Por él bajamos a la GR-SE-39 y la remontamos para, por el camino de Maldonado, hoy asfaltado, entrar a la Peza por su zona alta, precisamente donde se encuentran los restos de su famosa fortaleza. Con su visión avituallamos, que bien nos hará falta para el duro tramo que nos queda. Y es que el ramal que se inicia hacia Loma Arcuilla y desemboca en el principal del Mirador de Fuente Grande o de la umbría de la Venta a Blancares, bajo el cerro de Peña Bermeja y su caseta de vigilancia, conforme dejamos el cruce hacia el área recreativa de la fuente de la Gitana y, sobre todo, el siguiente que desemboca poco más arriba y discurre por la umbría de la Gitana, presenta rampas superiores al 20% en 1,5 km. durísimo con una pendiente media superior al 17%.. Reagrupamos en el cruce principal y desde ahí, menos mal, ya todo es bajada rápida hasta salir al puerto de Blancares (1.297 m.). Hasta Granada seguiremos todo el trayecto de la GR-SE-39 que, siguiendo el curso del río Aguas Blancas nos lleva raudos al valle del Genil y su archiconocido camino del Colesterol, deshaciendo los kilómetros hechos antes en nuestra aproximación al cortijo de Aguas Blancas. RESUMEN Ruta larga y exigente físicamente, con algunos tramos de un fuerte desnivel ascendente. Se puede realizar todo el año y así apreciar los cambios estacionales en el paisaje de la sierra de Huétor y las primeras estribaciones de Sierra Nevada; incluso en estío es agradable por discurrir entre ríos con cursos permanentes y varios puntos de aguada. El piso de las pistas, en muy buen estado, nos permitirá sacar un buen promedio de velocidad.
La Peza ( Granada )
T
e invita a disfrutar de un maravilloso día en Nuestro Municipio de la Ruta de Munzer a Labassa (La Peza ) Aguas Blancas, Orcalate, Umbría ,Venta y regreso por Blancares.
Datos adicionales: Realizada el 08-06-2013. Tiempo rodando 05h. 12m. Velocidad media en movimiento 17, 5 km/h. 50,3% de piso de tierra. Resto asfalto.
BTT
… después de varios fines de semana de rutas tremendísimas, hemos acordado darnos tregua y, así de paso, disfrutar del acompañamiento de compañeros que se encuentran en la habitación de recuperación. Así hemos decidido hacer parte del periplo principal de esta ruta con fin en el mirador de Peña Bermeja, al que, en la anterior ocasión por cansancio y tiempo dimos de lado...
Esta vez hemos decidido realizar una ruta que, en buena parte del periplo es habitual de los beteteros granadinos y, que tiene un gran trasfondo histórico no sólo por discurrir por la principal vía de entrada a Granada desde el Levante peninsular desde época romana hasta el siglo XIX, en que tomó preponderancia el paso por el puerto de la Mora, sino por que arribaremos a la musulmana Labassa (La Peza), la principal estación de la antigua calzada, después, Camino Real Guadix-Granada. Las peculiaridades geográficas del itinerario nos adentrarán por la cara Sur de la Sierra de Huétor y, la vuelta hacia el puerto de Blancares desde la Peza, por las faldas de la primera línea de las estribaciones Norte de Sierra Nevada. El paisaje, con abundancia de pequeño y mediano matorral, continúa en su lenta recuperación del terrible incendio de 1994 y otros posteriores. Por estos paisajes arribaremos y dejaremos la apacible localidad surcada por el río Morollón y su gregario, el Espique, que surten ambos los acuíferos lapeceños que hacen manar agua por los caños de sus apreciadas fuentes. Merece la pena visitar su Iglesia de estilo barrocomudéjar (Ntra. Sra. De la Anunciación). En cuanto a la historia de la Peza hay que decir que, en época romana pudo ser una mansión que servía para descanso y abastecimiento a soldados y viajeros y que, como otras, fue el germen del posterior poblamiento. La calzada que la cruzaba venía desde Iliberis (Granada) hasta llegar a La Peza. Desde aquí continuaba hasta Acci (Guadix). De hecho el topónimo parece venir del latino Lápice (piedra). Ya como la musulmana Labassa se construiría el castillo fortaleza medieval (siglos IX y X), hoy en estado ruinoso, aunque se ha consolidado algo la torre del homenaje. De su significación. a finales del XV tenemos una aclaratoria descripción del médico y humanista alemán Jerónimo Münzer que, habiendo pernoctado en el castillo de esta localidad durante su periplo peninsular, dejó escrito: “A las tres leguas llegamos al castillo de Lapesa, en un monte altísimo, y allí descansamos toda la noche. Todos allí eran sarracenos, menos el alcaide y huésped nuestro, que nos alojó al pie del monte…”. Su pluma reflejaba el carácter islámico de la población muy poco después de la conquista castellana, la importancia de la fortaleza y, también, las siguientes localidades de su periplo a la capital del nuevo reino cristiano.
Hay que significar que su historia contemporánea está unida a la gesta de Don Miguel Atienza, el Alcalde Carbonero, que al paso de las tropas francesas junto a sus vecinos asediados por los galos, hicieron de un tronco de encina un amenazador aunque poco efectivo cañón que, al ser usado por las gentes del lugar estalló en mil pedazos sembrando la muerte entre ambos bandos y el pánico en el ejército francés. Capturado su alcalde en lugar de asumir su cautiverio, rompió su vara de mando ante el general francés y se arrojó desde un escarpado barranco de la localidad al grito de "yo soy la villa de La Peza, que muere antes de entregarse". A las 8,30 iniciamos el tránsito por la ruta del colesterol el sexteto de Suricatos reunidos hoy. Rodeamos Cenes de la Vega y, ya por el asfalto de la GR-SE-39, Dúdar y Quéntar quedan atrás hasta que, por ellas volvamos a realizar de nuevo el regreso y volvamos a reiterar parte del trayecto del doctor Münzer allá en 1494. El tramo puramente betetero lo iniciamos, tras pasar el pantano de Quéntar, por el camino que va del cortijo de Aguas Blancas, con su refrescante fuente, al puerto de Blancares. Antes de su finalización y nada más pasar el bco. de Cañageo nos introduciremos, a izquierda, por un ramal secundario que nos saca, en subida, al camino que bordea el cerro del Salto del Caballo. Antes de bordear el cerro aguamos en la fuente del Prado de la Torre y, más descansados, iremos hacia el collado de Orcalate (1424 m.) donde hay un cruce general de caminos. Acá hay cónclave y de él se aprueba continuar la conocida ruta del alemán. Puestos a ello cogemos el de la izquierda que rodea por la ladera NO la loma del Madroño y nos ofrece un piso y un terreno perfecto para rodar rápidos y, a la vez, contemplar un paisaje abierto a las sierras de Arana y de Huétor, así como a Diezma pueblo y sus llanos por los que circula la A-92. Dejamos el cortijo y la casa forestal de las Tablillas, y tras pasar el cerro del Gallo, vemos como el valle del Fardes, que hasta ese momento bajaba encajonado, se amplía antes de su llegada al pantano Fco. Abellán. En el puerto de la Malajara comienza el asfalto de nuevo.