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El ‘FRENTE DEL AGUA’ La Guerra en la Sierra

Carlos Caballero Arqueólogo Colegio de Profesionales de la Arqueología

La guerra civil tiene, en el territorio de la Comunidad de Madrid, algunos escenarios bien conocidos, como la Ciudad Universitaria o aquellos en los que tuvo lugar la batalla de Brunete; en ambos se han desarrollado trabajos arqueológicos que han permitido reconocer con fidelidad el territorio y lo que en él pasó. Sin embargo, desde hace unos años, es posible recorrer también una ruta que permite conocer el impacto del conflicto bélico en las estribaciones del puerto de Somosierra, un paso clave en el camino hacia Francia. Se trata del llamado “Frente del Agua”, una zona de montaña en las inmediaciones del embalse de Puentes Viejas, uno de los más antiguos de todos los que forman parte del sistema de abastecimiento de Madrid mediante el Canal de Isabel II. Si nos acompañan, hoy nos echaremos al monte…

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La ruta diseñada permite enlazar, a lo largo de su trazado circular, posiciones republicanas y franquistas y cruzar dos veces la línea de frente, que se mantuvo estable durante un largo periodo, dando lugar así a la fortificación de toda esta estre- cha frontera entre los dos bandos. Precisamente esa estabilización del frente, y el hecho de que las operaciones militares se centraran en el asedio y defensa de la capital, hicieron que las posiciones de ambos bandos en esta zona de la sierra fueran defensivas y no atacantes, dándole una importancia especial a la observación del territorio, siempre con el enemigo, literalmente, a cincuenta metros de distancia. Entre las estructuras recuperadas destacan nidos de ametralladora, refugios, puestos de observación, búnkers y varias líneas de trinchera. La recuperación de muchas de las construcciones permite acceder a su interior y observar desde allí el territorio como lo veían los contendientes, si bien hay que tener en cuenta una circunstancia: aunque hoy tenemos que buscar los fortines y los nidos de ametralladoras en las sendas trazadas en medio de un bosque de pinos, hay que imaginar que, durante la guerra, toda esta zona carecía de arbolado, y que lo que vemos ahora es producto de la repoblación de los años 50.

Aunque la ruta propuesta, de unos 8 kilómetros, es circular, con inicio y fin en el coqueto centro de interpretación ubicado en el antiguo lavadero de Paredes de Buitrago, la existencia de varias entradas a lo largo del recorrido permite que se puedan hacer itinerarios más cortos, también circulares, e incluso que algunas de las fortificaciones que se visitan sean universalmente accesibles.

El itinerario, en uno de los más bellos parajes naturales de la Comunidad de Madrid, nos permite aproximarnos a cómo era la vida cotidiana en el frente de una guerra, un conflicto terrible, en el que los enemigos estuvieron mucho tiempo separados por una distancia muy corta y en el que la supervivencia se basaba, cada día, cada hora, en la observación continua del territorio y en no per- der ni un instante la concentración.

La visita al centro de interpretación nos permitirá profundizar en algunos de estos aspectos y, además, fuera de horario, podremos hacer una visita virtual al centro en cualquier momento. La ruta del Frente del Agua nos servirá para conocer cómo la tragedia de la guerra se extendió a los lugares más recónditos y, también, para profundizar en esta zona menos conocida de la Comunidad de Madrid, que nos recibirá con su inmenso patrimonio histórico y natural.

(El folleto informativo sobre larutadelFrentedelAguapuede descargarse en el siguiente ennlace: https://www.turismomadrid.es/attachments/article/12588/Ruta-Frente-AguaPuentes-Viejas.pdf).

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