Pequeño estudio de la verdad

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PEQUEÑO

ESTUDIO DE LA VERDAD.

J.M. CASTIÑEIRA.


“Tu me llamas amor, yo cojo un taxi.” (Luis García Montero.)

“Tu me llamas amor, yo voy a pie.” (Miguel d´Ors.)

Tu me llamas amor.... Ya estoy contigo.


ÍNDICE: Poética I I. ............. La Verdad. (Poética II.) II. ............A los que sienten. (Poética III.) III. ...........Para Sandra. IV............ Para Ana. V..............Para mis amigos. VI. ...........Para Vanesa. VII............Para Erika. VIII...........Para Maria. IX............. Para Moncho y las buenas compañías. X. .............A los tímidos. XI. ............Para quien lo quiera. XII. ...........Para Susana (Encuentro). XIII. ..........Santiago I. XIV. ..........Santiago II. XV. ...........Santiago III. XVI. ..........Grito I. XVII. .........Grito II. XVIII. ........Grito III. XIX. ...........Grito IV. XX. ............ Grito V. XXI. ...........Despertar I. XXII. ..........Despertar II. XXIII. .........DespertarIII. XXIV. .........Soneto I. XXV. ..........Tu regalo. XXVI. .........Lira. XXVII.

........Serventesio.


XXVIII. .......Lira. XXIX. .........Desde la ventana. XXX. .......... Soneto II. XXXI. ......... Soneto III. XXXII. .........La inocencia. XXXIII. ........Pareja de Serventesios. XXXIV. ........Balada Sincera. XXXV. .........Susana ausente. XXXVI. ........Definiciones. XXXVII. .......Historia de Narciso y Eco. XXXVIII. ......Variaciones de un poema. XXXIX. .........Soneto IV. XL. .................Dedicatoria XLI. ................Rima. XLII.................Biblioteca, 24-XI-04 XLIII................Marea. XLIV................Las Meninas. XLV.................Si te vas. XLVI................Confusión I. XLVII...............Confusión II; Biblioteca. XLVIII..............Confusión III; Sin embargo. XLIX.................Dc fine; Hablando demasiado. L........................El poeta. LI.......................Lo que fuimos. LII.....................Caminos. LIII....................Silencio. Poética última


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Poética I “El caos debe resplandecer bajo en el poema bajo el velo incondicional del orden” (Novalis)

Este soneto amargo Amargo lo requiero Sin mar, sin vida, sin amor, ni soledad... - ¡Ay! Mi dolor Cercenarlo en pedazos mi voluntad, insulto atroz al formalismo fiero. No quiero por favor... ¡Ay! No lo quiero Este dolor... - Amargo en esta triste mi ciudadQuizás sí, tal vez no, mi soledad culpable es de mi dolor sincero. Romperlo quiero con mis manos Muertas...

- ¡Este dolor seco! –

Luchando a muerte con mis propios versos ajados, Muere mï alma desierta. Soneto amargo donde estoy inmerso Prisión verbal

¡Ay!

Guardiana despierta. Dolor en fin de mi corazón terso. (Poética I. Soneto quebrado.)


I

La verdad es sencilla como un vaso vacío - al terminar el último trago de güisqui cuando sólo queda el hielo,

sencilla y pequeña.

La verdad es tranquila como acostarse borracho en la cama - Con la ropa puesta Y callada. La verdad es tímida como la mano de la dama Que arrastras a tu boca; Y teme mostrarse Desnuda En la sombra de la lengua.

(La verdad)


II A los que sienten.

Ruego me disculpen los que sienten -Porque ya no siento nada Ruego me perdonen los que aman O han amado a alguien en su vida, (Pues la mía no sabe de amores ni delirios) Ruego me comprendan cuando miento Al hablar En verso Cuando finjo el dolor que siento Cuando digo que muero sin morir realmente ofendiendo seguramente lo que más quiero si es que quiero algo en esta vida Quise tanto sin saber amar que perdí el sentido Hice tantos versos sin hablar de mí Quizás por opinar que no hay nada en mi Que fuese de interés a nadie Ruego me perdonen por tanto verso preso que quiere ser libre Me gusta tanto verlo luchar contra si mismo Por eso no sé si amo o no - amo Por eso - quizás - yo sólo tengo alma - aunque más quisiera tener un guiño en la oscuridad. (Poética II.)


III

Para Sandra.

Amiga mía: Tú comprendes mis temores, has visto lágrimas

- tal vez amargas prendidas

en mis ojos, risa en mis labios; Conoces mis emociones como si hubieses penetrado por los poros de mi piel tersa estremecida de sabores. Dolor amargo si nadie me comprende, - por eso me faltas tú. Tus ojos claros, yo recuerdo todavía libres, ligeros, arropados de viveza. Yo te conozco a ti también, amiga mía y sé qué escondes tras esa blanca marea que son tus ojos, si un llanto o una sonrisa. Sé que sabes que te conozco Y sé que tú también me aprecias por ello. -

(Cuarteto de alejandrinos.)


IV Para Ana.

No me obligues al recuerdo de aquello que un día olvidé por no morir me de amor. El cariño que encontré

me dejó apagado el cuerpo

sin razón maldita de ser. Olvidé tus ojos, tu piel, me arrancaste el dolor de ver el mundo como una daga y ahora tuve que perder tu recuerdo, sin mirarte ya nada creo saber. Olvidé tu rostro dulce y quizás por eso encerré el dolor en una sombra de mi alma sin poder quererte un poco tan sólo. Oculté este amor que tanto me dolía dolor de ser, ardor enamorado. Rompes tú, con tu poder este estúpido velo y me arrancas de perder este amor mal contenido


yo ya no puedo creer nada que no seas tú ¡Maldita la hora de ver tu sonrisa sin espinas! ¡Maldito el aire! Perder el rumbo en las horas muertas ¡Maldito mi triste olvido! ¡Maldito tu extraño querer!

(Romance.)


V

Para mis amigos.

Imagínate sin manos sin piernas, sin sentidos, Piensa qué serías sin voz, Sin susurros, sin sueños, ¿Cómo te sentirías tú, si te faltaran las manos? Pues imagínate yo Si me faltaseis vosotros, Sería, quizás, como un violín ajado al que le han quitado el alma.


VI Para Vanesa. Hoy es jueves 5:26 el sonido es inerte un sonsonete inútil de arrogantes palabras, un adiós y un quizás luego y el aullido de los vientos se hace escarcha. Y ahora, al fin,

-quizás nunca más-

sale el arco iris de los cientos de recuerdos que has vivido con un beso en la mejilla y un suspiro guardado con un adiós aletargado y un no quiero pero me tengo que ir. Tú y yo sabemos que somos dos estrellas sin ocaso y que el rumor asqueado de aquel cementerio de borrachos se hizo hielo al romper a sonreír tus ojos como un mar sobresaltado tus manos como un cielo herido tus labios como un murmullo de olvido... y nunca más, -quizás- no. tal vez nunca más puedas tú volver a saludarme.


VII Para Erika. Salid de la prisión de los suspiros sin miedo, Con valor y libertad, que tanto frío Y tanta oscuridad, parecen Pesadillas en el alma de los mirlos. ¡Vivid! ¡Vivid! Que todos sepan que estáis vivos, mirad al viento con valor mas humildad, por nadie nunca nos dejemos engañar, y hagamos briznas de alegría nuestro siglo.

Esperad, Y no lloremos sin pensar que el alba un día Nos acaricie al caminar, Y no hablar sin motivo pues el viento se aburre A veces, de las palabras largas, Con un “te quiero” basta, y poca cosa más, una sonrisa Al cielo, y el corazón Contento.

(Soneto.)


VIII Para María.

Duerme tranquila y siente, no temas al pasado ni al futuro porque esto es el presente. Salta, ríe, juega... Llora (si acaso) y canta – Sobre todo – hasta que te duela la alegría.


IX

A Moncho y las buenas compañías.

Pobre mar cautiva En Gijón, Porque no le besa el cielo. Pobre mar Cautiva Que dedica sus horas a buscar el horizonte. Pobre cielo amante y no amado Al querer y no poder besar la mar, en un arrebato del viento. Pobres suspiros guardados de los que quieren Beber el beso del aire. Pobres deudores de sueños que no pueden soñar, - Porque no hay sueños sin besos – Y alegres – en fin – los que chillan

al

descubrir ese beso, - un poco más allá – y escriben en el viento: Este es el enojo del horizonte.

(El enojo del horizonte.)


X A los tímidos

Así pues serás pasión oculta por una noche de estrellas Serás la diosa Amor, la más bella doncella... Mas no tendrás rostro – ni ojos, ni boca, - ni Corazón Solo serás un sueño, un adiós, y un nunca más te vuelvo a ver... Quimera sin empeño de vivir que querer – es poder – y ningún cobarde ha logrado nunca un beso.

(Serventesios.)

XI


Para quien lo quiera. No tenia ganas de escribir Este poema. Sólo tenia ganas de escribir... Escribir sin más,

porque me apetece;

Yo, yo sólo y ante mí la nada, La nada de un papel blanco simulado Aquí en la pantalla de mi ordenador, A lo mejor a ti te pasa que no tenías ganas de leer Este poema, Simplemente querías leer, Leer tú, tú solo, ante una hoja manchada de tinta Para desprenderte - como yo de unas lágrimas pequeñas de melancolía… quizás buscas una sonrisa, sí, a mí también me gustaría; tendría que contarte un chiste, un chiste sobre un mendigo que escribía poesía mientras pedía limosna, en el Obradoiro, o en la plaza de Platerías, Y de cómo un policía al verlo, le dijo que no podía Escribir poesía en la calle: “No, señor guardia, yo no escribo poesía, Sólo me disfrazo de poeta, como se disfraza un mimo de momia, Como hace un payaso, como hace un gaiteiro.” “¿Me estas tomando el pelo?” “No, no tengo hambre, ya he comido.”


XII Para Susana Salian del licor café lagrimas de música (Como un suspiro Brasileño en los besos de una dama) Salían Del licor café Lágrimas de sueños y recuerdos De caricias. Salieron ellos Entonces Abriendo las cortinas de la música Sus dos ojos negros entreabiertos Y unos labios suaves que dijeron Hola.

(Encuentro.)


XIII

Regreso a casa cansado de tanto aguardar - Ya nadie me espera Ya nadie me busca entre la multitud. - Silencio Voy a cenar y luego saldré un rato en espera de encontrar una grata compañía... - Licor Café, y un blodymary rojo, sentado en ese oscuro pub cerca de Porta do Camiño, Con un travesti vestido de camarero. La soledad continúa y yo me meto en cama. Dormiré, solo. En Santiago llueve La Catedral Al cielo. Mis párpados aún duermen, la mañana es tan triste... Y un sonsonete metálico de una obra eterna despierta mis oídos y exige mi derrota con el sueño. Mis días son recuerdos de una grabación desafinada; - Se repiten... se rayan. El frío que me arropa, sin cansarse nunca, como una manta de humedad y sueño. Me voy a clase y vuelvo,


la comida es tranquila; Y estudio un poco Derecho Internacional Privado; Miradas curiosas entre los libros,

pero

par in parem non habet imperium QuizĂĄs haya que conformarse con mirar, pensar, soĂąar, Elegir el foro del domicilio del demandado,

- Santiago llueve siempre hacia el cielo -

Buscar un pacto entre dos que prime Para que nos amemos en la lucha, y veamos las nubes. Para que sea ley nuestra voluntad, ansiosa lex mercatoria, Y nadie mĂĄs nos juzgue que nosotros no queramos.

(Santiago I.)


XIV Hoy me encuentro tan solo, - Es un heptasílabo – Quisiera arrebatarle el viento al azar Como un suspiro… Y no buscarme más que en las respuestas, Y amar sin peros,

Y llorar a mares, Y reír…

Y soñar…

y beberme un mar de aguardiente negro por culpa del café sin emborracharme...

Pero hoy me encuentro solo...

Sólo con este papel que no contesta Y estos accesorios que siempre

me han molestado;

tanto... Estos zapatos

que parecen muertos!!

Y estos pantalones!! - Son unos pantalones oscuros de pana Y la ropa interior demasiado clásica, y los calcetines y los guantes Y un jersey azul, de una discoteca... Y las gafas...

sin ellas todo sería bruma.

Está Irma en la otra habitación, escucha música, pero me encuentro demasiado solo como

aturdido del humo


para hacerle compañía; Nada más… Quizás deba ir hasta allí… Quizás ella pueda Arrancarme, aunque sea con un ¿Qué tal? Esta triste soledad En la que hoy me encuentro.

(Santiago II.)


XV Si no encuentro un ser Como el mío, que entienda los agujeros de mis calcetines, que me bese los labios sucios todavía del último bocado, - de un pastelito relleno de chocolate – Si no es capaz de mirarme y saber que me hace falta un beso,

una caricia,

un abrazo,

si no es capaz de maltratarme cuando me quedo en cama vago sin poderme levantar... quizás será mejor quedarme solo. Si no es capaz de decirme sin voces

lo que siente,

Y de aguantar mis cosquillas y mis meteduras de pata... Si no es capaz de soportar

toda la poesía que le voy a

lanzar – como si fuera un balón de sol gigante – será mejor que no venga a buscarme Y que se quede en casa, o donde quiera, Mientras yo seguiré amando a la palabra. (Santiago III.)


XVI

Con palabras de sal, dicen, Que nos arrancan las mentiras. Dicen que vienen negros lamentos De ira perdida Por no llorar lo suficiente. ¡Gritad!

Gritad más alto

por que los mudos se mueren de hambre, de silencio y de dolor... dolor como un calambre de saberse cobardes al callar. Dolor, dolor más grande que un acantilado de sangre viva, ¿Por qué calláis en balde? Vuestro silencio grita como un insulto De dolor marchito.

(Grito I; Lira.)


XVII

Contra el rigor

cobarde de una

el honor

bala,

valiente

de una palabra.

(Grito II.)

XVIII - … Porque - En este juego, sólo tengo negras; bastaría con igualar la vida y hacerle quizá tablas a la muerte.

(Grito III; Endecasílabos.)


XIX A Victor Jara Negra suerte, negra suerte, ¡Que negra suerte la mía! Justo al lado de la muerte yo grité: ¡¡Viva la vida!! (Grito IV; Cuarteta.)

XX No podría perdonarme si mi boca cobarde - yerma de hablar. y mi cabeza Silenciasen este amor que me atraganta. (Grito V.)


XXI

Si quisiera contaros lo que me pasa Sencillamente diría que me aburro. Me aburre la vida, con sus ferias Y sus triunfos Me aburren los marcianos, Los libros y los descansos,

y los quijotes me aburren también. las palabras y los metros.

Me aburre todo lo que se pueda nombrar, Quizás me bastara con un abrazo Porque todo lo demás Me aburre.

(Despertar I.)


XXII

Ya no me basta quererte – para amarte – - Ahora – Necesito que me quieras.

(Despertar II; Octosílabos)

XXIII Y morderte los dientes con los labios Para sajarte la soledad - y abrazartey arrancarte la ropa suavemente para librarte también de la melancolía.

(Despertar III.)


XXIV

Concédeme un minuto más de ti o rómpeme sin ruido la mirada, no quiero ver sin más tu piel temprana, no tiene algún valor lo que viví. Concédeme un aliento de tú alma, no seas tan lejana para mí o déjame marchar lejos de aquí con un sabor helado en la mirada. Y no vengas luego a decirme amarga,

que me ves

triste, sin vida sin mar en los ojos así es mi vida sin ti; si no me amas

¿Qué quieres que haga?

¿Dónde quieres que meta mis lágrimas? en ti me dejo, me abandono en ti.

(Soneto.)


XXV

Entonces, Lo recuerdo, S贸lo supiste regalarme Un silencio Y una ausencia.

(Tu regalo.)


XXVI

Si en esta vida mía faltase algo de amor en este cuerpo y por esta extraña herida, henchido dolor y de lamento me faltase la vida,

me doliese

hasta el viento, desgarrando - así -

en trizas,

este dolor de doler el aire al entrar tan

- tan -

dentro

Si en esta triste y lamentable estancia en la que muere, con mi voz, mi cuerpo, tu presencia falta - sin más como esas tiernas - gotas - suaves del mediodía y se lamenta mi alma nadando en mi dolor Si muero solo, sin besar tus labios, si muero así sin más, sin probar las ondas frágiles de tus caricias si me muero tan solo...

de esta

forma tan

vacía; Quisiera que, al menos, en el lecho de mi muerte; vinieses para verme… ¡Un solo día! Y con tus labios suaves me dijeses un adiós y un hasta siempre. (Lira)


XXVII

Miradas – como puñales ausentes – miradas de alegría – con horizontes en la boca – y de respeto; revientan – y explosionan – mi desidia y mi apatía – y mi muerte – Su ausencia me revienta el alma mía... Haciendo - así de mi vida un duro reto.

(Serventesio.)


XXVIII

No merecemos esto, este no, este nunca, esta soledad, este susurro tenso, esta triste ansiedad, este muro imposible de atravesar. Locura de silencio suave, tortura leve de maldad vacĂ­a, dolor tenso, malherida crueldad que ya has visto mis lĂĄgrimas vagar por mi cara marchita. Quisiera visitar tus ojos sabios, maltratar mi desidia con estos - mĂ­os - brazos lacios y beberme la risa de tus labios con ese inquebrantable sabor a despedida.

(Lira.)


XXIX Verás el otoño por la ventana suave y limpio. Sonreirás callada pensando en el lamento de la noche, con la piel más tersa. En la calle un gato. La lluvia del viento. Verás el invierno mustio por la ventana con una manta de flores rosas. Sonreirás eterna en el paisaje blanco pensando en que algún día quizás regrese. Verás la primavera por la ventana con sus dulces flores estampadas. Sonreirás embelesada, impaciente, soñando en él, con las piernas desnudas y el cuello blanco. Verás, con calor, el verano, Sudando, por la ventana, con un abanico blanco. Llorarás porque no ha venido y no se te habrá ocurrido salir a buscarlo. (Desde la ventana.)


XXX

Aquí Que me traspasa tu mirada - llorando estoy errando y con dolor de mis - suaves - alientos - creo saber que -

vigilan mi pasión tus ojos negros...

¿Sonríes cuando ves que me maltratas? No sé,

no sé;

no sé

Cuanto dolor Me hiere como sables en mi espalda Amor, amor Amor... dime a quién amas Quiero salir al alba de esta prisión.

(Soneto.)


XXXI

Siento tu regreso como un alivio como un suspiro - tierno en una tempestad ¡Dolor de esta ansiedad! - Dolor – Si tu no estás... Que pareces ida al desierto Libio. Siento tu mirada... ¡Suave delirio hermoso! ¡Niña! aurora boreal, Quisiera abrazar tus besos, mirar tu boca, Tierno pétalo de lirio... Y quisiera sentirte...

tan cercana,

beber del mismo aire que respiras para poder besarte la mirada. Ya nada más por hoy quizás mañana me ha dolido - tanto - tu ausencia... - Al fin Esta herida se queda conmigo.

(Soneto.)


XXXII Finge ser lo que fuiste un día - En la mañana, ayer como esos días plácidos se fue marchandoArrodíllate ante el sol la luna y las estrellas - Son estas cosas bellas, sencillas que suceden a veces Escribe tus palabras en forma de poema - Con versos rítmicos Para que tengas la fuerza en el alma de una sonrisa de mediodía. y no quieras morir sin seguir viviendo que la vida - Aunque a veces es terca rima mejor con la palabra alegría. Acude a tus vecinos que no tienen manos - Sus manos han muerto en la noche allá en las batallas ocultas de la tristezay préstales las tuyas, todo será sencillo como la mañana o la noche y no llores cuando no sepas que hacer que para llorar hacen falta razones de peso. (La inocencia.)


XXXIII

¡No soporto este dolor tan embustero! ya lo sé mi amor Tu sientes dolor Ha marcado mil heridas en mi espalda en mi espalda. - Aunque No ves que quiero no puedo con él si dices que de mi tú estás prendada, te quiero, amor no vas a perder; quizás pueda soportar el sufrimiento. no hay dolor mi amor en el corazón.

(Poema para dos voces, la cursiva es susurro) (Pareja de serventesios.)


XXXIV

Si no supiera que me quieres un poco

sé que me moriría.

Porque yo ya no sé lo qué es querer... - qué es amar...Fui un poeta mentiroso que navegó En una pluma de canciones cargada, Que se inventó el amor en fantasía; Y que se creyó enamorado - hasta - del viento. Yo fui ün poeta terco y Mentiroso Que ahora ya no sabe lo que siente o quiere, Que ya no sabe si ama o no ama. Si quiere o no quiere No sabe qué es “amor” ni a qué se parece; Porque lo que hasta ähora ha vivido se lo ha inventado como inventa aquel niño solitario amigos que no tiene. Pero ahora llegas Tú; Con este amor real y enaltecido que tiene un tacto suave y - un olor - envolvente. Que tiene la mirada fija en la penumbra Y una sonrisa grande anclada con dos Lagunas negras.


Un amor que me roba lo que he sido Que me insulta y que me llama mentiroso, Que me llama niño y Que me amedrenta (aunque tú no te lo acabes de creer.) Me preguntas si te amo: No lo sé, yo ya no sé qué es amar... Si amar es estar pendiente de ti, con el destino atado por tu ausencia, Entonces sí Te amo. Si amar es necesitar tu abrazo Para - poder - cerrar los ojos y estremecerme, Para - poder - arrancarme la ansiedad de tu falta; Entonces creo que Te amo. Si amar es volver a ti cuando apareces, Si es buscarte locamente cuando - te - vas, Si es titiritar de frío por tu causa Y pensar en ti acompañado del sol - y de la luna, Entonces Supongo. Creo que te amo.

(balada sincera)


XXXV Creo que el alma es elĂĄstica, ya sabes, Y que alguien viene y la coge y te la estira, Pero se queda enganchada de los pies y la cabeza Y asĂ­ permanece un rato, como si fuera un arco, Entonces Disparan Y regresas, Porque estabas ausente.

(Susana ausente)


XXXVI

Besar es dejar el alma en el otro Un suspiro es la lágrima que se exhala por la boca Un lamento es tu falta Una risa es tu risa Un dolor es estar prendido de tus ojos Amar es no saber que siento cuando estás aquí Amar es dolerme el vivir bajo tu ausencia Mi cabeza es un caos de corazones mi corazón es hacer Que siento sin pensar realmente Tu querer es como un deber oculto Tu deber es ser perfecta sin querer serlo, (yo no quiero que seas perfecta Sólo quiero que te sientas bien tal como eres) El viento es el mar, la luna es la risa, mi vida es la vida que busco contigo (Aunque no sepa realmente si yo soy yo contigo si a ti te hace falta mi ser para vivir)

( Definiciones)


XXXVII (Nadie comprendió a Narciso, ¿Te acuerdas? Un día te lo susurré al oído) Narciso sabía, yo a ti ya te lo dije, que todos y todas se enamoraban de él perdidamente... Pero era un amor falso y ridículo, porque nadie le conocía y porque nadie sabía Amar, según él amaba. Se sintió muy solo en su vagar y un día, - te acuerdas, ya lo sabes, Se fue al bosque a pensar tranquilo Sobre si realmente era importante amar Sobre si era mejor acceder y ya está Pasar la vida entre laureles (¡Oh tú! ¡Pobre Dama de Eco! ¿Que desgracia hiciste al aparecer? Ninfa preciosa que sabes amar, delicia hermosa y joya del cielo) Enamorada de él, perdida, la dama hermosa, de Eco; Quizás fue la única que lo comprendió, que entendió su soledad Y sus tristezas, que lo amó por lo que era realmente, Y no por lo que parecía ser. Pero Narciso no la creyó, se equivocó pensando Que era otra más, cualquier otra dama mentirosa, O tuvo miedo de sentirse amado de verdad.


Pobre Narciso, pobre dama de Eco, - Eco se esfumó perdida en el aire Dejando su voz burlona y desesperada, repitiendo solamente lo que otros dicen, por eso sé que lo amó de verdad Y al pasar la tarde se miró en el río Y su reflejo quedó prendido en su memoria, Intentó tomarlo pero se esfumaba, intentó besarlo pero estaba frío, y si se marchaba desaparecía la imagen de la qué se enamoró. Y allí quedó Narciso inmóvil, besando el agua, sin cerrar los ojos Quizás escuchando el lamento de Eco, Arrepentido de amar un sueño y no la realidad. Y ahora quiero que sepas que yo no soy Narciso, ni tu eres Eco por eso, quizás podemos, amarnos de verdad.

(Historia de Narciso y Eco.)


XXXVIII

Me mata ese suspiro anclado En el recuerdo, Cuando nuestros labios se tocaron Sin besarse. (Poema, 1ª variación.) Me mata ese suspiro anclado En el recuerdo Cuando dos labios - conteniendo un sueño se tocaron sin besarse. (2ª Variación.) Recuerdo el caminar de tus dos manos Recuerdo la sonrisa... Cantar susurros Y jugar al tango con los labios nuestros - La música de un sueño sin llegar a besarnos. (3ª Variación.)

(Variaciones de un poema.)


XXXIX

Si es que este mundo no fuera tan ... Si no nos dolieran tanto los cielos Si no hubiera más frase que un... que sé yo, y todo esto que tu viviste no fuera nada más que un largo sueño. Pero ahora dime, dime qué cuando te quedaste muda y tan triste, cuando viste que todo esto era tan... Si no existiera la palabra triste y no nos dolieran tanto los sueños, no tuvieras que hablar pues lo dijiste todo con el viento de tus ojos. Si no existiera tanto color negro Y si todas las frases que hubiera contuvieran un “te quiero”. (Soneto.)


XL

Hoy por la mañana el olor del café me trajo tu recuerdo, No sé por qué... A ti no te gusta el café ni la mañana, Quizás es que hoy Todo me recuerda a ti.

(Dedicatoria.)


XLI ¿Qué es amar? - Dices mientras aman tus ojos ¿Qué es amar? Amar es sentirte Tan cercana Como besar un poema.

(Rima.)


XLII

Y aquí me tienes estudiando y sin poder Dejar de pensar En ti. De esperar Tu nombre entre los textos, vacíos,

de Díez Picazo,

Aguardando las 10 porque quedé contigo, Y leyendo, sin entender, las causas del divorcio Artículo 46 Cc. Reforma del 81.

(Biblioteca de derecho 24-XI.04.)


XLIII Este mundo nos une y nos separa. Somos como la marea que se aleja de la arena, que se acerca, que la besa - Y que se marcha. -

(Marea.)


XLIV A veces me canso de cómo eres, Todo lo sabes y todo lo consigues, sin que yo logre entender muy bien cómo lo haces, Todo lo controlas porque crees que ser feliz consiste en evitar sorpresas y manejar perfectamente los hilos de las vidas. Todo lo organizas, porque detestas el caos. No sé muy bien, Todavía, Cómo eres, y me cansa. Quisiera comprenderte, saber por qué haces lo que haces Por qué la gente te sirve constantemente Como si fueras una reina, una princesa, o una rosa en un jardín cuidado. A veces me canso y me siento ridículo a tu lado, Me siento como un bufón más de la corte que intenta desesperadamente hacer gracia Sacrificando, las más veces, Su propio honor. A ti te gusta que los bufones tropiecen y se tiren por el suelo, Que se desprendan la sangre con carcajadas ajenas, Como si fueras la princesita de las Meninas de Velázquez, Como si todos los demás fueran la enana fea que está a su lado. Yo no soy bufón y no hago gracias, Y no creo que para ser feliz haya que controlarlo todo,


- Mรกs bien creo que hay que saber aceptar lo que uno no puede controlar Me gusta el desorden porque significa libertad, y porque lo interpreto como una forma natural de orden que el ser humano no puede comprender. Y no me gustan las princesas porque no son libres Y no me gustan los bufones si sacrifican La libertad por la seguridad. Y no me gusta que se controle la lluvia Porque las lรกgrimas - Del cielo No se pueden, Ni deben Controlar.

(Las Meninas.)


XLV

Cada vez que te separas de mí te amo menos... Cada vez menos. Pienso... Tu cara no me siente ni tus labios, ni tus ojos me enamoran, Pero entonces vuelves Regresas siempre con ese sonido fuerte de remolino – me tocas... con tu dedo meñique, Siento... Tu cara se enarbola como cientos de alondras y de armonías, Tus ojos me hieren, Tus labios me faltan y tus ojos me parecen el recuerdo de la noche-

(Si te vas.)


XLVI

Confusi贸n contigo sin ti Ansiedad de ti y de tu ausencia. Porque me dueles como un cigarro Encendido. Al que no quiero Pero... no puedo dejar/besar

(Confusi贸n I)


XLVII

Aquí me tienes ¡Yo! Yo mismo aquí sentado - cansado estudiando el divorcio,

otra vez,

sin ganas de escribir este poema, sin ganas de vivir, - ni de morir – sin ganas de llorar - ni de reír – quizás sólo con ganas de amar quizás sin ganas ni de amar siquiera.

(Confusión II; Biblioteca II)


XLVIII

También es bello decirle a alguien Que no, Que no le quieres, Sobre todo cuando le estás diciendo: La verdad.

(Confusión III; Sin embargo.)


XLIX

Un día me dijiste Que yo te gustaba Y fue sin duda extraño porque Yo no te quería - entonces -. Después te quise Sin quererlo, y el viento De tus labios se esfumó Sin mí. Y ahora que no importa ya Ni el viento de tus labios Ni el amor perdido Supongo Que ya estoy Hablando demasiado.

(dc fine: Hablando demasiado.)


L “El poeta es un fingidor finge tan completamente que hasta finge que es dolor el dolor que en verdad siente” F. Pessoa

Siento haberme confundido tanto Decirte que sí, Que sí te amaba Cuando no era cierto, Quizás fui un poco mentiroso... ...Aunque no lo creo. La verdad es que fingí sentir el dolor tan grande que sentía. Fui, como Pessoa, un poeta Mentiroso. No fui un hombre mentiroso... ¡No! Fui... Un poeta.

(El poeta.)


LI

Fuimos una ilusión, Un sueño, Un cariño sincero y una amistad. Fuimos un “Te quiero” escapado. Un beso soñado... Fuimos, la verdad, Un cúmulo de circunstancias, Un amigo equivocado, Un discurso falso Y un enfado sin fin. Esto es todo Lo que fuimos.

(Lo que fuimos.)


LII No te preocupes por mí Yo no estoy triste Quizás es que no pudiste comprenderme, Quizás es que yo no te comprendí a ti. Té queda un camino largo Y supongo que te será difícil caminar Después de todo. Pero siempre has hecho lo que has querido Aunque a veces no sepas muy bien qué quieres. A mí Me queda otro camino distinto al tuyo; Y ya no tengo miedo ¿Te acuerdas? No tengo miedo a la vida Ni a las respuestas Ni a las preguntas tampoco!!! No me gusta la soledad Aunque no la temo Y supongo que los guiños en la noche Tendrán que esperar Un poco. (Caminos.)


LIII

Quiero dejar de escribirte Versos, Porque todo verso es una pequeña mentira, Quiero, mejor, Decir qué siento cerca de ti, Susurrando... Casi besándote con las palabras. Así que ahora me quedo En silencio.

(Silencio.)


Poética última. L l u e v e, Llueve como si hubiera caído una sartén caliente En un lago de cisnes Desde aquí, por la ventana, se ven pasar los gruñidos de los coches Acolchados por una tela de agua.

Hay silencio, Sólo se escucha la lluvia, a veces pequeña, como un grifo mal cerrado; A veces diluvia Y se me encoge el calor y el cariño del ambiente me abraza. Entonces suspiro Un suspiro hondo como el del que escupe un alma Y si me duermo un poco, Tu recuerdo travieso y sonriente Regresa a mi memoria, como un beso.



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