Nº 247
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ITALIA
REGIÓN Ó DE LAS MARCAS, UN PAISAJE DE ARTE
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M UNA TIERRA ASOMBROSA
C LA CREATIVA CAPITAL DANESA C RUTA POR EL CORAZÓN DE LA PROVINCIA M S LA SELVA ESMERALDA
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Nº 247 - 4,95€ / PVP CANARIAS 5,10€
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Las revoluciones ya no son lo que eran. Audi e-tron Sportback. 100% eléctrico. Todo cambia, incluso el modo en el que cambiamos el mundo. Hoy el progreso comienza por nosotros mismos y una decisión individual puede ser una poderosa revolución. Como cuando decides conducir el nuevo Audi e-tron Sportback, una apuesta por la movilidad sostenible que incorpora innovadores avances como su carga ultra rápida que completa el 80% de batería en solo 30 minutos*, una autonomía de 446 km** y el servicio Audi connect. El confort y la conectividad que necesitas para empezar tu revolución. audi.es/etronsportback Electric has gone Audi. Audi A la vanguardia de la técnica Consumo de electricidad combinado: 21,4-25,7 kWh/100 km. Emisión combinada de CO₂: 0 g/km (NEDC: 0 g/km). * Los tiempos de carga reales pueden variar en función de las condiciones y de la instalación de carga disponible. ** La autonomía del vehículo puede variar por factores externos, incidiendo en ésta el perfil de la ruta, la temperatura, el tipo de neumáticos o el estilo de conducción del usuario.
SUMARIO
NÚMERO 247 / Año XXI
COPENHAGUE. Pág. 94 AUTORES
FUERTEVENTURA
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VALENCIA
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JOSÉ LUIS DE JUAN Escritor y colaborador habitual de Viajes NG, es un enamorado de las islas Canarias. ÍNGRID LAFITA Periodista valenciana especializada en temas de ciencia, sociedad y medioambiente. SERGI RAMIS Escritor y periodista de viajes, siente predilección por el paisaje, las ciudades y la cocina de Extremadura. VALENTINA MERCURI Periodista, traductora y editora de la revista Speak Up, nos guía por su tierra natal, la región de Las Marcas. USE LAHOZ Escritor y profesor en la Universidad Sciences Po Paris. Su última novela es Jauja (Destino). PATRICIA TUBELLA Periodista de cultura y viajes, ha recorrido la Malasia peninsular y sus islas en diversas ocasiones.
La belleza volcánica de esta isla canaria es tan cautivadora y serena que requiere más de un viaje para descubrir todos sus matices.
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La dinámica capital del Turia es el inicio de una gran ruta por la Huerta y las sierras del interior hasta los cabos de Sant Antoni y de La Nau.
EXTREMADURA
60
LAS.MARCAS
78
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Del fértil valle del Jerte a los fabulosos conjuntos de Cáceres y Mérida, esta tierra reúne un sinfín de atractivos naturales y culturales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Esta región es una síntesis de los paisajes italianos: las armónicas colinas toscanas, las playas del Adriático y exquisitas ciudades de arte.
COPENHAGUE
94
MALASIA
110
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La capital más cálida de Escandinavia presume también de animación, museos y rincones junto al mar donde perderse semanas enteras. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .
Selvas esmeraldas, playas de coral y una gran diversidad de etnias aparecen a lo largo de este gran viaje desde Kuala Lumpur.
EN PORTADA: Playa del Viejo Rey (Fuerteventura). Fotografía de Frank Günter/ Istock.
SUMARIO Director
Josan Ruiz
Dirección de Arte Jefa de Redacción Redacción Maquetación Tratamiento de la imagen Secretaria de Redacción Editora adjunta a la Redacción
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REDACCIÓN
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EXPERIENCIAS
Costa Rica. Anidación masiva de tortugas lora en la playa de Ostional. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8 Bassin des Lumières. Un búnker de submarinos en Burdeos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .10 Libros incunables y dónde admirarlos: Dublín, Oxford y Londres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12 Trashumancia. La nueva vida de las antiguas rutas de pastores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
LA RUTA DE LA SIDRA
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La región del sur de Portugal invita a disfrutar de sus playas atlánticas y de poblaciones de interior repletas de anécdotas históricas y artísticas.
LIBROS Y ARTE
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BARCELONA Y LEVANTE
Av. Diagonal, 189. 08018 Barcelona (España) Tel. 934 157 374. Fax: 932 380 730. Directora Comercial Ana Gea Directora de Publicidad Levante Paloma Campos Directora de Publicidad Mónica Monge Coordinadora de Publicidad Gemma Reyes
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Viaje desde Gijón para descubrir la bella Comarca de la Sidra, una tierra de aldeas marineras, campos de manzanos y templos prerrománicos.
EL ALENTEJO
C/ López de Hoyos, 141. 28002 Madrid (España). Tel. 915 106 600. Fax: 915 194 813. Directora Comercial Mª Luz Mañas Subdirectora de Publicidad Begoña Llorente Subdirector de Publicidad Adrián Garcia de Manuel Coordinadora de Publicidad Yolanda Trigueros
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ISSN 1575-5479 ISSN revista digital 2604-6164 Distribuidor en Argentina: Brihet e Hijos, S.A. Distribuidor en México: Ibermex, S.A. de C.V.
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TURISMO DE CANTABRIA
PERDERSE ENTRE SECUOYAS, EN HAYEDOS QUE OCULTAN SALTOS DE AGUA, EN ENCINARES SOBRE ACANTILADOS... CANTABRIA ES NATURALEZA Y TE ESTÁ ESPERANDO Si hay una estación mágica en Cantabria es el otoño. Sus bosques, salvajes y únicos, se visten de dorado y ofrecen paisajes que dejan sin aliento. Estos son solo algunos de los más maravillosos. Escápate y descubre su calma y su belleza sobrecogedora. EL BOSQUE DE SECUOYAS Declarado Monumento Natural, las Secuoyas del Monte Cabezón es un bosque de hadas. El sol de otoño filtrándose por las ramas de sus 848 secuoyas de 36 m de altura es un espectáculo mágico. Lo encontrarás entre Cabezón de la Sal y Comillas. LOS COLLADOS DE ASÓN En Soba, te espera el Parque Natural de los Collados de Asón, donde descubrirás distintos ecosistemas: desde los bosques de la ribera del río Asón hasta los de alta montaña.
El Centro de Interpretación del parque prepara múltiples rutas guiadas para recorrerlos y descubrir magníficos saltos de agua. UN BOSQUE SOBRE EL MAR En Santoña, en el Parque Cultural Monte Buciero, nos esperan cinco rutas hacia faros, acantilados, un fuerte napoleónico y un espléndido encinar con rincones colonizados por especies trepadoras que lo han convertido en una auténtica selva. CASTAÑOS CENTENARIOS El Habario de Pendes es un castañar ubicado en Cillorigo de Liébana. Desde el Mirador de Los Moros, podrás contemplar los más de 200 castaños centenarios de troncos y ramas retorcidas por el tiempo, restos de antiguos poblados cántabros invadidos por la naturaleza y las bellas montañas que cobijan el valle.
Más información en turismodecantabria.com
EXPERIENCIAS
COSTA RICA
SANTUARIO DE TORTUGAS MARINAS La playa de Ostional es única para presenciar el desove y el nacimiento de la tortuga lora.
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osta Rica es uno de los mejores destinos para contemplar la reproducción de tortugas marinas. Estos reptiles no olvidan el lugar donde nacieron y retornan a él para anidar tras aparearse en alta mar. Un enclave privilegiado para ser testigo de este acontecimiento es el Refugio de Vida Silvestre Ostional, un área de conservación
que destaca por recibir varias especies de tortuga (baula, verde, carey, olivácea...), aunque la más numerosa es la lora del Pacífico, que acude masivamente en época de lluvias, de agosto a diciembre. Las loras son un caso especial, pues mientras el resto de tortugas apenas pasan una hora fuera del agua y en plena oscuridad para
desovar, estas realizan arribadas masivas una o dos veces al mes y permanecen en la playa de 3 a 4 días. Como el resto de tortugas, cavan hoyos donde depositan un centenar de huevos, que tardarán unos 50 días en eclosionar. La temperatura de la arena influye en el sexo: por debajo de 29 º C nacerán ante todo machos. En Ostional se
organizan grupos reducidos con guía para contemplar a las loras, en ocasiones tan abundantes que dificultan caminar por la playa. Otro instante emotivo es cuando las crías rompen el cascarón. Las pequeñas loras se apresuran para llegar el agua, pero se calcula que solo una de cada cien logrará volver a esa playa para desovar. ❚
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ACI
Anidamiento masivo de tortugas lora en la playa de Ostional.
EXPERIENCIAS
AGE FOTOSTOCK
Detalle del Retrato de Adele Bloch Bauer, en la proyección de Gustav Klimt.
BURDEOS
INMERSIÓN EN LAS BASSINS DES LUMIÈRES
BASSINS DE LUMIÈRES BURDEOS
Este flamante centro de arte digital ocupa una antigua y gigantesca base submarina.
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as Piscinas de las Luces (Bassins des Lumières) es el nuevo centro de arte visual de Burdeos, un espacio que propone sumergirse en una experiencia sensorial y envolvente, contemplando montajes audiovisuales de 360 grados. El lugar elegido para la instalación es una antigua base submarina, un recinto de hormigón, acero, agua y penumbra que ahora resucita convertido en un escenario lleno de colorido, música y arte. Situado en el barrio de Bassins à Flots, se trata de un gigantesco búnker de 42.000 m2 que construyeron los alemanes a orillas del Garona para esconder submarinos durante la Segunda Guerra Mundial. Con una vía central inundada por el río, tiene 11 espa-
cios expositivos. Siete de ellos están destinados a eventos culturales. Las Bassins des Lumières, con cuatro de estas salas de 100 m de largo, 22 m de ancho y 12 m de alto, es la mayor instalación de arte digital en el mundo. La magia sensorial de las Bassins des Lumières la logran 90 videocámaras que proyectan miles de imágenes y música digitalizadas en las paredes y suelo del búnker, y también sobre el agua que circula por el interior y que salvan pasarelas. El pintor austriaco Gustav Klimt protagoniza la exposición inaugural De oro y colores que, hasta finales de año, convivirá con Pintando música con Paul Klee y otras creaciones de artistas contemporáneos exhibidas en el espacio Le Cube. ❚
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TENERIFE
Sur de la isla
El mejor destino turístico para vivir la naturaleza
E Piscina natural en Garachico
Parque Anaga
Hotel Palacio Isora
n cualquier época del año, Tenerife te ofrece mil posibilidades para disfrutar de un entorno privilegiado. La isla cuenta con 43 espacios protegidos, entre los que destaca el Parque Nacional del Teide, declarado por la UNESCO Patrimonio Mundial de la Humanidad. Un teleférico permite ascender hasta muy cerca del pico más alto de España, con vistas más que increíbles. En el Parque Rural de Anaga, y en el de Teno, con sus bosques de laurisilva —una reliquia del Terciario—, te sorprenderás con sus helechos gigantes y un aire de mágico cuento de hadas. También podrás disfrutar del cielo de Tenerife: por su limpieza y claridad, está considerado uno de los mejores del planeta para observar las estrellas. Por ello existen empresas que ofrecen la actividad con telescopios y guía especializado. FAMOSAS PLAYAS Y PISCINAS De arena rubia o negra (color que otorga el origen volcánico de la Isla, como Playa Jardín en el Puerto de la Cruz), hay playas en el norte y en el sur para que puedas bañarte y broncearte al gusto. Las piscinas naturales creadas por la lava al solidificarse, conocidas en Tenerife como “charcos” son una alternativa igual de auténtica y gratificante, por ejemplo el Charco de La Laja en San Juan de la Rambla, el Charco del Viento en Icod de los Vinos o el Charco La Jaquita en Guía de Isora. . En las aguas del sur de la Isla, a unas tres millas de la costa, es posible avistar cetáceos los 365 días del año. Tenerife es uno de los
mejores lugares del mundo para su avistamiento, por ello ofrece excursiones con embarcaciones autorizadas. Las aguas de Tenerife te permiten también practicar kayak, windsurf, surf o buceo, mientras que sus increíbles paisajes pueden recorrerse en bike, ciclismo o senderismo, e incluso sobrevolarlos en parapente. LUGARES CON ENCANTO. En Santa Cruz puedes admirar edificios vanguardistas como el Auditorio de Tenerife, el Centro Internacional de Ferias y Congresos, ambos de Santiago Calatrava, o el TEA de Herzog y De Meuron. En La Laguna, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, destacan sus casonas y patios tradicionales, igual de bellos que los cascos históricos de La Orotava, Garachico o Icod de los Vinos. OCIO Y GASTRONOMÍA. La cocina tinerfeña es creativa y original, con productos de calidad como el atún, el plátano o el aguacate, que se acompañan de vinos locales cuya historia se remonta al siglo XV. Además, cinco restaurantes de la Isla cuentan con estrellas Michelin. Tenerife es una isla auténtica por sus celebraciones tradicionales como las romerías, una de las mejores muestras de la cultura canaria. La oferta de ocio en Tenerife es también familiar: además de playas o montes, te ofrece también parques temáticos con atracciones y un zoológico con toda clase de especies animales. La Isla ofrece también múltiples centros de spa y wellness para cuidarse y relajarse en un entorno excepcional.
Tenerife 7 días Hotel 4* AD desde 228 € Incluye avión desde Madrid/Barcelona y excursión a Palmetum de Santa Cruz de Tenerife. La Laguna
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EXPERIENCIAS
JOYAS MEDIEVALES
INCUNABLES PARA LA ETERNIDAD Dublín, Oxford y Londres, tres destinos para descubrir tesoros de la literatura universal en algunas de las bibliotecas más bellas de Europa. LIBRO DE KELLS
TRINITY COLLEGE DE DUBLÍN
La Biblioteca del Trinity College, en pleno centro de Dublín, alberga cinco millones de volúmenes, aunque sin duda su mayor joya es El Libro de Kells, expuesto en la Long Room, su nave central. Se trata de una de las copias de los Evangelios mejor preservadas del mundo, escrita hacia el año 800. El valor de este manuscrito miniado reside en su antigüedad pero, sobre todo, en las caligrafías y dibujos que lo embellecen. LA CHANSON DE ROLAND
BIBLIOTECA BODLEIANA DE OXFORD
En la Radcliffe Square, la plaza más monumental de Oxford, se erige la magnífica Biblioteca Bodleiana, una de las más antiguas de Europa, fundada en 1602. Guarda 9 millones de libros, entre ellos el medieval Cantar de Roldán, considerado el libro de gestas más antiguo que se conserva, un poema épico escrito en francés antiguo en el siglo xi, supuestamente por el monje normando Turoldo. LOS CUENTOS DE CANTERBURY
FOTOGRAFÍAS: AGE FOTOSTOCK
THE BRITISH LIBRARY DE LONDRES
Los Cuentos de Canterbury fueron escritos en el siglo xv por Geoffrey Chaucer, el poeta más renombrado del medievo inglés. El hilo de esta obra eran las historias que intercambiaban los peregrinos en su ruta para visitar la tumba de Thomas Beckett en la catedral de la ciudad. Hoy el Canterbury Tales Museum recrea aquellos relatos. El original de este ornamentado libro se guarda en la British Library de Londres.
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G
Monterrei
Ribeira Sacra
Rías Baixas
Ribeiro
Valdeorras
alicia es un destino seguro, sin aglomeraciones y con grandes paisajes que puede presumir de una propuesta enoturística variada, original y de calidad. Toma nota de las cinco Rutas del Vino que proponen las cinco Denominaciones de Origen gallegas: una oferta completa para el visitante, en la que empresas e instituciones trabajan por el impulso social y económico de cada territorio.
RUTA DEL VINO DE RÍAS BAIXAS Este itinerario marida con estilo la pasión por el vino y el amor a la naturaleza. Las Rías Baixas es un territorio perfecto para visitar en cualquier época del año, cada estación resalta sus propias características, colores, olores y sabores. Descubre los castillos y jardines de Soutomaior o el encanto del interior gallego en Condado do Tea y Ribeira do Ulla.
RUTA DEL VINO DE MONTERREI Combina el buen vino con los mejores alimentos para el espíritu: una naturaleza espectacular, con manantiales mineromedicinales como Cabreiroá o siendo la puerta de entrada al Parque Natural do Invernadeiro; y un viaje por la historia, que va desde lagares rupestres a monumentos como el Castillo de Monterrei. También puedes recorrer la Vía de la Plata y el Camino Interior Portugués que forman parte del Camino de Santiago.
RUTA DEL VINO DE RIBEIRO Rutas a caballo, picnics entre viñedos, catas, vinoterapia o talleres de cocina son algunas de las propuestas en una zona con innumerables vestigios históricos: aldeas medievales, juderías, castros, pazos o monasterios. No puedes perderte la gran oferta de modernos balnearios y termas situados en las orillas de sus ríos.
RUTA DEL VINO DE RIBEIRA SACRA Desde el sur de la provincia de Lugo hasta el noreste de Ourense, y por las laderas del Miño y el Sil se suceden los viñedos, iglesias y monasterios románicos en un paisaje único. Descubrirás aldeas recónditas, bodegas llenas de encanto, catas experimentales y noches en alojamientos de ensueño.
RUTA DEL VINO DE VALDEORRAS En este recorrido visitarás un territorio rural, con un hermoso patrimonio natural y cultural con las características cuevas, bodegas enterradas donde tradicionalmente se elaboraba y conservaba el vino denominadas “Covas”. En esta zona los romanos encontraron oro y los peregrinos trazaron el llamado Camino de Invierno para llegar a Santiago evitando las zonas nevadas.
JAVIER SÁNCHEZ
EXPERIENCIAS
TRASHUMANCIA
LAS RUTAS DE LOS PASTORES EN ESPAÑA
JAVIER SÁNCHEZ
Esta tradición milenaria se mantiene viva en muchos lugares de la Península.
L
a llegada del otoño supone para cientos de pastores el traslado de su ganado desde las zonas de verano a las de invierno –a la inversa en primavera–. Comienza un viaje en el que los rebaños recorren antiguas vías pastoriles cruzando valles, pueblos y ciudades, en busca de temperaturas menos rigurosas y mejores pastos para alimentarse. Es la trashumancia (del latín trans, «de otra parte», y humus, «tierra»), una práctica que en España ha tejido una red de itinerarios, que desde hace siglos recorren los pastores y hoy también frecuentan los amantes de la naturaleza y el senderismo; además contribuyen al desarrollo sostenible y a la economía agraria. En la Península, los antiguos pastores celtas ya huían del invierno en los montes leoneses hacia las dehe-
sas de la actual Extremadura, por sendas lindantes con campos y ríos, abrevaderos y descansaderos. En 1273, Alfonso X el Sabio decretó el Concejo de la Mesta de Pastores, el derecho de paso de ovejas, cabras, vacas y caballerías por vías desde entonces llamadas Cañadas Reales. Hoy subsisten una decena, con sus ramales, cordeles y veredas (según la amplitud), conectando el valle del Guadalquivir con los Picos de Urbión, el Levante con la Serranía de Cuenca o las riberas del Ebro con el Pirineo. Destacan la Cañada Real de la Vía de la Plata, la de los Montes Universales, la más larga de España entre Teruel y Jaén (500 km), o la Ruta de la Capital, que cada octubre –en 2020 cancelada– cruza las calles de Madrid en la Fiesta de la Trashumancia. ❚
Incluye a la Naturaleza en tu testamento Gracias a personas como tĂş podemos seguir protegiendo los animales y defendiendo el planeta
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MONSARAZ
Considerado el pueblo más bonito del Alentejo, se acomoda sobre un promontorio del valle del Guadiana, envuelto por murallas y coronado por su castillo medieval.
LA SORPRESA DE PORTUGAL
ALENTEJO Esta región guarda pueblos de larga historia, aldeas marineras y playas salvajes modeladas por el Atlántico.
E
l Alentejo ciega de blancura. Las casas de sus pueblos encaladas y veteadas de azulete. Los pavimentos de las calles, las cruces de término, los palacetes, son de mármol. De modo que cuando el viajero se adentra en cualquier localidad, tiene que entrecerrar los
ojos para admirar su calmada belleza. Esta región del centro y sur portugués ocupa una tercera parte del territorio nacional. Y, sin embargo, solo cuenta con el 7% de la población total. El Alentejo está a la cabeza de las zonas más despobladas de Europa occidental.
«Atrapado» entre la algarabía playera del Algarve y la vitalidad de Lisboa, el Alentejo es un paisaje de lomas redondas. Las laderas y llanuras las ocupan, mayoritariamente, dehesas formadas por alcornoques –la región es la mayor productora de corcho del mundo–. De ahí que su sotobosque sea reino para cerdos cuya carne es muy apreciada. Para los españoles, supone una familiar transición del paisaje extremeño con el que linda. La tranquilidad vital del Alentejo se entiende en su capital y mayor ciudad, la adormilada y coqueta Évora, con poco más de 50.000 ha-
bitantes. Évora está cercada poruna muralla medieval que le confiere, sobre el mapa, un perfil redondito. Al noroeste, el fuerte de Santo António, con forma de cruz puntiaguda. En sus calles hay esa humedad y ese frío de los siglos acumulados. Se callejea placenteramente por ella hasta que, de tanto en tanto, se aparece en una plaza donde hay cierta bulla, como en la 1º de Mayo, que contienen su mercado municipal. Solo a un centenar de metros está la Praça de Giraldo. A su derecha, la catedral levantada a partir del siglo xii y que, además de mostrar sus retablos barrocos, tiene el atractivo de que se puede
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En Portugal se la conoce como la Ciudad Museo. Patrimonio Mundial por la Unesco, su centro alberga valiosos restos romanos.
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LA BELLA ÉVORA
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COSTA DE PORTO COVO Una docena de calas intactas se extienden entre la marinera Porto Covo y Setúbal, en el Parque Natural de la Costa Vicentina.
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pasear por su almenada azotea tapizada de líquenes amarillos, alineándose el visitante con una torre campanario que recuerda sin descanso al Bastión de los Pescadores de Budapest. Aquísebendijeronlasbanderasque Vasco da Gama se llevó en su expedición de 1497 en busca de la India
doblandoelCabodeBuena Esperanza. Al salir de la catedral, a la derecha queda el punto culminante de Évora, presididoporuntemploromano,que diceneselmejorpreservadodela Península Ibérica. En la iglesia de San Francisco, en elLargo(plaza)delmismonombre,
se encuentra uno de los lugares más inquietantes de Portugal, la Capilla de los Huesos. El rótulo que recibe en el frontispicio no puede ser más explícito: «los huesos que aquí estamos, por los vuestros esperamos». El oratorio reúne restos de más de 5000 cadáveres, sacados de los cementerios de la ciudad cuando estosquedaronllenosarebosar.Están ordenados cartesianamente recubriendo columnas, paredes y arcos, ysonunespectáculoentresiniestro y naíf que, se supone, sirve al mensaje de que polvo eres y en polvo (o calaveraempotrada)teconvertirás. Salir de Évora permite reencontrarse con la refulgente lumi CRÓMLECH DOS ALMENDRES. En el
municipio de Nossa Senhora de Guadalupe, es uno de los conjuntos megalíticos más importantes de Europa.
nosidad del Alentejo. Arraiolos es como un merengue en cuesta, con sus casas y plazas encaladas. Las abundantes canteras de mármol han servido para quelascallesestén pavimentadas con esa piedra también blanca. Al coronar la colina se llega al severo castillo, contrastando con su piedra oscura, pero que no se olvida de ofrecer una torrecampanario blanca como la leche. La fortaleza más espectacular es la de Evoramonte. El topónimo despeja dudas, se halla sobre un promontorio y se trata de una defensa militar en la que prácticamente solo hay torres de defensa unidas por breves muros. Todo ello muy alto y muy medieval. Se construyó en 1306 y se rehizo en 1531, tras los estragos de un fuerte terremoto. Las vistas panorámicas que se dominan desde este fuerte enseñan el territorio y
dan para jugar a descubrir dónde se ocultarán los monumentos megalíticos entre los árboles de la dehesa. Y es que en el Alentejo hallamos menhires y crómlechs por doquier, generalmente bien señalizados y conservados. La reunión de piedras en círculo más desasosegante es el Cromeleque dos Almendres. Hasta el viajero más escéptico encontrará que algo hay de inexplicable en este monumento con grabados realizados en la piedra con criterios geométricos y astrales hace ocho mil años. Es el grupo megalítico más notable de la Península Ibérica. Pero hay más muy cerca, como el Menhir de Bulhoa o el de Outeiro. Imposible desentrañar los misterios de nuestros antepasados, así que lo mejor es embarrancar en alguna bella población alentejana –todas lo son– como Elvas o Monsaraz, para
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La Capilla de los Huesos, en la cripta de la iglesia de San Franciso de Évora.
disfrutar de la discreta campechanía de sus habitantes, de esa afabilidad y corrección tan lusitanas; pararse a degustar una sopa de verdolaga con queso de cabra; o admirar el trabajo de los tejedores de alfombras. Si se tiene nostalgia del mar, el litoral de Porto Covo ofrece un océano bravo y salvaje de costas afiladas, más dadas al paseo romántico que al baño…, a no ser que se trate de un surfista de nivel. ] Sergi Ramis
Viaja desde casa PORTAL OFICIAL DE TURISMO DEL ALENTEJO LO MEJOR DEL ALENTEJO EN UN VÍDEO
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La acantilada costa del cabo de Lastres se ilumina cada anochecer gracias a este faro de 1994, accesible desde la aldea de Luces.
ASTURIAS
LA RUTA DE LA SIDRA Villas marineras, iglesias prerrománicas, pomaradas y lagares jalonan este recorrido desde la bella Gijón.
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os concejos de Bimenes, Cabranes, Colunga, Nava, Sariego y Villaviciosa conforman un espacio natural que vive por y para la bebida más popular de Asturias. Es la Comarca de la Sidra, un rincón del Principado que regala al viajero una seductora escapada por el norte de España. Y es que, aunque el hilo conductor de este itinerario se teja en los campos de manzanos, en la singularidad de su cultura y en la tradición que pervive en los centenarios lagares, sus atractivos no acaban ahí. También
se cruzan al paso magníficos parajes rurales, pueblos costeros con playas de ensueño, templos en los que se detiene el peregrino, icnitas de dinosaurios y, por supuesto, grandes mesas en las que degustar su apreciada despensa natural. Nuestro viaje empieza en Villaviciosa, un concejo situado al este de Gijón que nos sumerge en la fisonomía de estas tierras y su conexión con la sidra. En la Capital de la Manzana se impone callejear por su señorial casco histórico en busca de palacetes y casonas blasonadas, vi-
sitar algún lagar para conocer cómo es el día a día en una bodega, y detenernos a admirar los templos que se alzan al abrigo del Camino de Santiago. Tesoros como las iglesias románicas de San Juan de Amandi y Santa María de Lugás, o San Salvador de Valdediós, una de las muestras más importantes del arte prerrománico asturiano, conocida popularmente como El Conventín. Del legado jacobeo pasamos al de la naturaleza en la Reserva de la Ría de Villaviciosa, uno de los estuarios con mayor biodiversidad de la cos-
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PUEBLOS COSTEROS
IMPRESCINDIBLE
Museo Jurásico
Entre Colunga y Lastres se halla este centro que se nutre principalmente de hallazgos de fósiles realizados en tierras asturianas y donde se muestra la evolución de la vida en la Tierra desde sus orígenes hasta la llegada del hombre. ■ www.museojurasicoasturias.com
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ta Cantábrica en el que se dan cita los amantes de la ornitología y los deportes acuáticos. En especial del surf, ya que la playa de Rodiles, situada cerca de la zona protegida, cuenta con una de las mejores olas izquierdas de Europa. La carretera que bordea la ría de Villaviciosa conduce a Tazones, pueblo marinero que dibuja una de las postales más hermosas del oriente asturiano. Pasear por sus empinadas callejuelas, entre coloridas casas de pescadores, es un excelente aperitivo antes de
Desde Gijón hacia el este, la Ruta de la Sidra enlaza aldeas pesqueras como Lastres –arriba–, Colunga y la encantadora Tazones. LASTRES. Con sus
casas descendiendo en pendiente hasta llegar al mar y un sinfín de miradores, Lastres está considerada una de las villas más bonitas de la Ruta de la Sidra. Es recomendable contemplar las vistas desde la Capilla de San Roque y la iglesia barroca de Santa María de Sábada.
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PAISAJES RURALES
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En el concejo de Nava la Ruta de la Sidra discurre entre campos de manzanos, iglesias prerrománicas y aldeas con hórreos.
LA SIDRA. Hasta 76 variedades de manzanas se emplean en la sidra de Asturias con denominación de origen.
probar los pescados y mariscos que se cocinan en los restaurantes y sidrerías del puerto, junto a una recogida playa que se deja ver cuando baja la marea. La misma que conoció Carlos V cuando desembarcó en España por primera vez en 1517. El recorrido prosigue ahora por el interior hasta llegar a Colunga, el concejo más oriental de la comarca, que concentra la esencia de Asturias en apenas 100 km2. El Nuberu, señor del orvallo y las tormentas, viste de verde sus pomaradas y praderías; los asturcones siguen galopando en las laderas de la majestuosa sierra del Sueve; y la capital narra su ilustre pasado a través de palacios modernistas, casas de indianos y ermitas que, de nuevo, remiten al Camino jacobeo. Y luego está el Cantábrico, que custodia la
costa de los dinosaurios, como ilustra el Museo del Jurásico. Se trata de una visita obligada, más aún si se viaja con niños, que debe extenderse al yacimiento de la playa de La Griega, donde se hallan las icnitas de saurópodo más grandes del mundo. Nos espera otro gran escenario de la Ruta de la Sidra: un caserío blanco que zigzaguea por la ladera de la montaña hasta besar al mar. Es Lastres, uno los pueblos más bellos de España que reclama perderse en su entramado de calles empedradas y cuestas que enlazan pintorescos rincones, como el barrio de los Balleneros y la capilla del Buen Suceso, la Torre del Reloj o la iglesia de Santa María de Sábada. Mención especial merece el mirador de San Roque, desde el que se divisa una conmovedora vista
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Iglesia de San Salvador de Valdediós (s. IX), tesoro del prerrománico asturiano.
que abarca gran parte de las playas y acantilados que flanquean la costa, con las montañas de los Picos de Europa como telón de fondo. El paseo por Lastres debe incluir su puerto para palpar el carácter marinero de esta joya asturiana y saborear unas fabes con almejas o unas sardinas asadas, servidas, cómo no, con sidra bien escanciada. Nos despedimos del mar para adentrarnos en el corazón de esta comarca que late culín a culín. Aquí se encuentra Cabranes, un concejo que huele a manzanas, suena a silencio y sabe a arroz con leche, y que, además, adorna su paisaje de montaña con el románico de San Julián de Viñón y la arquitectura rural de Torazu, una aldea salpicada de hórreos ideal para desconectar. La tónica de fértiles pomaradas, templos ajenos al paso del tiempo
y producción sidrera se repite en Sariego. En este municipio, que acoge a los peregrinos que se dirigen a Santiago, es recomendable subir a la iglesia románica de Santa María de Narzana para ver el valle del Nora en todo su esplendor. Como también lo es recorrer Bimenes, tierra de molinos, carbón y majadas, que defiende el uso del asturianu y que conserva añejas tradiciones bajo la atenta mirada de la sierra de Peñamayor. El final de este viaje por el centrooriente asturiano no puede ser otro que Nava. La gran villa sidrera de la comarca cuenta con numerosos lagares, su Festival de la Sidra Natural ostenta el título de Fiesta de Interés Turístico Nacional, y es la sede del Museo de la Sidra que propone una experiencia interactiva para conocer su elaboración y ahondar en su
cultura descubriendo el origen de términos comunes en estos lares como chigre, espicha, palu o mayar. Con este broche de oro concluye esta ruta que resume la Asturias más auténtica. Un plan perfecto para dar esquinazo al estrés, y el mejor escenario para comprobar que la sidra en Asturias, además de una bebida, es una forma de vida que se transmite con celo de generación en generación. ] Alicia Bea
Viaja desde casa PORTAL OFICIAL DE TURISMO DE ASTURIAS LA COMARCA DE LA SIDRA EN IMÁGENES
PLAYA DEL VIEJO REY
Este salvaje arenal de la costa oeste, junto al istmo por el cual la península de Jandía se unió a la isla de Fuerteventura, solo se puede recorrer con marea baja.
FUERTE
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VENTURA BELLEZA EN ESTADO PURO JOSÉ LUIS DE JUAN, PERIODISTA Y ESCRITOR
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MIRADOR DE VALLEBRÓN
Los mahos realizaron cientos de grabados con forma de pie en Tindaya, la montaña más sagrada de la isla. Su roca traquítica resistió mejor la erosión que los otros terrenos.
L
a segunda isla en dimensiones del archipiélago de las Canarias es una isla para vivir, aunque también se puede disfrutar mucho pasando una semana de vacaciones en ella, o incluso varias. Fuerteventura es grande pero no demasiado; poco poblada y visitada, cumple con lo esencial que uno espera de una isla: mar y playas, un sol infinito, largo y vago pasado, ciertas costumbres, buena comida y un clima benigno y siempre predecible. Se puede echar en falta sombras y otros árboles más frondosos que los bananeros, las palmeras y los cactus, quizá algún amago de bosque donde perderse, pero ahí están las dunas más preciosas y extensas de Europa y ¿acaso existe un paraje tan entretenido e íntimo como el desierto?
En Fuerteventura estuvo cuatro meses confinado el académico y escritor Miguel de Unamuno. Era 1924 y la dictadura de Primo de Rivera le castigaba por sus críticas al régimen y a la monarquía, condenándole a una cárcel de arena que se convirtió al final en el apasionado beso de una amante. »En mi vida he dormido mejor», escribió después, «¡En mi vida he digerido mejor mis íntimas inquietudes!», con el gofio sin duda. Desde París, adonde fue al dejar su destierro, escribió al amigo con el que iba a pescar en la isla: «¡Qué raíces echó ahí mi corazón!» Sí, esta tierra ventilada por los alisios, calentada por el sol y su fuego interno, bendecida por el salitre y la salmodia de las olas deja
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Sombras de sueños, que transcurre en una isla perdida, y El otro, ambas obras de 1926.
Con 100 km de larga y un ancho máximo de 28 km, la isla nos reserva gratas sorpresas, desde sus largas extensiones de arena blanca hasta sus más de veinte volcanes, la mayoría dormidos, el más alto en el sur, en Jandía, desde el cual se domina toda su extensión. Desde esa cima se ve cómo el viento cambia el color de la piel isleña a cada instante: franjas verdes pasan a pardas y de estas al color del marfil o de un campo de girasoles, cuando no de amapolas. A mediodía uno puede apreciar un sinfín de detalles y matices que la luz tenaz revela y que semejan más cercanos de lo que están. Y esos pinos que van saludando con cada una de sus brillantes agujas verdes la llegada incansable de las olas. Y las esparcidas ciudades blancas que parecen haber crecido de la propia lava, flores entre la escoria, y no ser producto de la construcción humana: Antigua, Betancuria, La Oliva, Puerto del Rosario.
La iglesia de Betancuria, que llegó a ser catedral en el siglo xv, posee siete magníficos retablos.
hondas huellas sino raíces. Al llegar uno puede sentirse deslumbrado por la luz y hasta agobiado por la nube de calima que a veces no deja ver el cielo. Uno puede sentirse confundido por la lentitud de las mañanas caminando hacia una playa recóndita, o por el aparente vacío de las tardes en la capital, digamos en el silencio espeso del pequeño museo dedicado al escritor vasco. Varios días después esas sensaciones se hacen adicti-
vas y empezamos a comprender qué extraordinario debió ser vivir aquí en la primavera de 1924 moviéndose con carros tirados por caballos, sin noticias ni malos sueños, viviendo el día a día entre diálogos y silencios. No es de extrañar que Unamuno dejase de escribir novelas tras esta venturosa experiencia de confinamiento en Fuerteventura, y en cambio escribiese dramas teatrales; ahí están, por ejemplo,
«Casi un esqueleto de isla», llamó Unamuno al armazón de esta tierra cuya encarnadura es la arena y sus músculos enjutos las dunas. Y sobre un esqueleto exquisito nos movemos hasta encontrar el ensayo de una montaña, que decidió quedarse arrugada en medio de páramos y sembrados cual solo quisiese divisar el mar, su azul mortaja líquida. Tindaya recuerda de muy lejos la roca aborigen australiana y merece una cuidadosa visita, como si fuera una catedral abandonada. De hecho, la abandonó el escultor Eduardo Chillida al dejar a medias un proyecto casi faraónico en el que pretendía relacionar el volcán
BETANCURIA
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La que fuera capital de la isla hasta 1834 es hoy un pequeño pueblo de calles tranquilas que gravitan en torno a la imponente iglesia de Santa María.
SAÚL SANTOS
con el cielo y el mar y que suscita aún división de opiniones. Montaña mágica en las que quedaron grabadas más de trescientas pinturas rupestres, Tindaya es la mayor de un anillo de colinas de color anaranjado en el centro de la isla que a determinadas horas recuerda un paisaje lunar.
Desde allí nos dirigimos a Betancuria, ciudad de casas encaladas muyjuntasencallesestrechasjalonadasdeflores, que hace mucho fue la capital (fundada en 1404 por dos navegantes normandos, Gadifer de la Salle y Jean de Bethencourt tras su paso por Lanzarote), cediendo su privilegio tiempo después a Antigua, que luego tuvo que
pasarlo a Puerto Cabras, que en 1956 cambió de nombre por Puerto del Rosario, pues había quienes consideraban que no resultaba una denominación digna para la capital de la isla, si bien esos cuadrúpedos dan un excelente queso. Por eso se alza aquí la más imponente iglesia de la isla, Santa María, que fue unos años catedral. Es una maravilla sencilla y fresca este templo luminoso, y en él paseamos por sus naves cargadas de silencio y devoción. Las gentes de la isla son bastante religiosas, así como propensas a la fiesta, y en Betancuria se celebra un sonado festival a finales de septiembre. Un río de peregrinos se desplaza durante tres días por el camino del río Palmas para festejar
a la Virgen de la Peña, cuya estatua fue robada por piratas berberiscos siglos atrás y recuperada después en una cueva por los monjes del monasterio de Betancuria.
Nos detenemos en uno de sus restaurantes más populares, Casa Santa María, donde es difícil decidirse entre un conejo en salmorejo o un cabrito al horno, en cualquier caso el postre será un queso majorero con gofio, pan dulzón hecho con diversas harinas en las que predomina el maíz, o millo. Pero antes habremos hecho una parada en la Casa del Coronel en La Oliva, un interesante edificio militar que acoge algunos días un mercado artesanal muy particular,
MORRO VELOSA
SAÚL SANTOS
El último edificio que diseñó César Manrique, y muy próximo al mirador de Guise y Ayora, ofrece sensacionales vistas del norte y el centro de la isla.
Un sendero de 3,5 km recorre el singular barranco de las Peñitas, entre Betancuria y Ajuí.
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ocasión para hacerse con un timple, pequeña guitarra canaria, o bien con bordados típicos y cerámica.
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A menos de 100 km del desierto marroquí, el parque de las Dunas de Corralejo parece una continuación del Sáhara detenido por la marea alta que en cualquier momento pudiera, bajando unas docenas de metros, apearnos en el continente africano. Varias horas aquí es un bálsamo para cualquier inquietud o pesar. Bajar y subir dunas en casi completa soledad y calma, pues la arena no hace ruido, es como la nieve, nos hace olvidar nuestro incesante ajetreo mental. Subiendo por la costa norte, una vez dejada atrás la volcánica Montaña Roja, descubrimos largas playas casi vacías en cuyas aguas revueltas esperan las buenas olas las manchas negras de los surfistas. Este es un litoral para los avanzados, igual que las playas de la isla de Lobos, que ya vemos apuntar en el extremo norte. En cambio, los que se inician tendrán mejor acogida por las olas de Morro Jable o el Cotillo.
LAS CABRAS Y EL QUESO Si Fuerteventura tiene un símbolo, ese es la cabra majorera. Estatuas, camisetas o pegatinas rinden homenaje a la raza canaria que más leche produce y la más extendida en el archipiélago. La cabra majorera evolucionó a partir de ejemplares traídos de África y se adaptó muy bien a la aridez. Su leche, rica en proteínas (3,9%) y grasas, contribuyó a la supervivencia de la población. Con ella se elabora el queso majorero, el primero en obtener la denominación de origen protegida en España. El queso puede recubrirse de pimentón, aceite o gofio y muestra el relieve de una hoja de palma en su parte lateral. Fresco tiene un delicioso sabor suave; al curarse se acrecienta y adquiere un matiz picante.
Llegar a la isla donde en el pasado anidaban los lobos de mar es un trayecto de media hora y sirve para tomar conciencia del perfil de la isla madre y entender por qué los fenicios se asentaron en ella al quedar desplazados del Mediterráneo y dejaron algunos restos de su paso. Como el acceso es restringido a 400 personas a la vez y limitado a cuatro horas de estancia, hay que ir en dos ocasiones para disfrutar como merece este pequeño paraíso. La primera para ver el puertito de Lobos, apreciar el silencio del malpaís de piedras basálticas, darse un baño en la playa de la Concha, de aguas de un
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Una sucesión de playas y roquedos vírgenes limita por el oeste el cordón de dunas de Corralejo, de 8 km de longitud.
SAÚL SANTOS
El kitesurf, pero también las cometas corrientes, que protagonizan un festival el segundo fin de semana de noviembre, son muy comunes en la playa de Corralejo.
SAÚL SANTOS
DUNAS DE CORRALEJO
Los vientos alisios y las corrientes marinas han creado este cordón de dunas de origen orgánico sobre el malpaís de lava.
verde sin nombre, y dar cuenta de unos bocadillos antes de regresar a bordo del ferri.
En la segunda visita al islote de Lobos recorremos sin prisas los diversos senderos que lo circunvalan y subimos a la Caldera, el monte que apenas se yergue ciento treinta metros, pero desde ahí es como si se viese todo el mundo. Desde luego, Corralejo y los tonos inestables de las montañas y el mar inmenso. El viento azota la cima y compone los colores y las formas de la ladera y el litoral, que cambian en pocos segundos. Quizá Unamuno evocó esta sensación aquí, en el cráter del volcán de Lobos, para escribir el verso «Un oasis me fuiste, isla bendita». La bajada nos deja el contraste de las negras piedras porosas y las ralas matas rojas que circundan el camino al faro de Martiño, así como las lagunillas que siembran el malpaís. Y ya no abrimos la boca sino para degustar una corvina a la brasa en el restaurante del puerto. Los hay que prefieren llamar aún Puerto Cabras a la capital. Y no es extraño, pues es un nombre que enseguida evoca un olor y un sonido, incluso un sabor, algo poco usual. A Unamuno le gustaba, seguro. Pero la modernidad no perdona y Puerto del Rosario sería ahora más desconocido para el vasco que chocante el nuevo nombre. Ahí está su estatua, y el lugar donde pasó esos benditos cuatro meses convertido en una casa de recuerdos. Y la ciudad sigue siendo interesante como lo fue entonces, con sus calles viejas casi intocadas, sobre todo en el barrio del Charco, sus fachadas de cal y piedras negras. Como curiosidad, el precioso parque de esculturas
PLAYA DE COFETE
Este inmenso y salvaje arenal, de difícil acceso, se extiende a lo largo de 12 km en la costa de barlovento de la península de Jandía.
SAÚL SANTOS
COSTA CALMA
La playa de Sotavento de Jandía, de arena blanca y aguas cristalinas, está integrada por cinco playas unidas a lo largo de casi 9 km. Una gran barra de arena crea una laguna interior (en la fotografía) que cambia de forma con las mareas.
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al aire libre que reúne más de cien piezas, algunas muy interesantes, de conocidos artistas. En menor medida que su vecina Lanzarote, Fuerteventura tiene una vertiente estética y en Morro Jable se alza en el paseo marítimo la gran escultura Fobos, de César Manrique.
La península de Jandía, en el extremo sur de la isla, tiene una atracción especial para cineastas e historiadores de la época nazi. El parque natural que alberga el pico de la Zarza, con sus especies botánicas endémicas, sus reptiles y pájaros, así como sus paisajes alucinantes, es el corazón de una región llena de secretos biológicos, geológicos y de especulaciones. En los años 1920, poco después de la estancia de Unamuno, llega a Fuerteventura un ingeniero alemán, Gustav Winter, construye una casa en Jandía, cerca de Cofete y compra casi la península entera. La mansión, situada en la falda de la montaña gris como un capote de las SS, con torreón y porche porticado de cinco arcos, sigue en pie y encantada de sus propias leyendas. Se ha encontrado un búnker en ella como los que los nazis construyeron en el continente. Según algunos, Winter era un espía y creó una red de abastecimiento para los submarinos de Hitler que hundieron tantos barcos aliados en el Atlántico. Para otros, como Pedro Fumero, el ocupante de esta casa ahora medio en ruinas, don Gustavo, como le llamaban en la aldea y que murió en 1971 en las Palmas, formó parte de una organización que ayudaba a desaparecer a criminales nazis después del hundimiento del Reich. La casa hubiera servido, según esta teoría, como clínica de cirugía estética para quienes iban a intentar salvarse en Sudamérica. Una estancia
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L Playa Bla
La isla de Fuerteventura, un paraíso volcánico 2 Puerto del Rosario. La capital isleña, además de su vida animada, cuenta con la Casa museo de Unamuno y un excelente Centro de Arte Contemporáneo.
6 Isla de Lobos. Se llega en taxi de agua desde Corralejo. Perfecta para el snorkel y para observar aves.
3 Tindaya. Esta montaña de 400 m y origen volcánico era un lugar sagrado para los isleños aborígenes.
7 Parque de Jandía. El extremo meridional de la isla reúne todos los tipos de hábitats de Fuerteventura.
4 El Cotillo. Un pueblo pesquero rodeado de playas que ofrecen atardeceres sublimes.
8 Costa Calma. Es la base para descubrir las playas de la península de Jandía, sus «morros» y sus faros.
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t A t l á n
5 Parque de Corralejo. Una franja de dunas de arena fina y blanca discurre paralela a la costa. Sus playas atraen a surfistas y a aficionados a las cometas.
Isla de Lobos Faro del Tostón
El Cotillo 4 0
O c é a n o
1 Betancuria. Capital hasta 1834, conserva un núcleo blanco de casas con la iglesia de Santa María en medio.
o
Punta del Gavioto
Castillo Caleta de Fuste zo Negro
Playa de Barlovento de
l
EL ISLOTE DE LAS SIETE VIUDAS
Tarajalejo
Playa de Cofete ROQUE DEL MORO O
FARO DE LA ENTALLADA
arca
a Playa de Sotavento de Jandía Playa de Mal Nombre
Faro de Morro Jable Morro Jable Playa del Matorral
25 km
MORRO JABLE
Esta localidad turística de la península de Jandía nació como aldea de pescadores al pie de un promontorio o «morro». La palabra jable procede del francés sable (arena).
de la casa con inusuales desagües y crematorio abona esta teoría. Sea como fuere, el paraje y la casa misma fascinan, del mismo modo que sus aledaños fascinaron a Ridley Scott para rodar en ellos Exodus.
La playa de Cofete está muy cerca; larga y solitaria, llega poca gente aquí. Se diría el confín de las Canarias: mientras miras el horizonte hondo te parece ver emerger uno de aquellos U-boots que eran la gloria de la flota de la cruz gamada. No muy lejos está el formidable peñasco de Roque del Moro, en cuyas aguas anida una formidable fauna marina, y más al norte la Playa de Barlovento, a la que se accede por senderos, con su islote de las Siete Viudas, que puede ganarse a pie si el mar
no está muy bravo. Más abierta e inacabable, hermosa, reflejándose en el mar, es la playa de Sotavento de Jandía. Si en Cofete se diría que el cielo entorna sus ojos, la luz aquí es un deslumbrante haz de rayos que intensifica el arenal interminable, de casi 15 km. Con sus pozas y sus dunas bajas, este es un litoral íntimo, para robinsones, parejas y familias, que conforma muchas playas, como Barca, Mirador y la playa de Malnombre. Al amante de los faros le aguardan en el sur como en el resto de la isla varias citas ineludibles. Desde el espigado faro del Matorral, a los pies de la misma playa nudista, hasta el hermoso atardecer en el faro del Cotillo, pasando por el de Entallada, que parece un castillo morisco, o el altísimo de Punta
Gavioto, todos ellos tienen una atmósfera de protección y permanencia. Desde ellos uno puedo sentir eso que dejó dicho Unamuno en uno de sus versos: «sobre tu mar vi el cielo todo abierto». ]
Viaja desde casa SURFISTAS EN LAS PLAYAS DE CORRALEJO. UN VÍDEO CON VISTAS AÉREAS ESPECTACULARES.
SNORKEL EN LA COSTA CALMA, EN JANDÍA.
VALENCIA UN SORPRENDENTE PAISAJE DE INTERIOR Y DE COSTA
GONZALO AZUMENDI
ÍNGRID LAFITA BALAGUER, PERIODISTA MEDIOAMBIENTAL Y CIENTÍFICA
LA CIUTAT DE LES ARTS I LES CIÈNCIES
Este inmenso complejo diseñado por Santiago Calatrava y Félix Candela es el mayor exponente de la renovación que la ciudad de Valencia realizó en el cauce del Turia entre los años 1990 y 2000.
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Las Torres dels Serrans, vestigio de la muralla medieval.
M
ás allá de los grandes eventos y proyectos arquitectónicos, sigue viva la Valencia que otrora inspiró a Blasco Ibáñez o a Sorolla. Su huerta, recientemente reconocida por la FAO, aún resiste el envite del hormigón. Frutas, hortalizas, chufa y cereales crecen en miles de pequeñas parcelas regadas por las aguas del Turia. La histórica red de regadío de l’Horta de Valencia se extiende por el norte, el oeste y el sur del área metropolitana, llegando hasta el Parque Natural de la Albufera. Las primeras acequias y sistemas hidráulicos diseñados por los musulmanes, en los que el agua fluye por gravedad, se han conservado magníficamente hasta hoy en día, a poca distancia de la gran ciudad. El paso de los años parece no haber hecho mella: los conflictos entre los agricultores por el agua se resuelven siguiendo las normas propias de las comunidades de regantes, y todos los jueves al mediodía se desarrollan en la Puerta de los Apóstoles de la Catedral de Valencia los juicios del Tribunal de les Aigües.
Sin quedarse atrás en la era del progreso –o justo por eso, porque green is the new black– la ciudad de Valencia quiere dialogar con la naturaleza. El Parc Central, diseñado por la paisajista Kathryn Gustafson y abierto parcialmente en diciembre de 2018, es buen ejemplo de ello: un extenso pulmón verde urbano a pocos minutos andando de la Estación del Norte.
La singular central ferroviaria merece marcar el inicio de nuestro paseo por la capital del Turia. De estilo modernista, en su fachada y en el interior se repiten los motivos florales y frutales, como el azahar o la naranja, elaborados con el típico trencadís, mosaico
elaborado con trozos de azulejos que inventó Gaudí y que adquirió gran popularidad en Valencia a principios del siglo xx. De ahí nos dirigimos al Parc Central, que se estructura en diversos jardines, praderas y paseos arbolados. Como banda sonora, el canto de las aves y el agua que fluye por fuentes y canales. Porque este parque, como l’Horta, no se entiende separando el manto verde del azul. No es la única zona verde: en el barrio de Sant Marcel·lí encontramos el Parc de la Rambleta, que debe su nombre a una de las principales ramblas o torrentes pluviales de la comarca de l’Horta Sud. Pero el compromiso con el paisaje local no se queda en el bautizo, pues en el
GONZALO AZUMENDI
EL MERCADO CENTRAL
Obra modernista de 1928, destaca por su estructura de hierro y vidrio, su decoraciรณn cerรกmica y la amplitud de su espacio interior.
El Jardín Botánico de la Universitat de València es uno de los muchos parques de la ciudad.
LA ESTACIÓN DEL NORTE
GONZALO AZUMENDI
La huerta valenciana protagoniza los paneles decorativos de este recinto de 1917, diseñado por Demetri Ribes siguiendo las líneas del modernismo vienés.
diseño del parque se hace patente la voluntad de representar la vegetación del litoral valenciano. El agua de la rambla discurre por su lecho de tierra y, a su alrededor, crece el bosque de ribera, habitado por mirlos, libélulas, ranas y pequeños reptiles. Distinta filosofía es la de los Jardines del Real o Jardines de Viveros. La cuidada jardinería y los monumentos, esculturas y fuentes ornamentales son el leitmotiv de un recinto con siglos de historia. Desde aquí ya se divisan las Torres dels Serrans, que junto a las Torres de Quart son las únicas puertas fortificadas de la muralla
medieval de Valencia que no fueron derribadas. Si bien ese perímetro amurallado es ahora inexistente, hay vestigios visibles en la plaza de los Pinazo o en la Sala de la Muralla del Institut Valencià d’Art Modern, a su vez un espacio museístico referente del arte moderno y contemporáneo.
En el casco antiguo también se alzan edificios solemnes como el Palacio de Castellfort, el de los Borgia, el dels Català de Valeriola, el de Cerveró o el de Pineda, así como la Lonja, espléndida obra gótica declarada Patrimonio de la
Humanidad, y el Micalet –el Miguelete, por el nombre de la gran campana de las horas–, que es la torre campanario de la catedral y uno de los emblemas de la ciudad. Justo en la plaza de la Virgen se dispuso a finales de los 70 una fuente que simboliza el Turia y sus acequias, personificados en un varón y ocho jóvenes con peinado de labradora valenciana. A continuación, resulta casi obligatorio acercarse al Mercado Central, no solo por su arquitectura de hierro y vidrio propia de inicios del siglo xx, sino también por sus coloridos puestos de productos fres-
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cos y de proximidad. Salimos a la Plaça del Mercat, pasamos junto a la magnífica Lonja medieval y nos adentramos en el barrio del Carmen, arropados por los murales de artistas urbanos como Escif, Julieta XLF, David de Limón, Barbiturikills o Elías Taño. Aunque lo efímero es propio del arte callejero, los grafitis se convierten en piezas dignas de museo en el Centre del Carme, un antiguo convento transformado en un activo centro de cultura contemporánea. A unos diez minutos, muy cerca de las Torres de Quart, se puede visitar el Jardín Botánico. En este
museo vivo pervive un legado de dos siglos de cultivo continuado, desde 1802, con más de 4500 especies vegetales. Este espacio también ofrece una variada oferta cultural que incluye conciertos, recitales de poesía, proyecciones cinematográficas y talleres artísticos inspirados en las plantas.
Pero si hubiera que escoger un solo parque urbano que identificase la ciudad, este sería el Jardín del Turia. Con una longitud de unos 10 km, atraviesa Valencia como la atravesaba el propio río hasta que fue desviado tras la Gran
Riuà de 1957. En ese momento se planteó convertir el espacio en un gran eje de comunicaciones. La ciudad fluvial, la capital del Turia, perdió su río. Pero al menos el viejo cauce no se convirtió en una autopista y Valencia ganó un jardín. Cruzado por una veintena de puentes de épocas y estilos dispares, en el lecho se plantaron palmeras, pinos, naranjos, se instalaron estanques, fuentes ornamentales y la vanguardista Ciutat de les Arts i les Ciències. Entre el puente del Ángel Custodio y el del Reino destaca el Parque Gulliver, con una escultura gigante del personaje creado por
Jonathan Swift. Su cuerpo, capturado por los liliputienses, es un conjunto de toboganes y escaleras. Río arriba, en el extremo más alejado del mar, está el Parque de Cabecera. Desde su mirador llega a verse el Parque Natural de la Sierra Calderona. Además, todavía se puede observar agua corriendo por el antiguo lecho del Turia. Pero para conocer mejor la riqueza y la biodiversidad del río hay que salir de la ciudad y visitar el Parque Natural del Turia, que ocupa parte de los términos de Quart de Poblet, Manises, Paterna, Riba-roja de Turia, l’Eliana, Vilamarxant, Benaguasil, Llíria y Pedralba. Se puede llegar a ritmo de pedal, si bien el coche será necesario para seguir la ruta por las comarcas del interior valenciano.
En el Parque Natural del Turia se distinguen tres ambientes con su correspondiente flora y fauna: el tramo del río, el bosque mediterráneo y las explotaciones agrícolas, fundamentalmente de cítricos y hortalizas, pero también de algarrobo, almendro y olivo. Entre la vegetación de ribera abundan los carrizos y juncos, el chopo negro, y el sauce blanco; en los pinares y zonas de matorral hallamos tomillo, romero, palmito y lentisco. En cuanto a los animales, hay más de 150 especies de vertebrados, de las cuales un centenar son aves asociadas a los ecosistemas fluviales y rapaces como el águila perdicera y el águila culebrera. Rumbo al norte, enfilamos la carretera para acceder a la Sierra Calderona. La vegetación de esta sierra, un enclave especial por su proximidad con el mar, trata de rebrotar año tras año, víctima de numerosos incendios. Afortunadamente, aún sobreviven endemismos como el
CHERA
Desde esta localidad se accede a la zona recreativa del embalse de Buseo y al Parque Natural de CheraSot de Chera.
clavel de pastor (Dianthus hyssopifolius) y la Centaurea saguntina, un feliz descubrimiento para quien emprenda una excursión por su red de senderos. Es probable que la jornada se vea premiada por el avistamiento de algún águila sobrevolando el cielo, no en vano la Calderona fue declarada Zona de Especial Protección para las Aves. En este idílico paraje se refugió en 1937 Manuel Azaña, el presidente de la República. En la masía la Pobleta, prendado por el silencio y la calma del entorno, inició su Cuaderno de la Pobleta. Cerca quedan el
mirador del Garbí y la Cartuja de Porta Coeli, monasterio fundado en 1272 en la que, hoy en día, una comunidad de monjes aún vive en completo aislamiento.
Nuestra ruta se adentra por el interior hasta el Parque Natural de Chera-Sot de Chera. El relieve aquí es más abrupto: el municipio de Chera está ubicado en un valle formado por una fosa tectónica y el de Sot de Chera se asienta entre plegamientos. La reserva aloja el primer parque geológico valenciano, en el que el terreno ha dado
JUAN CARLOS SIMÓN FRANCISCO DE CASA / ACI
La Cartuja de Porta Coeli, en la sierra Calderona.
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lugar a grutas y barrancos que comparten protagonismo con el agua. Una red de rutas permiten disfrutar de curiosidades como el Anticlinal de Sot, un pliegue de estratos de roca, subir al pico Cinco Pinos (1177 m) o bordear el río Sot o Reatillo y alcanzar manantiales y chorreros. Otra opción perfecta para pasar el día la ofrece el embalse de Buseo, que fue construido para regar la huerta valenciana y hoy es un reclamo turístico en plena naturaleza, dotado de zonas de acampada y recreativas.
UN BAÑO EN LA COVA TALLADA La reserva marina del Cap de Sant Antoni esconde bajo sus acantilados una de las grutas inundadas más bellas de la costa mediterránea. Tiene un acceso limitado pues solo se puede llegar por un sendero empinado desde Les Rotes (Dénia) o en canoa, y es necesario pedir cita previa en verano. Su origen no es natural, sino que se labró a golpe de pico para extraer piedra tosca –roca arenisca, blanca y porosa, llamada pedra de marés en Baleares– con la que se construyeron, por ejemplo, la iglesiafortaleza de San Bartolomé, en Xàbia, o el castillo de Dénia. El hallazgo en 2014 de un candil del siglo xi demuestra que la cueva ya era explotada hace casi un milenio. El rey Felipe III dejó una inscripción tras una visita en 1599.
Nos adentrarnos en la comarca de la Serranía, tierra de frontera con Aragón y Castilla-La Mancha. Aquí se halla la primera Reserva de la Biosfera declarada por la Unesco en territorio valenciano: la zona del Alto Turia. Por su singularidad, comenzamos por las poblaciones de Domeño Viejo y Loriguilla. En ambos casos, la construcción del embalse, que se puede otear en toda su inmensidad desde un mirador, obligó a trasladar el núcleo urbano y dividir el término municipal en dos. Junto al pueblo viejo de Domeño, impresiona el Salto de Domeño, una cascada artificial de 30 m de alto que regula el caudal del embalse de Loriguilla. El rumor del agua nos acompaña también por Chelva. De la plaza Mayor parte un itinerario que descubre a paso tranquilo los parajes del río Tuéjar, también llamado río de Chelva. En este pueblo comienza la ruta del acueducto de Peña Cortada, que se levanta imponente entre Chelva, Tuéjar, Calles y Domeño. El camino pasa por encima de esta gran obra arquitectónica y atraviesa viaductos excavados en la roca. En Tuéjar podemos recrearnos en el paraje del Azud, el enclave donde nace el río.
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Azud de Antella, una playa fluvial en el río Júcar.
El paraje de los Charcos de Quesa lo integran cuatro lagunas rodeadas de bosque. El sendero que las enlaza culmina frente a la cascada del Chorro.
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BOCAIRENT
En plena sierra Mariola, esta villa cuajada de cuestas, fuentes de agua fresca, una plaza de toros excavada en la roca y cuevas-almacenes es una de las mรกs singulares del interior valenciano.
LA SIERRA MARIOLA ALBERGA PUEBLOS DE HERENCIA ÁRABE Y PEQUEÑOS AZUDS O PRESAS QUE INVITAN AL BAÑO.
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Un entorno de postal. Nadie dudaría en definir así el Parque Natural de l’Albufera de Valencia, a solo 10 km de la capital del Turia y accesible en autobús. Más de la mitad de sus casi 21.000 hectáreas están tapizadasdearrozales,camposqueofrecennuevas tonalidadescadatemporadaysemuestranespecialmentebellosdurantelainundación,cuandoparecen espejos. El Museo del Arroz en Cullera explica el proceso de cultivo y recogida, además de la historia y su relación con los pueblos de la zona. Se puede contemplar el atardecer en el lago, pasear entre los arrozales, los marjales o las dunas de la Devesa del Saler, disfrutar de una paella o un all i pebre, dar un paseo en barca o ver las tradicionales barracasdetechodeescobayrodeadasdehuertos. La Albufera es un mundo en sí misma. Aquí estaba ambientadalanovelaCañasybarro(1902)deVicent Blasco Ibáñez, y, un siglo después, la serie El embarcadero. Seis itinerarios permiten recorrer a pie la reserva y bordear el gran lago de agua dulce –en su origen era una laguna salobre–, que ocupa prácticamentelamismasuperficiequelaciudaddeValencia. Esteentornoacuáticoeselhábitatdemásde800 variedades de plantas y 350 especies de aves, algunashabitualesyotrasmigratorias.Sonvistosaslas cigüeñuelas,lasgarzasrealesylosflamencosquese concentran en el lago (birdingalbufera.es). También merecen nuestra atención los parotets, unas libelulas que se alimentan de mosquitos y moscas, y el samaruc, un pez autóctono que se ha recuperado
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ParquedelaAlbufera, marismas de oro
UN OASIS ACUÁTICO
Los ríos Turia y Júcar delimitan la Albufera, un espacio natural insólito a pocos kilómetros de la ciudad de Valencia.
La comarca de la Serranía ofrece multitud de alicientes para realizar una o muchas escapadas por su patrimonio natural y cultural. Como la Ruta de las Fuentes, que a partir de la Fuente Vieja de Titaguas recorre algo más de 15 km entre pistas forestales, bosques y campos. O visitar la villa de Alpuente, que se distingue por sus murallas y castillos y por ser el término municipal valenciano que presenta una mayor concentración de huellas de dinosaurio. Y como despedida, pasar la noche en Aras de los Olmos, reserva Starlight por su cielo limpio y claro, con tres observatorios que permiten conocer –previa reserva– los secretos de la cúpula celeste.
El agua vuelve a ser nuestra brújula y nos lleva hasta los Chorradores de Otonel, un conjunto de cascadas que desembocan en el Júcar. De camino, compramos provisiones en Utiel y Requena, tierra de embutidos, quesos y vinos, y aprovechamos para refrescarnos con un baño en las pozas de la parte baja del río Fraile, en Bicorp, un paraje encantador. La comarca de la Canal de Navarrés posee varias alternativas a estas piscinas naturales, por ejemplo los Charcos de Quesa, cuatro lagunas unidas por un sendero y rodeadas de montañas, o la Albufera de Anna y las cascadas del Gorgo de la Escalera. Ya en la Ribera Alta, la arquitectura hidráulica es la máxima atracción de Antella, con su Casa de las Compuertas y el azud que desvía agua del Júcar hacia la ciudad de Valencia y que hace las veces de playa los calurosos días de verano. Xàtiva, la siguiente parada de nuestra ruta, sorprende con un bello casco histórico y un castillo en lo alto de una cresta. Durante
XÀTIVA
La plaza del Mercado es junto a la de la Trinitat el corazón medieval de esta ciudad, incendiada por Felipe V en la Guerra de Sucesión y cuna de la poderosa familia Borja.
el paseo por el centro vale la pena entrar en el Museu de l’Almodí, donde cuelga bocabajo un cuadro de Felipe V, quien en 1707 ordenó incendiar la ciudad; de ahí el gentilicio popular de socarrats. Y no estaría de más buscar una pastelería para degustar el arnadí, un dulce de origen árabe a abase de calabaza, típico de la Cuaresma. A partir de aquí, podemos avanzar hacia la Gandia de los Borja, gozar de la intimidad de la playa del Auir, descubrir el origen prehistórico de la Cova del Bolomor o recorrer la Ruta de los Monaste-
rios: el de Santa María de la Valldigna, en Simat de la Valldigna; el de Santa Maria de Aigües Vives, en Carcaixent; y el de Santa María de la Murta, en Alzira; para terminar en los frondosos bosques del Paraje Natural de la Murta y la Casella.
Conviene reservarse unos días para descubrir los encantos de la Vall d’Albaida. Para empezar, Otos, el pueblo de los relojes de sol, después la pequeña Carrícola, pionera en el ecoturismo y con un novedoso proyecto de intervenciones artísticas en la montaña.
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El castillo de Xàtiva es una doble fortaleza erigida en una cresta montañosa con vistas magníficas.
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Viaja desde casa EL CASTILLO DE XÀTIVA. VÍDEO TIMELAPSE DEL DÍA A LA NOCHE. FOTOGRAFÍAS DE LA ALBUFERA, DE J. SALVADOR ALMUDEVER. EL PARQUE NATURAL DE CHERA-SOT DE CHERA.
También el Museo Internacional de Títeres de Albaida y el Pou Clar de Ontinyent, considerado el origen del río Clariano. Y, cómo no, la Toscana valenciana, es decir, los parajes de vid y olivos de les Terres dels Alforins. El nombre resulta de una iniciativa de los municipios de Fontanars dels Alforins, la Font de la Figuera y Moixent y que incluye más de una decena de bodegas. Bocairent, el pueblo excavado en la roca, ha hecho de la piedra su hogar como demuestra su plaza de toros, el monasterio rupestre o
las Covetes dels Moros, una pared de roca con aberturas como ventanas que quizá sirvió de almacén de grano en época musulmana. No podemos irnos de la zona sin haber tomado un herberet, el licor de plantas aromáticas de la sierra.
Con la mirada en la costa, nos encaminamos a Xàbia, dentro de la provincia de Alicante. Uno de sus mayores atractivos, a los pies del macizo del Montgó, es el cabo de Sant Antoni, refugio de una gran variedad de fauna marina. Ané-
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STELLÓ
XÀBIA
Desde Cala Blanca se contempla la península del cabo Sant Antoni y, a lo lejos, el monte Montgó (753 m).
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monas, cangrejos, erizos de mar y clóchinas se ven sin dificultad; con equipo de snorkel o de buceo, peces doncella, morenas, meros, rayas, pulpos y bogavantes. Y a un nivel más profundo, esponjas y comunidades precoralígenas que se extienden como una alfombra. Escondida en las faldas del cabo está la Cova Tallada que Bigas Luna mostraba en Son de Mar. Un poco más al sur, se alza el faro del cabo de la Nau, el punto más oriental del litoral valenciano, desde el que la isla de Ibiza parece al alcance de la mano. ]
La Valencia más verde y fértil 1 Valencia. Sus parques urbanos son una bella exposición de vegetación mediterránea. 2 La Albufera. Para disfrutar de paseos en barca, en bicicleta y de la observación de aves. 3 El Alto Turia. Reserva de la Biosfera con cañones y pantanos entre pinos y sabinas. El pueblo de Chelva es imprescindible. 4 Sierra Calderona. El mirador del Garbí y la Cartuja de Porta Coeli son dos enclaves únicos de este espacio natural.
5 Parque Natural de CheraSot de Chera. Destaca el Parque Geológico de Chera y el pantano de Buseo. 6 Xàtiva. Una visita esencial por su casco antiguo y su castillo. 7 Bocairent. De trazado árabe, tiene una plaza de toros tallada en la roca y cuevas con ventanas. 8 Vall d’Albaida. Una especie de Toscana valenciana 9 Cabo Sant Antoni. Una zona de gran valor ecológico, perfecta para practicar snorkel o buceo.
LOS BARRUECOS
Este enclave próximo a Cáceres fue declarado Monumento Natural por sus rocas graníticas o «bolos» y sus charcas pluviales y fluviales, que atraen a numerosas aves.
SERGI RAMIS, ESCRITOR Y PERIODISTA DE VIAJES
MICHEL DENIS-HUOT / GTRES
GONZALO AZUMENDI
LA VERA
Esta comarca cacereña y el vecino valle del Jerte albergan pueblos que apenas han cambiado en los últimos siglos, como Garganta la Olla. Por su situación en la falda sur de Gredos es una zona rica en cursos de agua y en frutales, sobre todo cerezos.
E
xtremadura es la destilación máxima del paisaje mediterráneo. En la dehesa conviven los intereses humanos y los naturales sin fisuras, y ciudades pequeñasperoconconjuntosmonumentalesmoteanelterritorio. A finales de marzo, con los primeros calorcitos del año, en el valle del Jerte aparece una nevada. Pero no son copos de agua congelada, sino de pétalos del millón de cerezos que se escalonan metódicamente por las laderas. Si le da por soplar un poco de viento, el ambiente se llena de confeti blanco. Cualquier punto por el que entrar a Extremadura es bueno, pues siempre se encontrarán en ella lugares bellos por su naturaleza, historia, arquitectura o arte. Pero si uno se desliza cuesta abajo desde el puerto de Tornavacas (1275 m), justo en la frontera con Ávila, se queda pasmado ante el colchón blandito que parecen los cerezos. Se trata de una visión fugaz que dura un par de semanas y que jamás se sabe a ciencia cierta en qué días tendrá lugar pues, lógicamente, depende de cómo haya sido cada invierno. El Jerte vive de las cerezas, de las cuarenta variedades de esa fruta que parece un rubí. Pero también, en las últimas décadas, de ese hanami en pequeño que es el periodo de la flor en las ramas. Los forasteros llegan atraídos por el espectáculo blanco. No tantos regresarán un par de meses después a contemplar la fruta colgando como aretes que motean las laderas de destellos carmesí.
ahí que tenga un patrimonio histórico que hay que visitar. Presenta dos catedrales, a falta de una. La vieja es románica, levantada entre los siglos xiii y xiv, con un buen rosetón en su fachada principal y unas exageradas espadañas que se ponen de perfil. La nueva empezó a construirse a finales del xv porque la otra les parecía pasada de moda. Ni la acabaron, a mitad del xviii se rindieron. En el pecado –de soberbia, tal vez– va la penitencia.
GONZALO AZUMENDI
Villanueva de la Vera preserva los entramados de madera y voladizos que caracterizan la arquitectura de la zona.
La carretera N-110 y el río Jerte se enlazan como cachorros jugueteando mientras pierden pendiente y vertebran el valle. El viajero busca los lugares donde le han dicho que el espectáculo de los cerezos florecidos resulta más impactante: Tornavacas, Piornal, El Torno, el puerto de Honduras. Tal vez recuerde que también le han recomendado acercarse a la reserva natural de la Garganta de los Infiernos, cuyas refrescantes
pozas –como las de los Pilones– son antónimas: celestiales. Tan pronto se abandona el valle del Jerte por el extremo sudoeste aparece un buen cuartel general para pasar varios días rastreando el propio Jerte y otros cercanos como el de Ambroz o La Vera. Es Plasencia. Tamaño ideal, 40.000 habitantes, frontera histórica entre los reinos de Castilla y León y punto también estratégico de la Vía de la Plata trazada por los romanos. De
Quien se pasea por Plasencia busca el recodo meridional del río Jerte, donde se arrebuja el casco antiguo. Se acerca al acueducto. Pero, sobre todo, pone cara de interrogación ante el Abuelo Mayorga, el personaje más célebre de la ciudad. Es un autómata que se aferra a la torre del Ayuntamiento y está muy pendiente de acompañar el toque de campanas a cada hora en punto. Habrá quien a Plasencia habrá ido cautivado por la escena del cuadro de Joaquín Sorolla El mercado. Notará que el pintor de la luz siguió un orden muy extremeño: antes que nada y en el plano protagonista, el cerdo ibérico de piel negra; y detrás, el Palacio del Gobernador. El jamón es el jamón. Desde la ciudad de Plasencia, los viajeros gourmands peregrinan al valle de la Vera. Los del agua fría, a bañarse en playas muy populares como las del lago de Jaraiz. Los del toque final a un plato, en busca del pimentón más prestigioso. Está encerrado en latas preciosas intencionadamente «retro» que emulan tesoros de piratas. A medio camino entre Plasencia y Cáceres, siguiendo el tobogán que utilizamos en dirección sur, nos espera la gran joya natural de Extremadura, su único parque nacional: Monfragüe.
SAN JERÓNIMO DE YUSTE
CRISTINA GÓMEZ / MEMORIES OF PACIFIC
Este monasterio y palacio alojó al emperador Carlos I durante sus últimos días de vida. Se halla cerca de la localidad de Cuacos de Yuste, en La Vera.
Escojan. Según algunos, el nombre viene del romano Mons fragorum (montaña densa, por sus bosques). Otros dicen que, inequívocamente, del árabe Al-Mofrag (el Abismo). Ambas soluciones tienen visos de ser ciertas. Pero si uno asciende hasta el filo rocoso donde precisamente se halla el castillo musulmán de Monfragüe, con sus cinco torres diseminadas por la arista, tiene tendencia a concederle la victoria. Se sube cómodamente en coche hasta la base de la Torre del Homenaje, la mejor conservada. O, como mucho, si el exiguo aparcamiento superior está lleno, en una cuestita de media hora a pie desde el inferior. El premio es máximo, la visión de una gran curva que marca el río Tajo y los farallones verticales de roca donde se acomodan rapaces y
carroñeras: una colonia abundante de buitres leonados y el escaso alimoche, águilas perdiceras en barrena y, en la parte más baja, unas discretas cigüeñas negras, el ave extremeña por excelencia, con un cuello irisado de verde que parece fruto de una forja metálica. Monfragüe es, además, Reserva de la Biosfera reconocida por la Unesco. En las copas de los árboles nidifica la rara águila imperial y aparece, con su mirada huidiza y culpable, el buitre negro. Esta magnífica ave con alas de 2,5 metros de envergadura tiene aquí la mayor colonia del mundo. Al bajar del castillo todos se detienen en el Salto del Gitano, una de las rocas más características del parque nacional. A partir de entonces el terreno se ondula y ya se puede practicar senderismo por un
territorio mediterráneo en su máxima expresión. Es la dehesa extremeña un Serengueti hecho a mano, podría decirse. El prieto bosque de encinas y robles ha sido clareado por los seres humanos para generar un ecosistema no natural pero sí tremendamente efectivo: madera de los árboles, corcho de los alcornocales, bellotas que los cerdos ibéricos comen con fruición para alimentar sus codiciadas ancas… Mientras grandes mamíferos como el ciervo aprovechan los claros para pastar. Este parque es un buen lugar para oír el bramido prehistórico de la berrea en otoño, aunque los animales sean menos visibles que en grandes zonas abiertas como Cabañeros o Cazorla. Un animal con nombre similar pero que no se parece en nada aparece por las ramas, confiado en
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EL RÍO TAJO
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Desde las ruinas del castillo de Monfragüe (siglo ix) se abarca una de las mejores vistas del tramo del Tajo que cruza el parque nacional.
La colonia de buitre negro del Salto del Gitano, en Monfragüe, es la mayor de España.
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ANTONIO LIEBANA
EL PARQUE NACIONAL DE MONFRAGÜE SE CONSIDERA UN EXCEPCIONAL SANTUARIO DE FAUNA IBÉRICA.
EL REFUGIO EXTREMEÑO DE UNA FAUNA SENSIBLE Y ÚNICA
El Parque Nacional de Monfragüe es una de las joyas ecológicas de la Península por su diversidad de hábitats –dehesas, áreas de matorral, zonas rocosas y vegetación de ribera– y su abundancia de animales protegidos y escasos como la cigüeña negra, el lince ibérico o el buitre negro. La berrea del ciervo en otoño y la observación de aves rapaces y carroñeras –también buitre leonado y alimoche– han convertido Monfragüe en uno de los principales destinos naturalistas de Europa.
ANTONIO LIEBANA
EL BUITRE NEGRO
Después de unas décadas en peligro, la población de esta especie se ha recuperado de forma extraordinaria en el parque de Monfragüe.
GONZALO AZUMENDI
La Virgen de la Estrella preside la parte posterior de la Puerta Nueva o Arco de la Estrella, acceso al casco medieval de Cáceres.
que su cornamenta lo protegerá. El macho del ciervo volante (Lucanus cervus), uno de los mayores insectos de la fauna ibérica, tiene unas mandíbulas que parecen la defensa de un ciervo, de ahí su nombre. Sin embargo, asociarlo a una excavadora parecería más plausible. Se trata de un gran comedor de madera podrida, por lo que ya solo habita en bosques maduros. Aquí, en verano, se deja ver, y es hermoso, un auténtico buldócer que reconcilia con los escarabajos a quienes les tienen pavor. La hembra, como en tantas otras especies animales, es más pequeña y no posee las mandíbulas tan desarrolladas, pues su objetivo es pasar desapercibida a los depredadores. Hay que ser un auténtico suertudo para dar con el lince ibérico, pero este felino tocado de muerte
por el mundo moderno tiene aquí una pequeña población. ¿Tal vez al crepúsculo, en una carreterita local? Conduzca con cuidado.
Saciados de naturaleza, podemos tomarnos un respiro urbano. Cáceres reclama un parón largo, la ciudad ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad y pide paseos. Hay una valiosa lista de monumentos: la concatedral de Santa María, el Palacio de las Veletas, la Casa del Sol, la Torre de Bujaco (emblema de la Plaza Mayor), el Arco de la Estrella… son algunos de los inevitables. Además, en el callejeo, uno se encuentra con una docena de palacios, encabezados por el Episcopal, Golfines de Arriba y de Abajo, el de las Cigüeñas o las docenas de casas señoriales que convierten a Cáceres en uno
de los núcleos medievales y del Renacimiento más completos del mundo. Dos esbeltos campanarios blancos apretujan la nave principal de la iglesia de San Francisco Javier. Es un templo barroco del siglo xviii, con una zigzagueante escalinata y una plaza alargada a sus pies. Puede fácilmente convertirse en el monumento favorito de muchos, por su sencilla altivez. Si en todo este recorrido por el norte extremeño el viajero todavía no se había dejado seducir por la gastronomía extremeña, ahora aparece el momento de reparar tamaño desatino. Es una cocina contundente, heredera de un mundo pastoril. Sabrosa y variada, aunque muchos foráneos prácticamente se dedicarán al duopolio de trasegar pan con jamón ibérico y el queso Torta del Casar. Comprensible.
GONZALO AZUMENDI
CÁCERES
El núcleo histórico contiene varios templos monumentales, como la iglesia barroca de San Francisco Javier –en primer término– y La concatedral de Santa María, románicogótica, al fondo de la imagen.
TEATRO DE MÉRIDA
La gran obra impulsada por Marco Agripa en el año 15 a.C. tenía una gradería para 6000 personas y un escenario con pavimento de mármol. En verano acoge el famoso Festival de Teatro Clásico.
Rebusque en las callejuelas del casco histórico cacereño. Además de los grandes monumentos, hay pequeñas exquisiteces, como la antigua judería o la casa-museo Yusuf Borch, que muestra cómo vivía un mercader árabe medieval.
Le hablarán los cacereños de su impactante Semana Santa. Es de esperar, pero pregunte por qué para el 23 de abril hacen desfiles de moros y cristianos al estilo de los que tienen lugar justo en el extremo opuesto de la Península. Y por qué queman al dragón como símbolo de la victoria de san Jorge. Aquí, queda exótico. Como las torres desmochadas por orden de
Isabel la Católica para castigar a los burgueses que no se pusieron de su parte en un conflicto armado. Lucen completas las de Bujaco y Púlpitos, por su adhesión a la reina. A tan solo 14 km al oeste de la ciudad de Cáceres, queda una curiosidad geológica que no puede dejarse de ver. Se trata de los paisajes de granito cuarteado de Los Barruecos, que generan unas rocas redondeadas conocidas popularmente como «bolos». Es territorio de grabados rupestres y otros restos arqueológicos. Y si en algún lugar del planeta puede darse una batalla con dragones lanzallamas sin duda es aquí. Por eso la serie televisiva Juego de Tronos lo esco-
gió para una pelea épica que acaba oliendo a chamusquina.
Rumbo al Mediodía, la inexcusable Mérida. La alhaja de la herencia de los romanos, que decidieron nombrarla capital de la Lusitania y llegó a convertirse en la villa más grande de la Península Ibérica. La bautizaron Augusta Emerita, más solemne no puede ser el nombre. Mérida se acuesta en la orilla derecha del Guadiana, lo que le da para presumir de un puente romano considerado el más largo de la Antigüedad. Hasta 60 arcos mojan sus pilares en el agua, y proporcionan una pasarela empedrada que se acerca a los 800 metros.
El Puente Lusitania cruza el Guadiana a su paso por Mérida. JOSÉ ANTONIO MORENO / AGE FOTOSTOCK
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La Plaza Alta de Badajoz, de aspecto renacentista con arcos de ladrillo y piedra, se levantó sobre la muralla de la alcazaba.
Los monumentos que dejaron los romanos son todos sensacionales: el teatro, con capacidad para 6000 espectadores; y el cercano anfiteatro, donde los gladiadores luchaban por su vida frente a enemigos de carne y hueso… y el sol emeritense.
Para comprender la dimensión de la huella del imperio en Mérida hay que visitar el Museo Nacional de Arte Romano, seguramente el mejor de toda la comunidad autónoma, donde Rafael Moneo rindió homenaje a la arquitectura del ladrillo, un invento que, aunque no lo parezca, tiene diez milenios de antigüedad y por el que los romanos mostraron predilección como base arquitectónica. Pero no se vaya de Mérida sin visitar la alcazaba árabe. Tiene «solo» mil años. Pero es la más antigua
fortificación musulmana de la Piel de Toro. Se trata de una muralla casi cuadrangular situada al lado del Puente Romano. En la Raya de Portugal, ese territorio inventado-real que Luis Carandell, prolífico escritor y papiroflecta, recorrió en 1970 para confeccionar un –todavía– original libro de viajes, se halla Badajoz. Es la mayor de las ciudades extremeñas y tal vez no pueda competir con las demás en monumentalidad. Pero posee el único museo dedicado a arte español, portugués e iberoamericano que se conozca, el MEIAC (Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo). Y, por lo visto, unas sagas de comerciantes con sentido del humor, pues hicieron construir un pequeño alminar en pleno centro por el simple capricho de llamar
a su tienda Almacenes La Giralda. El comercio ya no funciona, pero el edificio está intacto. La Plaza Alta, donde se celebraba el mercado en la Edad Media, vale el desvío. Es difícil de describir, con su forma irregular y un rincón donde los colores grana y blanco de los edificios juegan a marear. La ciudad ahonda en su originalidad ofreciendo un museo de la veterinaria con más de un siglo de antigüedad.
Siguiendo la carandelliana Raya hacia el sur está una de las rarezas más raras de este delicioso país: Olivenza. Se trata de un pueblito blanco hasta provocar daños ópticos, de calles rectilíneas, ventanas enrejadas y arcos decorativos. Frente al edificio del Ayuntamiento, la puerta de estilo manuelino quiere decirnos algo. Este pueblo
LA OVEJA MERINA
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El paisaje de estepas y dehesas (extensiones de alcornoques y encinas dispersas) es un terreno perfecto para los rebaĂąos.
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Una ruta en 8 etapas 1 Cáceres. Preserva en buen estado su centr medieval, con iglesias románicas y barrocas. 2 Los Barruecos. Un paisaje geológico único 3 El Jerte. En este valle hay que ver los cerez en flor (marzo) y la Garganta de los Infiernos 4 La Vera. Los pueblos de esta comarca pr servan la arquitectura tradicional extremeña. 5 P.N. Monfragüe. Refugio de fauna ibérica. 6 Guadalupe. Monasterio con tesoros artístico 7 Mérida. Un conjunto romano espectacular. 8 Badajoz. Imprescindible visitar la Alcazaba, l catedral y el Museo de Arte MEIAC.
REAL MONTASTERIO DE GUADALUPE
Este conjunto de 1340 es el principal monumento de esta población cacereña que, además, tiene un casco histórico de los siglos XIV-XVI.
perteneció a Portugal durante más de 500 años, y todavía algunos irredentos reclaman su posesión, pese a que ambos estados afirman haber zanjado el asunto. Solo los más viejos hablan portugués, pero esta lengua fue la mayoritaria en el pueblo hasta la década de 1940. Pero a Olivenza no se va solo por la peculiaridad histórica. Sus iglesias están repletas de azulejos al estilo luso. El templo de Santa María exhibe un dorado Árbol de Jesé de 15 m de altura. Y la nave principal de la iglesia de la Magdalena se sostiene
con una columnas helicoidales que favorecen la tortícolis.
No se me ocurre mejor manera de cerrar un viaje extremeño que en el monasterio de Guadalupe. Gótico, mudéjar, barroco, en pie desde que en 1322 la Virgen se apareciera a un pastor. Se comenzó con una ermita, por supuesto, pero el santuario se convirtió en un enorme recinto fortificado con dos claustros, uno mudéjar y otro gótico flamígero. Un complejo que durante la Edad Media llegó
a albergar hasta once hospitales. Reyes, nobles, exploradores, literatos, santas místicas y conquistadores han descansado sus huesos aquí. La Virgen de Guadalupe, oscura de piel –¿el color de la madera o pagana reminiscencia del culto a la Madre Tierra?–, ha sido bastante viajera. Estuvo en Constantinopla largo tiempo antes de regresar.
Prácticamente todas las estancias de Guadalupe apabullan por su historia y monumentalidad. Sin embargo, hay dos piezas que reclaman letras capitulares. Una es la biblioteca, que supera los 100.000 volúmenes, lo que no es un dato menor, teniendo en cuenta que el santuario estuvo prácticamente arrasado desde la Desamortización y hasta que en 1908 se hicieran cargo de él los franciscanos. Y el otro es la sacristía, que muchos consideran más una pinacoteca, con ocho cuadros de Francisco Zurbarán. Hay en el recinto, además, un museo de libros miniados, obras de Luca Giordano, Goya, El Greco… En fin, que obrará muy santamente quien decida pasar, por lo menos, una noche en la hospedería y desgranar un par de jornadas en este fastuoso monasterio enclavado en la sierra de las Villuercas –y esta es otra de las singularidades extremeñas–, uno de los extremos transoceánicos de los Apalaches norteamericanos. ]
Viaja desde casa UN VUELO PANORÁMICO SOBRE EL PAISAJE DE EXTREMADURA. TURISMO DEL VALLE DEL JERTE: INFORMACIÓN, APP, IDEAS DE RUTAS...
LUCIANO GAUDENZIO / FOTOTECA 9X12
ITALIA VALENTINA MERCURI, PERIODISTA Y TRADUCTORA
LOS MONTES SIBILINOS
El valle de Panico ofrece una vista magnífica del monte Bove, un muro dolomítico de 2169 m que se alza en el norte del parque nacional.
T
ras recorrer durante tres años toda Italia, Giulio Piovene describió Las Marcas como un compendio de todos los paisajes del país. Su guía literaria Viaggio in Italia de los años 50 se mantiene actual.
Gradara.
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Las Marcas es una tierra sobria, con uno de los territorios más ordenados y armoniosos de la península: las montañas alineadas en el límite occidental con Umbría, casi haciendo de escudo; los lagos a los pies de las montañas; los ríos, paralelos entre ellos y bien distribuidos, que surcan en perpendicular el territorio; los valles y las dulces colinas salpicadas de pintorescos borghi que van descendiendo gradualmente hasta encontrarse con el mar Adriático. De manera análoga, el carácter de los habitantes de Las Marcas es equilibrado y comedido, acogedor y tolerante, lo que hará sentirse como en casa. En primavera el verde de las colinas logra miles de matices, mientras el mar resplandece con todas
NOVILARA
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Es uno de los muchos pueblos amurallados que coronan las colinas costeras de la regiรณn de Las Marcas.
sus tonalidades de azul. Este es el mejor momento para descubrir esta región italiana aún poco conocida por el turismo. Para aprovechar al máximo el viaje, aconsejo recorrerlo de norte a sur, alternando costa y colinas, pueblos y ciudades, para así ir disfrutando de toda su variedad paisajística y cultural.
URBINO
Artistas del Renacimiento como Bramante, Rafael o Piero della Francesca trabajaron en obras del Palacio Ducal y de otros edificios de la ciudad.
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Empezamos cerca del límite con Emilia-Romaña, en Gradara, donde se halla uno de los castillos medievales mejor conservados de Italia. Cercado por dos imponentes murallas, el castillo se erige a unos 120 m sobre el nivel del mar y domina la colina con su torre principal de 30 m de altura. Esta imponente fortificación forma parte del imaginario literario italiano, ya que aparece en un canto de la Divina Comedia en el que Dante narra la trágica muerte de Paolo y Francesca, los amantes de Gradara asesinados por el marido de ella, que el escritor florentino castiga en el círculo de los lujuriosos del Infierno. La provincia norte es la más boscosa. El verde intenso de robles, hayas y pinos negros irrumpe con potencia en el parque natural Monte San Bartolo, antes de llegar a Pesaro, patria del compositor Gioacchino Rossini (1792-1868). Cada agosto, en el teatro que lleva el nombre del artista se celebra el homónimo festival internacional de música lírica. El terciopelo rojo de las butacas y el oro de las decoraciones acogen a los entusiastas de este género musical que llegan de todo el mundo. En Pesaro recorremos el elegante centro histórico descubriendo los lugares rossinianos, entre los que destacan la casa-museo del maestro, el conservatorio o la biblioteca de la Fundación Rossini, que reúne las
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EL MAGNÍFICO PALACIO DUCAL DE URBINO Rodeado por las pequeñas casas de los artesanos que contribuyeron a su construcción, el Palacio Ducal es un ejemplo único del esplendor artístico del siglo xv. Gracias al duque Federico da Montefeltro, gran mecenas y humanista, Urbino se convirtió en la capital del Renacimiento. En su corte vivieron artistas de la talla de Rafael, Piero della Francesca o Paolo Uccello. El armónico conjunto de edificios que el duque mandó erigir en medio de Urbino –de ahí el apodo de «ciudad en forma de
palacio»– lo diseñaron tres arquitectos: Maso di Bartolomeo, Luciano Laurana y Giorgio Martini. El núcleo más antiguo, llamado Palazzetto della Jole, se construyó bajo el reinado del conde Guidantonio, padre de Federico. Al arquitecto dálmata Luciano Laurana se le atribuyen la mayoría de las salas de la planta noble, como el Patio de Honor, el Escalón monumental y la Biblioteca, además de la elegante fachada principal, adornada por pequeñas torres. La primera y segunda planta del
edificio alojan la Galería Nacional de Las Marcas, que ocupa unas 80 habitaciones y custodia algunas de las mayores obras de la pintura italiana del siglo xv. También se visita el Estudio del Duque –en la fotografía–, obra de Giorgio Martini. Está decorado con frescos de artistas flamencos y paneles de marquetería realizados con madera de nogal, haya, palisandro, roble y maderas frutales. El Studiolo original fue adquirido en 1939 por el Museo Metropolitano (MET) de Nueva York, donde se exhibe desde 1941.
obras del compositor y una vasta colección de material relacionado con su trabajo.
A través de un territorio ondulado que alterna campos de cereales y huertas, llegamos a Urbino, la indiscutible capital cultural de Las Marcas y Patrimonio Mundial por la Unesco. Aquí se hospedó una de las principales cortes renacentistas italianas, donde trabajó el pintor, escultor y arquitecto Raffaello Sanzio, al que este año la ciudad rinde homenaje con numerosas actividades culturales y exposiciones en ocasión del quinto centenario de su muerte. Para conocer de cerca la increíble producción artística de uno de los genios del Renacimiento italiano, es imprescindible visitar el Palazzo Ducale, una de las residencias
BEATRICE BARBERIS
El centro de Urbino ofrece una lección de arquitectura del siglo xv, el Quatrocento, la primera etapa del Renacimiento.
principescas más elegantes de Europa, erigido por el duque Federico da Montefeltro en el siglo xv. El palacio alberga hoy la Galería Nacional de Las Marcas, donde se sigue respirando el mismo esplendor intelectual de hace unos siglos. En el museo podemos admirar algunas de las pinturas más valiosas del Quattrocento y del Cinquecento, como la Flagellazione de Piero de la Francesca, La Città Ideale atribuida al arquitecto Luciano Laurana, quien se encargó de parte de la construcción del Palazzo Ducale, y Ritratto di Gentildonna de Rafael. Las Marcas es tierra de grandes artistas, pero sobre todo de pequeños artesanos. Esta característica se hace patente en Fabriano, ciudad conocida en todo el mundo por la producción de su preciado papel. En el Museo della Carta e della Fi-
ligrana se exponen ejemplos de la habilidad de sus artesanos. A solo 8 km de distancia de Fabriano, la naturaleza nos regala una de las atracciones más impactantes de la región: las Grotte di Frasassi. Estas cuevas kársticas fueron descubiertas casulamente en 1971 por un grupo de espeleólogos. Desde entonces, permanecen abiertas al público todo el año con diversos itinerarios que sumergen al visitante en un mundo fantástico esculpido por estalagmitas y estalactitas.
Cabalgando las sinuosas colinas como si fueran olas, nos dejamos llevar hacia otro elemento cardinal de la región. Se trata del Monte Conero, el codo de Las Marcas, como indica su nombre de origen griego. En la cima de este promontorio se encuentra Ancona, capital
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GALERĂ?A NACIONAL DE LAS MARCAS
La gran pinacoteca de Urbino expone obras de los primeros artistas del Renacimiento, como Rafael, hijo de la ciudad. En la imagen, su obra Retrato de una dama (1507).
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de la región y antigua puerta hacia Oriente. La ciudad sigue siendo un importante puerto mercantil y turístico, con rutas diarias hacia ciudades de Croacia y Grecia. En la zona portuaria se encuentra la Mole Vanvitelliana o Lazareto, un grandioso edificio pentagonal que el arquitecto Luigi Vanvitelli proyectó en el siglo xviii. Lejos de las laberínticas calles del centro histórico, en la colina de San Ciriaco, se eleva la homónima catedral románica, que parece vigilar el tráfico marítimo desde lo alto.
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Le Cento Scale, una calle escalonada, sube a lo más alto de la fortificada población de Corinaldo.
El arco triunfal de Trajano en el puerto de Ancona.
Basta con desplazarse unos pocos kilómetros para poder disfrutar de las mejores playas de la región, resguardadas por una costa alta y rocosa. Mezzavalle es una franja de arena blanca a la que se llega por un sendero empinado, y la pequeña cala Le due sorelle (las dos hermanas), que debe su nombre a las dos rocas gemelas que se elevan desde el mar, es otra joya escondida que merece la pena buscar. Después de una buena excursión –conviene ir equipado con un calzado de montaña– la naturaleza recompensa con unas aguas cristalinas que nada tienen que envidiar a los mares caribeños. Reconfortados por las aguas templadas del Adriático, seguimos el viaje por el interior de la provincia de Ancona. Nos detenemos en Loreto, un enclave de especial significación para los católicos pues su catedral alberga una Virgen negra que es venerada cada año por numerosos peregrinos. Según narra la leyenda, la iglesia se construyó en el punto donde llegó volando la casa de la Virgen desde Nazaret. Este año 2020 se celebraba el Jubileo Lauretano, en ocasión del centenario de la proclamación de la Virgen como patrona de la aeronáutica.
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El Parque Natural Gola della Rossa y Frasassi, en el municipio de Genga, abarca un territorio de relieve kรกrstico bajo el que se extiende todo un mundo de grutas que pueden visitarse. Desde el pueblo de Genga, un camino sube hasta la cueva que alberga la Capilla Valadier (en la imagen), de 1828.
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LAS GRUTAS DE LAS MARAVILLAS
Dejando Loreto nos volvemos a sumergir en el paisaje de colinas en dirección a Recanati, el encantador pueblo medieval que fue patria de Giacomo Leopardi, genio literario del siglo xviii. La casa del poeta transformada ahora en museo, con su inmensa biblioteca, merece una atenta visita, así como el recorrido de los lugares leopardianos. No podemos dejar esta «ciudad balcón» sin antes disfrutar de sus inspiradoras vistas. Con ese objetivo nos dirigimos hacia la colina desde donde Leopardi contemplaba su tierra y que inmortalizó en uno de los poemas más bonitos de la literatura italiana, L’infinito (1819).
Al cruzar los cerros que en verano se tiñen de amarillo por los girasoles, llegamos a Macerata, ciudad con una larga tradición universitaria que se remonta al año 1290. En el casco antiguo visitamos el sugestivo teatro al aire libre Sferisterio, que acoge conciertos de ópera de alto nivel y en las noches de función ilumina el centro de Macerata. No puede faltar un agradable paseo por la Piazza della Libertà junto a la torre con su reloj planetario y una visita al bello Palazzo Ricci, una pinacoteca que atesora una exquisita colección de obras de arte del siglo xx. Una vez en el Parque Natural de los Montes Sibilinos, el verde deja paso al gris de las rocas calcáreas y a una vegetación menos exuberante. Los Montes Sibilinos, con su pico más alto, el Vettore (2476 m), se extienden entre Las Marcas y la región de Umbría. Este inmenso parque está rodeado de un halo de magia y misterio por las numerosas leyendas que se le atribuyen. Según una de ellas, aquí se encuentra la cueva de la Sibila, por la que se accedía al reino subterráneo de
LORETO
En la Basílica se veneran los tres muros (el cuarto era de roca) de la casa de Nazaret en la que nació la Virgen María y que trajeron los cruzados en 1294.
una sacerdotisa y profeta. En el parque se halla también el lago de Pilatos, donde se narra que acabó el cuerpo de Poncio Pilatos, ajusticiado por orden del emperador Tito Vespasiano. Muchos de los pueblos y aldeas que pertenecen a los Montes Sibilinos, como Ussita, Montemonaco o Arquata del Tronto, sufrieron grandes desperfectos durante los terremotos que azotaron la región en 2016. Los inclementes sismos, sin embargo, no han podido arrebatar la fuerza de voluntad de los habitantes, empeñados en seguir cuidando de su tierra. Su plan de recuperación y promoción cuenta con una amplia red de itinerarios senderistas y ciclistas que permiten observar la biodiversidad de la
zona. Para los ciclistas, sobre todo, el territorio de Las Marcas es un paraíso recorrido por 24 rutas que suman más de 2000 km.
Los matices de verde y ocre de la campiña marchigiana se siguen alternando en el interior de la recién establecida provincia de Fermo, que agrupa cuarenta pueblos y pequeñas ciudades. Fermo se localiza a 300 m sobre el nivel del mar, y su catedral de Santa Maria Assunta in Cielo se encuentra en la punta de una colina que domina la ciudad. Destaca la Piazza del Popolo con el Palazzo dei Priori, que alberga la Biblioteca Civica y una pinacoteca en la que se exhibe La adoración de los pastores, de Rubens, un cuadro encargado al pintor en 1608.
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Las colinas de la provincia de Macerata recuerdan el paisaje ondulado de la Toscana.
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El refugio de Fargno, al pie de la cresta del Pizzo Tre Vescovi (2092 m) es una base de excursiones por los Montes Sibilinos.
En la magnífica Sala del Mappamondo sobresale un enorme mapamundi de madera forrado con papel de Fabriano del siglo xviii. Bajando desde el palacio por las empinadas calles de Fermo, se llega a las cisternas romanas, un sorprendente sitio arqueológico de más de 2000 m2 que data del siglo i d.C. Aquí se recogía el agua pluvial que abastecía a toda la ciudad. En agosto Fermo se viste de fiesta para la Cavalcata dell’Assunta, una de las recreaciones históricas más antiguas de Italia, que incluye una competición de caballos con una excelente ambientación medieval. Los antiguos borghi (núcleos de pocas casas), cada uno con su encanto propio, pintan el paisaje de marrón con sus edificios de piedra vista y cautivan con sus callejuelas empedradas. Paramos en Mores-
co para perdernos por el diminuto centro medieval y saludar a los ancianos que se sientan en Piazza Castello, siempre dispuestos a dar indicaciones y a contar alguna anécdota personal. Volvemos a la costa para visitar el castillo Rocca Tiepolo (1267) en Porto San Giorgio y después pasear por una de las playas de arena fina más populares. Reservamos el final del día para disfrutar de unas sugestivas vistas al mar desde el privilegiado balcón de Torre di Palme, considerada entre las aldeas más bonitas del país. Como si estuviéramos dentro de una pintura de Rafael, avanzamos por la provincia más sureña de Las Marcas. Aquí nos espera uno de los pueblos más «instagramables» de la región. Como su nombre indica, Grottammare Alta se encuentra en
la parte elevada de una colina, y deja pasmado al visitante con su Piazza Peretti y el pórtico que ofrece una fascinante vista al mar.
En la ciudad costera de San Benedetto del Tronto el ambiente se anima y los colores se multiplican, especialmente en verano, cuando las sombrillas de los chiringuitos se vuelven a abrir y los restaurantes del paseo marítimo se llenan de vida. En otoño e invierno, los cinco kilómetros de costa son ideales para recorrer en bicicleta, mientras se pasa junto a diez jardines temáticos y se disfruta de experiencias multisensoriales en las que el agua es la protagonista, entre palmeras, pinos y plantas exóticas. Nuestro viaje termina en Ascoli Piceno, en la renacentista Piazza
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TORRE DI PALME
Este municipio nacido como fortaleza medieval es un balcรณn panorรกmico de la provincia de Ascoli y la costa del Adriรกtico.
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1 Gradara. Su castillo aparece en la Divina Comedia.
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Las etapas esenciales
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Urbino
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2 Urbino. Cuna del Renacimiento, su palacio Ducal alberga la Galería Nacional de Las Marcas. 3 Ancona. Ciudad de arquitectura veneciana, con un arco de triunfo romano y mucha animación. 4 Loreto. Su basílica de la Santa Casa de la Virgen atrae a peregrinos desde el siglo XIV. 5 Fermo. La catedral y el Palazzo dei Priori son los atractivos más famosos de esta ciudad medieval.
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6 Ascoli. Imprescindible por su plaza del Popolo. 7 Parque de los Montes Sibilinos. Compartido con Umbría, es un entorno perfecto para el senderismo.
ASCOLI PICENO
La plaza del Popolo es el corazón de esta bella ciudad renacentista. Sus pórticos cobijan cafés y comercios. Al fondo se erige la catedral, consagrada en el siglo V.
del Popolo. Durante la fiesta medieval Giostra della Quintana, en julio y agosto, la plaza se colorea mientras desfilan lanzadores de banderas, arqueros, músicos, damas y caballeros. El resto del año recupera su placidez y se convierte en el mejor lugar para imitar a los habitantes de Ascoli y sentarse a tomar un espresso o una anisetta (el licor de anís) en el modernista Caffè Meletti. Será imprescindible entonces probar las tradicionales olive all’ascolana (aceitunas rellenas de carne y fritas), perfectas pa-
ra un aperitivo con un buen vino de alguna de las denominaciones de origen locales, como Pecorina, Passerina o Rosso Piceno. Mientras miramos el Duomo de Ascoli y disfrutamos de los sabores típicos, recorremos con la mente las etapas de nuestro itinerario por Las Marcas, una tierra discreta y equilibrada que revela tímidamente su gran variedad de paisajes, arte y tradiciones. Tenía razón Giulio Piovene al afirmar que «Italia, con sus paisajes, es un destilado del mundo, y Las Marcas, de Italia». ]
Viaja desde casa FIESTA MEDIEVAL DE ASCOLI PICENO: GIOSTRA DELLA QUINTANA. LOS MONTES SIBILINOS, UN SENSACIONAL VUELO DE DRON. LAS MARCAS, UNA REGIÓN CON INFINIDAD DE PAISAJES.
CANAL NYHAVN
El viejo puerto comercial del Copenhague en que viviĂł Hans Christian Andersen es hoy un enclave repleto de locales y ambiente a todas horas del dĂa y la noche.
NURIA PUENTES SUNNY MERINDO
HAGUE CREATIVA, VITAL Y FELIZ USE LAHOZ, ESCRITOR Y PROFESOR EN EL SCIENCES PO PARIS.
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La estatua del escritor Hans Christian Andersen en la Radhuspladsen, frente al Ayuntamiento.
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ygge, el arte de disfrutar de las cosas sencillas, es el motor secreto de la conocida como la más cálida de las capitales escandinavas, un eslógan que se confirma cuando acaba la temporada estival y el otoño se instala para hacer más llevadero el tránsito al invierno. Copenhague reaviva entonces su creatividad y vitalidad.
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De los adjetivos que pueden atribuirse a la capital danesa, «funcional» sería uno de los más adecuados, pues entre sus muchas particularidades destaca lo fácil que resulta desplazarse de un barrio a otro, ya sea a pie o en bicicleta, el medio de transporte más común, utilizado por el 37% de la población, dados los 12.000 km sin
DINAMARCA
Copenhague
ALEMANIA
ESTONIA
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cuestas y los abundantes carriles y puentes adaptados. Pero además, Copenhague es una de las ciudades del mundo con mayor calidad de vida. Fue premiada como Capital Verde Europea en 2014 y escogida en 2016 por la revista Wallpaper como la más moderna de Europa, destacando su creatividad, su cocina y su movilidad. Así, los visitantes pueden caminar, pedalear y hacerla suya impulsados por el venerado hygge, concepto difundido por el escritor y director del Instituto de la Felicidad de Dinamarca Mike Wiking en su libro de 2017 Hygge: el arte de disfrutar de las cosas sencillas, y perceptible en comercios, parques, puertos y tantos otros rincones de
la ciudad. El hygge consiste básicamente en ser feliz con las pequeñas cosas del presente en tiempo real, momentos que dan valor y sentido a la vida diaria. Más que una palabra se trata de una práctica, una invitación a la conexión con el ahora; una pequeña gran sensación de abundancia. Normalmente se traduce como «comodidad». Y Copenhague es, por encima de todo, cómoda.
En el barrio Latino se hallan las últimas huellas medievales y, como elemento catalizador, la Universidad. Fue fundada por el rey Christian I en 1479, pero el edificio neoclásico en el que se halla data del siglo xix. La afluencia estudiantil
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Esta larga vía peatonal cruza el centro antiguo enlazando calles y plazas como la de Amagertorv, en la fotografía.
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La biblioteca de la Universidad de Copenhague.
convierte la zona en un vibrante centro de cafés literarios –como Paludan Bog & Cafe– y plazas cuyos bancos al sol están siempre muy solicitados. La cantidad de calles peatonales son propicias para las actividades recreativas y revelan las teorías sobre la humanización del espacio que promovió el arquitecto y reputado urbanista danés Jan Gehl en ensayos como Cities for people (2010). También hay que prestar atención a la Iglesia del Santo Espíritu (Hellingandskirken), construida en 1295 como hospital y ampliada en 1474 para alojar un monasterio.
El ala oeste (Hellingandshuset) es el único vestigio medieval que se conserva intacto.
Al pasar por Højbro Plads, la mirada se alza irremediablemente hacía la espigada torre de la antigua Iglesia de San Nicolás, del siglo xvi, que alberga el frecuentado Centro de Arte Contemporáneo Nikolaj. A dos pasos de ahí la plaza Amagertorv se integra plácidamente en la peatonal Strøget, la vía que, por su amplitud, por la cantidad de músicos callejeros y por el buen ambiente que irradia, mejor define la esencia abierta y
espontánea de la ciudad. En la esquina con Ostergade está el Café Norden, un establecimiento art nouveau que invita a realizar una pausa. En los alrededores llaman la atención los almacenes Illum, que lo largo de sus seis pisos aglutinan cafés, buenas vistas y decoración nórdica. Al lado, Illums Bolighus es el santuario del interiorismo y el menaje danés, ideal para adquirir porcelana Royal Copenhague o diseño del siglo xx, como los pájaros o los monos de madera articulados del diseñador y platero Kay Bojesen, que se han convertido en clásicos.
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LA BIBLIOTECA REAL
Apodado el Diamante Negro, este edificio sorprende por sus soluciones arquitectónicas para captar el máximo de luz natural.
Aunque más clásicas son las tartas de la Conditori La Glace, parada obligada. Esta confitería es uno de los comercios más ilustres de Copenhague. Fundado en 1870, su atmósfera, sus recetas originales y su mobiliario nos hablan de entonces con una delicadeza de ahora, muy acorde con el hygge. Strøget une calles con plazas de forma fluida y armónica. Como la Rådhuspladsen o plaza del Ayuntamiento, de 1905, inspirada en la de Siena y presidida por la escultura de Hans Christian Andersen. O Gammel-Torv, la plaza del Mercado, tan antigua como la propia ciudad.
Strøget desemboca en Kongens Nytorv, conocida como la Nueva Plaza del Rey, la de mayores dimensiones, en la que se erigen el Teatro Real de Copenhague, de 1874, y el Palacio de Charlottenborg, una residencia de 1671 que se asoma al canal de Nyhavn (Puerto Nuevo).
Colorido, vitalista e imprescindible punto de encuentro, Nyhavn constituye una de las postales típicas (y luminosas) de la ciudad por sus fachadas, sus barcos de madera atracados a los pies de las viviendas y sus terrazas tan concurridas de cerveza y contento. A
todas horas recibe turistas y autóctonos. Mientras unos buscan la luz perfecta para las fotografías, otros aprovechan para tomar el sol. Nyhavn fue construido en el siglo xvii por orden de Christian V, y ejercía de puerta de entrada a la ciudad para los barcos mercantes. De aquel tiempo conserva cierta aura marinera y el ocio de la vida nocturna. El escritor Hans Christian Andersen, tan arraigado a Copenhague –llegó en 1819, con 14 años, y supuso para él un «renacimiento»– vivió en los números 18, 20 –donde escribió su primer cuento, La caja de yesca– y 67.
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CASTILLO ROSENBORG
Un agradable parque rodea este palacio, erigido en el siglo xvii como residencia estival del rey Christian IV.
COPENHAGUE ES UNA DE LAS CAPITALES EUROPEAS CON MÁS CALLES PEATONALES Y PALACIOS ABIERTOS AL PÚBLICO.
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El Palacio Real Amalienborg y la iglesia de Frederiks.
Luego se mudaría al vecino Hotel du Nord, hoy convertido en los almacenes Magasin du Nord. El canal Nyhavn desemboca en el teatro Royal Danish Playhouse, desde el que se aprecia una estupenda perspectiva de la Ópera de Copenhague, uno de los edificios más determinantes de la Copenhague del siglo xxi, a cargo de Henning Larssen. Desde este punto, siguiendo el curso del agua hacia el este, se llega al parque Langelinie, en cuyo puerto, al final de Kastellet, se encuentra, sobre una roca y con la melancólica mirada posada en las aguas del puerto, la escultura más simbólica de la ciudad: la Sirenita, obra de bronce creada a principios del siglo xx por Edvard Erikssen para rendir homenaje al personaje principal del famoso cuento de Andersen.
Y hablando de clásicos, otro punto fuerte del centro es, sin lugar a dudas, Tivoli, imbatible parque de atracciones que seduce a un público de todas las edades con su aire vintage y familiar. Como es habitual en Copenhague, el espa-
cio se reparte entre atracciones y zonas verdes. Abundan conciertos al aire libre y, por supuesto, tiene un lago en el que nunca faltan los «barcos dragón» esperando a los que gusten de remar. Fundado en 1843 ha sido siempre un lugar predilecto de la familia real danesa y se dice que fascinó e influyó a Walt Disney. Combina atracciones tradicionales –la noria de 1943 o la montaña rusa ¡de 1914!, que alcanza los 58 km/h– con otro tipo de reclamos, como el Teatro de Pantomima o el Akuarium, que además de un arrecife coralino alberga otros cuatro ecosistemas: manglares, selvas, grandes lagos africanos y aguas frías. Tivoli ha devenido un punto de reunión para foddies gracias a sus numerosos restaurantes, entre los que destaca el Wagamama, de los más económicos de Copenhague, y otros de cocina danesa como el Hereford Beefstouwn o el Faerkroen Bryghus. Casi enfrente de la puerta del Tivoli reclama nuestra atención el Hotel Radisson. Siempre a la vista, este rascacielos de 70 m de altura de Arne Jacobsen encarna la
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LA IGLESIA DE MÁRMOL
Es el sobrenombre de la iglesia de Frederiks, un templo luterano del siglo xviii, de planta redonda y coronado por una cúpula de 31 m de diámetro.
La escultura de la Sirenita, en un extremo del paseo marítimo.
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Banco Nacional de Dinamarca, edifico reconocible a orillas del canal Inderhavn– y también como diseñador industrial, un campo en el que ejerció de pionero del estilo moderno danés.
importancia del diseño y la arquitectura en la cultura danesa. Su fachada de vidrio refleja permanentemente el cielo de Copenhague. Diseñado entre 1956 y 1961 para la aerolínea SAS, imita o recuerda a dos edificios icónicos de Nueva York: el Seegram de Mies van der Rohe y, sobre todo, la Lever House de Gordon Bunshaft. Sin embargo, esta obra tiene la particularidad de que fue el propio Jacobsen quien se encargó también del diseño –de
manera artesanal– de todo el mobiliario y la decoración, incluidas las persianas y los picaportes. Basta con pisar el vestíbulo y dejar resbalar la vista para percibir la esencia del dansk design y la sensibilidad artística de Jacobsen.
El nombre de Arne Jacobsen creó escuela en la cultura y en el perfil de Copenhague como arquitecto –otra de sus grandes obras en el centro de la capital es la sede del
La presencia de la naturaleza es constante en Copenhague, una ciudad en la que se respeta el campo social de visión y que siempre se ha situado a la vanguardia en temas medioambientales. Siguiendo por la avenida Gothersgarde, el parque Kongens Have constituye un buen ejemplo de ello: contiene jardines y pabellones, y atrae a todo tipo de visitantes buena parte del día. Es en lugares así donde se percibe lo bien considerados que están los espacios públicos, tan adecuados al tamaño de los edificios y a la cantidad de gente. Atravesando el canal de Sortedamso se llega a Nørrebro, barrio de moda que no esconde su multiculturalidad y su porte alternativo. Resulta popular por la cantidad de comercios de antigüedades concentrados en la calle Ravnsborggade. Muy animadas los domingos por la mañana, estas tiendas tan llenas de muebles, vajillas y menaje del hogar representan muy bien la importancia del funcionalismo en Dinamarca, donde el diseño se traduce por una forma de pensar la vida a partir de la sencillez de los objetos del día a día. Otros reclamos del barrio son, por un lado, el mercado urbano de la Torvehallerne, que ofrece todo tipo de productos cultivados localmente, además de flores y plantas. Se trata de un buen lugar para probar alguna especialidad danesa como el smorrebrod, un plato compuesto de pan negro con mantequilla y distintos ingredientes que pueden ser salchichas,
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NYHAVN
Los muelles donde antiguamente amarraban barcos procedentes de todo el mundo acogen hoy restaurantes y bares con terrazas asomadas al canal.
pescado, huevos o varios tipos de quesos. Y, por otro, el cementerio Assistens un pulmón verde en esta parte de la ciudad que guarda dos tumbas muy veneradas por daneses y foráneos: la del escritor Hans Christian Andersen y la del filósofo Soren Kierkegaard. Más sofisticado es el barrio de Vestebro, en la zona este de Copenhague, cuya calle Vaernedamsvej se ha consolidado como una de las más refinadas. Por algo se lo conoce como «la calle francesa» de Copenhague. Transmite autenticidad y mucho hyggelig en sus floristerías, boutiques de moda, cafés y locales clásicos como Granola, muy propicios para tomar un desayuno o tal vez «brunchear» al más puro estilo autóctono. El Copenhague más monumental ocupa el islote de Slotsholmen, con edificios representativos de la vida política como el Palacio de Christianborg, que admite visitas y alberga la oficina del primer ministro y el Tribunal Supremo danés.
El Copenhague más hippy se encuentra en el barrio de Christiania, una ciudad libre o comunidad independiente y autogobernada que cuenta con unos mil residentes; visitarla garantiza una experiencia expresiva y singular. Como contrapunto, en esta misma zona se halla el restaurante Noma, mejor restaurante del mundo por la lista The World’s 50 Best Restaurants en 2010, 2011, 2012 y 2014. Tras la crisis del Covid, en mayo de 2020, el chef René Redzepi decidió cambiar temporalmente el selecto menú degustación de 300 euros por una carta de hamburguesas y vinos a precios asequibles. Varios museos llaman la atención en Copenhague, como el NationalMuseet, dedicado a la historia de la
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ESCENARIOS DEL SIGLO XXI
BERTRAND GARDEL / GTRES
A orillas del canal Honsebrolobet se erigen la Ópera (imagen superior) y el Skuespilhuset, el Teatro Real Danés (imagen inferior).
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2 Amalienborg-Kastellet. Más allá de Nyhavn se erigen dos grandes palacios que albergan museos y jardines: Amalienborg y Kastellet. Cerca de este último se encuentra la escultura de la Sirenita.
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Fuente de las Cigüeñas
1 El centro. Desde el Radshus hasta el canal Nyhavn por la calle peatonal StrØget. Este itinerario pasa por plazas con palacios y comercios hasta el puerto de Nyhavn, donde vivió H.C. Andersen.
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Paseos por Copenhague
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cultura danesa desde sus orígenes hasta la actualidad, o el Thorvaldens Museum, que exhibe gran parte de la obra del gran escultor neoclásico danés Bertel Thorvaldsen. Pero dos de los más interesantes se encuentran en sus alrededores, fáciles de acceder en tren y
Viaja desde casa UN VÍDEO PARA RECORRER COPENHAGUE DESDE EL SOFÁ. LOS ICONOS ARQUITECTÓNICOS DE LA CAPITAL DANESA. MUSEO DE ARTE LOUISIANA, UN ENCLAVE PARA PASAR EL DÍA.
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en la misma dirección. En primer lugar, el Museo de Karen Blixen, en Rungstedlund, casa natal de la escritora y viajera, la que marcó su vida y a la que regresó tras diecisiete años en África. Aquí, junto al mar, vivió la baronesa Blixen la mayor parte de su vida, dedicándose a escribir, rodeada por la naturaleza de un parque en el que está enterrada. Con el seudónimo de Isak Dinessen publicó libros magníficos entre los que destaca Memorias de África, adaptada al cine en 1985 con Robert Redford y Meryl Streep como protagonistas.
Y algo más al norte está el que probablemente sea el museo más impactante: Louisiana, una visita reveladora. El nombre remite al primer propietario de la villa, Alexander Brun, cuyas tres esposas se llamaron Louise. El Museo
3 Christiania-Holmen. El barrio alternativo contrasta con los restaurantes de lujo de la zona y el fascinante edificio de la Ópera. 4 NØrrebro. En este barrio multicultural hay tiendas con productos de medio mundo. En el cementerio Assistens yace H.C. Andersen.
de Arte Moderno Louisiana abrió sus puertas en 1958 bajo la dirección de Knud W. Jensen, que introdujo un concepto museístico nuevo en el país, al estilo del MoMA de Nueva York. Hoy en día, el Museo Louisiana constituye una obra de arte total en la que el edificio, lo que contiene –obras de artistas del siglo xx, como Picasso, Yves Klein, Rauschemberg y otros muchos– y su entorno –un jardín de esculturas con obras de Henry Moore, Giacometti o Louis Bourgoise, entre otros– dialogan de manera extraordinaria en una pequeña meseta verde situada sobre el estrecho de Oresund, ofreciendo unas vistas con las que no es posible mostrar descuerdo. Si el hygge consiste en vincularse con el paisaje y en vivir una sensación agradable, sin duda en este rincón de Copenhague hay hygge en abundancia. ]
CHRISTIAN BÄCK / FOTOTECA 9X12
Mural en la entrada del barrio alternativo de Christiania.
LA CUNA DE LA CREATIVIDAD DANESA
NURIA PUENTES
El diseño, la cultura alternativa y el arte de vanguardia forman parte del ADN de Copenhague. Desde mediados del siglo xx y durante el xxi, la capital danesa ha sido la cuna de movimientos de la contracultura como el barrio de Christiania, o museos revolucionarios como el Louisiana.
El Museo Louisiana es un magnífico escaparate del arte de los siglos xx y xxi.
PARQUE NACIONAL TAMAN NEGARA
Las rutas en barca por la zona de Lata Berkoh remontan el rĂo Tahan, envuelto por la espesura del bosque lluvioso.
MALASIA RAVINDRAN AL JOHN SMITH / ACI
PATRICIA TUBELLA, PERIODISTA DE CULTURA Y VIAJES
KUALA LUMPUR
Las gemelas Torres Petronas (452 m), obra de César Pelli de 1999, se erigen en medio de la capital como un símbolo de modernidad del país.
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alasia. Solo el nombre ya promete exotismo, selvas, playas y tradiciones de la otra punta del planeta. Un mundo que la literatura, el cine y ahora Instagram han mitificado, pero que es muy real. La franca calidez de las gentes de Malasia queda como el recuerdo más entrañable de la visita a esta perla del Sudeste Asiático, tan diversa en su mapa étnico y su legado cultural e histórico como en una geografía de bosques selváticos, colinas tapizadas de plantas de té y el bello litoral que enmarca la península. Bajo el faro de la modernidad que proyectan las famosísimas Torres
Petronas de Kuala Lumpur, el país se abre a un recorrido por la huella arquitectónica de su pasado colonial, por sus pagodas, templos y mezquitas que nos hablan de la convivencia en una sociedad multirreligiosa. Y por los generosos atributos de la naturaleza explayados en grandes espacios naturales. El menú aparece muy amplio en la Malasia peninsular –el resto del país, desgajado
en dos estados de la isla de Borneo, merece rumiarse otra incursión viajera– pero, cualquiera que sea la elección de la ruta, el punto de partida ineludible está en Kuala Lumpur, una de las grandes metrópolis asiáticas y el motor económico del país.
El perfil más distintivo de esta urbe trepidante está esculpido por un jardín de rascacielos en el que, desde sus 452 m de altura, reinan las gemelas Petronas. El público puede acceder al puente de cristal que enlaza las dos torres, rememorando el espectacular escenario de
MOHAMAD ZAIDI PHOTOGRAPHY / GETTY IMAGES
faltarán los noodles o fideos de pasta importados por la inmigración china del siglo xix. Durante el paseo es ineludible la visita al templo taoísta más antiguo del país, Sze Ya, y a su vecino Sri Maha Mariamman, santuario hindú decorado con una colorida torre forrada de deidades.
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El variado repertorio culinario de Malasia, reflejo de su tejido multiétnico, es uno de los puntos fuertes de Little India –no perderse el nee rebus vegetariano– y del mercado nocturno de Petaling Street, el más importante del país y enclavado en Chinatown, donde nunca
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ya sea de día, con un nasi lemak que es el desayuno preferido de los malayos –a base de arroz enriquecido con leche de coco y diversos tropezones–, o entrada la noche, cuando proliferan los tenderetes improvisados a pie de calle que sirven sus delicias en hojas de plátano.
OCÉA
películas de Hollywood como La Trampa (protagonizada por Sean Connery en 1999). Pero, a la hora de retratar su estructura, el consejo es aposentarse en un bar en lo alto de alguno de los hoteles que las miran de frente, mejor durante el ocaso y capturando los reflejos de la caída del sol. La multitud de locales de comida en la base de las Petronas o de las altas sedes vecinas se replica a lo largo y ancho de una ciudad punteada por medio centenar de centros comerciales. A pesar de su pulso hiperactivo, siempre hay tiempo para tomarse un tentempié relajado. Y
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I N A D O N E S I
STEFANO POLITI MARKOVINA / AWL IMAGES
El edificio Sultan Abdul Samad, en la plaza Merdeka.
Los barrios indio y chino arropan el distrito colonial de Merdeska Square. La fusión entre tradición y modernidad dibuja la arquitectura de Kuala Lumpur, cuyo universo de rascacielos se entrelaza con las edificaciones del siglo xix concentradas en esta plaza rectangular. La imitación del estilo tudor del Royal Selangor Club, el gótico inglés de la catedral de St Mary y el vistoso complejo morisco Sultan Abdu Samad perfilan el contorno de la explanada verde central, donde en su día los expatriados ingleses solían jugar al cricket. La zona se abre en su cara oeste a uno de los pulmones verdes de la ciudad, sede del Museo de Artes Islámicas que guarda una de las mayores colecciones del Sudeste Asiático, y de la Mezquita Nacional, faro de los musulmanes. Es el cre-
do oficial aunque no preceptivo: la Constitución garantiza la libertad de culto de budistas, hindús, sijs, cristianos… Kuala Lumpur invita a otras muchas incursiones pero, ojo, no a cubrir a pie las distancias medias interconectadas por decenas de autovías y de escaso atractivo. Aquí se impone el eficiente tren ligero LRT o los buses Rapid KL, que cubren la ciudad con muchas paradas. El tren también es un recurso para franquear los algo más de 100 km que separan el núcleo urbano de uno de los grandes reclamos de las afueras, el lugar de peregrinación más importante para los hindús de Malasia, las cuevas de Batu. Un buen madrugón aspira a sortear las habituales aglomeraciones a las puertas de las cavernas, enclaustradas en peñascos de caliza y que
presiden los 43 metros de altura de la escultura dorada del dios Murugan. Será más difícil eludir el acoso de una legión de macacos tan inofensivos como tenaces, pero nunca hay que ceder a la tentación de darles de comer.
Desde la entrada principal de las cuevas de Batu, 272 escalones conducen a la gruta principal, apodada «la catedral» por su cúpula ricamente pintada con escenas de las escrituras hindús y una hilera de deidades entre las que de nuevo destaca la figura de Murugan. El dios de la guerra es especialmente venerado por los antiguos emigrantes venidos del sur de la India –donde se le llama Kartikeia– y que hoy conforman una de las dos grandes minorías de Malasia, junto a la china. Los primeros procuran
Una escultura gigante de Murugan, el dios de la guerra, se alza a la entrada de estas grutas sagradas.
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CUEVAS DE BATU
una mano de obra vital, mientras los segundos controlan las arterias del comercio y de los negocios. La mayoría étnica malaya copa los puestos de la administración y de la cúpula del poder.
El sueño hecho realidad de esa élite malaya lleva el nombre de Putrajaya, una urbe de nuevo cuño que hace apenas dos décadas arrebató el título de capital administrativa a Kuala Lumpur, distante a 25 km. Ciudad-jardín, creada de la nada para alejar a la sedes del gobierno de la congestión de la gran metrópoli, visitarla es sumergirse en un universo de estructuras ultramodernas jalonadas de espacios verdes, con el foco central del lago artificial Putra. Sus aguas ejercen de sistema de refrigeración de la ciudad, amén de abrirse a actividades recreativas como la pesca o las travesías en barca bajo una colección de puentes que son puro diseño futurista. Antes de que sus estructuras brillen con luces de colores en el ocaso, la jornada se cierra con una tranquila caminata por la plaza circular Putra Square y la aledaña e inmensa sede de las oficinas del primer ministro (Perdana Putra), que funde los estilos malayo y neoclásico europeo; el vecino Palacio de Justicia, coronado por una cúpula gigante; y a la rosada mezquita Putra. Los caudales artificiales de agua que refrescan Putrajaya nunca serán equiparables a la agradable temperatura de la que alardean las Cameron Highlands. En esta región de colinas forradas de plantaciones de té y de flores, la media nacional de 31 oC se ve rebajada diez grados en horario diurno, mientras que de noche hay que tener a punto la chaqueta. De fácil
LA CATEDRAL
CAMILLE MOIRENC / GTRES
Una larga escalinata desciende hasta el templo hinduista instalado en la sala principal de las cuevas de Batu.
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Vista de la ciudad de Putrajaya y de su gran mezquita.
acceso por la ruta hacia el nordeste, su microclima –que empapa la vegetación del rocío matinal y lluvias ligeras– aparece como el mejor bálsamo frente al calor tropical. La orografía de esas «tierras altas» viene envuelta por un aroma colonial heredado de su pasado como asentamiento favorito de los británicos, que recalaron en la península en el primer cuarto del siglo xix y décadas más tarde acabaron erigiéndose en sus gobernantes hasta la independencia del territorio en 1957. Las Highlands deben su nombre al topógrafo William Cameron, pionero en 1885 en el trazo de la cartografía de este terreno fértil en el que los enviados del imperio levantaron una sucesión de fincas consagradas al cultivo del árbol del té. Tomar la infusión inglesa por antonomasia es ritual obligado después de los tours que recorren las plantaciones, cuando el paisaje invita a la contemplación y al relajo. Es una opción tan atractiva como la de inmiscuirse en alguna de la docena de rutas de senderis-
mo a través de los bosques salvajes que enmarcan la zona. El principal asentamiento de Tanah Rata procura mapas orientativos a los excursionistas o sugiere al viajero menos dado al ajetreo escrutar por ejemplo los jardines de mariposas y de rosas exóticas que florecen en las colinas, o el precioso templo chino-budista de Sam Poh.
El baño total de naturaleza no llega sin embargo hasta recalar en pleno corazón de Malasia y su jungla, que presume de ser la más antigua del mundo. El parque nacional de Taman Negara, el mayor y más veterano del país (establecido en 1938), abarca tres estados y se extiende por 4300 km2 de una selva tropical de 130.000 años que tienta a perderse durante unos cuantos días. La conexión terrestre conduce hasta Kuala Tembeling, un enclave en la confluencia de dos ríos muy buscado por el turismo porque desde su embarcadero parte un recorrido fluvial panorámico hasta las mismas puertas del parque, en el pueblo de Kuala Tahan.
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CAMERON HIGHLANDS
Los arbustos del té plantados por los británicos en el siglo xix cubren las laderas de las Tierras Altas de la península malaya.
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desde una perspectiva diferente. O completar la experiencia con un trayecto en canoa hacia los rápidos de Lata Berkoh y la incursión en una de las cuevas del parque. Aunque para las mejores vistas, nada como subir hasta el Bukit Teresek (334 m de altitud, 1,7 km de recorrido), con el premio de fantásticas vistas sobre los valles y, en días claros, del techo de la Malasia peninsular, el Gunung Tahan, de 2187 m.
El gibón de manos blancas habita en los bosques de toda la península malaya y en la isla de Sumatra.
En Kuala Tahan se pueden contratar visitas guiadas por Taman Negara, pero hay quien decide explorar la inmensidad del parque a su aire –hay que comprar un permiso de acceso– o bien instalarse en un bungaló para desconectar y recrearse observando la exótica flora y fauna. Los ornitólogos aficionados suelen darse un festín ante aves como el hornbill o cálao de pico grueso, que en sus diferentes variedades tiene aquí su
hábitat. Otros huéspedes como el tigre indochino o el elefante asiático, especies protegidas en este santuario natural, son bastante más elusivas. Mucho más fácil para quien aquí pernocta es recibir la divertida visita matinal de familias de monos o de cerdos salvajes. Incluso apurando una visita exprés, no hay que perderse la pasarela Canopy Catwalk, suspendida a 45 metros sobre las copas de los árboles para explorar la pluviselva
En el epílogo del viaje, se antoja tentadora la idea de desembarcar en una de las islas de ambos flancos de la península: las abiertas al mar de China en el este y las occidentales del estrecho de Malaca. Pulau Langkawi es la más popular y mejor equipada con su ristra interminable de instalaciones turísticas en el corazón de un archipiélago en el mar de Andamán (extremo noroeste del país). A su oferta de sol y ocio, de deportes marinos o trekking por los senderos de la jungla que rodea las playas, se suma la atracción de dejarse transportar por un teleférico sobre la espesa alfombra de bosques pluviales y cataratas. En días despejados también se atisban hacia el norte zonas de Tailandia, o de Indonesia hacia el sudoeste. Sin siquiera la necesidad de tomar un avión, la isla de Penang, ubicada un poco más al sur, extiende con su espléndido puente de seis carriles –apoyado sobre más de quinientos arcos– una pasarela de acceso desde la península. Aunque tampoco esté falta de playas, su principal reclamo es la capital de Georgetown, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y todo un goce con su catálogo de antiguas sedes administrativas y viviendas del distrito colonial inglés.
Sendero de ascenso al Bukit Teresek, una cumbre con vistas sensacionales.
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De Kuala Tahan parten senderos hasta cascadas o puntos panorámicos, equipados con cabañas para avistar una fauna que incluye, entre otros, panteras, monos, ciervos y una infinidad de aves. Destaca el Canopy Trail, una pasarela de 530 m que circula a la altura de las copas de los árboles.
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ZAMBULLIRSE EN EL PARQUE NACIONAL TAMAN NEGARA
El templo budista de Kek Lok Si.
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LA INFLUENCIA ESPIRITUAL CHINA
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Los inmigrantes que llegaron de China en el siglo xix y xx financiaron diversos templos budistas en las ciudades principales de Malasia. En la isla de Penang destaca el templo de Kek Lok Si, con decenas de santuarios y pagodas que mezclan el estilo chino, el tailandés y el birmano. El templo Cheng Hoon Teng de Malaca reúne budismo, taoísmo y confucianismo.
El templo chino de Cheng Hoon, en la ciudad de Malaca.
JON ARNOLD / AWL IMAGES
El inmenso recinto de Kek Lok Si alberga decenas de estatuas de Buda de gran tamaño y miles de pequeñas. Las hay de alabastro, bronce y cubiertas de pan de oro, como la de la fotografía.
MALACA
FARIZUN AMROD SAAD / SHUTTERSTOCK
La mezquita Masjid Selat Melaka (2006) se erige sobre una isla artificial frente a la ciudad de Malaca.
Viaja desde casa CAMINAR SOBRE LOS ÁRBOLES DE TAMAN NEGARA. LA CIUDAD DE KUALA LUMPUR DESDE EL AIRE.
BUCEO EN EL ESTRECHO DE MALACA.
La pieza más codiciada es la fachada azul eléctrico de la Blue Mansion, encargada en el siglo xix por el mercante Fatt Tze para su séptima mujer y en un estilo tradicional chino que integró un color «extranjero» aunque su comunidad lo considerase de mala suerte. El antiguo puesto comercial estratégico sigue hoy animado por los trueques en los mercadillos y pequeñas tiendas de té, especias, telas y artesanías, entre los que se intercala una colección de murales del arte urbano de nuestro tiempo.
La estampa se replica en Malaca –nombre oficial, Melaka–, otro enclave del sur por el que traficaron e impusieron su dominio sucesivamente los imperios portugués, neerlandés y británico. De regreso a Kuala Lumpur, y antes de partir de Malasia, merece la pena una escapada en tren (121 km) al menos para conocer su casco histórico, también reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La antigua residencia del gobernador holandés (Stadthuys), la fortaleza portugue-
sa de A Formosa y centros religiosos tan diversos como la iglesia de San Pablo o el templo Cheng Hoon Teng integran un inventario al que se suma la réplica del palacio donde arrancó el sultanato de Malaca en 1403 como primera forma de gobierno del país. Tras el circuito cultural, qué mejor despedida de Melaka y del país que a bordo de un bicitaxi para empaparse de la algarabía de mercados y de ese ambiente callejero tan inherente a Malasia como la cordialidad de los anfitriones. ❚
Viaje por la península malaya Documentación. Pasaporte con validez mínima de seis meses. Cómo llegar. Los vuelos desde España suelen hacer una sola escala y duran un mínimo de 15 horas. El aeropuerto de Kuala Lumpur está conectado con el centro de la ciudad por tren directo y autobuses. Cómo moverse. El transporte publico es muy práctico para recorrer las grandes ciudades. En poblaciones más pequeñas, los taxis y bicitaxis. Para largas distancias, tren y autobuses.
Moneda. Ringgit Idioma. El malayo es la lengua oficial, pero también se habla mandarín, cantonés, tamil e inglés. Salud. Se recomienda protegerse de las picaduras de mosquito y vacunarse del tétanos y de la fiebre tifoidea. El país tiene un buen sistema hospitalario pero en buena parte es privado, por lo que se aconseja contratar un seguro médico de viaje. ■ www.malaysia.travel ■ visitmalaysia.info
El Rijksmuseum.
EXPOSICIONES
ÁMSTERDAM EXHIBE SU MEJOR ARTE
GALICIA
SICILIA
PUEBLOS Y EXCURSIONES
LA ALEGRÍA DE VIVIR
Esta guía reúne los pueblos más bellos de Galicia y completa su visita recomendando itinerarios por los alrededores. Hasta 38 localidades aparecen descritas y fotografiadas por Anxo Rial, seleccionadas por su patrimonio, su paisaje o su interés gastronómico. Desde la fortificada Tui a la marinera A Guarda,CangasdoMorrazoysu ría, Combarro con sus hórreos y la balnearia Mondari, hasta O Grove, tierra de marisco, o Cambados, cuna del Alvariño.
El viaje es una excelente muestra de la prosa del Premio Nobel Luigi Pirandello (1867-1936), famoso por sus relatos cortos y temas recurrentes como la vida y la muerte, el papel de las mujeres en su Sicilia natal y la belleza de los paisajes italianos. Adriana Braggi, la protagonista, no sale de casa desde que enviudó hace 13 años, pero una enfermedad la hace ir a la capital a visitar a su médico y emprender así un viaje que le descubrirá la vida que se ha perdido.
■ Galicia.
Los principales museos de la ciudad reciben el otoño con nuevas propuestas.
FOTOGRAFÍA: GETTY IMAGES
E
l Rijksmuseum inaugura el otoño exhibiendo El arte de los Países Bajos, 80 salas con cuadros de maestros como Rembrandt, Vermeer o Van Dyck. La muestra está pensada para viajar a través del tiempo, desde la Edad Media al siglo xx, y admirar la evolución de artistas, temáticas y técnicas. Otra destacada propuesta del museo es Caravaggio-Bernini, el Barroco en Roma, 70 piezas del pintor, del escultor y de otros coetáneos, que plasman el esplendor artístico de Italia entre 1600 y 1640. El Museo Van Gogh suma a su magnífica colección la exposición El otoño del paraíso, retrospectiva del fotógrafo francés Jean-Luc Mylayne (1946) en la que se ve que los paisajes de Van Gogh han sido durante medio siglo su inspiración. Esta muestra convive con
Tu querido Vincent: cartas de Van Gogh, una oportunidad única de admirar sus manuscritos. El Stedelijk-Museo de Arte Moderno de Ámsterdam, con la muestra del creador de videoarte Arthur Jafa, pone la guinda a esta selección .
EL VAN GOGH MÁS ÍNTIMO Pinturas, dibujos y cartas personales descubren la vida y la obra del artista en el Museo Van Gogh. ■ vangoghmuseum.nl
■ El viaje.
Luigi Pirandello. Ediciones Invisibles. 56 págs. 10,45 €.
Pueblos con encanto. Anxo Rial. Editorial Súa. 192 págs. 18 €
SUIZA
GIRONA
ENTRE LAGOS Y MONTAÑAS La guía visual DK de Suiza, totalmente actualizada, ofrece explicaciones detalladas de los principales enclaves de interés, itinerarios recomendados, lista de restaurantes, hoteles, mercados y locales nocturnos, así como datos prácticos sobre transportes, horarios y visitas . Tras una introducción de contexto sobre el país, combina capítulos de ciudadescomoBerna,Ginebra yZúrich,concantonescomo el Ticino, el Valais o el Oberland Bernés. Incluye ilustraciones, planos en 3D de monumentos yrecuadrosderutasdesenderismo por paisajes fabulosos.
■ Suiza.
Giacomo Bassi. DK Guías Visuales. 288 págs. 28,45 €
El imaginario de Dalí El surrealismo soy yo es la nueva exposición del TeatreMuseo Dalí de Figueres, una recopilación de 12 óleos que introducen en las primeras metáforas artísticas del genio ampurdanés. En el Castillo Dalí de Púbol puede verse Gala, Dalí, Dior, una muestra dedicadaalarelaciónquemantuvo el artista con el mundo de la moda y el diseño.
■ www.salvador-dali.org
LIBROS Y ARTE
LA RIOJA
ALSACIA
FOTOGRAFÍA
UN PEQUEÑO TESORO
LA FRANCIA MÁS COQUETA
La Rioja alberga en su pequeño territorio grandes atractivos paisajísticos y culturales. Esta guía actualizada se inicia con capítulos de contexto y datos prácticos. Destacan el apartado La Rioja de la A a la Z, con las localidades y lugares más significativos, y Excursiones por La Rioja, con itinerarios emblemáticos como los Caminos del Vino, la Sierra de los Cameros y el Corazón monumental riojano. Incluye un mapa de carreteras y un plano desplegable de Logroño.
La guía de Alsacia 2020 recopila lo mejor de esta pequeña región galaqueseextiendeen la orilla occidentaldelRin,donde Francia y Alemania se dan la mano. Sedetallanlospuntos de visita imprescindible,desde grandes urbescomoEstrasburgo a pueblos queparecensacados de un cuento como Colmar o Riquewihr,ademásdecastillos y museos. Se recomiendan restaurantes y bodegas, así como los principales eventos que tienen lugar en la región.
COLORES Y SONIDOS DE NUESTROS BOSQUES
■ La Rioja.
Alfredo J. Ramos / María Ramos. Anaya Touring. 215 págs. 18,90 €
Sergi Ramis. Ecos Ediciones. 108 págs. 7,90 € (e-book)
FLORENCIA
VIAJE EN UN TREN MÍTICO
RELATOS DE ESPLENDOR
El Orient Express empezó a funcionar en 1883 y durante décadas fue el símbolo de una Europa elitista, llena de personajes variopintos unidos por este emblemático ferrocarril que, más que un mero medio de transporte, representaba una forma de vivir y viajar por Europa. El escritor e historiador Mauricio Wiesenthal (Barcelona, 1943), con su envolvente prosa, nos transporta en su libro a ciudades y estaciones, narra historias y leyendas, y recrea un relato vívido a caballo entre las memorias y el ensayo. Y es que para el autor, «el tren regala distancias, destinos y aventuras en cada parada».
Este libro esunapasionadoviaje porelarteylahistoriadeFlorencia, ciudad queundíafueconsiderada la AtenasdeEuropa.Escrito como un cuaderno de viajes, y huyendo de los tópicos turísticos, ContraFlorenciarecogeuna decena de relatos con lugares, anécdotas, personajes y acontecimientossingularesquehan marcado suhistoriayellegado cultural. DelaeleganciadelaCasa Medici al recuerdodelpoetaromántico GiacomoLeopardi;de los fulgoresdelRisorgimientoal novelescoreencuentroconLa Gioconda deLeonardodaVinci. Un mirada renovada sobre el antiguo esplendorflorentino.
Express. El tren de Europa. Mauricio Wiesenthal. Acantilado. 380 págs. 21 €
■ Bosques de España. Carlos de Hita. Anaya Touring. 214 págs. 21,75 €.
■ Alsacia.
ORIENT EXPRESS
■ Orient-
E
n este libro de fotografías, el viaje por los mejores espacios naturales del país no se acaba en sus páginas, sino que, por medio de enlaces, continúa con la escucha de sus paisajes sonoros. Carlos de Hita (Madrid, 1959) es especialista en la grabación de sonidos de la naturaleza y los textos describen la vegetación y la fauna de cada lugar. La suma es un recorrido visual y auditivo por la diversidad forestal de España.
■ Contra
Florencia. Mario Colleoni La Línea del Horizonte. 192 págs. 14,50 €
MUNDO VIRTUAL
Experiencias 2.0 para disfrutar de las maravillas del planeta LOS FONDOS MARINOS DE NUEVA ZELANDA Paseo submarino para disfrutar de su excepcional fauna y flora. https://cutt.ly/TfxgCyY LOS GRANDES FELINOS DEL PLANETA EN UN CLICK Magníficos vídeos de National Geographic sobre estos animales. https://cutt.ly/YfxgGIv LAPONIA, HOTELES DE HIELO Y AURORAS Un viaje de invierno a los atractivos de esta región escandinava. https://cutt.ly/kfxgBh8
LO MEJOR DE MARRAKECH VISTO DESDE EL AIRE Vistas de 360º para admirar lo más atractivo de la ciudad. https://cutt.ly/4fxgJbA EL UNIVERSO DE DALÍ EN UN VIAJE VIRTUAL Una inmersión para conocer el simbolismo y la técnica de este genio. https://cutt.ly/UfxgDvQ
RITMO GLOBAL EVENTOS, MARCAS Y PUBLICIDAD Guía para disfrutar de un bonito otoño en León y sus alrededores La capital leonesa invita a los visitantes a disfrutar de su patrimonio y de una renovada agenda cultural y de ocio, sin olvidar su faceta gastronómica. León los espera con su Catedral gótica y la Colegiata románica de San Isidoro, los restos de su muralla romana y los enclaves fundamentales en la ciudad de la Ruta Jacobea. www.turisleon.com
Las Meninas regresan a Ferrol En septiembre se ha celebrado la XI edición de las Meninas de Canido, uno de los eventos culturales más singulares de Ferrol y un referente en el mundo, con más de 400 obras de arte urbano. Durante los tres días que duró el evento, el barrio se convirtió en una explosión de color y dio la oportunidad de ver cómo los grafiteros pintaban nuevas Meninas o restauraban las que se habían deteriorado. http:// visitferrol.com
Tesoro para amantes de la botánica
Cine y música se unen en Gijón
Dioscórides de Cibo y Mattioli es un bello códice del botánico Gherardo Cibo (1512-1600), con textos del médico sienés Pietro Andrea Mattioli (1501-1577) y 168 ilustraciones de plantas que se hallan entre las más bellas del Renacimiento. El volumen de 370 páginas está encuadernado en piel negra estampada en oro y es una edición limitada a 987 ejemplares. www.moleiro.com
Del 20 al 28 de noviembre del 2020 va a celebrarse una edición conjunta del Festival Internacional de Cine de Xixón, que nació el año 1963, y del Gijón Sound Festival, que está en su 8ª edición. Este último estaba previsto para el mes de abril, pero la situación sanitaria obligó a cancelarlo. Ahora unirá su programación al FICX, lo que hará que en otoño Gijón sea el epicentro de la música y el cine en nuestro país. www.gijón,es
Canon colabora en la exposición Covid Photo Diaries de Zaragoza
Seiko se alía con la saga Street Fighter
Canon ha contribuido con su impresora Arizona 1360XT en la muestra fotográfica «Covid Photo Diaries», que se exhibe en la Torre DKV de Zaragoza hasta el 18 de octubre. Las imágenes documentan el trabajo diario de ocho fotoperiodistas españoles que han seguido la pandemia en diferentes lugares y ámbitos sociales del país. www.canon.es
Seiko 5 Sports, el modelo creado el año 1968 y renacido el 2019, ha brindado una gran variedad de duraderos relojes mecánicos. Ahora amplía la gama con seis nuevos modelos inspirados en la última edición de los mundialmente famosos juegos de lucha jugador contra jugador Street Fighter V. www.seiko.es
s d e j e a i v s Lo
¡Leer será su aventura favorita! Con las fascinantes aventuras de Julio Verne, descubrirán lugares remotos, animales insólitos, inventos geniales... Por fin la desbordante imaginación de Julio Verne en una colección pensada para los más pequeños, con divertidas ilustraciones y textos adaptados.
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PRÓXIMO NÚMERO
SEVILLA Y ARACENA
MALLORCA
La bella ciudad del Guadalquivir merece una visita en cualquier época, pero entre finales de verano e inicios de otoño invita además a descubrir la fabulosa sierra de Aracena.
La mayor de las islas Baleares es un mundo en sí misma, un mosaico de paisajes que destilan lo mejor del Mediterráneo, desde la sierra de Tramuntana a sus maravillosas playas.
ISLA REUNIÓN
INDIA DEL NORTE
PORTUGAL
LA RIOJA
Entre África y la India, cerca de Madagascar y mecida por el océano Índico, esta isla de montañas selváticas, barrancos y cascadas es uno de los últimos paraísos del planeta.
Recorrer el norte del país hasta la sierra de Estrela equivale a realizar varios viajes: playas, colinas tapizadas de viñas y ciudades bellísimas como Oporto y Coimbra.
Un gran viaje por dos mundos que ejercen una increíble atracción viajera: las ciudades y desiertos del Rajastán, y los enclaves sagrados a la orilla del Ganges.
El arte y la cultura del vino se entrecruzan en la ruta por esta región encajada entre montes, viñedos y ríos. El ambiente y los colores otoñales ofrecen su cara más espectacular.
Y ADEMÁS… ESCAPADAS POR ENCLAVES DE INTERÉS NATURAL, CULTURAL E HISTÓRICO, ASÍ COMO EXPERIENCIAS VIAJERAS Y SUGERENCIAS SOBRE LIBROS, EXPOSICIONES DE ARTE Y WEBS SINGULARES.
DESVELAMOS LOS MISTERIOS SUBMARINOS
NU EVA T E MP O RADA
E ST R E N O M ART E S 1 3 O CTU BR E 2 2 . 50
W W W. N AT I O N A L G E O G R A P H I C . E S