Paeztr o, un pez maestro
JuanHeredia Urbano Ilustrado por Esti Aguirre

Érase, con poderes de FANTASÍA, el MUNDO CORALINO DE LA SENSIBILIDAD.
En el acuario más hermoso del planeta vivía un pez muy bonito y sensible.

A pesar de no ser libre, era FELIZ enseñando a otros peces los grandes SECRETOS del océano. Por eso le llamaban Paeztro, el pez maestro.
Paeztro era un GENIO haciendo enormes pompas de burbujas y le encantaba meterse dentro.
Se sentía más tranquilo y protegido.


Hacían muchas actividades divertidas hasta que un día, entre BURBUJAS y burbujas, descubrieron tesoros sospechosos. —¡Están preparando una mudanza! —anunció el pez maestro a todos sus amigos. Vacío y aburrido de hacer siempre lo mismo, Paeztro deseaba vivir grandes AVENTURAS. ¡Estaba muy intrigado por conocer su próximo DESTINO! El traslado del acuario era inminente.


Paeztro veía el azul del mar tan intenso que quiso ser VALIENTE y dejar atrás su mundo en la pecera para adentrarse en el océano LIBRE.

Paeztro pidió ayuda a todos sus amigos. Soplaron y soplaron muy concentrados para formar una burbuja gigante voladora.
—¡Chicos, mirad, es la burbuja perfecta para mi viaje hacia la libertad!
¡Qué ganas de DESPERTAR! —gritaba Paeztro, ilusionado.
Todos aletearon para conseguir el impulso final.
—¡Siempre seréis parte de mí, os echaré de menos! —decidido, se despidió Paeztro muy emocionado.