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MUJERES NEGRAS EN LA FILOSOFÍA
ZINTHIA PALOMINO
PROYECTO
ILUSTRACIÓN
NINA SEFCIK &
DJAMILA TAÍS RIBEIRO DOS SANTOS
Djamila creció en una familia donde la lucha por los derechos de las personas negras y el activismo siempre estuvieron presentes. Su padre formó parte del movimiento negro en Brasil, y en muchas ocasiones, Djamila asistió con curiosidad a las reuniones que organizaban. De su madre obtuvo grandes valores, gracias a las prácticas en religiones de matriz africana, que le permitieron estar en contacto con sus ancestras y resultaron de gran importancia en su crianza.
En cada encuentro familiar, el debate sobre la diversidad étnico-racial y los derechos de las personas negras siempre estuvo presente, y cuando algo nos resulta tan cercano, nos duele y nos cruza la piel, es difícil no luchar en su contra.
Djamila ha enfocado su vida académica en la lucha contra la discriminación racial, el feminismo hegemónico y la defensa de las personas negras.
Aunque tuvo sus primeros acercamientos al movimiento negro gracias a su padre, fue durante la adolescencia que Djamila formó parte activa en el movimiento negro y el feminismo, a través de la Casa de Cultura Mulher Negra, en la que trabajó.
Es filósofa, activista social, profesora y escritora y a través de sus publicaciones denuncia la violencia y la desigualdad social, principalmente contra las personas negras. Graduada en Filosofía, con maestría en la misma área por la Universidad Federal de São Paulo.
En mayo de 2016 Djamila fue nombrada vice-secretaria de Derechos Humanos y Asuntos de Ciudadanía en el gobierno municipal de São Paulo.
Escribió el prólogo del libro Mujeres,Raza y Clase de la filósofa negra y feminista Angela Davis. Y ha publicado las obras: ¿Qué es un lugar de habla? (2016), ¿Quién le teme al feminismo negro? (2018), Pequeño manual antirracista (2019) y Cartas para minha avó (2021).
(BRASIL, 1980)
Filósofa, activista social, profesora y escritora
La primera mujer afroamericana en recibir un doctorado en Filosofía (PENSILVANIA 1933 – 2014)
JOYCE MITCHELL COOK
Cuando Cook era una niña pequeña, sintió curiosidad por el mundo que le rodeaba y pensó en un principio que los estudios en Química le ayudarían a descubrir todo sobre él. Sin embargo, después de muchas lecturas sobre filosofía y algunos encuentros realmente inspiradores con profesores y profesoras de su escuela, decidió estudiar una doble carrera en Psicología y Filosofía.
En 1965 fue a la universidad para defender su tesis para el PhD en Filosofía y se convirtió en la primera mujer negra en los Estados Unidos en recibir un doctorado en Filosofía. Algunas personas creen que fue la primera en todo el mundo, pero de esto no estamos seguras porque hay poca información registrada.
Los logros alcanzados por Cook no se acaban aquí. Llegó a enseñar en la Universidad de Howard y trabajó en la Casa Blanca como escritora y editora de Jimmy Carter, presidente de Estados Unidos.
Su interés se centró en la ética, la filosofía social y política y los derechos civiles. Estaba escribiendo un libro sobre la experiencia negra cuando le sorprendió la muerte a los 80 años, el 6 de junio de 2014. Al igual que ha sucedido con los logros de otras mujeres negras pioneras, los alcanzados por Cook pasaron desapercibidos durante muchos años, y el legado en torno a su trabajo apenas está comenzando a circular.
En 2007, le otorgaron el «Premio Flame» del Colegio de Filósofas Negras. La American Philosophical Association otorga el «Premio Joyce Mitchell Cook» bienalmente a una «filósofa negra pionera». La Universidad de Yale organizó la «Conferencia Joyce Mitchell Cook», en noviembre de 2015, donde se reunieron muchos académicos y pioneros en filosofía para honrar a la Dra. Cook.
SOPHIE BOSEDE OLUWOLE
Cariñosamente llamada «Mamalawo», Sophie Bosede Oluwole fue la primera mujer en obtener un título de doctorado en Filosofía en Nigeria y una de las pocas académicas que popularizó la filosofía africana. Practicante de filosofía yoruba, una filosofía que proviene de un grupo étnico localizado en Nigeria. Habiéndose decidido por la filosofía después de su graduación, fue profesora asistente y obtuvo un doctorado en Filosofía en 1984. Más tarde, se convirtió en profesora y también decana de asuntos estudiantiles hasta que se jubiló en 2002.
Durante toda su vida académica, Oluwole centró sus investigaciones en la lucha contra el imaginario occidental, a través del cual se afirma que las personas africanas no tienen filosofía. Ir en contra de esta idea le costó la burla de un círculo filosófico dominado por hombres que eran afines a la tradición intelectual occidental. Oluwole, a través de sus reflexiones, cuestionó a quienes afirmaban que la cultura africana estaba desprovista de una sólida tradición filosófica. Entendía que era preciso examinar en profundidad el lenguaje y la cultura del pueblo africano y las ideas expresadas, y luego, sobre ese análisis, concluir que la filosofía africana no existe o está desprovista de solidez, cosa que, hasta ese momento, ninguno de los grupos contrarios a la filosofía africana había hecho.
Partiendo desde este punto, Oluwole quiso probar la eficacia de la tradición analítica en la que fue educada, examinando críticamente su cultura nativa yoruba como un ejemplo de filosofía africana genuina.
Las horas dedicadas a esta investigación dieron como resultado las obras: Brujería, reencarnación y la divinidad (problemas de la filosofía africana), Filosofía y Tradición Oral, Sócrates y Órúnmìlà: dos santos patronos de la filosofía clásica y Mitos africanos y leyendas de género (con Akin Sofoluwe).
Después de jubilarse, Oluwole trabajó bajo contrato en la Universidad Estatal de Lagos, se convirtió en directora de la Escuela de Comunicaciones y también estableció el Centro para la Cultura y el Desarrollo Africanos, bajo cuya plataforma persiguió una vida productiva de compromisos posteriores a la jubilación, incluidos puestos adjuntos en universidades, nacionales y en el extranjero, y presentaciones en conferencias sobre el tema de la filosofía africana.
Al regreso de un compromiso académico en Brasil, su cuerpo octogenario no consiguió seguir el ritmo de su mente activa, y falleció la madrugada del 23 de diciembre de 2018, a los 83 años.
(NIGERIA, 1935-2018)
Filósofa, practicante de filosofía yoruba
La historia está llena de cientos de mujeres que pensaron el mundo, pero ¿qué ha sucedido para que no las tengamos como referencia?
Solo hace falta echar un vistazo rápido a la historia para descubrir que quienes hoy son considerados pensadores en nuestra sociedad tienen nombres masculinos. Y, si buscamos con ojo crítico, encontramos que mayoritariamente son hombres blancos, que pertenecen o pertenecieron a lo que hoy llamamos Europa.
La exclusión de las mujeres en el ámbito de la filosofía no responde a una falta de interés por parte de las mujeres en el pensamiento o en la forma en que construimos el mundo; simplemente refleja una de las múltiples formas de violencia social hacia la mujer, en la medida en que se le excluye de los ámbitos de la educación y la política, pero también de su derecho de acceso al saber y a exponer sus pensamientos de manera libre.
Mujeres negras en la filosofía busca reivindicar la capacidad de la mujer negra de pensar por sí misma sobre su entorno y las cuestiones que le aquejan a ella, pero no solo a ella, sino también en la construcción de un mundo donde exista la mirada de la mujer negra dentro del canon filosófico.
