue e u ue e o q d c r u ían par e tic q . Me ose dice und mar r b o a a d m a ca h a tama recio aján nos del a to ue p foto a r Ya a épo zado ins esp e b ork ara ezó ra q la e un o s o p r p sa u d e mpe aras con o q ew Y cám s em neg mita ás d e t i mrand ad. p a e ám os ti N or to jit vo . M m mi nid r s d n a c im n de r ej v e u n a m avie na c zó a toma s n o lo a ode d vió a l esp u pe e g o cu m d i n m e a raí n ír t co s co o e aba a m o c to d y oto lad ab d e rad g ri c r f n u ue a e n a ence imo q o c el ú l t d n el e
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Manuel Agudelo
Dos minutos después solo dos amigos nos retiramos con una sonrisa en los ojos rajando de ese estúpido invento que después se vendería como pan caliente a toda nuestra generación. El cambio que me toco hacer entre la fotografía análoga y la digital fue eminentemente práctico, además de un tácito reconocimiento de la calidad de la foto digital. Las cajas de fotos análogas que uno nunca vuelve a ver comenzaron a complicar mi vida. Peor aún, la hermosa foto que en un momento queremos mostrar, hay que buscarla en medio de álbums y del bolsas y generalmente cuando uno la encuentra la visita ya se ha ido. Recuerdo el dolor que me causo tenerme que desprender de más de 4 000 fotos que había tomado cuando vivía en Bélgica. Yo iba para New York y las fotos tenían que ir a Cali. Un amigo me encontró la solución, me las metió en una maleta metálica en un barco rumbo a Buenaventura. Mientras tanto yo me comí las uñas pensando en los mil y un peligros que mis fotos tenían que encarar. Personalmente tuve muchas dificultades psicológicas para pasar de la fotografía análoga a la digital, pero en el 2005 mi padre paso 3 meses en Francia y me di el placer de hacerle un recorrido de 5000 kilómetros por el país. El resultado fueron 60 rollos de fotografía análoga que tuvieron que esperar mucho tiempo para ser revelados.
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Playa nudista Pounta.
Playa de Parosporos
Una vida en fotografĂas
playa Pounta
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Playa de Parosporos
Manuel Agudelo en Bélgica
Fue ahí cuando comencé a ver la fotografía digital con otros ojos. Comencé a descubrir que la técnica en la toma de fotos, la calidad de la imagen y el color habían mejorado enormemente en la fotografía digital. Comencé a comprender el beneficio de ver las fotos de inmediato y la fantástica opción de volver a tomar la foto si la primera no nos gustaba; mejor todavía, tenía la posibilidad de borrar la foto mala y archivar la buena. Comencé a descubrir que en corto tiempo, la técnica se acercaba a pasos
agigantados hacia la calidad de una foto análoga y las cámaras bridge me forzaron a dar el paso. Tener un computador donde yo pudiese ver desfilar mis fotos y una memoria auxiliar para su archivo dio el impulso final y me quede incrustado en la fotografía digital, pues al fin y al cabo, cuando a uno le viene en gana, puede escoger las fotos que quiera e imprimirlas en papel. En mi opinión la fotografía digital todavía no alcanza a igualar la fotografía análoga, pero la margen entre una y la
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otra ya está bastante reducida y la percepción de su diferencia está circunscrita a un grupo de expertos. En el día de hoy, la fotografía digital me ha dado una libertad de acción que yo nunca me imaginé tener. Hoy por hoy al caminar por una ciudad mi espíritu fotográfico es realmente bulímico, pues puedo obturar sin temor. En cierta forma he logrado el sueño de fotografiar todo lo que veo .Mi mayor alegría es descubrir algo que yo no vi cuando tomé la foto. La verdad es que
Hoy por hoy al caminar por una ciudad mi espíritu fotográfico es realmente bulímico, pues puedo obturar sin temor.
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Una vida en fotografías
Me volteo mil veces, avanzo, me devuelvo otras tantas, busco la luz, me meto en la sombra, levanto la cabeza, la giro, retrocedo, me paralizo, tomo aire, lo retengo y después disparo.
Me gustaría saber cuando tu viajas, o caminas por alguna ciudad, que observas, a que le tomas fotos, qué pasa por tu mente? Esta es una pregunta difícil, yo comparo el acto de salir a tomar fotos, con el acto de ir de cacería. Pues se debe tener el mismo espíritu y la adrenalina esta siempre a flor de piel; se tiene un aparato en la mano y uno
tiene que estar listo a obturar en todo instante. Cada paso que yo doy debe estar analizado, yo camino siempre en búsqueda de “algo” que me obligue a obturar. Me volteo mil veces, avanzo, me devuelvo otras tantas, busco la luz, me meto en la sombra, levanto la cabeza, la giro, retrocedo, me paralizo, tomo aire, lo retengo y después disparo. Salgo del interior de un edificio,
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programo mi aparato; cambio de andén, busco la posición del sol, veo algo distante que me atrae, cambio de lente, busco un mejor ángulo, de nuevo programo mi aparato y después el tiro sale rápido y a veces en ráfaga. Yo sonrió conmigo mismo pues sé que he hecho una buena foto, e inmediatamente después sigo en búsqueda de mi próxima presa.
Manuel Agudelo
he tenido más de una buena sorpresa. Con el tiempo y gracias a mi colección de fotos creo poder visualizar las cosas que me llaman la atención. En primer lugar está la creación humana, especialmente la arquitectura, pues cualquier ángulo, cualquier forma, cualquier cosa geométrica me lleva a obturar. Desde los majestuosos monumentos que hay en el occidente, hasta los vestigios más insólitos de la civilización contemporánea. Un enfoque especial tienen los objetos, cualquiera que ellos sean, esencialmente las viejas cosas, pues todo ello tiene su propia historia. Cada objeto tiene su memoria propia y eso es lo que me gusta fotografiar: la memoria. Tengo una serie de fotos que pueden ser completamente triviales pero para mí tienen mucho significado. Se trata de la casa en piedra de los tatarabuelos de mi esposa. Desde hace más de un siglo está prácticamente abandonada y en ella se han acumulando centenares de objetos de más de 5 generaciones. Yo creo haberla fotografiado por todos los lados y sin embargo sigo entrando en esa “catatumba” cada vez que voy, y sigo tomando fotos tratando de pasar las montañas de objetos sin tocarlos. Uno de ellos quise retratarlo antes que desapareciera, se trata simplemente de una botella de vino que esta sobre la chimenea, su etiqueta se esfumó hace mucho tiempo, se ve que el corcho esta casi deshecho, tiene una capa gruesa de polvo con una nube de telarañas que atraviesa el salón. Mi problema o más bien mi ventaja siempre ha sido la luz. Lo poco de luminosidad que entra en el lugar es diferente en otoño o en primavera o en cualquier otra estación. Todo el conjunto ha perdido su color original, hoy solo predomina el negro en un 80 % y gracias a la luz se alcanza a visualizar algo de rojo bordeaux en la chimenea, mientras que el color amarillo ocre y oxido del polvo con los mil y un rayos de luz que danzan en las telarañas me hacen pensar que estoy
Castillo en el ducado de Luxemburgo
El León de Cuateloo
El coliseo Romano
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College Saint Michael
Cada objeto tiene su memoria propia y eso es lo que me gusta fotografiar, la memoria.
FOTOGRAFIA DIGITAL
retratando el centro del mundo. En segundo lugar me gusta fotografiar el hombre en su belleza integral. Una figura, un gesto, una cara, una armonía, algo que me dé una significación de clásico o extravagante, bonito o feo, interesante o banal. Cualquiera cosa que venga de un acto humano me ínsita a fotografiarlo. Solo me interesa la foto natural, la foto pose me disgusta mucho, yo creo, parodiando a Garcia Lorca, que cuando la persona se da cuenta que uno la esta fotografiando, se le pierde “el duende”.
Budapest, mujer orando en la mitad de la calle.
Una vida en fotografĂas
Una vida en fotografĂas
Cracovia, Polonia 2010
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Pologne, Bรกltico
Una vida en fotografías
En tercer lugar, la naturaleza tal como ella se me presenta, sin adornos; esto puede llegar a ser un paisaje o un insecto, un pétalo o un volcán; todo lo que sea vegetal y tierra y sobre todo el agua en todos sus estados. Muchas cosas pasan por mi mente cuando mi adrenalina altera mi cuerpo y me lanza a tomar una foto. Eso puede ser solo una fracción de segundo, o varios segundos más, mientras llego al punto donde voy a obturar. Lo primero que digo es: “ esta es la foto!”…. como si las centenares de otras que he tomado no tuviesen mucho valor, después le digo a mi esposa: tomé la mejor foto del día! E inmediatamente sigo en mi cacería. Esencialmente la forma geométrica, el contraste de colores y sombras, el movimiento o el gesto inusual son los primeros elementos que me incitan a tomar la fotografía. Igualmente todo lo que pueda implicar un elemento de orden social me obliga a registrarlo.
Portugal, playa Beliche.
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Croacia
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Manuel Agudelo
Croacia Plitvicka lagos inferiores 2009
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Portugal Playa Zambujeira do mar Alentejo 2007
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Manuel Agudelo
Portugal Playa Tonel Sagres 2007
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Mi ilusión de compartir paso a paso el camino de la vida que me ha tocado recorrer, con mi familia distante, alimenPor último qué ha significado la fotografía para ti, y tó mi interés por la fotografía y sin pensarlo estoy en una etapa de la vida en donde me cuestiono la validez de hacer porqué no has hecho de la foto algo lucrativo? de este fantástico registro una fuente lucrativa. Todavía no lo he hecho, confieso que es un temor probablemente sin fundamento o quizás obedece a un comportamiento púdico. Igual me sucede con mis pinturas, pues mis amigos me dicen que podría venderlas. Mis pinturas como mis fotografías las considero algo muy íntimo, pese a que admito que este concepto es simple, pues cualquiera puede hacer lo mismo que yo y a la evidencia, las cosas que yo fotografío, pueden haberlas hecho miles de otros; pero yo sigo pensando que en cuanto a las mías, estas me pertenecen y hasta ahora no he intentado hacer de la fotografía una actividad económica. Quizás estoy en el momento en que debo hacer el paso, pero confieso que no me siento preparado.
Entrevista a Manuel Agdudelo por: Ana Agudelo
LUIS EDUARDO AGUDELO Un hombre que ha dedicado toda su vida a descubrir la esencia de las pequeñas cosas, la historia que hay detrás de las imágenes, la belleza de lo cotidiano. Desde joven se encargo de nutrir su ser con las imágenes que lo acompañaban, atesorando con una cámara, momentos que el destino le ofrecía. Luis Eduardo Agudelo ha pasado sus años fotografiando el camino, dejando atrás viajes, amigos, familia, recuerdos, pero nunca las ganas de capturar la belleza según sus ojos.
Qu erida hija:
Buscando en el archivo de mi m emoria recuerd pequeño observ oq aba a tu abuelo gozar tomando ue de y corriendo al al fotos macén de revela do para después imagen que quer ver ía pesca, de una fi mostrarnos, eran fotos del pas la esta, o de otra d eo, de la e sus aficiones f obra en constru otos a una cción. Estas últ imas siempre m cieron interesan e paretes porque veía m o se construía un edificio, un puen s el proceso de como te, un conjunto cial, una univer sidad etc., desd re e el momento en sidenplantaba frente qu a un espacio va cío, un llano, un e él se hasta el surgim a planicie, iento de una ob ra de 20 pisos. también formab Sus ob an sos, descansand parte especial de su trabajo, su reros o, riendo, comie dorondo, todo era u importante par n motivo a ser plasmado.
Ni que decir de sus cacerías, un ve dente de carro en la vía, un tran nado saltando, un accicón monumenta ba al azar. Yo cr l, nada dejaeo pasos como fotó que de ahí surgió mi interés en grafo aficionad seguir sus o, él me apoyo incluso compar si n timos muchas fo titubeos, to y veíamos nues tros errores, a ve s donde las analizábamos ces es un dedo un furtivo peató mal puesto, n que nos tirab a la foto, el mo nuestra mano o vi mien la mismo de obtu respiración inapropiada en el in to de rar y claro el re stante sultado era una si salía. foto borrosa,
Querida Hija
Amada hija, cuando era un jovencito de 13 o quizá 15 años, me llamaba poderosamente la atención la fotografía, la captura de una imagen que imborrable se plasmaba en mi retina, la quería trasmitir a mi familia, a mis amigos, finalmente, con la mesada que mi padre me daba, compre una camarita kodak, que tenía un cubito especial que se le incorporaba en la parte superior de la cámara y actuaba como flash que al disparar e iluminar el espacio que anhelaba capturar, el cubito giraba automáticamente y tenía entonces tres caras más para otros flashes. Agotado los cuatro disparos, el cubito había que cambiarlo por otro y eran bastante caros, pero lo que importaba era la foto, mis primeros modelo fueron mis padres y mi perro favorito Igork un pastor alemán precioso, después fueron mis amigos del grupo scout en el colegio y en los paseos o campamentos. Me interesaba siempre capturar un momento y hoy con los años sigo pensando igual, con el correr del tiempo he querido salir del estereotipo normal de tomar una primera imagen , me interesa su entorno, el espacio, lo que hay detrás, a los lados. Todo es para mí importante, no es solo el personaje o el paisaje, el motivo que quiero eternizar es lo que hay a su alrededor. No puedo concebir un paisaje con un cable de energía que cruza o un dedo que afea el retrato, no puedo tomar una foto de un rostro con los platos sucios de la cocina al fondo o quizá unos cal-
zones colgados de un alambre o cabezas de las que salen matas o puntas y cachos. Y todo esto hay que verlo, pensarlo y disparar en un solo instante, yo por lo menos solía cruzar los dedos para que me saliera bien la foto. Así mismo cuando adquirí una cámara profesional como aficionado era muy lento para encuadrar a los amigos o familiares, enfoque, luz, diafragma, velocidad y... claro más de uno la sonrisa se le helaba o se retiraba del marco de la foto. Y Eduardo otra vez intentaba convencerlos para que posara de nuevo, y ni hablar de la sonrisa de un bebe, el pajarito que se me volaba
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o la culebra huía primero antes pudiera capturarla con la cámara por supuesto, aunque vale aclarar que luego de la foto el que salía huyendo era yo. De muchacho siempre soñé tener una foto en mis manos que se moviera. Si hija, que tuviera movimiento y claro la falta de plata hizo que otro me robara mi invento y hoy ya son bastantes populares las cámaras de videos, o sencillamente los portarretratos digitales que insertando un chip con buena capacidad de memoria, tienes miles de fotos en movimiento... adiós a los álbumes, que viejos nos ponemos y pronto.
Mi perro favorito Igork
Mi madre mis tres hermanas, Yany, Nazly y Lesbia y me perro Atuncaray
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Levantar una piedra me abre a un sin fin de posibilidades, laberintos insondables, vida burbujeante y colonias sin cuento en espera de salir a la luz por un fotógrafo con un poco de curiosidad y de visión para resaltar lo cotidiano
Al seguir los pasos de tu abuelo, me di cuenta que me atraían las fotos raras, las no ordinarias, las fotos que mostraran lo mismo pero con una novedad que saltara a la vista. Y entonces caí en el mundo del microcosmos, ya no necesitaba desplazarme a decenas de kilómetros para ir a la selva del pacifico o acudir a la costa y jugar con el mar embravecido, una piedra que dejaba soltar sobre la pecera podía ofrecerme un movimiento ondulante que con mi lente macro, podía acercarme tanto que me sorprendía el efecto resultante y esto me hace recordar una hermosa foto tuya, en una piscina, donde se observa el movimiento del agua y acaso una silueta femenina con las gotas casi salpicando la cámara... Magnifico que la pusiste en facebook, bien vale conocerse. Y si, me tiraba al suelo en el antejardín de mi propia casa, encontraba y aún encuentro una galaxia para ser fotografiada. Levantar una piedra me abre a un sin fin de posibilidades, laberintos insondables, vida burbujeante y colonias sin cuento en espera de salir a la luz por un fotógrafo con un poco de curiosidad y de visión para resaltar lo cotidiano. Con el uso de cámaras digitales la ventaja de corregir la foto que acabas de tomar y que no ha salido bien es un gran adelanto pero nunca igualara a la fotografía análoga, yo sigo pensado que la foto es como una cacería, querer siempre tomar la foto del día, de la semana, del año, de la vida.
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Luis Eduardo Agudelo
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Querida Hija
Fijar un instante en la lente es tan delicado, tan difícil y tan complejo que si te demoras en sacar la cámara del estuche es muy posible que hayas perdido el mejor momento de tu foto. En ocasiones el primer nivel de la foto no es lo que hace tu foto, es posible que el trasfondo, el segundo o tercer nivel sea el que hace destacar la foto.
Tu debes conocer mejor los términos de la imagen cuando la aprisionas en tu cámara fotográfica, pero recuerdo una foto tomada por el abuelo en un viaje a Bogotá, tu tía Nazly y yo estábamos al borde de un abismo y el paisaje era espectacular, en el instante en que mi padre tomaba la foto, yo le decía a tu tía, - córrete un poquito. Claro si se corría caía al abismo y ella solo me miro, con unos ojos desorbitantes y tan cargados de
rabia, que la foto es un verdadero sentimiento, todo el que la ve, no ve el hermoso paisaje ve los ojos de mi hermana jajajajaja. Esta sensación de impregnar en un papel inerte, hoy en una cámara digital una escena que de común no tiene nada, no ha desaparecido de mi retina, muchas veces pienso que mi pupila es cuadrada o con mis manos hago la señal de obturar y flash, disparar ese
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instante que quiero inmortalizar. Hoy con los años no pierdo esa emoción tan grande que me ha conducido a siempre querer tomar la mejor imagen y me gozo intentándolo, la mama pata en procesión con sus patitos, cruzando una avenida, con los autos detenidos en ambos sentidos en una soleada tarde de este hermoso Saint Petersburg, en la Florida es una reflejo de un bello instante grabado en mi retina, por no llevar la cámara en mis manos !!!!
Luis Eduardo Agudelo
Así es la vida del fotógrafo, un instante para inmortalizar, como aquella célebre foto de la guerra civil española, de un soldado abatido cayendo por un tiro fatal. Por eso creo que la foto es sensibilidad, es oportunidad, es velocidad y sobre todo es emoción, porque si quien la observa, siente, ve, se alegra o llora has alcanzado el propósito de tu foto. Capturar la retina de tu observador para siempre.
Todo momento es oportuno. Recuerdo que hace anos tome una foto al suelo, si al suelo, había llovido y el charco pequeño reflejaba el sol que se ocultaba por medio de los árboles y el charquito era un espejo transmitiéndome a gritos Toma la foto no seas pendejo !!!! Pienso que muchas de las más bellas fotos que he tomado han sido a tan solo dos metros de mi casa No se necesita entonces hacer
viajes al lejano oriente ni buscar modelo exclusivos, todo está a la mano, la caída del sol sobre una hoja, la sonrisa desdentada de una anciana en el mío, la fachada en ruinas de una esquina en el centro de la ciudad, el desfile de unas hormigas . En fin, nuestra mejor cámara son nuestros ojos y el mejor flash esta en nuestro corazón. Eso que no ven los demás es lo que el fotógrafo debe imprimir para la posteridad
Por eso creo que la foto es sensibilidad, es oportunidad, es velocidad y sobre todo es emoción, porque si quien la observa, siente, ve, se alegra o llora has alcanzado el propósito de tu foto.
Robert Capa, Muerte de un miliciano
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Querida Hija
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Luis Eduardo Agudelo
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Viaje a Machupichu
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Querida Hija
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Luis Eduardo Agudelo
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Por eso hazlo con gusto, porque sin duda ese placer quedara reflejado en la imagen, hazlo con pasión para que ese gesto, esa historia hable por si sola y hazlo con la seguridad que esa foto es única, autentica y bella y lo demás será muy fácil. Te beso con el alma, tu padre. Abril 8 de 2012. Saint Petersburg, florida USA.