GENTRIFICACIÓN URBANA - URBAN INFILL Conceptos, Modelos y Características, Para el Desarrollo de Centralidades Urbanas.
En la actualidad se considera a la gentrificación como un proceso de transformación urbana donde los habitantes originales de un barrio terminan por ser desplazados debido a los fenómenos de “elitización”, “aburguesamiento” o “boutiquización” que se dan en el lugar en el que viven. Según el arquitecto y urbanista Fernando Carrión, “la gentrificación, entendida como la reconstrucción de vivienda de alto estándar y con infraestructura de punta, tiende a producir un importante recambio poblacional con disminución de densidad y alta movilidad social. Es un espacio importante para que el capital de promoción inmobiliaria pueda obtener beneficios y para que nuevos segmentos de la población construyan un nuevo imaginario de calidad” (Carrión, F, 2010, p. 77.). Entonces el desarrollo urbano bajo los conceptos de la gentrificación y el Urban Infill, ¿Son conceptos de desarrollo urbano, económico y social sostenible? En 1964, Ruth Glass, importante socióloga británica, y autora de estudios urbanos y de sociedad, dio vida al termino en inglés “Gentrification”, que su traducción seria Gentrificación, para darle nombre a los cambios del mercado inmobiliario en determinadas áreas de Londres, que fueron causa y consecuencia de la apropiación de una clase media y alta, en áreas urbanas de la capital británica, que en ese entonces había sido de clase obrera he industrial. Por ese motivo R. Glass acuño el término “Gentrification”, por la derivación del término “Gentry”, que es un modismo ingles que denomino así a la nobleza y burguesía británica. Respetando las particularidades propias de una ciudad, la gentrificación es un proceso urbano en el que se lleva acabo ciertos cambios en zonas de la ciudad, después de haber pasado por un proceso de deterioro y abandono de las edificaciones por parte de sus actuales habitantes, que conlleva a una devolución económica, después de haber albergado en
su mayoría a personas con bajo poder de adquisición. Es entonces cuando dichas áreas urbanas experimentan un proceso inverso, gracias a la gentrificación, es decir que la plusvalía de estas áreas recibe progresivamente interés tanto para personas que desean residir, como para inversiones de diversos sectores económicos, que como consecuencia es una oportunidad para grandes inversores inmobiliarios. en un marco que evoca a la revaloración de estos espacios urbanos, lo que en pocas palabras quiere decir en un incremento desmedido de suelo, que los habitantes, no son capaces de afrontar, denominando a este fenómeno como “especulación inmobiliaria” que en la actualidad es uno de los grandes problemas de crecimiento urbano sin planificación ni control. Gracias a estos fenómenos se da expulsión de estos vecindarios a sus habitantes originales, su desplazamiento y su sustitución por un nuevo perfil de residentes con mayor poder adquisitivo. Por otro lado, El concepto de urban infill, o relleno urbano, es un concepto relativamente nuevo, que valora el vacío, en un entorno urbano, generalmente un espacio abierto, a nuevas construcciones. El relleno urbano también se aplica, dentro de una política urbana, a la construcción en cualquier terreno no urbanizado que no esté en el margen urbano. En su lugar, a veces se utiliza el término un poco más amplio "reciclaje del territorio". Este concepto se ha promovido como un uso económico de la infraestructura existente y un remedio para la expansión urbana. Varias críticas ven a este concepto como una sobrecarga de los servicios urbanos, incluido el aumento de la congestión del tráfico y la contaminación, y la disminución de los espacios verdes urbanos. También lo restan por razones sociales e históricas, en parte debido a sus efectos no probados y su similitud con la gentrificación. Por ello la gentrificación y el relleno urbano son temas no solo de actualidad, sino un asunto que preocupa. Puede que actualmente tenga más sentido hablar de boutiquización concepto acuñado por Carrión, o que los fenómenos en sí hayan cambiado, pero de alguna manera podemos englobar
con estos términos, Tanto la gentrificación y el urban infill son conceptos que se los asocia a la expulsión de habitantes originales de las áreas urbanas donde se lleva a cabo estos fenómenos de transformación, para ser remplazados por nuevos habitantes con una economía solvente, o como anteriormente es mencionado inversores de sectores económicos varios. Experimentando un vaciamiento de sociedad en el territorio En primer lugar, al existir una ausencia de personas en el espacio urbano, ocurre un vaciamiento de la vida pública y se crea la necesidad de una mayor demanda de seguridad que, se va concretando en edificios y barrios sellados herméticamente donde se detestan las multitudes, se renuncia a la calle y se impone la disciplina a la espontaneidad. El deterioro físico del espacio urbano de las ciudades no sólo conlleva a un deterioro de la calidad de la vida de la gente, también transmite una idea de desinterés y despreocupación que va rompiendo los códigos de convivencia, como de ausencia de ley, normas y reglas: vale todo. La famosa teoría de las ventanas rotas. Se debe reflexionar sobre la ciudad como un ente cambiante. Encontrar en cada hecho arquitectónico una respuesta que contribuya a construir el mapa de la ciudad actual y no continuar formando un producto de la suma de acontecimientos aislados. En este sentido, la construcción de espacialidad pública en las ciudades es la base para el desarrollo de ciudades y sociedades resilientes, al ser posible la identificación con el otro y con los valores compartidos en la vida pública y urbana de la ciudad. Es así como, "el contacto con el otro, con los otros, permite captar la diversidad de culturas y, con ello, la capacidad de reconocernos a nosotros mismos" (Ontiveros, 2010, p. 396). Una de las reflexiones que abarcan estos conceptos de transformación urbana más acertadas por Richardson en 1971, da muestra de la influencia que estos conceptos han tenido en la construcción y planificación de las ciudades contemporáneas.
Se tratan también cuestiones de equidad en la distribución de las rentas y las expensas, tanto desde el punto de vista sectorial como pensando en la distribución en el espacio urbano. La revitalización es interpretada de la misma manera que un servicio urbano; por lo tanto, debe ser financiada a partir de los recursos presupuestarios normales y, especialmente, de los extraordinarios. Como la revitalización se inicia, casi siempre, como un evento episódico, más que con la implementación del proyecto, ésta pasa a ser permanente: el financiamiento por el poder público depende de recursos extraordinarios; es decir, de transferencias gubernamentales o préstamos de instituciones públicas o privadas (Richardson, 1971, p. 152). En segundo lugar, la historia personal de cada uno se construye en el espacio de la ciudad. De ahí que, en el diseño del espacio público se deba considerar la naturaleza de los vínculos que posee con la ciudad, al tiempo, que promueva procesos de socialización e inclusión y la anulación de cualquier límite tangible o intangible que cause la exclusión de grupos sociales de este espacio. Los fenómenos de “elitización”, “aburguesamiento” o “boutiquización” que se dan en el lugar en el que viven. Es un problema para el desarrollo sostenible de las ciudades. Según Fernando Carrión (2010). El termino boutiquización, asociada a la adecuación de las áreas edificadas en los centros históricos de las ciudades latino americanas, y también de las nuevas infraestructuras que han sufrido procesos de abandono o deterioro, para que tengan la capacidad de generar un cambio funcionales en sus área edificada, que se exprese como un nuevo uso del suelo, que reduce la población residencial popular para garantizar nuevas actividades urbanas que tengan alto prestigio, altos consumos, y genere rentabilidad en las edificaciones. Es ahí donde actúan los grandes inversores, y adecuan las infraestructuras para dar paso a nuevos usos como hoteles de lujo, restaurantes boutique, el ocio hipercontrolado, y la vivienda loft, todo esto en el marco de la lógica
boutique, que son un gran estímulo para el turismo, siendo una de las grandes diferencias la historia cuando se anhela simplemente la contemplación museística. Ahora es de interés una presencia activa de los sujetos patrimoniales. Uno de los casos donde se evidencia la problemática de la gentrificación como la exclusión y la boutiquización, es el centro histórico de Quito, donde las casas de la antigua aristocracia quiteña fueron desplazadas para convertir los inmuebles en cualquier tipo de comercio boutique, elevando el valor de la renta, y vaciando de sociedad el sector para transformar el modelo en netamente turístico y de paisaje monumental. Por lo tanto, las diferentes tendencias urbanas, como el crecimiento exponencial de las ciudades, el pasar cada vez más de la ruralidad a la urbanidad, la expansión de la infraestructura, la cobertura cada vez más amplia de las comunicaciones son desafíos que la humanidad enfrenta. El relleno urbano se define como un nuevo desarrollo que está ubicado en un terreno baldío o sin desarrollar dentro de una comunidad existente, y que está rodeado por otros tipos de desarrollo. El término "relleno urbano" en sí mismo implica que la tierra existente está mayoritariamente urbanizada y lo que se está construyendo es, de hecho, "llenando" los vacíos. El término más comúnmente se refiere a la construcción de viviendas unifamiliares en vecindarios existentes, pero también se puede usar para describir nuevos desarrollos en áreas comerciales, de oficinas o de uso mixto. Es decir, la razón fundamental Urban Infill está ganando popularidad a medida que las ubicaciones urbanas o cercanas se vuelven más atractivas para los posibles compradores de viviendas y los inquilinos de oficinas y minoristas. Los municipios también están fomentando la práctica del relleno, ya que es más eficiente utilizar la infraestructura y los servicios existentes que extender la infraestructura y los servicios más lejos. El desarrollo del relleno también puede ayudar a una comunidad a alcanzar o mantener los umbrales de densidad de población necesarios para servicios como el parque. espacio, servicios comunitarios, establecimientos comerciales y
viviendas asequibles. Además, en las comunidades donde las propiedades no desarrolladas, en ruinas o vacías son monstruosidades o peligros para la seguridad, el desarrollo de relleno puede eliminar el deterioro de estas propiedades. Finalmente, muchos lotes de relleno urbano han quedado sin desarrollar porque son los lotes menos deseables para construir debido a su tamaño. Así lo platea Jacobs. (1961). Destaca unas reflexiones ante las políticas de ayuda a la vivienda que harían palidecer a quienes han venido planificando este tipo de políticas en nuestro entorno en las últimas décadas. El único pecado que ha cometido cierta gente, según Jacobs, es no poder pagarse una vivienda decente. Por ello, se les destierra así las periferias de la ciudad se les segrega en barrios enteros de vivienda social, iguales, lejanos, sin diversidad. No sólo eso, además, se priva a los centros de las ciudades de gente con la apropiación necesaria para mejorar sus avejentados edificios. Todos salimos perdiendo, de la misma manera que todos ganaríamos si ese capital se destinase a impulsar la rehabilitación de la ciudad consolidada. La sostenibilidad urbana social depende de la apropiación del territorio. Desde el punto de vista de la sostenibilidad, el relleno urbano o Urban Infill es, en esencia, el reciclaje de la propiedad. La propiedad industrial y comercial tiende a tener una vida útil finita, y el resultado final suele ser una propiedad con deterioro ambiental. El redesarrollo de terrenos abandonados proporciona un medio para convertir, reciclar estas propiedades nuevamente en un uso productivo, al tiempo que reduce la expansión y la destrucción de valiosos espacios verdes. Las remodelaciones de terrenos abandonados devuelven las propiedades infrautilizadas y afectadas por el medio ambiente a un uso productivo, mitigan los impactos ambientales, proporcionan empleos e ingresos fiscales y revitalizan la base social de las comunidades. Los proyectos de remodelación de terrenos abandonados abarcan muchos principios sostenibles que incluyen eficiencia energética,
minimización de desechos, preservación del ecosistema, conservación de recursos naturales y protección de la calidad ambiental local. Según Jan Gehl (2010). Manifiesta que, Hablar de la sostenibilidad referida a la cuestión urbana es una temática amplia. Primordialmente, siempre se piensa en el consumo energético y en las emisiones de los edificios como factores centrales. Sin embargo, hay otros sectores a considerar, tales como la producción industrial, la provisión de energía, el manejo del transporte, el agua y los residuos. El tema del transporte se impone como uno central en la agenda de la sostenibilidad, ya que consume una cantidad masiva de energía. De esta manera, es responsable de una considerable porción de la polución y de las emisiones de carbono. En Estados Unidos, el 28% de todas las emisiones de carbono son atribuibles al transporte. Darle mayor prioridad al tráfico peatonal y al ciclístico contribuiría a cambiar el perfil del sector de transporte y se convertiría en un elemento central dentro de cualquier política sostenible. p, 105. No obstante, esfuerzo requerido dependiendo del tamaño de la propiedad, la ubicación y el alcance de los impactos ambientales, la remodelación de terrenos abandonados rara vez es simple y, por lo general, implica un esfuerzo prolongado, legal y técnico. En conclusión, las remodelaciones de terrenos abandonados devuelven las propiedades infrautilizadas y afectadas por el medio ambiente a un uso productivo, mitigan los impactos ambientales, proporcionan empleos e ingresos fiscales y revitalizan la base social de las comunidades. Los proyectos de remodelación de terrenos abandonados abarcan muchos principios sostenibles que incluyen la eficiencia energética, la minimización de desechos, la preservación del ecosistema, la conservación de los recursos naturales y la protección de la calidad ambiental local. Esta renovación se lleva a cabo a costa del injusto desplazamiento de antiguos habitantes, que, con
el encarecimiento de los valores de servicios y rentas, se sienten conminados a dejar el lugar, con la consiguiente pérdida de identidad del barrio, que da paso a un nuevo entorno.
Referencias.
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