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Ayer y hoy de... Lencería París. Ciudad Real

Sesenta años brindando la mejor atención en mercería, corsetería, paquetería y lencería a varias generaciones de ciudadrealeños

Lencería París sopla las velas de emocionada. Los fundadores de Lencería su sesenta cumpleaños con la inParís fueron Arsenio Chinchilla y Nica Fercertidumbre provocada por una nández que inauguraron una corsetería-papandemia sanitaria que no han quetería con el nombre de ‘La Favorita’ en vivido jamás, al igual que el resto del coel año 1960 en un local más reducido de la mercio, aunque con el buen hacer y la solcalle Postas, 11. vencia de una gran trayectoria detrás por el Los comienzos los cuenta así Sagrario a hecho de que tres generaciones de clientes Ayer&hoy: “Nica y Arsenio tenían un de la capital y la provincia han confiado a puesto de comestibles en el mercado de los abuelos, a los padres y ahora al nieto abastos pero vieron la oportunidad de monque regenta este comercio histórico de Ciutar un negocio enfrente y fundaron La Fadad Real sus compras para la dote de boda, vorita”, subrayando a renglón seguido la para las prendas interiores de la Primera increíble visión de negocio de Nica, “era Comunión o de cualquier otra celebración; muy buena comerciante, una gran luchadora para las batas de boatiné; para la lencería y trabajadora, hasta el punto de pasar la nofemenina y masculina… che en vela tejiendo unos gorritos de lana

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Pero primero de todo presentemos a esta para que sus clientas los tuvieran a la manotable familia de comerciantes. Desde ñana siguiente; aprendí mucho de ella y de enero de 2020, el actual propietario de Lenmi marido”, añade. cería París, situado en calle Postas, 11 (frente al mercado de abastos), es Enrique Chinchilla Agenjos, el cual anda ocupado en la digitalización de la empresa, dándole visibilidad en la red, creando una página web, posicionando el negocio en redes sociales, etcétera. Sus padres, Enrique Chinchilla y Sagrario Agenjos, están jubilado el primero y al pie del cañón la segunda, con la inquietud de la continuidad o no de un comercio de referencia de la ciudad, en el que ha permanecido los últimos 54 años de su vida, “solo le pido a Dios que aguantemos y salgamos adelante”, confiesa Sagrario

Además de la corsetería-paquetería La Favorita, dedicada a la venta de ropa interior y prendas íntimas de la época, la familia Chinchilla Fernández contaba con una mercería en Pío XII, en la calle José Luis de Arrese. “Era la única mercería del barrio y había un trato exquisito pero también una familiaridad con los clientes, allí se forraban botones, se cosían incluso los puntos de media”, recuerda Sagrario. Es destacable asimismo la confianza depositada en el personal del negocio; una de sus empleadas, Pilar, comenzó con apenas 14 años trabajando en este último negocio y, tras la jubilación de Arsenio y el cierre de la mercería en 1985, continuó y aún continúa trabajando con la familia en Lencería París. Además de ella trabajan Charo, también otra veterana en el negocio, y Lidia y Prado.

ENRIQUE YSAGRARIO, LOS IMPUL- SORES DE CONFECCIONES PARÍS.- Con Enrique Chinchilla y Sagrario Agenjos como propietarios, se hicieron varios cam

A la izquierda Pilar, una de las empleadas, con el fundador, Arsenio Chinchilla en la mercería de Pío XII; sobre estas líneas, en el centro, Enrique Chinchilla hijo y Sagrario Agenjos, acompañados por Charo y Pilar, dos de las trabajadoras más veteranas; debajo presentación de bañadores en los años 90

En la imagen de la izquierda vista nocturna de los escaparates de Lencería París en el año 2002; a la derecha Enrique Pinilla, padre, desarrollando sus habituales labores administrativas

bios. El primero el nombre, de La Favorita pasó a llamarse Confecciones París, “lo puso mi marido Enrique, le encanta todo lo relacionado con la capital francesa, gracias a él he aprendido muchísimo”. Esta segunda generación dio el impulso necesario al negocio, incrementando notablemente el número de referencias en la tienda, aunque se continuaron ofreciendo los mejores artículos del mercado nacional como las famosas batas de boatiné de Casa Goa, de Amancio Ortega, “creo que fuimos de los primeros clientes de Casa Goa, no las hacía nadie más que él entonces, era nuestro producto estrella”, dice Sagrario. También fueron de los primeros en traer pantis, “aquello fue un boom, las mujeres me preguntaban por la calle dónde las había comprado”, recuerda Pilar, una de las dependientas, o la buena acogida que tuvieron los bañadores de Little Kiss en los 90, sonríen al unísono Sagrario, Charo y Pilar con esa complicidad que solo da los años y la cercanía profesional.

La etapa de Confecciones París, de 1966 a 2001, “ha sido la mejor, aunque ninguna ha sido mala”, enfatiza Sagrario, quien añade que el secreto de mantenerse durante 60 años no es otro que el servicio prestado a los clientes, la atención personalizada y la calidad de nuestros artículos, “siempre hemos buscado el producto que mejor funcionaba en ese momento y lo que la gente nos demandaba, nuestra clientela de antes se dejaba asesorar más, pero la confianza de nuestros clientes ha traspasado generaciones, vino la madre, ha venido la hija o el hijo y ahora la nieta o el nieto, personalmente llevo más de 50 años atendiéndolas y cuando pasa alguien por la puerta sé la talla que necesita, y como yo nuestras dependientas”, señala Sagrario.

Lencería París ha sido objeto de algunas reformas. Comenzó siendo un pequeño establecimiento en Postas, 11, que se amplió en un primer momento por cese del negocio contiguo de un familiar. Posteriormente, en 2002, cuando pasó a denominarse Lencería París, se produjo una nueva ampliación en un lugar privilegiado de la ciudad, ganando no solo en superficie, sino también en fachada y escaparate, con vistas a Postas y también a la calle Alfonso X el Sabio.

El presente y el futuro de Lencería París es continuar como hasta ahora, comenta Enrique Chinchilla Agenjos, la tercera generación. La situación que vivimos no es la más óptima, reconoce, “pero Lencería París seguirá trabajando y luchando, prestando el servicio cercano y personalizado al que nuestros clientes están acostumbrados y que lamentablemente se está perdiendo; no descartamos hacer tienda online pero seguiremos estando tras este mostrador para dar nuestra mejor atención como siempre lo hemos hecho”, concluye. Texto: Oliva Carretero Fotos: Lencería París, Ayer&hoy

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