PROTECCIÓN CONTRA ATAQUES PSÍQUICOS. ISIDRO JORDÁ. AYUDA ESPIRITUAL TRÍNITAS
Vamos aquí a referirnos a los ataques psíquicos en sus dos vertientes: 1ª. Los ataques psíquicos involuntarios, en los que una persona tiene algún tipo de sentimiento negativo con relación a otra y al ponerse a pensar en ella tiene la capacidad de generar un canal o hilo de energía psíquica que la impactará mental o incluso físicamente. 2ª. Los ataques voluntarios, que provienen de personas con conocimientos ocultistas y que disponen de los procedimientos y facultades psíquicas necesarias para ello. El sistema de protección aquí propuesto se basa en la oración a Dios, quien nos proveerá de la energía espiritual necesaria para rechazarlos. Esta energía podrá ser mucha o poca, pero siempre la estrictamente necesaria para cada caso. La principal oración a utilizar es la del manto de protección (véase 8 .4.1. Oración del manto de protección, Manual de protección contra espíritus, Libro 1), pero con una variante: en vez de pedir un manto pediremos tres. Así:
Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, poned tres mantos sobre mí que me cubran de la cabeza a los pies y que me protejan de todo mal. También os pido que con vuestra luz purísima y eterna guiéis a los espíritus que vagan por la tierra y que vuestros ángeles los encaminen al lugar que les hayáis destinado. Amén. Esta oración de tres mantos tiene su origen en un contexto especialmente adverso, el del exorcismo, donde el exorcista la realiza unos minutos antes de iniciar el ritual por necesitar de una protección especialmente fuerte, y más tarde Dios también ha querido conceder que sea especialmente eficaz contra ataques psíquicos de otros seres humanos vivos. El caso más común de ataque psíquico es aquel en que una persona empieza a tener pensamientos negativos con relación 1