En un lugar no muy lejano llamado Tudela, vivía una hermosa niña llamada Renata Abigail. Avellana era el color de su cabello liso y sus brillantes ojos.
Sus padres eran una pareja feliz, cuyos nombres son Sebastian y Natalia.
Vivían en una resplandeciente casa, con las paredes tan blancas como la nieve, y ventanas que daban al majestuoso cielo azul.
Su familia era tan feliz…
Renata era una niña muy traviesa, y le encantaba jugar con los gatos de sus padres, que en parte también eran suyos.
Un día muy especial, el día de su cumpleaños, su abuelo Pedro le regaló un hermoso unicornio de un color blanco con el pelo rosa. A ella le encantaba. Jugaba con él todos los días y a todas horas. Su madre un día le dijo:
—¿Qué nombre le vas a poner?
—Le llamaré Alaiya —respondió Renata.
—¿Y qué significa Alaiya, mi niña?
—Nada, por eso es tan especial.
Al escuchar eso su madre le dedicó una sonrisa y se fue en dirección a la cocina.
Un rato después, un espléndido y maravilloso arcoíris salió al horizonte, con sus hermosos colores que hacían resplandecer el cielo.
A Renata le encantaba.
«Con esos colores hace sonreír a todo el mundo, qué trabajo tan bonito», pensaba ella.
Inesperadamente notó que algo se movía. Se giró y vio que Alaiya, su unicornio, era la causante. ¡Es increíble!
Pero por maravilloso que fuera, no podía ser real. Dejó suavemente en el suelo al místico animal. Renata observaba al unicornio que se intentaba levantar, y cuando lo consiguió, se abalanzó sobre ella, lamiéndola y acurrucándose en sus brazos.
En vez de espantarse y llenarse de dudas y temores, la abrazó y se quedaron ahí juntas durante un buen rato. Cómo podía ser, no lo sabía, pero para ella lo único importante en ese momento era abrazarla.
Nuestros chanquetes, esos locos bajitos, vienen pisando fuerte...
Esta delicada colección está compuesta por “pequeñas obras maestras” escritas por niños que tienen la ilusión de convertirse, algún día, en «grandes escritores», pues realmente son «talentos prometedores». Muchos de ellos, si no desisten en el intento, lo conseguirán.
