3 minute read

El Pueblo Mexicano más surrealista

SAN LUIS POTOSÍ EL DESTINO MÁS SURREALISTA DE MÉXICO

Advertisement

PLANES PARA TODOS EN ANTIGUA

EL PUEBLO MEXICANO MÁS SURREALISTA

XILITLA ES UN LUGAR TAN HERMOSO COMO MISTERIOSO CON UNA VIBRA ÚNICA QUE DEJARON A SU PASO LOS GRANDES MAESTROS DEL SURREALISMO. PARA CONOCERLO SOLO HACE FALTA UN PASEO CON LOS OJOS BIEN ABIERTOS Y LOS SENTIDOS A FLOR DE PIEL.

Por Azucena Pacheco

Comienza el día en Xilitla. Tras una refrescante lluvia que abrillanta las hojas de los árboles, el piso y las esculturas de concreto comienza la aventura. Llegué muy temprano y el parque está vacío. Mientras me abro paso entre la neblina, una serie de gigantes de formas indefinibles asoman sus cabezas entre la maleza.

El silencio es absoluto en este Pueblo Mágico de San Luis Potosí. Solo lo interrumpe el canto de algún pájaro, el sonido del viento en las hojas o el correr del agua. Trato de imaginar este sitio sin la intervención de Edward James, intuir qué cautivó a tal grado a un excéntrico millonario escocés para llegar aquí tras largos días de aventura, trepado en una panga consagrándole sus últimos 22 años de vida y todos sus millones.

Pudo haber sido el verdor absoluto del paisaje, las caídas de agua, la naturaleza pletórica de vida y el silencio que contrastaban con el escenario de la postguerra que asolaba a Europa durante esos años; o tal vez la calidez de la familia Gastelum, que lo acogió en su casa como un miembro más; o quizá la sensación de ser un Dios omnipotente en este universo donde creó su propio edén. Eso habrá que descubrirlo.

ESCULTURAS CLAVADAS ENTRE LA MALEZA. UN RECIBIMIENTO SURREALISTA PARA UN DESTINO ESPECTACULAR.

JARDÍN DE SUEÑOS Edward James imaginó una escultura interminable en la que él cimbraría el concreto y la naturaleza haría el resto. Quería que las estructuras interactuaran y se fundieran con la selva para crear el primer jardín escultórico del mundo y en el que se han inspirado muchos otros.

A través de 25 obras, cada una con historias y simbolismos específicos, esta ciudad perdida e inconclusa —con sus columnas invertidas, serpientes que transmutan en palomas y flores de piedra— reta el sentido común y a la ley de gravedad. Es hipnótico y a veces confuso recorrer estos laberínticos pasillos para encontrarse con símbolos romanos y griegos; asirios y sumerios; incas y mayas, y llegar a una poza —ya sea natural o creada—, refrescarse con un buen chapuzón en sus aguas cristalinas

y nadar en medio de una obra de arte para convertirte en parte de ella. Una experiencia biocultural que incluye espacio, autor y creación en la que puedes estar absorto todo el día sin que importe la hora, el hambre o el calor. Aquí, además de James y muchas celebridades del arte, el cine y el espectáculo vivieron infinidad de orquídeas y plantas traídas de todo el mundo. También lo hicieron venados, ocelotes, serpientes, flamencos y otras especies animales exóticas. Fue sede de históricas bacanales, intensas pláticas filosóficas con líderes espirituales de diferentes corrientes y refugio e inspiración de artistas surrealistas, que a su vez, dejaron en él su impronta.

Créeme, es estremecedor caminar en medio de estos fantasmas.

This article is from: