05-Diario de Nikki - Rachel Renee Russell

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ESTE DIARIO PERTENECE A:

Nikki J. Maxwel SE RECOMPENSARÁ

su devolución en caso de extravío

(¡¡PROHIBIDO CURIOSEAR!!

)




Este libro es una obra de fcción. Todas las ref rencias a sucesos históricos y personas o lugares reales están utilizad s de manera fcticia. El resto de los nombres, personajes, lugares y ev ntos son producto de la imaginación, y cualquier parecido con sucesos y lugares reales, o personas vivas o fal ecidas, es totalmente f rtuito. Título riginal:

Tales from a NOT-SO-Smart Miss Know-It-All

Publicado p r acuerdo con Alad in, un sel o de Simon & Schuster Children’s Publishing Division, 1230 Avenue of the Americas, Nueva Y rk NY (USA) © del texto y las ilustraciones, Rachel Renée Rus el , 2012. © de la traducción, Esteban M rán, 2013. Diseño: Lisa Vega

© de esta edición, RBA Libros, S. A., 2013. Avenida Diagonal, 189. 08018 Barcelona www.rbalibros.com rba-libros@rba.es Primera edición: octubre de 2013. Tercera edición: noviembre de 2013.

Los der chos de traducción y reproducción están res rvados en tod s los países. Queda prohibida cualquier reproducción, completa o parcial, de esta obra. Cualquier copia o reproducción mediante el procedimiento que sea constituye un delito sujeto


A mis mar vil osas herman s y BFF, Damita y Kimberly. ¡Gracias p r ser Chloe y Zoey en mi vida real! Me siento rgul osa (y muy af rtunad ) de ser vuestra herman may r.



AGRADECIMIENTOS

A todas las seguid ras de los Diarios de Nikki, os agradezco de verdad que esta serie os guste tanto com a mí. ¡VOSOTRAS sois en realidad la auténtica Nikki Maxwel ! Sed cariñosas y listas y no os olvidéis de dejar asomar vuestro lado PEDORRO.

A Liesa Abrams, la edit ra más fantástica, agrad ble y ped rra del mundo. P r muy complicad s que se pongan las cosas, er s siempre la voz tranquila de la razón y un rayo bril ante de sol. SIEMPRE me apet ce trab jar contigo (y con tus dobles interi res). ¡Eres el sueño de cualquier aut r!

A Lisa Vega, mi incansable y talentuda direct ra de arte. Nunca dejas de s rprenderme con tus vistos s diseños y tus p rtad s deliciosamente ped rras. TODAVÍA alucino con tus ilustraciones de patinaje sobre hielo. ¡A Nikki Maxwel le tu becaria ∞!

ENCANTARÍA

ser


Simpson, Bethany Buck, Alyson Hel er, Lauren F rte, Karin Paprocki, Julie Christopher, Lucil e Ret ino, Mary Marot a, a tod el equipo de ventas y a cad uno de los miembros de Alad in/Simon & Schuster,

p r haber convertido esta serie en el éxito que es.

Lo que habéis conseguido es asombros .

A Daniel Laz r, mi increíble agente en Writers House, que NUNCA duerme. Gracias p r ir siempre más al á de tus obligaciones. Me encantan tu endiablado sentido del hum r y tu entusiasmo inac bable p r todas las cosas ped rras. Sencil amente... ¡ARRASAS! Des o también dar especialmente las gracias a T ry p r ten rnos super rganizados y enviarme c rreos mar vil os s.

Gracias a Maja Nikolic, Cecilia de la Campa y Anghar d Kowal, mis agentes internacionales de Writers House, p r conseguir que los Diarios de Nikki hay n l egado a niños de tod el mundo. ¡“Gracias” en treinta y dos idiomas (hasta ah ra)!


asistente literaria. Ad ro de verdad tod el tiempo que pas mos juntos creando nuestro loc mundo de los Diarios de Nikki. Gracias a vos tros, escribir estos libros me resulta tan DIVERTIDO que ni siquiera me parec un trab jo. ¡Abrazos, besos y montones de am r de mamá!

Agradezco a Sydney James, C ri James, Presli James, Arian a Robinson y Mikayla Robinson, mis sobrinas, que hay n sido críticas implac bles y que hay n trab jado a lo largo de un fin de seman de fiesta de pijam , hartándose de comida-basura.



MIÉRCOLES, 1 DE ENERO

¡Yo flipo! ¡NO PUEDO CREER que me esté pas ndo esto!

Se supone que no es más que una broma inocente..., pero la verdad es que estoy un poc preocupad . Tengo que pensar en las consecuencias de mis acciones.

P rque si algo sale mal, pued que ALGUIEN ac be... ¡MUERTO!

¡¡

Δ!!

Sí, tal com suena: MUERTO

P r ejemplo... ¡YO MISMA! P rque si mis padres se enteran de lo que estoy tram ndo, van a MATARME!

Tod ha empezado cuando Chloe, Zoey y yo hemos decidido cel brar una fiesta de pijam s durante las vac ciones de Navidad.


OCHO... SIETE... SEIS... CINCO... CUATRO... TRES... DOS... UNO...”

¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!


Estab des ando que l egar el Año Nuevo. Más que nad , p rque el año pas do fue DEMASIADO dramático.

¿Qué mej r nuevo comienzo que cel brar en cas de Zoey una fiesta de pijam s con mis dos BFF la noche de Año Nuevo?

Nos hemos puesto de pizza, bizcochos de choc late, M&M y helado hasta las rejas, y lo hemos remojado tod con refrescos.

No hemos tardado en echarnos a reír histéricamente y a brincar com posesas p r los ef ctos del atracón de azúcar.

Nos lo estábamos PASANDO BOMBA pintándon s las uñas de los col res de moda y jugando a VERDAD O RETO mientras sonab n las campan das en la tel .


HELADO NAPOLITANO


“Es MUY romántica y la he sac do de mi libro PREFERIDO. ¿A quién pref rirías besar, a Deadly Do dle Dude o a Hunk Fin ?”.

“¡Oh, esa es fácil!”, se ha reído Zoey. “Prefiero besar a Hunk Fin . Es uno de esos artistas sensibles y superguapos”.

“Sí, pero Deadly Do dle Dude es tan... m rbos ... tan atractivo y va siempre tan descuidado...”, ha dicho Chloe gesticulando.

Aquí ha sido cuando casi me he atrag ntado con la pizza.

Mi mej r amiga es una romántica emped rnida, y la quiero muchísimo. Pero a vec s tengo la sensación de que es más CORTA que sus sh rts de gimnasia.

Enam rarse de un tío que va siempre descuidado es un... ¡ERROR!



“Te toca, Nikki”, ha dicho Zoey. “¿Verdad o reto?”.

“Aa h, ¡tengo una pregunta muy buena!”, ha exclam do Chloe.

Una sonrisa malévola se ha dibujado en su car mientras le susurrab algo al oído a Zoey.

Zoey ha abierto los ojos com platos. “¡P r fav r, Chloe! ¡Nikki se va a m rir si le preguntas eso!”.

Yo he fruncido el ceño y me he m rdido los labios, nerviosa.

Contestar a una pregunta sobre un chico ficticio era gracios e inter sante.

Pero contestar a una pregunta sobre un chico DE VERDAD podía resultar muy EMBARAZOSO.


“¡RETO! Ya que nadie se ha atrevido con uno, lo haré yo. ¡A ver qué se te ocurre!”, le he dicho a Zoey, desafiante.

El a se ha puesto la mano en la frente, en señal de concentración.

Luego, una sonrisa de superi ridad ha ap recido en su car . “¿Estás SEGURA, Nikki? Responder a una pregunta podría resultar MUCHO MÁS fácil”.

“O tal vez NO”, ha dicho Chloe con aire de suficiencia.

“¡Sí, estoy segura! ¡RETO!”, le he espetado. “¡Suéltalo ya!”

Os aseguro que a vec s des aría que mi cer bro fuera más rápido que mi en rme bocaz .

¡P rque resultab obvio que Chloe y Zoey l evab n una de cabeza y que no era nad bueno!


DE ACUERDO, NIKKI. EL RETO ES QUE TE CUELES EN CASA DE MACKENZIE Y LA ADORNES CON PAPEL HIGIÉNICO.

Me he quedado mirando a Zoey y he trag do saliva. No podía cre r lo que ac bab de oír.


peligros ... ¡El MEJOR que he escuchado nunca! ¡TIENES que hacerlo, Nikki!”.

Enseguida he empezado a notar las gotas de sud r frío en la frente.

“No... No sé, chicas. Esto... ¿Qué pas si me pil an? ¡Se me va a caer el pelo! ¡Soy una gran... GALLINA! Siento estropearos la diversión”.

“No te deprimas, Nikki. Es un reto superloc . Sol las del grupo pijo del GSP (Guap s, Simpáticas y Populares) se atrev n con es tipo de tonterías. ¡Chloe y yo también som s unas gal inas!”, ha admitido Zoey.

“¡Tien s razón! ¡Cloc-cloc-cloc!”, ha cac reado Chloe.

Me parec que Chloe y Zoey han hecho es comentario par CONSOLARME p r NO ser cap z de afrontar es


GALLINAS “R” US

Después nos hemos quedado sentad s mirándon s las unas a las otras, des ando que nuestras vidas fueran mucho más, cómo decirlo, INTERESANTES.


sabotajes despiad dos y puñal das a traición, pero tod s ten mos un límite.

Ya estoy harta de la gente que se dedica a am rgarme la vida.

“Gente” pret nciosa, superficial y ret rcida com , hu m... ¡¡MACKENZIE HOLLISTER!!

Llam rla “ret rcida” es un eufemismo. Es un DOBERMAN con bril o de labios y vaqueros de diseño. Y, p r alguna razón, ¡ME ODIA A MUERTE!

Que Mackenzie tenga que retirar de su cas un poc de papel higiénico no es NADA compar do con la lista interminable de cosas despreciables que NOS ha hecho.

Y también ha perjudicado a otras personas. P r SU culpa, Brandon casi se tien que marchar a Fl rida.

“¿Chicas, sabéis qué? Todavía no le he perdonado a Mackenzie que nos encerrar en aquel almacén justo antes de nuestra actuación en el Festival sobre Hielo”, he dicho, enfurecida.

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“P r el a, aún seguiríamos al í”, ha dicho Chloe. “¡Y algún día habrían encontrado nuestros esquel tos!”.


“¡Tien s razón! ¡Y eso ha sido la gota que ha colmado el vaso! He cambiado de opinión: ¡voy a enfrentarme al reto! Pero sol si vos tras me ayudáis”, he anunciado.

“Eres nuestra amiga y te apoyaremos”, ha dicho Zoey. “¡Esto ya no es un simple reto! ¡Ah ra es una REVANCHA! Voy a buscar el papel higiénico”.

Ah ra estoy encerrad en el cuarto de baño de Zoey, escribiendo tod esto en mi diario.

Y, en lugar de ponernos a d rmir, nos dedicamos a planear en secreto la Gran Broma del Papel Higiénico.

La parte buena es que Mis Thang (también con cida com Mackenzie) tendrá POR FIN su mer cido. ¡¡∞!!

La parte MALA es que SI mis padres se enteran de ¡

Á


Una cosa está clar .

ESTE año tien pinta de ser DRAMÁTICO que el PASADO.

¡¡Δ!!

MUCHO MÁS


JUEVES, 2 DE ENERO

¿Alguna vez has tenido un MAL pres ntimiento sobre algo?

¿Una voz que grita “¡NOOOOOOOO! ¡Det nte! ¡No lo hag s!” en el interi r de tu cabeza?

Bien, esa voz ME estab avisando de que nuestra Gran Broma del Papel Higiénico iba a terminar en un completo y total

¡¡DESASTRE!! Pero ¿le hice caso? ¡P r supuesto que no!

Aunque tengo que admitir que una parte de mí quería olvidarse del asunto.

Eso de adentrarse furtivamente en la noche fría y oscura par sembrar el caos en el mundo sonab


Ya sabéis, cosas com ...

Met rme dentro de mi saco de d rmir calentito y acoged r y FINGIR que he caído redonda...

Mientras mis BFF no pued n conten r la risa y me echan agua p r encima con la intención de que me hag pis encima.

¡¡JI, JI!!


Robarle a Chloe la bolsa de mano y apoderarme de la ropa interi r de Zoey mientras mis dos amigas están cepil ándose los dientes.

Y esconderlo tod en la nev ra sin que me vean.

YO, ESCONDIENDO LA ROPA

DE CHLOE Y ZOEY EN LA NEVERA


Turnarnos par darnos SUSTOS de miedo contando hist rias superterr ríficas en la oscuridad.

... ENTONCES EL ESPECTRO FLOTABA POR LA HABITACIÓN, MIENTRAS SUSURRABA “¡ZOEY! ¡NIKKI!”


Pero otra parte de mí (un lado oscuro y primitivo) des ab DESESPERADAMENTE vengarse de Mackenzie.

La perspectiva de ser una adolescente reb lde con causa me parecía MUY atractiva. Al menos, en es momento.

Aunque ya había estado en cas de Mackenzie —sol p r accidente (es una hist ria larga y angustiosa)—, no me había dado cuenta de que viviera tan cerca de Zoey.

Me sentí un poc mej r al saber que no teníamos que andar demasiado en la oscuridad.

Zoey y yo encontramos un par de linternas y reunimos unos cuantos rol os de papel higiénico.

Pero Chloe no colab ró en absoluto.


¿NO SON PRECIOSAS ESTAS OREJITAS DE CONEJO? ¡AHORA YA ESTOY LISTA PARA SALIR!


“En... Chloe...”, le dije, algo confundida. “Eres consciente de que no vamos a un baile de disfraces, ¿verdad?”.

“¡Claro! Sé muy bien lo que hago”, me aseguró. “Si nos pil an, ¿cre s que la policía va a det ner a una ad rable conejita y met rla en la cárcel? ¡P r supuesto que no! Pero si os encierran, os visitaré a Zoey y a ti en el trul o”.

Vale... Creo que entonces empecé a preocuparme un poc .

Nos dirigimos hacia la cas de Mackenzie, av nzando con dificultad p r la niev , a oscuras y rodead s p r un silencio siniestro. Sol se oía el crujir de la niev bajo nuestros pies y nuestras respiraciones agitad s.

Tuve que reprimir el impulso de dar media vuelta y echar a c rrer gritando a refugiarme en el interi r calentito de mi saco de d rmir.


De pronto, se me revolvió el estómago.

No sé si p r culpa de la montaña de comida-basura que me había zampado esa noche o p r la perspectiva de con cer en la cárcel a mis cantantes raperos fav ritos.

¡¡En calidad de compañera INTERNA Δ!! ¡¡QUÉ FUERTE!!

“¡Vamos! Acabemos con esto antes de que alguien nos vea”, grité en un susurro.

Zoey se sacó seis rol os de papel higiénico de la mochila y nos los dio a Cloe y a mí.

Chloe y Zoey c rrieron hacia un árbol en rme que tenían a su izquierda, y yo, hacia uno que había a la der cha.




Fue lo más divertido que habíamos hecho desde... hu m... el día anteri r.

De pronto, se encendieron las luces del p rche ¡¡Δ!!

“¡OH, NO! ¡Va a salir alguien!”, grité. “¡¡ESCONDEOS!!”.

Nos metimos rápidamente entre unos arbustos cercanos y luego nos asomamos con precaución.


La puerta principal se abrió y vimos a una figura andando p r el sendero de la entrad .

“¡Espabila y haz pis ya, Fifi! ¡Hace un frío que pela!”, dijo una voz familiar.

¡¡ERA MACKENZIE Δ!!

¡MIERDA! Voy a ten r que terminar de escribir esto más tarde. Se trat de temas muy personales, y ¡MAMÁ ha irrumpido en mi habitación sin l am r a la puerta!

Ha dicho que en el Tiempo Compartido en Familia vamos a ir tod s con Brian a a ver la última película de la Princesa Sugar Plum.

Y después cenaremos en el Queasy Che sy.

¡AAAARJJJJ! ¡

HORROR

!


¡No sé qué odio más, si las películas de la Princesa Sugar Plum o el Queasy Che sy!

Supongo que todavía estoy traumatizad de cuando Mackenzie nos grabó a Brian a y a mí en vídeo mientras bailábamos en el Queasy Che sy y luego lo colgó en YouTube.

Tengo que dejar de escribir, aunque la verdad es que no quiero.

CONTINUARÁ...


VIERNES, 3 DE ENERO

¿P r dónde iba cuando me interrumpieron tan BRUSCAMENTE? (me doy una palmad en la frente, intentando rec rdar).

¡Ah! ¡Estab con la Gran Broma del Papel Higiénico!

“¡Espabila y haz pis ya, Fifi! ¡Hace un frío que pela!”, le dijo Mackenzie a su caniche en ton quejos .

Aunque era un jardín en rme, es estúpido perro tuvo que ir a HACER PIS EXACTAMENTE en el mismo ARBUSTO en el que estábamos escondidas.


¡Dios mío! No movimos ni un músculo. Ni siquiera nos atrevimos a respirar.

“¿Qué te pas , Fifi? Ahí no hay más que arbustos... Vamos, volvamos dentro”.

Todas soltamos un suspiro de alivio al mismo tiempo. ¡FIU!

Entonces, de improviso, Fifi c rrió bajo los arbustos y se ab lanzó contra nos tras, ladrando com un pit bul rabios .

“¡Guau, guau! ¡Guau, guau, guau! ¡Guau! ¡Guau, guau!”.

“¡AAAAAAAHHH!”, gritamos chocando unas con otras al trat r de escap r de esos arbustos.

P r supuesto, Mackenzie casi se desmay del susto. Se quedó mirando aterrad y gritó todavía más


Lo cual increm ntó la histeria de Mackenzie y la hizo gritar más fuerte todavía. “¡AAAAAAAAHHHH!”.

Parecía que tod aquel jaleo de ladridos y gritos de pánico no iba a terminar

NUNCA

.


“¿NIKKI? ¿CHLOE? ¿ZOEY?”, balbució finalmente Mackenzie. “¡Madre mía! ¡Me habéis dado un susto de muerte! ¿Qué estáis haciendo aquí fuera a estas h ras?”.

“Esto... Si te digo que estábamos dando un paseo y nos hemos perdido entre los arbustos, ¿te lo cre rías?”, pregunté.

“¡NO! ¡No me lo cre ría!”, respondió el a cruzando los brazos y fulminándon s con la mirad .

“Eso sospechab ...”, musité. “Bueno, ha sido un placer charlar contigo, pero ten mos que irnos...”.

“¡Un momento! TENÉIS que explicarme un par de cosas. ¿QUÉ hacéis husmeando p r mi cas ? ¿Y QUÉ pinta un Conejito de Pascua el día de Año Nuevo?

El Conejito de Pascua

Chloe, Zoey y yo nos


“Estábamos... en... empapelando un poc ... tu... tu cas ”, tartamudeé.

“¿Estab is haciendo QUÉ?”. Mackenzie miró alred d r y finalmente vio las tiras de papel higiénico colgando de los árboles. “¡No pued ser! Nikki, no me puedo cre r que...”.

“NO es culpa suya. Ha sido idea MÍA”, salió Zoey en mi def nsa. “La he retado a hacerlo”.

“Sí, pero jugar a Verdad o Reto ha sido idea MÍA”, intervino Chloe ag chando la cabeza. “Eso ME hace totalmente responsable”.

“¡Vamos! ¿EN SERIO creéis que soy tan ESTÚPIDA com par trag rme que a unas ingenuas com vos tras se les ha ocurrido una broma tan riginal?”, se burló Mackenzie.


“¡Sí, vamos! Ni siquiera er s cap z de MENTIR de manera convincente”, se mofó Mackenzie.

Entonces nos miró con desprecio, com si fuéramos algo que su caniche ac bab de hacer en la acera.

MACKENZIE Y SU MIRADA DESPECTIVA


gracios s par atraer mi atención! Los chicos están muy obsesionados conmigo”.

Mackenzie se rio y pestañeó, com si flirtear con algún ligue invisible que sol el a podía ver.

“M m... Apuesto a que ha sido Brady o alguno de los del equipo de fútbol. O quizá Theod re y los lerdos de su pandil a...”.

Se l evó las manos al c razón y puso car de éxtasis.

“¡Oh, sí, ah ra caigo! ¡Ya sé quién lo ha hecho! ¡BRANDON!”, chil ó. “¡Nikki, deb s de estar muy celosa! ¡Al fin y al cabo ha empapelado MI cas y no la TUYA! ¡Pues te aguantas!”.

“Mackenzie, te diré cuatro pal bras: No-Tien s-NiIdea”, le espeté clav ndo la mirad en sus diminutos


“¿O sea que venís en mitad de la noche par recoger el papel higiénico de MI jardín? Pero ¿POR QUÉ? Ah, claro, ¡no queríais que lo viera¡ ¡Así no me enteraría de que Brandon está ENAMORADO de mí! ¿Es eso?”.

Puse los ojos en blanco y le dije: “¡No, Mackenzie! Brandon no tien nad que ver con...”.

“¡Estás MINTIENDO! ¡Ese papel higiénico ME perten ce! ¡Así que no te atrevas a tocarlo! Si Brandon se ha metido en tod este lío, deb de ser p rque le gusto DE VERDAD. Y p r eso estáis merodeando p r aquí, trat ndo de ARRUINAR mi vida sentimental”.

“¿YO? ¿Arruinar SU vida am rosa?”.

¡LO SIENTO! Pero estoy DEMASIADO ocupad arruinando la mía. P r eso no tengo ninguna.


¡INÚTIL y REPUGNANTE!

“¡Com tú digas, Mackenzie!”, me resigné. “Piensa lo que quieras. Som s nos tras las que hemos envuelto tu jardín en papel higiénico. ¡Estamos CANSADAS! Así que nos vamos a CASA”.

Chloe, Zoey y yo recogimos los cilindros de cartón


“¡DEVOLVEDME ESO AHORA MISMO! ¡ES MÍO!”, chil ó Mackenzie. “¡Devolvédmelos o l amo a la policía! ¡Es un delito l evarse cosas de una propiedad privad ! ¡FRACASADAS!”.

Chloe, Zoey y yo nos quedamos helad s y nos miramos unas a otras sin dar crédito. Entonces VOLVIMOS a tirar en su jardín los tubos de cartón del papel higiénico.

¡Estab com una CABRA!

“¡Ah! Y a tod esto... ¡FELIZ AÑO NUEVO!”, dijo alegrem nte Mackenzie, en ton feliz y amistos .

¿He dicho ya que esa chica es ESQUIZOFRÉNICA?

Caminábamos hacia la cas de Zoey en absoluto silencio. Aquel a experiencia había sido totalmente... ¡SURREALISTA!


“Menos mal que Mackenzie no nos ha creído. De lo contrario, probablem nte estaría enterrando nuestros cadáver s en su jardín”, dije sofocad de risa.

“¡Eh, que conste que nos tras hemos trat do de contarle la verdad! Pero tien un ego tan hinchado que un día de estos estal ará”, resopló Zoey.

A pesar de tod , creo que aquel a noche mis BFF y yo aprendimos dos lecciones muy valiosas.

1. La venganza no mer ce la pena, y

2. Nadie ENGAÑARÁ a Mackenzie mej r que... ¡la propia MACKENZIE!

¡Parec que el Año Nuevo ha tenido un buen comienzo!


SÁBADO, 4 DE ENERO

¡Adivina qué c rreo el ctrónico he recibido hoy! Una invitación par la...

¡FIESTA DE CUMPLEAÑOS DE BRANDON! ¡¡YUUUJUUU ∞!! Estab tan contenta que he bailado mi “danza de la felicidad” de Sno py.


¡PARA NADA! ¡Se siente, Mackenzie ∞!

Tenía tantas gan s de ir a la fiesta de Brandon que ha recurrido a sus sonrisas, su pestañeo, y eso de ret rcerse coquetamente un mechón de pelo con la intención de HIPNOTIZARLO y conseguir que la invitar . Pero no le ha funcionado.

En cualquier caso, no tengo ni la más remota idea de lo que le voy a regal r a Brandon p r su cumpleaños. Pero al menos he ah rrado suficiente dinero par comprarle algo bonito.

Estab pensando en l evarle a cenar a un restaurante italiano muy pint resco. Y compartir un romántico plato de espaguetis, com en mi película pref rida, La Dama y el Vagabundo

. ¡SIIIIIÍ!

Hablando de comida, Brian a y yo fuimos al Crazy Burger, es sitio nuevo del centro comercial. Hacen unas hamburguesas en rmes que dicen que están deliciosas. Sin embargo, en cuanto las pedí, ya no


¡BUENOS DÍAS, QUIERO UNA HAMBURGUESA NORMAL Y UNA HAMBURGUESA PARA NIÑO, POR FAVOR!

MUY BIEN. ¿QUÉ PREFIERE: LA SUPERGRANDE O LA EXTRAGRANDE?


MMM... ¿QUÉ DIFERENCIA HAY?

UNA CAUSA DERRAME CEREBRAL Y LA OTRA, ¡INFARTO!


Yo me ref ría a... M m, ¡NO TIENE IMPORTANCIA!

¡Pero estab MUERTA DE HAMBRE!

Estab

TAN

hambrienta que podría haberme comido

la hamburguesa de gomaespuma que c ronab su sombrero h rtera y ridículo.

Con esos ojos saltones de plástico y tod .

Y no te lo pierdas: aquel os sombreros tan ch rras se vendían al precio de 7,99 dólares. Pero ¿QUIÉN en su sano juicio se iba a comprar uno?

De todas maneras, aquel a hamburguesa estab riquísima y era supersabrosa. A Brian a también le encantó la suya.

¡Eh! ¡Tal vez Brandon y yo podríamos disfrutar de una el gante cena a la luz de las velas en el Crazy


DOMINGO, 5 DE ENERO

Hoy he recibido una noticia superguay de Trev r Chase, el product r del famos program de tel visión 15 Minutos de Fama

y miembro del jurado del

Concurso de Talentos del Wetchester Country Day.

El pas do noviembre f rmé un grupo musical que se l am ba Aún No Estamos Seguros. Ya sé que es una locura de nombre par una banda. Se suponía que íbamos a ser Los Ped rreicos. Pero Mackenzie metió su gran nariz en mis asuntos personales y casi lo estropea tod .

Su grupo de baile ganó el Concurso de Talentos del WCD y la posibilidad de hacer una audición par participar en el program de tel visión.

Pero Trev r quedó tan impresionado con MI grupo que nos dijo que grabásemos una canción que habíamos


El caso es que estab en mi habitación cuando me

ha sonado el móvil. Era Trev r...

¡OH, QUÉ BIEN! ¡CLARO, SEÑOR CHASE! ¡NOS ENCANTARÍA REUNIRNOS CON USTED EL SÁBADO, 8 DE FEBRERO!


He l am do a Chloe, Zoey, Brandon, Violet y Theo y les he comunicado la estupenda noticia. Hemos decidido que el grupo comenzaría a ensay r de nuevo una seman antes de quedar con el señ r Chase.

¡Oh, Dios mío! ¿No sería fantástico que nos fuéramos de gira y actuáramos de teloneros par Lady Gag o One Direction? Podríamos convertirnos en músicos profesionales.

Imagina cómo serían nuestras vidas si fuéramos estrel as del pop. Saldríamos en las p rtad s de todas las revistas musicales, y pued que incluso tuviéramos nuestra propia marca de perfume.

Lo mej r es que Brandon y yo podríamos protagonizar una película de éxito titulad

Musical en el Instituto

Sobre dos ped rros que se ENAMORAN. ¡YAAAJUUU!

Seguro que gan ría un

O scar a la Mej r Película.

¡Eh! ¿Qué podría ocurrir? ¡Chínchate, Mackenzie!

.


LUNES, 6 DE ENERO

Hoy ha sido el primer día de clase después de los quince días de vac ciones de Navidad.

Tengo que recon cer que no tenía ningunas gan s de ver a Mackenzie.

Estab SUPERpreocupad p r Chloe, Zoey y p r mí, p r las consecuencias de haber ad rnado su jardín con papel higiénico.

¿El colegio l am ría a nuestros padres?

¿Nos castigarían?

¿Nos expulsarían?

¿Nos det ndrían?


¡¡NIKKI!! NO SÉ QUÉ ESTÁBAIS HACIENDO EN MI CASA ESA NOCHE, PERO TE LO ADVIERTO: NO METAS LA NARIZ EN MIS ASUNTOS.


“Mackenzie, ya me disculpé y me ofrecí a limpiarlo tod . Com ya te expliqué, Chloe, Zoey y yo sol estábamos haciendo el tonto”.

“¡Mentirosa! ¡Estás celosa p rque Brandon es mi admirad r secreto! Lo siento, pero quien le gusta soy YO, no TÚ. No es culpa mía que parezca que se ha prendido fuego en tu car y alguien ha trat do de ap garlo con un ten d r”.

“Y no es culpa mía que no tengas nad en la cabeza y que, cad vez que abres la boca, se oiga el oleaje del mar”, le repliqué.

“Te advierto, Maxwel . ¡Quítate de en medio o lo lamentarás! Al fin y cabo, no perten ces a este colegio”.

Cuando Mackenzie pronunció estas pal bras, sentí un


MacKenzie es la ÚNICA alumna que con ce mi embar zos secreto. Y, si los otros se enteran, me... arrastraré hasta... mi taquil a... par MORIRME de vergüenza.

MacKenzie esbozó una sonrisa de reja a reja, mientras me dedicab un último insulto.

“¡P r cierto, me encanta tu peinado de hoy! ¿Cómo te las ap ñas par que el pelo te asome así, p r el agujero de la nariz?”.

Cerró su taquil a de un p rtazo y se marchó contoneándose. ODIO cuando hace eso.

A la h ra del almuerzo, tod el colegio rum reab que Brandon estab enam rado de Mackenzie.

El cotil eo decía que Brandon se había pas do una h ra empapelando el jardín de Mackenzie: había


sus mej res amigas par intentar recoger el papel higiénico y estropear la s rpresa.

¡P r fav r! Esa hist ria es TAN ridícula que estoy segura de que nadie se la va a cre r. Además, Mackenzie no tenía ninguna prueba...


¡¡Excepto la fot del jardín, en tam ño 20x25 centímetros!!

Estab tan rgul osa que hizo una fot grafía del jardín con su teléfon móvil. He oído que incluso la ha subido a Internet.

Y, durante el almuerzo, todas las chicas del grupo GSP se arremolinaron alred d r y se quedaron extasiad s ante la fot , com si fuera un retrato de Justin Bieb r de bebé, o algo p r el estilo.

Pero a mí lo que más me preocupab era Brandon. Ya tenía suficientes problemas en su vida: sol faltab que Mackenzie y yo le creásemos más.

Espero que este cotil eo sin imp rtancia no afecte a nuestra amistad.

Aunque tengo el pres ntimiento de que arruinar nuestra amistad es EXACTAMENTE lo que pret nde Mackenzie.


MARTES, 7 DE ENERO

¡AAAAAAAAAHH! (Esa soy yo gritando.)

iEstoy teniendo un at que de histeria!

¿POR QUÉ?

P rque cuando esta mañan he ido a desayunar, he visto a un descon cido con traje de ejecutivo de pie en la cocina.

¡Y ahí va eso!

Mamá le ha dado una taz de café y luego le ha plantado un besazo en rme...

¡En la boca!

¡

Á

É


PAPÁ

¡Entonces me he dado cuenta de que se trat ba de


“¡Papá, estás muy el gante! ¿A qué se deb ?”, le he preguntado al tiempo que engul ía un en rme trozo de tarta de fresa.

“¡Gracias al gran prestigio de Fumigación de Insectos Maxwel , me ha surgido una inter sante op rtunidad de negocio!”, sonrió papá muy rgul os .

No he querido aguarle la fiesta, pero mi padre va de un lado a otro de la ciudad con una furgoneta que tien encima una cucar cha de plástico de dos metros.

Quiero decir, ¿cómo se pued ten r un GRAN prestigio así? Tan sol es una opinión.

Mi padre ha seguido diciendo: “Esta mañan tengo una reunión con el dueño de la empresa más imp rtante de la ciudad: Hol ister Holdings, S.A.”.


¡DIOS MÍO! ¡PAPÁ! ¿HAS DIZO HOLLIZTER?


“¡Sí! Me reuniré con Marshal Hol ister. Tu madre dice que su hija va a tu colegio y que sois buenas amigas”.

¡De pronto he sentido que la cabeza se me iba y que la habitación comenzab a dar vueltas!

“Pero, papá, ¿cómo sabes que se trat de una reunión de negocios? Pued que quiera hablarte de otras cosas, com ... m, ¡yo qué sé! Algo chocante y s rprendente que esté relacionado... ya sabes, m... con mucho papel higiénico... y árboles...”.

“¿¿Qué??”. Papá me ha mirado totalmente perplejo. “Ni siquiera con zco a es tipo. ¿De qué MÁS querría hablarme Marshal el ricachón, si no es de un acuerdo comercial?”.

“No... no tengo la men r idea”, he tartamudeado.


REUNIÓN! TENGO UN MAL PRESENTIMIENTO. SI DE VERDAD ME QUIERES, ¡NO VAYAS! POR FAVOR, PROMETÉMELO”.

Pero ha debido de pensar que estab de broma o algo así, p rque se ha reído y me ha besado en la frente.

“¡Hija mía! Tú y tu madre estáis más nerviosas que yo con esta reunión. Vamos, tranquilas. En lo que refier a los negocios, soy un tiburón astuto y despiad do. Lo tengo TODO controlado. ¡Podéis l am rme SEÑOR

NEGOCIANTE!”.

“¡Bien, Señ r Negociante!”, rio mi madre. “Tu c rbat está flotando en el café y tien s el bigote manchado de mermelad . ¡Me parec que el astuto y despiad do tiburón deb ría subir a lav rse la car y cambiarse de c rbat !”.

Papá sacó su c rbat del café y la miró disgustado.

“¡Vay p r Dios! ¡Es mi c rbat de la SUERTE! ¡Y


MI PADRE, EL ASTUTO Y DESPIADADO

TIBURÓN PARA LOS NEGOCIOS

PAPÁ

Es bastante obvio que Mackenzie se ha chivado, y ah ra SU padre quier hablar con el MÍO.


No sé si hacer las maletas par huir de cas y convertirme en una adolescente vag bunda, ANTES o DESPUÉS del colegio.

Claro que debo trat r de avisar a mis BFF, Chloe y Zoey, de que probablem nte el padre de Mackenzie también hablará con SUS padres.

Así que está decidido.

Me escap ré de cas DESPUÉS del colegio.

¡¡Δ!!


MIÉRCOLES, 8 DE ENERO

¿QUÉ está pas ndo aquí?

MacKenzie ha estado SUPERsimpática conmigo durante los dos últimos días.

Y, a pesar de que ayer SU padre y el MÍO tuvieron esa famosa reunión, el a TODAVÍA sigue al rdeando de que Brandon ad rnó su jardín con papel higiénico.

¡Cosa que es ABSURDA!

Y, lo que aún es más extraño: mis padres no me han dicho NADA de que...

1. ME LA HAYA CARGADO,

2. TENGAN UN DISGUSTO ENORME o


Ya estab empezando a cre r que habían decidido emplear alguna estrategia de “psicol gía educativa inversa” inspirad en el program del Dr. Phil com castigo. Par que me sintiera avergonzad .

P rque juro que estab tan NERVIOSA y me sentía tan CULPABLE que quería confesar lo que hice, echarme a mí misma una gran bronca, renunciar a mis privilegios y quedarme en cas el resto del año.

Pero en cuanto he regresado a cas después del colegio, tod ha comenzado a cobrar sentido.

Mi padre estab en la parte delantera del jardín, con un flam nte equipo de fumigación de av nzad tecnol gía.

¡Madre mía! Inc rp rab un Potentísimo Rociad r X-14 Antibichos B con veinticuatro boquil as acoplables difer ntes EZ, una Careta Respiramás Ventilad , una


jugando con él, com un niño con su pistola de agua Superremojad ra, o algo así.

Pero lo que me ha alterado de verdad NO ha sido la

nueva y reluciente furgoneta azul que había ap rcad ,

sino el nombre de la empresa con que estab rotulad ...

PAPÁ


¡Y entonces me he dado cuenta de que mi padre había vendido su alma al diablo!

P r lo que a mí respecta, ah ra la familia Maxwel es PROPIEDAD de la familia Hol ister.

Papá me ha saludado con la mano y me ha sonreído. “¡Hola, cariño! ¿Qué tal el colegio hoy?”.

“¡H rr ros ! Papá, ¿de dónde has sac do todas estas cosas?”.

“¡Oh, no son mías! Quiero decir, todavía. Ayer la reunión con Marshal Hol ister fue de mar vil a. Es propietario de siet bloques de ap rtamentos y cuatro edificios de oficinas, y tien en mente ampliar el negocio este año. Su técnico en control de plag s se ha jubilado y quier que le sustituya durante algunas seman s hasta que encuentre a otro y lo entren ...”.


el trab jo de fumigación que he l evado a cabo en tu colegio. Y al parec r esa niña DETESTA a tod el mundo. ¡Incluso a él!”, dijo mi padre riendo entre dientes.

“Pero ¿qué vas a hacer con TUS clientes? ¿De dónde vas a sac r tiempo par atender tu propio negocio Y trab jar al mismo tiempo par el señ r Hol ister?”.

“Dijo que podía rganizarme mi propio h rario. Y me ha aut rizado a usar su nueva furgoneta y este equipo tan sofisticado. Pero lo mej r de tod es el dinero extra. Trab jar par el señ r Hol ister es una op rtunidad sensacional y pienso aprovecharla”.

¡Y aquí se me ha ocurrido algo terrible!

¿Qué pas ría si mi padre dejar su negocio par trab jar par el señ r Hol ister a tiempo completo? ¡Entonces yo perdería mi beca en el WCD y tendría


¡NO podía cre r que mi padre fuera a arruinarme así la vida! Pero sabía que esto NO tenía que ver con él. El rigen de tod estab en la gran met dura de pat que tuve con Mackenzie en Año Nuevo.

Y ah ra el had madrina de papá (el ricachón Marshal Hol ister) se le había ap recido prometiendo que podía convertirlo en una Cenicienta fumigad ra.

EL HADA MADRINA DE PAPÁ

¡DIOS MÍO!


Era MACKENZIE quien estab destruyendo mi vida. ¡Com de COSTUMBRE!

“¡No te preocupes, cariño! Lo tengo tod controlado. Pued s l am rme...”.

He terminado su frase. ”¡Señ r Negociante! Un astuto y despiad do tiburón par los negocios, ¿no?”.

“¡Sí!”, ha exclam do papá, y me ha dado un gran abrazo. Luego ha seguido rociando con agua sus supuestas pulgas de niev o lo que fues n.

Me he ido directamente a mi habitación y me he pas do una h ra l rando.

Ah ra estoy sentad en el b rde de la cam : p r alguna razón, eso siempre me hace sentir mucho mej r.



A juzgar p r lo mucho que le gusta a mi padre su nuevo empleo, SEGURO que tendré que cambiar de colegio.

Sol me queda intentar aferrarme a la beca que me concedieron tanto tiempo com pueda.

¡Cosa nad fácil con Mackenzie trat ndo de destruir mi vida!

¡¡Δ!!


JUEVES, 9 DE ENERO

¡¡AAAAAAAAAAAAH!! ¡Esta soy yo, soltando un grito de frustración!

Se supone que ah ra tendría que estar en la primera clase del día. Pero me he escondido en el cuarto de baño y estoy escribiendo en mi diario, trat ndo de no ten r una crisis nerviosa.

¡Acabo de ten r una gran discusión con Mackenzie, y ah ra el asunto de la Gran Broma del Papel Higiénico se ha convertido en un DESASTRE!

Tod ha empezado cuando me he pas do p r secretaría par conseguir un ejemplar de nuestro Manual del Estudiante. Estab SUPERpreocupad y nec sitab saber qué decían las n rmas del colegio sobre las bromas.


al í UNA h ra al día, durante las h ras de estudio. Pero estoy empezando a sospechar que vive en la secretaría CLANDESTINAMENTE o algo p r estilo.

... NO MUCHO. ESTOY EN MI HABITACIÓN.


Sabía que se lo iba a contar tod a Mackenzie.

Claro que no le iba a hacer falta, p rque la última persona con la que me apet cía encontrarme estab al í sentad con Jes ica, cotil eando y pintándose las uñas...

¡¡MACKENZIE Δ!!

Pued que esté par noica, pero ¡estas dos chicas siempre ap rec n en los momentos más INOPORTUNOS de mi vida!

Com dos VERRUGAS... Dos verrugas vivientes adictas a la barra de labios que no par n de cot rrear.

He estado a punto de dar media vuelta y huir de al í gritando, pero al final me he limitado a aclar rme la garganta, les he mostrado una sonrisa y he dicho en


ha quedado mirando, com si ac base de ver a un bicho saliendo de una alcantaril a. Me ha parecido que estab SUPERmolesta cuando ha dicho... NIKKI, ¿NO VES QUE ESTOY OCUPADA? ¡MIS UÑAS TARDARÁN EN SECARSE AL MENOS OTROS DOCE MINUTOS! VUELVE LA SEMANA

QUE VIENE.

JESSICA, ARREGLÁNDOSE LAS UÑAS

No podía cre rme que Jes ica me hubiera dicho eso a la car . ¡Es la PEOR secretaria que he visto NUNCA!

Entonces Mackenzie me ha lanzado una mirad de


“Jes ica, Nikki nec sita el Manual par le r la parte que dice que los estudiantes que hag n gamberrad s y causen daños en la propiedad privad serán automáticamente expulsados del colegio. Está en la página 128. ¡Léelo y ponte a l rar, Nikki!”.

Me temblab n tanto las manos que apenas podía sujetar el libro. Lo he abierto p r la página 128 y


intencionad de propiedades ajenas pued ac rrear la expulsión del colegio’. Nadie ha destruido propiedad alguna, Mackenzie”.

“Pues yo creo que MERECES que te expulsen del colegio. Colgar papel higiénico de los árboles no es tan grave, pero arrojar HUEVOS contra una cas pued causar daños. Y creo rec rdar que aquel a noche vi huevos tirados p r todas partes. ¿Tú no los viste? Estoy convencida de que esos huevos causaron daños en mi propiedad”.

“¡¿Qué?! Sabes perfectamente que NO HABÍA ningún HUEVO en tu jardín. Nos tras no tiramos ningún...”.

“Bueno, ¡pues ALGUIEN lo hizo! Y si no fuisteis vos tras... ¿podría ser... no sé... mi admirad r secreto?”, ha insinuado, con una sonrisa maligna.


MacKenzie se me ha quedado mirando con esos ojos pequeños y bril antes que tien durante lo que me ha parecido una ETERNIDAD.

“En realidad, Nikki, estoy segura de que tod es asunto de los huevos se me olvidaría si alguien fuera cap z de conseguirme un par de invitaciones par que Jes ica y yo podamos asistir a la fiesta de Brandon...”.

Entonces ha bajado la mirad con expresión inocente.

Yo estab tan alucinad que casi me caigo de espaldas.

¡No podía cre r lo que ac bab de oír!

He tenido que conten rme par no ab lanzarme sobre esa ESTÚPIDA y ABOFETEARLA. Nunca se me ocurriría arrojarle huevos a nad ni a nadie, p rque eso no se hace.


¡Esos huevos te quedan que ni pintados!

“Perfecto, Mackenzie. ¿Y si es alguien no consigue las invitaciones...?”, le he preguntado.

“¡Ah, no sé! Pued que escriba sobre este asunto en mi columna de cotil eos... Quiero decir, la sección de Moda y Temas de Actualidad del periódico del colegio. ¡Cuando el direct r Winston la lea, seguro que alguien


después de clase p r eso. Me lo he gan do. Pero nadie ha arrojado huevos contra su cas , ni ha causado daños en su propiedad.

Y el hecho de que Mackenzie se invente MENTIRAS mezquinas par poder amenaz rnos con la expulsión a menos que le consigamos invitaciones par la fiesta está muy mal p r un montón de razones.

¡Que tenga que perder mi beca en el WCD p rque mi padre hay decidido trab jar en exclusiva par el padre de Mackenzie ya está MAL! ¡Pero que echasen del colegio a Brandon p r culpa de MI dichosa broma sería algo terriblem nte INJUSTO!

No puedo permitir que eso suceda.

¡Tien que haber ALGO que pueda hacer par det ner a Mackenzie!

¡AAAAAAAAAAAAAHHH! Esa soy yo, gritando de frustración.


VIERNES, 10 DE ENERO

Apenas he podido d rmir esta noche.

Estab acostad , completamente despierta, intentando imaginar cómo par r a Mackenzie.


histéricas estropean su CUMPLEAÑOS, habrá sido culpa mía.

No podría reprocharle a Brandon que se preguntar si soy su amiga o más bien una marioneta estúpida de Mackenzie.

Así que mi ÚNICA opción es trat r de conseguir un puesto en el periódico del colegio.

Al menos así podría trat r de evitar que publicase cosas sobre Brandon, Chloe, Zoey y yo que nos valieran la expulsión del colegio.

Si tuviera vigilad de cerca a Mackenzie, podría hacerla cal ar inf rmando sobre el a al consejero del periódico ANTES de que tuviera tiempo de causar problemas.


2. El periódico tien también tiras cómicas y caricaturas, y soy aficionad al dibujo.

3. Y además está mi am r, Brandon él .

, y estoy loca p r


Durante la clase de educación física, he hablado de mi plan a Chloe y Zoey, y les ha parecido muy buena idea.

P r supuesto, me he cal ado la parte de que quiero entrar en el periódico par evitar que Mackenzie consiga que nos expulsen a todas del colegio con sus mentiras y sus falsedades.

Y cuando les he dicho que estab preocupad p rque lo único que he escrito en serio era mi diario, Chloe y Zoey me han asegurado que lo iba a hacer bien.

Han dicho que sol una persona que no estuviera en sus cab les podría escribir un diario sin faltar un sol día, com hago yo, y seguir sin ten r NI IDEA de escribir.

Han sido TAN DULCES haciéndome es cumplido.


¡CHICAS, SOIS LAS MEJORES AMIGAS DEL MUNDO!

YO,

SUPER

EMOCIONADA MIENTRAS

HACÍAMOS SENTADILLAS


SIEMPRE están ahí, respaldándome. ¡Soy muy AFORTUNADA de ten r unas amigas com Chloe y Zoey!

También han dicho que entrar en el periódico del colegio es una op rtunidad perfecta par que Brandon y yo estemos más tiempo juntos.

¡Pues claro! ¡¡Ya lo había pensado ∞!!

¡Seguro que Mackenzie se va poner MUY celosa!

Y Chloe y Zoey han tenido la magnífica idea de que le pida a Brandon que me ayude a encontrar un puesto en el periódico, p rque con ce MUY BIEN cómo funciona.

Se va a quedar muy s rprendido e impresionado cuando ap rezca p r la redacción el lunes a la h ra del almuerzo.

No hemos hablado mucho durante esta seman , p rque


Estoy segura de que ha oído es estúpido rum r de que ha sido el responsable de ad rnar el jardín de Mackenzie con papel higiénico y que le ha dejado esos espléndidos regalos p rque está enam rado de el a.

Pero lo más TERRIBLE de tod esto es que Mackenzie le está tendiendo a Brandon una trampa par que parezca culpable p r algo que hice yo, y el único mod de salvarlo es poner en peligro nuestra amistad y conseguirle a Mackenzie una invitación a su fiesta.

Me encantaría poder aclar r las cosas y decirle a tod s lo que sucedió EN REALIDAD aquel a noche.

Pero lo último que tengo que hacer ah ra es iniciar la Tercera Guerra Mundial contra Mackenzie. Especialmente cuando podrían resultar perjudicad s personas que me imp rtan.


¡MACKENZIE Y YO NOS DECLARAMOS LA GUERRA! YO

De tod s mod s, me cuesta imaginarme trab jando con Brandon en el periódico.

¡TODOS LOS DÍAS!

¡YAAAAJUUU! ¡Quién iba a pensar que una situación


SÁBADO, 11 DE ENERO

P r una vez, estoy impaciente p r que l egue el lunes par poder ir p r ir al colegio.

Estoy des ando contarle mis planes a Brandon.

Y cuando esté en el periódico, vigilaré com un halcón a Mackenzie par que no cause complicaciones.

Lo único que TODAVÍA me preocupa es mi talento par escribir. P rque VOY a trab jar en un PERIÓDICO.

Quiero decir que podría ser tan desastros com apuntarme a una exhibición benéfica de patinaje sobre hielo sin haberme probado nunca unos patines. ¡GLUPS!

Recuerdo esa vez, en segundo curso: tenía que incluir en el libro de rec tas de mi clase la rec ta secreta de


gen raciones. Al parec r, un antepas do mío la sirvió com postre oficial en el primer banquet de Acción de Gracias, al á p r el año 1621.

Así que me quedé muy SORPRENDIDA cuando, hace un par de mes s, al le r el d rso de una caja de cer ales, ¡encontré LA MISMA RECETA!


¿No es increíble?

¡Es flipante! Especialmente después de que mi abuela me dijera

que era un secreto de familia desde 1621.

Me dejó alucinad que la gente pudies ser tan descar damente tramposa.

¿Adónde han ido a par r la sinceridad y la integridad?

Quiero decir que la marca de cer ales deb ría avergonzarse de haberse APROPIADO de nuestra rec ta de los Cuadraditos Crujientes y exhibirla así

en un paquet de cer ales.

Creo que deb ríamos emprender alguna acción legal

o algo así.

Pero com en segundo curso aún no escribía muy bien, la rec ta secreta de mi familia que reproduje era un poc

MUY difer nte de la que había en la caja

de cer ales . . .

90


Cuadradito

( Receta Ingredient 1. 4 taza 2. 1 paque 3. Algo

Preparaci Poner tod Cocinar a Dejar enf

¡ QUE APRO

LA RECETA FAMILIAR QUE ESCRIBÍ

CUANDO ESTABA EN SEGUNDO

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Resultab embar zos , p rque accidentalmente me dejé uno de los principales ingredientes de la rec ta.

¡Eh, que SOLO tenía siet años!

Aunque, pensándol bien, si se trat ba de una rec ta SECRETA, ¿p r qué DESVELAR tod s los ingredientes?

Además, mis delicios s Cuadraditos Crujientes tenían muchas MENOS cal rías que los ader zados con nubes de azúcar derretidas.

Ah ra que lo pienso . . .

A lo mej r mi primer artículo par el periódico del colegio WCD podría ser la deliciosa rec ta secreta de mi familia par hacer Cuadraditos Crujientes.


DOMINGO, 12 DE ENERO

¡No me lo puedo cre r! ¡Hoy hay ocho centímetros de niev más!

Estoy harta de que niev , y sol estamos en en ro. No sé si podré sobrevivir a otros dos mes s fríos de invierno, deprimentes e inac bables.

Cuando l eguen las vac ciones de Seman Santa, Mackenzie y la may r parte del grupo GSP se irán a algún sitio cálido, soleado y divertido.

¡Pero yo no! Probablem nte tenga que quedarme en cas y ayudar a mamá con la LIMPIEZA DE PRIMAVERA. ¡¡Δ!!

Daría cualquier cosa p r estar relajándome en una play solead y cálida de Hawái. ¡Tien que ser superguay!




De pronto, fue com si hiciera un clima tropical, y casi ac bé con quemaduras del sol al í de pie, contemplando el fruto de nuestro trab jo.

Brian a y yo deb ríamos habernos puesto el traje de baño, nos habríamos echado en una toal a de play y habríamos disfrutado del sol, el surf y la niev .

¿No soy genial?

¡¡∞!!


LUNES, 13 DE ENERO

¡Hoy es el gran día! Pienso ab lanzarme sobre Brandon y preguntarle si me pued ayudar a inc rp rarme al equipo del periódico.

Me he puesto un vestido muy guay que mi abuela me regaló en su última visita. Chloe y Zoey me han dicho que tenía un aspecto muy el gante y profesional.

Creo que tien n toda la razón, p rque cuando estab delante de mi taquil a pintándome los labios, Mackenzie ha venido a buscar algo de dinero par el almuerzo y me ha mirado de reojo con mal car .

Se m ría p r preguntarme p r qué me había puesto tan el gante. Pero yo he hecho com si no la hubiera visto.

No me s rprendería que estuviera espiándome.


¿Lápiz detrás de la reja, par tomar notas y dar estilo? OK.

¿Barra de labios “Bril o de Chica Perspicaz”? OK.

¿Aliento fresco de menta verde par las entrevistas? OK.

¿Bloc de notas par anotar ideas bril antes (y par gar batos alucinantes)? OK.

¿Aspecto intel ctual y calzado ligeramente incómod ? OK.


Finalmente he respirado hondo y he enfilado el pasil o hasta l egar a la Redacción del periódico.

He repas do la sal trat ndo de localizar a Brandon y, com de costumbre, he recon cido su pelo desgreñado detrás de una pantal a de rdenad r.

¡Guau...! De pronto, me ha dado un mareo y se me ha ido la cabeza. Pero ¡en el BUEN sentido ∞!

Lo único que me preocupab era ac bar vomitando el batido de fresa y plátano que me había tomado par alm rzar: seguro que eso arruinaría mi imagen de “intrépida periodista”.

“¡Nikki!”, Brandon ha sonreído, me ha saludado y me ha hecho un gesto par que me acercar . “¿Qué pas ?”.

“He decidido apuntarme al periódico. Y com hoy


Brandon ha parpadeado, s rprendido. “¡No me digas! Estás de broma, ¿verdad?”.

“¡Eh!, que tengo un cuaderno y un bolígrafo, y ¡NO me da miedo usarlos!”, he exclam do par tomarle el pelo.


“¡Qué bien! Estaré encantado de ayudarte, Nikki.

¡Ya tengo gan s de le r tu primer artículo!”.

“M m . . . ¡Gracias!”, le he dicho toda sonriente, pero p r dentro estab hecha un manojo de nervios.

Con mi diario soy un hacha, pero seguro que esto de escribir en ton serio y aburrido, en plan periodista, NO se me dará tan bien.

Nec sito un gran milagro: de lo contrario, lo único que va a hacer Brandon cuando lea mi primer artículo será d rmir una buena SIESTA.

Brandon ha buscado rápidamente en su rdenad r la lista de los puestos vac ntes y ha empezado a le rla en voz alta.

“Bien, vamos a ver . . . Hay seis puestos par cubrir. Redact r ayudante de modas, dep rtes, noticias . . . ¡Eh, mira esto! Nec sitamos un maquetad r de gráficos. ¡Tú SERÍAS perfecta par eso!”.


juntos! Ejem... quiero decir, parte del tiempo junjuntos... Ya sabes, tra-trab jando en esas cosas... m... de las maquetas”, he tartamudeado.

“¡Eso sería genial!”. Brandon se ha ap rtado el flequil o de los ojos y me ha dedicado una sonrisa.

NO SOPORTO que hag eso. Me ha dado un at que de SMR (Síndrome de la Montaña Rusa) al í mismo, delante de él. ¡Qué VERGÜENZA!

He perdido totalmente el control y he gritado:

“¡YUUUUUJUUUUUUY!” Pero lo he hecho mentalmente, así que he sido la única que lo ha oído.

Entonces se ha me ha quedado mirando y yo lo he


¡Diría que es juego de mirad s, sonrisas y mejil as col rad s ha durado una ETERNIDAD!

BRANDON Y YO MIRÁNDONOS, SONRIÉNDONOS Y PONIÉNDONOS COLORADOS

Brandon y yo hemos pas do juntos lo que quedab de la h ra del almuerzo, charlando.

Incluso me ha enseñado las fot grafías que piensa pres ntar a un concurso nacional el mes próximo.


Estoy des ando contarles a Chloe y Zoey lo bien que ha ido tod .

Aunque trab jar en el periódico resulte divertido, no debo olvidar mi objetivo principal.

¡Que Mackenzie mantenga la boca cerrad !

Vale, el a ha empezado esta guerra, pero ¡YO la voy a TERMINAR!

¡¡∞!!


MARTES, 14 DE ENERO

Me siento tan frustrad que podría...

¡GRITAAAAAR!

Pero lo único que puedo hacer es seguir sentad en clase de geometría, totalmente distraída (com de costumbre), trat ndo de ap rentar:

1. Que me imp rtan mucho los cuadriláteros irregulares y

2. Que mi vida NO es el verted ro sin interés que ES en realidad.

Asistieron siet aspirantes a la reunión del periódico. Vinieron com media docena de miembros del equipo par contestar a las dudas y actuar com ment res, y entre el os estab n Brandon y Mackenzie.


inc rp rados y agradec ros vuestra pres ncia. Me l amo Lauren Walsh. Soy estudiante de último año en el instituto WCD y becaria de periodismo. El señ r Zi merman, nuestro tut r, estará aquí en unos minutos. Ha pedido que los nuevos se sienten en la primera fila, así que p r fav r...”.

MacKenzie soltó un bufido y puso los ojos en blanco al ver que tenía que ced r su asiento a un novato.

Siempre tien que ser la PROTA. Me entraron gan s de decirle: “Vamos, Mackenzie, no te pongas así. ¿Tanto cariño le tien s a ESE pupitre? ¡Sol te falta ponerle visil os a juego, o algo así!”.

Pero al final sol se lo dije mentalmente, así que la única que lo oyó fui yo.

Pronto ap reció un hombre de median edad vestido


EL SEÑOR ZIMMERMAN


Se sentó en una mesa muy des rdenad y nos contempló con aire molesto.

Era com si fuéramos algo desagrad ble que se le hubiera quedado pegado en la suela del zap to.

Entonces sacó varias pastil as de menta PEZ del dispensad r con cabeza de Sco by-Do que tenía en la mesa y se las metió en la boca.

Después de pas rse un buen rato masticando ruidosamente los car melos, p r fin se decidió a hablar, sin ap rtar ni un instante la mirad de los que estábamos en la primera fila.

“Lauren, ¿de dónde ha salido esta gente?”.

“Estos son los alumnos que quier n entrar en el periódico, señ r Zi merman”.


“Inter sante. Muy inter sante”, murmuró en ton irónico. “Permitid que os pregunte una cosa, chicos y chicas”.

Se levantó y empezó a pasearse arriba y ab jo.

“¿Cuántos no habéis trab jado nunca en un periódico?”.

Tod s los que estábamos sentados en la primera fila levantamos la mano con entusiasmo, incluida yo.

“Vale. Así que no tenéis experiencia”, dijo bajando la voz hasta convertirla casi en un susurro.

Había tanto silencio en la sal que podría haberse escuchado cómo caía un alfiler.

“Bien. Hoy es vuestro día de suerte, p rque os voy a desvelar un secreto. Vais a saber en primera persona cómo se trab ja en el mundo del periodismo”.



¡ESTÁIS DESPEDIDOS!


Tod el mundo estab aterr rizado.

La chica con rtod ncia que se sentab a mi lado

rompió a l rar.

Lauren parecía atónita.

“Ejem, señ r...”. C rrió hasta él y le susurró algo al oído.

“¿Qué quier s decir con ‘Son sol unos críos’?”, dijo Zi merman con ton cáustico.

No pude oír lo que Lauren le estab diciendo, pero al parec r no le había gustado.

“¿No puedo? ¿En serio?”.

Lauren negó con la cabeza.

“Ya veo”. El señ r Zi merman suspiró. “Nec sito


“Que esté muy cargado”, pidió él a sus espaldas. “Mi mujer dice que tengo que tomar menos azúcar”.

Zi merman cogió otro car melo de menta y continuó paseándose arriba y ab jo.

“Escuchadme, chicos. Ten mos seis vac ntes”, dijo mientras le entregab al chav l que se sentab en uno de los extremos de la fila la hoja de inscripción. “Espero que, desde hoy mismo, comáis, bebáis y respiréis periodismo: de lo contrario, no conseguiréis sobrevivir en este negocio. Me estoy jugando MI reputación ¡y NO quiero que se empañe! ¿Está claro?”.

Aunque era una de esas preguntas de “Sí” o “No”, tod s nos quedamos mirándol sin saber qué decir.

No nos dab miedo trab jar en un periódico.

Pero es LUNÁTICO sin afeitar que no par ba de divag r sobre la “supervivencia” nos aterr rizab .


firmab y el puesto de maquetad r par gráficos todavía estab sin cubrir, así que me apresuré a anotar mi nombre al lado.

Tuve que conten rme par no ponerme a bailar mi “danza de la felicidad” de Sno py.

Le pasé la hoja a la chica de la rtod ncia.

“Podría contaros algunas bat l itas de cuando estab en el

Wall Street Journal

señ r Zi merman. “Pero no lo haré. Mi mujer dice que nec sito olvidarlo... y también opina lo mismo mi psiquiatra. ¡A ver! ¿Dónde está esa hoja con los nombres de los que se han apuntado?”, preguntó, rec rriendo la sal con la mirad .

“Aquí está, señ r Zi merman”, dijo Mackenzie agitando la hoja en el aire. “¡La tengo yo!”.

”, continuó el


¡Gracias a USTED, p r ser un profes r tan fabulos ! ¡Me impresiona su inteligencia!

Era com si Mackenzie le hubiera lav do el cer bro,


¡No sop rto esa manera que tien de contonearse!

Zi merman leyó rápidamente la lista de nombres.

“M m... Veo que uno de vos tros se ha echado atrás. ¡Bien! Prefiero que os marchéis ah ra a que me hagáis perder el tiempo”.

Intenté no mirar a la chica de la rtod ncia. Juraría que estab a punto de echarse a l rar otra vez.

“Espero mucho de tod s vos tros. ¡Y rec rdad que ahí afuera hay una selva!”.

Zi merman l amó uno p r uno a los novatos y los fue pres ntando a los miembros del equipo del periódico con quien s iban a trab jar.

Esperé ansiosa a que me l am ra a mí.


Com no había par do de l rar, creí que era la persona que había decidido ab ndonar.

“¡Hola, soy Marcy! Vine a vivir aquí hace seis mes s, desde Boise, Idaho. ¡Me encantará trab jar contigo, Mackenzie!”, dijo la chica, entusiasmad .

“¡Y a mí me encantará trab jar CONTIGO!”, repuso Mackenzie arrugando la nariz com si Marcy apestar a pies.

“NO soy una ap sionad de la moda, pero he diseñado y confeccionado el vestuario completo de mi colección de muñecas Barby”, dijo Marcy sonriendo con rgul o.

“¡Qué riginal! Este es nuestro primer trab jo: cubrir un cambio de lo k urgente. En la tienda de Fab-N-Flirty Fashions están de rebajas”, dijo Mackenzie mientras gar bateab rápidamente en


¡TÚ, CARIÑO! ¿QUIÉN TE HA DISEÑADO LA ROPA? ¿EL RATONCITO PÉREZ?


Le di veinticuatro h ras. Tal vez menos.

Volví a centrarme en el señ r Zi merman.

“P r último, pero no menos imp rtante, emparejaremos al maquetad r de gráficos con... veamos...”.

“¡Brandon! ¡Brandon! ¡Brandon!”, grité mentalmente.

“¡Bien! ... ¿Qué tal BRANDON?”.

¡¡SÍ!! Me volví hacia Brandon, sonriente. ¡No podía cre r que fuéramos a trab jar juntos!

“Brandon, serás el ment r de nuestra nueva maquetad ra de gráficos...”.

“¡YO!”, me susurré par mí misma com si estuviera soñando.


Britney, una de las chicas del grupo de las GSP, se revolvió en su asiento y se puso a echarle miraditas seduct ras a Brandon.

¡Tenía que haber algún ERROR! ¡Yo me había apuntado par el puesto de MAQUETADOR DE GRÁFICOS!

¡¡Y se suponía que Brandon iba a ser

No me s rprendió mucho ver a Mackenzie mirándome desde el otro lado de la sal , con una sonrisa de suficiencia. Me dieron gan s de ab lanzarme sobre el a y darle una bofetad ...

¡Vay ! He estado tan distraída escribiendo sobre esa dem ncial reunión del periódico que no he escuchado nad de lo que ha dicho la profes ra de geometría...

¡Un momento! ¡¡¡Ha dicho que retiremos las cosas de

MI MENTOR!!


“¿Qué hace que sea IRREGULAR un cuadrilátero?”.

No sé... Com si me preguntan sobre cuadriláteros CONSTIPADOS.

¡Y yo qué sé!

Voy a suspender este examen.

Y mis padres van a comet r un acto dem ncial y totalmente irracional, com requisarme el móvil.

POR FAVOR, que alguien me ayude...

¡¡ Δ !!


MIÉRCOLES, 15 DE ENERO

¡Aquel a reunión fue un desastre total!

En cuestión de sol treinta minutos mi aventura del periódico dejó de ser un sueño hecho realidad par convertirse en una pesadil a.

“Bien, ah ra que se ha asignado un compañero a tod el mundo, ¿tenéis alguna duda?”, preguntó Zi merman mientras la sal empezab a bul ir de excitación.

“Esto... señ r Zi merman...”.

Intenté hablar un poc más alto.

“Disculpe, pero se ha olvidado de m...”.

“Trab jad cod con cod con vuestro ment r. Y, lo ¡¡

É


Entonces comenzó a gruñir entre dientes... ¡UN MOMENTO! CREO QUE ME HE DEJADO LOS CALCETINES MARRONES EN LA SECADORA. ¿O HA SIDO EN EL MICROONDAS?

YO


Tod el mundo se concentró en su trab jo, pero yo me quedé al í com una idiota, sin saber qué hacer.

OPCIÓN 1:

Dirigirme a Zi merman y decirle que se había olvidado de asignarme un puesto.

A pesar de ten r miedo a que se enfad se si lo molestab y me m rdies la cabeza com si fuera uno de esos car melos.

OPCIÓN 2:

Quedarme ahí sentad sonriendo com una tonta, juguet ando con el bolígrafo, hasta que pas se la h ra.

Y luego buscar un sitio solitario y LLORAR com una NIÑA PEQUEÑA.


¡¡¡SE HA OLVIDADO DE MÍ!!!


Pero com soy una persona muy tímida, me incliné p r la segunda opción.

Justo cuando trat ba de conten r las lágrimas de frustración, Brandon se me acercó.

Me dedicó una cálida sonrisa.

“¡Bienvenida al loc mundo del periodismo! ¿Qué tal lo l evas? Ya veo que no te has decidido p r el puesto de maquetad ra de gráficos. Seguro que te va a gustar ser ayudante de Redacción”.

“M m... La verdad es que no me han asignado ningún puesto. Creo que Zi merman se ha olvidado de mí, o algo parecido”. El nudo que tenía en la garganta era tan grande que casi me impedía hablar.

Creo que entonces fue cuando Brandon se dio


MMM... NIKKI, ¿ESTÁS BIEN?

“Debí haberte advertido sobre Zi merman antes


se había concentrado en recargar af nosamente su dispensad r Sco by-Do de pastil as de menta.

“... ¡despistado!”.

La boca de Brandon susurró la pal bra “despistado”, pero sus ojos querían gritar “¡PSICÓPATA!”.

“Deb rías decirle que todavía no tien s un puesto asignado. Si te sientes incómoda, puedo ir a decírselo yo. Sé que pued resultar un poc intimidante...”.

“¡BRANDON! ¡BRANDON!”. Al otro lado de la sal , su compañera Britney gritab com si el pelo se le hubiera incendiado. Mackenzie estab a su lado, diciéndole cosas al oído.

Pero Brandon no le hizo ningún caso.


Lo último que quería era que Brandon PENSARA que era una tonta y que me dab miedo levantarme y hablar con el profes r.

Quiero decir que ¡¡ESO sería muy infantil!! Sobre tod , sabiendo que Brandon y MacKenzie le gustan.

“Bueno, si te puedo ayudar en algo, no dejes de decírmelo, ¿de acuerdo?”.

Dudó un momento, p r si cambiab de opinión. Luego se encogió de hombros y regresó con su nueva compañera.

Pasé diez minutos autom tivándome, hasta que p r fin reuní suficiente val r par acercarme a la mesa del señ r Zi merman.

Me quedé delante de él lo que me pareció una et rnidad, esperando que se dies cuenta de mi pres ncia.

supiera


Me aclaré la garganta y esbocé una falsa sonrisa. “¡HOLA!”, le dije con voz ronca gritando algo más de lo que había previsto.

El señ r Zi merman se sobresaltó, com si yo hubiera rot un vaso, y luego me miró.

“¿Puedo ayudarte en algo, jovencita?”, dijo sarcásticamente.

Ah ra que me hacía caso, me consumían los nervios. Abrí la boca par hablar, pero no me salían las pal bras.

“¿QUÉ?”, exclamó él, exasperado. Y entonces, en voz muy baja, me dijo: “A ver... ¿estás trat ndo de comunicarte tel páticamente?”.

Entonces me entró el pánico. “M m... ¿Puedo ir al baño?”, dije sin pensar.


Al darme la vuelta par salir c rriendo p r la sal , casi tropiezo con la papel ra.

“¡Lo siento!”, dije.

No suelo hablar con objetos inanimados.

¡Pero en es momento estab supernerviosa!

Y entonces vi que dentro de la papel ra estab la lista en la que nos habíamos apuntado.

Y me di cuenta de que uno de los nombres estab tachado.

Miré a Zi merman y me pregunté si enfurec ría si me veía hurgando en su basura.

Pero él continuab enfrascado en su rdenad r sin




Y estab segura de que la RATA asquerosa que lo había hecho era:

¡¡ MACKENZIE

Δ!!

¡P r eso no me habían asignado compañero!

Así que sol tenía que decirle a Zi merman que de algún mod alguien había tachado “accidentalmente” mi nombre de la lista, y

pedirle

asignar un puesto.

Estaría dispuesta a aceptar cualquier cosa.

Incluso... Moda.

Sobre tod p rque nec sito ten r a Mackenzie vigilad . ¡Des sperad mente!

suplicarle que me


“¡Estoy TOTALMENTE de acuerdo contigo!”, dijo ent rnando los ojos y ac riciándose las sien s.

“¿De verdad?”. Estab empezando a pensar que, después de tod , es hombre no era tan intrat ble.

“¡SE SUPONE que estás en el CUARTO DE BAÑO! Pero TODAVÍA sigues aquí, inc rdiándome. ¡Ese es el... ERROR!”.

“Bueno, es que iba al cuarto de baño de chicas, y he encontrado la hoja con la lista y...”.

“¿No me digas? ¿Y cómo ha ido a par r la lista al cuarto de baño de chicas?”.

“M m... No, en realidad no estab EN el...”.

“¡Escucha! ¡Ah ra estoy MUY ocupado! Te


“Lo siento... Seguramente no me he expresado con claridad. Es que no sé p r qué, pero mi nombre ap rec tachado de la lista. Se ha asignado un puesto a tod el mundo, excepto...”.

De pronto, el teléfon de Zi merman sonó.

Él contestó y alzó un dedo par que yo guardar silencio.

NO podía cre r que es hombre tuviera la desfachatez de HACERME CALLAR con tan mal educación. ¡Estab TAN indignad que le hubies ... m... escupido!

“¡Zi merman! ¡No, eso jamás! ¡Prefiero ir a la cárcel antes que rev lar mis fuentes!”.

Cogió los papel s de su mesa y empezó a embutirlos en su ya rebosante cartera, mientras le gritab al


¡PE-PERO,

SEÑOR ZIMMERMAN,

ESPERE!

Ñ


¡PLAM! Así sonó el p rtazo que me dio en las narices cuando salió c rriendo de clase.

Me dejó al í plantad , parpadeando, con la hoja de la lista en la mano.

Miré alred d r en busca de consuelo, pero tod s estab n af nados trab jando con sus compañeros en sus respectivas tareas.

Tod s, excepto Mackenzie.

Sentí que sus ojos malvados me mirab n desde el otro lado de la sal .

Pero ya no me imp rtab .


¡TE VAS MUY PRONTO!

Pero yo no dije ni una pal bra y pasé de largo.


de pisotear tan fría y cruelmente mis esperanzas y mis sueños con sus zap tos de diseño.

¡SOCORRO!

YO


¡Esa chica no tien sentimientos!

Primero convenció a SU padre par que le ofreciera al MÍO un trab jo en Hol ister Holdings, S.A., con la única intención de SABOTEAR mi beca en el WCD.

Y ah ra ha SABOTEADO mis planes de apuntarme al periódico del colegio, tachando mi nombre de la lista.

¿Qué voy a hacer ah ra?

¡Mi situación es DESESPERADA!

¡¡Δ!!


JUEVES, 16 DE ENERO

Me he pas do tod el día deprimida y sintiéndome com una FRACASADA.

Después de la JUGARRETA que me hizo Mackenzie en la reunión del periódico, mi autoestima ha quedado pulverizad .

Creo que Chloe y Zoey se han dado cuenta de que tengo la m ral p r los suelos.

P rque cuando estábamos en la biblioteca no han par do de chincharme par que les dijera POR QUÉ había cambiado de idea sobre lo de trab jar en el periódico.

AL FINAL no he podido más y les he contado la verdad. Bueno, al menos una parte de la verdad.


Y, bueno, Chloe y Zoey no se lo han tomado nad bien. ¡Se han indignado muchísimo! ¡DE ESO NADA! Eres nuestra BFF y una persona

¡Lo siento! Pero tod el mundo

superam ble, y no vamos a

se mer ce que lo traten con

permitir que esa egoísta

am bilidad y respeto, Nikki,

obsesionad p r la moda te

especialmente las personas con

trate com a un pel le, p r

baja autoestima.

muy tímida que seas.


¡Me he quedado mirándolas, alucinad ! ¡Me costab cre r que hubieran dicho tod eso!

¡Vay ! ¡Era lo mej r que había escuchado en mi VIDA!

No mer zco ten r unas amigas com Chloe y Zoey.

Son las MEJORES amigas que JAMÁS tendré.

Me han hecho desfilar directamente al aula de Zi merman.

Luego me han mirado a los ojos y me han dicho que si no entrab al í y pedía un puesto en el periódico, me iban a dar una pat da en el CULO.

Ha sido SUPERgracios . P rque, claro, estab n bromeando.


¡VAMOS, ENTRA AHÍ!



mí al hacer el reparto de puestos en la reunión del periódico del otro día. Alguien debió de tachar mi nombre de la lista ‘accidentalmente’, o algo p r el estilo. Mire, aquí está...”, y le he entregado el papel.

“¿Es eso cierto?”. Zi merman le ha echado un vistazo a la lista y luego ha mirado hacia la pizarra. “Parec que tien s razón. El único problema es que tod s los puestos están cubiertos. Ayer se inc rp raron dos más. Y tuve que ponerlos de ayudantes de Lauren. Pued que ah ra consiga traerme el café antes de que se enfríe”.

“¡TIENE que haber algo que pueda hacer!”, he impl rado. “Mire, la verdad es que tengo un gran problema y la única manera de arreglarlo es f rmando parte del equipo del periódico. Mis amigos cuentan conmigo, y no quiero dec pcionarlos. ¡POR FAVOR!”.

“¡Eh, c rta el rol o, jovencita! Siento que estés


¡Este tío es increíble!

¡Vay profes r más desagrad ble! Había acudido a él con un problema, y él se quedab ahí sentado, sin hacerme ni caso, com si yo fuera un vaso de café vacío.

YO


“Bien. Gracias p r recibirme”. Después de soltar un profundo suspiro, me he dado la vuelta par marcharme con los ojos l enos de lágrimas.

Zi merman se ha recostado en su sil a y se ha quedado mirando al vacío, rascándose los pelos de la barbil a.

“¡Un momento! Creo que tengo una cosa par ti, jovencita. Pero supondrá mucho trab jo. Resucitaremos la sección de consejos. ¡Especialmente par ti!”.

“¿La sección de consejos? ¿Par m-mí?”. Mi indignación ha desap recido y ha dejado paso a una inseguridad total. He vuelto a ser una novat l rona. “¿Quier decir que lo haré yo sola? ¿Sin un compañero?”.

“Exacto”, ha respondido. “Tengo la sensación de que tien s ag l as par sac r la sección adelante. O eso, o te cargarás la reputación del periódico y a mí me


“No soy tan buena dando consejos. ¿Qué pas si a la gente no le gustan mis respuestas? Se pued n enfad r conmigo y ponerme verde”.

“Siempre cabe la posibilidad... Cuando escribas te convien utilizar un pseudónimo”.

“M m..., de acuerdo. No sé si tengo uno. ¿Es algo así com un rdenad r?”.

Zi merman se ha reído. “Jovencita, me recuerdas a mí mismo, cuando empezab . Sin con cimientos, pero con c razón. No, no es un rdenad r; es un nombre guerra”.

“¡De guerra...! ¿Qué guerra?”.

Zi merman parecía irritado. Se ha metido otros dos car melos en la boca.


NO te imaginas las cosas que me han mandado algunos lect res disgustados. P r supuesto, Lauren y yo mantendremos en secreto tu identidad y diremos a los del equipo que er s nuestra nueva ayudante”.

“¡Ah! Ya entiendo. Tengo que inventarme un nombre que sea suger nte”.

“¡Exacto! ¿Ves el último cajón de mi archivad r? Tu material estará ahí, bajo l ave, y la l ave se guardará en una caja metálica negra. Mañan p r la mañan tendrás ahí tod que lo que nec sitas par trab jar”.

“¡Muchas gracias, señ r Zi merman! No se imagina cuánto significa esto par ...”.

“Y ah ra sal de mi aula. Tengo cosas imp rtantes que hacer. Bob Esponja l ega en dos minutos. Ya sabes, el último Gran Héroe Americano”. Me dijo adiós con la


WCD. Una consejera con pendientes de aros, bril o de labios, unas cuantas espinil as, y, lo que es más peligros , sin PIZCA de experiencia.

Y si la cago...

¡PAGARÉ CON MI CABEZA!

MI CABEZA


Estab tan contenta que he regresado a la biblioteca bailando la “Danza de la Felicidad” de Sno py durante tod el camino.

Chloe y Zoey van a estar super rgul osas de mí.

¿Estoy cualificad par dar consejos a los demás? ¡P r supuesto que no! ¡Si me cuesta decidir si tomar leche o cer ales p r la mañan !

Pero cuando mi instinto me dice algo, suel ten r razón. Así que lo haré lo mej r que pueda par no destrozar la vida de nadie. ¡Instinto, no me fal es ah ra!

Bueno... Eso suena un poc raro, ¿no?

¡De tod s mod s, el regreso será sonado!


VIERNES, 17 DE ENERO

Hoy ha sido mi primer día en la Redacción del periódico del WCD com la Señ rita Sabelot do, la experta en dar consejos.

El señ r Zi merman anunció ayer p r megafonía que el periódico volvía a retomar la sección de consejos y dio instrucciones a los alumnos par que depositar n sus cartas en el buzón de la Señ rita Sabelot do que se había colgado en el exteri r del aula del periódico.

Estab impaciente p r ver cuántas cartas había recibido. P r primera vez en mi vida, me he levantado de la cam ANTES de que sonar el despertad r.

Me he duchado, me he cepil ado los dientes y me he vestido en un plis. Luego he bajado a la cocina par zamparme una barrita de muesli com desayuno.


de cer ales en la boca. “¡Voy a trab jar en un proyecto del periódico! Mamá, ¿me pued s l evar al colegio más temprano?”.

Cuando he l egado a la Redacción, Lauren estab dándoles el último vistazo a la versión impresa y online del periódico, justo antes de su publicación.

Tod s los del periódico podíamos le rlas si queríamos, lo cual me permitía controlar convenientem nte la sección de Moda y Temas de Actualidad de Mackenzie.

Si intentab publicar alguna mentira sobre mí y mis amigos, iría a inf rmar a Zi merman tan deprisa que no le daría siquiera tiempo a parpadear.

“¡Buenos días!”, he saludado alegrem nte. “Estoy lista par empezar con mi sección. ¡A ver esas cartas!”.


“¡Parec que hag años que no se utiliza!”, ha dicho mientras se limpiab las manos sucias frotándolas en sus pantalones. Ha abierto el buzón con una l ave.

Se me ha acel rado el c razón mientras esperab impaciente a saber cuántas cartas había: ¿diez, veinte, tal vez cincuenta? Pero se me ha par do en seco cuando he visto lo que habían dejado en la caja...


“¡Ecs! ¡Algunos chicos son TAN inmaduros!”. Estab que echab chispas, mientras trat ba de no parec r demasiado alterad . “¡Esto NO es la basura!”.

“Lo siento”, ha dicho Lauren. “Nuestros lect res no tien n mucho interés p r escribirnos. Esperamos que tu sección pueda cambiar las cosas. Tien que pas r algún tiempo par que un periódico funcione”.

No le he dicho nad , pero pued que nuestro periódico no l egue nunca a “funcionar”. Aparte de las fot grafías de Brandon, el resto es un muermo.

La única vez que lo leí vi que habían publicado una entrevista interminable sobre nutrición con la cocinera de la escuela. ¡Ejem!

Primero, ¿qué tien esa entrevista de inter sante? Y segundo, ¿qué sabrá el a de nutrición? ¡Si sol hace panecil os mohos s con carne enlat da!

Cuando Lauren ha ab ndonado la sal , me he


He mandado un mensaje de texto a Chloe y Zoey con las novedades: “¡Mal s noticias! ¡Mi sección de la Señ rita Sabelot do ha sido un FRACASO total! ¡Ni una sola carta, sol basura!”.

Las dos me han respondido lo mismo: “¡Δ!”.

He dejado escap r un suspiro y he trat do de trag rme el en rme nudo que tenía en la garganta.

En algún momento iba a ten r que contarles la verdad.

MacKenzie se iba a asegurar de que nos expulsar n del colegio p r culpa de la Gran Broma del Papel Higiénico y p r haber lanzado huevos contra su cas , a no ser que NOSOTRAS convenciéramos a Brandon de que invitase a Mackenzie y Jes ica a su fiesta.

¿Quién iba a pensar que entre los talentos de Mackenzie estab la obsesión p r la moda, la tendencia a mentir compulsivamente y el gusto p r el chantaje?


Y era obvio que le gustab mucho, muchísimo, asistir a las fiestas.

Entonces he recibido un mensaje de Chloe par Zoey y par mí: “Acabo de terminar un libro GENIAL. Chica tímida se pres nta par presidente del consejo de estudiantes y su rival se convierte en el direct r de su campaña”.

Sabía que a Chloe le ENCANTABA la lectura. ¡Pero yo estab pas ndo p r la PEOR crisis de mi vida! P r una vez, ¿no podría pensar en MÍ, en lugar de inter sarse tanto p r los dichos s personajes de sus libros?

Entonces he recibido otro mensaje de Chloe: “¡Zoey, l ámame AHORA mismo! ¡Nikki, nos vemos en la biblioteca dentro de quince minutos!”.

¡Genial! ¡Δ!


Cuando yo ya estab en la biblioteca, autoc mpadeciéndome, ha l egado Zoey cargad con cajas de zap tos vacías y papel par pósters.

A poca distancia la seguía Chloe, que tirab de una en rme bolsa l ena de tijeras, pegamento, cartulinas, pinturas y purpurina.

“¿Qué pas ?”, he dicho todavía desconsolad .

“Hemos venido a salvar a nuestra columnista FAVORITA: la Señ rita Sabelot do”, me ha aclar do Chloe, mientras agitab las dos manos, entusiasmad .

“Se nos ha ocurrido que podríamos poner cartel s y bonitos buzones suplem ntarios p r tod el colegio”, me ha dicho Zoey. “¿Qué te parec ?”.

“¡ME PARECE... que sois INCREÍBLES!”, he



Af rtunad mente, hemos podido terminarlos tod s y colgarlos en los pasil os, justo antes de que los alumnos empezar n a l egar a clase...


Una cosa es cierta: la riginal campaña de publicidad que Chloe y Zoey han ideado par la Señ rita Sabelot do ha sido muy comentad .

A la h ra del almuerzo, TODO el colegio hablab de el o.

Y, com la identidad de la Señ rita Sabelot do era un gran secreto, tod el mundo trat ba de adivinar quién era.

¡Nadie sospecharía NUNCA que era YO!

Espero que pronto empiec a recibir cartas.

P rque si el señ r Zi merman suspende de nuevo la sección de consejos p r falta de interés, no podré det ner a Mackenzie cuando quiera difundir sus mentiras en el periódico escolar. ¡Y tod s


SÁBADO, 18 DE ENERO

¡¡ARGGGHHH!! ¡Me siento com si hubiera vuelto a empezar con las clases de baile de Mad me Fufú!

¿POR QUÉ?

P rque, com cad año, la clase de danza de Brian a va a recaudar de fondos par pag r esos trajecitos de baile con volantes que se ponen en los recitales.

Cad alumno tien que vender ses nta choc latinas.

Al principio mi herman me dio pena.

Hasta que mis padres me dijeron que tenía que ayudarla y acompañarla a rec rrer el barrio, puerta


YO

YO, CON UN TUTÚ QUE NO NECESITO PARA UNA CLASE A LA QUE NO ASISTO


“Es lo que vamos a hacer ah ra”, mascul é.

Estab supercansad y ni siquiera habíamos salido de nuestro jardín.

Parecía que esas dos bolsas de gol sinas pesar n cien kilos cad una.

Comenzab a sospechar que esas choc latinas no estab n rel enas de crema de nuec s, sino de CEMENTO.

“¡No lo entiendo!”, dijo Brian a.

Suspiré. “Recaudar fondos es vender algo par conseguir dinero par algo imp rtante”.

“¿Vamos a conseguir dinero con estas choc latinas?”, exclamó Brian a. “¡Chupi! Pues voy a utilizar el


“¡Eso no es justo! ¿P r qué tengo que vender cosas si luego no puedo quedarme con el dinero?”, protestó Brian a.

“¡P rque... sí! Haces demasiad s preguntas. Giremos en la próxima manzan , así no me encontraré ningún con cido. Quiero decir que así cubriremos más terreno”.

Llamé a la puerta de la primera cas de la manzan .

“Déjame hablar a mí, ¿de acuerdo, Brian a?”.

“¡Pero son MIS choc latinas!”, contestó. “¡Tú NO er s mi jefa!”.

“¡Tú lo estropearás, ¿vale?! Estate cal adita y deja que intente vender esta p rquería a algún tonto confiado; ¡así podremos regresar a cas !”, le grité.


Con tanta discusión no nos habíamos dado cuenta de que estab al í. Ponía car de fastidio.


“¡Disculpe!”, dije aclarándome la garganta. “Queríamos saber si estaría usted inter sado en comprar estas deliciosas choc latinas, par contribuir a la f rmación artística de los niños. Son sol tres dólares”.

“¿Solo tres dólares?”.

El hombre soltó una risa

sarcástica. “¡Debéis de cre r que soy uno de esos TONTOS confiados! No, gracias. Además, sigo un régimen muy estricto... A menos que se trate de choc late negro...”.

“¡En ef cto, lo es!”, dije enseñándole dos barritas. “¿Cuál prefier , la que tien nuec s o la que no tien ...?”.

Y entonces Brian a interrumpió mi discurso comercial...

“¡GUAU! ¡LE TIEMBLA LA BARRIGA COMO A SANTA CLAUS! ¿SON PARIENTES?”, le soltó.


“¡Brian a! ¿P r qué has tenido que abrir tu bocaz ?”, la regañé. “¡Mira lo que has hecho!”.

“¡Era un cumplido! ¿P r qué se ha enfad do?” preguntó, rascándose la cabeza.

A vec s me pregunto si Brian a es tan inocente com parec o es que le gusta provocarme con la esperanza de que un día me reviente una arteria y caiga MUERTA, par así her dar mi habitación y mi móvil nuevo.

“¡Olvídalo!”, le dije, respirando profundamente par tranquilizarme. “Vamos a la cas del vecino”.

Probamos en otras seis cas s, pero no hubo suerte. Com estab empezando a nevar, decidí dar la j rnad p r terminad y regresar a cas .

Era lo más inteligente que podía hacer, considerando


DOMINGO, 19 DE ENERO

Com ayer Brian a no vendió ni una sola choc latina, mamá se ha empeñado en que lo intentáramos otra vez después de volver de la iglesia.

¡¡LO QUE ME FALTABA Δ!!

Cuando hemos l egado a la primera cas , he l am do al timbre de la puerta.

“Cal adita, ¿vale?”, le he dicho a Brian a.

El a ha asentido con la cabeza y ha fingido que se cerrab la boca con una cremal era.

La puerta se ha abierto lentamente, y una ancian muy delgad y sin dientes nos ha mirado, enfurruñad .


“¡Buenas tardes, señ ra!”, he dicho t rpem nte. ¿Le gustaría contribuir en la f rmación artística de los niños? Sol tien que comprarnos una choc latina...”.

“¡A POR ELLAS, TATER TOT! ha gritado la mujer a tod pulmón.

”,


esperando ver un gigantesco dóberman con uno de esos col ares de púas.

Pero, en su lugar, un gato blanco y g rdo con un lazo rosa ha asomado la cabeza y nos ha mirado.

¡¡¡MIAAAUUUUUU!!! Entonces Tater Tot se ha ab lanzado sobre nos tras.

Brian a y yo hemos salido c rriendo, gritando com locas.

¡MIAAAUUUU!

¡AAAAAH!

CHOCOLATINA

BRIANNA Y YO, CHOCOLATINA

CORRIENDO


Aquel bicho nos ha perseguido a lo largo de toda una manzan . O incluso más, p rque la verdad es que ni siquiera me he atrevido a mirar a mi espalda.

¡Eh, que los gatos g rdos pued n ser bestias terribles! ¡Sobre tod si están furios s!

Si hubiérais visto esa mirad salvaje en los ojos de Tater Tot, TAMBIÉN habríais salido pitando.

Al final Brian a y yo nos hemos desplomado sobre un montón de niev , intentando recuperar el aliento.

“No... quiero... seguir... haciendo... esto...”, ha jadeado Brian a.

“Yo... tampoc ”, he resoplado.

“Disculpad”, ha dicho una voz desde la acera.


“Siento molestaros, pero no consigo hacer funcionar este dichos GPS. ¿Podríais decirme dónde está la gasolinera más cercan ?”, nos ha preguntado.

“Sí, claro”. He tenido que hacer un esfuerzo par contestar. “Siga p r esta cal e... Está más o menos a un kilómetro, en una esquina, a mano der cha”.

He levantado el brazo y he señal do hacia el n rte.

“¡Un mil ón de gracias, guap !”, me ha dicho y, de pronto, los ojos de la conduct ra de autobús se han iluminado. “Oye, ¿eso de ahí son choc latinas?”.

“M m... pues sí”, le he respondido.

“¿Me vendéis una? ¡Me muero de hambre!”.

“¿De verdad quier usted una?”, le he preguntado,


La conduct ra de autobús nos ha dado tres dólares y Brian a le ha dado una choc latina de la bolsa.

BRIANA Y YO HEMOS VENDIDO POR FIN UNA


“¡Tengo que vender todas estas! ¿Quier comprar cincuenta y nuev más?”, le ha preguntado Brian a.

La mujer se ha reído. “No, cariño, son muchas. Pero ¿p r qué no tratáis de vendérselas a los pas jeros de mi autobús? Van al campamento de Westchester Hil s a hacer un trat miento par adelgaz rse”.

“¿En serio? ¿Seguro que no es ninguna molestia?”, le he preguntado.

“Se han pas do las tres últimas h ras picando zan h rias y apio y bebiendo sol agua, así que deb n de estar des ando comer algo sólido. Bueno, suponiendo que no se hay n convertido ya en conejos y se hay n escap do del autobús dando saltitos”. Nos ha guiñado un ojo, riéndose.

Brian a y yo le hemos sonreído de reja a reja. ¡Era com si nos hubiera tocado la lotería!



Cad uno ha comprado dos o tres barritas y las han dev rado com si no hubieran comido en días.

Hemos vendido las choc latinas de Brian a en apenas cinco minutos. Me he sac do un buen peso de encima al ac bar POR FIN con esa movida de los dulces.

De regreso a cas , Brian a y yo nos hemos puesto a fantasear: tal vez podríamos ser socias y hacernos ricas vendiendo choc latinas en los campamentos de trat mientos de adelgaz miento.

Yo emplearía mi dinero par pag rme la matrícula del instituto WCD, y Brian a se compraría un unic rnio pequeño.

He considerado seriamente la posibilidad de explicarle que los unic rnios no existen. ¡Pero al final he l egado a la conclusión de que NO mer cía la pena!


LUNES, 20 DE ENERO

Hoy en clase de educación física hemos empezado a entrenar par la prueba de f rma física del program nacional, que se cel bra cad primavera.

Par asegurarse de que tuviéramos tiempo par prepar rnos, en ot ño nuestra profes ra de educación física repartió un fol eto con los nombres de los cuatro ejercicios del examen: “Tirabuzón”, “Arriba y ab jo”, “Levantamientos” y “Contracciones”.

Me tom MUY en serio mi salud y mi condición física, así que l evo días haciendo estos ejercicios en cas par manten rme en f rma.

El problema es que hoy me he enterado de que he estado haciéndol s TODOS MAL. ¡¡Δ!!


EJERCICIO Nº 1: TIRABUZÓN

BIEN Tonifica y f rtalec los músculos abdominales y de la espalda.

*¡GRUNF!*

Nivel de dificultad: DIFÍCIL

MAL Mis ejercicios hacen que mi pelo se mantenga rizado y elástico. Con el equipo


EJERCICIO Nº 2: ARRIBA Y ABAJO

BIEN F rtalec los músculos de la espalda, brazos, abdomen y piernas. Nivel de dificultad: MUY DIFÍCIL

*¡GRUNF!*

MAL Empujar el helado hacia arriba es un fantástico ejercicio par la


EJERCICIO Nº 3: LEVANTAMIENTOS

*¡UGH!*

BIEN F rtalec y tonifica los músculos

de los brazos y la espalda. Nivel de dificultad:

CASI IMPOSIBLE

MAL

Estos levantamientos van muy bien

par ponerse los calcetines, los pantalones, las medias, los sh rts,

y tod lo que tien tendencia

a caerse de las pant rril as. Así ejercito mis dedos y mej ro mi equilibrio. Nivel de dificultad: FÁCIL


EJERCICIO Nº 4: CONTRACCIONES

BIEN Tonifica y f rtalec los músculos de la espalda, brazos y abdomen.

Nivel de dificultad: DIFÍCIL

*¡MMMM!*

*¡CRUNCH!*

MAL Mis ejercicios de contracción son divertidos y fáciles de hacer.


¿Veis lo que quiero decir? He derrochado tiempo y en rgías haciendo tod s los ejercicios MAL.

Estoy pensando en colgar en el tablón de anuncios del colegio una solicitud par que se nos permita hacer la prueba con la otra versión de los ejercicios.

Al menos, con los MÍOS no ac bas con agujetas, sudad y apestosa.

Bueno, el caso es que, después de educación física, mientras me vestía, estab impaciente p r comprobar lo que habría en mis nuevos buzones al final del día.

HASTA que he oído a Mackenzie y a algunas de las GSP diciendo que la idea de la sección de consejos era MUY POBRE, y que sol un FRACASADO TOTAL escribiría a la Señ rita Sabelot do.


Y encima estoy de MAL HUMOR y me duel TODO después de trat r de hacer esos dichos s ejercicios COMO ES DEBIDO.

Estoy tan angustiad que he decidido esperar a abrir los buzones mañan . Aunque ya sospecho que van a estar VACÍOS.

¡Ah! ¡Casi lo olvido! He recibido MÁS mal s noticias al regresar a cas después del colegio.

¡Me parec que papá ha decidido trab jar a tiempo completo par Hol ister Holdings, S.A.!

Esta mañan ha puesto en venta su furgoneta de trab jo en un concesionario de coches usados.

¡No puedo CREER que hay ab ndonado a la cucar cha Max en un ap rcamiento par coches viejos!


¡ADIÓS, CUCARACHA MAX! ¡TE VAMOS A ECHAR DE MENOS!



¡POBRECITA MAX! Va a ten r que somet rse a un trat miento psicológico cuando sea may r.

¡Oh, no! ¡Se me ac ba de ocurrir una cosa terrible!

¿Qué pas ría si DESPUÉS de que el padre de Mackenzie contrat se al mío en exclusiva, el a quisiera que lo DESPIDIERA?

¡Entonces no sol perdería mi beca en el WCD, sino que toda mi familia podría terminar en la INDIGENCIA!

¡LO SIENTO MUCHO! Pero eso de que papá trab je par Hol ister Holdings, S.A., me da MUY, MUY, MUY mal espina.

¡¡Δ!!


MARTES, 21 DE ENERO

He estado tod el día SUPERdeprimida.

Me da PÁNICO mirar lo que habrá en los buzones de la Señ rita Sabelot do.

Estoy segura de que Lauren le contó al señ r Zi merman que lo ÚNICO que me habían dejado los alumnos era basura.

Mi sección c rre el riesgo de ser CLAUSURADA, sin siquiera haber respondido ni una sola carta.

A la h ra del almuerzo han vuelto a entrarme gan s de echarme a l rar.

Pero no lo he hecho... Seguro que toda la cafet ría se me habría quedado mirando y se habría puesto a murmurar.


conserje y esperar a que tod s los alumnos estuvieran en clase y los pasil os se quedar n totalmente vacíos.

El c razón se me ha acel rado cuando me he plantado delante del buzón del arcoíris que hay cerca de mi taquil a, respirando profundamente.

Entonces, muy despacio, he retirado la tap y...


Luego he c rrido p r el pasil o hasta la entrad de la cafet ría, impaciente p r abrir el buzón pintado a ray s que instal mos al í.

¡También tenía una carta dentro!

Y también había una carta en el buzón de la car sonriente situado cerca de la fuente, y DOS más en el buzón metálico de la entrad de la Redacción del periódico.

La riginal campaña publicitaria de Chloe y Zoey ha funcionado.

¡En total, la Señ rita Sabelot do ha recibido SEIS cartas en las que le pedían consejo!

Me he puesto tan contenta que he bailado mi “Danza de la Felicidad” de Sno py delante del cuarto de


Entonces, com soy una en rme ped rra, las he ABRAZADO efusivamente...

¡YO, ENCANTADA CON MIS CARTAS!

¡La Señ rita Sabelot do está oficialmente EN ACTIVO!


Querida Señorita Sabelotodo,

Normalmente no hago estas cosas, porque eso me dejaría totalmente en evidencia. Pero, en fin, allí va...

Soy un chico muy conocido, deportista destacado, y mi novia es animadora. Llevamos quince días saliendo. Tengo una vida feliz y tranquila, pero mantengo en secreto mi afición favorita, porque me da vergüenza que la gente lo sepa. La verdad es que me encanta la repostería. Después de pasarme el día jugando al fútbol, me gusta relajarme haciendo magdalenas. Un día mi novia casi me pilló con las manos en la masa, pero le conté que las había hecho mi madre.

Ella dijo que aquellas magdalenas eran las mejores que había probado en su vida. Quisiera confesarle la verdad, pero tengo miedo de que se burle de mí y me deje. Qué puedo hacer?

El Chico de las Magdalenas


“¡No puedo cre r que hay escrito esto!”, me he dicho a mí misma, riendo. “¡Qué tierno!”.

Querido Chico de las Magdalenas, No deb rías ocultar tus habilidades par hacer magdalenas. A las chicas les gustan mucho los chicos que muestran un lado sensible. ¡Te felicito! Ya que a tu novia le gustan tanto tus magdalenas, deb rías prepar rle más. Pero busca un mod de entregárselas que la s rprenda agrad blem nte. Seguro que NO se reirá de ti si le cuentas tu secreto con gracia y sentido del hum r. ¡Ya lo verás! ∞ Buena suerte, SEÑORITA SABELOTODO


Probablem nte la siguiente carta era una broma, pero la he contestado de tod s mod s.

Querida Señorita Sabelotodo,

¿Me puede ayudar con este problema?

La vía del tren que hay entre la ciudad A y la ciudad B tiene 800 kilómetros de longitud. El tren azul sale a las 2 de la tarde de la ciudad A en dirección a la ciudad B. El tren rojo sale a las 3 de la tarde de la ciudad B en dirección a la ciudad A, pero sufre un retraso de 95 minutos debido a una avería. Si el tren azul viaja a 55 km/h y el tren rojo va a

80 km/h, ¿en qué punto se encontrarán?

Odio los problemas de matemáticas. ¿Podrías escribir la solución en una hojita de papel, y dejármela pegada en la taquilla 108 antes del viernes? ¡Gracias!

Holgazán Superlativo

P.S. ¡Asegúrate de lucirte con tu trabajo!

A

L O H

G

Z L

R E P U S

’ N A A

T I VO


¡Con sol le r la carta ya se me han muerto un par de neuronas!

Creo que Holgazán Superlativo sac ría mej r nota entregando un dibujo de Brian a que con MI ayuda.

Pero le he respondido y, tal com me había pedido, he dejado el papel pegado en la taquil a 108.

Querido Holgazán Superlativo,

Me ha l evado un buen rato, pero al final he conseguido resolver tu problema.

Aquí está la solución:

¡HAZ TUS DEBERES TÚ MISMO! Y, si nec sitas ayuda, acude al profes r de matemáticas.


La siguiente carta la podría haber escrito yo.

Deduzco que NO soy la única herman may r con un hermanito/a consentido/a que la pone de los nervios...

Querida Señorita Sabelotodo,

¡Tengo un hermano pequeño que va a acabar por volverme LOCA! Siempre se está metiendo en mis asuntos, avergonzándome en público y leyendo mi diario. Pero eso no es lo peor.

Cada vez que tengo que hacer de canguro, rompe o se come algo (incluso mis deberes del colegio), o lo quema en el suelo.

Mis padres me regañan y dicen que tengo que ser responsable de él, como si fuera su canguro. Pero él no me hace ni caso.

ó


Tengo que seguir mis PROPIOS consejos en este caso:

Querida Herman May r Deprimida, ¡Tien s mi más profunda simpatía! Sé cómo te sientes, p rque vivo con una herman así. Tod lo que te puedo aconsejar es que te tomes un par cetamol antes de hacer de canguro, y que te programes el número de los bomberos en el marcado rápido. Par serte sincera, yo tampoc sé cómo lidiar con los hermanos pequeños com es . ¡No nec sitas la ayuda de la Señ rita Sabelot do! ¡Nec sitas un domad r de fieras! Si encuentras a uno que no se dé a la fuga, hazme el inmenso fav r de pas rme su número de teléfon . Gracias, SEÑORITA SABELOTODO


Querida Señorita Sabelotodo,

Qué ponen en los pasteles de carne de la cafetería?

Simplemente Curiosa

Querida Simplem nte Curiosa, ¿No te asombra que el trozo de carne que l eva más de un mes en el conten d r no se hay puesto verde? ¿Nunca te has preguntado adónde van a par r los productos químicos de los experimentos de la clase de Ciencias? Sol es una idea... No pret ndo criticar al personal de nuestra mar vil osa cafet ría, ¡pero esa carne l eva más conservantes que la car de Madon a! Sin embargo, miremos el lado positivo. Si te la comes,


Querida Señorita Sabelotodo,

¿Es verdad que las chicas se sienten atraídas por los chicos que utilizan esa colonia tan famosa?

¡Porque, según el anuncio, si te la pones, estarás irresistible y todas las supermodelos irán detrás de ti!

Colega Desesperado

Querido Colega Des sperado, No tengo más rem dio que contestar negativamente a tu consulta. La publicidad dirigida a los chicos es el may r timo que he visto en mi vida. Esa gente te está tomando el pelo, colega. Si tien s que el gir entre ponerte esa col nia o insecticida, POR FAVOR rocíate con el insecticida. ¡Esa col nia es apestosa! Punto. ¡No malgastes tu dinero! Las chicas nos conf rmamos con que os duchéis tod s los días.


~ orita Sabelotodo,

Querida Sen Estoy locamente enamorada de mi

í dolo de Hollywood, y

algunas personas piensan que estoy obsesionada. Pero quie ´ n no esta

chiflada por e

´

´

l? Es el t

í o ma ´ s perfecto,

asombroso, prodigioso y SUPERguapo de la Tierra. Tengo todos sus discos y pel los art

í culas, much

í simos po

´ sters y todos

í culos que sacan a la venta para sus admiradoras.

Soy la presidenta de su club oficial de fans, y no hay nadie que lo conozca tanto como yo.. perfecta para e

ni que sea ma ´

´

s

l!

Mis amigas tampoco me comprenden. En el colegio hay un chico que se llama Alex, al que parece que le gusto. Pero no estoy interesada por e

´

l, porque solo hay un

chico en mi vida. Mis amigas me dicen que estoy loca de atar por rechazar a Alex y que tengo que ser realista.

Pero se

y yo estamos predestinados! estar enamorada?

´

~ ado

que mi chico son Es tan malo


¡Ostras! ¡Deslumbrad parecía... m... muy, muy, muy deslumbrad ! Pero ¿quién no ha estado enam rad de es tío irresistible que ap rec en la carátula de tu CD fav rito o que protagoniza tu serie pref rida? He decidido contarle la verdad muy sutilmente.

Querida Deslumbrad , No hay nad de malo en estar enam rad , pero a vec s confundimos el encaprichamiento con el am r. Tal vez creas que con ces a tu ídol , p rque has leído muchas cosas sobre él. Pero en realidad “no le con ces” a él. ¿Entiendes lo que quiero decir? ¡Seguro que todas las chicas se dejarían c rtar

un brazo p r salir con él! Pero lo único que con cen de él es su imagen famosa, y no la persona real. P r ejemplo, ¿no va en serio con esa guap actriz de Disney? No creo que tengas que renunciar a ser admirad ra suya, pero ¿p r qué no ligar con es chico agrad ble de tu clase de matemáticas que tanto te gusta? ¡El am r pued surgir cuando menos lo esperamos!


Aún me cuesta cre r que mañan , cuando salga el periódico, casi me habré convertido en una escrit ra profesional.

¡Gua uuu! Mamá va a estar tan rgul osa de mí que va a poner mi primer artículo en la nev ra, al lado de uno de los mar vil os s dibujos de Brian a.

HACER:

Querida Sen~orita Sabelotodo

De

PARA ´ MAMA

Brianna TE QUIERE


¡Eh! Esto de la sección de consejos empieza a gustarme.

Ah ra VIENE la parte totalmente alucinante...

Antes de salir de la escuela, he mirado en tod s los buzones y ¡¡HABÍA RECIBIDO CATORCE CARTAS MÁS!!

¡Y UJU

! ¿Os lo podéis cre r?

Así que voy a terminar de escribir en mi diario y a ocuparme de salvar el mundo.

¡El trab jo de la Señ rita Sabelot do no se ac ba NUNCA!

¡¡∞!!


MIÉRCOLES, 22 DE ENERO

“Querida Señ rita Sabelot do”.

He leído una y otra vez el encabezado de mi sección y he tenido la sensación de que se trat ba de un artículo de verdad escrito p r un aut r de verdad que no era yo..., pero ¡sí que lo era!

En la cafet ría, TODO EL MUNDO tenía el ejemplar del periódico abierto en la página 2, la de mi sección.

“¿Has leído lo de la ‘Señ rita Sabelot do’?”, ha preguntado Alexis, una de las animad ras, a Sam ntha.

“Lo estoy ley ndo ah ra”, ha respondido.

“Alguna de nuestro grupo sale con una monad de tío al que le gusta la REPOSTERÍA”. “¡Qué Á

¡


YO


De entre mis veintiuna nuevas cartas, esta es la que me l amó más la atención:

Querida Señorita Sabelotodo,

Soy un profesor apreciado y llevo más de quince años en el WCD. Diría que soy una persona afable y de trato fácil. Pero, por alguna razón, ¡otro profesor la tiene tomada conmigo! A veces, cuando llego a clase, el borrador de la pizarra ha desaparecido. Esto me obliga a borrar la pizarra con las mangas de la camisa o con la mano, y acabo el día como un muestrario de todos los colores del arcoíris. Luego, cuando paso por el vestíbulo, los demás profesores se ríen disimuladamente de mí, lo cual es humillante.

Por si fuera poco, este mangante me roba el almuerzo de la sala de profesores. ¡No puedo dar clase con el estómago vacío! Pero tengo que hacerlo, a no ser que me compre algo en la cafetería, cosa a la que no estoy dispuesto. ¡Vete a saber lo que le ponen allí a la comida!


¡Cad día se aprende algo nuevo! No sabía que entre los profes res imperar también la ley del más fuerte. Pero quienquiera que hubiera escrito esa carta, yo estab de su parte. Me hacía ilusión ayudar a este inocentón adulto a burlar a es abusón.

Querido Profes r Humil ado, ¡Qué lamentable...! Cualquiera que se dedique a robarle el bocadil o a un compañero profes r es que tien una vida muy vacía. Y también mucho apetito. Sé un par de cosas sobre el acos . Sobre tod , que es repugnante. Pero tien usted que emplear el cer bro par vencer a la fuerza bruta. ¿No sería divertido prepar r una comida “especial” de alubias con tomate, zumo de ciruelas y pan integral, par que cuando cierto ladrón se coma el almuerzo robado se l ev una s rpresa y qued en evidencia? Lo bueno es que el culpable no volvería a molestarle NUNCA más. ¡Lo malo es que los servicios de la sal


Me m ría de gan s de saber cómo había ido la cosa. Si es día ap recía un sustituto par re mplaz r a alguno de los profes res, entonces sabría que el Profes r Humil ado había l evado a la práctica mi consejo. (¡Je, je!)

No suelo ser partidaria de las venganzas. Y sí, estoy muy arrep ntida de la Gran Broma del Papel Higiénico. Tod el mundo sabe que soy una persona pacífica, a la que le gustan las películas de Disney y pas rlo bien.

Pero si alguien me arrebat la comida de la boca, ME QUITO los pendientes y ME CALZO los guantes de boxeo.

En cualquier caso, cuando la h ra del almuerzo estab ac bando, he oído que había jaleo en el pasil o. Las animad ras se arremolinab n en t rno a una taquil a, y he visto a Brady Grayson con una sonrisa tímida en la car .


(¡sí, ya!), y he aprovechado par acercarme un poc y echar una mirad furtiva a lo que estab pas ndo.

Brady había dec rado la taquil a de su novia con papel rojo y había puesto un lazo. Cuando la ha abierto, tod el mundo ha trag do saliva, incluso YO...

Eresia l c e p s e


Brady ha seguido el consejo de la Señ rita Sabelot do, y le ha l enado la taquil a de magdalenas y de rosas rojas. Incluso ha escrito las pal bras “er s especial” con letras imantad s.

“Tengo que confesar una cosa”, le ha dicho, rub rizado. “Aquel as magdalenas que te gustaron tanto no las hizo mi madre, sino yo. Me encanta la repostería, y espero que eso no cambie nad entre nos tros”.

“¡Oh, Brady! ¡No seas tonto!”, ha exclam do el a, emocionad , mientras le dab un gran abrazo de os .

Tod s los que estab n al í tenían lágrimas en los ojos. Y yo tampoc he podido conten rme. Me he cubierto aún más la car con el libro de matemáticas par que nadie supiera de dónde venían esos sol ozos.

Estab muy rgul osa de mi actuación, y también de


mucho, p rque el consejo de la Señ rita Sabelot do me ha estal ado en la car : al cabo de un rato, he recibido una carta que mucho me temo que ha escrito su novia.

Querida Señorita Sabelotodo,

Creía que mi novio no era nada romántico. Nunca me hablaba de sus sentimientos y actuaba como si fuera demasiado macho para tener detalles agradables conmigo. ¡Pero hoy me ha sorprendido! ¡Me ha llenado la taquilla con rosas y con mis magdalenas favoritas!

¡Ahora, mi gran problema es que todas las animadoras del grupo andan enamoradas de MI novio! Tengo que espantarlas con un palo. Reconozco que estoy celosa de que llame tanto su atencio perderle. ¡Necesito tu ayuda! ¿Cómo puedo conseguir que siga interesado por mí, cuando todo el club de admiradoras le va detraás, adorándolo?

´ n, y tengo miedo de


Vay , ¡genial Δ! ¡Me ha salido el TIRO POR LA CULATA!

Y, encima, las cartas a la Señ rita Sabelot do han comenzado a amontarse.

Así que he decidido que había l egado la h ra de consultar a mis expertas en conducta human pref ridas.

Cuando las cosas se descontrolan, siempre puedo contar con mis dos BFF...

¡Chloe, una gurú de la autoayuda, y Zoey, toda una eminencia en tod lo que se refiera a cosas de chicas y sensiblerías!

He pensado que podía pedirles que se quedasen el martes después de clase, par le r las cartas y aconsejarme sobre cómo contestarlas.


JUEVES, 23 DE ENERO

Querida Señorita Sabelotodo,

Soy una alumna del instituto, que he venido de Boise, Idaho. Llegué a este colegio hace seis meses, y ya lo odio. Hasta ahora, mi experiencia con la gente de aquí ha sido horrorosa. El primer día, me senté durante el almuerzo con varias chicas que me parecieron simpáticas y extravertidas. Pensé que no le s importaría que comiera con ellas. ¡Pero menuda sorpresa me llevé!

Cuando me presenteé, todas se callaron y se quedaron mirándome fijamente. ¡Me sentí muy incómoda! Luego fui a buscar unas servilletas y, cuando regresé, todas se estaban riendo por lo bajo. Entonces descubrí que mi almuerzo había desaparecido. ¡Lo habían tirado a la basura, junto con mi mochila!

¡Quisiera volver a mi colegio de Idaho, o dejar definitivamente de ir a la escuela! ¿Qué he


Probablem nte contestar esta carta habría sido un reto difícil par mucha gente. Pero nadie mej r que yo par aconsejar a una novat traumatizad y con problemas: sabía exactamente lo que debía decirle.

Querida Nostálgica de Idaho, Sé que ser una novat no es precisamente un camino de rosas. Comprendo cómo te sientes, p rque he pas do p r esa misma experiencia. Pero no deb s precipitarte y juzgar a la gente tan deprisa. No tod el mundo está c rtado p r el mismo patrón y te aseguro que hay alumnos que l evan años en el WCD y que tampoc sienten que encajan. Pued que no resalten, p rque son más cal ados y más maduros que es at jo de bocaz s que se muer n p r l am r la atención y ser “populares”. ¡Resiste! Cuando yo estab a punto de rendirme, con cí p r fin a mis amigas. Pued s estar segura de que las niñat s que te tiraron la comida a la basura son todavía más


Habría querido contarle mis terribles experiencias con las del grupo de las GSP y su reina bruja, Mackenzie.

Pero mi respuesta habría sido demasiado larga y habría ac bado pareciéndose más a un libro que a una carta.

¡No! ¡Más bien sería toda una SERIE de libros!

Esperab que mis pal bras le dieran a Nostálgica de Idaho ánimos suficientes par resistir un poc y conced rle al WCD una op rtunidad.

Creo que sé quién pued haber escrito esa carta.

Me he propuesto cuidar de el a e invitarla a que venga a alm rzar con Chloe, Zoey y conmigo la seman que vien .

¡¡∞!!


VIERNES, 24 DE ENERO

¡Madre mía! ¡Madre mía! ¡Madre mía!

¡He recibido una carta que me ha alterado mucho! Creo que sé quién la ha escrito...

Querida Señorita Sabelotodo,

En septiembre pasado conocí a una chica y enseguida congeniamos. Es guapa, lista, divertida y tiene talento artístico. Estoy empezando a pensar que podríamos ser muy buenos amigos o incluso puede que algo más. Pero soy muy torpe al expresarme. Y cuando intento decirle lo que siento, me entra el pánico y no hago otra cosa que quedarme mirándola como un idiota.

Lo que me da miedo es cómo reaccionará, porque no estoy seguro de si yo le gusto. También me preocupa que se entere de que, a diferencia de todos los alumnos de este colegio, mi familia no tiene dinero. No se lo he contado a nadie, porque d

d


¿Y si Brandon ha escrito esto sobre MÍ? ¡YUJU!

¡Oh, no! ¡Se me ac ba de ocurrir algo terrible! ¿Y si Brandon se ref ría a Mackenzie? ¿Y si quien le gusta es el a y NO YO Δ?

Querido Chico Tímido, POR FAVOR, piensa las cosas det nidamente antes de decirle a tu amiga que te gusta. Podría ser la MEJOR decisión de tu vida. O podría l evarte a la ruina y a la des speración. Si se trat de una chica t rpe y tímida, pero encantad ra, entonces no tien s nad que tem r. ¡En es caso, deb s decirle que te gusta! ¡Y probablem nte el a te c rresponderá! Pero si estás enam rado de una GSP con una personalidad más falsa que sus pestañas postizas, entonces sol puedo aconsejarte una cosa: ¡NO LO HAGAS! ¡Se trat de un chica ruin, arrogante y egocéntrica, y deb s huir de el a cuanto


Vale, recon zco que mi carta era un poc tendenciosa. Pero no os imagináis lo que pasó luego. Poc después de que mi consejo se publicase, Brandon me preguntó si quería saltarme el almuerzo par trab jar con él en un proyecto de biol gía, par subir nota.

Y, mientras trab jábamos, tuvimos una charla muy seria.


Dijo que quería compartir muchas cosas íntimas conmigo, pero que eso le ponía algo nervios .

Me dijo que se sentía MUY a gusto conmigo, p rque yo era sincera, y me sentía bien conmigo misma (a difer ncia de Mackenzie).

Que yo no pret ndía ap rentar nad y que era una persona muy auténtica. Y añadió que era una fuente de inspiración par él, que me admirab y me considerab una de sus mej res amigas en el WCD.

¡Madre mía! Me sentí MUY hal gad .

Pero empecé a ASUSTARME cuando me di cuenta de que estab TOTALMENTE EQUIVOCADO conmigo.

Yo no TENGO ninguna de esas virtudes.

De hecho, Brandon no sabe cómo soy EN REALIDAD.


Soy la persona MÁS MENTIROSA de tod el WCD. ¡Pued que incluso más que Mackenzie!

Después de aquel a conversación, me quedé muy preocupad p r nuestra amistad.

NO soy ni mucho menos lo que él piensa que soy.

Pero la verdad es que me gustaría MUCHO ser así, p rque Brandon se mer ce ten r una amiga con esas cualidades.

Me siento MUY insegura y tengo miedo de que no le guste la persona tímida que Nikke Maxwel es en realidad.

¿P r qué mi vida es TAN complicad ?

¡¡Δ!!


SÁBADO, 25 DE ENERO

¡El cumpleaños de Brandon es el próximo viernes!

He visto varios vestidos en una revista de moda y he sel ccionado uno supermon que voy a l evar en su fiesta.

¡Y no sol eso! ¡También he empezado a hacer gárgar s a diario con un colut rio blanquead r de dientes! Aunque sepa a lejía y me escueza la lengua. En la revista de moda donde he encontrado mi vestido dice que a los chicos les encanta es aspecto de “haberte hecho una limpieza de boca”.

He dedicado mucho tiempo y esfuerzos a prepar rme par el gran día de Brandon. Pero me he olvidado totalmente de un pequeño detal e:

¡Su regalo de cumpleaños! ¡MECACHIS! ¿En qué


Pero, p r desgracia, Brian a se ha apuntado. Y se MORÍA de gan s de ir a la gran inauguración del Kandy Kingdom, la zona de recreo del centro comercial.

“¿P r dónde empezamos?”, ha preguntado Chloe mientras contemplábamos el direct rio del centro comercial.

“Arriba hay una tienda de chismes que está bien. Pued que al í encontremos algo”, he sugerido.

Chloe, Zoey y yo nos hemos dirigido a las escaleras mecánicas, pero a mis espaldas sol he oído las pisad s de dos pares de botas par la niev . ¿Dónde estab el tercero?

Me he vuelto y he visto a Brian a plantad unos metros más atrás, con el ceño fruncido y la car larga.


“¡Bueno, vamos! Pero sol podemos estar un cuarto de h ra, ¿vale?”, le he dicho. “¿P r dónde se va?”.

“¡Ten mos que montar en el Gumdrop Expres !”, ha exclam do Brian a señal ndo un tren cito de col res que atravesab el vestíbulo. Lo conducía un señ r may r con disfraz de maquinista muy l am tivo.

“¿No lo dirás en serio?”, le he dicho, avergonzad . “¡No pienso subirme en eso! ¡Alguien podría vernos!”.


Mi herman y Chloe me han mirado con ojos de cach rrito ab ndonado.

¡NO es justo que se hay n aliado de esa manera!

“De acuerdo. Ya está bien”, he gemido. “¡Y dejad ya de poner esa car ! ¡Me crispa los nervios!”.

Los 90 dólares que tenía en el moned ro eran los ah rros de mi vida. Y subirnos a aquel dichos tren costab 5 dólares p r cabeza. Aun así, he pensado que 70 dólares eran más que suficientes par comprarle un buen regalo par Brandon (y otro par MÍ).

Zoey y yo nos hemos apretujado de mal gan en la parte trasera del tren cito. ¡Madre mía! ¡Qué vergüenza hemos pas do!

Incluso nos hemos tap do la car con las bufandas


¡YUJUUU! ¡ME ENCANTA ESTE TREN!

EL GUMDROP EXPRESS


Después del paseo en el tren cito y de visitar el Kandy Kingdom, Brian a ha empezado a quejarse de que tenía hambre.

“¡Tengo hambre! ¡Quiero ir al Queasy Che sy!”, ha dicho.

Yo ya empezab a estar harta, pero más vale hacerle caso cuando tien hambre. ¡Si empezab con una de sus pat letas, la cosa podía ponerse muy FEA!

Dar de comer a aquel monstruil o me ha costado otros 19 dólares, más la propina.

Después hemos ido a la tienda de el ctrónica y Chloe y Zoey me han ayudado a buscar un reproduct r MP3 y varios videojuegos que podían gustarle a Brandon.

Mi idea era volver a la tienda a p r los regalos después de mirar en un par de sitios más.



Mi entras mis BFF y yo babeábamos ante aquel as botas estupendas, me he dado cuenta de que Brian a había desap recido: probablem nte se aburría y ha decidido ir a dar una vuelta

p r ahí.

P r suerte, enseguida he descubierto sus coletas al otro lado, en la sección de cosméticos. Brian a estab sentad en una el gante sil a, embadurnándose la car de maquil aje y canturreando.

“Brian a, ¿qué estás haciendo?”, la he regañado. “No deb s jugar con eso. Además, er s DEMASIADO joven par maquil arte”.

Entonces se ha ap rtado del espejo y se ha vuelto par mirarme sonriente. ¡Madre mía! ¡Casi se me salen los ojos de las órbitas!

Esa supermodelo en miniatura había cogido la sombra


Al mirarme, ha sacudido sus largas pestañas postizas, que le colgab n de los párpados com pequeñas rugas.

“¿Verdad que estoy guap , QUE-RRRIDA?”, ha ronroneado adoptando una pose de modelo.


Se me han ocurrido varios adjetivos par describir su aspecto, pero “guap ” no estab entre el os.

“¡Lo siento, Brian a! ¡Parec s una mezcla de cerdita y zombi! Vamos, devuelve esas muestras adonde las has encontrado. Y límpiate la car par no asustar a la gente. ¡O tendré que ponerte una bolsa en la cabeza!”.

“¡Antipática!”, ha musitado, y me ha sac do la lengua.

Cuando he visto que metía una barra de labios en un flam nte envase tod nuev cito, casi me ha dado un at que al c razón.

“¡Pero bueno! ¡Brian a!”, he chil ado, mientras examinab el montón de cosméticos que había utilizado. “¡Esto NO SON muestras!”.

“¿Qué son muestras?”, ha preguntado Brian a


¡Así se ha esfumado el resto del dinero par el regalo de Brandon!

YO, UTILIZANDO CASI TODO MI DINERO PARA PAGAR LOS COSMÉTICOS QUE BRIANNA HABÍA UTILIZADO


Y me los he tenido que gastar en toal itas desmaquil antes par limpiar el pringue que Brian a l evab en la car . ¡Menos mal que Chloe y Zoey estab n al í par ayudarme! Son las mej res amigas que podría ten r.

Pero, ah ra que estoy a dos velas, ¿cómo voy a comprar el regalo de Brandon?

No pienso pres ntarme en su fiesta sin regalo. ¡Eso sería MUY cutre!

Pued que le cuente la verdad. Que no puedo asistir, p rque estoy sufriendo un caso grave de SHB... también con cido com ¡Síndrome de Hartazgo de Brian a!

¿POR QUÉ, POR QUÉ, POR QUÉ no seré hija única?

¡¡Δ!!


DOMINGO, 26 DE ENERO

Contestar todas las cartas que recibe la Señ rita Sabelot do se está convirtiendo en un trab jo agotad r.

Así que he estado estrujándome los sesos par inventarme un sistema que me permita contestarlas todas en menos de una h ra.

Al final creo que he dado con la solución perfecta. ¡Un f rmulario! También con cido com ...

CONSEJOS ABREVIADOS

DE LA SEÑORITA SABELOTODO

Querido/a:

, (INSERTAR NOMBRE)

Le r tu


me ha afectado tanto que, de hecho, he l rado com una niña.

casi me muero de miedo.

he l rado de risa.

me he sentido tan mal que he vomitado.

Yo pasé p r la misma situación cuando me probé la dentadura postiza de mi abuela pisé un pañal sucio me comí una caja entera de gal etas par perros me di cuenta de que mi aliento olía a hígado y cebol as

y estuve a punto de darme p r vencida.

Me doy cuenta de que tu problema es abrumad r y que probablem nte te sientes tan

asqueado/a

enfad do/a

asustado/a

confuso/a


que quier s teñirte el pelo de m rado.

comerte un plato de gusanos fritos.

luchar en el barro con un cerdo grande.

met rte un perrito caliente p r la nariz.

De tod s mod s, después de pensar det nidamente en el problema que

tien s con tu novio/a

tus padres

tu mej r amigo/a

el perro del vecino

creo que el mej r consejo par ti es que huyas tan deprisa com puedas. te unas a un circo.

tomes un baño de espuma relajante. consigas una nueva familia.


Esto ayudaría a aliviar la humil ación la des speración la irritación el estreñimiento

que has estado sufriendo.

Recuerda que lo imp rtante no es que ah ra mismo las cosas estén negras apesten sean irritantes estén mal

p rque siempre se pued n mej rar.


De acuerdo. Admito que antes de enviarlo a los alumnos TODAVÍA deb ría nec sita pulirlo un poc más.

Pero así me ah rraré un montón de tiempo.

¿No soy GENIAL?

¡¡∞!!

¡¡YO, APROVECHANDO EL TIEMPO QUE ME HE AHORRADO GRACIAS A MI NUEVO FORMULARIO PARA JUGAR CON MI TELÉFONO MÓVIL!!


LUNES, 27 DE ENERO

He tenido una indigestión y no ha sido p r las palomitas de micro ndas que me he comido hace

unas h ras.

He empezado a replantearme lo del periódico.

Mi sección de consejos requier escribir docenas de cartas kilométricas a mis at rmentados compañeros y ofrec rles consejos sensatos, imparciales e inteligentes.

Todavía me da la RISA cuando pienso que soy YO quien des mpeña el papel de Señ rita Sabelot do.

¡Es que soy la última persona de quien aceptaría consejo!

Me he pas do tanto rato sentad ante mi mesa, contemplando el montón de cartas que ha recibido la Señ rita Sabelot do que se me ha quedado el culo


YO, CON EL CULO ENTUMECIDO, DESPUÉS DE ESTAR TANTO RATO SENTADA ANTE EL MONTÓN DE CARTAS


No entendía cómo podía estar TAN cansad sin haber hecho nad . Pero lo estab .

Y entonces he oído una risita p r detrás. Pero cuando he mirado alred d r, no he visto a nadie.

Está claro que con la tensión y la falta de sueño empezab a ten r alucinaciones.

Cuando me he vuelto hacia el rdenad r p rtátil, me he sobresaltado un poc al ver dos ojos pintados, una boca t rcida y una mano justo delante de mi car .

“¡¡HOLA!! ¡Soy la señ rita Penélope y no encuentro mis botas par la niev ! ¡Creo que las he dejado p r aquí!”, me ha dicho Brian a con una voz tan aguda y chil ona que podría haber rot un vaso.

“¡No se te ocurra volver a darme uno de estos


?!

¡POR CULPA DE BRIANNA Y LA SEÑORITA É


“¡TAMBIÉN tien !”, me ha dicho, y me ha sac do la lengua.

“¡Desap rec d ya! ¡Y dile a la señ rita Penélope que no se deje sus cachivaches invisibles en mi habitación!”.

No creo que Brian a hay escuchado ni una sola pal bra de lo que he dicho. Su limitadísima cap cidad de atención estab puesta en la pantal a del rdenad r.

“¿Qué estás escribiendo?”, me ha preguntado.

“Cosas par el periódico del colegio”, he murmurado. “Y ah ra ¿p r qué no desap recéis de mi vista y os vais a dar la tab rra a otra parte?”.

“¡Ohh! ¿Eres redact ra de un periódico?”, ha dicho Brian a con entusiasmo, visiblem nte impresionad . “¡Yo también quiero! ¿Me dejas que escriba algo? ¡P rfa!”.


“Eso no es verdad. Sé muchas cosas sobre periódicos”, ha protestado Brian a, lanzándome una mirad furiosa. “¡Pues si no me dejas escribir, entonces la señ rita Penélope y yo vamos a hacer nuestro PROPIO periódico!”.

“¡Muy bien! Haced lo que queráis, pero dejad ya de inc rdiarme par que pueda ac bar mi trab jo”.

“¡Te arrep ntirás! ¡Vamos a demostrarte quién es la mej r periodista!”, ha dicho Brian a indignadísima.

Entonces mi herman y la señ rita Penélope han salido de mi habitación echando chispas.

¡Ay, ay, ay...! Me he preguntado si no habré empe rado las cosas. Cuando Brian a se prop ne algo, es cap z de fastidiarme la vida hasta que consigue salirse con la suya.


“¡El periódico! ¡Compre aquí su periódico! ¡Prensa calentita!”, gritab Brian a, entrando en la cocina disfraz da de repartid r con la g rra de papá y un montón de hojas de papel bajo el brazo. “¿Quién quier un periódico?”.

Yo la he mirado exasperad y le he preguntado: “Ese ‘quién’ se refier a mí, ¿verdad?”.

“¡Oh! ¡No la había visto, señ ra!”, ha exclam do Brian a, continuando en su papel. “¿Quier un periódico? Así estará al día de las últimas noticias y cotil eos sobre la familia Maxwel . ¡A mi próximo cliente se lo voy a dar GRATIS!”.

“¡De acuerdo!”, le he dicho siguiendo la broma. “Si es gratis, me l evaré uno de tus periódicos”.

“¿Sabes una cosa, Nikki? ¡La señ rita Penélope y yo


No me ha gustado recon cerlo, pero Brian a tenía razón. Aparte de las excel ntes fot grafías de Brandon, la may r parte del periódico del WCD no era más que un MUERMO.


“Brian a, te has confundido con el nombre. Tenía que l am rse

El Día

”.

“¡De eso nad !”, ha contestado. “¡Se l am Día

! ¡P rque algunos días trae BUENAS noticias!

¡Y otras, MALAS!”.

Vale. Si haces una pregunta estúpida, te contestarán una estupidez.

La letra de Brian a es un desastre. A duras penas he conseguido descifrar el primer titular:

¡LA PRESIDENTA PENÉLOPE APRUEBA UNA LEY QUE AUTORIZA A COMER HELADOS ANTES DE CENAR!

¡Muy bien!

He sonreído par mis adentros. Habrá que ver qué tien que decir mamá al respecto.

Algún



Junto al artículo había un dibujo de un os con aspecto feroz, los ojos bizcos y los dientes


¡Y l evab puesto un chándal azul pálido igual que el mío! ¡Eso ya no me ha gustado tanto!

“¿Qué es esto?”, he gritado, enfad da. “¿P r qué hay un os pardo furios en mi habitación, Brian a? ¿Y POR QUÉ VA VESTIDO IGUAL QUE YO?”.

“¡Ups! Me había olvidado de que es dibujo estab ahí”. Brian a ha dejado escap r una risita nerviosa. “¡Uy! ¡Mira qué h ra es! Tengo que terminar mi ruta del reparto. ¡ADIÓS!”.

Se ha esfumado de la cocina y ha subido las escaleras a la carrera.

“¡Eh! ¡Ven aquí o el os grande y peludo se enfad rá!”, he gritado, persiguiéndola hasta su cuarto.

Ha tenido suerte, p rque ha conseguido cerrar con pestil o justo antes de que yo l egase.


Brian a l eva un buen rato encerrad en su habitación, así que imagino que no estará haciendo nad bueno... Probablem nte habrá empezado a prepar r el próximo número de esa p rquería h rtera que el a l am

Algún día

.

¡ARGHHH! ¡A vec s me entran gan s de estrangularla!

Pero ah ra que lo pienso...

Me pregunto si Brian a estaría inter sad en trab jar en la sección de consejos de la Señ rita Sabelot do.

¡MEJOR QUE NO! ¡¡Δ!!


MARTES, 28 DE ENERO

Me l evó una ETERNIDAD terminar todas las cartas par mi sección de consejos.

Estab MUY contenta cuando p r fin envié la última par revisión edit rial. Com de costumbre, mi sección fue muy comentad .

Pero, a la h ra del almuerzo, los buzones estab n l enos a rebosar. ¡OTRA VEZ!

Par intentar poner rem dio al exceso de cartas, la secretaria del colegio ha cogido una caja grande, ha gar bateado las pal bras “C rreo par la Señ rita Sabelot do” y la ha puesto en la puerta de su despacho.

Ha sido alucinante. Al final del día, se acumulab n 216 cartas en la caja.


Estas som s nos tras, ANTES de contestar las cartas.

Estas som s nos tras, DESPUÉS de contestar las cartas.


Pero hoy la mej r noticia me la ha dado el mismo señ r Zi merman. Cuando estábamos a punto de terminar, Lauren ha entrado a toda prisa y me ha dicho que el señ r Zi merman quería verme lo antes posible. A pesar de que he ido acostumbrándome a su f rma de ser, Zi merman todavía me pone muy nerviosa.

No tenía ni la más remota idea de par qué quería hablar conmigo. A menos que Mackenzie estuviera tram ndo alguna de las suyas.

Tal vez hubiera cumplido su amenaz de escribir un artículo sobre la Gran Broma del Papel Higiénico, con todas esas mentiras de que yo había arrojado huevos a su cas .

¡Oh, no! ¿Qué pas ría si Zi merman le entregab aquel artículo al direct r del colegio? ¿Y si el direct r l am ba a nuestros padres?

¡Pued que Chloe, Zoey, Brandon y yo ac báramos expulsados del colegio Δ!


sud r frío me ha empap do la frente. He l am do a la puerta del despacho de Zi merman y me ha dicho que pas ra.

“¡Gracias p r venir, Nikki! P r fav r, siéntate. ¡Tengo que recon cer que me he quedado muy impresionado y s rprendido al enterarme de lo que has hecho! Y Lauren me ha dicho que dos amigas tuyas te han ayudado”.

“Yo... lo lamento de veras, señ r Zi merman. No es tan malo com parec . ¡Puedo explicarlo tod !”.

“¡Jovencita, no hay una explicación lógica ni racional par eso! ¡Tu sección no sol es la más leída de nuestro periódico, sino que además ha increm ntado en un 42 % nuestro índice de lectura! SABÍA que podías hacerlo. ¡Felicidades, jovencita!”.

Me lo he quedado mirando con la boca abierta. “Bueno...


“Tod s los mes s, concedo un diploma a la Contribución Más Valiosa (CMV). Tengo el placer de recompensarte con este certificado p r tu excepcional ap rtación al periódico del WCD, com la colab rad ra Señ rita Sabelot do. ¡Que Dios te conceda una vida larga y próspera, jovencita!”.


¡Oh! ¡Qué CONTENTA estab !

Pero, sobre tod , me he sentido aliviad .

Después de tod mis amigas y yo no nos hemos metido en ningún problema.

Y ah ra la Señ rita Sabelot do ha recibido un premio.

¡¡¡CHÍNCHATE Y BAILA, MACKENZIE!!!

Y todavía ha habido más buenas noticias.

Com estab tan abrumad p r el número de cartas, el señ r Zi merman me ha aconsejado que cad día sel ccionar seis u ocho cartas par contestar; es lo que hacen tod s los colab rad res profesionales de las secciones de consejos. ¡ESO ESTARÁ CHUPADO!


MIÉRCOLES, 29 DE ENERO

Ah ra tendría que estar durmiendo. Pero, p r desgracia, estoy superdespejad , trat ndo de NO dejarme l evar p r el pánico. Sabía que deb ría haber esperado hasta después de clase par mirar en los buzones; es lo que hago siempre, pero hoy no tenía tiempo p rque TODAVÍA debía comprarle un regalo de cumpleaños a Brandon.

P r eso he decidido pedir permiso par ir al cuarto de baño en clase de geometría. Com los pasil os suel n estar vacíos durante las h ras de clase, he pensado que podría recoger las cartas sin c rrer peligro de que se desvelase mi identidad secreta.

He hecho mi rec rrido habitual p r el colegio sin ningún incidente. Ya sol me quedab un buzón p r mirar. Me he aproximado con el sigilo de un ninja y, en un


¡¡MACKENZIE HOLLISTER

¡MACKENZIE ME PILLA SACANDO LAS CARTAS DEL BUZÓN!

Δ !!


imp rta? ¿Quién te cre s que er s? ¿La POLICÍA DEL BAÑO?”.

“¿Y quién te cre s que er s TÚ? ¿La Señ rita Sabelot do? Estoy segura de que no le gustaría saber que te dedicas a curiosear en sus cartas com ...”.

Y entonces Mackenzie se ha quedado en silencio y me ha lanzado una mirad de desconfianza.

“¡Un momento! ¿Eres TÚ la Señ rita Sabelot do?”.

“¡Qué dices! Sol estab metiendo en el buzón la carta que le he escrito, p rque nec sito su consejo”.

“¿Y qué haces con la tap de la caja en la mano? ¿No podías haber echado la carta p r la ranura com tod el mundo?”.


“¡Pues claro! Acabo de desat scarla ah ra mismo”.

He vuelto a col car la tap en la caja y he mirado a Mackenzie.

Luego las dos hemos regresado a la clase.

Pero ¡fijaos en esto! Ha empezado a cuchichearle a Jes ica al oído, mientras me dirigía mirad s t rvas.

Y tod el mundo sabe que Jes ica es la más cotil a del colegio.

Com trab ja en secretaría, se entera de tod s los chism rreos inter santes sobre los profes res y el personal.

De hecho, estoy convencida de que Jes ica le ha chivado a Mackenzie lo del diploma a la Contribución


Creo que Mackenzie está SUPERcelosa, p rque:

1. Faltan dos días par la fiesta de Brandon y TODAVÍA no tien invitación.

2. Sospecha que soy la Señ rita Sabelot do, y MI sección de consejos tien más éxito que SU rol o sobre la moda.

3. Zi merman me ha premiado con el diploma CMV.

4. Brandon y yo cad vez som s más amigos.

He visto venir que iba a decirme algo, p r la f rma en que me ha mirado: de arriba a ab jo.

Y, chica, he acertado.

Ha cerrado su taquil a de un p rtazo y se ha


ESCUCHA, NIKKI!

¡ESTOY HARTA DE TUS TRUQUITOS!

¡MACKENZIE, ENCARÁNDOSE CONMIGO SIN RAZÓN APARENTE!

“Jes ica me ha dicho que el señ r Zi merman te


Considero que las tres culpables se mer cen ser expulsad s”.

“Ya era

HORA

de que te enterar s de que lo hicimos

sol Cloe, Zoey y yo. Brandon no tuvo nad que ver”, le he dicho.

“¿Me tomas el pelo? ¡NO soy tan estúpida! Siempre he sabido que lo habíais hecho sol vos tras tres. Os estuve observando tod el rato desde la ventan de mi habitación, pay sas”.

“¿Nos viste? ¿Y p r qué no intentaste impedir que pusiéramos papel higiénico en tu jardín?”.

“¿Y p r qué iba a interrumpir vuestra aventurita? ¡Podía usarla par que os expulsar n del colegio! ¡Que es lo que pienso hacer mañan !”.

“¿Y p r qué le echaste la culpa a Brandon, si sabías que éramos nos tras?”, le he preguntado.


tod , si se enrol ab conmigo y me invitab a su fiesta. ¡Tod el mundo piensa que haríamos MUY BUENA pareja! Pero no estab inter sado. ¡Los chicos son así de raros!”.

Mackenzie intentab UTILIZARME par trat r de CONVENCER a Brandon de que saliera con el a. ¡OTRA VEZ! Pero yo confiab en Brandon y sabía que era un colega legal.

“¡Mackenzie, estás enferma! ¡Me cuesta cre r que hay s montado tod este lío sol par conseguir una invitación a una fiesta!”.

“¡Lo dices com si fuera algo malo! ¡De tod s mod s, me muero de gan s de que te marches par que Jes ica, mi mej r amiga, pueda ten r tu taquil a. Cuando Winston te dé la pat da, POR FIN nos libraremos de tu aliento apestos en esta escuela”.


pas do p r tod un culebrón. ¡Y ah ra me iban pegar la pat da p r la Gran Broma del Papel Higiénico! ¡Una travesura inofensiva! A la que Mackenzie se había encargado de sac rle bien tod el jugo.

Pero, más que nad , me sentía fat l p r Chloe y Zoey. Se verían involucrad s en una situación desastrosa sol p rque Mackenzie quería HACERME daño.

Sabía que tenía que hablar con mis BFF y avisarlas, pero estab demasiado cansad y abrumad .

Ese mes había sido com una montaña rusa infernal. Y parecía que no iba a terminar. Y cuando descarrilar , me estrel aría, y tod s mis sueños y esperanzas se romperían en mil pedazos.

Luego, esta misma noche he tenido pesadil as muy


*CRACK*

ยกSOCORRO!


¡AAAYY!

Tareas par hoy Página 224

¡OH, NO!


¡NIKKI, EL DIRECTOR WINSTON QUIERE HABLAR CONTIGO!


Estoy segura de que cuando Mackenzie hable mañan con el direct r Winston, voy a ten r problemas. Pued que incluso me echen del colegio.

Si eso suced , ni siquiera la beca que me concedieron p r el contrato de fumigación me ayudará a seguir en el WCD.

Y, encima, cuando mis padres se enter n de tod este asunto, ¡se me va a CAER EL PELO!

Lo único que puedo hacer ah ra es enterrar la cabeza bajo la almohad y l rar a moc tendido.

¡Mi situación es DESESPERADA!

¡ME RINDO!

¡¡Δ!!


JUEVES, 30 DE ENERO

El tiempo parec transcurrir más despacio cuando estás esperando a que suceda algo HORRIBLE. Lo que significa que la j rnad en el colegio se al rga más y más y más.

Estoy tan cansad que apenas puedo manten r los ojos abiertos. Y es que me he pas do casi toda la noche l rando y con pesadil as.

Tengo la sensación de que mi vida está fuera de control.

Se supone que he ido al almacén del conserje a coger un recambio par el chisme de desinfectar las manos de la biblioteca.

Pero la verdad es que he estado tod el día tan estresad que nec sito escribir urgentem nte en mi diario.

Si no me paso un rato desahogándome p r lo que ha sucedido, voy a...


YO, ESCONDIDA EN EL ALMACÉN DEL CONSERJE


Llevo tod el día hecha un manojo de nervios, preguntándome si Mackenzie cumplirá su amenaz y le hablará al direct r de la Gran Broma del Papel Higiénico.

A medida que se ha ido acercando la última clase del día, me he ido convenciendo de que tal vez no había sido más que otra de sus mentiras. Quizás al final había decidido NO seguir adelante con su plan.

Pero, com era de esperar, cuando estábamos en la biblioteca col cando los libros en las estanterías, la secretaria del centro nos ha hecho l egar a Chloe, a Zoey y a mí tres citaciones par que fuéramos a reunirnos inmediat mente con el direct r Winston.

¡Cuánto me he arrep ntido de haber ad rnado la mansión de Mackenzie con esos rol os de papel higiénico! Ah ra íbamos a ten r que sufrir las


Lo pe r de tod era no saber si habían l am do a nuestros padres, o si iban a asistir a la reunión.

Cuando hemos entrado en secretaría, la secretaria nos ha sonreído y nos ha pedido que esperáramos sentad s en la antesal del despacho del direct r.

“Tengo que hacer un recado urgente”, ha dicho, “pero estaré de vuelta en unos minutos. El direct r Winston está hablando p r teléfon y, en cuanto termine, se reunirá con las cuatro”.

“¿Las cuatro?”. Entonces nos hemos vuelto y hemos visto a Mackenzie al í sentad , mirándon s con sus ojos malicios s.

Nos hemos sentado justo delante de el a.

Y hemos procurado no hacerle ningún caso.


Creo que disfrutab viéndon s sufrir.

¡Ha sido muy EMBARAZOSO!

CHLOE, ZOEY Y YO, ESPERANDO Ó


¡Eh, que si dep ndiera de Mackenzie, Winston nos impondría el pe r castigo posible, com expulsarnos del colegio.

Al fin y al cabo, ¿qué iba a perder p r abofet ar a aquel a estúpida? Tendrían DOS motivos par expulsarme, en lugar de UNO sol . Pero al final he decidido conten rme.

De rep nte, se ha abierto la puerta y ha entrado Marcy a toda prisa. “¡Madre mía! ¡Qué bien ten ros aquí a todas!”, ha exclam do casi sin aliento. “El señ r Zi merman quier que hag un rep rtaje de investigación sobre algún tema polémico en el colegio. Y una de mis fuentes me ha dicho que hace unas seman s se produjo un incidente entre vos tras”.

“¿AH, SÍ?”, hemos dicho las cuatro a la vez, s rprendidas.


Esa NO era una buena noticia par nos tras.

“¿Quier s entrevistarme A MÍ?”, ha preguntado Mackenzie, sonriente, mientras agitab las pestañas y se aplicab apresurad mente cinco cap s de pintal bios de col r Rojo Venganza Mezquina.

Y entonces, la muy falsa, ha hecho un pucherito y se ha enjugado sus lágrimas de coc drilo. “¡Oh! ¡Fue tan... tan... traumático! Pero des o compartir con tod el mundo esta hist ria desgraciad . Marcy, ¿p r qué no l am s a... Brandon, par que pueda captar la angustia de mi car con una fot en primer plano?”.

Entonces se me ha t rcido ligeramente el gesto, en señal de desaprobación. Y Chloe y Zoey han mirado hacia el techo, exasperad s. Esa tía está tan l ena de basura que hasta su aliento huel a verted ro.

“¿Te imp rta que grabe la entrevista?”, ha preguntado


fiables me han dicho que no sol les ROBASTE a Nikki, Chloe y Zoey sus disfraces par el espectáculo benéfico del Festival sobre Hielo, sino que además las dejaste ENCERRADAS a oscuras en un almacén de la pista. ¿Qué tien s que responder a eso?”.


¡Qué fuerte! Al principio, Chloe, Zoey y yo nos hemos quedado par lizad s.

Pero luego ya no hemos podido conten r la risa.

Parecía que Mackenzie hubiera visto un fantasma o algo así.

Lo más gracios de tod era que movía la boca, pero no emitía sonido alguno. Probablem nte p rque sabía que cad pal bra que pronunciase iba a quedar grab da.

Finalmente, el direct r Winston ha abierto la puerta de su despacho. “Buenas tardes, señ ritas. Pasen, pasen. Creo que ha sido usted quien ha solicitado esta reunión, ¿no es así, señ rita Hol ister?”.

Mackenzie se ha quedado mirando primero al direct r Winston. Entonces nos ha mirado a


Marcy ha mirado al direct r Winston y luego a Mackenzie. Finalmente nos ha mirado a nos tras.

Y juraría que nos ha guiñado un ojo.

Me ha parecido que tod este juego de mirad s ha durado una ETERNIDAD.

De rep nte, Mackenzie se ha aclar do la garganta.

“Efectivamente, direct r Winston, quería ten r una pequeña reunión par ... ya sabe... preguntarle sobre... m... las...”. Le ha echado un vistazo rápido al despacho visiblem nte nerviosa y se ha fijado en una manzan que había sobre la mesa de la secretaria. “... las MANZANAS... de la... cafet ría. ¡Se nec sita más comida que l ev manzan ! P r ejemplo, bol os rel enos de manzan , tarta de manzan , puré de manzan , hojaldre de manzan ... ejem... ¡De TODO!”, ha dicho Mackenzie muy nerviosa.

No he podido evitar imaginármela com una


¡UN PASTELITO DE MANZANA PARA USTED, Y OTRO MÁS PARA USTED! ¡PASTELES DE MANZANA PARA TODOS!

“¿No te parec , Nikki?”, me ha preguntado Mackenzie, agitando las pestañas con aire inocente.


decir, señ rita Hol ister, que ha solicitado usted esta reunión sol par hablar de la posibilidad de añadir más manzan s al menú de la cafet ría?”, ha exclam do rascándose la cabeza.

“Ejem... ¡Sí! ¡Las manzan s son... FANTÁSTICAS!”, ha insistido Mackenzie con una gran sonrisa.

“Bien. De acuerdo. Hablaré de el o con el jef de cocina. Ah ra, señ ritas, si no hay nad más que discutir, tengo un montón de trab jo pendiente”, ha dicho el direct r Winston, consultando el reloj.

“No quería hablar de nad más”, ha contestado Mackenzie apresurad mente. “Y estoy segura de que mis excel ntes amigas tampoc des an discutir de ningún otro tema, ¿verdad, chicas?”.

Nos hemos cruzado de brazos y la hemos mirado,


ocupado, ocupadísimo! Regresamos a clase, ¿verdad, chicas? Y nos vamos a estudiar, estudiar y estudiar”. Y así ha sido com nuestra reunión con el direct r Winston se ha terminado antes de haber empezado.

Cuando p r fin hemos regresado a la biblioteca, todas las del grupo nos hemos fundido en un gran abrazo colectivo. Sol que ah ra también estab Marcy...


¡Guau! Chloe, Zoey y yo nos hemos sentido SUPERaliviad s: ¡p r fin se había TERMINADO es desastros asunto!

Habíamos dado p r hecho que iban a l am r a nuestros padres y nos iban a expulsar del colegio, o algo pe r.

No sabíamos cómo agradec rle a Marcy que nos hubiera ayudado a salir de este gran marrón.

“Chicas, vos tras sois las únicas amigas que tengo aquí”, nos ha confesado con timidez.

“Bueno. ¡Nos tras también TE consideramos nuestra amiga!”, le he dicho. “¡Pues claro!”, ha exclam do Chloe.

“¡Totalmente!”, ha añadido Zoey, agitando las palmas en el aire.


“Tod s los periodistas de investigación tien n sus fuentes secretas. ¡Y la mía es SUPERfiable!”. entonces me ha mostrado un periódico que me resultab muy familiar...

Y


Todas nos hemos echado a reír. Al parec r, Brian a había distribuido su periódico entre sus compañeros de clase. Y el hermano pequeño de Marcy se lo había l evado a cas .

No podía cre r que Brian a hubiera estado aireando así tod s nuestros asuntos familiares. Pero p r suerte lo había hecho. También me extrañab que Marcy hubiera decidido hacer la entrevista a Mackenzie justo en es momento. ¡Había sido PERFECTO!

“Estab en el cuarto de baño de chicas y he oído que Mackenzie al rdeab ante Jes ica de que había concertado una reunión con Winston par que os expulsasen del colegio”, ha explicado Marcy. “Mackenzie también ha dicho que tu padre iba a cerrar su negocio par trab jar a tiempo completo par el SUYO y que, en cuanto lo hiciera, pensab


¡Así que era eso lo que planeab ! Si mi padre dejab de trab jar par el WCD, yo perdería mi beca. Pero, ¡par estar aún más segura de que iba a deshacerse de mí, Mackenzie planeab convencer a su padre par que traslad se al mío al otro extremo del Estado!

Lo cual significab que nos tendríamos que mudar.

¡Y si él no quería mudarse, se quedaría SIN EMPLEO! Después de haber liquidado un negocio próspero y sacrificar la beca que había conseguido par su hija.

¡Me ha dado mucha PENA p r mi padre! Probablem nte no tenía ni idea de que estab trat ndo con gente tan DESPIADADA.

Y entonces me he dado cuenta de que las tres me estab n mirando.


que me he comido en la cafet ría”, les he dicho, engañándolas.

¡No podía cre r que, después de

TODO

p r lo que

había pas do durante es mes, casi tengo que marcharme

IGUALMENTE

del WCD! Me he

esf rzado p r conten r las lágrimas.

Y he des ado con todas mis fuerzas que mi padre NO ESTUVIERA pensando en dejar su trab jo par fichar a tiempo completo p r el padre de Mackenzie.

Pero la verdad es que eso parecía lo más probable... Al fin y al cabo la seman anteri r se había deshecho de su furgoneta.

Al menos se han solucionado las cosas par Chloe y Zoey. ¡Pero la idea de ten r que despedirme de el as y de Brandon... me rompe el c razón!


MIÂ VIDA


VIERNES, 31 DE ENERO

¡Oh, no, no, no! Lo único que puedo decir es... ¡Oh, no! ¡No sé p r dónde empezar! Me paso el día pensando: “¡Oh, no!”.

Aunque ayer no me expulsaron del colegio, mi situación TODAVÍA sigue siendo un completo desastre.

¡Sabía que mientras mi padre trab jase par el de Mackenzie, mi vida iba a ser una interminable PESADILLA!

Esta mañan Brian a y la señ rita Penélope han saltado encima de mí cuando aún estab en la cam y me han despertado gritando: “¡Despierta! ¡Despierta! Papá tien una s rpresa genial. ¡Sal afuera par verla!”.


Me he puesto un jersey encima del pijam y he salido al aire frío de la mañan aún medio d rmida. ¡Brian a tenía razón! Era una s rpresa GENIAL...


¡Nunca pensé que me sentiría tan feliz al verlos juntos a los tres!

Papá nos ha explicado que, aunque le gustab trab jar par Hol ister Holdings, pref ría ser su propio jef . Y también le apet cía ten r un h rario flexible, par pas r más tiempo con la familia.

Ha dicho que trab jar par el señ r Hol ister le había inspirado par ampliar su propio negocio, Maxwel ’s Antiplag s.

Entonces mamá le ha dicho a papá que le había demostrado a el a y al resto del mundo que era un tiburón astuto y despiad do par los negocios. Estábamos tan rgul osas de mi padre que casi ac ba p r el suelo cuando nos hemos ab lanzado sobre él par abraz rlo y besarlo.


¡Es tan manipulad ra! Pero al menos se le ha terminado el manipular a mi padre.

Bueno, el caso es que esta tarde, cuando me estab prepar ndo par la fiesta de Brandon, me he enterado en el último minuto de que mamá tenía que sustituir a un padre que se había puesto enfermo y acompañar con el coche a los compañeros de clase de danza de Brian a.

Así que mamá me ha dicho: “Nikki, cariño, voy a l evarte a la fiesta de Brandon com ac rdamos, pero ten mos un pequeño problema con el viaje de regreso. Y tu padre se ha prestado par echarnos un cable”.

No podía cre r que mi propia madre se intentar ENGAÑAR de esa manera. ¡Lo siento, mamá! Pero NO SE TRATA de un “pequeño problema”.


¿Y POR QUÉ?

¡P rque mis padres me han dicho, así, com quien no quier la cosa, que papá iría a recogerme...! ¡No os lo podéis imaginar!

... con la cucar cha Max. Aunque estab muy contenta de que papá ya no trab jase par Hol ister Holdings, no pensab permitir DE NINGUNA MANERA que Brandon me vies met rme en es ridículo cucar chamóvil.

Y lo que es pe r todavía, p r fin descubriría lo h rriblem nte MENTIROSA que soy.

¿P r qué no podía ser PAPÁ quien acompañar a los compañeros de clase de danza de Brian a?


ANTIPLAGAS

BRIANNA Y SUS AMIGUITOS, DANDO UN


Y, com ante tod soy una persona sincera, iba a contarle a Brandon y a todas mis amigas la verdad: que me había sucedido algo a última h ra.

EN PARTICULAR: me había sentado mal la comida. ¡Tenía la may r indigestión de mi vida! ¡¡Δ!!

Cuando ya había cogido el teléfon par darles a Chloe y Zoey la mal noticia, mi madre ha l am do a la puerta de mi habitación y ha asomado la cabeza.

“Nikki, cariño, ¿podrías apuntar en un papel a qué h ra y dónde hay que recogerte par dárselo a tu padre? Es muy despistado y es cap z de perderse incluso de camino al buzón”.

Y, antes de que pudiera decirle a mi madre que había cambiado de opinión sobre lo de ir a la fiesta, ha cerrado la puerta y ha desap recido p r el pasil o.


De rep nte, se ha encendido una bombil a en el interi r de mi cabeza, y me he sentido com un auténtico genio.

La fiesta de Brandon iba a ser en cas de Theo, p rque al í había una sal de juegos con un equipo de música alucinante a la que no le faltab de nad . La dirección era Avenida del Lago Oculto, 725. ¿Y si papá iba a recogerme una manzan más al á? ¿En OTRA dirección? Entonces ninguno de los asistentes a la fiesta me vería subirme con él a la cucar cha Max.

¡¡PROBLEMA RESUELTO ∞!!

He colgado el teléfon enseguida.

Y luego he anotado en una hoja tod s los datos de la fiesta par papá.



Ha sido fantástico estar en compañía de tod s mis amigos. Incluso me he s rprendido a mí misma y he cambiado de opinión sobre lo de Brandon que me diera una invitación par que una persona en la que no había pensado pudiera asistir a su fiesta, es decir...

pedirle

rogarle a


¡Lo siento, Mackenzie y Jes ica! ¡¡∞!!

Chloe y Zoey me han hecho reír durante toda la noche.

Com de costumbre, Violet se ha l evado a la fiesta sus discos fav ritos y ha hecho temblar toda la cas .

¡Literalmente!

Theo nos ha ofrecido toda clase de pizzas, que Queasy Che sy nos han entregado recién hechas y aún calentitas. ¡Un hurra p r Queasy Che sy!

Ha sido una s rpresa enterarse de que los padres de Theo son los propietarios del Queasy Che sy del centro comercial. Y de los 173 que f rman la cadena que hay repartida p r tod el país. ¡Y aún hay más!

Com detal e especial, el padre de Theo nos ha entregado a cad uno tres vales “come-tod -lo-


¡Guau! ¡Me he puesto SUPERcontenta!

¡P rque si le regalo un vale del Queasy Che sy a mamá, otro a papá y el otro a Brian a, ya tendré casi todas mis compras de Navidad par el año que vien resueltas!

Sin gastar NI UN CÉNTIMO de mi PROPIO dinero.

¿No es GUAY?

Bueno, me he quedado alucinad de lo deprisa que pasó el tiempo: se han hecho las 10:00 sin siquiera darme cuenta.

Pero nos lo estábamos pas ndo tan bien que nadie tenía gan s de marcharse.

Yo no estab nad preocupad , p rque, gracias a


Perdone, pero es que no consigo encontrar

el número 710 de la Avenida del Lago Oculto. Tengo que recoger al í

a mi hija.

YO

MI PADRE

¡Δ!


¡¡PAPÁ HA ENCONTRADO LA FIESTA!! ¡¡AAAAAAAAAAHH!! La parte buena (si se podía l am r así) era que

mi situación era tan HORRIBLE que NO PODÍA ponerse PEOR.

O eso creía yo.

El padre de Theo se ha rascado la cabeza: parecía tan confuso com mi padre. “¿M m? ¡Qué raro!

Los números de las cas s de esta cal e empiezan

p r el 720. Pero, si quier , pued usted usar el teléfon par l am r a su hija. ¡Pase, está en su cas !”.

“Gracias. Le agradezco su ayuda. Una l am da tel fónica podría aclar rlo tod ...”, ha dicho mi


Y entonces se me ha ocurrido coger el teléfon ANTES de que lo hiciera mi padre.

Pero no par impedirle que lo utilizar , sino par l am r a em rgencias: nec sitab inf rmar cuanto antes del crimen que estab a punto de comet rse.

¡P rque cuando mi padre se enterar de que había estado dando tumbos, PERDIDO, en medio de la noche fría y oscura, sol p rque le había dado unos datos FALSOS, me iba a MATAR!

¡De pronto la noche se ha convertido en un DESASTRE!

Mis AMIGOS estab n ab jo, en el salón.

Mi LIGUE, Brandon, estab de pie a mi lado.

Mi PADRE estab junto a la puerta de entrad .


PLANO DE LA CASA DE THEO

TERRAZA SALÓN

SALA DE

JUEGOS

ESCALERAS VESTÍBULO

DESPACHO

GARAJE

COCINA


Cuando papá se ha dirigido al teléfon par l am rme, ha pas do tan cerca de mí que podría haberle tocado con la mano.

Pero me he quedado tras la esquina, intentando conten r la respiración.

¡Estab atrap da! ¡Me iba a PILLAR en cualquier momento!

O tal vez... NO.

Me he sentido SUPERaliviad cuando ha l egado Theo y se ha l evado a Brandon par enseñarle su nueva consola de videojuegos.

Cuando mi padre ha empezado a marcar el número, he descubierto un teléfon en la cocina desde el que, p r suerte, no podía verme. Sabía que era una idea


¿SÍ? ¡HOLA, PAPÁ!

YO


“¡Nikki! Vay , ¡cuánto me alegro de oírte! ¡Me he PERDIDO! Pero... ¿CÓMO sabías que era yo?”.

“Esto... ¡No lo sabía! M m... He visto que eras tú en la pantal a del teléfon ”.

“Pero ¡si no estoy l am ndo desde cas !”.

“El identificad r de l am das dice, m... Papá. Y, ya sabes, TÚ er s papá. P rque, claro, hay mil ones de personas que se l am n ‘papá’”.

“¡Ah! Está bien. Oye, no consigo encontrar la dirección que me diste. Y estoy l am ndo desde una cas del barrio. Nec sito que me des la dirección buena”.

“Eh, papá, se te oye MUY cerca. Com si estuvieras en la habitación de al lado o algo así. Apuesto a que si miro p r la ventan podré ver... ¡Oh, mira! ¡Ahí está! ¡Papá! ¡Veo tu furgoneta! Está ap rcad cinco


“¿De veras? ¡Vay , te he estado esperando casi en el sitio c rrecto! ¡Así que NO ME HABÍA perdido!”. “¿P r qué pensab s que te habías perdido? Sol tien s que av nzar cinco cas s más. Dame un par de minutos par despedirme de mis amigos y coger el abrigo, y me reuniré contigo enseguida”.

“De acuerdo, cariño. Entonces, nos vemos en un rato”.

“¡Adiós, papá! ¡Un beso!”.

Me ha COSTADO cre r que nuestra conversación hay ido tan bien.

Ah ra, si mi padre se limitase a

1. colgar el teléfon

2. salir de la cas


NO TENDRÍA que escap rme de cas y enrolarme en un circo.

He espiado a mi padre mientras le dab las gracias al señ r Swagmire, le dab la mano, y se marchab .

¡Misión cumplida! ¡¡∞!!

Pero entonces me he dado la vuelta, y... ¿QUÉ TAL? ¿TE APETECE PICAR ALGO?


“¡Oh, Brandon!”, he balbuceado. “No te he visto l egar. Estab hablando p r el padre... con mi teléfon ... Bueno... quiero decir con mi padre p r teléfon ”.

Me he preguntado cuánto tiempo deb de haber estado observando y escuchando Brandon.

“¿Tod va bien?”, me ha preguntado.

“Sí, sí, muy bien. P r suerte, ya se ha marchado. ¡De CASA! Ha venido a recogerme, quiero decir, que va a venir aquí par recogerme...”.

Brandon me ha mirado con desconfianza y ha asentido despacio con la cabeza. “¿Ah, sí? Muy bien”.

Han empezado a arderme las mejil as. “Bueno, será mej r que me marche. No quiero hacer esperar a mi padre”.


es mi padre. De todas f rmas, muchas gracias p r invitarme. ¡Adiós!”.

“¿Te tien s que ir tan pronto? Yo...”. Brandon parecía un poc dec pcionado y su voz se fue ap gando.

“De acuerdo, entonces. Gracias p r venir, Nikki”.

Me he dado la vuelta y me he marchado tan deprisa com he podido. Pero casi sentía la mirad de Brandon clav da en mi espalda.

Les he dado un abrazo a Chloe y a Zoey, y me he despedido de tod el mundo. También le he agradecido al padre de Theo que hay cel brado en su cas la magnífica fiesta de Brandon.

Entonces Marcy me ha dado las gracias p r la invitación.

“¡Gracias a TI, p r haberle par do los pies a Mackenzie!”, le he dicho riendo.


Al oírle decir eso se me ha ocurrido una idea.

“¡Pues ah ra que lo dices, sí la nec sito! Mi sección de consejos me ha estado dando un montón de trab jo. Chloe, Zoey y yo nos hemos estado quedando después de clase par responder las cartas, y me encantaría poder contar con tu ayuda”.

“¡Madre mía! ¡Eres la Señ rita Sabelot do!”, exclamó con asombro. “¡Tenías razón! HE encontrado buenos amigos en el colegio”.

Así que Marcy se quedará con nos tras a la h ra de comer y después de las clases. ¡Es una tía muy maja!

Cuando he salido afuera y he sentido el frío de la noche, estab contenta, aunque también un poc triste.

Ha sido mar vil os disfrutar de la compañía de



He caminado p r el sendero de la entrad com si nad .

Pero en cuanto he salido del jardín de Theo, me he puesto a c rrer com una loca hacia la furgoneta.

Cuando me he subido, papá todavía estab mirando mi nota, rascándose la cabeza.

“Hola, Nikki. Ya sé que es una estupidez, pero me parec que estos datos están mal”, ha murmurado.

“No te preocupes, papá”, le he dicho yo sintiéndome culpable p r haberle hecho buscar inútilmente.

Entonces ha dudado unos instantes, visiblem nte nervios , y me ha dicho:

“Entonces, mantendremos en secreto tod lo que ha ocurrido esta noche, ¿te parec ?”.


Pero ¿CÓMO?

¡Oh, no! ¿Y si me había visto en cas de Theo?

“Es que, si le cuentas a mamá que no encontrab la cas , me lo va a estar rec rdando toda la vida. Siempre está diciendo que me pierdo incluso yendo de camino al buzón”, me ha explicado.

He suspirado, aliviad .

“¡No te preocupes, papá! Conmigo tu secreto estará totalmente a salvo”, le he dicho efusivamente dándole un abrazo.

Luego me he hundido en el asiento.

Aunque la noche era muy oscura, no quería que nadie me viera a b rdo de la cucar cha Max.


No lo culpab . Soy tan mentirosa que no me gustaría ser amiga de una persona com yo.

Supongo que estab cansad de tod s mis secretos. y mentiras. No sabía cuánto tiempo podía seguir escondiendo quién era yo en realidad.

¡La ÚNICA persona en la hist ria de la humanidad que iba al colegio gracias una estúpida BECA concedida gracias a UN CONTRATO DE FUMIGACIÓN!

¿POR QUÉ mi vida es tan CUTRE?

Entonces me ha l egado un mensaje de texto de Brandon: “

¡ME ENCANTA

el regalo del g rro de

cocinero y los vales del Crazy Burger! ¿Te gustaría ayudarme a gastarlos mañan a la h ra del almuerzo? ¡P r fav r, dime que SÍ!”.


mej res hamburguesas en muchos kilómetros a la redonda.

Le he respondido inmediat mente: “¡SÍ! ¿Quedamos al í?”.

“¡No hay problema! Pero, par ser sincero, hace mes s que estoy des ando dar un paseo en esa riginal furgoneta de la cucar cha que tien tu padre”.

He tenido que rel er el mensaje de Brandon com tres o cuatro vec s.

Entonces no he podido conten rme y me he echado a reír a carcajad s.

¡Mi padre me ha mirado com si me hubiera vuelto LOCA!


¡Pero no creo que sepa que yo con zco su situación personal!

¿O TAMBIÉN sabe eso?

Con la emoción de tanto SECRETO acerca de lo que sabemos y lo que no sabemos el uno del otro ha empezado a darme vueltas la cabeza.

Me mareo sol de pensar en el o. ¡Pero en el BUEN sentido! ¡¡∞!!

¡Y sí! ¡Recon zco que tod esto suena DE-MENNN-CIAAAL!

Pero no puedo evitarlo.

¡¡¡SOY TAN PEDORRA!!! ¡¡∞!!


 PARA BRANDON!



Rachel Renée Russell

que prefier escribir libros par adolescentes a redactar textos legales. (Más que nad p rque los libros son mucho más divertidos y en los juzgados no se permite estar en pijam ni con pantuflas de conejitos.)

Ha criado a dos hijas y ha vivido par contarlo. Entre sus hobbies destac el cultivo de violetas y la realización de manualidades totalmente inútiles (com p r ejemplo, un micro ndas construido con palitos de pol s, pegamento

es una abogad



OTRAS OBRAS DE

Rachel Renée Russell

Diario de Nikki 1: Crónicas de una vida muy poc glamurosa

Diario de Nikki 2: Crónicas de una chica que no es precisamente la reina de la fiesta

Diario de Nikki 3: Una estrel a del pop muy poc bril ante

Diario de Nikki 3 1/2: ¡Crea tu propio diario!

Diario de Nikki 4: Una patinad ra sobre hielo algo t rpe

Diario de Nikki 5: Una sabelot do no tan lista


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