Puesta en Valor del Castillo y Cerca Vieja de San Felices de los Gallegos

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ARQUITECTURA FORTIFICADA: Conservación, restauración y uso de los castillos

FUNDACiÓN DEL PATRIMONIO HISTÓRICO DE CASTILLA y LEÓN


SIMPOSIO INTERNACIONAL «ARQUITECTURA FORTIFICADA» Conservación, restauración y uso de los castillos

FUNDACiÓN DEL PATRIMONIO HISTÓRICO DE CASTILLA y LEÓN


ÍNDICE

PRESENTACIÓN. VICTORI o Go ZÁLEZ OCHOA. Presidente de la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León INAUGURACIÓN DEL CONGRESO. SILVIA CLEME TE Mu Consejera de Cultura y Turismo de la Iunta de Casti/la y León PO

E

CIA

1 TRODUCTORIA.

ICIO.

M -OZ. Investigación castellolágica arquitectónica. Be/alcázar y el ejemplo cordobés

11 17

EDWARD COOPER

ALBERTO LE6

9

e intervención 51

ERRA. Avance de los estudios sobre el Castilloconvento de Montearagán

91

EL ÁNGEL Mu - OZ GARCÍA. Puesta en valor del castillo y cerca vieja de San Felices de los Gallegos

125

La restauración de los castillos de Portugal (años 30-60 del siglo XX)

157

Obras de reconstrucción en el Castillo de windson después del incendio (1992-1997)

195

AS. Viollet-Le-Duc restaurador de edificios militares: entre teoría y práctica

217

HOLDER. Acariciando la piedra; conservación y conflicto en la formación del arquitecto en Escocia

243

FER A DO COBOS G

MIG

1 ABEL CRI TI A FERREIRA FER A DES.

ALAN FROST.

PHILIPPE ARAG

J LIA

JOAQUÍ

FERNÁ

DEZ MADRID.

La formación de los arquitectos en res-

tauración de monumentos

265

UEVO. La Alcazaba de Almería como monumento: investigación, patrimonio y restauración

285

LORE ZO CARA BARRIO


8

Índice

JESÚS MARINO PASCUAL.

Base documental para un plan director de

castillos de La Rioja

321

PERINAT ESCRlvÁ DE ROMANÍ. Defensa del Patrimonio Castral Español: La labor de entidades sin ánimo de lucro como la Asociación Española de Amigos de los Castillos

351

La recuperación de edificios históricos para usos turísticos: los Paradores Nacionales

399

Promocionando la restauración de edificios históricos en televisión .

445

GUILLERMO

ANTONIO DE JESÚS ULLED MERINO.

NIKKl CHEETHAM.

CLAUSURA

DEL

CONGRESO

SAIZ MARTfN. Vicepresidente Patrimonio Histórico de Castilla y León

ENRIQUE

de la Fundación

del 455


PUESTA EN VALOR DEL CASTILLO Y CERCA VIEJA DE SAN FELICES DE LOS GALLEGOS Investigación Arqueológica y Restauración Arquitectónica MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ GARCÍA

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Miguel Ángel Muñoz García D. Miguel Ángel Muñoz García es arqueólogo profesional, especialista en Restauración Arquitectónica y Arqueología Urbana y de Campo. Es además licenciado en Historia del Arte. Ha intervenido en diversos trabajos de evaluación de bienes culturales y yacimientos arqueológicos, como prospecciones y elaboración de Bolsas de Recursos Culturales. En el campo de la docencia y la divulgación ha colaborado con el Museo de Cuenca e impartido cursos en diversos Centros de Profesores de Extremadura, Castilla la Mancha y Castilla y León sobre Patrimonio Cultural. Responsable de Jornadas y Encuentros de Medio Ambiente y Patrimonio, y coordinador de la la «11Anualidad en el Taller de Empleo para la Recuperación del Patrimonio Histórico de San Felices de los Gallegos», localidad donde además es autor de diverso material de promoción y didáctico.


PUESTA EN VALOR DEL CASTILLO Y CERCA VIEJA DE SAN FELICES DE LOS GALLEGOS Investigación Arqueológica y Restauración Arquitectónica

MIGUEL ÁNGEL MuÑoZ

GARCÍA

ArqueóLogo, Especialista en Restauración Arquitectónica

El municipio de San Felices de los Gallegos se encuentra a la cabeza de la comarca salmantina del Abadengo a unos lO km de Lumbrales, viniendo desde la carretera de Vitigudino. Se asienta sobre un terreno granítico que lo hace muy apto para la ganadería y el olivar, cultivo este hoy en gran parte abandonado. El pueblo tiene unos 671 habitantes -según cifras de 1991- y conserva interesantes testimonios de su pasado, dentro del cual ocupa un lugar de honor su sobresaliente arquitectura militar. Es también uno de los conjuntos históricos más ricos de la Provincia de Salamanca, y fue declarado como tal en 1965. En la Plena y Baja Edad Media, al ser corredor entre Portugal y el reino de Castilla, se levantaron hasta cinco recintos de muralla, de los cuales no todos se llegaron a completar. El más antiguo, la denominada cerca vieja, se conserva integro en su mayor parte. Al rnismo, a finales del s. XIII, el rey portugués D. Dionis, tras la conquista de la villa, comenzó a levantar una torre de homenaje que sería el origen del castillo señorial. Su forma definitiva se fecha a partir de 1476, en que D. García, entonces Conde de Alba, recreció la Torre de Homenaje y construyó barreras artilleras a intramuros y extramuros. En l700, los portugueses volvieron a tomar San Felices durante la Guerra de Sucesión, y levantaron una cortina en piedra en seco con baluartes y cortaduras, pensada para defensa de proximidad con fusil de chispa. Desde el año 1998 se han venido sucediendo una serie de intervenciones sobre su arquitectura fortificada, de un modo más o menos sistemático. La actuaciones han ido desde la simple reintegración del paramento hasta la más manifiesta analogía formal. Toda campaña de restauración ha ido acompañada de su correspondiente intervención arqueológica. Esto ha hecho que el conocimiento histórico de la arquitectura militar de San Felices, no sólo se enriquezca, sino además se transforme. Especialmente significativa ha sido la campaña del año 2003, que ha respondido a la pregunta sobre los orígenes de esta villa; interrogante que nos planteamos ya desde 1996. Ello se expondrá a continuación, dejando la segunda palte de este texto para la descripción y análisis de las


PUESTA EN VALOR DEL CASTILLO Y CERCA VIEJA DE SAN FELICES DE LOS GALLEGOS Investigación Arqueológica y Restauración Arquitectónica

MIGUEL ÁNGEL MuÑoZ

GARCÍA

Arqueólogo, Especialista en Restauración Arquitectónica

El municipio de San Felice de los Gallegos se encuentra a la cabeza de la comarca salmantina del Abadengo a uno 10 km de Lumbrales, viniendo desde la carretera de Vitigudino. Se asienta sobre un terreno granítico que lo hace muy apto para la ganadería y el olivar, cultivo este hoy en gran parte abandonado. El pueblo tiene uno 671 habitantes -según cifras de 1991- y con erva interesante testimonios de su pasado, dentro del cual ocupa un lugar de honor u sobre aliente arquitectura militar. Es también uno de los conjuntos históricos más ricos de la Provincia de Salamanca, y fue declarado como tal en 1965. En la Plena y Baja Edad Media, al ser corredor entre Portugal y el reino de Castilla, se levantaron hasta cinco recintos de muralla, de los cuales no todos e llegaron a completar. El más antiguo, la denominada cerca vieja, se con erva integro en u mayor parte. Al mi mo, a finales del . XIII, el rey portugués D. Dioni ,tra la conqui ta de la villa, comenzó a levantar una torre de homenaje que ería el origen del castillo señorial. Su forma definitiva se fecha a partir de 1476, en que D. García, entonces Conde de Alba, recreció la Torre de Homenaje y con truyó barreras artilleras a intramuros y extramuros. En 1700, lo portugueses volvieron a tomar San Felices durante la Guerra de Sucesión, y levantaron una cortina en piedra en eco con baluartes y cortaduras, pensada para defensa de proximidad con fusil de chispa. Desde el año 1998 e han venido sucediendo una erie de intervenciones sobre su arquitectura fortificada, de un modo más o meno sistemático. La actuacione han ido de de la simple reintegración del paramento hasta la más manifie ta analogía formal. Toda campaña de restauración ha ido acompañada de u correspondiente intervención arqueológica. E to ha hecho que el conocimiento histórico de la arquitectura militar de San Felices, no sólo se enriquezca, sino además se tran forme. E pecialmente significativa ha sido la campaña del año 2003, que ha respondido a la pregunta sobre los orígene de e sta villa; interrogante que nos planteamos ya desde 1996. Ello se expondrá a continuación, dejando la segunda palte de este texto para la de cripción y análisis de las


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Simposio Internacional «Arquitectura Fortificada»

intervenciones arquitectónicas. Omitimos un apartado final de bibliografía, pue entendemo que on uficiente referencia las nota a pie de página.

l.

INTERVENCIÓN DEL AÑO 2003

Los sondeos en diversos puntos del recinto, no tocados ha ta la fecha, han revelado la existencia de una primitiva muralla en piedra en eco, con un perímetro muy similar al que tiene en la actualidad la cerca vieja. E decir, San Felices de los Gallegos nacería como un castro altomedieval egún el testimonio de la cerámica recogido, sobre el que se levantaron las actuale defensas a partir de época plenomedieval. En la muralla se realizan do sondeo - obre el cuerpo de fábrica 10-; el primero -unidad de excavación 16- se abandonó a 1,6 m de profundidad, y solo denotó la potencia de su con ver ión en huerto a principios del . XX. El segundo -unidad de excavación 17- dio un resultado más positivo, pues se bajó a cota de -3, 5 m. En primer lugar nos dimo cuenta de la envergadura de los lienzos norte de la Cerca vieja que llegaba ha ta una altura conservada de 7 u 8 m. Especialmente potente fue la fase de D. Dionis (zarpa Uem 1019 y paramento Uem 1018, fase IV). Sobre esta e di ponía el paramento en illares apiconados de la época de los Mene es o lo Alburqueque (Uem 1020, Fase V). A cota de -2, 75 se redujeron lo 6 x 2 m a 3 x 2 m. Se localizaron los restos de un muro arruinado de grande bloque sin mortero y arenilla fina húmeda entre las juntas (Uem 1013). Además en las unidades estratigráficas asociada (Ue 1016 y nivel de incendio UE 1015) e hallaron cerámica grises y a torneta del tipo altomedieval, que tienen una proyección cronológica entre el . VIII Y XI. Ya en la liza O, se exhumó todo el espacio entre defensa de la barrera intramuros. Se hallaron restos de las estancia de la casa del gobernador militar del s. XVIII, que comprendía un pa o de entrada empedrada (Uem 953, 952 y 955). Se accedía a la misma desde la puerta principal, y de allí se pasaba a la liza 1 intermedia y la torre de homenaje mediante otra puerta monumental. La vivienda del gobernador propiamente dicha e componía de un zaguán de entrada integrado por un pavimento de ladrillo (Uem 975), posteriormente reformado con pizarra en la entrada (Uem 972 y 974). También se halló lo que interpretamos como el arranque de una escalera hacia el piso superior (Uem 970). Tras estas e tancia e encontraban tre ala pavimentadas, do de ellas (unidades funcionales 20 y 21) hicieron uso también del ladrillo conformando un dibujo concéntrico en tomo a una laja de pizarra (Uem 989). La tercera de ellas en realidad era una división de un muro de tapial (Uem 984) dispuesto posteriormente. En el adarve además comprobamos la superposición de dos suelos en el paseo de ronda: el uperior realizado en laja de pizarra del s. xvrn y clasifi-


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MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ GARCÍA

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cado como Uern 932. Más interesante fue el hallazgo de una plataforma terrera para culebrina o pieza menor (Uern 931). Estaba delimitada por ladrillos cerámicos, y se situaba tras una tronera de palo y orbe. El dispositivo tenía el fin de amortiguar la vibraciones que provocaba la pieza tra er amartillada y di parada, protegiendo a í la e tructura de cantería de la barrera. A nivel de la calle, reexcavamo la superficie intervenida en el año 1999. Entonces apenas pudimos profundizar en el estudio del cien'e de la liza O por el ur y oeste. Apenas pudimos constatar el cierre intramuros de la mi ma barrera, definido por el limite del pavimento de la estancia interior. Lo cierto e que el núcleo y paramento de cantería e perdían en el último tramo, in que pudiéramos comprender el porqué. Esta vez con medios y tiempo necesario estábamos decididos a dar olución al problema; y más, cuando de ello dependía el criterio para restaurar. La diversidad de estructura con diferente aparejos y i temas con tructivos, junto a la concentración de fases de ocupación en tan breve superficie -correctamente expre ada en una e tratigrafíae gratamente sorprendente. Primeramente vimos que el cierre de la liza O debía estar ya arruinado, cuando la cerca vieja se convirtió en cuartel militar, allá por el s. XVIII. Seguramente las huertas dispuestas en el s. XVII tuvieron relación con e to. in embargo, el cierre fue recuperado en u ancho, pero utilizando fábrica de tapial (Uem 985). Ello no solo afecto al cuerpo de fábrica del s. XV, sino también al lienzo de muralla de la fa e V (paramento Uern 1008 y núcleo interior Uern 1007, s. XIV), obre el que se apoyaría la tOITe VII. A su vez esta estructura se apoyaba sobre la zarpa plenomedieval (Uern 996) de la fa e Il -finale del . XII o s. Xlll-. Ya bajo esta rica estructura, se identificó también los re tos de la primitiva muralla ea tral en piedra en seco de la que se identificó un paramento (Uern 997) con piezas de más de l m de largo. El núcleo interior 1011 ya e componía de piedra más menuda. Esto último revela que probablemente en época altomedieval -arco cronológico entre el s. VII y XI- San Felices tenía una exten ión similar a la actual cerca vieja. Aunque ello, tendrá que esperar a que e confirme con futuras intervenciones arqueológicas, todo apunta a que e tas estructura ovaladas corre ponden a la «fundación» de e ·ta villa como el castrum que se aludía al principio de este apartado. Es ignificativo que el historiador Sánchez Cabaña citara en sus Historia de Ciudad Rodrigo que e ta Villa de San Felices fue en u origen un castro fundado por el rey Fernando IJI. Las conclu iones que se deducen son que el monarca leonés se limitó a enfeudar un núcleo de población fortificado marginal de la joven frontera con el Reino de Portugal, y que organizaba el espacio cercano integrando yacimientos como la necrópolis de Medinilla. Si seguimos al viejo historiador rnirobrigense, el límite temporal del castrum de

I

SANCHEZ CABAÑAS,

Antonio, Historia Civitatense. Salamanca. 200 l.


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Simposio Internacional «Arquitectura Fortificada»

San Felices lo pondríamos en la centuria del 1100, ¿pero qué hay de su origen? La misma carta arqueológica del término municipal nos muestra que a un kilómetro de la propia cerca vieja se encuentra una villa de ocupación tardoantigua, cuyo abandono marca una fecha post quem a la construcción del recinto altomedieval. Ello se ve refrendado por el hallazgo de una tégula en la e tructura de la muralla castral (Uem 10 11). La configuración de los castra e plenamente homogénea e integra un pequeño recinto cercado, donde la función militar y residencial e taba e trechamente imbricada. Se a ientan en elevacione de terreno, má o menos abruptas, con la misión de nuclear el territorio circundante. Su envolvente es casi siempre circular o elíptica, adaptándose a la cima del promotorio en el que se erigen. El tipo es absolutamente homogéneo en toda la mitad septentrional de meseta; casi todos oscilan entre una superficie 1, 5 a 3 ha2. Articulan un espacio microcornarcal, con tipologías de núcleos habitacione más ricas y compleja , pues integran tanto a pequeños poblados como a granjas unifamilares, o incluso pequeña construccione de carácter estacional aprovechadas por una economía que también practica la ganadería tra humante. Como instrumento de dominio, el castrum parece ser sede de una ari tocracia local que dispone de suficiente autoridad para organizar y promover la construcción de unas defen a como las que se han encontrado en San Felice de lo Gallego, y además garantizaba el refugio de la población circundante en caso de amenaza o agre ión guerrera. Más difícil es hoy en día rastrear las aldeas y otro asentamientos menores. Únicamente las necrópolis en roca y algunas epulturas individuales nos aportan indicios re pecto a su ubicación. Es muy intere ante, el yacimiento ya citado de Medinilla, una necrópolis de más de 100 tumbas en roca. Ello indica que esta etapa altornedieval, no ólo se escribirá con má excavacione si temática en el interior de la cerca vieja, sino también con un mejor conocimiento del territorio circundante. El contexto hi tórico debemo ituarlo en la vi ión, que niega cada vez más la despoblación altomedieval y la posterior colonización de comunidades de aldea que se extiende por tierras casi «vírgenes». Indudablemente, lo proceso repobladores suponen un movimiento de per ona , pero e to tuvieron que reorganizar un territorio ya articulado en castra, cum villis et villicus suis»>.

BENITO MARTÍN. Félix. La Formación de la Ciudad Medieval, Valladolid. 2000. Qui (Alfonso 1) CIIII/ fratre Froilane spius exercitu mobens multas civitates bellando cepit, et Lucum, Tudeni ... letesma, Salmantica. Numantia qui 1/I/IIC vocatur Zamora, Abela. Astorica. Legionem ... seu castris ('um vi/lis et villicus suis. 01111I1'.1' quoque Arabes gladio interficiens. Cristianos autem secum ad patriam ducens». Crónica de Alfonso 111,en ed. de AA. Vv. Crónicas Asturianas. Oviedo 1985. Ver también MARTÍN VISO, lñaki. Espacio y Poder en los Territorios Serranos de la Regián de Madrid (s. X-XIII). Arqueología y Territorio Medieval S, Jaén 2002: MARTÍN VISO. lñaki. Lo Articulacián del Poder 1'1/ lo Cuenca del Duero: El Ejemplo del Espacio Fronterizo Zamorano (s. VI- X). Rev. Anuario de Estudios Medievales 2001. 2

1


MIG

2.

ÑOZ GARCÍA

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LA CERCA VIEJA Y CORTI A ABALUARTADA SEGÚ S S FASES CONSTR CTIVAS

omo ya intuirá el lector. las excavaciones del año 2003 han trastocado la secuencia cronológica no sólo del conjunto fortificado. ino también del de la propia villa de San Felices. Por ello, el esquema evolutivo expuesto a continuación diferirá de publicaciones anteriores+ Fase 1: Definida por las excavaciones arqueológicas de año 2003. Comprendería una cerca elíptica de piedra en seco cuyo perímetro. ería el mi mo que tiene en la actualidad la fábrica pleno medieval. Constituye la etapa altomedieval. Fase 11: Las noticias documentales -todas indirectas como hemos visto ya- nos inclinan a situarla en la 2." mitad del s. XIl. Es posible que sea obra promovida por el propio Fernando II o el obispado de Ciudad Rodrigo. Se comienza a utilizar el aparejo de sillares graníticos apiconados de procedencia local. concertados en hi ladas y aparejados en ripias de pizarras. Originalmente estas no eran vistas, sino ocultas por un potente baño de mortero hoy desaparecido. Esta tradición constructiva en nuestra opinión enlaza con tradiciones altomedievales ya empleadas en la fase] de la muralla de Ledesma, presumiblemente promovida por Rarniro II de León). Fase III (s. XIII): Cobos y de Castro las atribuyen a Martín Portacarrero, dado el e cudo familiar de este personaje en forma de moldura ajedrezada", Se levantan la torre Ill de bajo resalte rectangular y la primitiva torre VII. Aparte. e levanta la puerta torre (T. 1I). Fase IV (a partir de 1308): Marca la ocupación portuguesa del Monarca Portugués D. Dionis a partir de 1296. Se plantan los cimientos de la torre de homenaje. El monarca se aprovechó de la minoría de edad del rey castellano Fernando IV, cuando entra en el reino hasta Simancas. La paz se soluciona con el tratado de Alcañices (1297) que reconoce la posesión portuguesa de Ribacoa. Sabugal. Alfaiates, Almeida. Castelo Rodrigo. Vilar Maior, Castelo Bom. Castelo Melhor. Monforte y San Felices. En la mayoría de ellas. desarrolla una política de fortificación con el fin de asegurar sus dominios. Las fábricas son de sillería escuadrada no isodorna y aparecen en los lienzos norte y este de la cerca (CE l y 13). Algunos sillares en las hiladas infe-

, SL'RR\"0 PIH)J( AS.\S ICI'R' \\;DE7. L. ) M; Vl/ G \RCI.\. M. A .. San Felices de 10.1 Gulleeo» (SallllIWIICtI): Análisis Estratigráfico de la Cerca vieja. STUDIA HISTORICA. HISTORIA MEDIEVAL. Vol. 12. 199~: Mi NOl G·\RCI~. M. A. Y SERR \'0 PII:DECAS \S FER"·\"DEL. L.. La arqueologia de 111.I villas de «repohlacion» al 1/11' del Tonnes. ("011/0 revisián de la historia local. Comunicación del \~ CAME. Valladolid. 1999: MAR"IIN SANe"E! MlNO! GARCIA y PERlcI G(¡~IEZ. Patrimonio Cultura! de Sal/ Fetice» de los Gatlegos, llunuulo el Gral/de. Salarnanca. 200~. , lt "0/ GARCI \. M. A. ) SI RR"SO P"'IlI'CASAS FI,R' \NDEZ. L.. La aroueologia de la» villas de «repoblacion» al 1/11' del Tormes. COI//()revisián de lo hi.•toria local. • COHOS el alii. «Castillo, v t-onaic:as». Valladolid. 1997.


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Simposio

Internacional

«Arquitectura

Fortíficada»

riores llegan a medir más de un metro. sin que el ancho supere los 45 cm. Merece la pena anotar algunas de las medida. de las piezas: 145 x 31, T2 x 34. 33 x 41. 62 x 28, y 77 x 28. Las juntas miden de I a 3 cm y aún así hacen unos de abundante ripia. La fábrica en cuestión es la misma que reproducen muchas plazas fronterizas en Portugal por esa misma época. Son los autores Gutiérrez González, Beneitez y Larren los que la clasifican como sillería no isodorna'. En 1308. consta por un documento del Archivo Nacional de la Torre del Tornbo, que el rey luso mando realizar «reparos en el castello» de an Felices", Más adelante la villa es donada a su hijo Alonso Sánchez. que terminará permutándola por la mitad de la villa de Alburquerque. a su nuevo dueño Ifonso de Meneses. Fa e V (s. XIV tras las obra de 1308): Marca reformas importantes en la cerca. Se levantan las torres albarranas y la torre pcntagonal VII. También se construye la Puerta del Moro. Así mismo se reforma con si llares apiconados la torre del homenaje. Posiblemente en la misma residiera la futura reina de Aragón Oña. Leonor de Alburquerque. Ya en 1312 tiene lugar el litigio entre O. Oionis y Fernando IV el Emplazado por la pose. ión de las Villas de San Felices. Olivenza, Carnpomor y Riba de Cóa. El Rey de Aragón Jaime 11 hace de árbitro. Los castellanos reclaman estos lugares argumentando que fueron ocupadas hace más de cien años". Habrían de esperar a 1326 en que tienen lugar los esponsales entre Alfonso XI de Castilla y Oña. María de Portugal. por el cual San Felices vuelve a manos castellanas como dote de la nueva reina, nieta del portugués O. Dionis. El Rey concede el lugar al noble luso D. Alfonso de lburquerque, que concederá «Privilegio» en 13291 En 1348 introduce los lugares y aldeas de la Barba de Puerco en la Jurisdicción de San Felices". En 1370. D. Fernando de Portugal. en contienda con D. Enrique por el trono castellano. cruza la frontera con sus huestes y toma de nuevo San Felices. El castellano entra por Galicia y por Zamora en el Reino de Portugal. La paz se salva por un matrimonio entre el portugués y una hija del monarca castellano. Las villas y castillos que ambos se habían tomado volvieron a sus antiguos dueños". El tratado no debió ser del agrado de Enrique de Trastárnara, pues poco más tarde entra en Portugal por Ciudad Rodriga. De la paz posterior da cuenta el matrimonio entre la hermana de D. Fernando. Beatriz. y D. Sancho, nuevo Conde de Alburquerque!'.

°.

.1 III·RRIJ Go:q \LLL: BI '1.111/ GO\'l \1 11 ) L\RRI -, I/Q111 RJ)O.U/I Purhla» 1-ronten;a» entr« Leán r Portugal en 101 l. XII v XIII: Cindndetas de Riba de Coa (Boira. Portugul). ,Ic/(¡I del Primer Congre «) de Arqueologia Peninsular: Trabalhos de AII/rol'0logía e Ellllllogíll Vol. ,,-1. 199-1. x ARCIIIVO ACIO'/\L T(mRI- J)()TO~lIlo. Guvetu Ill. 111<1<;010.doc. 6. <. TORlIllO IlF DIOS. G .. l iistori« de 11IVil/a de San Felir'el de los Gallego». Jaca 1939. '" lbídem. 11

lbídern.

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Ibídern.

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TORIBIO DI DIO.,.

Histona de la \'illa dt: Sl/I/ Felice» d" 101 Gullconv.


MIG EL ANGl:L MU - OZ GARCÍA

133

En este momento se levantan las torres albarranas en los lienzos del sur. Tienen planta pentagonal y quedan unidas a la Cerca Vieja mediante arco de medio punto, en el cual se dispone una ladronera. Su diseño en proa permitía diversificar el tiro de ballesta en dos direcciones. Además hay obras en los cuerpos de fábrica 7, 8 Y 9 que se construyen ex novo, y se reforman muy profundamente el 10, 12 Y 13. También se construyen las torres rectangulares V y IX Y la VIII. también pentagonal pero de corto resalte. El único paralelo material constatado -no documental- que recuerda en planta a esta última es uno de los cubos del castillo de Castilnovo. Coba et alii hablan de una «torre contrafuerte» en esta fortaleza segoviana, que la comparan con otra similar en el ea: tillo de Monteagudo de las Vicarías. Pero volviendo al primero. este equipo datan la estructura por cronología relativa derivada de una «lectura de paramentos» en plano de colores; la atribuyen a un periodo entre no mucho antes de J 300 Y no mucho después de J -/.0014. Con todas e tas obras se cubren casi todas la . necesidades de flanqueo de la propia muralla de San Felices. El único punto un tanto desguarnecido en la unión de los cuerpos de fábrica 12 y 13, en que el quiebro queda al aire sin ningún elemento turriforrne. En cuanto a las torres rectangulares. son tipos que también se levantan en la cerca de Ciudad Rodriga en este mismo siglo, con la iniciativa que toma Enrique 1I de mejorar sus defensas. Es una tipología ya conocida en las primeras fortificaciones andalu .íes, y ejemplo óptimo de ese conservadurismo latente en la arquitectura defensiva medieval. Este se prolongará incluso hasta mediados del s. Xv. donde el maestre de la orden de Santiago D. Alonso de Cárdenas levantó en Uclés una cortina con cubos idénticos a los de San Felices, para conectar la.rorrole~(t con el convento de dicha orden".

COIlO\ et alii. Castillo» \ Fonulrtus. p. 119. l' El C¡I'O de Uclé-, ) 'u conjunto de urquitccturu fortificada. toda, ía adolece de un estudio en profundidad: a pevar de que e' relativamente abundante lo escrito. la identificación de 'u, elemcnto-, e' de gran inexactitud. Esta comienza con la propia ficha de inventario (1979) que obra en poder del Minivterio de Cultura. En la rnivrna 'e menciona como la «toITC albarrana» del extremo. a lo que en realidad parece una tipología de torre de homenaje con 'u recinto propio. Rivera Garretav vigue a pie, juntillus este amilisiv, ,1 pesar de que cita un proyecto de 149:! de reparación. firmado por cuatro maestros de obra. Lo mü, grave e, que en el año ~O()-I. el arquitecto D. Javier Contrcra ..•ha procedido a re ..•taurar esta parte con lo, fondo, ap rtudos por el Mini-reno de Cultura. a pesar de advertirlc del e-cavo conocimiento que se tenía sobre el edificio a intervenir -no corncntarno ..•lo ...inadecuados criterios. que darían para otra comunicación de evta-, caractcrívticav-. Por ello. la Comivión de Patrimonio Prov incial de Cuenca. no ...'olicitó un pequeño informe sobre el estado de la cue-aión Científico sobre Uclév. E ..•te todavia no ha <ido publicado. ) en el mismo reali/amns una re, ivión comparando el documento de 1-I9:! citado con la, estructura- uctuale ..•. En el cavo de la mal denominada torre albarruna. nosotrov lo identificamos con la /01'1'1' principul de! homenaje construida por lo ..•mac-rrcv Juan Pachcco y Alonso de Cñrdena-, y. que -c la di ..•tingue de la 10''1''' vieja del luuuenaje -pre-umiblcmcnte la CXi'lCI1lC en la Ionalcza UC la Orden de Santiago. que ve ubicaría donde hoy e,tá el actual convenio que se comienza a construir en el '. XVI-. En cl rnixmo Iistado, má-, arriba ve cita un adarve de lo Barrera. '1"1' III/ía el convento COI/ la fona!e;a. Si partirnov de que e-te comento e, el propio castillo vede de la c,l\a madre de la Orden. 1,1Ionulcza no puede ver otra que la mal llamada torre albarrana. que dispone de recinto flanqueadu por un cubo cilíndrico. Y por tanto. el adarv e de la 14


Simposio In/emociona! «Arquitectura Fortificoda»

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Cobos atribuye las torres albarranas a la voluntad del noble luso Alfonso de Meneses. Sin embargo, también los Alburquerque podrían haber sido los causantes de esta excepcional transformación. Sea quienes fueran su autores. lo cierto es que desde los tiempos de D. Dionis. el castruni-cerce vieja se había convertido en el instrumento de dominio de la villa de San Felices. Su posesión. garantizaba la continuidad de su propiedad. Pensemos que es muy posible que en el s. XIV un cuarto recinto en la villa ya estaría construido. y el mantenimiento de este primer cinturón de muralla sólo cobraba sentido como protección de los mismos señores de San Felices. Fase VI (mediados del s. XV): Se refiere a pequeña. reparaciones. que corren parejas en el s. XV a las obras en el castillo. Cobos y de Castro opinan que este castillo sería obra del Príncipe de Asturias Enrique futuro Enrique IV. Fase VII (a partir de 1476): Toma forma definitiva el castillo del Duque de Alba. A raíz de la revuelta popular contra Gracian de Sesse, los Reyes Católicos entregan la villa a D. García Álvarez de Toledo. I.cr Duque de Alba. Esta fortaleza está integrada por una torre de Homenaje central y dos barreras artilleras rodeándolo. Fase VIII, (a partir del s. XVII): A medida de que lo' duques de Alba perdieron su vocación militar. el e pacio de la cerca vieja se convirtió en un espacio de huertas. que no fue alterado siquiera en 1640. Esta fecha marca el comienzo de la rebelión del reino de Portugal contra la monarquía hispánica de los Austrias, y marca la transformación de las Iortificaciones de San Felices como cuarteles militares modernos. Sin embargo el plano de Robelin de 1722 todavía señala huertos en su interior!". De estos formaría parte un murete de piedra en seco detectado junto al foso interior del castillo en la campaña del año 1999. De hecho. San Felices jugará un importante papel en la guerra de frontera del año 1640. que. e ocasiona con la sublevación de Portugal a la autoridad de Felipe IV. Se e. tableció una guarnición que llevaría a cabo las diferente. algaras, las cuales constituirán la práctica totalidad de las operacione. militares. En 1643, San Felices acogía tres compañías de 250 hombres!'. En 1644, esta guarnición tiene que proteger la retirada de las tropas del Duque de Osuna, que habían entrado en Portugal hasta Castell Rodrigo. Los arcabuce-

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ARCHIVO HISTORien MIIII \R. Sección COBOS et alii. Castillos." Fonaletu».

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ros afincados en San Felices contuvieron a los portugueses, que pretendían cortar el paso de dichas fuerzas". Fase IX (1706): Los portugueses en 1706 tomaron momentáneamente San Felices de los Gallegos. Construyeron la cortina abaluarta en piedra en seco que hoy se conserva en buena parte!". Fase X (s. XVIII después de 1707): Dejando aparte el proyecto frustrado de ntonio de Gaver de 1753 -demasiado costoso para las arcas del estado de la Ilustración-, la guarnición española que allí se asentó a lo largo del s. XVIII, reformó las construcciones portuguesas en la medida de sus posibilidades recreciendo la cortina abaluartada, y dotándola de un adarve para fusilería. Este fue realizado a base de losas graníticas. Asimismo sabemos de la construcción interior de cuarteles. la reforma de las lizas del castillo como casa de gobernador militar y almacenes, así como la construcción de un petril también para fusil en el paseo de ronda de los lienzos medie ales-". Aunque no sabemos desde cuando. en el s. XVlll. el recinto de la «Cerca Vieja» constituía el cuartel general de la guarnición allí asentada. Por lo menos desde 1722. en que se dibuja por parte de Robelin-' el primer plano de la cerca vieja convertida en «fuerte» de frontera. San Fel ices será uno de los enclaves militares de la frontera portuguesa, junto a Ciudad Rodriga. el Fuerte de la Concepción. Ferrnoselle o Puebla de Sanabria. Por los planos de esta e nturia, conser ados en el rchivo Histórico Militar. sabemos que su interior acogía barracones, almacene y caballerizas. Uno es dibujado en 1735 por Pedro Morcau, un ingeniero de origen francés al servicio de Felipe V. también diseñador del «Real Fuerte de la Concepción» en Aldea del Obispo". El plano muestra como el interior del los cuerpos de fábrica 3. 4. 5. 6 y 8 sirven de apoyo a cuarteles y caballerizas (ver figura 4). En 1751. El ingeniero Antonio de Gaver propone obras. «perfeccionan-

do el glacis que igualmente debe correr por el interior del castillo cuias murallas han de romperse y separarse con la precaución y modo regular CO/1/0 se práctica en las tindalezas () valuartes destacados de las plazas», De todo esto no se llegó a completar nada. La cortina se compone cinco baluartes una cortadura exterior y otra interior delante del castillo": Los restos de esta última fueron localizadas en la campaña del 1999. Dadas las necesidades inmediatas. junto a las propias limitaciones técnicas de los soldados e ingenieros portugueses. se levantaron en

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piedra en seco sin apenas exquisitez constructiva. Esta pobre construcción da fe de las circunstancias que se impusieron a los conquistadores portugueses: si querían mantener la presa capturada debían ejecutar las nuevas fortificaciones inmediatamente y a la mayor brevedad posible: de ahí. que se decantasen por materiales y construcción pobre. Asimismo, que estas estructuras se mantuviesen como fortificación de la guarnición española de frontera durante todo el s. XVIII. es sintomático de los pocos fondos para obras militares que dispuso el estado de la Ilustración. No es de extrañar que el proyecto de Antonio de Gaver de 1751 jamás fuera ejecutado. Quizá las obras del Fuerte de la Concepción y de Ciudad Rodriga consumieran todos los recursos que la corona disponía en este sector de la frontera. o obstante las excavaciones arqueológicas y el alzado de la propia cortina demuestran que estas fueron reformadas en una momento indeterminado del s. XVIII. Se ensanchó su estructura y se elevo el parapeto de lajas graníticas para tiro de fusil. Parte de la cortina abaluartada pudo ser estudiada también en la excavación del año 2002-03. Delante de la torre IX se exhumó un tramo de la misma. En 1800, otro plano dibujado por el ingeniero Manuel Caballero y Zarnorategui, muestra como el esquema de los cuarteles apenas di Icrfa del que existía 65 años antes. La única variable es que el interior de los cuerpos de fábrica 1 y 13 también servía de apoyo a otros cuarteles. lógicamente construidos entre 1722 y 1800. En e ta última fecha consta que se desmocharon las torres del recinto y se construyen los actuales petriles para fusilería>'. Este fue analizado como UEM 20 y 38 en la lectura de los cuerpos de fábrica sur. Con seguridad en esta etapa se levantó la garita de la Torre V y otra cuyos restos están sobre la torre VIII, y además las letrinas que hay junto al primero de estos cubos. Esta fue equivocadamente interpretado por Cooper. como el indicador de una puerta que nunca existió. dado el parecido que tiene estas con matacanes medievales. En la cortina abaluartada, también.on visibles restos de una capa de cal muy superficial. Es posible que aprovechando las obra' del petril se decidiera a dar un rejuntado de refuerzo sobre baluartes y muros. Dada la proximidad a Ciudad Rodriga. San Felices se vio arrastrado por los acontecimientos bélicos, que se sucedieron durante la Guerra de la Independencia. A principios de 1809. es enviado el primer regimiento de auxiliares de Ciudad Rodriga a reforzar la guarnición la villa. Ese mismo año se entabla el primer contacto contra el enemigo francés en Hinojosa. Según Toribio de Dios había un par de piezas de artillería en el castillo. Los franceses se disponen a tomar San Felices y el Convento de San Juan es reducido a ruinas. Durante tres años el ejército francés ocupa la villa. constatándose

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documental mente las confiscaciones de cera a la iglesia. dadas las necesidades de iluminación". Fase XI (a principios del s. XX): . e vende en parcelas el espacio interior de la Cerca Vieja-Castrum. y se abre una calle que la atraviesa derribando la torre IX y parte de la liza O interior del ea tillo. Las actuales propiedades y construcciones interiores son producto de este momento. La antigua Puerta del Moro también fue desmontada. ya que su arco no era de suficiente altura. como para que pasase un carro de bueyes que por entonces usaba su propietario. Fase XII (a partir de 1998): Con este momento designamos a todas las restauraciones que se han sucedido desde el año 1998, bajo la tutela técnica de la Junta de Castilla y León. El interés suscitado por el Patrimonio Cultural en los últimos años hace que estos edificios y construcciones militares de San Felices hayan «revivido» evitando el deterioro progresivo a las que le sometía inexorablemente el paso del tiempo.

3.

EL CASTILLO

DE SAN FELICES

DE LOS GALLEGOS

Entendemos que el edificio o conjunto del ea tillo está integrado por la Torre del Homenaje. la barrera artillera exterior de forma más o menos cuadrangular. el espacio de acceso a la torre principal y otra barrera o falsabraga a intramuros del recinto primitivo. Estos recinto: castellanos se apoyan en la Cerca Vieja. lo cual. unido a la diferencia de fábricas entre ambas obras de fortificación. esta certificando la posterioridad del castillo con respecto a la muralla anterior. lo cual justifica su estudio como elemento individualizado. Siguiendo el mismo esquema temporal establecido en la cerca vieja identificamos las siguientes fases construcción: Fase IV (a partir de 1308): Es la fundación de castillo de San Felices atribuida a D. Dionis. La identificamos en lo. bajos de sillería escuadrada de la torre de homenaje. En esta época el casti 110 se diseñó como una torre exenta de la cerca de vieja. y comenzaría a construir en 1308, prcsurniblernente dentro de la iniciativa del monarca portugués citada anteriormente. Con toda probabilidad. esta nunca llegó a finalizarse. y su altura se limitó a las hiladas conservadas. Fase V (s. XIV, tras las obras de 1308): Es posible como apunta Toribio de Dios que fuera este el castillo donde residió Dña. Leonor de Castilla, hija de la viuda Dña. Beatriz. esposa del Conde D. Sancho de Alburquerque. Se recrece con sillares apiconados.

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Simposio Internacional «Arquitectura Fottijicada»

Fase VI (mediados del s. XV): Se suceden obras en el castillo que cubren las plantas superiores. sustituyéndose los cortejadores que rematan en arco de medio punto, por otros en arco escarzano. Se levanta la liza O intermedia con el añadido de una torre y un cuerpo de fábrica que n planta dibuja un cuarto de circunferencia. Cobas y De Castro atribuyen este momento a la obra del príncipe. el futuro Enrique IV que tomó la posesión de la villa en 1445 al morir su madre María de Aragón, esposa del rey Juan II de Casti lIa. También se instalan en el interior unas cazoletas en forma de gola invertida y rehundidas en el interior en plano inclinado. Su finalidad es la de desagüe. pues evacuan sobre el paramento exterior de la torre. Todos están colocados sobre los muro y la altura de la que uspenden sugiere que estamos ante urinarios. Hay una por cada piso. lo cual indica un concepto sanitario que se nos antoja un tanto anodino en la edad media. pero que sin duda debió de exi tir. En el paramento norte. justo debajo del desagüe de la segunda planta. se derraman incrustaciones indeterminadas sobre la cara exterior. que sin duda también son resultado de evacuaciones de tipo orgánico. Fase VII (a partir de 1476): Son las obras que emprende el 1.° Duque de Alba D. García Álvarez de Toledo a partir de 1476. Es cuando el castillo adquiere su fisonomía definitiva, la que vemos hoy. Fase VIII (a partir del s. XVII): Abandono de las estructuras para huerta. cuyas estructuras fueron detectada' en el foso intramuros durante la campaña de 1999. Fase IX (1706): Se le añade la cortadura que protege los accesos interiores al castillo. Fase X (a partir de 1707): Reforma española de la cortadura y conversión de lizas y torre de homenaje en almacenes y la casa de gobernador militar. Fase XI (a partir del s. XX): Venta del castillo a particulare .. acabando en manos de D. Ángel de Dios. primero. y para después pasar al cuidado de su hijo D. Francisco de Dios. Fase XII (a partir de 1998): Restauraciones sucedidas a partir de 1998. tanto por los Talleres de Empleo de Diputación como por la emprendidas por la Fundación Patrimonio de Castilla y León.

4.

ARQUEÓLOGO

y RESTAURACIÓ

Como ya se ha puesto parcialmente de manifiesto. la actividad arqueológica ha corrido paralela a la arquitectónica, sin que podamos entender una sin la otra. En ocasiones, las excavaciones arqueológicas y las lecturas de paramentos realizadas se han limitado a una simple documentación de las estructuras que revelaba el proceso restaurador. mientra que en otras, sus conclu-


MIGUEL Á

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sione han ido determinante para acabar de prefigurar el criterio a seguir, o también variarlo radicalmente. Sin una preparación específica por parte del director de los trabajos, e imposible resolver la cuestiones arqueológicas que día a día plantea la obra; por ello, permítasenos antes hacer un inciso obre las característica que a nue tro juicio, debe tener el perfil del arqueólogo que intervine en re tauración arquitectónica; ea un edificio de tipo militar o no. Lo primero algo que e común a todos los trabajos arqueológicos: conocimiento intenso del contexto histórico al que pertenecen los restos sobre lo que se va intervenir. Dudo mucho que hoy e dejaran yacimiento de la talla de Atapuerca y Orce en manos de científicos que no fueran paleolitistas, o especiali tas en la evolucion humana. Esto también debería prevalecer para castillos y fortaleza . Es sinecuanime dominar la arqueología de la arquitectura y la estratigrafía muraria. En algunas intervenciones 010 e requiere al arqueólogo para excavar el sub uelo del edificio. Difícilmente podrá interpretar los resultados del ondeo, i no los pone en relación con la fa e constructivas del edificio. Se debe ser también un buen conocedor de la historia del arte, pue la hi toria de la construcción todavía está por escribirse, y de momento solo ésta «ciencia» ofrece una ordenación cronológica de la arquitectura histórica. Aunque en muchos casos, las intervenciones arqueológicas tienden a poner en entredicho conclusiones precedentes de la historia del arte, sin embargo, no podemo negar su validez como punto de partida científico. Hay que dominar igualmente los sistemas de representación, tanto los digitale como los tradicionales. Muchas veces el arqueólogo es convocado cuando una fachada e tá repleta de andamio, y no dispone de medio rápidos y eficace de medición; un buen croquis a mano alzada le puede dar la comprensión del edificio que nece ita para comenzar u trabajo. A veces se le exige un resultado en un tiempo record por premura administrativas; un buen programa de retoque fotográfico ahorra muchas líneas de informe preliminar. Por último, se tiene que ser algo que normalmente apena se le da importancia: un gran comunicador, y más cuando su carrera profesional se de. arrolla en un ambiente de competencia profesional. No podemos pretender que un jefe de obra o un arquitecto poco familiarizado con la arqueología, comprenda el edificio a través de un lenguaje farragoso de Uern o cuerpo de fábrica. Por otro lado, es habitual que carezcan de tiempo material para leer e volurnino as memorias, que normalmente no e tán li ta hasta el final de la obra. Por ello, e también mi ión del arqueólogo hacer comprender us resultados en el breve e pacio de tiempo de una visita de obra, y con palabra que entiendan lo profanos de la arqueología que le están escuchando.


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5.

Simposio Internacional «Arquitectura Fortificada»

LA RESTAURACIÓ E LA ARQUITECTURA DE SA FELICES DE LOS GALLEGOS: CONDICIO ANTES y VE TAJAS

FORTIFICADA

El ai lamiento geográfico que hasta hace poco. ufría San Felices de los Gallegos, explica en parte el abandono y olvido en que se veía umido e ta villa salmantina, a pe ar del interés manifie to de u conjunto fortificado. Las obras anteriores al año 1998, se habían limitado a la con olidación del arco del puerto mediante un rejuntado de u estructura, y la rehabilitación de parte de la torre VII y el denominado cuerpo de fábrica 10. Esta acción fue emprendida por una Escuela Taller con sede en Lumbrale , que dio un baño de mortero a toda la estructura y repavimentó el adarve con suelo de pizarra. Sin embargo, la fecha citada marcó el paso del Rubicón hacia la recuperación de este importante legado militar medieval. Diversas institucione , conscientes del injusto olvido, emprendieron un camino por separado pero convergente en un único objetivo: Diputación de Salamanca, Ayuntamiento de San Felices de los Gallegos y Universidad de Salamanca promovieron el primer taller de empleo en do anualidades, mientras que la Fundación Patrimonio de Ca tilla y León, sacó a concurso público las obra de la Torre del Homenaje y el montaje del Aula Arqueológica como centro de Interpretación de la Ruta de las Fortificacione . De la casualidad, generamo un modelo de ge tión a seguir: la unión de esfuerzos por parte de institucione diversas, junto a la iniciativa privada, consigue reunir lo medio uficientes para acometer la recuperación de un patrimonio monumental que exige una gran inver ión, y que tiene dificultades para llegar a localidade rurales alejada. de zona rica y desarrolladas. La práctica totalidad de la intervenciones ucedidas de lo año finale del s. XX se han topado a priori con un ob táculo inicial, que con mayor o menor fortuna ha habido que saltar. La existencia de propiedad privada ha obligado a entablar negociacione infructuo a con los propietario del huerto de los Quiñones --el que mira la barrera intramuros del castillo-, a los que se ofreció una cantidad muy superior a su valor real; haciendo gala de un oportunismo manifiesto que ignoraba cualquier tipo de solidaridad con el desarrollo del pueblo, respondieron exigiendo una cantidad fuera de toda lógica. El resultado es que al día de hoy, seguimos in poder recuperar el foso de dicha barrera, junto a otro tipo de restos arqueológico que e a parcela encierra. En estos casos, si la expropiación no es posible, sólo una estrategia encaminada a la concienciación de lo vecinos e la solución a medio o largo plazo; si nuestros argumentos no hacen entrar en razón a este tipo de personas, será la presión de us paisanos la que finalmente pueda convencerles. Es aquí donde entran en juego la capacidade de comunicación de todo los técnico , que ocupan las correspondientes direcciones facultativa . Afortunadamente, es el único incidente contraproducente que e ha ucedido este año con los legítimo dueño de las propiedade en que e divide el


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interior de la cerca vieja. El mismo propietario del ea tillo, D. Francisco de Dios donó el u o del ea tillo por un espacio de ocho año , po ibilitando no ólo su re tauración, ino también u acondicionamiento como aula histórica de la Ruta de las Fortificacione . Durante la campaña del año 2003, se acometió la barrera intramuros que fue adquirida por el consistorio local. Los mismos dueños que efectuaron esta venta, amablemente nos permitieron acceder a otros corrales de su propiedad para acometer la restauración de los cuerpo de fábrica norte. La premura con que se empezó a actuar y el estado en que se encontraban algunas construccione hizo que nadie pen ase en un Plan Director previo. La dirección técnica e ha caracterizado por la continuidad en sus miembro -junto a otro profesionale en toda las campañas han estado presentes el arquitecto Miguel Ángel Manzanera Manzanera y el arqueólogo que su cribe estas líneas Miguel Ángel Muñoz García-, y todas las intervenciones han sido debidamente autorizadas por la Comisión de Patrimonio Provincial y la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León. Los criterio han variado según una variable que implicaba lo medios con que se acometía, lo plazos de ejecución, el uso que se le quería dar a un determinado elemento, y por upue to la olución precedente. Este método de trabajo implica que la relativa improvisación con que se tienen que tomar la decisione , viene muy enconsertado por las acciones anteriores, si se quiere que prevalezca una imagen unitaria y coherente de la estructuras recuperadas. En la práctica también ignifica que e tengan que tomar má tiempo en reflexionar, para llegar a la más optima re olución po ible: tengamo pre ente que en principio, se carece de la vi ión amplia que da un conocimiento previo expresado en un Plan Director precedente. Sin embargo, ello no ha sido obstáculo para que los distintos equipos que hemos trabajado, aplicásemo unos criterios flexibles, pues aunque per eguíamos una vi ión unitaria de la nueva fábrica, las distinta fase con tructivas y la propia con ervación de diferentes elementos que componen e te conjunto fortificado, nos obligaban a adoptar diferente olucione . Estas e han centrado bá icamente en tres procederes: simple reintegración de paramento, re tauración filológica=, y analogía formal radical'? en

26 A fines del s. XIX. la contribución más importante del «método histórico-filológico fue fijar los límites ontolágicos de la restauración de la individualidad de cada monumento: cada edificio histórico tiene una modalidad específica de ser conformada por su «historia» y esta permite restituir su fisonomia histórica (... ) los materiales pueden ser sustituidos por otros más duraderos. siempre que los Il/levos mantengan las mismas características formales que los originales. Es decir. el monumento en cuanto arte es «reproducible» (esto es algo que las nuevas teorías de re tauraci6n ponen en entredicho) y en cuanto a historia es «recuperable». En suma. este «método histórico-filológico». con su puntilloso búsqueda de la veracidad de la restauracián asentada en datos observables y en la investigación minuciosa. sea la propuesta que sustituirá a la desprejuiciada metodologia de la «restauracián estiltstica» ... GONZÁLEZ VARAS. 1.. Conservación de Bienes Culturales. Teoría. Historia. Principios y Normas. Madrid. 1999. 27 El método anal6gico fue teorizado y formulado por el arquitecto Ant6n Capitel «como medio capa: de conciliar la necesaria armonia con lo antiguo y el rigor de las distinciones arqueológicas». El


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el ea o del nuevo acce o al interior del la Cerca Vieja. Precisamos que en ninguno de lo casos, nos hemo ceñido a una aplicación ortodoxa de e to principios, pues en casi toda la intervencione ha habido que tomar decisione sobre qué se recuperaba, uprirnía o simplemente e ocultaba. Esto ignificaba actuar en determinados momentos, según lo principio del «restauro críticO»28. Ya hemos manifestado que el otro tipo de conocimiento, el histórico, ha ido transformándose a medida que se ampliaban los trabajos arqueológicos. o obstante, e te escribano junto al profesor titular D. Luis Serrano Piedecasas, realizaron en el año 1996 un artículo que constituye una primera aproximación a la fases constructivas de la Cerca Vieja, y que sirvió de bagaje intelectual previo. Por otro lado, y dejando aparte al personal técnico, tanto empresas (Rearsa S. L. y Barbero CilIeros Construcciones) como oficiales y obreros han hecho gala de una gran profe ionalidad. Pero especialmente hay que destacar una ventaja manifiesta, que es el alto grado de concienciación de los habitantes de San Felice sobre u patrimonio fortificado; nótese que gran parte de las obras han sido a umidas por dos talleres de empleo integrado por los vecinos de la localidad. La motivación de lo mi .rno , no sólo le hacía er ma cuidado os, ino la capacidad de aprendizaje de arrollada hacía que la obra fluyera con garantía, eficacia y relativa rapidez. El aspecto más o meno unitario que tienen la mayoría de las intervenciones desarrolladas se basa en la elección del materiaJ empleado -la piedra berroqueña local- y el aparejo en sillares apiconado y ripia de pizarra, junto a la sillería escuadrada todo ello con tatado hi tóricamente. Para di tinguirlo de las fábricas viejas e ha utilizado el granito gri en exclusiva, mientra que muralla y ca tillo fueron levantados por diver as variantes berroqueñas en amarillo, también locales, pero hoy prácticamente agotadas. El trabajo de la misma ha implicado las herramientas tradicionale del cantero como la

concepto COIIIO criterio de intervención se aplica en aquellos casos. 11/11,1' frecuentes el/ la práctica restauradora, el/ la que restaurocián se erige como L/na clara transformacion visual del monumento que acerca los conceptos de «restauracián» e «intervención nllevo» o «metamorfosis» (oo.). El interés de la propuesta se evidencia en cuanto se superan las tensiones y confrontaciones entre los «antiguos» y los «modernos», «destruyendo Sil propio nudo al rechazar y aceptar: simultáneamente, SIIS posiciones eI/COI/tradas» (oo.). La diversas manifestaciones arquitectónicas que el concepto puede suponer se basan así en encontrar instrumentos forrnale que, buscando para la obra una nueva unidad. como es la restauración en estilo, expresen articuladamente la discontinuidad de la misma en cuanto compuesta de lo viejo y lo nuevo. siguiendo en ello la tradición arqueológica moderna. lbidem. 18 El «restauro crítico- fue formulado por Pane y Bonelli tras la segunda guerra mundial en Italia. Posteriormente. ha sido una teoría muy reelaborada en sus matice. , y el debate sobre la misma no ha concluido hoy en día. Básicamente plantea la «necesidad de eliminar aquellas superposiciones -" añadidos. incluso considerables y de mérito lingilistico y testimonial, que pueden atacar o dañarla integridad arquitectónico-figurativa. alterando la visión del monumento». lbidem.


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MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ GARCíA

moderna herramienta mecánica, utilizada según el fin al que se de tina e una determinada pieza. Evidentemente las destinadas al paramento visto de la muralla eran manualmente tratadas, para no alterar la superficie rugosa apiconada, cuyo aspecto final no contrasta negativamente con la fábrica histórica.

6.

l.erTALLER DE EMPLEO Y ACONDICIONAMIENTO PARA EL AULA HISTÓRICA

En el l.cr Taller de Empleo de San Felices de los Gallegos, se acometió una campaña de excavaciones arqueológicas dirigida por la Universidad de Salamanca, en las personas del profesor titular Serrano Piedeca as y el entonces becario que suscribe estas líneas. Esta se centró en las denominadas Liza 1 y II del Castillo. Sus pormenores son descritos en los informes correspondientes depositados en la Junta de Castilla y León, y en una monografía de reciente aparición-". Sobre la muralla e acomete la restauración del interior de los cuerpos de fábrica 6, 7, Y 8 aparte del cubo rectangular denominado torre V y la restitución en altura de la torre albarrana IV. En el cuerpo de fábrica 8 se restituyeron huecos en el paramento con pieza graníticas. También se recuperó parte del adarve hasta la torre albarrana. Para ello se habilitó en la propia diagonal que hacía el derrumbe del cuerpo de fábrica 9 una escalera cuyos peldaños se adaptaron a la pendiente preexistente. El pavimento del adarve quedó solucionado mediante mortero de cal y piedra irregular que simulaba el núcleo interior de la muralla. Asimismo, se construyó otra pequeña escalera que ascendía hacia el cubo rectangular torre V con su garita. Decisiones trascendentes para la con ervación de todo el conjunto fortificado, hubo que tomar cuando tratamo la reintegración o restitución de la torre albarrana IV. Esta se encontraba emiarruinada, y fueron los propios paramentos los que nos dieron la línea de recrecimiento. Además se completó el alfiz que en marcaba el escudo de Enrique IV, según las medidas que nos daban lo fragmentos conservados in itu. Hasta ahi, todo fluía sin problemas; pero ¿qué altura era la que debíamos dar? Todas la torres habían sido amortizadas en el año 1800, dado el blanco que constituían para un enemigo bien pertrechado de artillería. Recrecerla hubiera significado mostrar al visitante, que los cubos gozaron de mayor esbeltez durante la edad media. Ahora bien, ello nos podría forzar a la dudosa aventura de recrecer todas las torres de la cerca vieja, y más cuando desconocíamos la altura real que tuvo durante la etapa bajo-medieval. Por ello, se tomó la decisión de dejarla a la altura que se la rebajó en el principio

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MARTíN

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Gallegos, llamado el Gral/de.

GARCíA

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Patrimonio

Cultural de Sal/ Felices de los


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del . XIX. Con ello, optábamo por la deci ión me no arriesgada de todas, y dejamos sentenciada la solución del problema para futuras intervencione . A partir de aquí, el adarve recuperado sería el di pue to por la guarnición e pañola de época moderno-contemporánea. En el caso del castillo, a pesar de que estaba pensado para adaptar e a una aula histórica a cargo la Fundación Patrimonio de Ca tilla y León, el criterio restaurativo en sus líneas generale lo calificamos de filológico: no ólo porque las huellas conservadas fueron lo que no llevó a restituir los diferentes elemento , sino porque tras un minucioso estudio arqueológico se decidió por parte de la dirección facultativa -al arquitecto Miguel Ángel Manzanera Manzanera, el aparejador Je ús García Maldonado-, primar el aspecto que le dieron las obras promovidas por el Duque de Alba a finales del s. Xv. No obstante, ello no era obstáculo para integrar elementos anteriores y po teriores que no menoscabasen la imagen general bajomedieval. Tra la excavación arqueológica de las Iizas I y II, se decidió dejar las ruinas del área de las cocinas que e integraba en la ea a del gobernador militar -como ya se ha indicado, ésta se dispuso en la mi mas liza del propio ea tillo-, y los restos de unas dependencias de almacén. No fue problema cubrir las cámara artilleras de la barrera exterior pue e con ervaban alguna íntegras, y dieron lógicamente la pauta para restituir el re to mediante tozas adintelada granítica. También se conservaba el nivel del uelo que e di puso en el adarve de la misma, del mismo modo que alguna almena con ervada con u tronera de palo y orbe fueron patrón para su reposición. Las pendientes en la que apoyaban los cuerpos de fábrica de la barrera artillera, hacían que el adarve también pre entara de nivel, por lo que se hubieron de adaptar algunos escalone. Sin embargo, se optó por la prudencia en el adarve que del cuerpo curvo que cerraba la liza I -cuerpo de fábrica 18-, pues al 610 conservar e la huella sobre el paseo de ronda del parapeto y no estar eguro de u composición, e decidió no añadir nada. Pasemos ya a la Torre de Homenaje. En su adarve se reintegraron las pieza que faltaban de escaraguaitas y almenas según la traza originales. Labor canteril en sillería escuadrada sencilla, pues únicamente había que medir el hueco que dejaba la pieza desaparecida. Además, tuvimos la fortuna de localizar algunos de los sillares y remates de sección triangular originales en construcciones tradicionales cercana . Su dueños los cedieron, y a cambió se les tallaron otras piezas similares ex nava. El suelo de esta «azotea» era una cue tión delicada, puesto que de u reforma dependía el mantenimiento de la mi ma en los próximos año . Realizamos diversas catas, para investigar los pavimentos originale y comprobar los componentes de la sobrecubierta de la bóveda del ultimo piso. El suelo original se componía de ladrillo cerámico de 24 x 24 cm, sin embargo estaba muy deteriorado pues apenas e conservaban fragmentos del mismo. Interesante era el sistema de canalización que fue de cubierto y pues-


145

to otra vez en funcionamiento. Se componían de can aletas de granito que desembocaban en gárgolas simple . En cuanto al suelo, ante la imposibilidad de obtener lo etas cerámicas semejantes a las originales en el poco espacio de tiempo que restaba para el invierno -las piezas industriale de barro darían un extraño a pecto de «patio de vecinos»-, e optó por añadirle una capa de grava dura obre maya geotextil. Esta acción y la re titución de las plantas de la Torre de Homenaje fue realizada por la empre a Rearasa S. L. de Zamora, que ganó el concurso público promovido por la Fundación Patrimonio de Castilla y León. Se repuieron las dos plantas originales por un arte onado de madera que apoyaba en los mechinale originales que so tuvieron los pisos originales. Sobre el mismo se pavimentó con loseta cerámica, dado que se conservaba este material en los propios cortejadores que se abrían a cada planta. El montaje museográfico corrió a cargo de la empresa vallisoletana Tresmedios S. L. La re tauración del área de sótanos volvió a ser cometido del Talle de Empleo. E ta se integraba por un depósito de pólvora con una bóveda de cañón magníficamente con ervada que cubría el aljibe y el calabozo. Comencemos por el primero: nuevamente el problema de la pavimentación planteaba dudas. En uno de lo extremo se conservaba hasta una superposición de cinco uelos de baldo as, que podrían ir desde 1476 -año de la reforma emprendida por Juan Carrera- hasta el s. XIX. Se decidió cubrir estos uelos con el actual. Este también cubriría parte de una canaleta berroqueña (UEM 94) que atravesaba toda la estancia, y se alojaba en la techumbre del calabozo. Esta había desaparecido parcialmente, pues e encontraba partida. Actualmente, la misma no desemboca en el aljibe, pues sin duda se cegó con posterioridad a la ejecución del mi mo. El recubrimiento impermeabilizador actual debía er posterior a lo tiempos de Vasco de Troya, el especialista traído por el Duque de Alba para e te fin. Al final el extremo de la canaleta fue dejada vista, con su fractura original. En el espacio del calabozo se conervaban do viga originale del artesonado que lo cubría. Estas se encontraban carcomidas y hubo que retirarlas. No obstante, antes se extrajo una muestra para la realización de análisis dendracronológico. Tras e to se restituyó el artesonado de madera. En el interior del calabozo se retiró una rampa construida con técnicas tradicionales de mampo tería y cal. Era producto del s. XX, y servía para dar paso a la porqueriza en que e convirtió este espacio durante esta misma centuria. Tras retirarla pudimo comprobar la entrada original a la torre de los tiempo de D. Dionis. El acce o se resolvió mediante una escalera de metal y madera. La entrada al calabozo se itúa a do metros de altura. En tiempos, la escalera de bajada original se retiraba cada vez que se cerraba la puerta; dificultaba considerablemente la fuga a todo el que daba allí con us huesos. En el mismo calabozo se con ervaba una potente estratigrafía de deposición terrestre. Sin embargo, la dificultades que entonces urgieron para realizar


Simposio internacional «Arquitectura Fortificada»

146

sondeos nos obligó nuevamente a pavimentar sobre la misma, dejando pues una reserva de datos arqueológicos para la inve tigación futura. Por último, indicamos que la subida original a la torre de homenaje desde la liza 1, fue levantada en 1449 según el torpe graffiti inscrito en la cal. Fue retirada, pues se trataba de una construcción torpe, realizada primero en seco y luego recubierta de una capa de mortero, y que no cumplía las condiciones de eguridad para el acceso al aula histórica. No obstante, su retirada dejó a la luz un par de canes en que se apoyó la entrada original del s. XlV. Sobre estos se levantó la nueva estructura de acceso. Como vemos aunque ha primado la visión que el ea tillo tenía a partir de 1476, se han tomado decisiones que son más próximas al «restauro crítico».

7.

EL NUEVO ACCESO AL INTERIOR DE LA CERCA VIEJA: LA NUEVA PUERTA TORRE

En el año 2000, durante las obras de acondicionamiento de la actual Plaza Mayor o Plaza de España, se identificaron lo resto de una muralla muy deteriorada. Tras la pertinente campaña de urgencia se volvieron a cubrir. Es curioso señalar como el trazado descubierto ya fue indicado por Edward Cooper en 19693 Fue un hallazgo inesperado y arqueológicamente nos llevó a la reconstrucción del trazado hipotético de los hasta ei recinto de muralla que dispuso San Felices a lo largo de la Edad Media. Ello también supuso una llamada de atención sobre la potencialidad arqueológica de todo el conjunto histórico. Como se ha demostrado posteriormente, los re tos de estas estructuras todavía se ocultan entre las medianeras de las ea a actuales del pueblo. La obra de la Plaza del Castillo fue contratada por la Consejería de Fomento de la Junta de CastilIa y León en el año 2002. Estas actuaciones han sido dirigidas por el habitual D. Miguel Ángel Manzanera, junto a los también arquitectos Valeriano Sierra y Juan Carlos Navarro y el ya citado aparejador Jesús García Maldonado. Miguel Ángel Muñoz García y Pedro Luis Pérez Gómez fueron en este caso los respon ables de la excavación arqueológica. La empresa contratante fue Barbero Cilleros Construccione . Estaba en juego el saneamiento y urbanización de esta Plaza del Castillo, que no e otra cosa que el interior de la propia cerca vieja. Además, los arquitectos se plantearon otra cuestión: un acceso digno al conjunto monumental. El acce o desde el pueblo, era un «roto» perpetrado en los años 30 del s. XX, con el fin de abrir una calle que «integrase» el antiguo acuartelamiento militar en el

°.

m

tlg.62.

COOPER, Edward. Los Castillos Señoriales

en la Corona de Castillo», 2.' Ed. Salarnanca,

1991.


MIGUEL

ÁNGEL

MUÑOZ

147

GARCíA

casco urbano del pueblo. La accron fue realizada voluntariamente por los vecinos de la localidad, sin ningún tipo de remuneración económica. Las COQecuencias fueron que e derribaron un cubo rectangular y parte de la barrera artillera intramuros del ea tillo en la calle de lo Toriles. De las puertas hi tórica de la cerca vieja, la del Moro fue también abatida por la misma fechas, mientra que la puerta de los Portocarrero, guarnecida po teriormente por la torre albarrana ll, e hoy un corral particular. Además, aunque se adquiriera públicamente, era impo ible que por su arco pudieran acceder vehículo de motor. Del mi mo modo en el año 2003, la recuperación de la barrera intramuros implicó su anulación como pa o de vehículos por el otro lado. La opción más neutra hubiera sido la consolidación del «roto» afianzando las adaraja que re ultaron del derribo de la denominada torre IX. Es ejercicio de humildad reconocer que era la que más convencía a los arqueólogos que integraban el equipo en la fa e inicial de proyecto. Pero la vi ión proyectual de arquitecto era más ambicio a, y basándo e en la exi tencia documentada de la torre referida, se planteó u recuperación volumétrica cambiando su funcionalidad. Debía er el nuevo pa o del . XXI al interior del recinto, dotado de una monumentalidad que lo dignificase. Y para ello, este nuevo cubo e convirtió en una contemporánea torre-puerta de tipología medieval, con materiale modernos y adaptada a la circulación moderna. Los restos arqueológicos del antiguo ba tión medieval, junto a los de la cortina abaluartada precedente, estaban literalmente hechos retales, pues su estructura se atrave aba por múltiple conducciones. La altura que se dio a la nueva torre era la que tenía el cubo llamado por nosotros torre Y. De de los principios de la analogía formal se e tablece la lectura arqueológica arquitectónica, que deben tener lo nuevo añadido motivado por las necesidades actuales. Dicho de otro modo, el e pectador debe tener claro en todo momento que se trata de una obra nueva sobre un monumento viejo; por ello la estructura de la torre e eparó de la cerca vieja. Además si bien su trasera se alzó con paramento de pequeñas pizarras, el paramento extramuros fue realizado en illar apiconado de granito en con onancia con el resto de la fortificación y no rompiendo con lo que Antón Capitel llama «unidad de estilo»!', que nosotros preferimo referir como fisonomía del conjunto histórico militar. Es satisfactorio ob ervar la volumetría de la torre desde la lejanía, ver como e integra en dicho conjunto militar realzando su pre tancia, y causando el mi mo efecto que tuvo el cubo original por lo menos a partir del año 1800. y i con ello con tatamos que además se da solución a una nece idad contemporánea -un paso digno y funcional hacia el interior del recinto-, en líneas general e , se han con eguido lo objetivos que persigue toda analogía formal.

11

CAPITEL.

Antón. Metamorfosis

de Monumentos

y Teorías de Restauración.

Madrid. 1988.


148

Simposio Internacional «Arquitectura Fortificada»

Ahora bien, no todo son rosas, y un análisis riguro o obliga a señalar a pectos secundarios no tan afortunados. En primer lugar, el dintel de cemento que cierra la apertura desmerece la obra, y debería el' cubierto de alguna manera. Al interior existen e caleras de ubida al adarve, que dejan de cubierta barandillas metálicas que debería pintar e en un color adecuado. No entramo en el uso de la pizarra, pue esta no e ta en contacto con la cerca vieja y su acertada o des acertada estética es algo subjetivo. Pero debemo señalar que todavía ufrimo mucha carencia de comunicación a la hora de transmitir al ciudadano profano este tipo de intervenciones. La nueva torre ha sido rechazada por la mayoría de los vecinos de San Felice , y aunque intentamo personalmente explicarla en una charla informal que impartimo a los vecinos, ni siquiera estamos seguros de que entendieran que en re tauración monumental on varias la opcione que e pueden elegir, y una no tiene porque excluir a la otra. Es más, las reaccione y argumento que nos replicaban eran de lo más pintore co; una mujer mayor alegó que en su opinión hubiera ido más «bonito» un arco y no el dintel citado que cierra la entrada. Tal vez, las asignaturas de Patrimonio Cultural que ahora incorpora la en eñanza ecundaria obligatoria ean la respuesta a largo plazo.

8.

TALLER DE EMPLEO DEL AÑO 2003: EL RESTAURO cRÍTICO DE LA BARRERA INTRAMUROS DEL CASTILLO O LIZA O

Este fue promovido por Diputación de Salamanca, Junta de Castilla y León y Ayuntamiento de Salamanca, y como la oca ión anterior, e nutrió de per onal local, muchos de lo cuale ya habían intervenido sobre la arquitectura fortificada de San Felices de 10 Gallegos. La primera línea de actuación fue la cortina abaluartada de piedra en eco. La primera sorpresa fue comprobar que no era tan seca como creíamo , pues en la reforma de la misma de mediados del s. XVIII, e le dio un rejuntado uperficial con cal. Por lo menos, eso se deducía de los e caso fragmentos de cal que pudimo observar ahora con detalle en u parte intramuros. Ya hemo visto que e ta fortificación moderna fue di pue ta en u tiempo, básicamente como plataforma para tiro de fusil de chispa en combates de proximidad. Por ello. su remate se dispuso en tazas con ligera inclinación, sobre las que el infante e apoyaba para di parar con relativa comodidad. El criterio fue reponer la línea original de tiro al nivel original, y reponer con piezas de nueva talla el remate en toza. Se distinguió el añadido mediante una ligera línea de teja, no visible de de la lejanía. En el lienzo oe te, frente a la barrera artilIera extramuro del ea tilIo, no se repuso este tipo de remate pue to que e ta zona e taba muy transformada por lo u o agrícola del . XX, y por tanto, no había elementos que nos informasen sobre la altura original del lienzo.


MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ GARCÍA

149

En cuanto, a lo lienzos norte de la muralla (cuerpo de fábrica 12, 13 Y 14), Y tra los trabajos arqueológicos ya señalados, se repuso el paramento interno con el mi mo criterio con que e intervino sobre los lienzos 6, 7 Y 8 en el año 98: sillares apiconados de piedra granítica local, ripia de pizarra para concertar y un rejuntado exterior de mortero. De la misma manera se repuso el adarve, simulando el núcleo interior. Pudimos documentar dos suelo uperpuesto de cal, resultado de las obra de 1800 así como parte del sistema de desagüe en canaletas de granito en época moderna. E tas fueron integrada en el nuevo pa ea de ronda. Intere ante de re altar es que el parapeto de 1800, no había destruido sino cegado las almenas originale del s. XlV. Estas e taban provistas de saeteras. Ya en la balTera intramuros o liza O, indicamos en primer lugar que la plataforma artillera fue cubierta por una malla geotextil y sobre ella se dispuso una pavimento de pizarra similar al identificado como UEM 932. Esta vez, no e recuperaron la almenas, puesto que no conservábamos ninguna de la época. En cuanto al cierre de la barrera por la calle de lo Torile, no era cuestión sencilla. Dada la riqueza arqueológica de vestigios de periodos tan diferentes -cerca castral altomedieval, zarpa plenomedieval, muralla bajornedieval, berrera artillera del . XV, ea a del gobernador militar en tapial, corral de funcionalidad agropecuaria- y concentradas en un espacio tan pequeño, la actuación obligaba a elegir una opción excluyendo la otras. Como en anteriores campañas, se había decidido por recuperar el castillo de finales del s. XV, la elección parecía realizada de antemano. Ahora bien, las obras históricas del Duque de Alba lo que hicieron fue aprovechar la e tructura anteriores, por ello el método filológico e revelaba como el má adecuado. En esta oca ión, tal integración de varia época no era po ible, pue to que el cierre de la banera del s. xvrn en tapial había abatido la anteriore. Elegir la centuria de 1500, significaba cerrar la liza con obra nueva y no congelar estructura anteriore reutilizada en una época determinada. La circun tancia arqueológica revelaban el criterio filológico como inviable, y acon ejaron ustituirlo por el crítico. No obstante e reconstruyó parte del lienzo del . XIV (Fa e V), puesto que el estudio arqueológico demostraba que la fábrica de la barrera e apoyaba obre el mismo. Tanto e te, como la nueva estructura de la fal abraga bajomedieval fue repuesta con illar apiconado imilar al original y mortero ba tardo. La excavación reveló que e construyó un pequeño acce o lateral en el . XVIII, aprovechando el hueco de una de las cámara de tiro. E ta fue la ba e para la con trucción de un pequeño portillo que también e abre en e ta barrera intramuros del ea tillo de San Felice .


150

Simposio Internacional «Arquitectura Fortificada»

~C.rCQ Vllja':'

Fig. l.

Cerca Vieja y Castillo, División en Cuerpos

Fig. 2.

Cierre de la barrera intramuros Excavaciones del año 2003.

de Fábrica.

Planimetría

de Serrano

del Castillo de San Felices de los Gallegos.

Piedecasas.


MIGUEL Á

Fig. 3.

Interpretación en colores de la barrera intramuros del ea tillo de an Felices de lo Gallegos. Excavacíones Arqueológicas del año 2003.

Fig. 4.

Plataforma artillera de tierra batida y delimitada por ladrillo cerámico. Adarve de la barrera intramuros.

151


152

Simposio Internacional «Arquitectura Fortificada»

Fig. 5. Restauración del adarve y parapeto de la barrera artillera extramuros o liza lo Taller de empleo 1998-1999.

Fig. 6. Estado del «roto» en la cerca vieja antes de la intervención anal6gica del año 2002.


MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ GARCíA

Fig. 7.

Restitución analógica de la denominada

torre IX y nuevo acceso a la Plaza del Castillo.

153


MIGUEL

ÁNGEL

MUÑOZ

GARCÍA

Fig. 10.

Reintegración mediante tozas de granito de la cortina para tiro de proximidad fechada en el s. XVIlJ.

Fig. 11.

Restauración crítica de la barrera de San Felice de los Gallegos.

intramuros

del castillo

155


156

Fig. 12.

Simposio Internacional «Arquitectura Fortificada»

Aspecto trasero de la restauración San Felices de los Gallego.

de la barrera intramuros del ea tillo de


BURRO DE SAN ANTON.


Castrum de Montemayor del rĂ­o, Castrum - cerca vieja de san felices de los Gallegos y Castello de Sorteia (Portugal).


Cerca Vieja.

Hipotético 2º Recinto del Arco de la Campanas..

Castillo del Duque de Alba..

3º Recinto al que corresponden los restos de la Plaza Mayor.

Baluartes construidos en 1700.

4º Recinto..

Iglesia Parroquial.

5º Recinto. Hospital de la Misericordia.

Convento de la Pasión. Edificios Civiles. Pl a

Calle de Roque Amador.

Calle de Jose Manzanera.

de

lC añ

o. Cal

Puerta de la Alhondiga. Calle del C. Toribio.

Puerta de la Luz. Calle Albañales.

35.

Ca lle

de

la s

Lan

cha s.

36.

Reconstrucción Hipotética de los Recintos de Muralla en San Felices de los Gallegos. A partir del Plano Catastral Actual.

s. rno Ho

d Calle

io. med e En

Arco de las Campanas.

Call e de

. rdero o C l e as d le E r

lle Ca

Calle de Nemesio Toribio.

Casa Consistorial. Cerca Vieja.

za

Calle de la Ermita Nueva..Calle de la Rosa.

la C uest a.

43. Calle de la Luna.

Puerta de los Lagares.


Cerca Vieja. Cerca Vieja.

Hipotético 2º Recinto del Arco de la Campanas..

Castillo del Duque de Alba..

3º Recinto al que corresponden los restos de la Plaza Mayor.

Baluartes construidos en 1700.

4º Recinto..

Iglesia Parroquial.

5º Recinto.

Convento de la Pasión. Edificios Civiles.

Puerta de la Alhondiga. Arco del Puerto.

Arco de las Campanas.

Casa Consistorial.

Puerta de la Luz.

Cerca Vieja. Puerta de los Lagares.

Reconstrucción Hipotética de los Recintos de Muralla en San Felices de los Gallegos. A partir del Plano de Antonio de Gaver de 1752.


Recintos de Muralla. EXCAVACIONES PLAZA MAYOR. AÑO 1999. Durante las obras de pavimentación de la plaza de España, se exhumó parte de una muralla arrasada, perteneciente a un recinto inédito hasta entonces.


Recintos de Muralla. EXCAVACIONES PLAZA MAYOR. AÑO 1999. Durante las obras de pavimentación de la plaza de España, se exhumó exhumó parte de una muralla arrasada, perteneciente a un recinto inédito inédito hasta entonces.


Recintos de Muralla

Nยบ 24 Y 26 DE LA CALLE DE LAS LANCHAS.


Recintos de Muralla

ARCO DE LA CAMPANAS Y DEL PUERTO. Interpretaci贸n de las fases constructivas inferiores de la Torre de las Campanas.


San Felices de los Gallegos. IGLESIA PARROQUIAL Y ERMITA DE SAN PEDRO EN HINOJOSA. (IIª mitad S. XII – XIII).



PUENTE DE SANTANA (1791) Y MOLINO DEL S. XVIII.


PLACITA DE LA ERMITA DE LOS REMEDIOS, ANTIGUO EXIDO DE LA PUERTA DE LOS LAGARES. 多JAMBA DE LA ANTIGUA PUERTA DE LOS LAGARES?.


CORRALÓN DE LA CALLE DE LA ERMITA NUEVA, CONFORMADO EN TORNO AL QUINTO RECINTO DE MURALLA, E INICIO DE LAS CALLES DEL MARTILLO Y DE LA CALLE DE LA LUNA, QUIZÁ EMPLAZAMIENTO DE UNA ANTIGUA PUERTA.


FACHADAS EN SILLERÍA Y DINTEL SOBRE MENSULAS DEL CASCO VIEJO DE SAN FELICES.


FACHADAS EN MAPOSTERÍA Y FACHADA (SUPERIOR) MIXTA EN MAMPUESTO Y SILLAR.


APROPIACIÓN DE SUELO PUBLICO A PARTIR DEL S. XIX, Y PORTALÓN DE ARQUITECTURA


REVESTIMIENTOS Y ENLUCIDOS EN EL CASCO VIEJO DE SAN FELICES DE LOS GALLEGOS.


San Felices de los Gallegos.

LA CERCA VIEJA.


San Felices de los Gallegos.

LA CERCA VIEJA.


Fase I. S.X o XI..

La Cerca Vieja.

LECTURA DE PARAMENTOS

Fase II. S.XII-XIII. Fase IV. S.XIV.. Fase IX Moderno-Contemporรกneo. Fase X. Construcciones Populares del S.XX..


Fase X. Construcciones Populares

Fase XI. s. xVIII. Fase IV. IIª mitad s. xIV. Fase III. Reparos 1328

La Cerca Vieja.

LECTURA DE PARAMENTOS


s. xVIII. IIª Mitad S. XV.

IIª mitad s. xIV. Reparos 1328 s. XIII. IIª Mitad S. XII.

La Cerca Vieja.

FASES CONTRUCTIVAS.


MINIATURA DE LA BIBLIA DE ALBA, S. XV (BIBLIOTECA NACIONAL), PARAMENTO EN SILLERÍA ESCUADRADA DE LA MURALLA DE LEDESMA Y PARAMENTOS EN TONGADAS DE TAPIAL Y CANTO EN CIUDAD RODRIGO Y GRANADILLA.


Cerca Vieja. CUERPOS DE Fテ。RICA DE LA IIツェ MITAD DEL S. XII. Obra de sillares apiconados que entronca con las tradiciones constructivas altomedievales locales que se remontan al S. X como demuestran los paramentos de Carpio, peテアa del rey o ledesma de repoblaciones tempranas.


Cerca Vieja. PUERTA S. XIII. ¿Obras de Martín López Portacarrero?


Cerca Vieja. PUERTA S. XIII. ¿Obras de Martín López Portacarrero?


Cerca Vieja. PARAMENTOS DE SILLERÍA. Según un Documento del archivo nacional de la torre de tombo, D. Dionis realiza unos reparos en el “castello” en 1328. La sillería escuadrada conservada es muy semejante a la utilizada en otras fortificaciones Portuguesas de valle del coa.


Cerca Vieja. REFORMA S. XIV. Alfonso de Menseses o Juan alfonso de Albruquerque.


Cerca Vieja. REFORMA S. XIV. Alfonso de Menseses o Juan alfonso de Albruquerque.


Cerca Vieja. PUERTA DEL MORO. S.XIV


Cerca Vieja. TORRES ALBARRANAS S. XIV, 多JUAN ALFONSO DE ALBUNQUERQUE? ESCUDO DE ENRIQUE IV


EL CASTILLO DE SAN FELICES. EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS.


EL CASTILLO DE SAN FELICES. EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS.


EL CASTILLO DE SAN FELICES.


Distribuci贸n de la Torre de Homenaje seg煤n Bordit (S. XVIII).


EL CASTILLO DE SAN FELICES.


Interpretación según cobos y de castro. IIª Mitad S. XV. Obras de D.García. ¿Castillo deL INFANTE Enrique?

s. xVIII. ConStrucciones del S. XX.


Analisis Estratigrรกfico.


FASES CONSTRUCTIVAS.

IIª Mitad S. XV. Obras de D.García. ¿Castillo deL INFANTE Enrique?

s. xIV.

s. xVIII. ConStrucciones del S. XX.


Interpretaci贸n Estratigr谩fica color.


FASES CONSTRUCTIVAS. Torre de D. Dionis. 1296 IIª Mitad S. XV. Obras de D.García. ¿Castillo deL INFANTE Enrique?

s. xIV. s. xVIII.


El Castillo de San Felices.

LOS ORÍGENES. ¿LA VOLUNTAD DE D. DIONIS?


El Castillo de San Felices.

LOS ORÍGENES. ¿EL DOMINIO, VOLUNTAD DE D. DIONIS?


El Castillo de San Felices.

FASES INTERMEDIAS.


El Castillo de San Felices.

LA LIZA I.


El Castillo de San Felices.

LA LIZA I. LOS ACCESOS DE LA FASES INTERM EDIAS.


El Castillo de San Felices.

LAS OBRAS DE D. GARCร A IIยบ CONDE DE ALBA.


El Castillo de San Felices.

LAS OBRAS DE D. GARCร A IIยบ CONDE DE ALBA. Juan Carrera, Rodrigo y Vasco de troya.


El Castillo de San Felices.

LA LIZA II. BARRERA ARTILLERA EXTERIOR.


El Castillo de San Felices. Accesos de la Barrera Exterior.


El Castillo. LA ARTILLERÍA.

En 1476 castillo de San Felices se dota de una poderosa guarnición de 16 lanzas y 8 espingarderos. Javier de castro.


El Castillo de San Felices.

LA LIZA 0. LA BARRERA INTERIOR.


El Duque de Alba.

HOMBRE DE ESTADO. Castillos de granadilla y vilvestre.


La Barrera del castillo de Granadilla y Ca単onera del Castillo de San Felices.


La Barreras de los castillos de Bejar y Montemayor del RĂ­o.


CASTILLO DE SALVATIERRA DE TORMES.

Fase I. Repoblaci贸n entre 1198-1217. Fase II. S.XIV. Fase III. a partir de 1429. Obras del Duque de Alba. Fase IV. Moderno.. Fase V. Construcciones Populares.


CASTILLO DE SALVATIERRA DE TORMES.


El Castillo de San Felices. EL FOSO DE LA BARRERA INTERIOR


Cerca Vieja. Fase I

EL FOSO DE LA BARRERA INTRAMUROS. LA EXCAVACIÓN DEL AÑO 1999.

Barrera Intramuros. Fase Fase VII. Fase VII y VIII. Fase IX.


Material del Foso de la Barrera Interior. UE 334.


Material del Foso de la Barrera Interior. UE 334.


El Duque de Alba.

GRANDE DEL RENACIMIENTO Castillo de alba de Tormes, Frescos de Passini y Sal贸n de la Virtud del Pr铆ncipe en el Palacio Pitti (Florencia)


TRAFICO Y COMERCIO FLUVIAL EN EL RIO DUERO DURANTE LA BAJA EDAD MEDIA.


San Felices Plaza de Frontera. PLANO DE ROBELEIN, 1722 Archivo Hist贸rico Militar.


San Felices Plaza de Frontera.

PLANO DE PEDRO DE MOREAU. 1735. Archivo General de Simancas.


San Felices Plaza de Frontera.

BALUARTE DE PIEDRA EN SECO CONSTRUIDO POR LOS PORTUGUESES 1700.


San Felices Plaza de Frontera. PROYECTO DE ANTONIO DE GAVER. 1753. Archivo Hist贸rico Militar de Madrid.


San Felices Plaza de Frontera. CORTINA ABALUARTADA. REFORMAS DURANTE EL S. XVIII.


San Felices Plaza de Frontera.

EL CASTILLO. Cortadura y Casa del Gobernador.


San Felices Plaza de Frontera.

EL CASTILLO. Estancias en Liza II y Ă rea de cocinas en laCasa del Gobernador (Liza I).


San Felices Plaza de Frontera. PLANO DE MANUEL CABALLERO, 1802 Archivo General de simancas.


0

Castillo de San Felices de los Gallegos.

3 cm.

98/ /59. Cuenco de la Serie Tricolor. 0

Castillo de San Felices de los Gallegos.

98/ /60. Base de Plato Talaverense. Miguel Angel Muñoz García.

Castillo de San Felices de los Gallegos.

98/ /104. Borde de Plato en Orla Castellana. Miguel Angel Muñoz García.

3 cm

Miguel Angel Muñoz García.


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