Poemas de Luna Roja

Poemas de Roja Luna

Luis Manuel

Eres

Eres el rocío en las bromelias pobladas, el vuelo incesante del colibrí párvulo; el aroma inmaculado de selva inagotable, los amaneceres que seducen a las aves.

Eres el cántico encubierto en el follaje, la luz y la sombra en etéreos contrastes; la vida gritando desde las raíces desnudas de los árboles hasta sus cúspides inalcanzables.

Eres las ganas insaciables de aparearse, la fecundidad de la tierra circundante; la paz de las melodías estridulantes que arrullan a la noche que nace alborotada de criaturas fascinantes.

Eres los ríos y el rubor de la cascada, los frutos dulces y la caza anhelada; yo, el ermitaño enamorado de tus paisajes, necesitado de tu sombra, de tu abrigo, de tu agua, sediento de tus néctares y hambriento de tus manjares.

Boceto de un abrazo

Me extravié entre su cabello fino y abultado, que cual legión contenía mi paso hacia el preludio de su espalda; tan sumido en él estaba que me sofoqué al atravesarlo, alcanzando al fin mi aliento las corolas de su tez blanda.

Persistí por sus oídos susurrando que la amaba, acuñando mis huellas con el roce de mis labios su erotismo me envolvía embriagando mis ganas de robarle el primer beso de amor desenfrenado.

Nuestras mejillas convergieron cual magnetismo alineado, mi boca la buscó en silencio y la suya salió a encontrarme, desde entonces, mi alma se perdió en sus ojos y en la Luna su mirada.

Amiga

Mujer hermosa y soñadora de mirada inquieta que cautiva, de ternura infinita y rubor de estrella que calcina; mereces hoy todo el amor que por años ha sembrado tu sonrisa, ¡mereces ser feliz cada día!

Sonreír al viento y a la Luna y disfrutar de la lluvia. Mereces las más tiernas caricias mientras te cuidan y te miman, ¡mientras das felicidad y das vida!

Te amaré

Te amaré por siempre, y por siempre desearé tu piel de dulce aurora, gritaré tu nombre en sollozos desde las cimas rocosas esperando que vuelvas desde mis anhelos de besar tu boca, desde la ilusión perdida de vivir noches de amor entre tus pétalos rosa.

Te amaré eternamente, y por la eternidad soñaré que tus manos me tocan, escribiré mil poemas imaginando tus ojos de Luna roja y cantaré las canciones de algún viejo trovador que haya amado tanto, como te ama este loco.

Fragmentos de ti

Duele no tener tus besos, porque solo tus labios me han hecho sentir que son ellos los que me besan... … ni siquiera tú, ¡tus labios!

De la misma manera que tus ojos me dicen que me aman y tu piel que me desea.

Y así como tus ojos, tu piel y tu boca, sé que hay mucho más de ti que me necesita, que quiere quedarse en mí... y tú no lo dejas.

Al final quizás… todo aquello te abandone, ¡ y serás tan mía y tú serás tan poco!, que terminarás afligida, buscando aquellos fragmentos de ti en otros lugares y épocas porque nunca comprenderás, que solo conmigo volve rás a estar completa.

Gotita

Gotita de agua transparente, párpados de cielo y una estrella en la frente; el mar está en tus ojos, y en tu mirada… en tu mirada un arrecife fértil.

Cristal de luz entre arenas blancas, crepúsculo de piel dorada; ternura de un jardín con mariposas, inocencia de las flores que acarician sus alas.

Plegaria

¡Dime qué le digo al viento!, cuando viene a susurrar su nombre.

¡Cómo voy al mar!, si las olas me cubren de sus adentros.

¡Qué le pido al Universo!, para olvidar la dulzura de sus besos.

¡Dime cómo sonreír!, sin ver el contorno de sus ojos alegres, sin su mirar que esconde un enjambre de pétalos fres cos y relucientes.

¡Cómo cierro mis ojos para no verla!, si hace una eternidad sueño con ella.

Cómo no juntar mis lágrimas con la Luna Nueva al sentir que su luz me deja.

¡Ayúdame!, dame el valor para perderla... … o deja que mi energía fluya hacia la fuente eterna para ahí esperarla hasta que mi resplandor muera.

Aquello que nos separa

Nos separa la distancia, con barreras de relámpagos sin truenos que golpean al amor que nos acaece, a este amor guerrero del mar y el viento cual galeón tiritante y rebosado de sueños.

Nos separa el tiempo, que con sus melenas doradas se enreda y se funde entre sí extraviando huellas, jugando con los períodos y las épocas que se retrasan y nunca llegan.

Nos separa el destino, tirano del anhelo y soberano de la esencia, que se mueve inclemente entre la niebla que oculta las sendas a nuestros besos, al manantial de mi piel avivando tu fuego.

Aun así, yo insisto en tu cuerpo, y tú procuras los momentos para vernos; y los dos nos cubrimos de deseo, de ansias de acariciarnos completos... ... de sentirnos puros y eternos.

Sueño de paz

El mundo es un hermoso prado, infinito y sin fronteras, no existen monedas y compartimos todo lo que nos da la tierra; la única bandera es una rosa blanca dibujada con estrellas, que brilla como el sol en la noche para alejar el miedo y la violencia, en el día cambia su color a un terso violeta, refleja su luz en cada puerta, con matices que erradican del planeta el deseo de poder y la guerra.

La bondad es la simiente del respeto y tolerancia en nuestra especie; ¿y el amor...?, es lo que nos hace hermanos, iguales, jus tos, imparciales, sabios, sobrenaturales.

Vivimos de la naturaleza sin dejar huella en las selvas, nuestros mares son tan límpidos como una gota de lluvia sincera que se hace eterna en el invierno y rebosa de vida en primavera; ¿y la felicidad…?, la felicidad está en mismo lugar de antaño,

en dar con el ser amado, en un niño, en una canción, en mirar el ocaso y también... también en los sueños, como el que acabo de contarles.

¿Y si solo es deseo?

¿Si estoy disfrazando de amor estas ansias de fundir nuestras partes íntimas en compás ritual? Aquellas partes que encajan como el rojo en la sangre y la sal en el mar.

¿Y si este ímpetu de desnudarte y beberte en mis labios solo buscara saciar mi cuerpo de tu divinidad?

¿Si incluso estas ganas de llorarte se resumieran en simple erotismo y necesidad carnal?

¿Y si este anhelo de regar mi simiente en tu vientre interno se volviera realidad?

¿Si esta obsesión por acariciarte solo quisiera lograr, abrir tus cavidades donde pueda alcanzar los lugares propicios para hacerte extasiar?

¿Y si tan solo nos hiciera falta un orgasmo juntos para cesar?, para librar a mi mente de pensar en ti, a mi cuerpo de desear, a mi corazón de necesitarte y a mi alma de soñar que vine a la vida para amarte hasta la eternidad.

¿O es amor de verdad?

Escribir este tipo de poesía es sincerar el alma, escudriñar muy dentro de ti, ir a los confines de tus emociones, de tus sueños, de tus miedos, de tus pasiones... y en ocasiones ¡Es abandonar la cordura!

Entonces, sin limitaciones expresar lo que verdaderamente sientes, con palabras sencillas, sin máscaras ni prejuicios e intentando ordenar ese caos, en que tu conciencia tiene atrapado tu Ser verdadero. Es mantenerse dentro de ese mun do utópico, que no se rige por las costumbres sociales, culturales o religiosas que nos fueron impues tas y que no necesariamente son las correctas, y peor aún las únicas maneras de vivir y de amar.