LSD: Experiencias en otra realidad

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LSD: Experiencias en otra realidad

Autor anรณnimo

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Introducción Para comenzar, es necesario mencionar que este libro está basado en experiencias personales con sustancias peligrosas para el cuerpo humano, por lo que en ningún momento se intenta persuadir al lector a consumir algún tipo de droga, cualquier consumo, experiencia o problema que tuviera el lector queda bajo su completa responsabilidad. He decidido escribir este pequeño libro para plasmar mis experiencias en el consumo de algunas drogas, con el fin de alterar la percepción, especialmente con sustancias psicotrópicas, así como experimentar el tipo de “placer” que causan. Debo reconocer que las drogas no son para cualquier persona, es muy fácil abusar de estas y destrozar una vida, pero para quienes sabemos medirnos y consumir con fines educativos o experimentales, resultan muy interesantes los efectos que se obtienen. Si estás leyendo esto, seguramente estás buscando información sobre alguna sustancia que te interesa probar, que seguramente no será crack o heroína, sino alguna sustancia que te ayude a entrar en un estado de meditación, relajación o cambios en la percepción. Personalmente, es un autoexperimento, con el que busco encontrar principalmente, cambios en la percepción, la llamada “disolución del ego” y experimentar los estados de relajación que causan algunas sustancias, aunque específicamente hablo de LSD, es necesario mencionar que lo más probable es que no sea esta sustancia, ya que al ser adquirida en el mercado negro, puede ser un compuesto diferente que cause efectos similares. Así que no estás leyendo un texto científico ni soy un profesional en materia de química, pero seguramente te distraerás con estas experiencias que han marcado de forma positiva mi vida.

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Tengo 25 años de edad y comencé a experimentar con drogas a los 23, específicamente alcohol, marihuana, cocaína, éxtasis, LSD y 25I-NBOMe. Hay que destacar que sólo han pasado dos años y han sido pocas las veces que he ingerido sustancias, sin embargo, más tiempo y más sustancias ya no sería un experimento, sino una adicción, este corto tiempo es suficiente para experimentar y saber qué se siente, qué efectos se tienen y saber si vale la pena o no arriesgar el cuerpo y la vida. Si estás interesado en probar alguna sustancia, no lo hagas si tienes menos de 20 años, ya que el cerebro sigue desarrollándose hasta esa edad y este tipo de sustancias podrían ser aún más peligrosas, por eso es mejor un cerebro “desarrollado”. Si eres propenso a adicciones, tampoco lo hagas, basta con que se te “antoje” una cerveza en cualquier momento o el simple hecho de fumar tabaco, para que no puedas controlar una adicción a una droga ilegal. No tiene caso querer experimentar con algo que sabes que podría causarte adicción y problemas. Tampoco lo hagas si estás en proceso de depresión, un mal momento, no tienes tiempo libre, pero finalmente es decisión de cada persona, como dije al comienzo, no promuevo el consumo de drogas ni es de mi incumbencia si las consumen o no, finalmente un drogadicto va a probar cualquier cosa en cuanto tenga oportunidad, sin tomarse el tiempo para leer al respecto, sin importarle la edad, ni nada, simplemente por el hecho de divertirse, y es ese tipo de gente, la que seguramente no está leyendo esto.

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Marihuana La marihuana es la principal droga que cualquier persona prueba, además del alcohol y el tabaco claro, que aunque muchos lo nieguen, son drogas, pero nos centramos más en las drogas prohibidas. Yo no fumo tabaco, nunca me ha gustado, no me interesa y mi cuerpo lo rechaza, las pocas veces que he intentado fumar, me lastima la garganta y me causa náuseas, eso sin mencionar que no causa ningún placer (al menos para mi), ningún beneficio y es muy caro, es a mi parecer, el vicio más estúpido, y es que basta con escuchar las estadísticas, ¿cuántas personas mueren al año por esto?, hasta las cajetillas tienen imágenes referentes a las muertes, imágenes gráficas de tumores y lesiones por cáncer, se sabe que los cigarrillos contienen muchos compuestos tóxicos, venenos, etcétera, prácticamente te están diciendo que te vas a morir. Aquí es donde entra la inteligencia y el ser apto para otro tipo de sustancias, simplemente, si eres adicto al tabaco, no consumas otras drogas. Jajaja, este tipo está loco, como si las otras drogas no mataran. ¿Pensaste eso?, entonces no eres apto para seguir leyendo. Yo tuve contacto con la marihuana desde los 14 años, aunque no de forma directa, tenía compañeros de la escuela que la fumaban, yo nunca la probé hasta los 23, seguramente por los consejos de mis padres, a quienes agradezco por haberme enseñado a decir no. ¿Por qué la probé?, a partir de ese momento, siempre conocí gente que fumaba marihuana, hasta la universidad, etapa en la que se me dio por investigar sobre todo, así que en su tiempo, investigué sobre la marihuana. El saber que causaba un efecto de relajación fue suficiente para que me diera curiosidad, así que me decidí a probarla, y eso porque me juntaba con un amigo que tenía un gran “afecto” a esta hierba, siempre me ofrecía por pura atención, pues respetaba que yo no consumía, hasta ese día, cuando lo acompañé a la azotea del edificio donde vivía para que se fumara su porro del mediodía, me ofreció y le dije que sí, le jalé dos veces al porro y por miedo no seguí, pero no sentí mucho, lo único que pensé fue que no me 5


irritó como el tabaco, pero por alguna razón no me hizo mucho efecto, quizás no lo hice bien o tal vez no era de buena calidad. Así pasaron algunos meses, hasta el día en que en realidad me puse “pacheco”, iba caminando con dos amigos, uno de ellos era el que me dio a probar y el que me acompañó en la mayor parte de esta aventura, nos dirigimos a la casa de un amigo de ellos, para variar, los dos iban fumando en el camino, algo muy común entre ellos, yo iba con miedo de que nos fuera a ver algún policía, pero afortunadamente no pasó. Al llegar, entramos al cuarto de este nuevo amigo, y estaba ahí una compañera de la universidad, sentada armando su porro, así que sin querer, la mayoría de mis amigos fumaban y yo ni enterado. A esta amiga le dio pena que yo la viera ahí, pues sabía que yo no fumaba, así que para entrar en ambiente le dije que no había problema, que yo también fumaba y entonces pasó, éramos tres personas fumando, un “pitillo” por persona, fue una noche muy interesante, pues pasaron eventos muy interesantes pero no relevantes por ahora. Entré en un estado de relajación bastante agradable, creí que de eso no pasaría, pero al levantarme luego de unos 20 minutos para irnos de regreso al departamento, caminé unos pasos y sentí un gran mareo, como si estuviera alcoholizado, caminando por la calle sentí una intensa resequedad en la boca, al grado que no podía ni hablar, estaba sorprendido por el efecto, aunque no me causó placer ni otro efecto raro, sin embargo no fue desagradable, mis amigos se reían de lo que decía, y curiosamente, esa fue la única vez que sentí ese tipo de mareo, jamás me volví a marear así al volver a fumar. A partir de esa noche, me dio mucha curiosidad conocer los efectos de la marihuana, así que cuando podía, fumaba, aprovechando que entonces vivía con mi amigo debido a la universidad, pues los dos éramos estudiantes de ingeniería, sólo que él ya tenía por lo menos 3 años de fumar muy seguido, así que en la casa, no faltaba la hierba. Con el paso de los días, estuve poniendo más atención a los hábitos de los fumadores que llegaban a la casa, entonces supe que habían distintos tipos de marihuana, en Internet leí sobre la sativa y la índica, aunque entre ellos es más común escuchar sobre la pata, skunk o kush, y todas sus variantes, tomando en cuenta que vivo en México, la mejor sería la Kush, y aquí entran 6


muchas variantes con distinto nivel de calidad como la Kush Afgana, Blueberry Kush, Orange Kush, Piña express, entre otras, muchos son nombres inventados, pero para mí, mientras sea Kush no importa. Es la que menos me irrita la garganta, “pone” más rápido, por lo que no es necesario estar fumando demasiado, y hasta tiene un sabor agradable. A partir de ese momento, comencé a fumar una o dos veces a la semana, esto porque hice amistad con dos amigos de mi compañero del departamento, quienes llegaban seguido a fumarse su “Flavio” con él. Aquí fue donde conocí las variantes de la Kush, pues esta persona traía de distintos tipos para probarlas y siempre me invitaban, entonces sacaban su pipa o ponchaban un porro y lo fumábamos entre todos. Bastaban 4 “tanques” de Kush para que comenzara a sentirme pesado, a los pocos minutos estaba en un estado de meditación muy interesante, ya que aunque estaba viendo lo que sucedía a mi alrededor, me ponía a pensar en otras cosas que acaparaban totalmente mi cabeza, es decir, se me podían ir 20 minutos pensando en algo como si hubieran pasado cinco minutos. Esto teniendo como finalidad un estado de meditación o relajación, pude olvidarme de todo y concentrarme en un tema específico por mucho tiempo. Otro aspecto que me gusta mucho, es fumar y escuchar música, es algo maravilloso estar con los efectos de la marihuana y escuchar música tranquila, especialmente me gusta escuchar reggae, ska, algo de rock, entre otras, y afortunadamente estas personas con las que fumaban, les gustaba este tipo de música, aparte de otros géneros, artistas y canciones que fui conociendo con ellos. Luego de dos o tres porros, todos quedábamos en silencio, sentados o acostados escuchando la música, estaba tan tranquilo que me gustaba escuchar cada detalle de la canción, mientras sentía un extraño placer en todo el cuerpo. Estos efectos duraban entre 20 y 60 minutos, dependiendo de la cantidad fumada. Aquí entra otro aspecto que me gustó mucho, el llamado bajón o monchis, que aunque para muchos puede resultar desagradable, a mí me gusta, pues al comenzar a desaparecer los efectos de la droga, comienza a abrirse el apetito, y no hay nada que me guste más en ese momento, que comer algo dulce, como pastelitos o galletas, aparte claro, de tomar agua o refresco para quitar la sensación de resequedad en la boca. 7


Luego de unos meses, comencé a fumar casi diario, mi hora preferida era en la tarde y a veces en las noches. Otra de mis buenas experiencias, era subir a la azotea del edificio entre 4 de la tarde y 9 de la noche, fumar ahí y recostarme a ver el cielo, es una experiencia increíble, como perderse en el cielo, y siempre sintiendo un placer casi sexual. Quizás no todos sientan lo mismo que yo, cada cuerpo es diferente. Mientras tanto, mi amigo fumaba en la mañana, antes de irnos a la universidad, a mí no me gustaba eso, pues se perdía el objetivo, no le veía el caso a fumar para irme a caminar y peor, no poner atención a las clases. Era un claro ejemplo de adicción en proceso, así que simplemente no lo hice.

Alcohol y Marihuana Como vivíamos solos en el departamento, no faltaban las noches de fiesta que de pronto comenzaron a ser muy recurrentes, pasando de uno o dos fines de semana al mes, a dos o tres veces a la semana, especialmente con la amistad de un vecino del mismo edificio, quien tenía una particular afición a la “diversión”. Así que aunque yo no era muy fiestero, viviendo ahí tuve que convivir, la principal droga era el alcohol, particularmente cerveza. No me gusta mucho la cerveza, me gustan las micheladas, pero la cerveza en sí no, sólo me tomo una o dos caguamas con gusto, por decirlo así, luego me empieza a dar asco. Sin embargo, al ser ya muy seguido esto, comencé a desarrollar tolerancia al alcohol, por lo que ya tomaba más sin sentir esa sensación de náuseas. Debo reconocer que me gusta la sensación “sedante” del alcohol cuando comienzo a entonarme, pero eso me dura a lo mucho una hora, luego si sigo tomando viene la sensación de mareo, náuseas y lo peor, vómito, eso sin contar el dolor de cabeza posterior. Debido a esto, si me dan a elegir entre un porro y una caguama, sin pensarlo elegiría el porro. Sin embargo, un día probé alcohol y marihuana y creo que fue un error, esto fue ya estando ebrio y porque me ofrecieron fumar, ya que estando sobrio, nunca se me hubiera ocurrido pensar en combinar ambas cosas. Pero lo hice, 8


y aunque ese día me la pasé genial, fue la puerta a un problema, no grave, pero al fin un problema. Esto debido a que ahora, cada vez que tomo, así sea una cervecita, siento la necesidad de fumar marihuana, y no con los fines que describí al principio, ya que con los efectos del alcohol ni se sienten, sino simplemente por fumar. Lo peor es que si lo hago, la marihuana me potencia el efecto del alcohol y termino muy mareado y con dolor de cabeza, y peor si me quedo dormido, pues al día siguiente es un dolor de cabeza peor y un malestar general como si me hubiera puesto “hasta la madre” de alcohol. Así que para mí, el alcohol y la marihuana no combinan, por lo que si tomo, no fumo aunque comience a sentir la necesidad, y aquí es un punto importante, pues estando alcoholizado siento la necesidad de fumar yesca, lo contrario a un estado sobrio, en el que quiero fumar sólo cuando tengo ganas de relajarme y acostarme a meditar un rato, es decir, no es necesidad, sino gusto.

Tolerancia a la marihuana En este punto, han pasado alrededor de 6 meses desde que comencé a fumar, por lo que desarrollé algo de tolerancia, si antes requería un cuarto de porro para “ponerme”, ahora necesitaba la mitad o uno completo, hablando de Kush o mínimo Skunk, pues la pata, que es la más corriente por acá, ni efecto me hacía, varios de mis cuates la fumaban cuando no tenían dinero y andaban “erizos”, pero yo prefería abstenerme, pues aparte de que no me hacía efecto, sabe feo e irrita mucho. Afortunadamente nunca he tenido la “necesidad” de fumar. En este punto, comencé a leer sobre los efectos negativos, como la pérdida de memoria, adicción, etcétera. Algo que nunca tuve, pérdida de la memoria, únicamente cuando fumaba mucho en muy corto tiempo y hablaba, de pronto se me olvidaba lo que estaba diciendo, pero eso era muy pocas veces, fuera de eso, mi memoria ha estado como siempre, excepcional, es una de mis cualidades, una excelente memoria, claro que habría que ver los efectos a largo plazo, aún no se si pueda afectar mi memoria luego de varios años, ya que no hay un estudio certero, muchos especifican que sí, muchos que no, 9


finalmente puede ser que dependa de cada cuerpo, las características cognitivas de la persona, entre otros factores. Respecto a la adicción, definitivamente no, he sentido más necesidad de embriagarme, aunque no me gusta, que de fumar un “churro”. Desmotivación, menos, al contrario, le he encontrado más gusto a mi vida y me siento más motivado a hacer muchas cosas que antes, sin embargo no digo que sea a causa de la droga, simplemente no me ha afectado en ese aspecto. La puerta a otras drogas. Tampoco, ah!, ahora que recuerdo sí. Lamentablemente es verdad, muchos de mis conocidos que consumen una gran cantidad de sustancias diferentes comenzaron con la marihuana. En mi caso, desde que comencé a fumar siempre me dije que no consumiría otra cosa, que nunca gastaría en drogas, etc. Y lo cumplí por más de 5 meses, siempre fumé por invitación, aunque alguna vez cooperé para comprar, pues ya me sentía mantenido, pero nunca compré por iniciativa propia, ni siquiera tengo un “dealer”, y hubiera seguido así hasta que me topé con unos textos bastante interesantes sobre el LSD.

LSD, la sustancia que cambió mi perspectiva de la vida Desde que tenía unos 12 años, siempre me gustó el arte, las figuras con muchos colores, los paisajes, el espacio, etc. Siempre me ha encantado soñar, cada noche pienso “qué locura soñaré hoy”, el hecho de pensar que en un sueño podría hacer cualquier cosa me emocionaba. Me gustaba ver imágenes abstractas, fondos psicodélicos (sin tener pensamientos referentes a las drogas). Así que leyendo sobre la marihuana, me topé con experiencias con LSD, y al leer la frase “distorsión de la realidad”, llamó por completo mi atención. Así que luego de leer varios textos, entre ellos el famoso relato de Albert Hofmann y su bicicleta, me dispuse a probarlo, aun leyendo los efectos negativos, que cuáles son? Simplemente estar “viajados” por unas horas, en ningún lado encontré muerte por sobredosis, cáncer o cualquier otra cosa.

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Que si puede desarrollar esquizofrenia si se es propenso a esa enfermedad, no tengo ningún pariente con ninguna patología parecida y si me va a dar, pues me dará en su tiempo. Que si pueden dar flashbacks después, entre tantos textos al respecto que se contradicen entre sí, no hay nada certero. Que si se queda en la médula espinal, una gran mentira. Que si te puedes quedar en el viaje para siempre, sólo que consumas una cantidad exagerada, seas recurrente y combines con otras cosas, y eso porque un amigo me contó que le pasó a un amigo, que por excederse se quedó ido por varios meses, pero aún hasta hoy no lo creo del todo. Así que finalmente, le comenté a mi amigo que quería probarlo, me vio y se sorprendió, yo ya sabía que él había consumido una vez y no le gustó porque se “mal viajó”, pero no me dijo nada en el momento. Otro suceso que me despertó un gran interés en el ácido, fue una película que estaba viendo con mi amigo mientras estábamos fumando marihuana, si no recuerdo mal, fue la primera vez que vi una película mientras estaba pacheco, y me gustó mucho, especialmente porque la película “las ventajas de ser invisible”, tenía una parte referente a las drogas. Aunque la película es algo tediosa, está entretenida, pero lo que más me llamó la atención, fue cuando el personaje principal, luego de drogarse con brownies de marihuana por accidente, decide probar conscientemente LSD. La forma como ponen esa escena la vi como muy imaginativa, hasta que lo probé y corroboré varias cosas. Este sujeto ingiere un papel completo de LSD, se sienta en medio de una fiesta y de pronto se ve como si su cuerpo saliera de sí, en la película lo ponen como si él se estuviera viendo a sí mismo levantarse del sillón y caminar, aunque esto no me pasó a mí, no dudo que con una dosis más fuerte si pueda pasar, con la llamada disolución del ego. El chico se pone a caminar viendo a su alrededor, como si estuviera en otro mundo, ve rastros en los objetos al moverse, como sus manos, rastros de colores, eso fue básicamente lo que me gustó y llamó mi atención, cómo se desconecta del mundo para estar en su experiencia y estar viviendo los efectos que no se conocen en el mundo real.

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Todo quedó ahí hasta que un día estaba yo en el departamento y me llamó por teléfono, había ido a comprar marihuana con su vendedor, y le comentó que tenía unos “papeles”, así que me dijo si quería, que compráramos uno para los dos. Después de pensarlo unos minutos, le dije que sí. En este momento me invadieron pensamientos sobre los peligros de esto, pues todo lo que leí era sobre LSD-25, sintetizado por Hofmann en 1943, no una sustancia creada en cualquier laboratorio clandestino 73 años después. Así que lo que me animó a seguir con el experimento fue que de los 5 conocidos que habían consumido LSD, ninguno se murió, ni tuvo problemas posteriores, aparte de que ya había hecho el gasto (pretexto). Las 4 horas que tardó mi amigo en llegar al departamento se me hicieron eternas, estaba emocionado y nervioso, en ese momento estaba con mi vecino viendo televisión, y me estaba contando sus experiencias, pues es un consumidor de LSD desde hace varios años, amante de los raves, así que con todo lo que me dijo, me animé más. Al llegar mi amigo, cortó el “ajo” en cuatro, ya que por miedo, sólo me animé con un cuarto de papel, otro cuarto mi amigo y la mitad mi vecino. Al poner el pedacito de papel en mi boca, sentí un sabor como a medicina, que según algunas personas, no debería, pues el LSD es insípido, aunque otros dicen que si es amargo es mejor. Una hora luego de la ingesta, se debieron haber sentido los efectos, según las características del LSD, sin embargo, no sentí nada, mi vecino comenzó a decir que seguramente era chafa y no iba a servir, así que comencé a desanimarme. Luego de dos horas, sólo sentí una leve sensación como si hubiera fumado marihuana, pero nada más, ante la frustración, fumamos un porro y vimos una película, luego cenamos y nos dormimos. Tuve el mismo sabor a medicina varias veces algunos días después. Dos meses después, se dio otra oportunidad de probar LSD, así que me arriesgué nuevamente. Esta vez, probé la mitad del papel, a las 11:30 de la noche. Una hora después, no se sentían efectos, por lo que supuse que era la misma estafa, sin embargo, no noté que se me había ido el sueño.

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A las 2:30 am, comencé a sentirme raro, (drogado), y concentrándome viendo alguna cosa, podía ver ciertos efectos visuales. A las 3:30 am no pasaba más, por lo que decidí ingerir otro papel, esta vez completo, así que ya tenía uno y medio, además de unos cuantos “tanques” de marihuana. Comencé a sentir nerviosismo leve. Siendo las 4:30 am ya tenía efectos visuales más notorios, como una especie de aura en los objetos, cierta distorsión en los tamaños de las cosas al concentrarme, hiperactividad y nerviosismo. Noté que aumentaban los efectos en la oscuridad. A las 6:50 am, estaba viendo imágenes psicodélicas, se veían hermosas, salí al balcón, en el cuarto piso del edificio, y veía todo con una claridad impresionante, como cuando una persona limpia sus anteojos, o mejor aún, cuando un miope se pone sus lentes luego de cierto tiempo. Me sentía bien, aunque con un poco de nervios. Más tarde, a las 8:02 de la mañana, se me desvanecían los efectos de la droga. Algo curioso es que mi amigo se durmió a las 4 am, y a mí nunca me dio sueño. Seguía viendo todo muy claro, los colores muy vívidos, y se me quitaba la hiperactividad. Una hora y media después, estaba más sobrio, aunque con ese pequeño estado de drogado, placentero a decir verdad. A las 10:30 de la mañana, camino a la universidad, estaba muy despierto, me sentía bien, fue un buen día. Al mediodía, ya estaba prácticamente normal, aunque con mucha sed y algo cansado por no haber dormido. Estuve así hasta las 7 de la tarde que llegué al departamento, me acosté y me dormí hasta el día siguiente. Entonces fue cuando me interesé más por la sustancia, fue algo muy interesante y placentero. Supe que lo volvería a hacer, seguí leyendo al respecto, y me causó más curiosidad saber que personalidades como Steve Jobs consumieron LSD y fue algo positivo en sus vidas. 13


Recuerdo haber visto esta imagen en mi celular mientras estaba con los mejores efectos del ácido, y se veía hermosa, para nada la veía borrosa como es en realidad, la veía totalmente nítida e incluso podría jurar que se movía. Aproximadamente un mes después, mi amigo en una de sus compras de marihuana, supo con otro vendedor que había una planilla nueva de LSD, un poco más caro pero que aseguraba era de lo mejor que había en la ciudad. Yo me animé, pero mi amigo no, ya que estaba en un momento de depresión o algo así y no quería consumir otras cosas que no fueran marihuana, pero como estaba con otro amigo, me dijo que quería la mitad, así que lo compramos. 14


Mientras mi amigo y yo ingerimos el cartón, mi amigo del departamento sólo fumó marihuana. Eran las 12:04 am cuando me comí medio papel, aproximadamente una hora después, comencé a sentir los efectos, definitivamente estaba mucho mejor que los anteriores, comencé a ver ciertos efectos visuales muy interesantes, como si la profundidad de los objetos fuera mayor, sentía leves mareos, no desagradables y sed. A las 2:29 podría describir mi estado como “perfecto”, podía ver varios colores en los contornos de las cosas y personas, movimientos como en cámara lenta, algo increíble. Para las 4 de la madrugada, estaba en lo mejor del viaje, prácticamente estaba fuera de la realidad, me centré en mi viaje al grado que mi amigo que no consumió al día siguiente me comentó que “me veía muy feliz”, no hacía caso a lo que pasaba a mi alrededor, sólo estaba disfrutando la sensación y viendo imágenes en forma de caleidoscopio. En momentos tenía visualizaciones muy intensas, como distorsión del rostro de mis amigos cuando los veía, lo que me causaba cierto temor, pero supongo que gracias a mi predisposición y ambiente, no caí en un mal viaje, aparte de que sólo fue medio papel, en caso de haber consumido uno completo seguramente hubiera tenido alucinaciones más intensas, quizás no estaba preparado para eso. De pronto tuve ligeros momentos de sinestesia, pero muy leve, aunque si sentía mucho placer. Veía mi celular y el teclado tenía apariencia de derretirse, las teclas se veían en tercera dimensión, las paredes parecían moverse. Cabe aclarar que cada media hora o una hora fumaba algo de marihuana, lo que potenciaba los efectos del LSD. A las 6:37 de la mañana estaban cediendo considerablemente los efectos, tuve un poco de dolor de estómago que me hizo ir al baño, no sé en realidad si fue por la sustancia o por algo que comí en el día. Me sentía cansado pero con esa sensación de placer. Para nada tenía sueño, mi amigo que se comió la otra mitad se durmió a las 5 am aproximadamente, dijo que no sintió tan fuertes los efectos, lo que se me hizo raro. A las 8:27 am tenía una sensación de resaca, seguía sintiéndome 15


drogado pero con una sensación de bienestar que aumentaba y disminuía gradualmente. Pasó el día y alrededor de las 3 de la tarde, en la calle, seguía sintiendo esa sensación de bienestar, un poco acelerado, una visión casi perfecta, los colores muy vívidos, y no se diga la comida, todo me sabía excelente. Esto siguió hasta las 7 de la tarde aproximadamente, me acosté y seguí disfrutando de esa sensación hasta las 10 de la noche que me quedé dormido. Con este viaje cambió mi percepción de la vida, el sentir que podía ver y sentir cosas que sólo habría experimentado mientras sueño es genial. Hasta el momento han sido tres viajes con LSD (supuestamente esta sustancia), con tiempos largos entre cada ingesta, por lo que no desarrollé tolerancia, supongo que por lo mismo mi amigo no sintió lo mismo, pues consume más cotidianamente.

Una de las primeras cosas cuando logré los efectos deseados fue mover mis manos para ver si era real lo que vi en la película que comenté anteriormente, y efectivamente, al mover mis manos ocurría algo como lo de la imagen de arriba.

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Al ver el teclado en mi teléfono, podía verlo como en la siguiente imagen, pero de una forma hermosa, tenía profundidad, como si pudiera meter mis dedos en la pantalla por debajo de las teclas.

MDMA (supuestamente) Haciendo una pausa con los autoensayos con LSD, siguiendo la cronología en la ingesta de sustancias, es por este tiempo que cometí un grave error, debido al alcohol nuevamente y por la presión de los demás. Mi vecino consiguió unas pastillas supuestamente de MDMA, otro amigo las llama “nenas”, no sé en realidad qué eran y dudo que ni siquiera mi vecino quien era el más “experto” en drogas, supiera lo que era en realidad. Algún conocido le mandó tres de estas pastillas, pequeñas, blancas y con una imagen de una manzana mordida grabada en bajo relieve. Tres horas aproximadamente antes de esto, tomamos vino tinto gasificado, una botella entre cuatro personas sólo para pasar un rato, de pronto dice este amigo que le mandaron unas cosas, que lo acompañemos a recogerlas, fuimos y en el camino nos dijo que era un pedazo para cada uno, yo dije que no quería, 17


pero en el camino se me fue subiendo el vinito y ya para cuando llegamos por el “material”, lo partieron a la mitad cada pastilla y se la tomaron, yo tenía curiosidad, pero no me interesaba, sin embargo, me estuvieron presionando para que la tomara hasta que lo hice. Por media hora no sentí ningún efecto. Fuimos por otra botella de vino y nos la tomamos en el techo del edificio, fumando algo de marihuana (otro error). A las dos horas, ya estaba borracho y mareado por los efectos de la marihuana, por lo que dejé de fumar, pero como mis amigos ya estaban muy en “ambiente”, decidieron tomarse lo que quedaba de las pastillas, yo todo pedo lo hice también. Quizás ya estaba con los efectos de esa droga que ni sabía qué era, pero los confundía con el efecto del alcohol. Una hora después ya estaba muy borracho, mareado, ya no la estaba pasando bien, un amigo se fue a dormir pero yo no tenía sueño. Los otros dos, mi vecino y mi compañero, fueron a comprar cervezas, para esto, yo ya no sabía qué estaba pasando, sólo recuerdo que me quedé a esperarlos, por alguna razón no quise ir o no quisieron que fuera. Aquí comencé a tener lagunas, me acosté con la luz apagada y de pronto ya estaba sentado con una cerveza en la mano, viendo a mis dos amigos platicando con música a todo volumen, aproximadamente a las 3 am. Me volví a perder y luego recuerdo que mi cerveza estaba toda tirada en el suelo. Luego de eso, desperté como a las 10 am del otro día, sin recordar cómo fue que me acosté a dormir. Tenía la playera toda manchada y un dolor de cabeza leve. Fue curioso que la cruda no me diera como otras veces cuando me sobrepasaba con alcohol, a pesar de haber consumido otras sustancias en esta ocasión. Cuando todos despertaron me platicaron con gracia lo que había pasado, voltee a mi alrededor y el cuarto era un asco, cuatro botellas de vino vacías y como 12 latas de cervezas, cuando según yo sólo fueron 2 de vino. Me dijeron que me puse mal y comencé a tirar la cerveza porque ya no quería, y que luego me acosté en el suelo porque tenía calor, entonces me acosté encima de la cerveza tirada y que ahí estuve despierto un rato. Nuevamente pensé que gracias al exceso de alcohol comienzo a hacer muchas estupideces. No supe qué era esa pastilla, no supe qué efectos tuve ni nada, 18


afortunadamente no pasó a mayores, pero si es algo de lo que me arrepiento. Luego de esto no he vuelto a consumir ni una pastilla, aun cuando me ofrecieron unas dos o tres veces después, teniendo enfrente de mí distintos tipos de pastillas ya que un “dealer” de mis amigos fue al departamento a llevar las nuevas cosas, entonces me ofrecieron gratis, obviamente mis amigos lo aprovecharon, pero yo ya no le entré. Con esta experiencia corroboro que el alcohol puede ser más peligroso que sustancias como la marihuana o el LSD, pues nunca estando sobrio hubiera probado pastillas. Además, genera una adicción más física que mental, por lo que aunque no me gusta el alcohol, se me antoja cada vez más una michelada, vino o tequila, aunque al poco tiempo ya me esté causando náuseas.

Cocaína Otro error, aunque fue el último, luego de torear las oportunidades de consumir esta droga, finalmente la probé, y lamentablemente, me gustó, por lo que la consumí unas cuatro veces. La primera vez ocurrió mientras estábamos fumando un poco de marihuana mi amigo de la universidad y dos amigos suyos, que llegaron de visita. Uno de ellos sacó un poco de “perico” que había acabado de comprar y les dio un poco a todos, yo no le acepté, y cabe mencionar aquí que ya me habían ofrecido al menos unas 4 veces antes de ese día. Sin embargo, decían que era de buena calidad, y que la habían comprado con un wey que la consigue en no sé dónde, total que me dio curiosidad saber por qué tanta gente la consume y por qué es tan adictiva, así que en la segunda ronda me volvieron a ofrecer, me negué pero me siguieron persuadiendo, hasta que aprovechando que fue gratis, inhalé una línea, yo creí que me iba a lastimar la nariz o algo parecido, pero no fue así, esperé un rato y no sentí nada, pero de pronto como a las 5 minutos empecé a sentirme agitado, un poco nervioso pero de forma agradable, como con mucha energía, sin embargo no sentí el placer que siento con la marihuana o el LSD. Luego de una media hora se empezó a bajar el efecto y no tuve necesidad de probar más. 19


En otra ocasión, mi vecino andaba de visita en el departamento y traía un poco de “fifi”, como él le dice, nos ofreció a mi compañero y a mí, pero no quisimos, nosotros estábamos fumando “mois”, sin embargo, a alguno se le ocurrió la idea de hacer un “empanizado”, que es un porro con un poco de coca, lo hicieron y me animé a probarlo, los efectos fueron raros, pues se mezcló la sensación de la marihuana con un ritmo cardiaco acelerado y aumento en la temperatura corporal, no me disgustó pero no fue muy de mi agrado. Otro suceso interesante, fue en una reunión de varios amigos, estábamos tomando cerveza, yo sólo tomé unos tres vasos. Y comenzaron a sacar la María, esta noche fue muy entretenida, pues estuvieron armando porro tras porro, mientras uno pasaba por cerca de 6 personas, cada una de estas estaba armando uno nuevo, a excepción de mí, pues yo no tenía, ni siquiera sé ponchar. Pero al acabarse el porro, ya se estaba encendiendo uno nuevo. Así pasaron las horas hasta que se fueron yendo algunas personas y sólo quedamos mi compañero, otros dos amigos de él y yo. Los amigos de mi compañero sacaron perico, mi amigo le entró con ellos y yo no quería, pero como ya me había gustado y andaba algo intoxicado, inhalé una línea, aunque creo que no era muy buena ya que no sentí tanto como la vez pasada. Pasaron los minutos y ellos ya llevaban unas 3 líneas cada uno, así que ya eran alrededor de 6 invitaciones más, aunque sólo acepté una segunda línea, como era gratis y viendo que no les pasaba nada malo (hasta ese momento), pues le entré, en esa segunda dosis ya sentí mejores efectos y lo peor, sentí necesidad de consumir más, afortunadamente ya se había terminado lo que traían. Otra vez, siendo la más letal por decirlo así, mi vecino y yo compramos una botella de vino gasificado, la misma bebida corriente que ya mencioné antes y nos la tomamos, como tiene un buen grado de alcohol, con media botella me basta para marearme, pero al acabarse ya estábamos picados, así que fuimos a comprar otra, y en el camino me dijo que tenía “cois” para vender, y como siempre que toma le entra la necesidad de consumirla, me dijo que iba a sacar un poco y me iba a invitar, yo nada más le seguí la corriente pensando que no iba a entrarle.

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Llegamos al departamento y ya estaba mi amigo ahí, pero no quiso tomar, sólo nos acompañó escuchando música. Entonces mi vecino fue por su bolsita de coca y armó unas líneas, al verlas se me fue de la mente la idea que tenía de no aceptarlo y sin pensarlo inhalé una. Supongo que era de mejor calidad que las que había probado antes, pues casi instantáneamente sentí los efectos, me sentía más alegre, con energía y se me empezó a bajar el efecto del alcohol. Pero como a los 15 minutos sentí la necesidad de más y como ahí estaban las líneas, me metí otra. Mi amigo al vernos en la fiesta, le entró a las líneas, aunque no al alcohol. Así pasaron unas dos horas y ya estábamos con la tercera botella de vino, me empecé a medir con la coca pues ya llevaba unas 6 líneas y me sentía con muchas ganas de salir a correr, empecé a sentir una especie de bruxismo y el alcohol ya no me hacía nada. Compramos una cuarta botella, nos la acabamos y como si no hubiera tomado nada. Perdí la cuenta de las líneas que había inhalado pero comencé a medirme entre los tiempos hasta que dije ya no. El tiempo se pasó tan rápido con una plática que duró horas, hasta las 5 de la madrugada aproximadamente, cuando se comenzaron a dormir. Yo me quedé despierto una media hora hasta que logré dormir, pero sólo dormí unas dos o tres horas, pues no tenía sueño. En el transcurso del día tenía muchas ganas de seguir consumiendo coca, al grado que le mandé un mensaje a mi vecino preguntándole si iba a sacar más (como si no le costara), me respondió secamente que no, pues seguro estaba arrepentido de haber consumido tanto de su mercancía para venta. Esto fue bueno para mí pues ya no consumí más. Esta necesidad me duró unos tres días más hasta que se desvaneció por completo. Entonces me dije que no volvería a consumir eso, ya que estaba haciendo lo que me dije que no haría, sabiendo que es muy probable que la cocaína esté rebajada con cualquier porquería, es muy cara y los efectos no son los que me interesan, sin mencionar la diversión claro, además de que el nivel de adicción está muy alto para mí. Han pasado alrededor de 7 meses y no he vuelto a consumirla, aunque lo pienso mucho cuando me ofrecen.

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Más experimentos con LSD Este cuarto experimento fue interesante, ya que la experiencia fue muy cercana a lo que pretendía, sin embargo, al final hubo un problema, algo que creí no experimentar nunca, pero seguramente se debió a que consumí esta vez cuando pasaba por malos momentos. Como dije al principio, no es aconsejable consumir drogas cuando se está pasando por un mal momento, ya sea familiar o laboral, ya que puede tener impacto en los efectos de la sustancia ingerida. La dosis fue medio papel, exactamente en mg no lo sé, pues como todas las veces no se sabe la cantidad que se compra en el mercado negro, por lo que sólo me guío como medida con el famoso “tripi”. Hora de consumo: 9:40 pm A las 10:46 ya sentía esa sensación que ya me era familiar con esta sustancia, una especie de placer y alegría. Fumé un poco de marihuana y los efectos se potenciaron notablemente. Una hora después ya tenía efectos visuales, una sensación que en ese momento califiqué como perfecta. Aquí seguí fumando un poco de marihuana. A las 12:28 am ya estaba totalmente en el viaje, aunque los efectos son muy parecidos a los de pruebas anteriores, siempre hay algo diferente, en este caso, estaba con dos amigos, mi compañero y otro más, quienes también tomaron la droga. Se pusieron a ver una película y cuando voltee a ver la pantalla, fue como si hubiera entrado a un sueño, pues veía los rostros derritiéndose y las voces distorsionadas, lo curioso es que en el caso de los personajes masculinos, las voces eran demasiado graves y lentas y en el caso de los personajes femeninos, las voces estaban muy aceleradas, sonaban como ardillas, y todo el sonido se oía distante. Lo curioso es que si dejaba de ver la película, era como salir del sueño, pues a mis amigos los veía y escuchaba normal, sin mencionar el contorno tipo “aura” en todos los objetos incluyendo las personas, pero fuera de eso, no había distorsión en voces como en la película. 22


Esto fue muy emocionante, lejos de asustarme, me emocionaba pues era lo que buscaba, la distorsión de la realidad clásica de los viajes de LSD. Además de eso, sentí un malestar estomacal leve. Casi dos horas después, a las 2:09 am exactamente, los efectos visuales estaban permanentes, una sensación de perfección que se mantenía, y aumentaba con dosis de marihuana. A mis amigos se les ocurrió salir a comprar algo, así que los acompañé y fue una experiencia divertida, pues yo iba volteando a todos lados viendo los efectos visuales de cada cosa, algunas cosas como el movimiento de los carros parecía más lento, de pronto aumentaban los efectos, pues al llegar a la tienda, me senté y vi a mi amigo, pero al verlo, vi una especie de arcoíris que salía mientras movía su cabeza y ésta se quedó como congelada unos segundos, entonces por uno o dos segundos vi su rostro congelado con una especie de arcoíris a su alrededor. A las 2:59 am seguían los efectos visuales, aunque a mis amigos ya se les había bajado el efecto y se durmieron, a mí me dio algo de sueño pero era imposible dormir, además desaprovecharía las horas que me quedaban con los efectos, así que me senté y comencé a pensar en no recuerdo qué, pero era como adentrarme en mis pensamientos, como si los estuviera viendo enfrente de mí. Siendo las 3:55 am, ya no tenía tan altos los efectos visuales, pero mi imaginación estaba al tope, eran muchos pensamientos desarrollándose y cambiando repetidamente, me dieron ganas de tocar algún instrumento, comencé a recordar muchos eventos de mi vida. A las 5:27 am ya eran casi nulos los efectos visuales, lograba ver efectos si me concentraba en verlos. En este momento sentí como si el tiempo hubiera pasado muy rápido. Me invadió una excitación sexual muy fuerte. 6:30 am, sentía mis sentidos muy sensibles, mi vista era hermosa, los colores muy nítidos, sentí hambre y malestar estomacal nuevamente. A las 7:50 am comencé a sentir sensación de culpa, aquí comenzaron ciertos efectos negativos que probablemente se debieron a que comencé a pensar 23


en algunos problemas por los que pasaba, comencé a sentir nervios e inquietud. A las 9 de la mañana estaba pasando por una depresión severa, y me invadían pensamientos de culpa, nada relacionado con el consumo de drogas, sino con eventos familiares y escolares, al grado de que se me salían las lágrimas. Después de un rato me malhumoré y mis amigos despertaron como si nada hubiera pasado, les conté sobre mi experiencia con las voces en la película pero se mostraron incrédulos. Todo el día estuve con cierta tristeza, hasta las 5:59 pm que me dio mucho sueño y me dormí. Fuera de la mala experiencia al final, podría decir que fue uno de los mejores viajes.

Un mes después aproximadamente, un amigo me dijo que quería comprar un “ajo”, así que me dio un cuartito de papel, esta vez con otro dealer. Lo ingerí a las 12:44 am, a la 1:47 am me sentía un poco elevado, pero me dio sueño y ni con marihuana aumentaban los efectos. A las 2:40 am seguía con mucho sueño, y sin efectos visuales, aunque con pensamientos demasiado fluidos al cerrar los ojos. A las 3:44 am ya me sentía más “puesto”, pero con efectos extraños visuales muy leves, el agua me sabía raro y con ciertos olores me llegaban recuerdos. Me dormí un por breves momentos. Cuando eran las 7 de la mañana estaba con sensación de drogado con cierto mareo y nerviosismo. A las 6:47 de la tarde, sentía un sabor a medicina como con el primer experimento, por lo que seguramente la sustancia ingerida no fue LSD, quizás algo como NBOMe. A las 10:06 de la noche ya no sentía nada, sólo un ligero sabor a medicina. 24


Este fue uno de los peores viajes, no hablando de la experiencia, sino de la sustancia, aunque la dosis fue menor, los efectos no eran ni parecidos a los de mejores experiencias. Aproximadamente un mes después, tuve otra mala experiencia con el material, pues resultó aún peor que el anterior, y fue comprado con el dealer que había vendido los papeles anteriores que salieron buenos. Ingerí un tercio de papel luego de haber tomado alcohol, aunque ya habían pasado algunas horas y no tomé demasiado, por lo que no estaba borracho cuando ingerí el supuesto LSD. En esta ocasión no registré por horas, ya que fue una total basura, únicamente sentí una leve sensación de relajación un poco de dolor de estómago y risa, pero nada de psicodelia. Me sentí raro por casi 20 horas, pero no pasó de eso. Los dos días siguientes estuve sintiendo un sabor a medicina. Dejé pasar dos meses para otro experimento, por si acaso hubiera desarrollado algo de tolerancia, hubiera esperado más, pero en esta ocasión se presentó de la nada, pues mi vecino estaba en el departamento con su amigo, quien era el que le vendía todo tipo de drogas y traía una planilla nueva para probar, así que me regaló la mitad de un papel, me iba a dar uno completo pero me dio algo de pánico ya que era producto nuevo para ellos. Algo curioso aquí fue que mi vecino estaba muy borracho, ya que estaba tomando todo el día, acompañado de cocaína y marihuana, así que ya estaba muy mal cuando lo vi, y aun así, se metió alrededor de 3 papeles. Eran las 8:07 cuando me comí la mitad del papel, me supo algo amargo, por lo que me imaginé que sería bueno, aunque muchos afirman que el LSD no tiene sabor alguno y que podría tratarse de NBOMe, pero este dealer supuestamente efecto juraba que era LSD. Una hora después sentí los efectos muy rápido, fumé algunos pipazos para mejorar los efectos visuales. 25


A las 9:37 pm ya me sentía bien drogado, tenía visuales intensos, sentía como hormigueo o picazón en el cuerpo, ciertos efectos auditivos y mucha sed. A las once de la noche tenía efectos visuales permanentes, todo se veía hermoso, veía la pared y ésta se derretía, volteaba a otro lado y veía ondulaciones, los tamaños de las cosas estaba distorsionados, tenía mucha sed. Para entonces mi vecino ya estaba perdido, estaba sentado y actuaba muy raro, ya estaba muy cruzado seguramente, hablábamos y se perdía en la conversación, hablaba de otras cosas, se quedaba callado, se acostaba, estaba demasiado inquieto. A las 12:28 am ya se estaban bajando los efectos visuales, y tenía una sensación de placer muy peculiar. El amigo de mi vecino se fue y me quedé con mi vecino quien se estaba poniendo peor, iba a cada rato al baño, se acostaba y hablaba solo, quizás eso me distrajo algo de mi viaje que iba muy bien. Luego de tres horas, tenía visuales más leves, que los disfruté más viendo la televisión. Mi vecino seguía muy mal, quejándose y hablando sólo, no me alarmó porque sabía que fue un exceso del supuesto LSD, seguramente estaba pasando por un mal viaje, sólo le daba el avión a lo que decía y como no presentaba signos físicos malos, sólo lo estuve observando. Seguía diciendo incoherencias pero ya un poco más tranquilo. De pronto me dormí y tres horas después ya no tenía nada de efectos visuales, sólo una leve sensación de los efectos de la droga. Mi vecino ya estaba bien dormido. En este caso ya no hubo depresión, pero los efectos deseados duraron mucho menos en comparación con otras veces. Mi vecino despertó con una gran cruda, sin recordar lo que pasó, esto seguramente por la combinación de drogas, ya que generalmente siempre se recuerda una experiencia con LSD.

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Esta fue mi última experiencia con LSD, debido a que terminé mis estudios y ya no he tenido contacto tan cercano con mis amigos drogadictos y no me gustaría gastar dinero en drogas. Sin embargo, aunque la mayoría de las veces consumí drogas gratis, algunas veces me tocó cooperar para comprar mota y la mayoría de las veces para LSD. Han pasado 7 meses desde aquellas experiencias y presenté un ligero síndrome de abstinencia con respecto a la marihuana, ya que constantemente siendo necesidad de fumar, aunque no es una necesidad como con el alcohol, sino más por querer sentir efectos de relajación, así que se me pasa rápido. Para el LSD no he tenido ninguna necesidad, por lo que confirmo que no genera dependencia o adicción, aunque sí quisiera experimentar nuevamente, pero mientras no se dé el tiempo y el ambiente adecuado no lo haré. Algo interesante sería experimentar un viaje con LSD puro, es decir, la sustancia original sintetizada en los laboratorios Sandoz, pero eso sería para mí algo imposible, así que no queda más que arriesgarse con las sustancias que se venden localmente. Algunas personas catalogan estas sustancias clandestinas como LSA, aunque según tengo entendido, esta sustancia se encuentra en semillas, por lo que no se vende en papel secante, pero vuelvo a decirlo, no soy experto, quizás ya existe una forma de extraer el LSA de forma líquida e impregnarlo en papel, eso o que estén estafando a la gente. Entre algunas búsquedas, encontré que se tienen catalogados cinco niveles de experiencia psicodélica, estos son, tomados de Wikipedia: Nivel 1 Este nivel produce un efecto de alguna potenciación visual (colores más brillantes) y sonidos musicales más "anchos" o más punzantes a los oídos. Este nivel puede alcanzarse por medio de una dosis normal o baja de marihuana o una dosis muy pequeña de una droga como la psilocibina.

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Nivel 2 Colores brillantes, visualizaciones (objetos que parecen moverse o respirar), formas geométricas que se hacen visibles cuando se cierran los ojos. Aparente aumento del campo visual. Pensamientos confusos, cíclicos o de reminiscencia. Cambios en la memoria a corto plazo, pensamientos que distraen continuamente. La necesidad de ver "normal" la realidad se hace menor, la urgencia por irse más allá de lo usual se hace mayor. Este nivel se puede alcanzar con una dosis pequeña de psilocibina o LSD, también puede ser alcanzado consumiendo una dosis potente de marihuana.

Nivel 3 Efectos visuales muy obvios, todo se comienza a ver curvado y patrones caleidoscópicos o fractales se pueden ver en las paredes, paisajes, caras, etc. Alucinaciones con los ojos cerrados que se hacen tridimensionales. Existe cierta confusión de los sentidos o sinestesia. Distorsiones del tiempo y "momentos de eternidad". El movimiento corporal a veces se vuelve demasiado dificultoso o necesita demasiado esfuerzo. Una dosis normal de psilocibina o una normal tirando a baja de LSD produce este efecto. También puede alcanzarse este estado con una dosis normal de cactus de San Pedro o peyote. Nivel 4 Efectos visuales fuertes como objetos que se transforman en otros objetos. El ego se disuelve o se divide: los objetos comienzan a hablar, se sienten cosas contradictorias simultáneamente. La pérdida de uno mismo puede traer un cambio en la percepción de la realidad, acompañada a veces por una impresión de lucidez pronunciada. El tiempo se distorsiona y los participantes pueden percibir una actividad que apenas dura unos minutos como si hubiera durado horas. Experiencia de "salir del cuerpo" y percepción extrasensorial. Este estado se logra con una dosis alta de cactus de San Pedro así como una dosis normal o alta de LSD.

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Nivel 5 Pérdida total de la conexión visual con la realidad. Los sentidos cesan de funcionar en la forma normal. Pérdida total del ego. Sensación de mezclarse con el espacio u otros objetos del universo. Sensación de alcanzar el comienzo o el fin del espacio y el tiempo. La pérdida de la realidad se hace tan extrema que se escapa a la explicación. Estados parecidos al sueño o a una película. La gente dice haberse sentido en algún otro lugar que el que ocupaban. Lo único que sigue funcionando a un nivel reconocible es la voz de la mente del pensamiento. Mucho de este nivel se desconoce todavía debido a que la gente que lo alcanza afirma que la experiencia es inexplicable o incomunicable. Este nivel puede alcanzarse con dosis altas de LSD o ketamina o muy altas de psilocibina o con muy altos niveles de salvia divinorum, o altísimos niveles de cactus peyote o san pedro. El DMT, se dice, lleva a gente al nivel 5 con una dosis fumada, lo que la hace una de las drogas psicodélicas más poderosas. Basado en mis experiencias, podría decir que he llegado al nivel 3, pero llegar al nivel 5 sería algo demasiado interesante y me llama mucho la atención, quizás intente llegar a tal efecto alguna vez.

Con todo esto puedo probar que sabiendo controlarse el consumo de ciertas drogas no conlleva a una adicción, además de tener en claro por qué se están consumiendo. Algunas veces llegué pacheco o con los efectos del LSD a la universidad, pero en días que no eran muy importantes, sin embargo sí me desconcentró, por lo que siempre traté de no consumir cuando tenía cosas importantes qué hacer. Lo contrario a muchos de mis amigos, quienes no lograron terminar sus estudios o se adentraron más en adicciones por estar consumiendo otras porquerías como cocaína, crack, anfetaminas, etc. Por fortuna no me tocó ver que alguien se inyectara algo, pero yo no lo haría jamás.

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Recientemente me encontré un libro en Internet titulado LSD: Cómo descubrí el ácido y qué pasó después en el mundo, escrito por el mismo Albert Hofmann, lo leí y vi las similitudes de los autoensayos con los míos, lo que me llamó mucho la atención, aunque obviamente Hofmann era un profesional y llevó a cabo experimentos profesionales, con LSD auténtico. Respecto a los efectos negativos con el paso del tiempo, no he presentado ni pérdida de la memoria, ni desmotivación ni nada parecido, contrario a eso, veo la vida de otra forma, pensando en la maravilla que es el cerebro humano, los límites que aún no se conocen respecto al sistema nervioso y el cerebro en sí.

Flashbacks Algo que me ha llamado la atención durante todo este tiempo son los llamados flashbacks, que los definen como la sensación de presentar los efectos del LSD, ya sea días o años después de haber consumido por última vez. Aunque en parte es mentira, como el afirmar que una parte de LSD se queda en la columna o médula y se activa tiempo después, podría ser real, pero llamado de otro modo, específicamente Trastorno Perceptivo Persistente por Alucinógenos. Este TPPA si es considerado como real, pues es un trastorno que existe entre los psiquiatras, y que podría considerarse como flashback. En mi caso, luego de casi siete meses de la última experiencia con ácido, en ocasiones cuando estoy sentado o acostado sin hacer algo productivo, volteo a ver algo y veo ciertos efectos visuales, demasiado leves, pero que llaman la atención. En ocasiones, algunas letras las veo como el 3D, es decir, como si estuvieran dobles, es entonces que si me concentro viendo algo, puede ver como si se moviera o si tuviera colores a su alrededor. Esto sucede únicamente si me concentro en ello, quizás sea mera sugestión o puede ser causa de este trastorno. No me desagrada y es algo muy interesante, especialmente porque luego de tantos años de haber conocido el mundo al LSD, aún no hay estudios certeros sobre sus efectos a corto y largo plazo.

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En base a esto, podría decir que sí existen los flashbacks, pero siendo su nombre más adecuado TPPA. Claro que son meras suposiciones pues no soy psicólogo, ni químico ni psiquiatra. Además, algo que influye aquí, como he mencionado en todo el documento, es que no sé exactamente la calidad de las sustancias ingeridas, sería normal que lo que se vende en las calles como LSD puede ser una mezcla muy diferente de sustancias que asemejen los efectos, pero que por lógica las reacciones del cuerpo sean diferentes a las obtenidas con LSD puro. Últimamente me he interesado por los hongos alucinógenos, pues aquí en México es donde se han consumido desde hace cientos de años, y por lo que he leído en el libro de Albert Hofmann, podría ser una experiencia bastante interesante. Espero poder escribir nuevamente en unos diez años sobre futuras experiencias, y los efectos que haya notado a largo plazo referente a lo consumido. Mientras tanto, insisto a quienes hayan leído todo, no consuman drogas, quizás yo corrí con suerte y no me tocó alguna cochinada mal preparada o que me haya clavado con alguna sustancia, aunque tuve todavía más precaución luego de estar rodeado de tantos drogadictos, no hablando específicamente de mis amigos, sino de amigos de amigos que en ocasiones me tocó visitas, personas que no fumaban marihuana, sino crack, una porquería que ponen en una lata de aluminio con cenizas de cigarro y lo fuman, nunca probé eso ni me interesa. Al acompañar a mis amigos con sus dealers, en ocasiones habían personas que ya estaban muy mal por sus adicciones, había quienes llevaban drogados varios días, era deprimente ese ambiente. Dos o tres veces me enteré que algún conocido ya estaba en el “anexo”, algún centro de rehabilitación para drogadictos. Por fortuna mis experiencias en su gran mayoría fueron con fines distintos a los de cualquier drogadicto, prácticamente no me considero drogadicto, ya que de ser así, luego de leer el libro del doctor Hofmann, se podría decir que era un drogadicto, cosa que no es así. Hasta la fecha nadie de mi familia sabe que alguna vez consumí drogas, tengo un trabajo estable y hago mi vida con normalidad. 15 de agosto de 2017, 09:24 pm

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