II. Contexto de emergencia del colectivo chileno Taller de Diseño Integrado
II.I Las artes en la vida política predictadura. “El golpe militar de 1973 que derrocó al gobierno de la Unidad Popular hizo sentir a una mayoría de chilenas y chilenos que sus sueños y esfuerzos por construir una sociedad nueva se habían desmoronado . Algunas y algunos simplemente dejaron de sentir por la muerte física o por la emocional. Diecisiete años después de ese violento acontecimiento, la democracia llegó con una promesa jamás realizada porque, entre otras cosas, el mundo había cambiado y ya no parecían existir alternativas a un modelo hegemónico en lo político, en lo social y en lo cultural. Entonces se creía que las generaciones posteriores habían nacido sin sueños o, al menos, con una gran cuota de apatía y conformismo, cuestión que se podría vislumbrar en aquella frase acuñada durante los noventas: “no estoy ni ahí”.1 (Salinero y Salinero: 2012) (Ver imagen n° 2)
1. ¿Cómo celebramos un 11 de Septiembre? Bueno, vamos al Cementerio. ¿Nos enojamos el 11? Bueno, los muertos. ¿No es acaso éste un resultado que ha permitido una verdadera inversión de las identidades? En lugar de apostar a la potencia, de apostar al capital propio, en lugar de afirmarme, afirmo las negaciones y creo una cultura en torno a mis negaciones: la cultura de la derrota, la cultura de la muerte pasan a ser más importantes, pasan a ser más importantes que yo ser eficiente en la rebelión.” Gabriel Salazar, Raíces históricas de la violencia en Chile.
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