Reconocer el peligro: Es decir, darse cuenta que los objetos pesados, fluidos, en movimiento, calientes, las sustancias químicas, etc., involucran un peligro. Decidir correctamente: es decir, saber cuando hay que alejar las manos, usar guantes protectores, pedir ayuda, desconectar o bloquear equipos, usar tarjetas candados de seguridad, usar equipos para levantar o transportar, etc. Actuar a tiempo: es decir, lo que usted sabe que es lo correcto.
¡Recuerde que nada puede reemplazar lo que nuestras manos hacen cada día!
¿SE HA PUESTO A PENSAR EN QUE USTED, TIENE UN TESORO ESCONDIDO? ¡Sí! ¿Sabe usted de qué tesoro estamos hablando? ...de su “Columna Vertebral”. Entre las estructuras óseas que conforman nuestro esqueleto, existe un conjunto de ellas que son claves en nuestra vida cotidiana, éstas son las que conforman nuestra Columna Vertebral, nuestro tesoro escondido. Piense, por un instante, todo lo que su columna hace y soporta durante un solo día, desde que se levanta, hasta que se acuesta, incluso mientras duerme. Imagine... Cargar con el peso de su cuerpo. Soportar todo tipo de movimientos. Resistir infinidad de cargas pesadas. Y algunas veces, sufrir traumatismos por caídas y golpes... Pero la verdad es que la mayor parte del tiempo no valoramos su importancia, sino sólo hasta que ella nos reclama, avisándonos que tiene problemas... Recuerde que esta sorprendente estructura trabaja para usted sin descanso, día y noche, todos los días del año, y todos los años de su vida y que prácticamente todo lo que usted hace le afecta positiva o negativamente.
A PARTIR DE AHORA, LO INVITAMOS A DESCUBRIRLA Y A CUIDARLA
CLAVE PARA PREVENIR RIESGOS DE ACCIDENTES EN EL TRABAJO
¿SE HA DETENIDO USTED ALGUNA VEZ A PENSAREN EL CAPITAL QUE TIENE...? ¡APOSTARÍA QUE SÍ! Y también apostaría a que usted no está satisfecho con lo que tiene. Si es así, lo felicito; esto es bueno, porque le impulsa a la superación. No me cabe la menor duda que a usted le gustaría tener muchas cosas y que ha hecho planes para lograrlas. Algunas ya las habrá logrado y trabaja para obtener otras. Pero quiero invitarlo a que piense en otros “tesoros” que usted tiene. ¿Ha pensado por ejemplo en el valor que tienen sus ojos? Si, ya sé que usted sabe que son importantes, pero...¿Cuán importantes son realmente? ¿Los vendería por ejemplo en 50 mil dólares? Antes de contestar, le ruego que haga la siguiente prueba: “Cierre sus ojos por sólo 30 segundos y piense que nunca más volverá a poder abrirlos. Por favor, insisto ¡haga la prueba! es importante para usted: ciere los ojos y piense...piense que ha tenido un accidente y que nunca más volverá a poder abrirlos”. Bien, ahora que ya ha hecho esta prueba, estoy seguro que su respuesta es ¡¡NO!!
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Usted no vendería sus ojos ni en cincuenta, cien, ni en un millón de dólares. Pero si quiere estar más seguro todavía, piense en las cosas maravillosas que usted puede ver cada día:...la sonrisa de un hijo...un paisaje maravilloso...una puesta de sol...una planta. ¡Hasta el peor día nublado le parecerá hermosos ante la posibilidad de una oscuridad total...y permanente! Pero este tesoro que son los ojos, como todos los tesoros, se puede perder. Y lo peor de todo, es que hay muchas personas que se exponen a ello. ¿Absurdo?...¡Claro que sí! pero es, lamentable, la realidad. Comience usted a ver en su empresa cuántos compañeros suyos eluden usar los lentes protectores cuando esmerilan, o cuando pican la escoria de soldadura, o cuando se trabaja en el torno y se proyectan partículas hacia la cara. Sí, ya sé: usar protectores no es cómodo, sobretodo cuando no se tiene la costumbre de hacerlo. A veces, tampoco es cómodo ir al pañol a buscarlos. Pero, ¡qué importancia tiene eso frente a la posibilidad de perder la vista! A menudo escucho una respuesta que asusta: “a mi nunca me ha pasado nada; nunca he tenido un accidente”. Si es así, dé gracias a Dios o a lo que crea, pero ¡Cuidado! La vista se pierde sólo una vez y muchos que pensaban así ya la han perdido. Sí, lamentablemente son miles las personas que han perdido la vista. Pero usted también tiene otros tesoros que debe cuidar: sus manos, sus pies, sus oídos...cada parte de su cuerpo es importante. ¿Ha pensado en lo que puede ser el silencio total por el resto de su vida? ¿O simplemente que no se puede comunicar con los demás porque no escucha?... Piense por un instante, en que usted está en una reunión social, o viendo televisión, o que está con su hijo pequeño o con su nieto...y que no escucha.
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¿CUÁNTAS VECES HA ESTADO A PUNTO DE TENER UN ACCIDENTE GRAVE? ¡Haga memoria y piense en lo que ello habría significado! Seguramente habrá tenido también algunos accidentes leves. Si es así, alégrese que no hayan sido más graves, pero recuerde que pueden ocurrirle y recuerde también que USTED puede evitarlos. Use sus equipos de protección personal, ellos se identifican con su trabajo. ¿No ha visto, por ejemplo como los pilotos, los astronautas, los buzos y los deportistas usan los equipos adecuados para su trabajo? ¿Por qué usted no habría de usarlos? Volviendo a la pregunta inicial, estoy de acuerdo con usted en que quiera tener muchas cosas materiales, pero también debe cuidar el capital que tiene: su Salud, porque:
¿QUÉ IMPORTANCIA TIENE EL DISPONER DE RIQUEZAS SI NO SE PUEDE DISFRUTAR? Para terminar esta conversación con usted, quiero repetirle un mensaje de un trabajador como usted que dijo:
“ Me quejé de que no tenía zapatos, hasta cuando en la calle ví a un hombre que no tenía pies “. Medite este mensaje, coméntelo con sus compañeros de trabajo, use sus equipos de protección personal y ayude a los programas de seguridad en su empresa:
¡La Seguridad en el Trabajo comienza con USTED! Porque independiente de todo lo que haga su empresa, al final, en la mayoría de los casos, su seguridad está en sus propias manos.
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¿CÓMO PUEDE UN TRABAJADOR AYUDAR A LA SEGURIDAD EN SU EMPRESA? He aquí lo que puede hacer. Siga estas normas y verá como mejora la Seguridad en su empresa...y la suya: 1. Mantenga limpia y ordenada su área de trabajo, como también las herramien tas y elementos que estén bajo su cuidado. 2. Mantenga su equipo de protección personal en buenas condiciones; cuídelo y ¡ÚSELO! Es para su seguridad. 3. Use las herramientas adecuadas para cada trabajo en particular; de esta mane ra las herramientas duran más, el trabajo es mejor y se evitan accidentes. 4. Aplique las Normas de Seguridad. Cuando no existan, use su buen juicio para evitar accidentes que puedan afectarle a usted mismo, a sus compañeros o a la empresa. 5. Cuando tenga dudas sobre la forma correcta de ejecutar una tarea, consulte a su Supervisor o a alguien que tenga conocimiento, experiencia o dominio en dicho trabajo. 6. Si encuentra una forma mejor que la habitual para hacer algún trabajo, analíce la con su Supervisor. Así ayudará a mejorar los procedimientos de trabajo. 7. Informe inmediatamente a su Supervisor sobre cualquier accidente que presen cie, ya sea que haya provocado lesiones o daños materiales. 8. Informe también a su Supervisor cualquier condición o acto que pueda causar lesiones a sus compañeros o daños a los equipos. 9. Participe en cualquier programa de entrenamiento o curso que le sea posible. Le ayudará a ser un mejor trabajador. 10. Apoye con entusiasmo cualquier iniciativa que ayude a mejorar la seguridad en su empresa.
SEA USTED UN BUEN MODELO... SIRVA DE EJEMPLO A SUS DEMÁS COMPAÑEROS
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MÉTODO PARA PREVENIR ACCIDENTES
Recuerde, que para evitar accidentes usted debe: RECONOCER LOS PELIGROS: Significa estar alerta para identificar cada peligro relacionado con lo que se está haciendo. DECIDIR CORRECTAMENTE QUÉ HACER: Significa que habiendo reconocido el peligro y utilizando el conocimiento y experiencia, escoja la mejor alternativa para evitar un accidente. ACTUAR A TIEMPO: Significa que debe poner en acción la decisión escogida.
¡SUS MANOS SON REALMENTE UN TESORO! ¿Se ha detenido a pensar en el verdadero tesoro que ahora tiene usted en sus manos?. Si... he dicho bien... “el tesoro que ahora tiene usted en sus manos”. Si usted las mira, podrá pensar... ‘’¿de qué tesoro me habla, si no tengo en ellas ni dinero, ni joyas, ni oro, nada?”, ¿Está seguro que no tiene nada? Pues bien, lea con atención lo siguiente: “¡Sus propias manos son un Tesoro!”. Una verdadera maravilla de la creación. En realidad, podríamos describir la mano como una herramienta perfecta. Ni la ciencia ni la tecnología han sido capaces de imitarla. Gracias a ellas podemos hacer las cosas simples de la vida diaria, como atar los cordones de los zapatos, tomar la taza de café, sostener el diario, girar una llave. Y una vez en el trabajo, no importa lo que se vaya a hacer, tenemos que depender de ellas. Pueden estirar, retorcer, doblar, palpar, tocar, gesticular, es decir, también pueden “hablar “. Cumplen por lo tanto, un sinnúmero de funciones, algunas de ellas, aparentemente muy simples, como abotonar una camisa. Pero esto no es así, cuando esta herramienta está incompleta o no está en buenas condiciones. Para comprobarlo, le pido que haga la siguiente prueba: Junte el dedo índice y el pulgar de su mano derecha. Ahora, trate de desabotonar un botón de su camisa, o blusa. ¿Difícil, verdad?... ¿o imposible?
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Todos los días esta prodigiosa herramienta ayuda a ganarse la vida a millones de personas en el mundo y son también claves en la relación humana en todos los ámbitos de nuestra vida (social, religiosa, deportiva, artística, afectiva, laboral, etc.) Estrechar manos es dar la bienvenida a alguien, es sellar un acuerdo, es desear éxito. Pedir una mano, es pedir ayuda… al amigo, al compañero de trabajo. Ahora, déjeme hacerle una pregunta personal y directa. Medite su respuesta, antes de contestar:
¿Ha pensado en lo que sucedería si usted sufriera un accidente que afectará la funcionalidad de sus manos?
Imagínese que sería de su vida sin poder hacer todo lo que puede hacer con sus manos. Siquiera, imagine sólo un día sin poder emplearlas. Y en un caso extremo, ¿ha pensado en lo que puede ser la dependencia total por el resto de su vida? Nuestras manos son un tesoro de valor incalculable del que sólo nos damos cuenta cuando, por una u otra razón, las perdemos o sufrimos una lesión que nos imposibilita trabajar normalmente y que nos impide realizar las tareas más elementales de la vida diaria. Pasamos a ser dependientes! ¡Cómo cambiaría su vida y la de su familia! ¡Cuántas cosas dejará de hacer, de sentir! Si... sí... pero también piense que USTED puede evitar esos accidentes: ¡Cuide sus manos! y ante cualquier lesión, por pequeña que sea, solicite atención de primeros auxilios. Las manos son necesarias e importantes. Merecen que se las cuide y proteja, pues ellas como mecanismo obediente harán todo pero solamente lo que desde el cerebro se les ordene que hagan. Podríamos decir que las manos comienzan en el cerebro y que la relación que se establece entre ambos constituye un todo formidable. Parece tan simple, pero es a la vez tan complejo. Sin embargo, con frecuencia nos olvidamos de lo vulnerable que son y las ponemos en peligro, sin prestar atención a cómo las usamos.
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El Tesoro que tiene en sus manos, como todos los tesoros se pueden perder. Y lo que es peor, muchas personas se exponen a ello haciendo que cada año sean miles de manos y dedos los que se lesionen y muchos se pierdan por accidentes sufridos en el trabajo. Comience a recordar cuántos compañeros suyos cometen actos incorrectos exponiendo sus manos de modo increíble. ¿Por qué lo hacen? Las respuestas nos dejan sor-pren-di-dos; muchos dicen: “a mi nunca me ha pasado nada”, “soy rápido y siempre tengo cuidado”, “nunca he tenido un accidente”. Muchos trabajadores que opinaban como ellos se han lesionado o perdido sus dedos o manos, porque creían que eso no les podía ocurrir a ellos. La vida siempre será mejor con ellas. Las manos mutiladas algunas veces pueden ser reparadas y reconstruidas, pero nunca serán como las originales. ¡No hay nada como la mano humana en su estado original, sana y perfecta! Porque, independientemente de todo lo que haga su empresa, al final, en la mayoría de los casos, su seguridad está en sus manos.
¿COMO PUEDE UN TRABAJADOR CUIDAR Y PROTEGER SUS MANOS? Para cuidar y proteger sus manos, es necesario que tenga presente tres recomendaciones: • Mantenga las manos limpias, libres de grasa, aceites u otras sustancias propias de su trabajo. Lávelas usando un jabón adecuado, evitando el uso de bencina, parafina, detergentes u otros similares, porque dañan la piel. • Use la protección personal adecuado, cuando corresponda. Pero aquí debe tener presente dos cosas: no siempre la solución está en usar guantes, hay muchas tareas en que se requiere sensibilidad de las manos y la precisión y fineza de sus movimientos. Y por otra parte, ¡Ningún guante sirve para todo tipo de trabajo! • La tercera recomendación para disminuir las lesiones a las manos y la más im importante, consiste en aplicar el MÉTODO PARA PREVENIR ACCIDENTES. Consta de tres pasos, que deben estar en la mente de cada trabajador:
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Todos los días esta prodigiosa herramienta ayuda a ganarse la vida a millones de personas en el mundo y son también claves en la relación humana en todos los ámbitos de nuestra vida (social, religiosa, deportiva, artística, afectiva, laboral, etc.) Estrechar manos es dar la bienvenida a alguien, es sellar un acuerdo, es desear éxito. Pedir una mano, es pedir ayuda… al amigo, al compañero de trabajo. Ahora, déjeme hacerle una pregunta personal y directa. Medite su respuesta, antes de contestar:
¿Ha pensado en lo que sucedería si usted sufriera un accidente que afectará la funcionalidad de sus manos?
Imagínese que sería de su vida sin poder hacer todo lo que puede hacer con sus manos. Siquiera, imagine sólo un día sin poder emplearlas. Y en un caso extremo, ¿ha pensado en lo que puede ser la dependencia total por el resto de su vida? Nuestras manos son un tesoro de valor incalculable del que sólo nos damos cuenta cuando, por una u otra razón, las perdemos o sufrimos una lesión que nos imposibilita trabajar normalmente y que nos impide realizar las tareas más elementales de la vida diaria. Pasamos a ser dependientes! ¡Cómo cambiaría su vida y la de su familia! ¡Cuántas cosas dejará de hacer, de sentir! Si... sí... pero también piense que USTED puede evitar esos accidentes: ¡Cuide sus manos! y ante cualquier lesión, por pequeña que sea, solicite atención de primeros auxilios. Las manos son necesarias e importantes. Merecen que se las cuide y proteja, pues ellas como mecanismo obediente harán todo pero solamente lo que desde el cerebro se les ordene que hagan. Podríamos decir que las manos comienzan en el cerebro y que la relación que se establece entre ambos constituye un todo formidable. Parece tan simple, pero es a la vez tan complejo. Sin embargo, con frecuencia nos olvidamos de lo vulnerable que son y las ponemos en peligro, sin prestar atención a cómo las usamos.
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El Tesoro que tiene en sus manos, como todos los tesoros se pueden perder. Y lo que es peor, muchas personas se exponen a ello haciendo que cada año sean miles de manos y dedos los que se lesionen y muchos se pierdan por accidentes sufridos en el trabajo. Comience a recordar cuántos compañeros suyos cometen actos incorrectos exponiendo sus manos de modo increíble. ¿Por qué lo hacen? Las respuestas nos dejan sor-pren-di-dos; muchos dicen: “a mi nunca me ha pasado nada”, “soy rápido y siempre tengo cuidado”, “nunca he tenido un accidente”. Muchos trabajadores que opinaban como ellos se han lesionado o perdido sus dedos o manos, porque creían que eso no les podía ocurrir a ellos. La vida siempre será mejor con ellas. Las manos mutiladas algunas veces pueden ser reparadas y reconstruidas, pero nunca serán como las originales. ¡No hay nada como la mano humana en su estado original, sana y perfecta! Porque, independientemente de todo lo que haga su empresa, al final, en la mayoría de los casos, su seguridad está en sus manos.
¿COMO PUEDE UN TRABAJADOR CUIDAR Y PROTEGER SUS MANOS? Para cuidar y proteger sus manos, es necesario que tenga presente tres recomendaciones: • Mantenga las manos limpias, libres de grasa, aceites u otras sustancias propias de su trabajo. Lávelas usando un jabón adecuado, evitando el uso de bencina, parafina, detergentes u otros similares, porque dañan la piel. • Use la protección personal adecuado, cuando corresponda. Pero aquí debe tener presente dos cosas: no siempre la solución está en usar guantes, hay muchas tareas en que se requiere sensibilidad de las manos y la precisión y fineza de sus movimientos. Y por otra parte, ¡Ningún guante sirve para todo tipo de trabajo! • La tercera recomendación para disminuir las lesiones a las manos y la más im importante, consiste en aplicar el MÉTODO PARA PREVENIR ACCIDENTES. Consta de tres pasos, que deben estar en la mente de cada trabajador:
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¿CÓMO PUEDE UN TRABAJADOR AYUDAR A LA SEGURIDAD EN SU EMPRESA? He aquí lo que puede hacer. Siga estas normas y verá como mejora la Seguridad en su empresa...y la suya: 1. Mantenga limpia y ordenada su área de trabajo, como también las herramien tas y elementos que estén bajo su cuidado. 2. Mantenga su equipo de protección personal en buenas condiciones; cuídelo y ¡ÚSELO! Es para su seguridad. 3. Use las herramientas adecuadas para cada trabajo en particular; de esta mane ra las herramientas duran más, el trabajo es mejor y se evitan accidentes. 4. Aplique las Normas de Seguridad. Cuando no existan, use su buen juicio para evitar accidentes que puedan afectarle a usted mismo, a sus compañeros o a la empresa. 5. Cuando tenga dudas sobre la forma correcta de ejecutar una tarea, consulte a su Supervisor o a alguien que tenga conocimiento, experiencia o dominio en dicho trabajo. 6. Si encuentra una forma mejor que la habitual para hacer algún trabajo, analíce la con su Supervisor. Así ayudará a mejorar los procedimientos de trabajo. 7. Informe inmediatamente a su Supervisor sobre cualquier accidente que presen cie, ya sea que haya provocado lesiones o daños materiales. 8. Informe también a su Supervisor cualquier condición o acto que pueda causar lesiones a sus compañeros o daños a los equipos. 9. Participe en cualquier programa de entrenamiento o curso que le sea posible. Le ayudará a ser un mejor trabajador. 10. Apoye con entusiasmo cualquier iniciativa que ayude a mejorar la seguridad en su empresa.
SEA USTED UN BUEN MODELO... SIRVA DE EJEMPLO A SUS DEMÁS COMPAÑEROS
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MÉTODO PARA PREVENIR ACCIDENTES
Recuerde, que para evitar accidentes usted debe: RECONOCER LOS PELIGROS: Significa estar alerta para identificar cada peligro relacionado con lo que se está haciendo. DECIDIR CORRECTAMENTE QUÉ HACER: Significa que habiendo reconocido el peligro y utilizando el conocimiento y experiencia, escoja la mejor alternativa para evitar un accidente. ACTUAR A TIEMPO: Significa que debe poner en acción la decisión escogida.
¡SUS MANOS SON REALMENTE UN TESORO! ¿Se ha detenido a pensar en el verdadero tesoro que ahora tiene usted en sus manos?. Si... he dicho bien... “el tesoro que ahora tiene usted en sus manos”. Si usted las mira, podrá pensar... ‘’¿de qué tesoro me habla, si no tengo en ellas ni dinero, ni joyas, ni oro, nada?”, ¿Está seguro que no tiene nada? Pues bien, lea con atención lo siguiente: “¡Sus propias manos son un Tesoro!”. Una verdadera maravilla de la creación. En realidad, podríamos describir la mano como una herramienta perfecta. Ni la ciencia ni la tecnología han sido capaces de imitarla. Gracias a ellas podemos hacer las cosas simples de la vida diaria, como atar los cordones de los zapatos, tomar la taza de café, sostener el diario, girar una llave. Y una vez en el trabajo, no importa lo que se vaya a hacer, tenemos que depender de ellas. Pueden estirar, retorcer, doblar, palpar, tocar, gesticular, es decir, también pueden “hablar “. Cumplen por lo tanto, un sinnúmero de funciones, algunas de ellas, aparentemente muy simples, como abotonar una camisa. Pero esto no es así, cuando esta herramienta está incompleta o no está en buenas condiciones. Para comprobarlo, le pido que haga la siguiente prueba: Junte el dedo índice y el pulgar de su mano derecha. Ahora, trate de desabotonar un botón de su camisa, o blusa. ¿Difícil, verdad?... ¿o imposible?
A U T O C U I D A D O :
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Usted no vendería sus ojos ni en cincuenta, cien, ni en un millón de dólares. Pero si quiere estar más seguro todavía, piense en las cosas maravillosas que usted puede ver cada día:...la sonrisa de un hijo...un paisaje maravilloso...una puesta de sol...una planta. ¡Hasta el peor día nublado le parecerá hermosos ante la posibilidad de una oscuridad total...y permanente! Pero este tesoro que son los ojos, como todos los tesoros, se puede perder. Y lo peor de todo, es que hay muchas personas que se exponen a ello. ¿Absurdo?...¡Claro que sí! pero es, lamentable, la realidad. Comience usted a ver en su empresa cuántos compañeros suyos eluden usar los lentes protectores cuando esmerilan, o cuando pican la escoria de soldadura, o cuando se trabaja en el torno y se proyectan partículas hacia la cara. Sí, ya sé: usar protectores no es cómodo, sobretodo cuando no se tiene la costumbre de hacerlo. A veces, tampoco es cómodo ir al pañol a buscarlos. Pero, ¡qué importancia tiene eso frente a la posibilidad de perder la vista! A menudo escucho una respuesta que asusta: “a mi nunca me ha pasado nada; nunca he tenido un accidente”. Si es así, dé gracias a Dios o a lo que crea, pero ¡Cuidado! La vista se pierde sólo una vez y muchos que pensaban así ya la han perdido. Sí, lamentablemente son miles las personas que han perdido la vista. Pero usted también tiene otros tesoros que debe cuidar: sus manos, sus pies, sus oídos...cada parte de su cuerpo es importante. ¿Ha pensado en lo que puede ser el silencio total por el resto de su vida? ¿O simplemente que no se puede comunicar con los demás porque no escucha?... Piense por un instante, en que usted está en una reunión social, o viendo televisión, o que está con su hijo pequeño o con su nieto...y que no escucha.
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¿QUÉ IMPORTANCIA TIENE EL DISPONER DE RIQUEZAS SI NO SE PUEDE DISFRUTAR? Para terminar esta conversación con usted, quiero repetirle un mensaje de un trabajador como usted que dijo:
“ Me quejé de que no tenía zapatos, hasta cuando en la calle ví a un hombre que no tenía pies “. Medite este mensaje, coméntelo con sus compañeros de trabajo, use sus equipos de protección personal y ayude a los programas de seguridad en su empresa:
¡La Seguridad en el Trabajo comienza con USTED! Porque independiente de todo lo que haga su empresa, al final, en la mayoría de los casos, su seguridad está en sus propias manos.
Reconocer el peligro: Es decir, darse cuenta que los objetos pesados, fluidos, en movimiento, calientes, las sustancias químicas, etc., involucran un peligro. Decidir correctamente: es decir, saber cuando hay que alejar las manos, usar guantes protectores, pedir ayuda, desconectar o bloquear equipos, usar tarjetas candados de seguridad, usar equipos para levantar o transportar, etc. Actuar a tiempo: es decir, lo que usted sabe que es lo correcto.
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¿SE HA PUESTO A PENSAR EN QUE USTED, TIENE UN TESORO ESCONDIDO? ¡Sí! ¿Sabe usted de qué tesoro estamos hablando? ...de su “Columna Vertebral”. Entre las estructuras óseas que conforman nuestro esqueleto, existe un conjunto de ellas que son claves en nuestra vida cotidiana, éstas son las que conforman nuestra Columna Vertebral, nuestro tesoro escondido. Piense, por un instante, todo lo que su columna hace y soporta durante un solo día, desde que se levanta, hasta que se acuesta, incluso mientras duerme. Imagine... Cargar con el peso de su cuerpo. Soportar todo tipo de movimientos. Resistir infinidad de cargas pesadas. Y algunas veces, sufrir traumatismos por caídas y golpes... Pero la verdad es que la mayor parte del tiempo no valoramos su importancia, sino sólo hasta que ella nos reclama, avisándonos que tiene problemas... Recuerde que esta sorprendente estructura trabaja para usted sin descanso, día y noche, todos los días del año, y todos los años de su vida y que prácticamente todo lo que usted hace le afecta positiva o negativamente.
A PARTIR DE AHORA, LO INVITAMOS A DESCUBRIRLA Y A CUIDARLA
CLAVE PARA PREVENIR RIESGOS DE ACCIDENTES EN EL TRABAJO
¿SE HA DETENIDO USTED ALGUNA VEZ A PENSAREN EL CAPITAL QUE TIENE...? ¡APOSTARÍA QUE SÍ! Y también apostaría a que usted no está satisfecho con lo que tiene. Si es así, lo felicito; esto es bueno, porque le impulsa a la superación. No me cabe la menor duda que a usted le gustaría tener muchas cosas y que ha hecho planes para lograrlas. Algunas ya las habrá logrado y trabaja para obtener otras. Pero quiero invitarlo a que piense en otros “tesoros” que usted tiene. ¿Ha pensado por ejemplo en el valor que tienen sus ojos? Si, ya sé que usted sabe que son importantes, pero...¿Cuán importantes son realmente? ¿Los vendería por ejemplo en 50 mil dólares? Antes de contestar, le ruego que haga la siguiente prueba: “Cierre sus ojos por sólo 30 segundos y piense que nunca más volverá a poder abrirlos. Por favor, insisto ¡haga la prueba! es importante para usted: ciere los ojos y piense...piense que ha tenido un accidente y que nunca más volverá a poder abrirlos”. Bien, ahora que ya ha hecho esta prueba, estoy seguro que su respuesta es ¡¡NO!!