B LETIN
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Ayuda a la Iglesia que Sufre - MĂŠxico
Movidos por el amor de Cristo, al servicio de la Iglesia que sufre.
Dic.-Feb. 2016
¿Quiénes somos? “Todos somos misioneros” (video) Ayuda a la Iglesia que Sufre, fundación pontificia promovida por el Papa Pío XII, fue iniciada por P. Werenfried van Straaten en 1947, para ayudar pastoralmente a la Iglesia necesitada o que sufre persecución en cualquier parte del mundo. Cuenta con oficinas en 21 países y desarrolla proyectos en 140. Contigo es posible: • Construir y rehabilitar templos • Proporcionar sustento y formación a sacerdotes y religiosas • Publicar y distribuir material catequético • Facilitar medios de transporte y comunicación para la evangelización • Proporcionar ayuda en situaciones de emergencia
Dirección C/ San Juan de Dios, 222 Colonia Villa Lázaro Cárdenas Delegación Tlalpan C.P. 14370, México D.F. Tel. (55) 4161 3331 Sede Social Conferencia del Episcopado C.P. 07020 México D.F info@ayudaalaiglesiaquesufre.mx ayudaalaiglesiaquesufre.mx Ayuda a la Iglesia que Sufre en el mundo: www.acn-intl.org
Queridos amigos: Cuando pienso en la misericordia, pienso en el Papa Francisco y en qué debe cambiar nuestra Iglesia: debe volver a acercarse a las personas y a sus necesidades reales. En relación con la misericordia siempre me viene a la mente el cuadro de Rembrandt “El regreso del Hijo pródigo”, que nos muestra cómo es Dios: siempre dispuesto a empezar de nuevo. Pero el Padre misericordioso no quiere que nos deleitemos con hermosos cuadros antiguos, sino que nosotros mismos abracemos a los hijos pródigos, que los recojamos y les concedamos protección, cobijo y un nuevo comienzo. Y cuando reflexiono sobre la misericordia, también pienso enseguida en Ayuda a la Iglesia que Sufre y en vosotros. ¡Qué comunidad tan maravillosa en la que la misericordia se escribe con mayúsculas! Día a día vemos que no os dan igual los más necesitados. Vosotros os encargáis de que la Iglesia que sufre experimente una auténtica solidaridad cristiana. En vosotros vemos al cristiano que anhela el Papa Francisco: “¡Cómo quisiera una Iglesia para los pobres!” Por todo ello, gracias de corazón.
Johannes Heereman
Presidente Ejecutivo Internacional de AIS
Refugiados, una realidad que nos invita a la Misericordia La Convención de 1967 sobre el Estatuto de los Refugiados los define como “las personas que tienen un temor fundado de persecución debido a su raza, religión, nacionalidad, membresía a un grupo social específico u opinión política”. Existen 60 millones de refugiados en todo el mundo, huyendo de conflictos armados y sociales en su país, de hambre y pobreza, de persecución y violaciones a los derechos humanos; también en México. El libro del Éxodo es la historia del desplazamiento del pueblo de Dios para salir de la esclavitud hacia la libertad de una vida nueva. La historia mayor y más célebre del mundo de la emigración, del mundo de los desplazados, que continúa hasta del día de hoy.
Julieta Appendini Morán 2
Directora de AIS México
El Niño Jesús nació en un establo, en un refugio, como muchos niños emigrantes de hoy. Es por eso que Jesús se convierte en el Cristo Refugiado. El Papa Francisco nos invita: “Hoy es tiempo de Misericordia”. “Emigrantes y refugiados nos interpelan. La respuesta del Evangelio de la misericordia”. Esta misericordia es la capacidad de sentir compasión y brindar apoyo sincero, desde el corazón, sabiendo que todos nos necesitamos. Ayuda a la Iglesia que Sufre abre sus brazos para tejer puentes de misericordia en los países de origen de los refugiados. Te invitamos a rezar por una Iglesia que es refugiada y que refugia a tantos desplazados, para devolverles la dignidad y darles esperanza. Que la Virgen María nos bendiga y nos permita ser ejemplo de un pueblo de Dios lleno de misericordia para los refugiados en todo el mundo.
AIS, CON LOS DESPLAZADOS
Una Iglesia de campaña con los refugiados en origen
Allí donde hay un refugiado, está siempre la Iglesia. Una Iglesia que también ha sufrido la violencia y la inestabilidad de sus países. Que es refugiada y a la vez refugia: acoge y acompaña a su pueblo, les hace sentirse personas, les ayuda a no desfallecer, a vencer el miedo y a empezar de nuevo. Con esa Iglesia de campaña está AIS desde 1947 y continuará estándolo mientras haya que enjugar las lágrimas de Dios que llora allí donde el ser humano sufre.
La ayuda de AIS a refugiados en los últimos 10 años 12
2 0
2015 $ 197.303.292
2014
2013 $ 39.026.900
$ 124.224.032
2011 2012 $ 6.804.709 $ 14.530.750
2009
2010 $ 4.889.200
4
$ 6.465.100
6
$ 5.916.000 $ 8.743.474
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2007 2008
10 2005 2006
Fue en 1947 cuando nuestro fundador, el P. Werenfried van Straaten decidió no mirar hacia otro lado y remangarse para socorrer a los refugiados alemanes tras la II Guerra Mundial (más información sobre la historia de AIS, en ayudaalaiglesiaquesufre.mx). Como entonces, ahora la Iglesia está al servicio de estos hermanos. Queremos mirar de frente esta realidad. De hecho ya lo estamos haciendo de manera muy
significativa en los últimos años. En 2012, a nivel internacional, destinamos cerca de 15.300.000 pesos a apoyar el trabajo de la Iglesia con los refugiados. En 2015 hemos superado los 187 millones de pesos.
$ 10.604.974 $ 3.729.800
Hoy queremos hablarles de los sacerdotes, religiosos, religiosas, misioneros y misioneras que trabajan de sol a sol, con los que hoy encarnan el mayor dolor de nuestro tiempo: los refugiados. En los múltiples viajes que el equipo de Ayuda a la Iglesia que Sufre ha hecho por todo el mundo, los hemos visto trabajando en favor de los refugiados, de la Iglesia necesitada; de una “Iglesia de Campaña”.
“Las causas de las oleadas de desplazados y refugiados están en origen y la solución también debe estarlo” Nuestro trabajo está enfocado a ayudar a la Iglesia en los países de origen o en los de la región. Es decir, atender los problemas de raíz y en el lugar donde se originan. Así nos lo indican los obispos y patriarcas de las iglesias orientes en Siria, Irak, Líbano y Jordania, por ejemplo. Y no sólo en Oriente Medio, también en tantos países de África o en América Latina, que comienza a ser un foco de atención en tema de refugiados. Las causas de las oleadas de desplazados y refugiados están en el origen y la solución también debe estar allí. Hace falta coraje, valentía y voluntad política para trabajar por la paz y el diálogo, allí donde hay guerra. Pero la experiencia indica que éste es el camino hacia la estabilidad y la pacificación de los pueblos, así como para evitar la fuga humanitaria. Amigos benefactores, pidamos al Señor, paz para los países con violencia, y caridad para no abandonar a los que sufren sus consecuencias: los refugiados. Igual que el portal de Belén fue el cobijo para José y María, refugiados por persecución, seamos nosotros la esperanza de todos ellos y ayudémosles. 3
LA CIFRA MÁS ALTA JAMÁS REGISTRADA
60 millones de desplazados, hoy Las guerras enquistadas ante la pasividad de la comunidad internacional, el incalificable zarpazo del yihadismo enloquecido, los eternos conflictos olvidados en nuestro planeta, y también las catástrofes naturales, han puesto una cifra a este 2015: 59,5 millones de desplazados por la fuerza en el mundo, la cifra más alta jamás registrada desde la II Guerra Mundial. Hay una atmósfera de III Guerra Mundial por fases. Así ha definido el momento actual que estamos viviendo el Papa Francisco. Cambio de era, dicen los analistas. Nuevo orden mundial, no valen los esquemas antiguos, todo es nuevo, aseguran otros expertos. Cerca de 60 millones de personas han tenido que abandonar su hogar en 2015. Las cifras de los refugiados tienen su drama humano: el 51% son niños. Las mujeres y los menores, los más vulnerables y perjudicados por los movimientos de población. Cada día, 42.500 personas tienen que dejar su hogar de repente, corriendo, huyendo. Esta cifra se ha cuadruplicado en los últimos años. Primero buscan seguridad y cobijo, luego trabajo, educación, desarrollo. La inmensa mayoría se mueve dentro de su país de origen, pero cuando ya no pueden más están abocados a viajar al país vecino. Y en ocasiones, a otros continentes. Un largo y duro recorrido, nunca deseable por ellos. En ese empezar una nueva vida de los desplazados, en sus países de origen o en las regiones limítrofes, está esa Iglesia local que se hace también refugiada y peregrina. Y con ella, con esa Iglesia de campaña, está Ayuda a la Iglesia que Sufre. Consolándoles, ayudándoles a permanecer y devolviéndoles la esperanza. Con tu generosidad, querido benefactor, y con tu oración por todos ellos. 4
La Iglesia es el refugio
Desde la irrupción del grupo islamista Seleka a finales de 2012 en la República Centroafricana, el convento de Ntra. Sra. del Monte Carmelo en la capital, Bangui, se ha convertido en uno de los mayores centros de acogida, llegando a albergar a unas 10.000 personas. “Nunca antes había visto tanta gente huyendo, sobre todo niños”, nos cuenta el carmelita italiano P. Federico Trinchero. Cientos de tiendas de campaña han sido instaladas en el terreno del convento. “Cada día a las 5 de la mañana abrimos el portón y lo volvemos a cerrar a las 5 de la tarde”, explica el padre Federico. En momentos críticos, la gente duerme incluso en la iglesia, donde en el día de Navidad del año pasado una madre dio a luz a su hijo. “Tenemos un promedio de un alumbramiento por día”. También son muchos los que mueren por malaria y otras enfermedades. A pesar de la guerra y la violencia, las vocaciones en el convento han
aumentado. AIS les ha ayudado también a su formación. La comunidad está compuesta por 15 religiosos, entre novicios y padres, que sin descuidar la oración, tienen que coordinar la atención sanitaria y el reparto de alimentos. Los gastos de luz y agua se han disparado. Sin la ayuda externa, no podrían responder a esta emergencia. El Carmelo de Bangui no es el único lugar de la Iglesia convertido en centro de acogida. Las parroquias, conventos y seminarios del país son refugios improvisados. AIS ha sufragado en los últimos meses dos campañas de emergencia en Centroáfrica por más de 5.100.000 pesos. Mons. Dieudonné Nzapalainga, Arzobispo de Bangui, afirma: “Ustedes nos dan esperanza. La Iglesia se convierte en un refugio, en el modelo para otros modos de convivencia, solidarios y justos”. Recientemente ha escrito un mensaje a nuestros benefactores: “Muchas gracias por sus oraciones y por sus numerosas ayudas. Que el Señor les devuelva el ciento por uno.”
LOS REFUGIADOS EN ORIENTE MEDIO
Líbano, desbordada. Siria se desangra En Líbano uno de cada tres habitantes es refugiado. Este pequeño país está al borde del colapso. Desde 2011 no han dejado de penetrar personas por sus fronteras. Proceden de Siria, el país del mundo con mayor número de refugiados: 4 millones. A ellos se suman los 7,6 de desplazados internos que sobreviven en su país, entre los escombros. La mayor presión que padece Líbano se encuentra al este del país, en el valle del Bekaa. La capital del valle es Zahle. Allí trabaja la Iglesia local, desbordada, para atender la marea de refugiados. El goteo de familias sirias de Homs o de Alepo es constante. Hay voluntarios de la Archidiócesis que se encargan de clasificar y atender sus necesidades. Los refugiados llegan aterrorizados, sin bienes de primera necesidad. Hay niños que tardan meses en hablar con normalidad debido al trauma que han vivido. Las secuelas de una guerra tardan en sanar. Monseñor John Darwish canaliza toda la ayuda local. Cada seis meses presenta proyectos a Ayuda a la Iglesia que Sufre para poder ofrecer un paquete de comida a cada familia, alojamiento, calefacción, asistencia médica primaria, colegios… Todas las familias reciben ayuda psicológica y asistencia pastoral. El sufrimiento no es solo del cuerpo, sino también del alma. Desde que comenzó la guerra y hasta este año, AIS le ha apoyado con más de 17 millones de pesos. En 2015, la ayuda asciende a 8.092.000 pesos más.
Con las familias más vulnerables, la ayuda de emergencia es prioritaria, como la del pequeño Antonie, un niño de siete años con síndrome de Down. Su padre no tiene trabajo estable. Necesita atención médica especial y un chequeo del corazón semestral. “Sin la ayuda de la Iglesia no sé que habría sido de nosotros”, asegura su madre Ibtsiam. Las hermanas de Antonie, Guadalupe, Stephanie y Elijah, acuden regularmente a los talleres de la parroquia. Voluntarios de la Iglesia visitan regularmente a cada familia para detectar carencias e infundirles esperanza. El ruido de las bombas y el dolor causado tardarán en desaparecer pero, de momento, alguien ya les ha abrazado.
“Construir para quedarse” en Alepo
Mientras, en Siria, la Iglesia tampoco abandona a su pueblo. Hay familias que han evitado el éxodo gracias a la ayuda recibida. Entre los cascotes y la destrucción, se ha alzado una propuesta llena de esperanza: la del Arzobispo metropolitano de Alepo, Monseñor Jean-Clement Jeanbart y su proyecto “construir para quedarse”.
Abboud Banna tiene 74 años y, a raíz de un atentado con bomba, su casa quedó gravemente dañada. Ahora vive en una sola habitación con su esposa enferma de alzhéimer, su única hija y su nieta. Una lesión en la mano le impide realizar cualquier tipo de trabajo. Gracias al proyecto del obispo, ya se ha empezado a reparar el hogar de la familia Banna, y Abboud recibe regularmente una modesta cantidad de dinero. “Siempre confié en que Dios no me abandonaría y que aliviaría mi dolor, mi fatiga y mi ansiedad”, asegura. Reza para que la seguridad mejore en Alepo y ansía el día en que pueda “regresar a casa y encontrar un trabajo”. Aun con todas las dificultades, no quiere irse. Garantizar a todas las familias cristianas un futuro en su propio país, incluso ante una perspectiva adversa a largo plazo. Este es el compromiso por el que trabaja arduamente la Iglesia en Alepo. Se trata de evitar que los fieles abandonen su ciudad natal porque no encuentren una mano tendida. Ayuda a la Iglesia que Sufre ha concedido al programa “Construir para quedarse” una subvención de 4.318.000 pesos. 5
MENSAJE DEL PAPA “Emigrantes y refugiados nos interpelan. La respuesta del Evangelio de la misericordia” Este es el título del mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado, que se celebrará el 17 de enero de 2016. Y a continuación, un extracto de este mensaje:
“La Iglesia apoya a todos los que se esfuerzan por defender los derechos de todos a vivir con dignidad, sobre todo ejerciendo el derecho a no tener que emigrar para contribuir al desarrollo del país de origen. Este proceso debería incluir, en su primer nivel, la necesidad de ayudar a los países del cual salen los emigrantes y los prófugos. Así se confirma que la solidaridad, la cooperación, la interdependencia internacional y la ecua distribución de los bienes de la tierra son elementos fundamentales para actuar en profundidad y de manera incisiva sobre todo en las áreas de donde parten los flujos migratorios, de tal manera que cesen las necesidades que inducen a las personas, de forma individual
Queridos amigos: El 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción, la Iglesia ha penetrado simbólicamente por la “Puerta Santa” en el Año Santo de la Misericordia. Sin embargo, para millones de refugiados parece que la puerta hacia un futuro mejor permanece cerrada en sus países de origen. Cada vez para más personas, la dignidad de muchas personas se ve mancillada y esclavizada por el pecado. El respeto a la dignidad del hombre se ve amenazado y el hombre se enajena de sí mismo. No obstante, Dios espera hasta que el hombre vuelva en sí y regrese a casa. En la mirada misericordiosa de Dios, el hombre encuentra de nuevo su grandeza y la paz.
“Millones de personas huyen en estos momentos de la brutalidad de la guerra, el lucro y el poder, y buscan un lugar donde ser felices” Según una vieja leyenda, cuando ya era anciano, a Adán le asaltó una gran nostalgia del Paraíso perdido. Se puso en camino y, una vez ante las puertas cerradas del Paraíso, intentó abrirlas y gritó de viva voz: “¡Quiero volver a casa!” Pero sólo la nueva Eva sin mácula y llena de gracia –la Inmaculada– podía abrir las puertas del Paraíso desde dentro. María se encontraba en Belén y, a falta de hogar, tuvo que dar a luz al Niño Divino en un establo y depositarlo en un pesebre, para luego huir con él y José a Egipto. Por eso, solo ella como Madre puede llevarnos de nuevo a casa. 6
o colectiva, a abandonar el propio ambiente natural y cultural. En todo caso, es necesario evitar, posiblemente ya en su origen, la huida de los prófugos y los éxodos provocados por la pobreza, por la violencia y por la persecución. Sobre esto es indispensable que la opinión pública sea informada de forma correcta, incluso para prevenir miedos injustificados y especulaciones a costa de los migrantes”.
Millones de personas huyen en estos momentos de la brutalidad de la guerra, el lucro y el poder, y buscan un lugar donde ser felices. La ola de solidaridad es grande, pero, no obstante, el exilio nunca tendrá fin sin la ayuda de la Inmaculada, pues en ella, la misericordia divina no tiene límites. Y es que no solo se trata de tener un buen corazón siguiendo la premisa de que “lo principal es que todos estén satisfechos”. Necesitamos la insondable misericordia de Dios pues, si no, nos rebajamos y ponemos en peligro la verdadera felicidad. La misericordia de Dios es inexorablemente fiel a la grandeza del hombre. Por eso, el filósofo francés Emmanuel Levinas escribe: “Dios no nos colma de bienes, sino que nos impulsa a la bondad, que es mejor que todos los bienes que podamos recibir”. Queridos amigos, Dios se hace hombre, y cada una de nuestras acciones debe dar testimonio de esta infinita bondad de Dios. Así se lo dijo Jesús a Santa Faustina: “Di, hija Mía, que soy el Amor y la Misericordia mismos. Cuando un alma se acerca a Mí con confianza, la colmo con tal abundancia de gracias que ella no puede contenerlas en sí misma, sino que las irradia sobre otras almas”. ¡Les deseo una bendecida Navidad y un feliz año 2016!
P. Martin M. Barta Asistente Eclesiástico Internacional de Ayuda a la Iglesia que Sufre
EVENTOS PRIMER CONGRESO POR LOS CRISTIANOS PERSEGUIDOS
El pasado 2 de octubre, en el Museo Soumaya de la capital mexicana, tuvo lugar el ‘Primer Encuentro por los Cristianos Perseguidos’, organizado por Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS México), en colaboración con el movimiento laical Unión de Voluntades, bajo el lema “México es su esperanza”. Cristianos de los lugares que sufren esta persecución como Irak, Siria, África y China, dieron su testimonio en este encuentro. Fue inaugurado por el Nuncio Apostólico de México, Mons. Cristophe Pierre. Posteriormente, el Arzobispo Metropolitano de la Iglesia Ortodoxa Cristiana de Antioquía para México transmitió la necesidad que tienen todos los cristianos perseguidos alrededor del mundo. También participaron reconocidos analistas, catedráticos y periodistas. Se puso de manifiesto que en el mundo hay 200 millones de personas que son perseguidas por sus creencias y 50 millones más que sufren discriminación. Por la noche se llevó a cabo una adoración al Santísimo Sacramento, en la Basílica de Guadalupe, donde los testimonios se convirtieron en oración. Damos gracias a todos los asistentes y a las personas que hicieron posible este evento.
Primer Foro de Testimonios
Ayuda a la Iglesia que Sufre también ha participado en el primer foro de testimonios “México con los pueblos perseguidos”, organizado por la Diócesis de Celaya, junto con la pastoral de Educación y Cultura, los jóvenes rumbo a Cracovia, el Instituto Celayense y la Universidad Latina de México.
PRESENCIA EN LA IGLESIA DE MÉXICO
Ayuda a la Iglesia que Sufre continúa con el compromiso de estar presente en parroquias, colegios, universidades, seminarios y conventos, sensibilizando y promoviendo la oración como uno de los ejes centrales de su misión. También iremos ampliando nuestra zona de acción a otros estados de la República Mexicana como Puebla, Querétaro, Guadalajara, Monterrey, Hidalgo entre otros. Además, como fundación vaticana, nos hemos mantenido en diálogo con la Iglesia en México, y continuaremos haciéndolo. 7
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