N° 3 • marzo/abril de 2015 Los donativos entregados a esta Asociación son deducibles en la Declaración de la Renta. C.I.F. nº R-2800175-H
Genocidio hace cien años: Crucifijo de los armenios en Teherán, a donde algunos pudieron huir de los turcos.
“La resurrección de Jesús no es el final feliz de un hermoso cuento, no es el happy end de una película; sino la intervención de Dios Padre allí donde se rompe la esperanza humana”. Papa Francisco, Audiencia General del 16 de abril de 2014
Queridos amigos:
Cristo ha resucitado, y la luz de la esperanza odio. puede, cual aurora luminosa, extenderse Los caminos de la penitencia en la Cuaresma sobre todos los horizontes humanos. Cuando, observando el panorama mundial, son curativos, y por ellos accedemos al nos preparamos para la Pascua de Resurremayor acontecimiento de la historia de la hu- A diario nos llegan noticias de violencia, cción, deberíamos ser conscientes de que manidad: la fiesta de la resurrección, que opresión y estallidos de odio, y en respuesta cada uno de nosotros lleva dentro de sí la setransforma nuestra existencia y convierte su- se organizan manifestaciones por la paz y milla de la paz, y que todos estamos llamados frimiento en alegría, lágrimas en a examinar con valentía nuestro júbilo y muerte en vida. Es la fuero interno y cuestionar todos plenitud del designio salvífico de los subterfugios y excusas que Dios porque tiene al Hijo de aplicamos a nuestros actos. EmDios como único protagonista, él pecemos por arrodillarnos ante la es el centro y el corazón del Unicruz para un examen de concienverso. Él nos anuncia que nuestra cia concreto, para después acudir última y verdadera meta es la eternidad bien- cumbres. Los medios de comunicación vier- a una confesión liberadora y una comunión aventurada. Por ello es justo que demos ten torrentes de palabras e imágenes de ges- pascual que nos colme. Eso nos dará alas abiertamente testimonio de ello: Cristo ha re- tos simbólicos dan la vuelta al mundo. Sin para apoyar buenas obras que sirvan al cresucitado y nosotros hemos resucitado con él. embargo, muy poco o nada cambia. ¿Por cimiento de la civilización del amor. qué? Porque lo que realmente hace falta es la Ciertamente, la historia de la humanidad sería conversión del corazón. La paz es fruto de la A todos vosotros os deseo esta paz de la Pasaterradora si el silencio sepulcral del sábado oración humilde, un regalo de Arriba. La paz cua de Resurrección. Os tendré presentes a durara eternamente. Entonces, la muerte sería verdadera no puede surgir de las raíces de la todos en mi oración en el altar del Señor. el abismo de la nada al que nos precipitaría- astucia política, de intereses cínicamente permos nosotros y nuestros seres queridos. Y el seguidos o de un equilibrio de los miedos. Os bendice de corazón, amor, que es el que hace que la existencia sea Para decir realmente sí a la paz, las personas digna de ser vivida, no sería más que una tienen que encontrar una forma de pensar y breve y burlona ilusión. Sin resurrección no amar conjunta, tienen que reconocer el priCardenal Mauro Piacenza habría perdón del pecado ni justicia final ni mado del derecho para todos y, sobre todo, recompensa para el bien. No quedarían más aprender el difícil y excelso arte del perdón. Presidente de Ayuda a la Iglesia Necesitada que la resignación y la desesperación. Pero Solo así puede interrumpirse la espiral del
Lo que realmente hace falta es la conversión del corazón.
1
cu Perse
c ió n
Clima de miedo Una bomba despedazó en Homs a 50 niños que salían de la escuela. Semanas más tarde, un coche bomba mató a jóvenes estudiantes. A raíz de estos atentados, algunas familias perdieron en un instante a dos o incluso tres hijos.
¿Es el despedazamiento del futuro mediante el asesinato de la juventud cristiana una nueva forma de persecución y expulsión? Esto se preguntan los cristianos en Siria, pues quien pierde a un hijo ya no quiere seguir viviendo en el lugar del horror. No obstante, en la ciudad siria de Homs, la gente intenta desde hace meses recobrar una vida normal. Once iglesias han sido destruidas o gravemente dañadas, pero muchas de las casi dos mil familias que regresan tras tres años de guerra están contentas de poder volver a ir a Misa en las iglesias donde fueron bautizados ellos mismos y sus hijos. “Vamos a reconstruir nuestras iglesias con nues-tras propias manos”, aseguran, y eso que necesitan urgentemente víveres, medicinas y ropa. Naturalmente, tienen miedo a que estallen de nuevo los comba-
tes, a los bárbaros del Estado Islámico, a los secuestros y a la necesidad. No obstante, ante todo quieren que sus hijos vayan a la escuela y que conozcan mejor su fe en la parroquia. Y es que, pese a todo, quieren quedarse, por lo que están muy agradecidos por el apoyo de Ayuda a la Iglesia Necesitada. De momento, hasta mediados de este año, les hemos prometido 1.110.000 euros.
La solidaridad infunde valor También en otras ciudades sirias, la preocupación por el futuro de los niños ocupa el primer lugar. En la parroquia melquita-católica de San Cirilo en Damasco, los viernes se reúnen 500 niños
Clima de amor: En la parroquia de San Cirilo, los jóvenes pueden percibir algo de la comunión de los santos.
y jóvenes para profundizar su fe, algo que no pueden hacer en la escuela pública. También acuden para experimentar la comunión de la fe y respirar el espíritu del amor, el perdón y la paz. En el clima de miedo que reina en toda la región, estos encuentros siempre los fortalecen. “La solidaridad que nos transmitís con vuestra ayuda nos infunde más ánimos y esperanzas que la ayuda económica misma”, dice el P. Georges, director del centro parroquial de catequesis y pastoral juvenil. Sin esta ayuda económica, no podrían realizar su labor: necesitan catecismos, tienen que pagar la calefacción y el agua, ocuparse del mantenimiento del edificio, organizar cursos de preparación para la Primera Comunión y la Confirmación, comprar ropa adecuada para ellas, etc. Todo esto es la condición previa para que las familias puedan quedarse y para que la presencia cristiana en Siria tenga un porvenir. Nosotros hemos prometido para la labor pastoral infantil y juvenil en San Cirilo 11.000 euros. Y también hay algunas parroquias en Damasco, Alepo y Homs que necesitan nuestra ayuda.
•
2
Todo donativo recibido se destinará a éste o a proyectos similares, con el fin de hacer posible la labor pastoral de Ayuda a la Iglesia Necesitada.
Pakistán
Solo por ser cristianos La discriminación de los cristianos en Pakistán está a la orden del día: allí son despreciados y oprimidos como si fuera lo más natural.
La fe en Cristo nos hace libres, pues ante él, también en Pakistán, todos son iguales.
En la parroquia de Toba Tek Singh (Diócesis de Faisalabad) viven 2.700 familias católicas que trabajan como peones, jornaleros y personal de limpieza. Muchos trabajan en las fábricas de ladrillos, donde son tratados como esclavos: carecen de derechos y el salario (2,50 euros al día) lo perciben al cabo de medio año y tras realizar labores adicionales en la cosecha. Sus jefes son los propietarios musulmanes de las tierras y las fábricas, y estos también exigen que trabajen los niños. Ante esta explotación, necesitan sacar fuerzas, lo hacen a través de la fe. Para conservar su fe y vivir la solidaridad entre ellos, los católicos quieren erigir una pequeña iglesia en su parroquia. Nosotros los apoyamos con 9.800 euros.
Sudán
La educación protege En Sudán, el futuro de los cristianos es incierto, y este depende en gran medida de si pueden seguir gestionando sus escuelas. Esto, a su vez, depende de las autoridades (islámicas), pero, ante todo, es una cuestión económica. Maestros, libros, ropa, luz y agua: todo esto cuesta más de lo que pueden costear los padres. Algunos no pueden pagar nada, por lo que tienen que decidir si enviar a sus hijos a la escuela pública, a saber, a una escuela islámica. Para las niñas, esto sería doblemente trágico, suponiendo que las aceptaran. Gracias a vuestra generosidad, hemos podido ayudar al Obispo Daniel de Jartum a mantener en funcionamiento tres escuelas católicas. En Wadi Ramily cuentan con 600 alumnos, y 315 son niñas. En la escuela de Nuestra Señora de la Esperanza hay en una parte 754 alumnas y en la otra, 743 alumnos. Esto demuestra que no hay falta de niños ni de jóve-
La alegría de aprender: Gracias a la escuela para niñas, les espera un futuro mejor.
nes, pues en algunas clases hay hasta ochenta; lo que falta son los recursos. Los ingresos mensuales de una familia ascienden a unos 53 euros, y dos tercios de los habitantes viven por debajo del umbral de la pobreza. La mayoría son desplazados de la guerra. No obstante, el nivel de la enseñanza es superior al de la media nacional, por lo que también muchos padres musulmanes llevan a sus hijos a estas escuelas. “Así podemos mostrar con nuestro ejemplo cómo vivimos el amor de Cristo”, señala el rector, P. Sami Bakhit. Nosotros hemos prometido 45.300 euros, porque la educación protege y echa raíces.
•
La misma diócesis se ocupa también de los cristianos presos. En muchos casos, estos están entre rejas porque son demasiado pobres como para pagar a los abogados y las costas procesales. Los Padres Dominicos los visitan y ayudan a sobrevivir a sus familias, y nosotros apoyamos a éstos Padres (3.500 euros) para que puedan cumplir la Palabra de Cristo: “Fui encarcelado y habéis venido a verme” (Mt 25, 31). De igual manera apoyamos, en la Diócesis de Islamabad, a las enfermeras cristianas (12.000 euros), que son discriminadas en los hospitales por ser cristianas: deben realizar las tareas más desagradables y, a menudo, no las dejan asistir a la Santa Misa en domingo. El problema es tan evidente y grave que el Obispo Anthony ha creado un centro propio para la pastoral de estas enfermeras para ofrecerles una ayuda constante y efectiva. El centro se encarga de mediar con la dirección hospitalaria, las enfermeras mayores se encargan de las más jóvenes y las consuelan, y el centro organiza encuentros para rezar y de catequesis para fortalecer a las enfermeras en su fe.
Todo donativo recibido se destinará a éste o a proyectos similares, con el fin de hacer posible la labor pastoral de Ayuda a la Iglesia Necesitada.
• 3
n c ilia o c e R
c ió n
El primer paso es perdonar El mandato misionero de las últimas palabras de Jesús en la tierra dice así: “Seréis mis testigos… hasta los confines del mundo” (Hechos 1,8). La forma más excelsa del testimonio es el martirio, “un testimonio que no debe ser olvidado“, como escribe Juan Pablo II en su carta al Tercer Milenio. Tanto más porque en nuestros tiempos “la Iglesia ha vuelto a convertirse en una Iglesia de mártires”. A la cruz pertenece la disponibilidad al perdón. A menudo, los perseguidos repiten las palabras de Cristo: “Perdónales, porque no saben lo que hacen” (Lc 23, 34). Su testimonio es el primer paso hacia la reconciliación, y por eso, no debe olvidarse nunca. Sin el perdón se borra el recuerdo, mientras que el testimonio del amor y del seguimiento de Cristo hasta la muerte abre la mirada hacia el futuro. De este futuro, de la reconciliación, trata también un proyecto de los Franciscanos en El Salvador, que reúnen testimonios sobre los mártires de la guerra civil. Es conocido el asesinato del Arzobispo Óscar Romero, pero desconocido el martirio de miles de sencillos campesinos, madres y padres de familia, trabajadores y catequistas que fueron difamados y asesinados por su fe en los años 1980 a 1991. Para recopilar, estudiar y valorar los muchos centenares de recuerdos, los Franciscanos
Ana Carmen Sanchez
Armando Oscar Flores
Contra los horrores omnipresentes de la guerra civil: Monumento a la Reconciliación en El Salvador.
crearon en 2004 un centro propio. Nosotros apoyamos su labor con 8.800 euros, pues el tiempo apremia: esta labor hay que realizarla antes de que mueran las viudas, los hijos y amigos de los mártires. Las palabras de los mártires son profesiones públicas de amor a Cristo. Gumercinda Chicas dijo poco antes de morir: “Dios os perdonará lo que hacéis con nosotros, porque somos inocentes y vosotros no sabéis lo que hacéis”. “Padre, en Tus manos deposito mi vida; haz conmigo Tu voluntad”: así rezaba el joven Julio Hernández Barahona, que dijo a su madre: “Mamá, no tengo miedo. Señor, heme aquí”. También la catequista Ana Carmen Sánchez era consciente del peligro: “No voy a esconder la Biblia, pues es la Palabra de Dios, y si por ella vienen a matarme, moriré por una causa justa. También Cristo murió por la verdad”. También para Rufino Ramírez Hernández
Gumercinda Chicas
Julio Hernandez Barahona
estaba claro: “Aunque me maten, no encontrarán armas en mi casa. Mi única arma es la Biblia”. También Luis Umana Najarro se mantuvo firme: “El Señor sabe lo que hago. Trabajo en Cáritas, doy de comer a los pobres, hablo del Evangelio y enseño en las parroquias la Palabra de Dios. Si para ellos eso es un delito, que sigan pensándolo. Pero no por ello voy a renunciar a esta labor mientras viva”. Y también Armando Óscar Flores nos imparte a todos una lección con su testimonio: “Todo tiene su momento. Hay un tiempo para reír, para llorar, para cantar. Por eso no valen excusas cuando es el momento de seguir al Señor”. Y para nosotros ha llegado el momento de sacar a la luz los testimonios de estos discípulos de Cristo para que fructifiquen… en aras de la reconciliación.
•
Luis Umana Najarro
Rufino Ramirez Hernandez
Personas sencillas y profundamente sabias: Mártires de la guerra civil de El Salvador, “país del Redentor”. 4
Todo donativo recibido se destinará a éste o a proyectos similares, con el fin de hacer posible la labor pastoral de Ayuda a la Iglesia Necesitada.
V id a
rad a g a s co n
Por un pequeño rincón en el cielo La Hna. Arousiag vive de la confianza en Dios, y de esta confianza viven también, durante meses, muchos cientos de niños. Nació en Alepo, la ciudad de los mártires, en una familia armenia. La mayoría de los armenios vive fuera de Armenia porque este pueblo de larga tradición cristiana fue perseguido –sobre todo, por los turcos– y casi exterminado. En abril hará un siglo de cuando el Gobierno turco envió a casi dos millones de armenios literalmente al desierto, donde cientos de miles murieron de hambre y sed o fueron fusilados por los soldados otomanos. A continuación, les tocó sufrir bajo los soviéticos: la Iglesia Armenia casi fue aniquilada y sus sacerdotes murieron en los gulags. Aquellos fueron los tiempos en los que Arosiag nació. Eran cuatro hermanas, y según los vecinos, tres de ellas podrían ser monjas, pero Arousiag, nunca. “Yo era la fresca”, explica, “pero no fui capaz de acallar la voz interior que me llamaba a la vida religiosa”. En 1976 visitó Armenia, ya como miembro de las Hermanas Armenias de la Inmaculada Concepción. Entonces dijo: “Yo soy armenia, y mi ideal es Cristo. Así como él estaba cerca de su pueblo, yo también
Ropa nueva, ideas nuevas: un grupo del campamento de verano ante una vieja iglesia.
debo estar entre mi gente”. Y se quedó. En la actualidad, dirige el centro de Nuestra Señora de Armenia, donde las religiosas se ocupan de varios centenares de familias pobres que sin esta ayuda no sobrevivirían. Según asegura, el comunismo no destruyó solo los valores religiosos, sino todos: “Hay mucha gente a la que le da absolutamente igual mentir o engañar a otros”. Lo importante, dice, es empezar por los niños. Hace veinte años pusieron en marcha un programa de campamentos de verano para que “los niños lleven una vida diferente al menos durante tres semanas“, coman hasta saciarse y lleven zapatos sin agujeros y ropa limpia. Al principio eran 150 niños, mientras que ahora ya son 800, procedentes de toda Armenia. “El objetivo de estos campamentos es que los niños se encuentren con Cristo. Se trata de que acepten sus condiciones de vida de la mano de Dios”. La Hna. Arousiag también acoge a los huérfanos y niños de la calle (la mayoría de familias desestructuradas) que le llevan la policía o los vecinos. Una madre cuenta: “Estoy divorciada y tengo cuatro hijos. Tres viven conmigo y una hija tiene una enfermedad mental”. Un caso habitual en este país herido. No
obstante, la Hna. Arousiag no tira la toalla, pues confía en Dios. “No dispongo de dinero para los campamentos, y ya se han formado cuatro grupos. He delegado en el Señor, Él debe hacer algo. Yo no sé qué hará; solo sé que nos ama”. La Hna. Arousiag acaricia un sueño: „Siempre quise ser santa, pero estoy muy alejada de ello. Solo le digo al Señor: “Cuando llegue el momento, déjame un rincón en Tu gran cielo, un rincón que sea lo suficientemente espacioso como para poder llevarme conmigo a muchos de Tus hijos”. Depende de nosotros a cuántos podrá llevarse consigo.
•
Hna. Arousiag: “Primero los turcos, luego los soviéticos. Hay que empezar de cero”.
Nueva vida de un suelo embebido de sangre Durante la guerra civil en Colombia, una pequeña región munidad comenzó a construir una iglesia para la nueva parroquia de sufrió de forma especial: Medellín del Ariari. San Antonio María Claret. Esta iglesia facilitará la labor pastoral concreta y servirá, sobre todo, para recordar a las víctimas de la gueTorturas, secuestros, asesinatos, detenciones arbitrarias, robo de ga- rra civil. No obstante, su carácter conmemorativo debe señalar hacia nado necesario para sobrevivir y bombardeos marcaron la vida du- el futuro, infundir consuelo y promover la reconciliación. El sacrifirante décadas. Tan solo en los años 2002 a 2006, más de 700 familias cio deberá ser semilla de salvación. Por ello, los misioneros quieren tuvieron que abandonar sus casas y caseríos. Desde que cesó la gue- que el recuerdo de las víctimas esté acompañado por la oración, la rra civil, los Misioneros Claretianos, que también han soportado este catequesis y por grupos de trabajo por los derechos humanos. Así sufrimiento, pueden trabajar abiertamente por la reconciliación. Las se crea una comunidad y así surge nueva vida de un suelo embebido familias regresaron y la pastoral progresó. En 2010, el Obispo José de sangre. La obra bruta de la iglesia está en pie, pero falta dinero Figueroa Gómez creó una parroquia en esta región, y en 2013, la co- para la puesta a punto. Nosotros hemos prometido 30.000 euros.
•
Todo donativo recibido se destinará a éste o a proyectos similares, con el fin de hacer posible la labor pastoral de Ayuda a la Iglesia Necesitada.
5
Esta frase encabeza todas las cartas del Cardenal John Onaiyekan de Abuya (Nigeria). Según él, los bienhechores de Ayuda a la Iglesia Necesitada realizan la voluntad de Dios a través de la ayuda concreta a la Iglesia perseguida. Y esta ayuda consiste también en la información correcta que reciben instituciones políticas como el Parlamento Europeo o la Comisión Europea. Los políticos de estas instituciones deben recibir información de primera mano y no solo a través del prisma de los medios de comunicación. Vosotros habéis hecho posible que esta información sea directa y que los políticos miren, literalmente, a la verdad a los ojos, a través de la visita del Cardenal en Bruselas (aquí junto con el expresidente Rompuy de la Unión Europea). Por ello, el Cardenal os da las gracias y os pide vuestras oraciones. Según él, la coexistencia de las religiones es posible en Nigeria, pues los líderes reconocidos del Islam en Nigeria condenan a la milicia islamista de Boko Haram y quieren convivir en paz con los cristianos. Y es más: “Creemos que nuestro país puede ser un modelo para la reconciliación y una verdadera libertad religiosa”.
© Council of the EU
“Hágase Su voluntad”
Necesidad, amor y gratitud: Vuestras cartas Un pequeño ruego Una vez más, les envío una pequeña gota de agua al jardín de la Iglesia perseguida. Valoro mucho vuestro fantástico Boletín. Por favor, recen por los miembros de mi familia que no son muy religiosos. Aunque no pierdo la esperanza. Una bienhechora canadiense
réis financiar nuestro proyecto. Los feligreses irrumpieron espontáneamente en aplausos como muestra de alegría y esperanza por el hecho de que la puesta a punto de nuestra capilla estuviera cada vez más cercana. Un párroco ecuatoriano
El mensaje del amor La labor que realiza Ayuda a la Iglesia Necesitada es asombrosa, y estoy agradecida por haber podido colaborar con ustedes en nuestra iniciativa “Amor por la Iglesia Necesitada“. Estoy profundamente emocionada por el hecho de que la noticia sobre nuestro proyecto escolar haya dado la vuelta al mundo, y espero que sirva de inspiración a otras escuelas para formular mensajes propios de amor a los niños iraNoticia de esperanza quíes y sirios. Estos niños deben saber que Al final de la celebración dominical de la son amados, que admiramos su valor y Sagrada Eucaristía, leímos públicamente que seguimos rezando por ellos. la carta en la que nos comunicáis que queUna maestra australiana
Para los hermanos de Oriente Próximo Vuestra suerte me conmueve mucho. No hay un día en el que no piense en vosotros. Rezo por vosotros e intento rezar el Rosario también por vosotros. Estamos profundamente horrorizados y nos preocupamos por el porvenir. Lo que me queda es la oración y este donativo. Un bienhechor francés
Los donativos pueden enviarse a: AYUDA A LA IGLESIA NECESITADA Ferrer del Río 14, 28028 MADRID Tel. 91 725 92 12
Luis Antúnez 24-2º-2a, Trinidad, 12 08006 BARCELONA 45002 TOLEDO Tel. 93 237 37 63 Tel.: 648 539 475
BANCO POPULAR ES1200750080170601667548 LA CAIXA ES2121002415420200140293 BANCO SANTANDER ES7400492674592814342966
Los donativos entregados a esta Asociación son deducibles en la Declaración de la Renta. C.I.F. n° R-2800175-H. Rogamos nos indique los cambios o errores en su dirección.
www.ayudaalaiglesianecesitada.org 6
Pº de la Pechina 41, 8 46008 VALENCIA Tel. 96 011 22 84
Barón Johannes Heereman, Presidente Ejecutivo
Queridos amigos: La sostenibilidad es un principio que se puede ver. ¿Y qué es más sostenible que el conocimiento, que la educación para los niños, que una escuela? En Iraq aseguramos el futuro de más de siete mil niños mediante escuelas y, con ello, también la presencia de los cristianos en el país de Abraham. Me ha impresionado mucho la agradecida sonrisa de los niños y sus padres, para los cuales, gracias a vuestra generosidad, hemos podido financiar ocho escuelas en el norte de Iraq. Se trata de una sonrisa de esperanza, de miradas que vuelven a vislumbrar una perspectiva. El saber nos hace libres, porque nos hace partícipes de la verdad. Por esta razón son tan sostenibles las casas en las que aprenden los niños. Las escuelas no solo hacen posible la permanencia en la patria, sino que también son algo así como lugares de resurrección. También esto lo he podido ver en las miradas agradecidas. Queridos amigos, tened por seguro que vuestro sacrificio por estos niños y sus padres –y, por cierto, también por los Obispos, sacerdotes y religiosas– es como una porción de Pascua de Resurrección. Cristo vive y vosotros habéis, con vuestra generosidad, echado una mirada alegre al sepulcro vacío y una mirada firme hacia adelante. Por ello os doy cordialmente las gracias.
Redacción: Jürgen Liminski Editor responsable: Kirche in Not El Boletín es gratuito, aunque se aceptan donativos para ayudar a su envío. Impreso en España. De licentia competentis auctoritatis ecclesiasticae. D.L.M.-11011-1986 www.acn-intl.org