Beatriz Klettner Soler
DONDE HABITE EL OLVIDO
CAPÍTULO PRIMERO “Los libros son espejos: solo se ve en ellos lo que uno ya lleva dentro” Carlos Ruiz Zafón
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Fotografía de Tamino Kuny
Donde habite el olvido
JARDÍN En el jardín de las flores, de las flores de plástico, he visto una rosa que brilla, y que crece, con olor a alegría. No la he tocado todavía, la ilusión podría ser cosa mía. Pero si hasta mayo dura, si hasta mayo crece y madura, si se vuelve roja como la sangre, y consigo escuchar su sinfonía, abandonaré todo. Arrancaré la rosa como la manzana y me iré, por mi propia voluntad del jardín. Y me reiré de mí. Y en mi delirio seré feliz.
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Donde habite el olvido
AGUACERO Octubre se ha instalado en abril. Las lluvias se han multiplicado por mil. El frío se apodera de todo lo cálido. Los corazones rotos están sin servir. Las familias rotas siguen aquí. Las aguas frías caen sin parar. Las goteras gotean sin frenar. El pasado pausado está. El futuro se vislumbra empapado. La vida en aguacero continúa.
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Fotografía de Tamino Kuny
Donde habite el olvido
INOCENCIA Dulce placer. El mundo es un misterio cuando se es inocente. La curiosidad, tu mejor compañía. La vivacidad, tu mejor motor. Pero el pasar de los años te la va arrebatando. Te la absorbe, poco a poco, de la cara, de los ojos, de la mente, del corazón. La vida se bebe tu inocencia como un buen vaso de vino. Dejándote vacía, y eternamente incomprendida.
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Donde habite el olvido
EL TREN El tren me mueve de «a» a «b». Paisajes bellos, libros largos, siestas intensas. Pero no sé cuándo llegaré. La vida entre las vías me desplaza de «a» a «b». Días de risa, lúgubres y sin pausa. Me consume el tiempo y pierdo el aliento. No sé cuánto tardaré. Mi mente piensa de «a» a «b». Y en un caos emocional e intelectual me encuentro constantemente. No sé cuándo pararé.
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Fotografía de Tamino Kuny
Donde habite el olvido
IX Donde habite el olvido, viviré yo. En el olvido del tiempo, de la amistad y del amor. En aquel lugar que nadie se atreve a penetrar, ahí estaré yo. Dolida por mi marginación, condenada a un eterno sentimiento de culpabilidad. Nadie me llamará. Mis gritos no los oirán. Seré como una brisa que fugazmente les rozó y que, más rápido aún, se les olvidó. Seré insípida, impalpable e inexistente. Seré la nada, y la nada seré yo.
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Poemas y fotografías escritos y realizados entre 2014 y 2019, en espacios europeos, en especial, Zúrich y Luxemburgo. Es una oda a la creación, basada en la honestidad del recuerdo y representa la fuerza del viento de las nuevas generaciones. La realidad solo existe en tu percepción del recuerdo.
Fotografías realizadas por Tamino Kuny,
106322 788419 9
ISBN 978-84-19106-32-2
Ana Ruiz Miralles, David Viktor Kürsteiner.
mirahadas.com