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LA IRIDOTOMÍA LÁSER EN GLAUCOMA

Dra. Marta Mármol, oftalmóloga

Existen varios tipos de glaucoma y la mayoría de los casos son asintomáticos. No es hasta que se está en fases avanzadas de la enfermedad cuando la pérdida de visión y de campo visual periférico se hacen evidentes para el paciente.

Una excepción a esta regla es el glaucoma de ángulo cerrado, en el cual se puede producir una elevación súbita de la presión intraocular acompañada de visión borrosa, enrojecimiento ocular, dilatación pupilar, dolor ocular severo, e incluso náuseas y vómitos.

En el glaucoma de ángulo cerrado, la salida del humor acuoso está comprometida al obstruir el iris el ángulo camerular. Es una emergencia oftalmológica y debe ser tratada rápidamente con un procedimiento denominado iridotomía periférica con láser Nd:YAG.

Mediante un examen oftalmológico completo y detallado, se pueden identificar a tiempo las personas con una predisposición anatómica ocular que pueda ponerlos en riesgo de sufrir lo que se conoce popularmente como un “ataque agudo de glaucoma”.

En estos pacientes se realiza una iridotomía periférica con láser Nd:YAG de forma preventiva, evitando así la posibilidad de que sufran esta descompensación aguda de la presión intraocular en el futuro.

La iridectomía periférica con láser es un procedimiento no invasivo y muy seguro. El tratamiento consiste en crear un pequeño orificio en la parte periférica del iris mediante la aplicación de láser sin la necesidad de incisiones.

El procedimiento es ambulatorio y no requiere de ninguna preparación previa por parte del paciente. Es aconsejable venir acompañado ya que se puede experimentar visión borrosa debido a las gotas que se instilan para contraer la pupila y un deslumbramiento pasajero debido a la luz del microscopio que se utiliza para realizar dicho procedimiento.

En el caso de un ataque agudo de glaucoma, la disminución de la presión intraocular y de los síntomas suele observarse prontamente después del tratamiento.

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