12 de Julio 2017
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Año 5 - Nº 340
Miércoles 12 de Julio de 2017 / Ciudad CCS Eo *+' 8 f ,
Yo no sé dónde me voy a meter Armando Carías
anca? - ¿Por qué es esta tr - Por la libertad ertad? - Y ¿qué es la libno hay aquí - Una vaina que -¿Dónde hay? dos - En Estados Uni - Gracias.
NO ES CUENTO: Después que desnudaron al chavista, y lo ataron a un poste, el líder dijo: “Ahora a seguir luchando por los derechos humanos”.
Ya tengo acatarradas las hipérboles (valga el anglicismo), de tanto escuchar a los escuálidos advirtiéndonos sobre la carrera que, según sus cálculos, vamos a tener que pegar los chavistas cuando, de acuerdo a sus deseos (que, como se sabe, no empreñan), caiga Maduro. “¡Yo no sé, Armando, dónde carajo te vas a meter tú cuando nosotros los demócratas tumbemos al dictador!”, suelen estrujarme mis aguerridos vecinos cada vez que regresan de sus épicos trancazos. Dada su insistencia en saber cuál será mi nuevo domicilio para cuando los marines instalen su garita a la entrada del edificio en donde vivo, y con el objeto de que no me sigan ladillando con la preguntadera, decidí ponerles al tanto de los planes que tengo para enconcharme una vez que Luisa Ortega asuma el gobierno de transición. Les informé que, entre las opciones que vengo considerando para mi exilio dorado, está pedirle a mi pana Clemente Boia que me reciba en “Il Lupo di Mare”, por los lados de Naiguatá, en donde poca gente me conoce, por lo que estoy seguro de que estaré a salvo de las hordas escuálidas que se disputarán mi pellejo. Sin embargo, en base a lo que me confió El Tajalí, ya
Roberto Malaver y Carola Chávez se me adelantaron con Clemente, por lo que tendré que activar el Plan B para mi clandestinidad. Una vez que me haya pintado el pelo y operado la nariz para no ser reconocido en el vecindario y antes de que Eduardo Rodríguez solicite que, “quienes tengan conocimiento del paradero de Armando Carías notifiquen a los Comités de Ajusticiamiento”, me dirigiré al Jardín Botánico de la UCV, en donde el camarada Petkoff me ha dicho que se encuentran asentamientos guerrilleros que podrían recibirme. Lo malo de esa alternativa es que desde que Chávez le devolvió esos espacios a la Universidad Central de Venezuela, su administración es responsabilidad del Rectorado Ucevista, y yo -sinceramentedudo que Cecilia García Arocha me conceda asilo político. Desechada esta segunda opción, me sinceré con mis vecinos (incluidas la conserje y la chama del perrito que está bien buena), y les dije que yo, lamentablemente para ellos, no sé dónde me voy a meter llegado el momento de recoger los bates, por lo que, para su arrechera, he decidido esperar a mis verdugos en la puerta de mi casa, con la Constitución en una mano y mi dignidad en la otra.
Alguien dijo que “en la oposición hay que cortar por lo SANO”, pero después se dio cuenta de que ya no hay nadie sano ahí.
Jamás habíamos llegado tan bajo Clemente Boia
“Tanto le estu diar para conquistar mierlibyer tad, y ahora me doy cuenta de que er bastaba con unaatan fácil: tranca” Manuel Rosales
@tasporai
Desde Naiguatá hemos seguido los pasos del Tajalí, quien desde la semana pasada anda suelto por Madrid. El encargado de esta vigilancia remota es Ramón Guerra, mejor conocido en el pueblo como “Moncho Guerrita”, con fama de ser de los más avanzados lectores de novela negra y, en consecuencia, una de las mejores mentes de investigación policial aficionada. Ramón dice que lo de “suelto” es una gran mentira. Su esposa se lo llevó obligado porque quiere convencerlo de que todo el planeta funciona mejor que Venezuela. La guerra cotidiana alcanzó un punto álgido cuando un guardia nacional les pidió el pasaporte antes de cederles el paso hacia la cola de la aerolínea. “¡Con qué derecho este tipo nos hace preguntas?”, interrogó la mujer.
Ella no sabía, no tenía porqué imaginar, que la pinta de egipcio pobre del Tajalí le ha significado ser uno de los tipos más maltratados en todos los aeropuertos del mundo. El interrogatorio de 45 minutos en Barajas quizá le haya abierto un poco los ojos, pero ella lo compensó diciendo que en el resto de las cosas vería cómo se nota el desarrollo. La cola de inmigración duró 30 minutos y la espera de las maletas unos 25 más. Desde el aterrizaje hasta la salida fueron dos horas. Ya en el metro parecía que todo iría mejor, pero la línea estaba interrumpida dos estaciones más allá. Los obligaron a salir y a usar transporte superficial. El Tajalí imaginó lo que habría dicho su mujer en Caracas. También permaneció en silencio, cuando escucharon gritar “la han robado,
la han robado” y vieron correr sin esperanzas a una mujer menuda tras un tipo que se perdió en una esquina. Ya instalados, salieron a caminar un rato, y ella quiso ir a una tienda de cosméticos para buscar un antimicótico para las uñas. La muchacha que los atendió, con acento venezolano, les preguntó si “antimicótico” era la marca y agregó que el problema es que había tantas cosas por aprender. El Tajalí la miró con ternura y le dijo que eso lo habría podido aprender hasta en Chuspa. Salieron en silencio de la tienda y una cuadra más allá su mujer imprudentemente pisó una bolsa de papel y de su interior brotó excremento. Ella lo miró con tristeza. Él la abrazó y la impulsó a seguir caminando. “Esto sólo ocurre aquí, mi amor. Jamás habíamos llegado tan bajo”.
Miércoles 12 de Julio de 2017 / Ciudad CCS Eo *+' 8 f ,
Diálogo de dos disociados terminales Clodovaldo Hernández
-Lo de la dictadura ya no tiene nombre: imagínate que nosotros, “los muchachos”, estábamos, pacíficamente, linchando a un tipo, y vino la Guardia a rescatarlo. ¡Malditas brujas! -¡Qué ratas, de pana! ¿Y ustedes qué hicieron? -Bueno, intentamos prender al tipo con una molotov, con la mala suerte de que el chamito de catorce años que cargaba la bicha se puso nervioso y se le apagó. Le caímos a piedras y a cohetones aliñados a los guardias, mientras las mujeres, desde los apartamentos, les gritaban “¡Asesinos, asesinos!” y les lanzaban frascos con agua congelada. Mi mamá le pegó a uno en la cabeza, pero, lamentablemente, el esbirro tenía casco. -¿Y, entonces, salvaron al tipo? -Sí, vale, ¡qué abuso, bro! Nosotros, “los libertadores”, lo teníamos ya amarrado de un poste y lo rescataron esos muertos de hambre sin cojones, como bien los llamó el viejito ese adeco, Ramos
Así como la iglesia -el obispo Cauc ho apoyó la QUEMA de Juana de Arco, nhoy Monseñor Diego Padrón apoya la quema de venezolanos por la MU D
Allup, creo que se llama… Por cierto, me dijeron que ese pure, cuando quiere encenderse el motor, en lugar de tomar Viagra, se mete Captagon, igual que nosotros… -Sí, ¡qué nota!, cuando se trata de insultar, ese viejo es el que flinchy en la MUD… Pero, ahora explícame: ¿por qué estaban, pacíficamente, matando al tipo? -Bueno, ya que me preguntas, yo la verdad no sé, chamo. Unos decían que era chavista, otros decían que era sapo, y otros que se estaba robando un iPhone 7… Bueno, como sea, se lo merecía. -¡En eso estamos claros! ¿A quién se le ocurre robarse un iPhone 7 en medio de esta crisis humanitaria?… ¿Y no tienen miedo que ahora venga el Sebin y, tun-tun, les ponga los ganchos, a ti y a los demás “muchachos”? -Claro, eso es lo más seguro, tratándose de una dictadura. Menos mal que ahora somos amigos de la doctora Luisa, y ella denunciará que nos están persiguiendo y torturando por el solo hecho de pensar distinto.
NOTICIA: Trump reitera ante Peña Nieto que debe pagar el muro. COMENTARIO: A pesar de los LAMENTOS, Peña Nieto tiene que pagar el MURO “No me PREOCUPA el helicóptero. No me preocupan los quemados. No me preocupa lo de La Carlota. Me preocupa lo que pasó en la AN”. Uno de esos