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LITERATURA
La casa de Kyoko
Antzinako berri-berriak
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Tempest, Kae. Igela (P TEM ant)
La librera de El Cairo
Wassef, Nadia. Península (N WAS lib)
En la casa de Kyoko los invitados son bien recibidos a cualquier hora. Ahí se reúnen cuatro jóvenes, de profesiones y caracteres diferentes, y algo en común: una conciencia estoica que les obliga a negarse a sí mismos, a aparentar que no creen en la existencia del sufrimiento en este mundo, acostumbrados a ocultar sus sentimientos, ese espejo roto en pequeños fragmentos de cristal en su interior.
Jainkoak edonon daudela, metroaren esperoan edo loteria erosten. Jainko bat edonor izaten ahal dela, makulu baten laguntzaz aldapan gora doan señora, bi haur sakelakoari begira, gizon nekatu bat bere gelan pornoa kontsumitzen. Olinpoa zure auzoa dela, berdin Iruñeko Etxabakoitz edota Londresko Lewisham izan.
Nadia Wassef siempre quiso ser librera. Junto con su hermana y su mejor amiga fundaron hace veinte años Diwan, una librería en su Cairo natal. Eran tres mujeres jóvenes, sin formación académica, sin experiencia y sin nada que perder. Por aquella época, no había aún librerías en Egipto. La cultura se hundía bajo la mala gestión de un gobierno corrupto y los libros se consideraban un lujo, no una necesidad.