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GUÍA DIDÁCTICA PARA NIÑOS Y NIÑAS
CINCO CARTAS CINCO CONTIN E NT E S
Federación de Trabajadores de la Enseñanza
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Coordina ción: Ca rmen Viei t e s Ide a origina l y t ex t os: Luz Ma r t íne z y Jona t án Pozo - S ECRET ARÍ A DE ACCIÓN INSTITUCION AL E I G UALDAD F ETE / U G T Dibujos y maque t a ción: Mauricio Maggiorini (T a lle r Lápiz y Papel)
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A los ni単os y ni単as del mundo que buscan la paz
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PRESENTACIÓN
La his t ori a del sindic a lismo e s t á reple t a de hi t os en l a conquis t a de los dere chos. A medida que los propios t r aba j adore s y t r aba j ador a s iban a lc anz ando concienci a y de su propi a dignidad y valor, luchaban por conseguir el ne ce s a rio re conocimien t o jurídico de los dere chos. Nue s t r a sociedad a c t ual, inmers a en l a pos t modernidad, adole ce de memori a his t óric a, y por ello pudier a pa re cer que los dere chos siempre han e s t ado ahí, que no han t enido que s er conquis t ados a pre cio de s angre, en dema si ada s oc a sione s, por hombre s, mujere s, niños y niña s. La gr an pa r adoj a en l a que vive nue s t r a sociedad e s que los dere chos humanos, y t ambién los dere chos de los niños y l a s niña s, son inna t os y, sin emba rgo, si no luchamos por ellos a c abaremos perdiéndolos. De ahí la impor t ancia que pa r a F ETE-U G T t iene e s t a guía didá c t ic a. E sper amos y de s e amos que en vue s t r a s manos pueda conver t irs e en una poderos a herr amien t a pa r a cons t ruir un mundo má s habi t able.
Jesús Ramón Copa Novo Secre t ario general de FETE-UGT
No necesit amos acudir a cit as solemnes, ni siquiera invocar a grandes pensadores, para dejar pa t ent e la necesidad de la educación como vehículo para reducir el desequilibrio social, cada día más evidente. El Ayunt amiento de Alcobendas cree firmemente en el valor y la import ancia de la educación; prueba de ello es su participación en los proyec tos educa tivos más novedosos: Ciudades educadoras, Educación para el desarrollo, Cultura para la Paz.... Y t ambién más allá de nues tras fronteras geográficas con la cooperación
6 al desarrollo en Nicaragua, Perú, Bolivia, Ecuador, Venezuela... donde los proyec tos des tinados a educación y formación ocupan un pues to import ante por el número de beneficiarios y los result ados obtenidos. En el prólogo del libro “Hambre, una tragedia evit able” dije que en es t e camino nos encontraríamos con más gent e. Y aquí es t amos, de la mano de FETE UGT, saludando es t e cuaderno en el que desde el conocimiento de la profesión y con la sensibilidad necesaria para ejercerla, han creado un buen ins trumento didác tico para continuar es te trabajo. Desde aquí, animo a todos los miembros de la Comunidad Escolar a seguir ese camino t an gra tificante
José Caballero Domínguez Alcalde de Alcobendas
Cuando surgió la opor t unidad de realizar una Guía Didác t ica que sirviera de apoyo a la obra fo t ográ fica de J avier Rodríguez Gómez "Hambre, una t ragedia evi t able", enseguida, y sin darnos cuen t a, lo primero que hicimos fue ponernos a pensar en el papel de la escuela. Queríamos que es t a Guía fuera algo más que un ma t erial para la educación en valores. Además de incorporar la perspec t iva de géne ro, hemos in t roducido la dimensión in t ercul t ural porque nues t ro mundo es así: diverso y plural. Pero sobre t odo, con ella, hemos querido re t ar al profesorado y a quienes vayan a u t ilizarla. Un desafío que consis t e en que vean su propia in t ervención como una opor t unidad no sólo en hacer conscien t es a los niños y niñas de unos derechos que les son inna t os. Sino sobre t odo el desafío que consis t e en t rabajar con ellos y ellas para que lleguen a ser capaces de defender su cumplimien t o por sí mismos, y así se convier t an en ciudadanos y ciudadanas ac t ivos ya desde su infancia. Todos y todas los que hemos participado en la elaboración de es t a Guía Didác tica coincidimos en que si queremos cambiar nues tro mundo hemos de hacerlo con la plena participación de los niños y las niñas.
Carmen Viei t es Secre t aria de Acción Ins t i t ucional e Igualdad
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GUÍA DIDÁCTICA PARA NIÑOS Y NIÑAS ! !
Car t a de J avier. Cinco car t as cinco con t inen t es: - Car t a de América - Car t a de Orien t e - Car t a de Africa - Car t a de Aus t ralia - Car t a de Europa
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Hola me lla mo Javier y soy reportero. Tenía sie te años cuando me hicieron mi primera fotografía. Bueno, a mí y a toda la fa milia. En el ins t ante en que el señor que se ocult aba de trás de la caja negra grito " F OTO" un millón de m ariposas revolot earon en mi es tóm ago y comprendí que eso era precisa mente lo que quería hacer en la vida. Un año después conseguía mi primera cá m ara . Cuando t enía diez años me fui a recorrer el mundo con mi globo t erráqueo, mi cá m ara de fotos y un bocadillo de sardinas. Suert e
que me encontraron unas horas después, asus t ado y tirit ando de frío a pocos kilómetros del pueblo. Desde entonces han pasado muchas cosas, pero las m ás import ant es han quedado regis tradas en las fotografías que hago. Cuando fuí un poco m ás m ayor inicié un viaje que aún no ha terminado. Desde las lejanas tierras de Gracias a Dios en Honduras has t a la caliente arena del desierto del
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Sáhara. He surcado ríos, subido mont añas y a travesado laderas inmensas. He cruzado m ares y lagunas para encontrarme en sitios que ja m ás habría soñado. He es t ado en las grandes ciudades llenas de rascacielos y anuncios luminosos y en pequeñas aldeas donde en la noche apenas me alumbraba la luz de una hoguera. Pero quizás lo m ás asombroso de todos mis viajes es que nunca, nunca m e he encont rado solo. Allí donde he llegado, he sent ido a m is t ad y ayuda. Mi cá m ara es mi compañera en todo lo que he vis to y vivido. Y como os im agináis he podido ser
t es t igo de todo lo bueno y todo lo m alo que ocurre en el mundo. Aún hay mucho por hacer. Muchos niñas y niños no t ienen casa, educación, ali m entos, m edicinas… Miles de personas t rabajan por lograr que t engan todo es to y miles de niños y niñas par t icipan para m ejorar su futuro. Creo que lo m ejor es que os lo cuent en los pro t agonis t as de mis viajes. Cada día recibo car t as de todas par t es. He seleccionado cinco, cada una de un cont inent e dis t into en la que podréis escuchar sus voces y saber de sus vidas. Un abrazo muy fuerte.
Javier
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L A
C A R T A
Q U E
L L E G Ó
D E
Á F R I C A
D e r e c h o a ser di f eren t e Hola Javier ¿Sabes quién soy? N ambi, o R enacuajo como tú me llamabas cuando me encontrabas chapoteando en el arroyo ¿Cómo estás?. Todavía me gusta recordar el día que llegaste a la aldea. Cuando te vi por primera vez con esa piel tan pálida, pensé que tal vez estabas desteñido o despintado. A los pocos días, cuando tu piel, por el sol, se volvió completamente roja, creí que eras como hijo de cangrejo y cuando te cubrimos de cataplasmas de lodo y hierbas para aliviar las quemaduras de la insolación, llegaste a ser igual que los gusanos de arena. En las excursiones al río, me sentaba en lo alto de las rocas, para desde allí observar tus largas piernas, el pelo liso, y tu cuerpo moviéndose con dificultad entre tus sonoras carcajadas y los ruidos de las manos sacudiendo el agua. ¿ P or qué su piel es blanca como las tripas del pescado? ¿ P or qué no tiene nuestro precioso negro azulado? ¿P or qué su pelo no es ensortijado? ¿P or qué no sabe bailar? ¿P or qué su nariz no es como la nuestra?, me preguntaba a todas horas. Después de pensar y pensar (porque siempre he pensado mucho), recordé la historia de M anbú.
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M anbú nació en una aldea vecina, en la ladera del volcán dormido. A l poco tiempo de dar sus primeros pasos comenzó a crecer y crecer. Tanto creció que tuvieron que construirle una cabaña especial. A sí y todo dormía con los pies fuera de la puerta y al amanecer salía a cuatro patas. A los siete años de edad, M anbú era tan alto como el árbol de la silva. Cuando alargaba sus brazos podía rozar las estrellas. Ser alto tiene muchas ventajas pero M anbú no las apreciaba. M anbú estaba demasiado solo. Era diferente y todo el mundo se lo hacía notar. N o tenía amigos y nadie quería jugar con él. U na noche de luna llena en la que todo el poblado había salido de caza, M anbú se fue de la aldea y desapareció en la selva. N o volvieron a saber de él durante meses, hasta que el volcán despertó. L os ojos de M anbú, siempre vigilantes, divisaron en la claridad de la noche cómo, de la cima del volcán, se iniciaba el rápido descenso de la lava ardiente. L a aldea dormía sin presentir el peligro que se avecinaba. M anbú, a grandes zancadas atravesó la selva. Gritando y agitando los largos brazos despertó a los habitantes que pronto se pusieron a cubierto, logrando así salvar sus vidas de la lava candente y las emanaciones del azufre. A l día siguiente, agradecidos le rogaron que volviera. P ero M anbú no se sentía realmente querido y volvió a desaparecer.
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A lgún tiempo después, la luna que jugaba al escondite, se perdió en el firmamento. Desde aquel momento las noches se sumieron en una triste y larga oscuridad. L a gente de la aldea cazaba de noche y sin la luz de la dama blanca morirían de hambre. P or eso el gran jefe de la aldea ordenó tocar los tambores para llamar a M anbú y pedirle su ayuda. M anbú acudió a la llamada, recostado en la arena, escuchó las súplicas de su gente y como era un hombre de buen corazón, accedió a ayudarles. Subió a la cima de la montaña más alta, se levantó sobre las puntas de los pies, estiró los brazos y con las manos rebuscó entre las estrellas hasta encontrar la luna que se encontraba mareada y perdida en una constelación. A tó el extremo de un fino hilo al borde de la luna y el otro extremo a la rama de un árbol. Desde entonces la luna nunca más ha vuelto a perderse y está segura allá, en el cielo de la noche. M anbú encontró el cariño de los suyos y a pesar de ser diferente, nunca más volvió a sentirse solo. ¿ V es, Javier? L o maravilloso es que todos, en cierta forma, seamos diferentes e increíblemente iguales. A unque seas blanco como las tripas del pescado crudo, te queremos como eres. Y ahora, mi querido Javier, te envío un cuento de mi tierra, de Á frica. H asta muy pronto amigo.
N ambi
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Los
colores de la T i erra
( c u e n t o
D
A f r i c a n o )
icen que fue ha ce muchos, muchos años, cuando aquél que t odo lo creo, cogió un t roci t o de a rcilla, modeló un hombre y una mujer y los coció en el horno.
Cuando habían adquirido el color de la noche, los miró con f elicidad y pensó que er an hermosos. Los colocó en l a s t ierr a s de Á fric a. A llí el sol e s in t enso y no se quema rían. Modeló de nuevo dos figur a s y la s horneó ha s t a que hubieron adquirido el pre cioso color de la a rcilla. Los colocó en Améric a donde vivirían f elice s con l a suavidad del sol y el a ire. De nuevo re a lizó l a oper a ción, pero e s t a ve z no dejó que el ba rro dier a color. A e s t a nueva pa rej a la llevó a Europa. A sí, poco a poco, fue re aliz ando figur a s con cuidado y pobló los cinco con t inen t e s. Cuando hubo t erminado, sopló sobre sus figur a s y con un susurro le s dijo: “Id por el mundo, llenad el plane t a de vida y ha ced el bien”. Y a sí, el pequeño pl ane t a s e pobló de persona s de t odos los colore s.
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Act ividades para pensar y sonreír... Nambi es una de las niñas que más me sorprendió en mis viajes. Nambi es especial por su curiosidad e incansable capacidad para pensar e imaginar. También tú eres especial. Seguro que tienes un secreto que te hace una persona única y diferente. ¿Quieres compartirlo conmigo? ¡¡¡Ahhhhhh!!! Pero t ambién ere s igua l a los demá s ¿en qué? La convención Int ernacional de los Derechos de los Niños y las Niñas dice: "Nadie debe ser discriminado por su apariencia, su color, su origen, su sexo, su
Cu a nd o l l e g u é a l po bl a d o m e s e n t í muy r a r o . E r a l a úni c a p e r s o n a d e c o l o r bl a n c o y s i n e mb a r go m e a c og i e r on, m e a yud a r on y m e d i e r on s u a m i s t a d . Un d í a , R e n a c u a j o v e nd r á a m i c a s a . A yúd a m e a p e n s a r c i n c o c o s a s qu e c o n t r i buy a n a qu e s e s i e n t a qu e r i d a c u a nd o v e ng a .
Somos diferentes y especiales. Cada persona sabe hacer distint as cosas. Pensamos de distint a forma. Nos movemos y reímos en diferentes situaciones... Me cont aron de un mundo donde todos sus habit antes eran exact amente iguales. Vestían con los mismos pant alones y camiset as de lunares, tenían las mismas opiniones, se dormían y levant aban a la misma hora. Todos trabajaban cul t ivando champiñones y claro... ¡comían champiñones! Un día al despert ar se encontraron con que un hurón se había comido todos sus champiñones. ¿Qué harían ahora? ¿De que vivirían? Todos grit aron a la vez, todos se rascaron la cabeza a la vez... Sigue tú el cuento.
idioma, sus opiniones..." Manbú se sentía solo, se sent ía diferent e ¿Por qué crees que no querían jugar con él? ¿Te ha ocurrido algo así alguna vez?
Y ahora... quiero cont art e un secre to... cuando nos enamoramos lo hacemos de personas que son distint as a nosotros....¿sabes por qué?
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El libro de los porqués...
¿Por qué al despert ar siempre siento que hoy ocurrirá algo especial? ¿Por qué no puedo ser una persona distint a cada día? ¿Por qué sólo puedo volar en sueños? ¿Por qué hay niños y niñas en el mundo a los que no se les respet an sus derechos? ¿Por qué me siento bien cuando hago lo que me dicen la cabeza y el corazón? ¿Por qué me entra un cosquilleo de felicidad cuando pienso que en el mundo habit an miles de niños y niñas diferentes que tienen mucho que decirme? ¿Por qué mi madre no me deja ir con los calcetines con toma tes?
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Sab í as qu e . . .
La Vía lá c t e a con t iene unos 4 0 0 billone s de e s t rella s y e s una galaxia en t re los billone s que componen el universo. Los bo t ánicos no es t án seguros de cuán t a s especies vege t ales exis t en; la s es t i ma cione s va rí an de sde 3 1 0 . 0 0 0 ha s t a 4 22. 0 0 0 . E s increíble ¿verdad? Lo ma lo e s que en t odo el mundo en t re el 22% y el 47% de t oda s la s e specie s vege t ale s e s t án en peligro de llega r a ex t inguirs e. ¿Cuán t a s lengua s conoce s? Pue s t oma no t a, en el plane t a hay una s cua t ro mil lengua s. ¡Menudo t esoro!
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Algunas cosas para hacer... Haz un dibujo de cómo eres ahora y o t ro de cómo serás el día de mañana. Para ser como quieres ser ¿qué necesi t as?
Nambi es una chic a y yo soy un chico ¿En qué somos diferen t es los chicos de las chicas? ¿Podrías decirme cinco cosas? ¡Ahhhhhhhh!, ¡pero no olvides que t enemos los mismos derechos!
¿Y TÚ CÓMO ERES?
Si fuera un.... Si pudiera ser un animal, sería.___________
· Lo que más me gus t a de mí...
porque ______________________________.
· Me gus t aría ser...
Si pudiera ser un ave, sería.______________
· Mi juego favori t o es...
porque ______________________________.
· Me gus t aría ent erarme de....
Si pudiera ser un insecto, sería.__________
· Es toy alegre si...
porque ______________________________.
· Me llega la t ris t eza cuando....
Si pudiera ser un juego, sería._____________
· Quiero ser más….. · Me enfada que... · Algún día podré....
porque ______________________________. Si pudiera ser un cuento, sería.____________ porque ______________________________.
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Para construir.... Con tijeras y papel recort a una fila de monigotes unidos por la mano. Ahora pint a cada uno de un color represent ando a todas las personas del plane t a.
La muralla Para hacer una m uralla t ráigan m e t odas las m anos t ráigan m e t odas las m anos los negros sus m anos negra s los blancos sus blancas m anos U na m uralla que vaya desde la playa has t a el m on t e desde el m on t e has t a la playa allá sobre el horizon t e ¡Tun t un! ¿Quién es? U na ros a y un clavel... ¡Abre la m uralla! ¡Tun t un! ¿Quién es?El sable del coronel ¡Cierra la m uralla! ¡Tun t un! ¿Quién es? L a palo m a y el laurel ¡Abre la m uralla!
¡Tun t un! ¿Quién es? El alacrán y el cie m piés... ¡Cierra la m uralla! Al corazón del a m igo Abre la m uralla Al veneno y al puñal Cierra la m uralla Al m ir t o y la yerbabuena Abre la m uralla Al dient e de la serpient e Cierra la muralla Al ruiseñor en la flor Abre la m uralla... Alce m os una m uralla jun t ando t odas las m anos los negros sus m anos negras los blancos sus blancas m anos U na m uralla que vaya desde la playa has t a el m on t e desde el m on t e has t a la playa allá sobre el horizon t e... Nicolas Guillén
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Algunas cosas que no deberíamos olvidar... No import a dónde hayas nacido, no import a el color de tu pelo o de tu piel, no import a si eres de gran altura o poca, si tienes los pies planos o hablas dos idiomas. Puedes utilizar la mano izquierda o ser hábil con las cuent as, puedes venir de lejos o vivir en la casa de la esquina. Puedes reírte alto o no escuchar los sonidos... Lo import ante, lo realmente import ante, es que eres una persona con DERECHOS. ¡NO LO OLVIDES !
Puedes ser veloz o lent a, puedes tener muchas cosas o pocas, puedes ver como un lince o tener poca vist a como los topos. Puedes escuchar en la noche como los lobos o entender el lenguaje de las manos. Puedes ser hábil como las arañas o inteligente y reflexiva como los búhos. Puedes ser diferente y especial. Lo import ante, lo realmente import ante es que serás lo que tú quieras ser porque tienes derecho a tener una vida feliz. ¡NO LO OLVIDES!
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A lo largo de tu vida te encontrarás con cientos de personas distint as. De alguna te enamorarás, otras serán tus amigos y amigas. Algunas te enseñarán cosas import antes. Alguna te regalará un pedacito de su vida. Otras pasarán a tu lado y no las volverás a ver... Te cruzarás con niños y niñas. Todos y todas diferentes y verdaderamente import antes. Haz que siempre se sient an respet ados y queridos. Tienes el deber de velar para que se respeten sus derechos ¡NO LO OLVIDES!
Podrás llamarte Mart a, Laila, Marcos, Laidy, Pepe, Liu Wang, Takashi, Lilaj, Yuri, Gladis, Nambi, Leda, Maritza, Ahmed, Arundha ti... lo import ante es que todos y todas tenemos los mismos derechos ¡NO LO OLVIDES!
Todos los niños y todas las niñas del mundo somos diferentes y especiales y todos y todas tenemos los mismos derechos. Y si alguna vez lo dudas, levant a la vist a y recuerda que para mí eres import ante ¡NO LO OLVIDES!
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L A
C A R T A
Q U E
L L E G Ó
D e r e c h o A t ener un nombre y una nacionalidad
D E
A M É R I C A
M uy estimado Javier: H a pasado mucho tiempo desde que estuviste en la aldea y desde entonces no te puedes imaginar la de cosas que han ido sucediendo. Y o he crecido mucho. Dice la abuela que pronto seré alta y estirada como un cocotal y mi hermano me llama cotorra por todo lo que hablo. A mí no me importa. M e gustan las palabras, todas las palabras, desde las chicas con las que nombro a mami hasta las grandes como Tegucigalpa, desde las que suenan rico como mermelada hasta las que son rotundas como catarata. En el cuaderno que me regalaste voy escribiendo las palabras que aprendo nuevas. A veces me imagino que puedo cogerlas con las manos, como a las hormigas que corren por la cerca y guardarlas en los bolsillos. Dice mami que la magia se hace pronunciando las palabras adecuadas. Que cuando deseas algo mucho sólo tienes que encontrar cómo decirlo, repetirlo en voz alta y tratar de conseguirlo. H ace unos meses estuvo lloviendo sin parar una semana entera. Cuando por fin pudimos salir de la cabaña, descubrimos que la lluvia había desmoronado las
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paredes de adobe de la escuela. N o te puedes imaginar lo que lloré, lloré y lloré. P ero encontré las palabras. H ablé con la abuela, con mami, con el alcalde.. hasta que conseguí que todo el mundo se pusiera a trabajar. H oy la escuela tiene tres clases, una biblioteca y una cocina donde las madres nos hacen la comida. H ay muchos niños y niñas que vienen a clase desde muy, muy lejos. A traviesan bosques y ríos y si no comieran en clase no podrían venir. A hora estamos decidiendo cómo llamar a la nueva escuela. Y o estoy apuntando todos los nombres en mi cuaderno y dentro de unos días, los votaremos en el colegio. Es importante tener un nombre para todo, como tener un nombre propio. M i nombre me lo regaló mi abuela que también se llama L eda. P ara mí L eda sabe a la sal del mar que moja la aldea, a dulce como los postres que la abuela nos prepara y alegre como las canciones que mamá nos canta antes de dormir. M e gusta mi nombre. C reo que tener un nombre es tan importante como saber que eres de un lugar... tanto como tener palabras que nombren lo que siento y lo que pienso. P alabras que recojo en mi cuaderno, que me gustaría llevar en mis bolsillos. Javier , para que no me olvides, te envío muchas palabras reunidas en un cuento de mi país que habla de los nombres. con cariño
L eda
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El pájaro
Chicua
E
(Rela to Chicua)
n l a selva ama zónic a exis t en millone s de pá j a ros dis t in t os. Los niños y niña s t icuna s, conocemos t odos los nombre s de la s ave s. Dis t inguimos a c ada una
por el color de sus pluma s,l a forma de su pico y l a s huell a s que dej an sobre l a a rena en los gr ande s ríos ama zónicos. En t re t odos, el má s impor t an t e e s el pá j aro Chicua . Cuando el pá j a ro c an t a a sí: "Ti-Ti-Ti" e s que a lgo bueno va a ocurrir. Pero si c an t a "Chi-cua chi-cua" e s que algo malo suceder á. Cuando vemos un pá j a ro Chicua le llamamos por su nombre y en t once s por su c an t o s abemos si la c a z a y la pe sc a van a ir bien…o cuando le e scuchamos "Chicua-chicua", nos e s t á avis ando que un t igre e s t á próximo, que el río cre cer á y se de sborda r á o que una a r aña t e puede pic a r. Si alguna vez veis un pá j a ro Chicua debéis recorda r que sólo c an t a r á si le llamáis por su nombre. De e s a forma os avis a r á de la s buena s y la s mala s no t icia s. Los niños y la s niña s t icuna s, pens amos que el pá j a ro Chicua nunc a nos engaña.
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Act ividades para pensar y sonreír... Mami nos con t ó la his t oria de un duende de la selva que robó el fuego de la
Para Leda su escuela
aldea. Es t o ocurrió hace mucho, mucho t iempo cuando sólo se podía ob t ener
es muy import ant e.
fuego fro t ando dos piedras o palos. La
¿puedes escribirle una car t a
aldea es t uvo sin fuego muchos días. En
cont ando como es la tuya?.
cas t igo le condenaron a ser un duende sin nombre. Como no t enía nombre
L e d a l l e v a e l nombr e d e s u a bu e l a y
nadie le llamaba, ni hablaban de él, ni le
t i e n e un s igni f i c a do muy e s p e c i a l
invi t aban a nada, era como si no exis-
p a r a e l l a . Ci e r r a lo s o j o s y pi e n s a
t iera…era t an desgra ciado que se
e n c ómo e r e s , e n lo qu e t e gu s t a ,
escondió en el hueco de un árbol y no
e n lo que que r r í a s s e r . A ho r a , c on
salió de allí has t a que le hubieron per-
lo s o j o s muy a bi e r t o s , d ibuj a t odo
donado. ¿Qué ocurriría si un día al des-
lo qu e r e c u e r d a a t u nombr e .
per t ar t odos t uviéramos el mismo nombre? Cuén t alo dibujando un comic.
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Todos y t odas t enemos una nacionali dad, lo que quiere decir que formamos par t e de un país. Cuando nos vamos a vivir a o t ro lugar nos podemos sen t ir par t e de es t e nuevo país, como si nos "adop t ara" y llegaremos a sen t irnos t an a gus t o como en el lugar donde nacimos. Yo he viajado por t odo el mundo y en cada uno de los si t ios donde he es t ado, he encon t rado a personas que me han acogido. ¿Vives en o t ro país dis t in t o del t uyo? ¿Qué t e gus t aría que ocurriera cuando llegas a o t ro país a vivir?. La
convención
In t erna cional
de
Derechos de los niños y las niñas dice que "Todos los niños y niñas t ienen derecho a un nombre y a una nacionalidad" Hay de niños y niñas en el mundo. Todos deberían t ener un nombre ¿Cuán t os conoces? Aquí t ienes algunos nombres que he recogido a lo largo de mis viajes ¿sabes a qué país per t enecen?
Laila
Laidy
Liu Wang
Takashi
Lilaj
Yuri
Gladys Ahmed
Marit za Arundha t i
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El libro de los porqués...
¿Por qué nada má s na c er t e rega l an un nombre? ¿Por qué l a s niña s t ienen nombre s dis t in t os a los de los niños? Por ejemplo... un niño no se ll ama Lili ana o Ma r t a y una niña no se ll ama A lfonso o Pedro... ¿Por qué no t e pueden roba r el nombre? ¿Por qué no puede s t ener exa c t amen t e el mismo nombre que o t r a persona? Y si coinciden t us apellidos y t u nombre con los de o t r a persona , ¿cómo s e t e re conoce a t i? ¿Por qué l a s e s t rell a s, los ríos, los hur a c ane s, l a s mon t aña s, los pá j a ros y mi perro t ienen nombre? ¿Por qué me ll amo Hermenegilda?
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Sab í as qu e . . . Para alguna s de la s t ribus india s de Nor t eamérica el nombre es par t e del alma. Al nacer, el padre o la madre le ponen un nombre a su hijo y a su hija que nunca se revelará a nadie. Como és t e permanece secre t o, la t ribu le o t orga uno nuevo que hará referencia a alguna carac t erís t ica o a algo impor t ant e que le ocurrió. Por ejemplo "Cua t ro lobos", "La que ve lejos", "Toro sent ado".
En la Edad Media, en Europa no exis t ían los apellidos. Si en un pueblo había personas con el mismo nombre, por ejemplo Mar t a, para poder dis t inguirlas se les añadía alguna carac t erís t ica. Por ejemplo: Mar t a la panadera, Mar t a la del bosque, Mar t a la curandera...
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En Vie tnam, a los niños pequeños, no se les pone un nombre al nacer. Se les da un número: por ejemplo "el hijo número uno", "la hija número t res", porque se cree que los dioses se apoderan de la vida de los bebés. Al no ponerles nombre, es como si no exis tieran, y los dioses no se fijan en ellos. Se garantiza así que los niños y las niñas puedan crecer sin peligro. Cuando cumplen dos años se celebra una gran fies t a y se les regala su nombre.
En Honduras, muy cerca de la aldea donde vive Leda, habi t an los Pech. Es t e pueblo indio no revela sus nombres y suele u t ilizar o t ros prest ados de las personas que les visi t an. Cuando es t uve allí, varios niños t omaron el mío prest ado. Así ahora hay un "J avier el fo t ógrafo" "J avier el que se lava los pies en agua fría", "J avier el zampa-yuca"...
Las personas de Taiwan que nos visi t an saben que sus nombres son, para noso t ros, muy difíciles de pronunciar. Para facili t ar la comunica ción, ant es de salir de su país, eligen uno occident al que les gus t a mucho y que saben que nos permi t irá hablar con ellos sin problemas.
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Algunas cosas para hacer...
SOPA de LETRAS
B M
P
D
E N
G H U J
L K
T O
R
M A C
I
S
¿Cuán t os nombres puedes formar con las le t ras que hay en es t e puchero? H a z un a li s t a de l a s ve c e s que di c en t u nombr e a lo l a rgo de l dí a ... Por e j emplo... Cua ndo me l ev a n t o. ¡ A rriba J a vi e r, que s e t e ha n peg a do l a s s a ba na s! Cua ndo me t e rmino l a s g a lle t a s de l de s a yuno y me r eg a ña mi he rm a na ¡ J a vi e r t r a gón!!!. Ahora sigue tú...
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Una casa para
pá j aros
La Ama zonia e s t á muy lejos pero t al vez el pá j a ro Chicua quier a venir a vivir cerc a de t u c a s a ¿s abe s cómo prepa r a rle una c a s a? Coge una c a j a de c a r t ón. Recor t a una en t r ada pa r a que pueda en t r a r el pá j a ro. Coloc a una cuerda pa r a poder colga rlo de un á rbol.
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Algunas cosas que no deberíamos olvidar... Todos los niños y la s niña s del m undo t ienen derecho a t ener un no m bre y una na cionalidad. Tener un no m bre es s aber quién eres y que los de m á s puedan iden t ific ar t e. E so es i m prescindible para que se cu m plan t us derechos. Por eso, cuando na ce m os, nues t ro no m bre y nues t ros apellidos deben queda r regis t r ados en la s oficina s del E s t ado. Cuando viaj a s de un país a o t ro, t e iden t ific a t u pa s apor t e y eso per m i t e que la s leye s t e pro t ej an. Con t u no m bre y apellidos puedes a sis t ir a la escuela, recibir cuidados m édicos, ... U n no m bre y unos apellidos son m ucho m á s que una sucesión de le t ra s: signific an el reconoci m ien t o de que exis t es, por par t e de t u país y de t odos los paí se s del m undo.
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L c A a Cr At Ra T A d Q e U EA mL Lé Er Gi Óc aD E L Ea U t R i O nP aA
D e r e c h o a la solidaridad
Hola Javier Te escribo con la esperanza de que esta carta algún día llegue a tus manos. Hace tiempo que alguien muy querido me habló de ti y de tus fotografías. M e llamo Saray y soy gitana. Como tú, somos un pueblo errante que amamos la vida y la libertad. Hace muchos siglos comenzamos nuestro viaje en un país llamado I ndia. Hoy nuestro pueblo habita en muchos lugares del mundo. Y o vivo en Europa, en una aldea rodeada de un gran bosque. M is mayores me enseñaron que el mundo entero es nuestro hogar y que todos los seres humanos somos una gran familia.
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Un
cuen t o GiTANO
Con t ado por S a r ay
C
uen t an que ha ce muchos, muchos años, sucedió un he cho insóli t o que quedó gr abado en la memoria de nue s t ro pueblo.
Nues t ro pueblo via j aba por Cen t ro Europa llevando la alegría y cos a s de u t ilidad a los pueblos del lugar. Por aquel en t onces no éramos má s de cincuen t a y no f al t a ba ningún oficio en t re nues t ra s gen t es. Quien no a filaba cuchillos para la cocina, vendía c a chiva ches para la c a s a. Había quien leía la s manos y quien s abía de plant a s para el dolor de muela s. Ca charreros, malabaris t a s, cuen t is t a s y c an t ores. Un hombre arreglaba relojes y una mujer leía el des t ino en la s c ar t a s y siempre llevá bamos mens ajes de los lugares por los que habiamos pa s ado. Nue s t r a llegada a c ada pueblo er a re cibida con gr an revuelo. Todo el mundo s alía de su c a s a y se reunía en la pla z a pa r a e scucha r qué nueva s t r aíamos. S e c ant aba, se reí a y se e s cuchaban l a s his t ori a s y no t ici a s que llegaban de lejos. Er an buenos t iempos pa r a los gi t anos y gi t ana s. Años de spué s comenz a ron a perseguirnos…pero e so e s una his t oria t ris t e que ahor a no quiero con t a r.
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Pues señor…ocurrió que, como siempre, llegaron con sus c an t os y el t oc ar de la s panderet a s y gui t arra s a una pequeña alde a. Cuál sería su sorpres a cuando nadie, absolu t amen t e nadie s alió a su encuen t ro. La s puert a s y ven t ana s e s t aban cerr ada s a c al y c an t o. No s e e s cuchaba ni un suspiro. Parecía que el mundo se hubiera parado. Tan sólo el vien t o soplaba por la s c alles produciendo remolinos de polvo y paj a. A n t e t a n t o s ilenc io los gi t a nos y gi t a na s s e qued a ron de s conc e r t a dos s in s abe r muy bien qué ha c e r. De pron t o una pequeña c ri a t ur a , pequeña , pequeña como una nue z, a somó por l a r endij a de un por t ón. L a niña , con ge s t o de c idido, s e dirigió a l pa t ri a r c a . É s t e l a cogió en su m a no y, pr eocupa do, le pr egun t ó qué habí a ocurrido. S a r ay con t ó como empe zó t odo, cuando l a pana de r a le negó un poco de m a s a a l moline ro y é s t e le negó un poco de gr a no a l z a pa t e ro y é s t e s e negó a r emend a r los z apa t os a l a c ampe s ina y é s t a s e negó a d a r un v a so de agua a l c a r t e ro y é s t e s e negó a llev a r l a s c a r t a s a l a ma e s t r a y é s t a s e negó a d a r cl a s e y los niños s e neg a ron a ayud a r en los c ampos… y como si s e t r a t a r a de un r egue ro de pólvor a , l a solid a rid a d de s a pa r e c ió de l pueblo. L a s gent e s s e re fugi a ron en sus c a s a s por t emor a l a ir a de los ve cinos y ve cina s, y l a t ris t e z a s e hizo dueña de l a s c a lle s.
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Los gi t anos y gi t ana s a sombr ados de lo ocurrido se sen t a ron a dialoga r y a busc a r una solución. De spué s de mucho deliber a r llega ron a la conclusión de que la solida ridad sólo volvería de la mano de la solida ridad. A sí que plane a ron una gr an fie s t a donde invi t a rían a t odos los ve cinos y ve cina s del pueblo. Cocieron pan, a s a ron comida, llena ron la c alle de f a rolillos de luz. A l anoche cer t oda s la s c alle s de s t ilaban júbilo pero seguían va cía s. Ca s a por c a s a, puer t a por puer t a, por t al por por t al, los gi t anos y gi t ana s a compañados de la niña fueron llamando por sus nombres a t odos los vecinos y vecina s. Poco a poco, la s c abez a s fueron a somándose. Primero con c au t ela, luego con a sombro y por úl t imo con alegría. Aquella noche l a panader a , el molinero, l a c ampe sina , el z apa t ero, el c a r t ero, y l a ma e st r a bail a ron de l a mano al fulgor de l a foga t a. Y dicen que una señor a con t en t a y s a t is f e cha, que a t odos re sul t aba f amili a r, e s t uvo dando abr a zos y be sos sin dej a r de pa rlo t e a r. Er a la señor a Solida ridad.
Cada noche, mi abuela, sentada en la orilla de mi cama, me cuenta este cuento y me dice en un susurro: "Eres la hija del bosque y un día volarás con el viento, mi niña gitana, mi corazón errante. Saray".
Saray
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Act ividades para pensar y sonreír... ¿Sabéis qué pienso? Que Saray ha encontrado su tesoro porque conoce su destino. Si un día encontraras una caja enterrada bajo un gran árbol ¿qué te gust aría que hubiera en ella?
Vi a jo p a r a h a c e r f o t ogr a f í a s e n l a s que ens eñ a r cómo viven lo s niño s y niñ a s d e t odo e l mundo. S a r a y e s gi t a n a . S u pueblo e s muy solid a rio. Cu a ndo s e a m a yor vi a j a r á c omo m é di c a p a r a a yud a r a qui e ne s lo ne c e s i t e n Y s i t ú d e c idiera s
via j a r
¿Cu á l
sería
tu
mi s ión? He via j ado por t odo el mundo con mi cámara de fo t os y mi mochila ¿Qué crees que llevo den t ro? El pueblo git ano habla el romaní. Escribe una cart a a Saray con las siguientes palabras. Alegría que quiere decir Alalá. Amanecer: Jachivelar. Maes t ra. Duqendí. Médico. Fulcheró. Niño: Chavó. Niña: Chaví. Buenas noches: Lachís t arachis
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Sab í as qu e . . .
Hay muchas asociaciones que trabajan para hacer un mundo mejor. Por ejemplo GREENPEACE trabaja por salvar los mares y los bosques, UNICEF proporciona ayuda a miles de niños y niñas. Hay muchas asociaciones que te est án esperando ¡INFÓRMATE Y PARTICIPA! Las personas que reciben una educación viven más años y más felices...por eso muchas personas en todo el mundo se esfuerzan en para llevar la educación a cada pueblo y aldea. El mundo es la casa de todos y de todas. Es import ante que sepas que con tu ayuda podemos hacer que sea mejor... Un mensaje que se introduce en una botella arrojada al mar, siempre llega a su destino.
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Algunas cosas para hacer... ¡No esperes má s! !Hay mucha s cos a s que reparar en el mundo! ¡A ponerse el delan t al!!A coger la e scoba, el plumero, el e s t ropa jo! y ¡A t r aba j a r! Regar a los niños y las niñas para que.... Lavar los mares para que.... Cant ar a los árboles para que... Blanquear la cont aminación para que... Planchar la luna para que... Borrar las injusticias para que... Limpiar los campos para que... Barrer las guerras para que... Cultivar los corazones para que... Plant ar escuelas para que... Coser el futuro para que... Una cadena de solidaridad. Hoy levánt a te de forma solidaria. Haz una buena acción a dos personas, por ejemplo preparar el desayuno a tu madre o regalar cromos a tu compa. Esas dos personas tendrán que hacer dos buenas acciones a otras dos....y así. ¿a cuánt as personas llegarás? ¡¡¡tendremos una cadena de solidaridad!!!.
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¿QUÉ E S S ER UNA PERSONA SOLIDARIA? - Comerme todos los bombones para que no le sienten mal a mi amigo. - No enterarme de los problemas que tienen otros niños y niñas para no ponerme triste. - Pensar que todos y todas tenemos los mismos derechos.
¿Y TÚ QUÉ ERES? ¿SOLIDARIO?¿SOLITARIO? ¿SOLIDARIA?¿SOLITARIA?
- Dar lo que me sobra... - Sentir que formamos parte de un mismo mundo. - Comprar todo lo que se me antoje para que los comerciantes puedan tener más dinero. - No leer los libros para no gast arlos. - Compartir... - Ayudar a los niños y niñas que vienen de lejos para que sient an que és te es su mundo. - No decir cosas agradables a las amis t ades para que no se lo tengan creído. - Ponerme en el lugar de las otras personas. - Saber escuchar.
Una lis t a de buenos propósitos... Por las mañanas, lo primero que hago es sacudirme el sueño, luego lavarme las orejas, sacar a mi ra tón de los zapa tos y pensar
Alguien que necesit a de nuestra ayuda nos est á esperando al final de este camino ¿quién es?
en lo que tengo que hacer ¿qué t al si hacemos una lis t a de buenos propósitos?
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Hay mucho revuelo est a mañana. Ha venido la señora Esperanza toda content a cargada de buenas noticias. Y te toca a ti present ar el telediario...
Hoy queremos informarles que en el mundo: Se acabaron las guerras... Todos los niños y niñas est án de vacaciones En mi ciudad... En el fondo del mar...
Mi amigo secreto . Mi amiga secret a. Nadie lo ha visto. Nadie la conoce pero me sigue a todas partes. Me consuela cuando estoy triste. Se ríe de mis chistes aunque no tengan gracia. Se esconde en mis zapa tos. No se come mis chucherías. Me da la mano cuando la profesora me saca a la pizarra. Pedalea conmigo en la biciclet a. Se esconde en el armario de la ropa cuando no quiero que nadie nos encuentre. Es mi amigo secreto. Es mi amiga secret a. ¡Dibuja el tuyo!
- La señora Esperanza tiene como vecina a la señora Solidaridad. Hoy las dos est án tejiendo una bufanda para el mundo que tiene calentura de un a traganto de disgustos. ¿Qué medicina le podemos dar al mundo para que se ponga bueno?
ME G USTA Levant arme t emprano y arreglar los geranios Escribir cart as largas que lleguen lejos Cuidar los árboles y comer chocola t e Pensar en silencio mientras escucho a las mariposas Sent arme en las es trellas para observar como el mundo sueña Saber que mi ayuda es import ant e para ti Bañarme en el mar y hacerte cosquillas Me gus t a sentir que es t ás a mi lado, cons truyendo un mundo mejor.
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El libro de los por qués...
¿Por qué e s t a n di f í c il en t ende r lo que ocurr e en e l mundo? ¿Por qué cua ndo río s e me ll ena e l cue rpo de burbuj a s? ¿Por qué vivimo s en un s i t io f ijo y no e rr a n t e s por lo s c a mino s? ¿Por qué cua ndo s a limos de l colegio lo ha go corriendo y gri t a ndo? ¿Por qué no comp a r t imo s e l boc a dillo? ¿Por qué uno s t i enen t a n t o y o t ro s t a n po co? ¿Por qué no me gus t a que s e a c a ben lo s cuen t o s? ¿Por qué cu a ndo l a mi t a d de l pl a ne t a due rme l a o t r a e s t á de spi e r t a ? ¿Por qué me s i en t a bi en l a a mi s t a d?
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Algunas cosas que no deberíamos olvidar... Cuando sien t as que t odo es muy difícil o t e inunde la t ris t eza, cuando se cuela la soledad por t u jersey o t engas miedo en la noche, cuando t e duela la gargan t a, recuerda que cerca, hay alguien que piensa en t i....eso es sen t ir la solidaridad. Todo puede s e r mucho me jor. P a r a que t odos los niños y niña s vayan a l a e s cuel a , pa r a que t od a s l a s pe r sona s pued an t ene r medicina s, c a s a , a limen t os... e s ne c e s a ri a nue s t r a ayud a . No impor t a qué chiqui t a s e a ....y a e s t o s e ll ama solid a rid a d. Colaborar en t u c a s a, apoyar a t us amigos y amiga s, organizar un club, a com pañar al compañero que a c aba de llegar nuevo a cla se, no pele arse, enviar una car t a a una escuela de un país lejano, guardar los libros para que o t ros niños y niña s puedan u t ilizarlos, cuidar los árboles y los animales, no ga s t ar el agua, reciclar la s ba sura s....en t ender lo que ocurre en o t ros lugares lejanos... t odo es t o es a c t uar con solidaridad. S aber que t iene s mucho que de cir y mucho que ha c er por e s t e vie jo pl ane t a . S en t ir que t odo lo que ocurre a los niños y a l a s niña s t e ocurre un poco a t i. Cre e r que t odo puede c ambi a r pa r a me jor, t odo e s t o, e s s e r solid a rio, e s s e r solid a ri a .
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Agradecimien t os a: J avier Rodríguez quien a t r avé s de sus fo t ogr a fí a s nos mue s t r a l a re alidad de los niños y l a s niña s del mundo. Ampa ro Ma r t ínez por su a se sor amien t o y orien t a ción en el conocimien t o de l a Convención In t erna cional de los Derechos de los niños y la s niña s. Ma r t ina Tu t s y a Pila r G a rrido por sus correccione s y palabr a s de ánimo. Leda Bol año porque con ell a vivimos l a re alidad l a t inoameric ana Joseph S iancope y Olga Villa porque nos enseña ron lo que signific a sen t ir la In t ercul t ur alidad. F ernando López: Ma e s t ro, amigo y compañero Sindic alis t a. Herminia Rodríguez por su s abiduría y f an t a sía. Iné s, Andre a y G erson porque ya pa r t icipan en l a cons t ruc ción de un mundo má s jus t o y solida rio.
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HA STA SIEMPRE...
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D e r e c h o a par t icipar M e alegro de saludarte de nuevo. R ecibimos tus fotografías hace dos meses. L as colocamos en unos marcos preciosos y están colgados en el A yuntamiento. H e estado pensando mucho sobre lo que me dijiste de los derechos de los niños y las niñas. N o lo había pensado antes, y después de que tú nos lo contaras en la escuela le estuve dando vueltas hasta que me dio un dolor de cabeza enorme y dejé de pensar. A hora lo veo claro. C reo que sería importante que todos los niños y niñas del mundo conocieran sus derechos. P ensando, pensando me he preguntado ¿Cuál es el más importante? Y Javier, yo creo que es poder participar. Quiero decir que es importante que te tengan en cuenta ¿entiendes? ¿ ¡¡¡Y que te escuchen, claro !!! P orque para participar, alguien te tiene que escuchar. P orque si estás solo ¿con quién participas? ¿contigo mismo?. P ues es lo que he pensado... Y ¿sabes por qué lo tengo tan claro? P orque a unos pocos kilómetros de aquí, en un tiempo lejano, ocurrió algo importante, algo que a primera vista puede parecer insignificante pero que si, lo piensas bien, comprenderás lo que quiero decirte.
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H ace muchos, muchos años, tantos que se ha perdido la cuenta, existía una diminuta ciudad en la que apenas había veinte casas con sus familias, una fuente, tres árboles, un perro, dos gatos y un reloj de cuco. N o se sabe por qué razón, el primer alcalde había ordenado construir un muro muy alto, que cerraba la ciudad, y una enorme puerta. Todas las mañanas los habitantes salían por esa puerta de madera y se dirigían a sus trabajos, a los campos o a la escuela. En la ciudad sólo quedaban los dos gatos, el perro, la buena señora M oon y el pequeño P uck que la ayudaba. L a señora M oon era la cocinera oficial. M ientras todos estaban fuera, ella se afanaba en preparar la comida cada día con la ayuda de P uck. A la hora del mediodía esperaba con el puchero caliente a que, uno a uno, los habitantes traspasaran la puerta para sentarse a comer. P ero todos los días se encontraba con que la hora de la llegada se retrasaba, por lo que siempre terminaba quedándose todo frío. U n día en que había preparado unas estupendas patatas estofadas, se colocó frente a su gran puchero con su delantal, su moño en la nuca y una cuchara en la mano. Ella y P uck sabían que, como todos los días, los habitantes llegarían tarde y que, como todos los días, la Señora M oon se enfadaría. P ero ese día sucedió algo extraño. P uck enseguida se dio cuenta de que el gesto de la señora M oon no era el de siempre. H abía cierto aire de determinación en su mirada que no había conocido hasta entonces. Cuando el reloj de cuco dio las
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cuatro en punto, la señora M oon apagó el fuego que ardía bajo el puchero, se quitó el delantal y con paso rápido, salió de la cocina. Detrás corrían P uck, los gatos y el perro. A nte la mirada asombrada de P uck, la señora M oon cerró la gran puerta de la ciudad, dejó la llave cuidadosamente guardada bajo un ladrillo del camino y desapareció en el horizonte. Como todos los días los habitantes volvieron cantando por el sendero. Cual sería su sorpresa cuando se encontraron con la puerta de la ciudad completamente cerrada. L os primeros momentos fueron de un gran desconcierto. Todos gritaban y hablaban a la vez, intentando encontrar una explicación de lo que había sucedido. Después de varias horas de confusión y barullo, decidieron hacer una asamblea para buscar la mejor solución. El pequeño P uck intentó explicar en varias ocasiones lo ocurrido, pero nadie, absolutamente nadie le presto atención. En el acalorado debate de los días posteriores se propusieron varias iniciativas ingeniosas, como saltar el muro, excavar un túnel, hacer una torre humana, intentar volar. P ero ninguna prosperó. P uck intentó hablar una y otra vez, pero nadie le escuchó. El octavo día, cuando los habitantes estaban desfallecidos por el hambre y el cansancio, P uck levantó el ladrillo del camino, cogió la llave y gritó con toda la fuerza de sus pulmones: "¡ Tengo la llave! ¡ Tengo la llave!". Todas las miradas se volvieron hacia él . El pequeño P uck tenía la solución desde el
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principio pero nadie se había molestado en escucharle y menos en pedirle que participara. P uck entregó la llave. L a puerta se abrió y todos fueron corriendo a comer el estofado frío. A quel día los habitantes de la pequeña ciudad aprendieron tres cosas. L a primera: todo el mundo tiene que ser escuchado. L a segunda: ninguna ciudad debería estar cerrada por un muro y la tercera: la señora M oon jamás volvería. Y ahora me voy a jugar un rato. A diós
T ibuli
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Act ividades para pensar y sonreír... Cuando era pequeño y no me escuchaban, me enfadaba mucho. ¿Hay veces que sientes que no te tienen en cuent a? ¿Cuándo pasa eso?
Siempre me ha gus t ado t omar mis propias decisiones. Por ejemplo, decidir qué quiero merendar, qué calce t ines me voy a poner o qué caramelos me gus t an más. En cambio, hay o t ras si t uaciones en las que no puedo opinar porque no dependen de mí, como que se pare el reloj a la hora de la sies t a o que se apar t e esa nube que me t apa el sol. En un día normal, desde que t e levant as has t a que t e acues t as, ¿qué cosas decides t ú y qué no puedes decidir? ¿Qué deciden t us padres? ¿Qué decide la maes t ra o el maes t ro?
.- Oye ... le tengo que pregunt ar a Tibuli que fue de la señora Moon. ¿Qué crees que hizo? ¿Abrió una casa de comidas? ¿Fue a estudiar a la Universidad? ¿Se dedicó al cultivo biológico de la remolacha? ¿Qué piensas tú?
.- ¿Por qué se fue la señora Moon? ¿Por qué estaba tan enfadada? ¿Qué harías tú para que volviera?
H a y mu c h a s f o rm a s d e in t e n t a r qu e t e h a g a n c a s o ¿qu é s u e l e s h a c e r t ú? Con t u s a migo s y a mig a s . . . Con t u s p a d r e s . . . Con l a m a e s t r a o e l m a e s t ro. . . Con l a p a n a d e r a o p a n a d e ro . . . Con t u p e r r o . . .
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El libro de los porqués...
¿Por qué no e s fre cuen t e que se cuen t e con l a opinión de los niños y la s niña s? ¿Por qué a los adul t os le s cue s t a t an t o re sponder a nue s t r a s pre gun t a s? ¿Por qué si los niños y l a s niña s no organiz an l a s guerr a s, l a s sufren? ¿Por qué Moz a r t s abí a t oc a r el pi ano t an pequeño? ¿Por qué l a s chic a s no suelen juga r a l fú t bol? ¿Por qué me t engo que a cos t a r t an pron t o? ¿Por qué no puedo de cidir lo que quiero soña r?
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Sab í as qu e . . .
Los bebés t ambién saben lo que quieren y se hacen entender llorando, haciendo muecas o sonriendo... En todo el mundo se est án realizando programas nacionales e internacionales en los que los niños y las niñas participan en decisiones import antes. En mayo de 20 02, la ONU celebró una sesión especial de la Asamblea General en favor de la Infancia, en la que los niños y niñas del mundo pidieron el fin de la pobreza, la explot ación y la guerra. Según la última encuest a de opinión de UNICEF (20 01), el porcent aje de niños de 9 a 18 años que dice pertenecer a un grupo organizado, club o asociación en América La tina y el Caribe llega al 52% frente al 21% en Europa del Sur y Orient al. ¿Por qué crees que sucede esto? ¿Perteneces a algún club, asociación o grupo? ¿Por qué?
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Algunas cosas para hacer... Caperuci t a, G arbanci t o, Blanc anieve s, Puma, Cenicien t a, El ga t o con bo t a s...son a lgunos de mis héroe s pre f eridos. En los cuen t os t ienen que t oma r de cisione s muy valien t e s. Ahor a que nadie nos oye ¿a quién t e gus t a rí a pa re c er t e y por qué? A lo largo de mis viajes he aprendido una cosa muy impor t an t e: Los niños y las niñas saben muy bien en qué mundo quieren vivir... ¿Y t ú? ¿Cómo es el mundo que t e imaginas?
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UNA
RECETA
Para ser sabio no hace falt a ser viejo. Proverbio Yoruba
Si eres tímido o tímida, si te da vergüenza expresarte... si no sabes cómo decir lo que piensas... si no te encuentras con fuerza... ¡Sigue est a recet a! Una buena dosis de sentido común. Cinco granos de confianza... Dos cucharadas de voz... (Continúa tú con la recet a...)
Tienes mucho que decir. Tu opinión es import ante. Así que construye un anuncio en el que te ofreces para arreglar el mundo. En el anuncio tienes que escribir: Cómo te llamas Tu edad Qué sabes hacer Para qué te ofreces en concreto Qué quieres a cambio...
Par t icipar es t á bien... pero t ambién implica t ener obligaciones, como recoger tu cuarto, hacer los deberes... Imagina que puedes colocar todas tus obligaciones en una caja de zapa tos. Escribe cada obligación en un papel y guárdalas en la caja. Que tus amigas y amigos hagan lo mismo. Revolvedlas bien. Ahora introduce la mano y saca un papelito. Tendrás que hacer lo que pone y así sustituir a tu amigo o amiga.
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MADRE,
NOTABLE,
S I P I L I TRABLE
Madre, not able, sipilitrable ¿voy al campo, blanco, tranco, sipilitranco, por una liebre, tiebre notiebre, sipilitiebre? - Hijo mio,trijo sipilitrijo, ve al campo, blanco, tranco sipilitranco, por una liebre, tiebre,notiebre, sipilitiebre. - Madre not able, sipilit abre, aquí est á la liebre, tiebre, notiebre, sipilitiebreMadre, not abre, sipilitecre, que cogi en el campo, blanco, treanco, sipilitranco. Hijo mio, trijo, sipilitirnjo, ve a la casa de la vecina, trina, sipilitrina, a ver si tiene una ollla, orolla, otrolla, sipilitrolla, para guisar la liebre , tiebre, notiebre sipilitiebre. -Vecina, trina, sipilitrina, dice mi madre not abre, sipilitrabe, si no tiene olla, orolla, otrolla, sipiritrolla, para guisar la liebre, tiebre, notiebre, sipilitiebre. Pues hijo, mio, trijosipirilitrijo, toma la liebre, tiebre, notiebre, sipilitriebre, y llevala al campo, blanco, t anco, sipiritranco. (Trabalenguas popular) E l
h i l o
d e
l a
v i d a . . .
Tú eres el prot agonis t a de tu vida y en es tos años han pasado cosas import antes. Cuelga una cuerda de pared a pared. Coge un montoncito de pinzas y ahora cuelga aquellas cosas que t e recuerden momentos import ant es de tu vida. Por ejemplo unos calce tines de cuando eras bebé, el primer diente, dibujos... Cuando t ermines, enséñaselo a tus amigos y amigas. Es t e es tu hilo de la vida.
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Algunas cosas que no deberíamos olvidar... Tienes derecho a que t e escuchen y a que respe t en t u opinión. Tú s abes muy bien lo que quieres decir. Conoces t u mundo y la s respues t a s a muchos problema s. Tiene s ide a s geniale s y mucha imagina ción. Tus palabr a s cons t ruyen el c amino de los pens amien t os. Tu opinión e s muy impor t an t e. ¡Recuérdalo! E scucha a los amigos y amiga s, a la s persona s mayore s, a la na t ur alez a. Ten bien abier t os los ojos y los oídos. E scucha al mundo que avanz a. Observa lo que ocurre, e s cucha l a vida. ¡Re cuérda lo! Pa r t icipa. ¡¡¡Pa r t icipa siempre!!! En el colegio, en c a s a, en t u a socia ción, en el ba rrio, en la c alle.... Con t amos con t igo pa r a que los sueños se hagan re alidad. Tu pa r t icipa ción e s impor t an t e pa r a ha cer un mundo mejor. ¡Recuérdalo!
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L A
C A R T A
Q U E
L L E G Ó
D E L
O R I E N T E
Derecho a recibir una educación y a jugar H ola Javier: Siempre me ha gustado más hablar que escribir, pero estás demasiado lejos y aunque grite y grite, no creo que puedas escucharme. A noche soñé que excavábamos un túnel debajo de mi cama y la tuya. Justo antes de ir a dormir, caminábamos hasta encontrarnos en el centro de la tierra para jugar al parchís y comer caramelos de anís. El abuelo dice que a veces en los sueños aparecen los espíritus de la antigua China para hablar con nosotros, por eso creo que mi sueño quiere decir que pronto nos reuniremos. Te contaré algo más de mi abuelo, una persona muy importante para mí. El abuelo tiene ciento cinco años, tres meses, cuatro semanas y tres días de edad. Es la persona más sabia del país y también la más divertida.
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A los tres años comenzó a leer a la vez que aprendía a hacer figuritas de papel. Desde siempre ha tenido un carácter muy alegre y una gran curiosidad por la vida. L eía todo lo que encontraba ¡hasta el papel de periódico donde se envuelve el pescado! P ero su padre, un honrado campesino, no entendía tanto empeño en leer y en estudiar. U n día el abuelo se encontraba escondido en un rincón del pajar con una interesante lectura sobre dragones rojos, cuando estalló una formidable tormenta. L os arrozales se inundaron en pocos segundos. T odo el pueblo corrió para intentar salvar la cosecha. T odos menos el abuelo. Su padre llegó a la casa empapado, gritando furioso: "¿Dónde está H u?", preguntó, "¿ P or qué no ha ido con los demás a ayudar?". A quel fue el momento más triste de la vida del abuelo. En su enojo, el padre del abuelo enterró todos los libros, cuadernos y papiros en el huerto delante de la casa. Con una pala cavó un hoyo profundo y los cubrió de tierra y lodo. A quella noche el abuelo, con un susurro, imploró que no desaparecieran sus libros bajo la tierra y el barro prometiendo, a cambio, emplear todo su saber en ayudar a los demás.
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A l día siguiente corrió a desenterrar su valioso tesoro. Cual sería su sorpresa cuando descubrió que, en el lugar donde su padre había cubierto de tierra sus libros, se alzaba un precioso árbol de cuyas hojas colgaban todo tipo de libros y pergaminos. Desde aquel día el abuelo cuidó el árbol con mimo y esmero. El árbol no ha dejado de crecer, cada mañana ofrece nuevos frutos del saber. El abuelo ha seguido estudiando, convirtiéndose en uno de los mayores sabios de toda la comarca y aún hoy, con sus manos cansadas y arrugadas, sigue realizando extraordi narias figuritas de papel. H ombres y mujeres viajan desde lugares remotos para consultarle, admirar el gran árbol de la sabiduría y su colección de figuras. Sus lecciones y bondad han ayudado a muchas personas y gracias a sus consejos, las cosechas nunca volvieron a perderse.
Li
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El con t ador de cuen t os
H
abía una vez un con t ador de cuen t os excepcional. Cuando llegaba a la s alde a s t odo el mundo se reunía en la pla z a para escuchar sus his t oria s. Sus palabra s ha cían reír, llo-
rar, sonreír. Si describía his t oria s de t error, los niños corrían a refugiarse en los bra zos de sus madres, y cuando rela t aba his t oria s de amor, el cora zón de los má s jóvenes se parali z aba con su voz. Tan hermos a s eran sus his t oria s que su f ama llegó a los oídos de uno de
los dragones má s t emidos y des t ruc t ivos de China. El gran Dragón Rojo. A su llamada el con t ador a cudió pres t o a la gru t a donde és t e habi t aba. Enrosc ado sobre su enorme cola, el gran dragón le miró dej ando c a er sus monumen t ales párpados y sol t ando un c anden t e suspiro rode ado de humo, susurró: "Cuén t ame el cuen t o del niño del meloco t ón que me reci t aba mi madre an t es de dormir". El con t ador abrió su c apa, llenó los pulmones de aire y una a una fue gri t ando la s palabra s del hermoso cuen t o. Tan convencido es t aba de que lo es t aba ha ciendo bien que no se pe r -
27
c a t ó de cómo el Dragón Rojo, poco a poco, iba c ambiando de color para t ransformarse en viole t a pálido. Cuando t erminó, hizo una gra cios a reverencia y pregun t ó con alegría ¿Os ha gus t ado, señor? El dragón lanzó una formidable llamarada mien t ra s rugía un "Noooooo" que hizo t emblar la t ierra. El con t ador de cuen t os miró a t errado al dragón. Temblando, t emiendo ser devorado por el ser t an colos al que t enía delan t e, le solici t ó que le diera una nueva opor t unidad. El Dragón le con t es t ó: "Vuelve den t ro de t res meses y cuén t ame el cuen t o del niño meloco t ón que me con t aba mi madre an t es de dormir". Si no lo ha ces como ella, t en por seguro que no quedará de t i ni un hueso para ha cer un mondadien t es. El con t ador de cuen t os bajó la mon t aña dando t rompicones y des apareció en el bosque que emergía de la ladera. Refugiado en el t ronco de un árbol, bañado por un arroyo de agua s crist alina s, aprendió a escuchar el arrullo de la s agua s, el sonido de los pájaros cuando rompen el c a sc arón, la c anción silban t e de la serpien t e cuando arrulla a su re t oño, el ronroneo de la s cría s cuando se sien t en segura s en la madriguera... Siguió el ra s t ro de la s es t rella s a t raves ando el firmamen t o... Olió el olor de la hierba a c ariciada por el rocío en la madrugada... Recordó su inf ancia, el ros t ro de su madre inclinada sobre su frent e, el la t ir de sus pens amien t os en su in t erior... En los t re s me s e s, no pronunció ni una sol a pa l abr a . Y en l a ma drug a d a del úl t imo dí a emprendió l a ma rcha ha ci a l a gua rid a del dr agón.
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Vigilan t e y t enso el dragón le miraba des a fian t e. El con t ador de cuen t os se a cercó sigiloso; despa cio, colocó su mano sobre el ros t ro del dragón, a cercó su boc a a su oído y comenzó a susurrar. A medida que pronunciaba con suavidad la s palabra s del cuen t o, sen t ía cómo el dragón iba relajándose. Poco a poco fue dejando c a er el peso de su c abez a sobre la s pa t a s, su cora zón la t ía c ada vez má s despa cio, y la piel iba adquiriendo un precioso color c armesí. Cuando el con t ador de cuen t os es t aba llegando al final, el dragón ronroneó y un suspiro, má s propio de un corderillo, esc apó de sus f auces con la úl t ima palabra. Dicen que el con t ador de cuen t os volvió c ada noche. El t emible dragón se t ransformó en el mejor amigo de los habi t an t es de la alde a y , desde en t onces, pele a con los malos espíri t us t r ayendo la pa z y la f elicidad. Tal es la fuerz a de la s palabra s cuando encon t ramos el c amino que llega al cora zón. Ha s t a pron t o J avier. Tal vez nos encon t remos en el cen t ro del mundo.
Li
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Act ividades para pensar y sonreír...
Yo fui a la escuela hace muchos, muchos años. Ahora mi escuela es el mundo; las personas con las que me encuentro me enseñan cada día algo nuevo. Es t an import ante lo que aprendo que les regalo una fotografía. Li, además de ir a la escuela, aprende de su abuelo ¿Quién te enseña a ti las cosas que son import antes como jugar, ser buena persona...? ¿De qué personas aprendes tú? ¿Y en qué otros luga-
El abuelo siente que a medida que lee las ideas le crecen por dentro. Dice que es como si su cabeza fuera un árbol que fuera creciendo ¿Podrías explicarme porqué? De l á rbol cue lg a n libro s de t odos los colore s y t odos los t a m a ños . ¿Ti ene s a lgún libro e spe c i a l? ¿Qué libro t e gus t a rí a que colg a r a de sus r ama s?
Ir a la escuela es import ante... ¡¡¡pero jugar t ambién!!! Aunque lo mejor es ¡estudiar jugando! ¿Cuál es tu juego favorito?
res aprendes?
Los niños y niñas de todo el mundo van a la escuela. La educación es un tesoro y la escuela uno de los lugares donde se encuentra. Hay todo tipo de escuelas: al aire libre, hechas con adobe, debajo de los pla t aneros… Observa est as dos escuelas y escribe diez cosas que tengan iguales a la tuya.
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El libro de los porqués...
¿Por qué cuando jugamos se nos pasa el tiempo volando? ¿Por qué existe el recreo? ¿Por qué todos los niños y las niñas tienen derecho a recibir educación? ¿Por qué hay niños y niñas en el mundo que no tienen escuela? ¿Por qué se llama tint a china? ¿Por qué siempre se me rompen las punt as de los lápices?
31
Sab í as qu e . . .
Los primeros libros se realizaron en barro cocido... A lo largo de mis viajes he conocido a muchos niños y niñas que tienen dificult ades para ir a la escuela porque en sus pueblos o aldeas no existen, o porque tienen que trabajar, o porque sus países est án en guerra…, pero son t ant as las ganas de aprender que, a pesar de todo, con ayuda, pueden construir su escuela. Los animales, cuando son crías, aprenden jugando y lo mismo hacemos las personas. Los niños y niñas que no juegan enferman...es t an import ante jugar como aprender.
32
Algunas cosas para hacer... ¿S abes qué c amino recorrimos pa r a llegar al cen t ro de la t ierra?
El abuelo sabe hacer figurit as de papel. Con papeles de muchos t amaños puedes hacer todas est as figurit as de papel.
A D I V I N A N Z A S El guant e del pie
Sin ser padre de Adán, principio y fin del alma he sido; en medio del mar me hallo me tido y al fin de la tierra suena mi sonido
Un paque t e de ideas arrugadas que llevamos en la cabeza
33
Un niño de Pekín me preguntó ¿Sabes qué es un libro? ¿Y jugar? ¿Y aprender? ¿Cuál crees que es la respuesta correcta?¿Sabes explicar por qué?
Un libro es...
· Un a f o r m a d e a p r e n d e r · Un a f o r m a d e d i s f r u t a r · A l go qu e u t i l i z o p a r a s e n t a r m e y llegar a la mes a · Un a f o r m a d e e s c u c h a r a o t r a pe r sona · Un mo n t ó n d e p a p e l e s c o n b i c h i t o s qu e c o r r e n po r é l …
Jugar es… · H a c e r mu c h a s t on t e r í a s s i n t on ni s on… · Soña r con los ojos abie r t os… · R e uni r m e c on m i s a m i go s y a m i g a s y mo r i r m e d e l a r i s a … · V i v i r m i l a v e n t u r a s qu e i m a g i no . . . · A l go qu e l a s p e r s on a s m a yo r e s o l v i d a n. . .
· · · · ·
Aprender es…
Llena rme l a c abe z a de cos a s... S e n t i r c omo c r e c e s po r d e n t r o . . . Co no c e r p a r a s a b e r . . . A limen t a r l a curiosidad... M a n e j a r m i c a b e z a , m i c u e r po y l o qu e s i e n t o . . . · R e s o l v e r p r obl e m a s . . .
El abuelo de Hu de cí a que un libro e s… Abier t o, un co m pañero que habla Cerrado, un a m igo que espera O lvidado, un al m a abandonada D es t ruido, un cor a zón que llor a.
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En mi último viaje al desierto del Sáhara conocí a una niña llamada Yasmín. En el desierto el agua es un tesoro, no hay grifos, y nadie se puede bañar. Yasmín nunca había visto el mar, pero con su imaginación había invent ado una escuela sumergida en el agua. Ayúdala a descubrir cómo es est a escuela.
En la escuela del mar… E l pro f e sor e s un De l f ín… Los pulpos jueg a n a .... Una s ir ena s e cue l a por... Lo s libro s son… Lo s pe c e s e s c riben con… Nep t uno s e enf a d a porque ... L a s s a rdina s v a n t od a s jun t a s a .... E l be sugo no s a be .... L a p i z a r r a e s…
35
Algunas cosas que no deberíamos olvidar...
Todos los niños y las niñas tenemos derecho a una educación y t ambién a jugar Educarse significa desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad ment al y física, es decir, llegar t an lejos como podamos... dar lo mejor de cada uno y de cada una. A través de la educación aprenderemos cuáles son nuestros derechos y deberes. Educarse es entender las palabras paz, convivencia, solidaridad, respeto; es aprender lo que es import ante, lo que amamos y respet amos, es intent ar ser cada día mejores y hacer de este mundo un lugar en el que ser felices.
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L A
C A R T A
Q U E
L L E G Ó
D E L
O R I E N T E
Derecho a recibir una educación y a jugar H ola Javier: Siempre me ha gustado más hablar que escribir, pero estás demasiado lejos y aunque grite y grite, no creo que puedas escucharme. A noche soñé que excavábamos un túnel debajo de mi cama y la tuya. Justo antes de ir a dormir, caminábamos hasta encontrarnos en el centro de la tierra para jugar al parchís y comer caramelos de anís. El abuelo dice que a veces en los sueños aparecen los espíritus de la antigua China para hablar con nosotros, por eso creo que mi sueño quiere decir que pronto nos reuniremos. Te contaré algo más de mi abuelo, una persona muy importante para mí. El abuelo tiene ciento cinco años, tres meses, cuatro semanas y tres días de edad. Es la persona más sabia del país y también la más divertida.
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A los tres años comenzó a leer a la vez que aprendía a hacer figuritas de papel. Desde siempre ha tenido un carácter muy alegre y una gran curiosidad por la vida. L eía todo lo que encontraba ¡hasta el papel de periódico donde se envuelve el pescado! P ero su padre, un honrado campesino, no entendía tanto empeño en leer y en estudiar. U n día el abuelo se encontraba escondido en un rincón del pajar con una interesante lectura sobre dragones rojos, cuando estalló una formidable tormenta. L os arrozales se inundaron en pocos segundos. T odo el pueblo corrió para intentar salvar la cosecha. T odos menos el abuelo. Su padre llegó a la casa empapado, gritando furioso: "¿Dónde está H u?", preguntó, "¿ P or qué no ha ido con los demás a ayudar?". A quel fue el momento más triste de la vida del abuelo. En su enojo, el padre del abuelo enterró todos los libros, cuadernos y papiros en el huerto delante de la casa. Con una pala cavó un hoyo profundo y los cubrió de tierra y lodo. A quella noche el abuelo, con un susurro, imploró que no desaparecieran sus libros bajo la tierra y el barro prometiendo, a cambio, emplear todo su saber en ayudar a los demás.
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A l día siguiente corrió a desenterrar su valioso tesoro. Cual sería su sorpresa cuando descubrió que, en el lugar donde su padre había cubierto de tierra sus libros, se alzaba un precioso árbol de cuyas hojas colgaban todo tipo de libros y pergaminos. Desde aquel día el abuelo cuidó el árbol con mimo y esmero. El árbol no ha dejado de crecer, cada mañana ofrece nuevos frutos del saber. El abuelo ha seguido estudiando, convirtiéndose en uno de los mayores sabios de toda la comarca y aún hoy, con sus manos cansadas y arrugadas, sigue realizando extraordi narias figuritas de papel. H ombres y mujeres viajan desde lugares remotos para consultarle, admirar el gran árbol de la sabiduría y su colección de figuras. Sus lecciones y bondad han ayudado a muchas personas y gracias a sus consejos, las cosechas nunca volvieron a perderse.
Li
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El con t ador de cuen t os
H
abía una vez un con t ador de cuen t os excepcional. Cuando llegaba a la s alde a s t odo el mundo se reunía en la pla z a para escuchar sus his t oria s. Sus palabra s ha cían reír, llo-
rar, sonreír. Si describía his t oria s de t error, los niños corrían a refugiarse en los bra zos de sus madres, y cuando rela t aba his t oria s de amor, el cora zón de los má s jóvenes se parali z aba con su voz. Tan hermos a s eran sus his t oria s que su f ama llegó a los oídos de uno de
los dragones má s t emidos y des t ruc t ivos de China. El gran Dragón Rojo. A su llamada el con t ador a cudió pres t o a la gru t a donde és t e habi t aba. Enrosc ado sobre su enorme cola, el gran dragón le miró dej ando c a er sus monumen t ales párpados y sol t ando un c anden t e suspiro rode ado de humo, susurró: "Cuén t ame el cuen t o del niño del meloco t ón que me reci t aba mi madre an t es de dormir". El con t ador abrió su c apa, llenó los pulmones de aire y una a una fue gri t ando la s palabra s del hermoso cuen t o. Tan convencido es t aba de que lo es t aba ha ciendo bien que no se pe r -
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c a t ó de cómo el Dragón Rojo, poco a poco, iba c ambiando de color para t ransformarse en viole t a pálido. Cuando t erminó, hizo una gra cios a reverencia y pregun t ó con alegría ¿Os ha gus t ado, señor? El dragón lanzó una formidable llamarada mien t ra s rugía un "Noooooo" que hizo t emblar la t ierra. El con t ador de cuen t os miró a t errado al dragón. Temblando, t emiendo ser devorado por el ser t an colos al que t enía delan t e, le solici t ó que le diera una nueva opor t unidad. El Dragón le con t es t ó: "Vuelve den t ro de t res meses y cuén t ame el cuen t o del niño meloco t ón que me con t aba mi madre an t es de dormir". Si no lo ha ces como ella, t en por seguro que no quedará de t i ni un hueso para ha cer un mondadien t es. El con t ador de cuen t os bajó la mon t aña dando t rompicones y des apareció en el bosque que emergía de la ladera. Refugiado en el t ronco de un árbol, bañado por un arroyo de agua s crist alina s, aprendió a escuchar el arrullo de la s agua s, el sonido de los pájaros cuando rompen el c a sc arón, la c anción silban t e de la serpien t e cuando arrulla a su re t oño, el ronroneo de la s cría s cuando se sien t en segura s en la madriguera... Siguió el ra s t ro de la s es t rella s a t raves ando el firmamen t o... Olió el olor de la hierba a c ariciada por el rocío en la madrugada... Recordó su inf ancia, el ros t ro de su madre inclinada sobre su frent e, el la t ir de sus pens amien t os en su in t erior... En los t re s me s e s, no pronunció ni una sol a pa l abr a . Y en l a ma drug a d a del úl t imo dí a emprendió l a ma rcha ha ci a l a gua rid a del dr agón.
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Vigilan t e y t enso el dragón le miraba des a fian t e. El con t ador de cuen t os se a cercó sigiloso; despa cio, colocó su mano sobre el ros t ro del dragón, a cercó su boc a a su oído y comenzó a susurrar. A medida que pronunciaba con suavidad la s palabra s del cuen t o, sen t ía cómo el dragón iba relajándose. Poco a poco fue dejando c a er el peso de su c abez a sobre la s pa t a s, su cora zón la t ía c ada vez má s despa cio, y la piel iba adquiriendo un precioso color c armesí. Cuando el con t ador de cuen t os es t aba llegando al final, el dragón ronroneó y un suspiro, má s propio de un corderillo, esc apó de sus f auces con la úl t ima palabra. Dicen que el con t ador de cuen t os volvió c ada noche. El t emible dragón se t ransformó en el mejor amigo de los habi t an t es de la alde a y , desde en t onces, pele a con los malos espíri t us t r ayendo la pa z y la f elicidad. Tal es la fuerz a de la s palabra s cuando encon t ramos el c amino que llega al cora zón. Ha s t a pron t o J avier. Tal vez nos encon t remos en el cen t ro del mundo.
Li
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Act ividades para pensar y sonreír...
Yo fui a la escuela hace muchos, muchos años. Ahora mi escuela es el mundo; las personas con las que me encuentro me enseñan cada día algo nuevo. Es t an import ante lo que aprendo que les regalo una fotografía. Li, además de ir a la escuela, aprende de su abuelo ¿Quién te enseña a ti las cosas que son import antes como jugar, ser buena persona...? ¿De qué personas aprendes tú? ¿Y en qué otros luga-
El abuelo siente que a medida que lee las ideas le crecen por dentro. Dice que es como si su cabeza fuera un árbol que fuera creciendo ¿Podrías explicarme porqué? De l á rbol cue lg a n libro s de t odos los colore s y t odos los t a m a ños . ¿Ti ene s a lgún libro e spe c i a l? ¿Qué libro t e gus t a rí a que colg a r a de sus r ama s?
Ir a la escuela es import ante... ¡¡¡pero jugar t ambién!!! Aunque lo mejor es ¡estudiar jugando! ¿Cuál es tu juego favorito?
res aprendes?
Los niños y niñas de todo el mundo van a la escuela. La educación es un tesoro y la escuela uno de los lugares donde se encuentra. Hay todo tipo de escuelas: al aire libre, hechas con adobe, debajo de los pla t aneros… Observa est as dos escuelas y escribe diez cosas que tengan iguales a la tuya.
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El libro de los porqués...
¿Por qué cuando jugamos se nos pasa el tiempo volando? ¿Por qué existe el recreo? ¿Por qué todos los niños y las niñas tienen derecho a recibir educación? ¿Por qué hay niños y niñas en el mundo que no tienen escuela? ¿Por qué se llama tint a china? ¿Por qué siempre se me rompen las punt as de los lápices?
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Sab í as qu e . . .
Los primeros libros se realizaron en barro cocido... A lo largo de mis viajes he conocido a muchos niños y niñas que tienen dificult ades para ir a la escuela porque en sus pueblos o aldeas no existen, o porque tienen que trabajar, o porque sus países est án en guerra…, pero son t ant as las ganas de aprender que, a pesar de todo, con ayuda, pueden construir su escuela. Los animales, cuando son crías, aprenden jugando y lo mismo hacemos las personas. Los niños y niñas que no juegan enferman...es t an import ante jugar como aprender.
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Algunas cosas para hacer... ¿S abes qué c amino recorrimos pa r a llegar al cen t ro de la t ierra?
El abuelo sabe hacer figurit as de papel. Con papeles de muchos t amaños puedes hacer todas est as figurit as de papel.
A D I V I N A N Z A S El guant e del pie
Sin ser padre de Adán, principio y fin del alma he sido; en medio del mar me hallo me tido y al fin de la tierra suena mi sonido
Un paque t e de ideas arrugadas que llevamos en la cabeza
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Un niño de Pekín me preguntó ¿Sabes qué es un libro? ¿Y jugar? ¿Y aprender? ¿Cuál crees que es la respuesta correcta?¿Sabes explicar por qué?
Un libro es...
· Un a f o r m a d e a p r e n d e r · Un a f o r m a d e d i s f r u t a r · A l go qu e u t i l i z o p a r a s e n t a r m e y llegar a la mes a · Un a f o r m a d e e s c u c h a r a o t r a pe r sona · Un mo n t ó n d e p a p e l e s c o n b i c h i t o s qu e c o r r e n po r é l …
Jugar es… · H a c e r mu c h a s t on t e r í a s s i n t on ni s on… · Soña r con los ojos abie r t os… · R e uni r m e c on m i s a m i go s y a m i g a s y mo r i r m e d e l a r i s a … · V i v i r m i l a v e n t u r a s qu e i m a g i no . . . · A l go qu e l a s p e r s on a s m a yo r e s o l v i d a n. . .
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Aprender es…
Llena rme l a c abe z a de cos a s... S e n t i r c omo c r e c e s po r d e n t r o . . . Co no c e r p a r a s a b e r . . . A limen t a r l a curiosidad... M a n e j a r m i c a b e z a , m i c u e r po y l o qu e s i e n t o . . . · R e s o l v e r p r obl e m a s . . .
El abuelo de Hu de cí a que un libro e s… Abier t o, un co m pañero que habla Cerrado, un a m igo que espera O lvidado, un al m a abandonada D es t ruido, un cor a zón que llor a.
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En mi último viaje al desierto del Sáhara conocí a una niña llamada Yasmín. En el desierto el agua es un tesoro, no hay grifos, y nadie se puede bañar. Yasmín nunca había visto el mar, pero con su imaginación había invent ado una escuela sumergida en el agua. Ayúdala a descubrir cómo es est a escuela.
En la escuela del mar… E l pro f e sor e s un De l f ín… Los pulpos jueg a n a .... Una s ir ena s e cue l a por... Lo s libro s son… Lo s pe c e s e s c riben con… Nep t uno s e enf a d a porque ... L a s s a rdina s v a n t od a s jun t a s a .... E l be sugo no s a be .... L a p i z a r r a e s…
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Algunas cosas que no deberíamos olvidar...
Todos los niños y las niñas tenemos derecho a una educación y t ambién a jugar Educarse significa desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad ment al y física, es decir, llegar t an lejos como podamos... dar lo mejor de cada uno y de cada una. A través de la educación aprenderemos cuáles son nuestros derechos y deberes. Educarse es entender las palabras paz, convivencia, solidaridad, respeto; es aprender lo que es import ante, lo que amamos y respet amos, es intent ar ser cada día mejores y hacer de este mundo un lugar en el que ser felices.
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