Liza bonita la estrella y su amiga
Ilustrado por María Estela Crisóstomo Siverio
La mar está alegre con sus pequeñas olas revoloteando en la orilla, mojando la arena fina y los pies de las personas que pasean por la playa bajo un cielo con luna llena y estrellado el azul eterno. Las estrellas que cubren el cielo dan brillo al alma de los adultos y ponen una sonrisa en el rostro de los niños. Y entre todas las es trellas, una destaca de forma espléndida, como si dominara a las demás.
La noche comenzaba a vivir, y los turistas pasean alegres, bronceados y divir tiéndose; y sobre la arena de la playa hay una niña, Liza bonita, y su madre Lucía; están sobre una toalla grande jugando y ríen y ríen. Liza tiene una sonrisa amplia y hermosa, con el pelo castaño y rizos juguetones. Los ojos, color marrón miel, de profunda fantasía, le acercan al cielo infinito. Y sobre su rostro, una luz des tellante que proviene desde donde los sueños nos hacen volar en una vida de grandes ilusiones.
Son las once de la noche, ya cansa das, están recogiendo los juguetes y las toallas cuando Liza mira fijamente a una estrella que brilla mucho y que la rodea con su luz.
—Mira, mamá, esa es mi estrella. ¡Es muy bonita! —exclamó Liza.
—Sí, es como Liza bonita —respondió su madre; riendo las dos mientras caminaban hacia el apartamento donde pasaban las vacaciones.
Ya en el apartamento y cuando Liza iba a dormir, se acercó a la ventana, mientras que con sus ojos ingenuos buscaba en el cielo a su amiga la estrella.
—Hola, estrellita, ¿tú eres mi amiga? —preguntaba al cielo. Y la estrella respondió con destellos de luz.
—Sí, sí —gritaba Liza—, eres mi ami ga. Eres muy bonita, como Liza. Liza soy yo, ¿lo sabías? Bueno, ya voy a dormir y a soñar contigo. Buenas noches, estrella amiga. Hasta mañana.
Y volviendo a la cama se durmió con una gran sonrisa, pensando en su nueva amiga. Y mientras vivía un plácido sueño, la estrella daba penumbra a toda la habitación.

Liza soñó toda la noche con su amiga la estrella. Y al despertar fue rápida a la ventana a buscarla. Pero no la veía; la buscaba, pero no la encontró. Muy triste le preguntó a su mamá por qué no podía ver a su amiga, y esta le contó que las personas no vemos las estrellas de día porque al amanecer se iban a dormir. Y hablando mucho, Lucía le decía a su hija que todo era un sueño muy bo nito, que ya había pasado y que no tenía que decir más tonterías.
Pero Liza sabía que no era un sueño y estaba deseosa de que llegara la noche para ver a su amiga. Y todo se lo contaría a sus amigas de juegos, y un día ellas también conocerían a su amiga la estrella bonita.
Liza hablaba y hablaba de su maravillosa aventura con la estrella. Y sus
amigas se reían y querían conocerla. La tarde iba avanzando y en el cielo empe zaron a aparecer nubes y más nubes, y ya no se podían ver las estrellas.
Liza, con ocho añitos, no entendía qué estaba pasando y por qué no podía ver las estrellas. Y sus amigas empezaron a pensar que no era verdad; menos John, que sí la creía y le preguntaba muchas cosas sobre su maravillosa aventura. Y Liza, con gran imaginación, le contaba historias fantásticas que solo había vivido en sus sueños. Así que todos se fueron a sus casas, y Liza quedó triste, porque desde su ventana no veía a su amiga por culpa de las nubes, y gritaba muy enfadada:
—Iros, nubes, iros ya, que quiero hablar con la estrella bonita. ¿Dónde está mi amiga? —decía y lloraba triste mojando sus preciosos ojos de niña desolada.
Iban pasando los días y Liza iba a la playa por las noches, mirando siempre al cielo y buscando a su amiga la estrella.
Liza se enfadaba con su madre por que no la dejaba jugar sola por la noche en la playa. Y día tras día hablaba con sus amigos y solo la creía John.
Todo el mundo decía que tenía mucha fantasía y eso hacía que la niña bonita se enfadara y que estuviera triste. Pero ella sabía que un día volvería a ver la estrella, y también la verían todas sus amigas y amigos, y entonces la iban a creer y a saber la fuerza maravillosa de la naturaleza que hace que la vida sea más hermosa y exista más alegría.
La niña de ojos de fantasía y rizos castaños quería ir todas las noches a la playa. Pero pasaban los días y no iban, pero ella no dejaba de pensar en su amiga la estrella.
A Liza le gustaba mucho ir a la piscina y saltar y nadar con su flotador; pero ahora solo deseaba estar cerca del mar con sus amigas y amigos, y contarles his torias fantásticas del mundo de los cielos y que la creyesen. Y seguía siendo John el único que la creía.
Sin embargo, Liza volvía a recuperar su maravillosa sonrisa, y en la piscina, jugando decía:
—Mami, tú eres tiburón y yo pececillo, y me vas a comer. ¡Vete, tiburón, vete! —exclamaba sonriente.
—Pececitos, os voy a comer, ja, ja, ja —contestaba su madre en un juego que les divertía y les hacía reír mucho desde un mundo de inocencia y fantasía. Una tarde varias familias fueron a la playa para hacer barbacoa y divertirse un poco. Los padres preparando la comida
con las parrillas listas y las neveras con el hielo que enfriaba las bebidas; y los niños en su mundo de juegos a la orilla de la mar; siempre bajo el control de sus padres. Niñas y niños gozaban del agua y de la arena. Hacían pequeños castillos y se echaban agua los unos a los otros; tumbándose y esperando a ser mojados por las olas y reír mucho. Y entre tantas risas y juegos, Liza estaba impaciente es perando la llegada de la noche y poder ver a su amiga la estrella. A su lado esta ba John, que era su mejor amigo. Y sobre todo le gustaba estar con él porque creía en sus historias y en la existencia de la estrella maravillosa. Liza soñaba con volar con su ami ga y andar por el cielo y ver el mundo desde arriba. Decía que su amiga la lle
ISBN 978-84-19454-41-6 9 788419 454416
Liza bonita es una niña de ocho añitos que ha conocido a una estrella que tiene unos poderes maravillosos. También tiene dos amiguitos ti burones: tiburón mamá y tiburón bebé. Y toda la aventura transcurre en la costa durante las vacaciones de verano, pues se suelen reunir varias familias, y los niños se lo pasan genial. Hasta que un día, John, uno de sus amigos favoritos, es arrastrado por una ola, y la estrella y los tiburones lo rescatarán, pero el pequeño está inconsciente y tendrá que ser ingresado en la UCI del hospital. ¿Logrará salvarse?...
VALORES IMPLÍCITOS:
Liza bonita, los tiburones, la estrella y los niños representan los valores más nobles que puedan tener las personas. La fantasía se impregna de ilusión desde una actitud de amistad pura. La fidelidad y la unión de las personas nos deben guiar para estar más cerca de quienes más nos necesitan. Si cuidamos nuestro medio ambiente, la naturaleza que nos rodea nos cuidará. La infancia está llena de inge nuidad y sentimiento que acerca a todos los niños para poder conseguir un mundo mejor y más justo. Une a niños de todas las edades, de todas las razas, de todas las ideas, y al final nos damos cuenta de que el niño que llevamos dentro nos enseña que la vida somos todos, tú también. En la fantasía y la magia vive la humanidad.
LIBROS DIFERENTES para noches cortas de invierno y largas de verano, ¿o es al contrario?
