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I AGREE
UN SINGULAR Y GUSTOSO RESTAURANTE QUE DESTACA POR SU COMPROMISO CON LA PRODUCCIÓN ECOLÓGICA Y LA INTEGRIDAD DE LOS ALIMENTOS QUE OFRECE. EN LAS EXTENSAS TIERRAS DE SU FINCA, ESTA ENTIDAD HOSTELERA Y GASTRONÓMICA CULTIVA UNA AMPLIA VARIEDAD DE PRODUCTOS, EN PROPIA HUERTA, ABRAZANDO UN ENFOQUE QUE LOS DISTINGUE DE MANERA NOTORIA. LAS AGUAS DEL RÍO QUE ATRAVIESA LA HUERTA ABULENSE RIEGAN CON CARIÑO SUS CODICIADOS TOMATES, ACELGAS, PUERROS, CALABACINES, PIPARRAS, RÚCULA, ALBAHACA, KALE Y UNA ABUNDANCIA DE OTRAS VERDURAS ECOLÓGICAS QUE SE CARACTERIZAN POR UN SABOR EXCEPCIONAL, GRACIAS A LA SELECCIÓN DE SEMILLAS ANCESTRALES.
En Roostiq, la crianza de animales se lleva a cabo con un profundo respeto por la naturaleza. Sus pollos, que disfrutan de libertad en las praderas de su dehesa, se alimentan exclusivamente de pasto, y esta forma única de crianza se convierte en el ingrediente secreto detrás de la alta calidad que caracteriza a sus productos avícolas. En ese mismo entorno, sus cerdos se nutren con una dieta rica en bellotas y pastos, lo que da lugar a los afamados entrantes ibéricos que han adquirido la categoría de imprescindibles en la experiencia culinaria de sus restaurantes que se enorgullecen de ofrecer productos cien por cien propios, libres de químicos de síntesis y producidos sin causar daño a los animales, respetando así su compromiso con la ecología y el auténtico placer gastronómico.
El respeto por la naturaleza va de la mano del sabor de sus alimentos. Bajo el pensamiento y el lema “de la granja a la mesa’” el comensal come muy bien, con conciencia de que está disfrutando de alimentos saludables en un ambiente exclusivo de gran calidad. Una corriente de la que este restaurante es, desde sus inicios, uno de sus máximos exponentes, con un interiorismo sumamente cuidado. Con su horno de leña napolitano -construido a medida por una familia de artesanos italianos-, la parrilla de carbón y la calidad de sus ingredientes, su filosofía nacida en la naturaleza llegó a la meca madrileña y de ahí, en plena expansión, ya está en Marbella junto a grandes marcas de lujo.
El sutil aroma de las brasas acaricia cada uno de sus platos antes de llegar a la mesa. El producto tiene un tratamiento mínimo, rozando apenas el fuego para no perjudicar sus sabores naturales y lograr texturas excepcionales. Prueba de su magia, sus acelgas cocinadas a la llama, las alcachofas confitadas en el horno de leña, los sabrosos puerros, y piezas más llamativas como el chuletón, el entrecot de vaca de la afamada firma donostiarra Guikar, el solomillo a la leña o el demandando pollo ecológico de la casa, que conviven en carta con sus afamadas alitas Roostiq.
La innovación tiene su lugar. Una de sus apuestas más notables es la combinación de los torreznos con champán, una propuesta que ha conquistado a los comensales gracias a la alta calidad de los torreznos, que se presentan con una piel crujiente, un interior jugoso y un retrogusto ahumado, todo cortado en finas lascas.
De ese horno de leña napolitano los alimentos emergen sin perder su hidratación natural y con un acabado único. Las famosas pizzas de masa de fermentación en frío durante setenta y dos horas son especialmente destacables, con la de guanciale y cebolleta o la de la casa, con jamón de bellota de sus propios cerdos, burrata fresca y trufa de verano entre las más solicitadas. Para coronarse, ofrece una amplia selección de champagne y borgoñas, considerada una de las mejores del país, junto con más de quinientas referencias de su carta de vinos.