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en Valdelaguna?

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el olvido, pasando a ser algo pintoresco que va desapareciendo de nuestro paisaje de forma lenta pero constante por la falta de mantenimiento. Esta técnica constructiva explica como pocas manifestaciones la forma de vida de nuestros ancestros, nos da alguna que otra lección y nos enseñan de dónde venimos. En Valdelaguna, que sepamos al menos, ya nadie practica este arte ni siquiera por afición y, por tanto, las construcciones de piedra sobre piedra son lo único que nos queda de un conocimiento que es parte esencial del legado cultural del pueblo. Su previsible desaparición será además la desaparición de parte de nuestra identidad.

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Sin embargo, este fenómeno no es exclusivo de nuestro pueblo, sino que afecta a distintas áreas rurales de España y de Europa en las que los medios productivos artesanales han sido desplazados bruscamente por la irrupción de la producción a gran escala y el desarrollo de las infraestructuras. Es por eso que no hace mucho, en noviembre de 2018, la UNESCO inscribe en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad lo que denomina “Conocimientos y técnicas del arte de construir muros en piedra seca”, incluyendo, además de España, a Chipre, Croacia, Francia, Grecia, Italia, Eslovenia y Suiza. Con esta acción, la UNESCO, que es el organismo de Naciones Unidas encargado de la educación, la ciencia y la cultura, lo que pretende es poner en valor una práctica que está en vías de extinción y que merece ser preservada como una de las manifestaciones culturales más importantes del hombre en todo el mundo… ¡casi nada! Aunque visto así parece que todo esto nos pilla muy lejos, lo cierto es que con esta declaración de la UNESCO, tenemos la oportunidad de mirar a nuestro pasado y a nuestro pueblo con otros ojos, nada nos impide considerar que esos antepasados que se deslomaron a trabajar en el campo y que se dejaron las manos para construir eras, caminos, huertos o chozos, formaban parte de una humanidad que sin conocerse y en distintas partes de mundo, se adaptaba de forma similar a terrenos distintos, transformándolos culturalmente y generando un paisaje en el que su propia vida y la de los suyos fuera al menos más llevadera. Os animamos a que la próxima vez que os encontréis alguna de estas estructuras abandonadas os paréis a mirarla con otros ojos, que no veáis simplemente un montón de piedras viejas, sino que sintáis el cuidado y el esmero con que fueron colocadas vete a saber cuándo, por quién y para qué, que notéis lo bien que se adaptan a su medio natural y cómo sus formas y sus colores están totalmente integradas en el entorno. En Cataluña y en Valencia ya se están llevando a cabo diversas campañas de restauración de estas construcciones de piedra en seco. Partiendo de algún que otro artífice que todavía queda por ahí, se han recuperado muros dañados utilizando la misma y sencilla técnica ancestral original, sin aplicar ningún tipo de mortero. Una vez que aprendamos a valorar y apreciar en lo que es nuestra propia “piedra sobre piedra”, quizá podamos comenzar a plantear recuperar una técnica, unas construcciones y un paisaje que forman parte de la esencia de lo que es Valdelaguna y, con ello, un legado que de otro modo las generaciones futuras nunca conocerán más que por foto.

Amigos y Amigas del Patrimonio de Valdelaguna

Las reporteras más dicharacheras de toda la Vega han vuelto a poner el micrófono en boca de los alumnos para escuchar su opinión. Esta vez hemos contado con las profes como asistentes para poder llevar a cabo las entrevistas. Queríamos conocer qué piensan los niños y niñas de esta nueva modalidad de cole que están viviendo. Y, desde los más pequeños hasta los mayores, esto es lo que nos han respondido… os dejamos una ensalada de respuestas:

¿Qué es lo que más echáis de menos del cole de antes del coronavirus?

Poder estar en todo el patio y jugar con niños de otras clases. Jugar con los amigos y tocarnos en el pilla pilla y todo eso. Saltar a la comba con más amigos. Las cosas que antes podíamos traer al colegio, las gymkanas que hacíamos con los padres, los grupos interactivos. No poder tocar y compartir el material. Es un poco rollo estar siempre con las mismas personas, aunque también me parece bien porque así tenemos más seguridad. Dar más besos, abrazos a profesoras, a amigos, abrazar a la persona que te está ayudando. Todas las fiestas que hacíamos antes que ya no podemos hacer. Juntarnos todas las clases en los días especiales como carnaval cuando quemábamos la sardina, Halloween, día de la paz. Y no poder llevarnos las mascotas los viernes a casa. Me parece mal comer con la mampara porque no puedes hablar bien con los demás, antes me sentaba a comer con todos los compañeros y ahora no me puedo sentar con ninguno.

¿Qué os parecen las entradas y salidas con las filas y todos los protocolos?

Bien porque hay menos contagios y podemos esperar la vacuna. El virus es malo y hay que intentar no contagiarse y los protocolos ayudan a no contagiarse. Así aprendemos a hacer filas y a guardar la distancia. Los protocolos algunos me parecen un poco aburridos como echarse todo el rato gel, y la mascarilla también, pero lo de las filas me parece bien porque así no hay tanta gente en la entrada del colegio y estás mucho más tranquilo. Muy bien para que no nos juntemos y así no nos contagiamos. Sería una tontería separarnos en clase, ya que si estamos juntos todos en la entrada por qué no en el patio. Lo estamos haciendo muy ordenado. Se están preocupando por nuestra salud y para que no cojamos el Covid. Las filas me parecen mal porque hace mucho frío fuera y es bastante rollo. En clase abrimos las ventanas para ventilar y algunos tenemos puesto el abrigo toda la mañana.

¿Cómo vivís relacionaros solo con los compis de vuestra clase, a qué jugáis ahora en el patio que hay nuevos materiales?

Es un poco rollo porque siempre estamos con las mismas personas. Ahora jugamos a juegos de nuestro material, ping pong y esas cosas. Es regular porque a veces intentas relacionarte con otros del patio con la distancia de seguridad y saltarte las zonas, pero no se puede y jugamos al pádel y con el nuevo material. A mí me parece bien porque así nos juntamos todos los de la clase y la gente que antes no éramos amigos pues ahora sí. No puedo ver a otras personas que me gustaría ver en el patio pero puedes jugar a lo que quieras, ya no hay un día que hay que jugar a una cosa y otro día a otra, eso me gusta, poder elegir a lo que quieres jugar. Bien porque son mis compis, pero mal porque no me puedo relacionar con los demás. A veces es un poco aburrido porque siempre son la misma gente, los mismos juegos y como en nuestra clase no somos tantos no se puede jugar a los

mismos juegos que si estuviéramos todos en el recreo. La verdad es que a veces estoy un poco aburrida de jugar siempre con las mismas personas, cuando no podemos salir jugamos al ping pong sobre todo. Lo vivo bien pero me gustaría jugar con más gente y estamos jugando últimamente al palabrea, pin pon y así no es tan aburrido. A veces jugamos a pasarnos la indiaca o la pelota, al fútbol, a veces jugamos a un pilla pilla que tienes que dar con las indiacas despacio.

¿Cómo os sentís con la mascarilla todo el día, os habéis acostumbrado, entendéis a los demás y a la profe cuando hablan?

Me he acostumbrado un poco, si estoy toda la tarde o mucho tiempo me duelen las orejas después. Entiendo lo que dicen a veces, si está muy lejos no, pero si está cerca sí. Con la mascarilla me siento un poco mal, me molesta en las orejas. De lejos no los oigo. Me siento regular porque no les entiendo salvo cuando están cerca. Les entiendo bien pero algunos hablan un poco bajo y no se les entiende nada, pero a la profe se le escucha bien. Antes era guay, sin mascarilla, con muchos amigos y me gustaba ser feliz en el cole, ahora con la mascarilla me asfixio. Los entiendo bien a todos y noto cuando están contentos o tristes, lo noto por sus ojos, para arriba alegres y para abajo tristes.

¿Qué os parecen las clases online cuando no se puede asistir al cole?

Me parecen un aburrimiento porque al final no es tan divertido como el cole presencial. No aprendo casi nada porque al final solo es un rollo. No soporto los deberes online cuando no venimos al cole, sólo me gusta la videollamada para hablar con los amigos. En el cole lo hacemos todos juntos, pero en casa es terrible. Odio los deberes en casa online, en clase me gusta y se pasa rápido, pero en mi casa me muero. Me parecen un poquito mal porque no es como estar todos juntos con mis amigos y con mis profes, no es lo mismo aunque estemos en aula virtual. Es más aburrido en casa. Los más pequeños lo viven de forma distinta… Los que han empezado el cole este curso no conocen otra forma de estar, aunque saben que el cole en realidad no es así y que están llenos de restricciones. Y para los que no es su primer año también han tenido muchos cambios a pesar de que ellos no están obligados a llevar mascarilla. Nos han comentado cosas como: Entiendo bien, prefiero ahora, los cuentos con las dos mascarillas te escucho, ahora te escucho mejor. Pues algunas veces me molesta y me la quito para después ponérmela fuera del cole. Para comer me la quito, sino horrible. Prefiero la vida sin mascarilla porque siempre me molesta. Antes nos sentábamos la asamblea en cojines, en la alfombra, que era de carreteras. Me gustan los bancos porque no nos enfriamos el culete. Antes nos dábamos abrazos y besos, pero ahora no porque está el coronavirus. Tenemos las manos limpias pero me las lavo con jabón. Los protocolos un rollo petardo. Entiendo a la pofe y sé cuando está contenta o enfadada. Se nota. Estoy bien porque con los pequeños de la clase ya juego.

El sentir general nos lo han resumido así:

Echo de menos cuando no había mascarillas y también cuando no había contagios en el cole ni videollamadas ni virus. Ya no tengo tantos amigos de las otras clases, antes todos nos podíamos juntar, abrazarnos, chocar los cinco y ahora tengo que tener esta cosa puesta, lavarme las manos, desinfectarme todo el rato y es un rollo. Tengo ganas de que vuelva a ser normal. Y además que se acabe ya esto. En infantil lo tienen claro también: ¡Prefiero la vida sin coronavirus! (y esto lo corean todos juntos, tanto que se escucha en el universo entero).

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