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Ayer y hoy de... Transportes Abengoza
Zona Mancha-Febrero 2021 Ayer y hoy de ... Transportes ABENGOZA
Más de ocho décadas de historia en Herencia
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Durante siglos los diferentes tipos de carros tirados por animales (bueyes, burros, mulas o caballos) fueron el medio más utilizado para el transporte de mercancías pese a sus limitaciones (coste de adquisición, mantenimiento de los animales, carga útil muy limitada...). A finales del siglo XVIII empiezan a aparecer los primeros artefactos precursores de los actuales camiones con el fin de satisfacer las necesidades de abastecimiento de las materias primas y comercialización de los productos elaborados de las incipientes industrias, y durante la primera mitad del siglo XX comienza también a producirse un curioso cambio en el transporte viario: la irrupción en escena de los primeros automóviles de combustión interna promocionan la construcción de nuevas carreteras, asfaltadas y más seguras. De este modo se desarrollan modelos de camiones para mover productos tanto a los lugares donde el ferrocarril no llegaba o cuando se necesitaba una mayor flexibilidad que la que podía ofrecer el tren.
Y Herencia se convirtió en testigo de excepción de esta transformación cuando en 1939 fue fundada una empresa de camiones por Federico Abengoza MartínBuitrago. Así iniciaba su actividad empresarial Transportes Abengoza con un primer camión de seis cilindros, de la marca Chevrolet, que costó la importante cantidad en la época de 11.000 pesetas. Federico, apodado en la localidad como “Rada” (por lo que es popularmente conocida la plazoleta donde estuvo ubicada la empresa como el “anchurón de Rada”) inició su actividad empresarial con aquel camión y usando repuestos de vehículos que habían quedado inservibles tras la Guerra Civil. Posteriormente fueron sendos camiones de la marca REO los que se añadieron a la incipiente flota de camiones de la empresa. En sus inicios estos vehículos se alimentaban de gasolina pero después fueron cambiados sus motores por unos diésel del tipo Perkins.
A estos camiones se les unió después uno de la marca Pegaso que a mediados del siglo XX era un elemento popular en la vida cotidiana de los herencianos. En estos años la empresa lo mismo transportaba arena o cualquier mercancía que se habilitaban unos bancos en este singular Pegaso para convertirlo en “La Herenciana” que llevaba gente de Herencia a Alcázar de San Juan. Aún se conserva en la empresa la antigua escalera que servía para el acceso de estos viajeros al interior del camión.
En 1955 se cambió el motor a este camión
A la izquierda; Federico Abengoza con toda su prole. En el centro; Federico “Rada” fundador de la empresa. A la derecha; pasado y presente de la saga Abengoza. Abajo a la izquierda; tres de los hijos de Federico Abengoza junto al Chevrolet de la empresa en 1941. Abajo a la derecha; Federico Abengoza revisando el motor de su antiguo camión. En la fotografía final de esta pagína; Federico Abengoza y su primogénita Teresa junto a uno de sus primeros caminones.
por uno de la marca Scania. Desde entonces la relación entre esta marca y Transportes Abengoza ha sido muy estrecha. En 1970 llegó al puerto de Barcelona el primer camión de esta marca con el que se recorrerían más de dos millones de kilómetros repletos de anécdotas. Federico Abengoza Camacho (“Federico hijo”) narra cómo, en aquellos años, compañeros camioneros les instaban a enseñarles el Scania en los restaurantes de carretera donde descansaban de la actividad diaria del transporte. Aún hoy este antiguo vehículo es usado como cabeza tractora dentro de las instalaciones de la empresa, las cuales fueron totalmente actualizadas al comienzo del presente siglo XXI.
Siguiendo con las vivencias de Federico “hijo” nos cuenta como siendo mozo deseaba poder trabajar junto a los camiones de su padre. Para él era una tremenda alegría cuando el hacer faenas en la empresa suprimía horas en el colegio bajo la docencia de Don Hermógenes y por esta razón llegó a tener algún que otro cómplice entre los trabajadores que iban a reclamarlo para sacarlo de la escuela. Recuerda esas cargas de burros que los chalanes (tratantes) del pueblo enviaban a Madrid y como a la vuelta los camiones venían cargados de cemento. Como curiosidad los primeros rótulos de los camiones eran dibujados con un pincel por este Abengoza inquieto. Como muestra de la importancia de esta empresa en el devenir económico y social de Herencia tenemos el hecho de que muchos camioneros locales de ahora y de generaciones anteriores se formaron en Transportes Abengoza y ahora lideran otras firmas dedicadas al transporte por carretera.
Desde entonces, con mucho esfuerzo y dedicación, se ha ido produciendo una evolución exponencial hasta llegar al presente donde José Manuel Abengoza GarcíaMorato y Federico Abengoza GonzálezRomán encabezan el presente de esta empresa familiar con una flota de más de ochenta camiones que ofrecen soluciones adaptadas a cualquier tipo de cliente, nacional e internacional. Miles de kilómetros al año a cargo de estas moles rodantes llevando en su interior productos textiles, paquetería industrial o variedad mercancía liquida como leche, vino, zumo, mosto, aceite, suero o glucosa líquida. Más de ocho décadas de historia desde que el precursor Federico “Rada” inició una actividad profesional que inculcó con pasión a sus hijos y nietos, siendo ésta una de las causas por las que el pueblo de Herencia concedió a esta empresa el Perlé de Honor en el ámbito sociolaboral en 1999.
Texto: Ángel S. MartínFontecha Guijarro Fotos: Transportes Abengoza
Félix Peinado Carvajal
Presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer en Ciudad Real
En este tiempo horrible de pandemia, la Junta Provincial de la AECC ha aumentado la atención a pacientes oncológicos y su número de socios, consiguiendo además que no haya decaído la recaudación. Y ha sido posible gracias, según su presidente, Félix Peinado, al tesón y a la eficacia de un gran equipo -contando a los que ya no están-, a los socios, a los voluntarios y a una provincia muy solidaria. Con cuatro años en el cargo, Félix no cejará, de momento, en su empeño de seguir ganando batallas.
Pregunta. ¿Cómo se está viviendo esta situación tan atípica de pandemia en la Junta Provincial de la AECC?
Respuesta.Es una situación absolutamente nueva y sobrevenida pero, por suerte y gracias sobre todo al personal, no hemos perdido eficacia, hemos tenido las mismas consultas que antes de la pandemia, me siento muy satisfecho porque si el año anterior atendimos a 4.000 pacientes, en 2020 incluso las hemos superado. Sí es cierto que tenemos el hándicap del hospital que no nos dejan tener voluntarios lógicamente por la COVID19, pero volveremos en cuanto sea posible. En todo lo demás hemos tenido que cambiar los procesos, vivimos más pendientes de la pantalla.
P. ¿Cómo es el día a día de la asociación entonces?
R. Completamente diferente, tanto en las actividades de recaudación como de información o acompañamiento. Desde el mes de marzo hasta ahora he asistido a cinco actos cuando en condiciones normales hubiese ido a 50. He acudido a alguna actividad presencialmente como la venta de flores de Pascua, también fui a la inauguración de una marcha virtual en Piedrabuena, de gran éxito ambas, pero todo lo demás ha sido de forma virtual, con buena acogida también. Con ello me refiero a que la gente sigue estando muy pendiente de nosotros, cosa que agradezco muchísimo, nos sentimos muy arropados.
P. Has comentado que la atención a los pacientes oncológicos no ha descendido pero en cuanto a la recaudación, ¿ha sido menor?
R. No, y es algo que no agradeceremos nunca lo suficiente. Hemos incrementado el número de socios, algo para nosotros fundamental porque es el colchón que nos permite estar en el mismo nivel de ingresos. Además, los pocos actos de recaudación, virtuales o a través de entidades bancarias, nos han respondido bastante aceptablemente, y si en algún caso no se ha conseguido el objetivo, no ha sido por culpa de la gente sino porque no están identificados con los sistemas no tradicionales de recaudación, a través de móvil o de tarjeta.
P. En diciembre, la AECC difundió un estudio del impacto sanitario del coronavirus en la atención sanitaria a pacientes oncohematológicos hecho de marzo a junio (https://www.aecc.es/es/actualidad/noticias/diagnosticoscancerbajaron21duranteconfinamiento), advirtiendo de una bajada del 21% de nuevos pacientes con cáncer, pidiendo a las autoridades que no suspendieran la asistencia, terapia y diagnosis, además se solicitaba a los pacientes que no demoraran sus consultas ni abandonaran los tratamientos por miedo al coronavirus. ¿Cómo está la situación ahora que estamos atravesando la tercera ola?
R.Diría que la situación ha mejorado sensiblemente. No es lo mismo lo que ocurre a los 3 minutos de tener un accidente que 15 días después. La Sanidad ha ido recolocando sus posiciones anteriores, cuesta trabajo porque la pandemia no ha terminado, hay que retomar las actividades anteriores sin quitar la vista a lo que sigue ocurriendo, con incremento del número de positivos por coronavirus desgraciadamente todos los días... Esto es como en la guerra, ha habido un ataque y tras él, las filas se vuelven a recomponer y en eso estamos. No queremos ser exigentes, queremos que los ríos vuelvan a su cauce de la forma más rápida posible, hemos sido comprensivos, no ha habido manifestaciones ni voces fuera de lugar por nuestra parte, somos conscientes de que hay una situación especial pero nos mantenemos firmes en que es algo concreto y puntual que no tiene por qué mantenerse en el futuro. Estamos en el camino, la Sanidad y
nosotros, para cuanto antes podamos volver a la situación anterior.
P. ¿Cuál es entonces actualmente vuestra actuación en las unidades de Oncología?
R. En el Hospital de Ciudad Real sigue atendiendo a los pacientes una de nuestras psicólogas, también en el de Valdepeñas y otra en el centro de Puertollano, aunque lo hace desde un centro de salud justo enfrente porque no hay sitio, pero es que nunca lo ha habido. Me va a permitir el gerente de este último centro que utilice un comentario suyo cuando le pedí un espacio para la AECC, me contestó: “Félix, el problema que yo tengo con este hospital ahora mismo es que me aprieta de las sisas”. Con ello ya me dijo todo (sonríe).
P. Donde faltaría normalizar la actividad sería en la prediagnosis, ¿no? Cuéntame. “
Somos conscientes de que hay una situación especial por la pandemia, pero desde la AECC nos mantenemos firmes en que es algo concreto y puntual que no tiene por qué mantenerse en el futuro
R. La prediagnosis es un asunto muy serio. Son estudios de cáncer de colon, mamografías, trabajos que exigen movimiento de gente al hospital. Estamos tratando de presionar sobre ello, comprendiendo que si los centros de salud y los hospitales no pueden atender con normalidad cualquier otra patología, lógicamente no pueden dedicar tiempo a estos estudios previos, pero estamos en el buen camino, nos están escuchando y creo que vamos a conseguir que en no demasiado tiempo y con la ayuda de la vacuna contra la COVID19, retomemos estos estudios.
P. Hablando de vacunas. Con muchos medios se ha conseguido en poco tiempo una protección frente al coronavirus, ¿cree usted que sería posible llevar a la práctica un tratamiento eficaz con los cánceres más graves?
R.A todos nos gustaría que hubiese resultados espectaculares en la investigación contra el cáncer, pero actualmente raramente se van a dar. La píldora del doctor que aparece diciendo que cura el cáncer, desafortunadamente no es así, pero tenemos que ser optimistas. Me vas a permitir que ponga un ejemplo que me afecta personalmente. Mi padre murió de cáncer de pulmón en 1988, si a mi padre en lugar de diagnosticarle el cáncer ese año se lo hubiesen diagnosticado hoy, en vez de once meses hubiese vivido probablemente 11 años con además una calidad de vida infinitamente mejor de la que tuvo entonces. Y a eso nos tenemos que agarrar, la AECC lo plasma en una frase que equivale a la quilla de nuestro barco: “El cáncer no es muerte, el cáncer es lucha”. En la actualidad, a diferencia de hace 25 años, hay mucha gente que convive con un cáncer y eso es gracias a la investigación, hay que tenerlo muy en cuenta.
La AECC participa económicamente en 300 líneas de investigación, aquí en Ciudad Real tenemos 3 becas predoctorales que ¿van a curar el cáncer? No, pero son 3 soldados en una guerra mundial que hacen una labor impagable preparando el trabajo a otros que van por delante, y además les crea a ellos mismos un interés por la investigación, es importante que la investigación no se pierda. Lo que más daño hace a la investigación del cáncer es que no haya dinero, que los investigadores abandonen el país y se pierda un trabajo de 15 o 20 años, por eso la AECC vigila y cuida mucho este aspecto.
P. Quizá entonces sería el momento de poner en valor la investigación…
R. En nuestro caso, cuando concluyó el confinamiento, tuvimos en julio una junta del consejo, nos planteamos convocar una beca más para 2021, con la situación en que estábamos, pero yo insistí en convocar una cuarta beca para septiembre y ahora la fundación científica está valorando los trabajos presentados. Hemos tenido que unificar los pagos y durante los años 2019 y 2020 hemos pagado medio millón de euros, que nos ha costado muchísimo, cuando digo nos ha costado hablo de la gente que mete la moneda en la hucha, que hace donaciones, a través del teléfono… No nos cansaremos nunca de dar las gracias.
P. ¿Qué mensaje quiere trasladar a esos pacientes que se encierran en casa sin ir a consulta ni recibir tratamiento?
R. Como he dicho, el cáncer es lucha y el primero que debe luchar es el paciente, además el oncólogo se lo dirá, si tú no pones interés en curarte yo no te puedo curar. Esto no es cuestión solo de medicina, no hablamos de hacer brujerías en absoluto, pero la disposición del paciente frente a la enfermedad tiene mucho que ver con los resultados de los tratamientos. ¡Cómo no va a producir desesperanza un cáncer de mama en una mujer que pierde el pelo, que tiene ojeras, la piel reseca...!, pero la asociación está con ella y con todos, reeducando, ayudándola, la lucha está en cubrir los objetivos para sobrevivir al cáncer. Somos optimistas porque estamos cerca del 60 por ciento de curaciones o de transformación de una enfermedad mortal en crónica.