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PRESENTACIÓN
Mario Huertas Presidente de Auren Colombia ¿YA ESTAMOS EN LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL?
A lo largo de la historia, el mundo ha experimentado revoluciones que llevan a la implementación de nuevos procedimientos o tecnologías que generan cambios de mentalidad. De acuerdo a sus recursos, cada país logra diferentes resultados en su implementación al contar o no con medios efectivos para la planeación, ejecución, el compartir experiencias y el seguimiento oportuno de los procesos, rresultando en el crecimiento económico de forma democrática o en pérdidas económicas por el afán de disminuir tiempos de implementación, afectando el desarrollo e incluso generando mayor desigualdad. Actualmente, la crisis de la Pandemia cambió el modelo de teletrabajo, acelerándolo de manera diferente para cada país, pero a un ritmo no contemplado en cada uno de ellos.
Este cambio, planteado para dentro de 5 y 10 años, dependía en gran medida de los avances tecnológicos de cada uno y las herramientas requeridas para lograr un trabajo efectivo. Como lo experimentamos los empresarios y trabajadores, fue necesario reinventarse y acelerar planes estratégicos, al igual que cambiar tipos de consumo o incluso revisar la efectividad en la comunicación en pos al cambio de paradigmas y tiempos de entrega de bienes y servicios. Esta nueva realidad a la que nos vimos obligados a experimentar, incentivó a la evolución de todos los sectores económicos (Obtención de recursos, Transformación y Prestación de servicios), donde las principales herramientas fueron el conocimiento y aplicación de la tecnología. Con estos cambios y con una mayor conciencia del manejo efectivo de recursos, nos encontramos con un análisis constante de variables, que, dependiendo la complejidad, hacen que nuestras vidas se compliquen o se simplifiquen al estar constantemente guiados por elementos como: la tecnología (Inteligencia artificial), el manejo efectivo de recursos (Huella de Carbono), la conciencia social (Cambio de Consumos), el aprendizaje (Educación virtual) y los tiempos logísticos (optimizar desplazamiento). Como resultado de la crisis, el mundo se vió en la necesidad de optimizar recursos apoyándose en la tecnología para generar una conciencia frente al consumo dejando la necesidad de producción en un segundo plan bajo la premisa de disminuir desperdicios, forzando a las personas a cambiar sus hábitos de consumo, adquiriendo beneficios económicos al momento de adquirir los bienes y/o servicios que realmente necesitaban, evitando así un consumo masivo sin conciencia social.
Esa responsabilidad social de las empresas y trabajadores, generaron los lineamientos en conceso que direccionaron el manejo efectivo de los recursos junto a las nuevas restricciones y cambios constantes. Es por eso que, a raíz de este panorama, nos enfrentamos a la búsqueda de iinsumos que suplan nuestras necesidades desde la empatía de una económica reciproca y amigable con el medio ambiente, además de buscar nuevos modelos de negocio que puedan generar la economía naranja que inicialmente se planteó en el gobierno de turno. Podemos concluir que de la mano de la tecnología y con la imprevisibilidad de los cambios, debemos avanzar en la interpretación de datos y señales climáticas para poder generar escenarios optimistas para el desarrollo de nuevas oportunidades, planeación estrategia, reingeniería de productos y continuidad de negocios, las cuales no serían posibles sin el desarrollo de nuestra inteligencia apoyada en todos los avances tecnológicos.