Los miedos son mis amigos

Carla Verónica

Grasso

MIEDOS SON MIS amigos los

Benicio es un chico muy alegre, pero un día se despertó sintiendo algo que nunca había sentido. Era como una nube negra llena de rayos, o como una sombra con manos grandes que le agarraba el cuerpo. Parecían manos heladas que hacían correr una corriente eléctrica por su espalda, poniendo sus pelos de punta.

Beni no entendía qué le ocurría, y corrió a preguntarle a su abuelita Verónica, que estaba en el jardín trabajando en la huerta.

¿Qué me está pasando en el cuerpo, abuelita? —preguntó Beni después de contarle lo que sentía.

—

A mi cuerpo también vienen esas sensaciones de visita, se llaman «miedos» —dijo tiernamente la abuela Vero — . Al principio a mí tampoco me gustaba sentirlos, pero con el tiempo me di cuenta de que los miedos son nuestros amigos. Tienen una misión superpoderosa, que es cuidarnos del peligro. Aunque a veces no tienen razón y pueden equivocarse, ellos siempre buscan protegernos. Son grandes guardianes, y por eso yo los escucho siempre.