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C U L T U R A
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ISSN 2011-9089
C R Ó N I C A S
G R A T I S Q U I N C E N A L
ABR 29 2011
grat is / quin cena l / aBri l 29 / 2011
www.bacanika.com.co / revista@bacanika.com.co
suscripciones@bacanika.com.co / editorialbienestar@gmail.com
Ciudad Bacánika vista desde el satélite Ilustración: Karen Sofía Barrera • www.behance.net/KSofia85
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Director Fernando Quiroz fequiroz@bacanika.com.co
indiscreta
Editor Jesús Méndez Díaz jmendez@colsanitas.com Jefe de redacción María Alexandra Cabrera macabrera@bacanika.com.co Director gráfico y diseño Oscar Abril Ortiz oabril@bacanika.com.co Directora de arte Bibiana Cocheteux bcocheteux@bacanika.com.co Redacción Natalia Roldán, Carolina Vidal Diseño y diagramación Magno Castillo, Diego Olarte colaboraciones
ed.50 + abril 29 • literatura / música / cine / arte / teatro /
“ Parece que la tía no tiene una
agenda muy aPretada, Pero entre mis Planes no está Pasar el resto de mis días con ella” . + Página 8
Firmas Mario Mendoza, Roberto Palacio, Mauricio Becerra, Roberto Burgos, Hector Rincón, Eduardo Escobar, Melba Escobar, Santiago Cepeda, Pilar Quintana, María Castilla, Luis Fernando Afanador, Juan David Correa, Antonio García, Marta Orrantia, Maria de los Ángeles Portilla, Camilo Rojas Consejo editorial Fundación Universitaria Sanitas Andrés Montoya, Camilo Caicedo, Carl Machuca Fotografía Gustavo Pérez Dussán Ilustración Catalina Jaramillo, Karen Sofia Barrera, Robertson Buitrago, David Niño, Luis Francisco Pérez, Juan Camilo Mejía, Daniel Santiago Salguero, Alejandro Giraldo, David Moreno Guzman, Mateo Rivano, Electrobudista Gerente general Virginia Sánchez Dirección administrativa y de distribución Víctor Manuel Cárdenas 6466060 ext. 11153, vmcardenas@colsanitas.com Departamento comercial Paola Campo Vicepresidente Comercial Soprinsa Rita Osorio Mejía Directora Comercial 646 6060 ext. 11283 riosorio@colsanitas.com comercial@bacanika.com Preprensa Zetta Comunicadores Impresión Printer Colombiana S.A
FOTO × GUSTAVO PÉREZ DUSSAN
Bacánika es una revista quincenal de distribución gratuita de la Fundación Universitaria Sanitas. Esta publicación puede ser compartida, comentada, divulgada en medios masivos impresos o digitales, siempre y cuando se haga mención a Revista Bacánika y a los autores de los textos y las imágenes. Revista Bacánika no se hace responsable de las opiniones o comentarios de sus colaboradores. Printer Colombiana S.A. certifica que se han impreso 20.000 ejemplares de esta edición.
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Familia disfuncional
en muy poco tiempo V FOR VOLUME SE HA CONVERTIDO en uno de los grupos de rock colombianos más escuchados. Ellos aseguran que el secreto está en la dedicación Y LAS GANAS con que hacen su música. ▪ ¿Qué es V for Volume? Es un cisne negro, algo improbable que de pronto sucede. Una familia disfuncional que encontró un lenguaje propio a través de la música y aprendió a vivir y a celebrar las diferencias.
▪¿De dónde surge el nombre? La letra V es muy poderosa, además representa el cinco romano y a la vez la cantidad de rebeldes en la banda. Siempre pensamos en definir nuestra música como un nuevo ruido y, en ese sentido, el volumen vino a completar la ecuación.
▪ El video Cheap Universe ha ocupado los primeros lugares en la radio y alcanzó el primer lugar en los 10+ pedidos de MTV Latino. ¿Qué representó para ustedes la acogida de este tema? Fue inesperado, comenzando por el hecho de que nosotros nunca pensamos en esa canción ☞ www.vforvolume.com
como un single. Pero nos alegra mucho saber que el tema logró llegar a espacios poco tradicionales para el rock en este país.
▪ Nem Catacoa y Rock al Parque son dos escenarios importantes en la movida musical del país. Ustedes estuvieron presentes en ambos, ¿qué significó tocar en estos eventos? Significó mucho, pero haber sido invitados, sentir el apoyo de la gente y ver cómo se identifican con lo que hacemos es lo más gratificante.
▪¿Cuáles son sus planes a futuro? No queremos parar de producir, se vienen nuevos videos, actividades del club de fans, concursos, alianzas con patrocinadores… La idea es tomarnos el mundo antes de que el mundo nos tome a nosotros.
“Intenté ahogar mis dolores, pero ellos aprendieron a nadar”.
V for Volume / festival de cine europeo Eurocine / Festival Internacional de Danza Contemporánea Impulsos 2011
entrevista_
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Comillas
Frida Kahlo
CINE _
Cae en la tentación Eurocine regresa dispuesto a tomarse las salas de cine del país. En su décimo séptima edición el festival de cine europeo trae como invitado a Polonia, país que participará con más de 11 producciones y una retrospectiva del director Jerzy Skolimowsky. Eurocine se llevará a cabo del 28 de abril al 8 de mayo en Bogotá, del 11 al 15 de mayo en Medellín, del 17 al 22 de mayo en Cali, y del 25 al 29 de mayo en Barranquilla. Informes: www.festivaleurocine.com
ARTE _
DANZA CONTEMPORÁNEA Regresa el Festival Internacional de Danza Contemporánea Impulsos 2011. En el evento se presentarán 21 compañías que mostrarán sus propuestas en video-danza, danza interactiva y hip hop burlesque. El invitado de honor será Cataluña, con una delegación integrada por la performer Sonia Gómez y el grupo Erre que Erre, entre otros. Del 27 de abril al 8 de mayo. De lunes a domingo en distintos horarios. Boletería desde $22.000. Informes: www.festivalimpulsos.com y www.teatronacional.com.co.
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Ed.50 + AbRil 29
CAmilO ROjAs, estudiante de administración de empresas de la Universidad sergio Arboleda, cuenta cuáles son sus cinco libros sobre amores existenciales más bacánikos.
imPERdiblE_
diarios del vocHo,
Érase una vez el amor pero tuve que matarlo, de Efraím Medina Porque siempre habrá amores que necesitan morir en determinado momento.
Caviativá, de Mauricio Loza Porque es para terminar temblando y con el corazón acelerado.
Mujeres, de Charles Bukowski Es bueno conocer la vida amorosa de un borracho que tiene las mejores dotes como escritor.
Shakespeare nunca lo hizo, de Charles Bukowski Son historias que siempre se recordarán, además, el libro está cargado de gracia.
El búfalo de la noche, de Guillermo Arriaga Porque la historia es muy conmovedora y la escritura te encierra para querer leer más.
un viaje Por américa latina
Tom DieusaerT / Prensa nueva / $50.000 Cuando el primer volkswagen nació en los años 30 fue considerado un carro poderoso, atractivo y económicamente accesible. Fue rudo, pues se convirtió en un vehículo emblemático en la Alemania Nazi, y luego tuvo la fuerza suficiente para resistir el desprestigio provocado por el régimen. Sin embargo, 70 años más tarde, su fama no es la misma de antes. Frente a los adelantos de la actualidad, el escarabajo se ha convertido en un carro de abuelitas, que lo mantienen impecable y aún lo sacan a la calle con orgullo, pero que en términos técnicos da la apariencia de soportar apenas un viaje a la esquina. A pesar de esta certeza, en 2003, el periodista belga Tom Dieusaert decidió viajar de Ciudad de México a Buenos Aires a bordo de un volkswagen escarabajo modelo
90 –que en muchos países de América Latina recibe el cariñoso nombre de vocho–. Luego escribió su historia. El libro empieza a ser imperdible desde el momento en que Dieusaert elige este carro como medio de transporte, lo cual asegura altos índices de aventura, pero después va adquiriendo valor mucho más allá de la anécdota gracias a las acertadas técnicas narrativas que usa el escritor a la hora de describir –desde el punto de vista de un europeo– un continente fragmentado, marcado por su historia y por su posición en el mundo. El periodista aprende como belga, pero nosotros, como latinoamericanos, también. Entendemos que hay mucho que nos une como continente, como cultura y como raza. Nos reconocemos dueños de un poder entusiasta y transformador.
TEATRO_
Historia de mellizas La Extravagancia, una pieza teatral escrita por el dramaturgo argentino Rafael Spregelburd y dirigida por Ariel Martínez, se presentará en el Teatro Salamandra de la ciudad de Cali el próximo 30 de abril. La obra cuenta la historia de tres mellizas que están separadas y que vuelven a encontrarse luego de conocer una noticia que las afectará de forma radical, develando los conflictos íntimos que las unen ante este hecho. Cra 36 No. 4A – 31, barrio San Fernando viejo, 8:30 p.m. Boletas: $10.000. Informes: 5542411.
ARTE_
Plan Para ilustradores Del 12 al 14 de mayo, durante la Feria Internacional del Libro de Bogotá, se llevará a cabo Fig 01 Congreso Internacional de Ilustración, que contará con la presencia de destacados artistas nacionales e internacionales, entre ellos Alejandro Magallanes, Quetzal León y Diego Bianki. La idea es que sea un espacio de discusión y socialización en el que todas las personas dedicadas al oficio y los aficionados puedan asistir a talleres, conferencias y exhibiciones. Corferias, carrera 37 No. 24 – 67. De 10:00 a.m. a 8:00 p.m. Boletería: adultos $9.000, estudiantes $6.500. ☞ www.imGPROYECTOs.COm
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Tengo una tía en la soledad / CLÁSICO EN ESCENA / Yo y tú
recomendado_
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Eso dicen de
León Ferrari, una retrospectiva que se presenta en el museo de arte del banco de la república hasta el 4 de junio. “Su carrera ha sido larga y sustancial. Ha continuado una práctica crítica en un contexto con frecuencia antagónico política y socialmente. Ha creado a partir de una actitud ética y siempre ha mantenido una relevancia estética contemporánea”.
Jurado que le otorgó al artista el León de Oro en la Bienal de Venecia.
Tengo una tía en la soledad | ¿Qué?
Con matices de humor y tragedia, la historia se desenvuelve alrededor de un hombre que visita a su tía enferma después de 30 años para esperar que se muera y así poder recibir toda su herencia.
| ¿Quiénes? Álvaro Bayona y Carmenza González. Dirección, Manolo Orjuela. Basada en la obra La vigilia, del actor, director y escritor canadiense Morris Panych.
| ¿Cómo? El montaje se desarrolla alrededor de una cama. Al entrar vemos al director de la obra en bata y a una asistente en pijama que nos indica que debemos quitarnos
los zapatos. Una enorme colcha blanca nos invita a sentarnos, acostarnos o echarnos como mejor nos parezca para disfrutar de la historia y sentir que hacemos parte de ella. O, como dice la acertada publicidad de la obra, para dormir, descansar, soñar o amar. Además, el continuo sonido de un tic tac, acompañado de un rápido cambio de luces que marca la transición de una escena a otra, resulta un recurso inteligente que da dinamismo a la obra y la acerca, de cierta manera, a un lenguaje más cinematográfico.
| ¿Por qué? Porque la puesta en escena convence. Porque la historia
☞ www.casaensamble.com
es una dolorosa tragedia contada con humor que logra que todos reflexionemos sobre aquellos personajes que la misma sociedad ha marginado. Porque la actuación de Álvaro Bayona, un monólogo de hora y media, conmueve y atrapa. Porque es ágil y le apuesta a nuevas maneras de narrar en las tablas.
| ¿Dónde? Casa Ensamble, sala Buenaventura. Avenida carrera 24 No. 41-69.
| ¿Cuándo? De miércoles a sábado a las 8:00 p.m. Hasta el 13 de mayo.
| ¿Cuánto? $35.000 público general, $20.000 estudiantes.
T EA T R O _
CLÁSICO EN ESCENA Como parte de la celebración de sus 45 años, el teatro La Candelaria presenta la obra El Quijote, un montaje que cuenta en 12 cuadros algunas de las aventuras de la novela de Miguel de Cervantes Saavedra. Con esta obra, dirigida por Santiago García, se intenta rescatar el espíritu festivo e irónico del texto clásico. Del 27 al 30 de abril a las 7:30 p.m. Calle 12 No. 2-59. Boletas: $20.000 particulares, $10.000 estudiantes. Informes: www.teatrolacandelaria.org.co.
RETRO_
Yo y tú Durante 20 años (1956-1976) los colombianos pasaron la noche del domingo viendo la comedia Yo y Tú, creada, dirigida y protagonizada por la española Alicia del Carpio. El éxito fue inmediato, la vida de una familia de clase media bogotana, con personajes de todas las regiones del país, cautivó a una sociedad colombiana que, con humor, reconoció los arribismos y las apariencias con que funcionaba. Por su elenco pasaron 173 actores nacionales, entre ellos Carlos Muñoz, Consuelo Luzardo, Carlos Benjumea y Hernando Casanova. En 1976, a causa de una falla en la licitación, salió del aire.
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Jardín Botánico de Medellín / dayanita Singh / dead Man Walking e in luSt / Bacánika en laS redeS
Jardín botánico de Medellín lugar_
▸ Calle 73 No. 51D- 14 Teléfono: 444 55 00 comunicaciones@botanicomedellin.org
Su historia comenzó hace más de un siglo en la casa de baños El Edén, una especie de estadero a donde llegaban las familias a pasar el rato. El 11 de agosto de 1913 el terreno se convirtió en el Bosque Centenario de la Independencia, que se concibió como parque de diversiones y como un pulmón que protegiese las especies botánicas de la región, y el 19 de abril de 1972 se inauguró el Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe con el objetivo de fomentar las ciencias naturales y de abrir un espacio para la flora colombiana. El jardín cuenta con diversos tipos de colecciones vivas, plantas ornamentales y colecciones temáticas y de conservación, que comprenden plantas que se encuentran en riesgo de extinción.
Palabras
Parafernalia
▸ Conjunto de usos habituales en determinados actos o ceremonias, y de objetos que en ellos se emplean.
arte_
ZooM a la india En la exposición Dayanita Singh, la fotógrafa del mismo nombre retrata la India, su país de origen, desde una visión íntima y personal. En esta muestra, que se presentará hasta el 23 de mayo en el Museo de Arte del Banco de la República, la India no es esa nación marginada y exótica que suele mostrarse en los medios, sino un lugar en el que la artista crea su propio autorretrato al fotografiar a los otros. Calle 11 No. 4-21, lunes a sábado de 9:00 a.m. a 7:00 p.m., y domingos y festivos de 10:00 a.m. a 5:00 p.m. Cerrado los martes. Entrada gratuita. Informes: www.banredcultural.org
Bacá n ik a e n l as re de s ¿Q ué l iBro l o ha marc ado? Por el pasado llorarás, de chester himes. Ana Himes
rayuela, de Julio cortázar. Óscar Avellaneda
el lobo estepario, de herman hesse. Óscar Weird
Buda blues, de Mario Mendoza. Alexánder Polo
Vampyr, de carolina andújar. Paula Rincon Vargas
la Biblia. Ginna Paola Ángel
el extranjero, de albert camus. Liza Vekrot
ensayo sobre la ceguera, de José Saramago. Ana Plata
trainspotting, de irvine Welsh. Juán Camilo Sierra
opio en las nubes, de rafael chaparro Madiedo. Diana Catalina Angarita
kafka en la orilla, de haruki Murakami. Esteban Elejalde
el retrato de dorian gray, de oscar Wilde. Diana López
m an tén g ase en co n tacto
www.flickr.com/Bacanika_Abril www.facebook.com/Bacanika www.twitter.com/Bacanika www.issuu.com/Bacanika
MÚSica_
Sonido beStial El 30 de abril, la música gótica se impone en Medellín: las agrupaciones colombianas Dead Man Walking e In Lust se presentarán en El Cuervo Rock Party. Llegarán con su sonido tradicional, pero ahora más fresco y con un aire más rockero. Interpretarán canciones propias y harán covers de bandas como Him, Muse, Placebo y Entwine, entre otras. Calle 33 No. 63-55, 8:00 p.m. Boletas: $15.000, de los cuales $5.000 son consumibles. Informes: 3155471653 y 3513762.
(
i n d i c a d o r e s _
)
ed.50 + Abril 29
460 mil
5,6%
88,1%
En 9
usuarios nuevos suma cada día Twitter, red social que cumplió 5 años.
disminuyeron los accidentes de tránsito causados por consumo de alcohol en Bogotá entre febrero y marzo de este año, según la Alcaldía de Bogotá.
de los hogares colombianos tiene acceso a teléfonos celulares, 0,5% más de los que tienen acceso a acueducto. (Fuente: encuesta de calidad de vida del Dane).
60%
49,9%
6 años
de los páramos de la tierra se encuentran en Colombia, según el Ideam.
del mercado mundial de navegadores de internet le pertenece a Internet Explorer. Firefox tiene el 31,3%, y Chrome el 11,5%. (Fuente: www.enter.co).
de cárcel podrían recibir las personas que sean encontradas con un puñal dentro de sus pertenencias, según un proyecto de ley radicado en el Congreso.
países podría desaparecer la religión, según un modelo matemático de la Universidad de Northwestern en Estados Unidos que encontró un aumento constante en el número de personas que afirman no tener fe alguna. Éstos serían: Australia, Austria, Canadá, República Checa, Finlandia, Irlanda, Países Bajos, Nueva Zelanda y Suiza.
750
ras
De400 a mantiene
a sus padres un bebé
durante su primer año de vida.
De 10 a 15
18
2
minutos debe tardar una persona en quedarse dormida, si se demora menos de 5 minutos sentirá sueño durante el día.
días, 21 horas y 40 minutos es el récord del periodo más largo que ha pasado una persona sin dormir. Lo alcanzó la inglesa Maureen Weston en 1977.
semanas seguidas puede dormir Louisa Ball, una joven inglesa que sufre de un raro desorden llamado Síndrome de Kleine-Levin.
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Usted está aquí, bajo la doble hilera
de urapanes centenarios que anuncian la llegada a Ciudad Bacánika. Se prevé para hoy un clima primaveral. Poco antes del mediodía se espera una lluvia de azahares, y al caer la tarde deberá florecer el enorme cerezo que está plantado en un extremo de la Plaza de la Inspiración. Usted está aquí, a pocos pasos de la ciudad que visitan con fe inquebrantable aquellos desahuciados del deseo en busca de cura o de consuelo. La ciudad que rinde homenaje a la curiosidad y que propicia los encuentros inesperados. La ciudad en la que el busto del dictador de los ocho años quedó sepultado entre incontables capas de mierda de paloma. No hay otro mapa que el de su propio instinto. Recorra esta ciudad que ha sobrevivido a la envidia, pase de largo por el puente de los suicidas y dese otra oportunidad en el café de los amantes. Si viene del pasado o va para el futuro, este es el camino. Evite la calle del revés si quiere encontrar la salida.
Bienvenido a Ciudad Bacánika.
María Castilla
El café dE los amantEs
Ciudad
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No tiene su nombre en las vidrieras ni un toldo de colores brillantes para atraer a los transeúntes. Queda en un subterráneo en la parte oeste de la ciudad, entre un supermercado y una tienda naturista. Las mujeres que hombres taciturnos vienen a visitar aquí han crecido en remotos países asiáticos. Son bellísimas, de facciones delicadas y pelo muy fino. Todo se imaginan estos hombres al pactar las citas con mediadores dudosos y escuchar el nombre del lugar menos ese corrillo de tías, primas y demás parientas alcahuetas que rodea a las bellas, quienes —a juzgar por las pequeñas reverencias y el gesto estático— no entienden ni una sola palabra del idioma extraño. Beben té, repiten frases memorizadas sobre el clima. Los hombres, aislados por el cardumen de vocecillas, asienten con nerviosismo. Tendrán que sobrevivir a varias citas más, en las que las tías los obligarán a probar caramelos y pasteles fritos. Soportarán los guiños indiscretos y harán carantoñas a los niños para demostrar sus cualidades paternas. Sonreirán hasta el calambre cerebral, traerán jengibre confitado para entretener a las viejas. Si su naturaleza admite la perseverancia, algún día obtendrán la codiciada cita a solas. Lástima que enfrentados por primera vez, ella y él malgastarán las horas con silencios prolongados. Algún candidato lo intentará al final: extenderá su brazo a lo largo de la mesa y tocará con timidez la punta de su dedo índice. La tibieza de ese tacto los electrizará. Ella bajará el rostro y por primera vez su sonrisa será auténtica. * María Castilla es autora de Como los perros, felices sin motivo.
IlustracIones: luIs FrancIsco Pérez luisfranciscoperez.blogspot.com
La esquina de Los encuentros inesperados
Fernando Quiroz
Sólo quienes se detienen un momento y escarban entre la hiedra encuentran lo que no están buscando: Usted está aquí. Al resto del aviso se lo tra-
gó el óxido. Nunca sirvió para guiar a los visitantes en el jardín de orquídeas porque las plantas jamás florecieron. Y porque los pocos peregrinos que se animaron a llegar buscaron siempre el camino del oriente, convencidos de que estaba más a salvo de los azares. Y así era. El camino del sur, que se abría en dos poco antes de llegar a la plaza, cargaba con la mala fama de varias muertes inexplicables, entre ellas la de Margarita Rosales la víspera de su matrimonio. El golpe de aquella pérdida inclinó para siempre la balanza de la memoria hacia lo trágico, pero lo cierto es que también allí se celebró la vida y se premió a los soñadores. Camacho lo sabía, y aún a riesgo de encontrarse de frente con alguna desgracia le gustaba jugarse la suerte en aquel camino. La tercera vez que vio a Noelia cayó en cuenta de que las tres veces el milagro había ocurrido en la esquina de la hiedra. Quizás no sea un milagro, pensó entonces, a pesar de que su amante de una sola noche había muerto incluso antes que Margarita. Desde ese día, lleva once años y nueve meses esperando volver a encontrarla. No ha perdido la fe. Cuando lo atacan las dudas mueve la hiedra como quien corre un velo y vuelve a leer el aviso. * Fernando Quiroz es autor de Tanto Bogotá.
IlustracIones: juan camIlo mejía
Ciudad
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Pilar Quintana
La casa en La que murió eL dictador Por dentro es una cajita musical en colores pastel. Las cortinas dan brillos nacarados, la alfombra es rosada, los muebles de terciopelo y la mesa de centro tiene forma de corazón. Hay una escultura de un infante tímido y un cuadro con ponis y sirenas. La madame está desconsolada, pañuelo de seda en mano, en una silla principesca. Sus niñas se espantan como moscas cuando me acerco. Una está de colegiala, otra no lleva más que una tanga transparente. La madame empieza a disculparse y yo pienso que vestida de luto no estará mal. Le hago una señal para que se calle. Ciudad
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—Tengo entendido que usted es viuda de un veterano de… Dejo la frase en el aire y, por un momento, ella me mira con extrañeza. —¿De la guerra de Corea? —tantea al fin y cuando ve que asiento continúa—. Allá se conoció con el señor Presidente, a quien debo tanto. Todos los meses me visitaba en memoria de mi difunto esposo. —¿Y decía que no quiere que entren periodistas en su casa? —Le agradecería si pudiera ayudarme con eso —dice la madame—. Deben entender que soy una viuda austera. Me despido con un gesto. Por fuera sigue pareciendo lo que alguna vez fue. La casona de estilo inglés de una vieja familia de apellidos. Nada la diferencia de las otras de la cuadra, hoy convertidas en oficinas o en la embajada de algún país oscuro. Techos inclinados, muros en ladrillo, ventanas pequeñas, un sobrio antejardín sin demasiadas flores. Salgo y los periodistas empiezan a tomar fotos. *Pilar Quintana es autora de Coleccionista de polvos raros.
LA FUENTE DEL DESEO En el centro de la plaza los chorros caen después de una efímera elevación prometedora pero engañosa sobre los tres tubos madres, contados, alegóricos de las tres clases de esperanza.
Los más pequeños manan leches inamansables donde el urbanista ocultó la sombra de la hembra. Célibe, disminuido, imaginación pobre, dice su biografía. La que ofreEduardo Escobar cen en la taquilla donde venden las entradas al antro desde donde puedes contemplar el truco de hidráulica, grasa, engranajes, bombas, poleas, el émbolo imperioso. Novias y novios enfermos con bastones compartidos, y dolientes del mal de ojo, se dejan deslumbrar por el cabrilleo de la luz del fondo, y por la opacidad de las medusas de los mocos de los descreídos que, siempre con la comisura izquierda, escupen el estanque cada tercera ronda. La policía los ignora. Está para impedir los deseos insensatos, no los malos modales o las injurias. Es lícito pedir tonterías: la eternidad que es larga, un automóvil japonés, un crucero por el Caribe. No serenidad, conocimiento ni belleza. Esos intangibles hacen reír a los administradores que se embolsillan el producido de las boletas de las entradas al antro y las ganancias de la venta de la biografía del arquitecto (papel satinado, quinientas páginas, ilustraciones), con la aquiescencia del pastor que ancla su báculo en las alfombras del palacio. El palacio, que cuando limpian la fuente de las monedas pedigüeñas y de las espumas de la descortesía y el escepticismo, parece inestable reflejado en las ondas provocadas por la lengua del perro del vigilante nocturno. *Eduardo Escobar, poeta nadaísta autor de Fuga canónica.
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Santiago Cepeda
EL MUSEO DE LAS IDEAS DESCABELLADAS ¿Podría explicarme dónde acaba el museo y empieza la ciudad?— Le preguntó el Alcalde a Guido Capelli, director del Museo de las Ideas Descabelladas. —Mi museo no tiene límites. —Igual que su atrevimiento— apuntó el Alcalde, quien se tenía a sí mismo por un hombre de mundo, culto y sagaz. Él no era ningún tonto al que se le podía meter los dedos a la boca. Un museo de verdad precisa un imponente edificio, de lo contrario ¿cómo podría él asignar las licitaciones de construcción?
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—¡Es absurdo!— Bramó. Guido Capelli estaba de acuerdo, pero, a diferencia del Alcalde, no veía en ello ningún inconveniente. Su museo funcionaba ya en otras capitales del mundo y su éxito se debía a que la piedra angular de cada ciudad era el sinsentido. Capelli estaba convencido de ello, pero no siempre lo estuvo. En un principio concibió el museo de igual manera que otros concebían las cárceles, los manicomios y los geriátricos. Los primeros intentos fueron infructuosos pues, como comprobaría luego, el mundo era mucho menos cuerdo de lo que aparentaba y los muros de un museo no eran suficientes para contener las ideas descabelladas de la humanidad. —A ver si le he entendido, señor Capelli ¿Usted pretende que yo le permita hacer de mi ciudad un museo del sinsentido? —Así es, señor Alcalde. —¡No lo consentiré! —Ya lo hizo, señor Alcalde. —Cuidado, Capelli, que no tengo un pelo de tonto. —En efecto, señor Alcalde— Contestó Capelli —No puedo negar que está usted bien descabellado. *Santiago Cepeda es autor de Revelado.
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El balcón dE la lEctora Mauricio Becerra Todo comenzó la tarde del martes cuando al cruzarnos con Raquelita Maldonado a la salida del teatro, nos contó del homenaje que pensaba hacerle a Candelario Obeso con motivo de un aniversario más de su muerte. En aquel entonces, Raquelita era la directora de la Casa de Poesía Candelario Obeso, por lo que a nadie le resultó Así, se llegó el sábado y nos apelotonamos bajo el balcón. Por si las moscas, extraño el motivo de la velada ni la in- al saludarme, el cojo Sánchez me mostró discretamente media botella de vitación. Lo extraño se vendría a saber ron que llevaba guardada en su chaqueta, como diciéndome, aquí la traigo, unos días después, cuando la gente se por si la cosa se pone fea. Y la verdad es que se puso bien fea, pues Raenteró de que la reunión ya no sería en quelita no solo tardó una eternidad en salir, sino que al asomarse al balcón casa de Raquelita, donde se comía y be- sentimos que nos atravesaba con un rayo de desdén en su mirada, como si bía siempre tan bien, sino en la Casa de al estar arriba y nosotros abajo se le hubieran subido de repente los humos. Poesía, ya que Raquelita había decidido Eso cayó muy mal. Los invitados no supimos si aplaudir o guardar silencio. leer en honor al bardo un largo poema Raquelita dio un paso al frente y comenzó a leer. Pero entonces el sol arrede su autoría desde el balcón. Al prever ció, y el cansancio hizo mella en todos, y como la verdad teníamos hambre, no sólo el chaparrón de malos versos y sed, uno a uno le fuimos dando la espalda y nos largamos de ahí. Una hora que se nos vendría encima, sino la posi- después, Raquelita seguía declamando. A la cuarta, extenuada por la mabilidad de que la reunión fuera un fiasco ratón poética, Raquelita fue a apoyarse en la baranda, pero esta se rompió por la falta de comida, me resistí rotun- y Raquelita cayó. Fue una muerte muy tonta. Nadie fue a su funeral. Hoy damente a asistir, hasta que Marta, mi Marta es la directora de la Casa de Poesía Candelario Obeso. En el balcón mujer, me recordó que por encima de crece una lindísima chiflera. *Mauricio Becerra es autor de El factor Solano. todo Raquelita era mi cuñada.
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Juan David Correa La mesa está siempre reservada como si su omnipresencia le diera lustre a esas velas que derraman cera. Ve el cartel con el rostro de Charlot pintado sobre la madera. Entra por la puerta que le recuerda los viejos westerns de los cines de provincia donde conoció el cine. Saluda al bar tender, cómplice de tantos versos, a pesar de que él siempre le recita el mismo: “(…) El vino / fluye rojo a lo largo de las generaciones / como el río del tiempo y en el arduo camino / nos prodiga su música, su fuego y sus leones.”. Entonces, con Borges, revisa con mirada de poeta incomprendido los afiches de las viejas películas del neorrealismo italiano, la mirada gélida y casi rota de Anita Ekberg saliendo de la Fontana de Trevi; las paredes cubiertas por láminas de madera quemada por el humo de las velas; las demás mesas ocupadas por parejas licenciosas o grupúsculos universitarios.
El bar dEl poEta incompr ndido incomprE Ciudad
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La aguja del tocadiscos derrocha una decena de milongas y de tangos, mientras el poeta celebra la palabra citando lecturas olvidadas, maldice a sus contemporáneos e insulta a los periodistas devenidos en novelistas. Lo acompañan dos estudiantes de la cátedra de Novalis que dicta no lejos del lugar, en una céntrica universidad. Se quita la bufanda y se remanga la camisa y pide un aguardiente pues la noche ya no está para vino. Tantea el cuero de la silla, templado con botones de acero. Sueña con que esa avenida larga que ve desde la mesa, por la cual pasan busetas solitarias, merecería esos versos que ha pensado tanto y no ha escrito. Saca un esfero negro del bolsillo, tiende una servilleta e intenta tomar un apunte.
Es hora de ir al baño. Se levanta de la mesa, ignora a un grupo de artistas sentados comentando una instalación en una Universidad Pública, y entra al baño. Abre mucho los ojos. “Las paredes son mi lienzo”, se dice. Contempla su obra mientras piensa en la táctica y la estrategia de la noche para convencer a la estudiante de ir hasta su empinado estudio para seguir leyendo poesía. Entonces saca de un bolsillo secreto el marcador con el cual ha adornado ese baño desde hace tantos años y, sin fingimiento, escribe: “Asesinan al poeta, matan al poeta, pero el poeta, conoce, la luna”. CB. *Juan David Correa es autor de Todo pasa pronto.
En Dakala Sud, nombre apropiado por sus eutónicas referencias y por su sonoridad percutiva, siempre las banderas ondean hacia el horizonte y en los atardeceres pareciera por su longitud que persiguen al sol en su declive. Cada bandera señala el lugar de un grupo de músicos, a veces de un solitario gendarme que se defiende con una guitarra o con un violín, nunca vocalistas porque la gente que frecuenta Dakala Sud solo ama la música de los instrumentos y considera la de las palabras otro arte que no osan confundir. Tampoco es su costumbre sentarse a observar a los músicos; muchos de ellos están ocultos de tal manera que las melodías de mares lejanos, de tierras desconocidas como las especias y el azafrán son dejadas libres para que los aires frescos de la noche las traigan y las lleven como el caprichoso ondear de los lienzos y de las llamas que saludan el cielo oscuro y desnudo. En Dakala Sud, piensa Roberto Palacio la gente, el extraño e incómodo momento en el que la gente se acerca a un músico rompe la magia poética de las frases musicales, y lo expone a la vergüenza. Quien frecuente la plaza nunca ve a los intérpretes; sabe que su viaje pasa por las luminarias del inconsciente, por la garita de los recuerdos. Sus habitantes gustan más bien de asociar la música con los olores, los únicos dos sentidos humanos, dicen, que exponen a quien los experimenta a una sensación inmediata, traída de otras épocas aunque diferente a ellas en esencia y en poderío. En Dakala Sud se dice también que la música no es del todo humana porque dice cosas pero no con palabras.
EL caLLEjón LLE jón LLEjón dE Los os músicos
* Roberto Palacio es autor de Pecar como Dios manda.
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Cuenta la leyenda que se llega al jardín de los tréboles de cuatro hojas luego de un penoso recorrido. No importa si vas a pié, en moto o en carroza. No importa si vienes de otro tiempo o de otro continente. El jardín se aparecerá ante tus ojos cuando tengas la piel fría, los pies cansados de andar y el alma cabizbaja. Sólo en ese momento, cuando creías que ya todo estaba perdido, que te habías quedado solo, que ya no darías un paso más ni seguirías buscando eso que tanto buscabas, sentirás ese olor revuelto de azafrán, brisa y yerba húmeda. Entonces sabrás que estás cerca. No habrás llegado aún, pero tendrás que apurar el paso y aguzar el olfato, pues si cae la noche y no has llegado, estarás perdido. El aroma a yerba húmeda se hará más y más intenso, déjate llevar por él. Caminar con los ojos cerrados ayuda a llegar más rápido. Una vez ahí, sentirás que el azafrán tiene un olor tan intenso como el ajo o la cebolla, pero alegre y delicado. Habrás llegado. El suelo será una alfombra de tréboles de cuatro hojas, cubierta de viajeros dormidos. Tiéndete a su lado. Cuando despiertes, no habrá cansancio ni pena. Toma uno de los tréboles. Guárdalo en tu billetera, has con él un escapulario o ponlo en tu bolsillo. Su proximidad te guardará de estar triste, enfermo o demasiado cansado.
*Melba Escobar es autora de Duermevela.
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El jardín dE los trébol Es dE cu4tro hojas Melba Escobar
El puente de los suicidas He aprendido a conocer a los suicidas.
Desde que lo veo venir al puente, ya sé quién se va a tirar y quién no. Les miro las muñecas. Si tienen marcas, lo más seguro es que no se tiran. Una marca es un intento fallido de suicido. Es decir, a última hora les dio miedo, vacilaron, no se atrevieron a dar el paso definitivo. Quizá, en la serenidad que precede a la muerte, todo es más claro. Y se alcanza a escuchar mejor el llamado furioso de la vida. Pero no hay que confiarse. Por simple orgullo, los suicidas sin éxitopueden volver a intentarlo en cualquier momento. Para no ser el hazmerreír de nadie. En realidad, quieren ayuda y solo la reciben si uno no los juzga y les dice las palabras adecuadas. O si no les habla. Con ellos un gesto, un silencio oportuno, resulta más elocuente. Eso es lo que he hecho en estos largos años, ese es mi modesto oficio: conseguir que vuelvan sobre sus pasos, sin culpas y sin arrepentimientos.
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Luis Fernando Afanador Los suicidas verdaderos pasan de largo y se tiran. No hay nada que hacer. Ninguna razón consigue torcer su voluntad. Se tiran y en su caída vertiginosa, me hacen sentir inútil. Alguna vez, con cierta perversidad, me preguntaron: ¿cuántos se le han muerto? ¿Por qué no preguntaron, en cambio, a cuántos he salvado? No dije nada, no quise responder. Más bien pensé en mi oficio: estar en medio de los que se van y los que vuelven. Entre la vida y la muerte. En realidad, un oficio nada raro. No menos extraño que el tuyo. * Luis Fernando Afanador es autor de Amor en la tarde.
Héctor Rincón Solo viven aquí quienes se han soltado de las amarras de la más invisible tiranía. De la que viene incluida y te deja grabada por siempre, como banda sonora de tu vida, un obstinado y sordo tic-tac; tic-tac. No hay en todas estas personas sin horas, los surcos que a otras se les plantan en la frente como las arrugas y se les vuelven costras en el corazón. Porque —debes saberlo— vivir como se vive en este reducto en el que son innecesarias las instrucciones para dar cuerda a un reloj, es deambular sin prisas por un firmamento azul como navegan las pacíficas nubes de los sábados por las mañanas. Y poder detener los ojos en el descubrimiento del nuevo bermellón que estalló en el lirio. Y distinguir los ruidos de los currucutúes mientras todos los otros, quienes viven bajo la dictadura de las horas al otro lado de la ventana, ensordecen ante la estridencia de los pitos de los automóviles criminales. No todos pueden vivir aquí, en este reino de la parsimonia. No todos. Se re-
La ventana sin tiempo
quiere de una sobriedad espiritual y de un cariño por el anonimato. Se exige Ciudad
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que los habitantes de este reducto renuncien a la creencia de que hay que vivir acezando detrás de la gloria del poder que les es esquivo. Se necesita para ello haberse despojado de bisuterías y haber triunfado en el empeño sistemático de demoler el ego. * Héctor Rincón es autor de Oficio: periodista.
Roberto Burgos
El parqu parquE dE la EtErna juvEntud
La primera vez que fui al parque no lo supe. Apenas un sentimiento de bienestar nuevo, cierta ligereza en los movimientos, y una concentración de la mirada por asuntos olvidados. Era más grato ver que recordar. Me lo recomendaron por su tranquilidad. Contagiosa, agregaron. Y pensé que sería un buen lugar para ojear los periódicos, continuar con Anna Karénina. Toda una protección ante el vértigo de las noticias y las verdades inclementes de las novelas. Me guarece el verde del césped, de los urapanes, alisos y sietecueros; la ronda del viento travieso; el eco rumoroso de la corriente subterránea que llega al estanque. Y la ausencia de palomas, lascivas, sucias, vividoras de la paz. La tercera vez lo noté. Comencé el periódico por los cómics. La primera página y sus títulos abandonados de la gracia y descriptivos de la ineptitud humana me aburrían. Sin premeditarlo quedaba prendado de los hombros, de los cuellos largos, de la franja ancha entre la pelusa de durazno debajo del ombligo y el torso que sostenía los pechos. Una extrañeza leve asomó cuando les hablé a las jóvenes, a los mayores de mi edad. La risa, las palabras, los gestos, establecían una igualdad y anunciaban promesas, un porvenir sin límites. Quisiera recordar pero quien repite un recuerdo lo envenena de costumbre. Ahora no leo periódicos. Sonrió con Tolstoi: “He oído que las mujeres aman a los hombres hasta por sus vicios”. No me agobia el tiempo, dejó de pasar. Cuando salgo del parque me atrae acariciar una arruga de alguien. * Roberto Burgos es autor de Ese silencio.
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de la pl aza de la
Antonio García
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no de los lugares más emblemáticos de Ciudad Bakánica es, sin duda, la Plaza de la Inspiración. Diseñada por el célebre arquitecto Carlos Antonio Hugo León de los Montes, de esta plaza se desprenden 49 calles que conforman un gran asterisco en el centro de la ciudad.
En el centro de la plaza hay una gran escultura eólica conformada por siete grandes tubos de alturas y grosores diferentes que, cuando llegan los vientos alisios en agosto, producen una melodía que se extiende por toda la ciudad. Cada tubo silba en una nota musical diferente: do, re, mi, fa, sol, la, si. Miles de turistas de todas las partes del mundo visitan la ciudad para escuchar las finas tonadas que estos misteriosos tubos despiden. La escultura ya estaba ahí cuando se fundó la ciudad. Nadie sabe quiénes la hicieron ni cuándo. Hace poco el catedrático Gilberto Alvarado, del Instituto de Investigaciones Bacánikas, hizo un estudio que pretende demostrar la existencia de una civilización extinta hace siglos, la cual habría erigido este monumento en honor de una deidad equivalente al Eolo de los griegos. De igual manera existen todo tipo de teorías sobre visitantes extraterrestres. En 2006 el periodista y ufólogo J.J. Benítez publicó un libro en el que establece relaciones entre las líneas de Nazca, en Pe-
a la pl aza de las
rú, y la escultura eólica de la Plaza de la Inspiración. No pocos argumentan que se trata de una formación rocosa natural que por un caso fortuito adquirió tan peculiares características. En, fin, el misterio sigue abierto y día a día se suman páginas a la mitología de la escultura en cuestión. Lo que sí es cierto es que nadie puede sustraerse al embrujo de las melodías que se desprenden de la plaza, particularmente cada diez años, cuando el fenómeno del Niño modifica la dirección y la potencia de los vientos. Dicen que el efecto de la música sobre las ideas es molífico y estimulante: cuenta Bob Dylan que se le ocurrió el estribillo de Giving Away Your Soul en el año 2013, durante una visita a la plaza; el poeta Juan Gelman compuso su Balada Bacánika, de 114 versos, mientras tomaba un capuchino en el Café Ocarina, situado en el costado norte del lugar; el artista plástico Jeff Koons se inspiró en la plaza para hacer su serie de falos sonoros… Dicen que todos los escritores o artistas que atraviesan un bloqueo creativo se curan con una visita. De las 49 calles que llegan o se desprenden de la Plaza, tan sólo dos conducen a la Plaza de las Preguntas. La primera de ellas, llamada Comodoro Argüelles, tiene la estructura de un adarve o camino de ronda estilo árabe. Se trata de un estrecho callejón peatonal que se tuerce en todas las direcciones y se bifurca en diversos tramos que conducen a zocos o calles cerradas. Comodoro Argüelles es la calle más laberíntica del mundo. Existen personas que tardan meses en encontrar la Plaza de las Preguntas o regresar a la Plaza de la Inspiración. Si un carterista logra escabullirse hasta la calle Comodoro Argüelles, es seguro que la policía jamás dará con él. La otra calle, llamada Agripina Zubiría en honor de una antigua médium que fue muy famosa en el siglo XVII, queda dos calles a la izquierda de la Comodoro Argüelles. Se trata de una Ilustración: Alejandro Giraldo w w w . a l e j o g i r a l d o . c o m
avenida rectilínea y amplia que desemboca en un antiguo sistema de túneles, antiguas mazmorras que funcionaron durante el reinado de Godofredo el Loco, soberano de la dinastía Tabares, que durante más de siete siglos gobernó la ciudad. El mundo subterráneo que sirve de pasadizo hacia la Plaza de las Preguntas ha sido remodelado y tiene las más exclusivas boutiques, discotecas y casinos. Es una parte insospechada de Ciudad Bacánika, lugar de encuentro, comercio y ocio que se extiende en diversas capas, hasta diecisiete niveles por debajo de la superficie. Existen diversas rutas, pero todas desembocan en una misma calle que, doscientos metros más adelante, se abre paso hasta la Plaza de las Preguntas. La de las Preguntas es una plaza bastante peculiar. Es muy pequeña en comparación con la Plaza de la Inspiración y pareciera no tener ningún atractivo si las comparamos entre sí. Rodeada de edificios vetustos, sin cafés ni nada por el estilo, está concebida para producir justo el efecto que logra: todos los visitantes miran con asombro a los lugareños y empiezan a preguntar «¿y?, ¿cuál es la gracia de esta plaza?» o «¿para qué me trajiste acá?». Ese es justamente el propósito, que la gente pregunte. Para dar satisfacción a su curiosidad tendrían que desplazarse a la Plaza de las Respuestas, pero ese es otro sitio de Ciudad Bacánika que, por cuestiones de espacio y tiempo, no vamos a explicar.
A Bob Dylan se le ocurrió el estribillo de Giving Away Your Soul durante una visita a la plaza
* Antonio García es autor de Recursos humanos.
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En el barrio de atrás, conocido por sus estrechos callejones amarillos y el olor a ajo que expulsan los tres restaurantes de don Honorario García, se encuentra un monumento cubierto por un musgo que lleva años sin cortarse y la caca de las palomas que cada día toman el agua renegrida que se posa alrededor de la delgada boca de bronce. La decadencia comenzó hace 70 años, cuando la gente dejó de tener tiempo para gritar por la tristeza de haber perdido a un ser querido, por la alegría de un viaje inesperado o por la emoción de un beso robado. En ese entonces también llevaban una rosa azul para demostrar la gratitud por haber sido oídos. Pero el ritmo acelerado que se impuso en la ciudad después de la invasión de los mercaderes logró que muy pronto todos se olvidaran de aquel monumento que tanto necesitaban. Ya no había tiempo para expresar los sentimientos en un grito agudo o para lanzar un grito hondo que aliviara una tristeza, ahora el tiempo se empleaba en trabajar y, si era posible, en descansar un poco. Hoy nadie lleva rosas, tampoco hay tiempo para eso.
producción y fotos: sociedad invisible sociedadinvisible.blogspot.com
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Nadie había conocido un perro tan sofisticado. Dicen que fue visto por primera vez en 1944, buscando comida en el callejón de atrás de la marisquería La Mer. Era alto, siempre mantenía el cuello erguido, caminaba como si las calles fueran pasarelas, tenía el pelo liso, mono y largo, y adoraba el caviar. Irradiaba la elegancia que era propia de su raza afgana. La leyenda cuenta que tuvo que escapar de Europa durante la Segunda Guerra Mundial –su hocico era evidentemente judío– y atravesó el océano como polizón en un barco del que huyó al llegar al primer puerto. De allí caminó hasta Ciudad Bacánika,
donde las calles lo transformaron. No le faltó comida, pero nunca encontró un techo, así que se acostumbró al cemento y puso a un lado la vanidad. Disfrutaba jugar con los niños en las areneras, meterse en la fuente de la plaza, revolcarse entre la tierra y ladrar bajo la lluvia, por eso, al final de sus días, parecía un rastafari canino. Fue adoptado por un grupo de amantes de Bob Marley y murió feliz entre la marihuana y el reggae.
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Monumento al Hablador, dicharachero y descarado era Julio, el ladrón de bicicletas. Hoy, bajo los pies de su monumento reposan manubrios, llantas y cadenas como ofrendas a este héroe del sigilo y la sorpresa. Se dice que nació en esta ciudad, que sus padres eran gitanos inmigrantes y que de pequeño repartía periódicos en su velocípedo enclenque. Era testigo de infidelidades y discursos históricos. No dudaba en ser pregonero de noticias y chismes ajenos. Su obsesión por los caballos de acero lo convirtió en un estratega silencioso y rápido, en el ladrón de bicicletas. En un pestañeo, Julio se llevaba hasta el viento. Sus víctimas, más que alteradas, se notaban sorprendidas. Algunos dicen que su casa era un museo de bicicletas de todo tipo: grandes, pequeñas, desbaratadas y oxidadas. Su habilidad lo convirtió en héroe. Pero un día no se supo más de él, simplemente desapareció. Se dice que anda de pueblo en pueblo como un museo andante de pedales, cadenas, piñones y sillines. Es por eso que en la Ciudad Bacánika se alza un monumento al ladrón de bicicletas.
MonuMento a l a
Originalmente fue el busto de un hombre que estaba listo para gobernar al país cuando fue asesinado por fuerzas oscuras. Al menos seis veces fue derribado por sus enemigos, y otras tantas vuelto a levantar por sus seguidores. Hasta que el dictador de los ocho años ordenó levantar en su lugar su propio monumento, sobre el cual no han dejado de cagar a diario las palomas. Primero perdió su sonrisa cínica, luego su ceño fruncido y más tarde su mirada penetrante. Hoy pocos recuerdan quién está bajo las capas de excremento. Los más jóvenes lo llaman el monumento a la paloma desconocida.
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Hay quienes
dicen que
un túnel
la recorre
de un extremo al otro, y que en
momentos cruciales
sirve de escondite
a los
anarquistas.
El jardín de la casa donde funciona
la Sociedad de Parques aparece en un par de estampillas y en un sinnúmero de postales. La casa identificada con el número 316 pertenece al poeta Cicerón Gaviria.
Aún conserva
sobre el asfalto la huella de los rieles del tranvía
que alguna vez la recorrieron.
Desde esta
calle parte
cada lunes una nutrida
protesta contra
las promesas
incumplidas
de los gobernantes
de turno.
Está prohibido el tránsito de motocicletas por esta calle.
En el balcón de la casa amarilla suelen iniciarse en el arte de la oratoria los delfines del partido existencialista. Ilustración: dAVID MORENO GUZMAN
Desde hace varios años se anuncia con carteles en rojo y negro el concierto
al aire libre que ofrecerá en esta calle la popular cantante Delmira. Pero no se precisa cuándo.
A eso de las seis de la tarde suele
recorrerla
un penetrante
aroma a cafe.
Desde
1964, el metro cuadrado
más costoso
de la ciudad
se encuentra en esta calle.
Ciudad Ilustraci贸n: mateo rivano flickr.com/mateorivano
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Sólo se permite el tránsito
de bicicletas.
En algunas de las tierras que ya han sido cultivadas, se ha comprobado que una mata de tomate se demora solo una semana y media en dar un fruto grande y jugoso.
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El primer día de cada mes, a las 4: 32 de la mañana, un viento que llega de la montaña del norte invade la calle con un discreto aroma a jazmín. Desde 1999 aparece en el libro de los Guinness Récords como la calle más alegre del mundo.
Según cuenta la leyenda, cuando el planeta Sirio retome su órbita la calle se hundirá para siempre en el río de la ciudad.
Miles de kilómetros de tierra fértil, a lado y lado de la avenida, esperan ser habitados por aquellas personas que saben sacar provecho de los suelos pero ya no tienen donde hacerlo.
diCen que después de pasar 33 días seguidos por esta Calle, los enfermos se Curan y las tristezas desapareCen. todas las tardes, a eso de las CinCo, don alirio, uno de los primeros Habitantes de la zona, les da Comida gratuita a quienes no probaron ni un pan a lo largo del día. se siente afortunado por el poder de su tierra y Cree que debe dar algo a Cambio.
Hace cinco décadas la calle de la buena esperanza no sufre las inclemencias del clima. Siempre recibe la medida perfecta de sol, lluvia y sombra.
Hay una fuente a Cada lado de la Calle. una mide 10 Centímetros y la otra tres metros.
IlustracIón: ElEctrobudIsta www.electrobudista.com
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EMBAJADA DE ESPAÑA · COLSANITAS
BASES DEL CONCURSO 1 Destinatarios
Ser seleccionado dentro de los trabajos finalistas que se expondrán en la Galería La Cometa implica la aceptación de la venta de la obra bajo tales condiciones. Al establecer los precios, los artistas deberán tener presente que en caso de venta a terceros, o de compra por parte de los organizadores, y por su gestión de venta, Galería La Cometa retendrá una comisión correspondiente al 30 por ciento del valor de la obra. Quedarán exentas de dicha retención las obras premiadas.
El concurso está dirigido a artistas colombianos o extranjeros residentes en Colombia, que al día de presentación de las obras no hayan cumplido 38 años. Quedan excluidas las personas en primer grado de consanguinidad con empleados de la Organización Sanitas Internacional, Galería La Cometa o Embajada de España en Bogotá.
2 Técnicas, dimensiones y temática
Los artistas pueden participar con un máximo de cinco obras, cuyas técnicas les permitan ser expuestas sobre pared, tales como pintura, dibujo, ilustración, fotografía, etc. Por lo tanto, quedan excluidas esculturas, instalaciones, trabajos en multimedia y obras con técnicas y/o soportes que no se ajusten a las dimensiones requeridas, que serán como máximo de 2.50 metros x 2.50 metros. La temática será libre, pero el jurado valorará la conveniencia de las obras premiadas dentro del marco hospitalario y corporativo de Colsanitas y/o de la Embajada de España en el que se expondrán.
3 Exposición y catálogo
Primer premio: 12 millones de pesos, remuneración correspondiente a la adquisición de la obra ganadora por parte de Colsanitas y/o la Embajada de España. Mención: una mención de 4 millones de pesos, remuneración correspondiente a la adquisición de la obra por parte de Colsanitas y/o la Embajada de España. Los premios podrán ser declarados desiertos por el Jurado. Colsanitas, la Embajada de España y la Galería La Cometa se reservan el derecho de adquirir cualquiera de las demás obras aceptadas en el concurso. El precio en pesos colombianos de cada obra será determinado por cada artista, como máximo, por el valor de la mención.
Las obras adquiridas por Colsanitas y/o la Embajada de España serán exhibidas en los contextos hospitalarios y corporativos de dichas instituciones, con el objetivo de promover y divulgar el arte colombiano, incentivar a los artistas jóvenes de Colombia, establecer nuevos espacios de divulgación cultural y crear un interés en las artes plásticas por parte de los visitantes de sus hospitales y demás sedes.
5 Inscripciones
Las obras finalistas en el concurso se expondrán en la Galería La Cometa, de Bogotá, a partir del 6 septiembre de 2011 y durante el tiempo que se estipule y que se anunciará con la debida antelación. Así mismo, se editará un catálogo de la exposición.
4 Premios
Como primer paso para su selección, los artistas deberán enviar el soporte gráfico, tanto digital como impreso (mínimo de 1 mb de resolución) de sus obras, así como el formulario de inscripción debidamente diligenciado (disponible en el sitio Web) y la documentación que consideren a las oficinas de Colsanitas, calle 100 # 11B – 67, en Bogotá, hasta el 16 de junio de 2011, de 8 a.m. a 6 p.m., haciendo constar el nombre del concurso. En caso de ser enviado por correo, se precisará que la fecha de envío no sea posterior al 16 de junio de 2011.
6 Fallo del Jurado
El concurso cuenta con un jurado de altísimo nivel, reconocido en el medio de las artes. El fallo del jurado será confidencial e inapelable y se hará público el 6 de septiembre de 2011 durante el acto de inauguración de la exposición en la Galería La Cometa. De igual manera, se publicará en las páginas web de Colsanitas (www.colsanitas.com) y de la revista Bacánika (www.bacanika.com.co).
Para más información sobre las bases del concurso o para descargar el formulario de inscripción visite la página www.colsanitas.com o escriba al correo: artejoven@colsanitas.com.
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CABLE A TIERRA
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CIMIENTOS Historia sobre los dones sobrenaturales de la tierra de una ciudad que aún nadie Ha dibujado en el mapa.
Hubo un tiempo en el que la ciudad era su gente. Llegó caminando, sin maletas a cuestas, para instalarse en ese rincón secreto que unos años más tarde se convertiría en la única urbe del mundo construida con magia –se filtraba por el suelo y contagiaba la tierra, los árboles, las personas–. Pero en un principio la población debió armar campamentos improvisados, llenos de orificios por los que se filtraba el aire helado y la lluvia. En esas condiciones, les era imposible dormir, tener una vida digna, existir en armonía... Por fortuna, esos días duraron poco, pues la magia empezó a hacer efecto. De un día para otro, los habitantes de Ciudad Bacánika se dieron cuenta de que algún acontecimiento sobrenatural había potenciado sus virtudes. Los generosos regalaron hasta su ropa. Los fuertes levantaron árboles como ilustración × JOSÉ ROSERO • WWW.JOSEROSERO.cOm
si fueran plumas. Los artistas decidieron inventar un mundo nuevo. En ese momento, la ciudad empezó a ser construida. Sobraron manos y ganas. Ya nadie volvió a temer que se desplomara el techo en medio de la noche. Todos tuvieron acceso a agua y a electricidad. En la creación de la ciudad se invirtió mucha magia, pero esta no se acabó. La población quedó sobreestimulada con ese entusiasmo transformador, a tal punto que empezó a crecer una epidemia de frustración: los habitantes se quedaban con las ganas de actuar. Entonces, conocieron las condiciones en las que se encuentra la nación de la que hacen parte: por fuera de su burbuja, el 46% de las personas vive en la pobreza y el 17,8%, en la calle. Además, el 12,4% de la población urbana y el 42,9% de la rural no tienen acceso a acueducto. También queda trabajo por hacer para que el 2,3% de la gente sin servicio de energía eléctrica pueda tenerlo. El 47,6% todavía no recibe gas natural.
Colombia sabe a letras, a relatos y CróniCas.
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Contra la frustración Los habitantes de la ciudad se dividen en áreas de trabajo. Todos esquivan la epidemia, incluso el perro callejero, que tiene algo de hippie y se siente profeta del amor. Salen a recorrer el país en busca de casas a medio armar, gente que duerme debajo de los puentes o que se baña en ríos tan contaminados que ya son habitados por peces de cuatro ojos. En varios puntos del camino, se encuentran con personas invadidas por su mismo entusiasmo y deciden formar equipos. Primero se unen al programa Dame una casa, ladrillo a ladrillo, de la Corporación el minuto de Dios, que entrega semanalmente una vivienda a una familia desamparada, gracias a aquellos que están dispuestos a comprar ladrillos –cada uno cuesta 1.000 pesos y se necesitan 25.000 para edificar un hogar–. Los viajantes tenían muy claro que ayudar a conseguir dinero para ladrillos no era suficiente para liberar toda esa energía acumulada, así que al llegar al Valle del Cauca se pusieron en contacto con la Corporación Diocesana Pro Comunidad Cristiana y se unieron a sus programas para la construcción de vivienda. Familias y bacánikos juntaron manos para armar hogares desde los cimientos y también para mejorar espacios que no eran realmente habitables. Además, promovieron actividades para aportar algo al medio ambiente: cultivo de huertas, siembra de frutales y recolección de basuras... En su paso por Medellín, ciertos habitantes de Ciudad Bacánika se toparon con el ladrón de bicicletas. Era el mismo, dicharachero y chismoso, aunque pedaleaba a otro ritmo, ese que da la serenidad de los años. Fue él quien los guió hasta la Fundación Berta Martínez. Alguna vez oyó que la mamá, de una amiga, del hermano de su novia trabajaba allí y había visto a 1.183 personas recibir viviendas. Sus coterráneos visitaron la organización y
Dame una casa, laDrillo a laDrillo (57-1) 587 4444 ext. 540 calle 81 a no. 73a – 22 ☞ www.dameunacasa.com
corporación Diocesana pro comuniDaD cristiana (57-2) 2136079 carrera 4a no. 13 - 64 ☞ corporaciondiocesana.org
FunDación Berta martínez
(57-4) 4127411
73B no. 39B - 115 of. 109 ☞ www.fundacionberta.org/web/ fundacion.html
un techo para mi país
(57-1) 2853055
carrera 17 no. 32a - 34 ☞ www.untechoparamipais.org/colombia
ayudaron a construir y mejorar casas, senderos peatonales y sistemas de canalización de aguas residuales. Frente a un semáforo, en Bogotá, conocieron varios voluntarios de Un techo para mi país. Pedían recursos que utilizarían en la construcción de casas para personas de escasos recursos. Con ellos, la población de Ciudad Bacánika vivió los últimos días de la travesía. Después de esas últimas semanas, quienes se pararon alguna vez sobre el puente de los suicidas prometieron valorar la vida siempre. Construyeron miles de casas, y les dieron a las comunidades todas las herramientas que necesitaban para ser sustentables y superar su condición de pobreza. Exhaustos, los habitantes de Ciudad Bacánika regresaron a su tierra. Recargarían fuerzas y volverían a intentar cambiar el mundo.
Un país donde la ficción supera la realidad y grandes escritores encuentran sus historias.
& presentan: 35MUERTOS SERGIO ÁLVAREZ Una novela coral donde resuenan la vida y las voces de todos nosotros
LA ETERNA PARRANDA ALBERTO SALCEDO RAMOS Uno de los escritores y periodistas más importantes del país recopila una antología de crónicas inolvidables, imprescindibles y tan colombianas como la parranda
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DE E ST E M U N D O
P O R MA R I O M E N D O ZA
FOTO: JUAN_CAMILO_PALACIO
Templanza
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ertenezco a una generación que se hizo a sí misma afuera, en la calle. De niños recorríamos los alrededores del barrio explorando, poníamos monedas en la carrilera para que las aplastara el tren, nos metíamos a un caño cercano a matar ratas con nuestros rifles de aire, cogíamos ranas en invierno y nos gustaba dejarnos picar por las abejas para ver si dolía tanto como decían o no. ca que los disminuye de mala manera, una depreo Hevea, todas marcas naTambién montábamos en bicicleta dusión permanente por una cosa o por la otra, una cionales. Y la ropa era de la secrante horas enteras, coleccionábamos incapacidad para enfrentar la dureza del mundo. ción rebajas o de almacén de cómics con mucho esfuerzo, practicáLo más seguro es que hayan pasado buena parte cadena. Una comida en un resbamos distintos deportes y crecimos en grupo, en de su vida encerrados, viendo televisión, chataurante elegante era un lujo, pandilla, como los cachorros de una manada. teando, metidos en videojuegos durante horas algo que sólo se podía hacer, Más adelante, durante la adolescencia, mantuvio escuchando música en sus MP4 o en sus iPod, con suerte, una vez al año. Y mos esos lazos firmes. Vinieron las pruebas caracarrojados en sus camas con los audífonos puesel dinero que a uno le daban tos. Son sujetos digitales, muy hábiles en la red, escasamente alcanzaba para terísticas de todo varón joven: las peleas, las tromde una agudeza sorprendente para bajar música, ir a comer pan con gaseosa a la padas, los enfrentamientos hombre a hombre o para bajar películas, para montar imágenes, papanadería, nada más. La necontra grupos o equipos de otros barrios. cesidad fue nuestra educación.
ra navegar en general. Pero hay algo por allá, al
A veces uno ganaba y entonces quedaba toda
Uno vivía mal trajeado, con-
fondo, que hace falta: la templanza para sobrepo-
la semana feliz, sacando pecho y hacía alarde de
tando monedas y sobre una bi-
nerse a toda adversidad, la capacidad de lucha, el
su temple cada vez que podía. Pero a veces las co-
cicleta destartalada.
coraje que se necesita para vivir.
sas salían mal, se ponían feas y había que ponerse
Luego, durante la juven-
Es muy posible también que esta sociedad
hielo en los moretones o incluso ir hasta el centro
tud, nos arrojaron a la vida sin
haya empeorado de manera notable y que la as-
de salud a que le cosieran la ceja o la mejilla. Y
consentimiento alguno. Había
fixiante sobrepoblación nos esté afectando de
había que aguantar los chistes de los amigos, las
que trabajar en lo que fuera, ga-
una manera invisible. Si uno es un adolescente
burlas en el colegio, los regaños en casa. Pero uno
narse el sustento, hacerse res-
y sabe desde antes de entrar al cuadrilátero que
sabía que la herida cicatrizaría y que ya pasaría.
ponsable. No siempre corría
todo está arreglado, que la pelea será un juego
Los que éramos de clase media media no
uno con suerte. Muchas veces
tramposo y amañado, pues lo más seguro es que
teníamos cómo comprar ropa de marca, ni tenis
fue necesario tragar entero y
no quiera ni subirse al ring siquiera. Lo cierto es
costosos, ni teníamos equipo de sonido propio,
aguantar.
que la esperanza cada vez es más escasa y el futu-
ni televisor en el cuarto, ni nada. Con suerte, si
Hoy en día percibo en mu-
ro no parece muy alentador. Pero precisamente
acaso, una grabadora cualquiera comprada en
chos jóvenes una fragilidad ex-
por eso mismo tenemos que renovar nuestras es-
San Victorino. Los tenis eran Croydon, Pro-Keds
trema, una debilidad psicológi-
trategias de combate y de resistencia.
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REINVENCIÓN
REINVENCIÓN
Por Marta Orrantia
la autora de orejas de pescado propone una capital más pequeña y amigable.
Una vez, viendo la majestuosidad de la Sabana de Bogotá, un amigo me dijo: “¿Se imagina lo que sintieron los conquistadores cuando llegaron a esta belleza de lugar?”. Yo le respondí: “La pregunta es por qué llegaron hasta acá”. Quién sabe por qué decidieron fundar la capital en un lugar tan alto, tan frío, tan difícil para llegar, aún hoy que hay aeropuertos y carreteras. A mí no me gusta Bogotá. O sí, pero no del todo. Si yo fuera un conquistador, fundaría una capital frente al mar, para que luego de terminar una dura batalla, pudiera quedarme viendo el sol fundirse en el horizonte. Y, ya que estamos, si yo fundara una ciudad, la haría pequeñita, como fue Bogotá hace muchos, muchísimos años, cuando yo era niña y vivía en la 127 con 9, junto a las casas campesinas que aún poblaban los alrededores de un caño que en esa época se llamaba río. Estábamos en los extramuros de la ciudad, en unas casitas con antejardín y, en esos recuerdos a blanco y negro, Bogotá era, además de pequeña, bajita, sin ese “bosque
¿
de ladrillos”, como la bautizó mi hijo, que no entiende por qué la ciudad crece para arriba. Creo que en lugar de tener una capital, deberíamos tener muchos pueblos pequeños unidos. Cada uno con una placita
EN LA CIUDAD IDEAL NO HABRÍA TRANCONES, Y TODOS PREFERIRÍAN ANDAR A PIE O EN BICICLETA.
Frente al mar?
FOTO × JUAN PABLO CADAVID • WWW.JUANPABLOCADAVID.com
donde haya un banco, un café, una notaría y un policía sonriente, que no nos dé miedo sino que nos inspire cariño. Como fue Usaquén, antes de que la invadieran los restaurantes, los centros médicos y los carros. La ciudad debería tener mucho verde, muchos perros, aún más niños y pocos tipos malos (no pido que se acaben, soy realista, solo pido que haya menos). Los papás podrían dejar jugar a los niños en la calle y
la gente podría caminar tranquila en la noche sin estar invadida por la sensación de peligro que tanto nos agobia. Como sería una ciudad pequeña –o varias–, no habría trancones, todos preferirían andar a pie o en bicicleta, y para ir de un pueblo a otro habría un tren que hiciera el recorrido varias veces al día. Todo eso con la posibilidad de salir a caminar en la arena de la playa, con la dicha de aspirar el aire salino y dulzón del mar, con el placer de comer arroz con camarones frescos o patacones de guineo verde o tomar agua de coco cuando haga calor. Si yo hubiera sido un conquistador español, a lo mejor no habría fundado tampoco la capital sobre el mar. No sería justo, después de todo, poner los edificios altísimos, las sedes del gobierno, los centros financieros y toda la corrupción, al lado de la playa: ella no se merece todo esto.