HISTÒRIA D’UN EDIFICI: D’INSTITUT MENTAL A BIBLIOTECA PÚBLICA
L’Institut Mental de la Santa Creu cap als anys 50. Darrere seu només hi ha camps i molt a prop, una mica a l’esquerra, el mas de Can Ensenya encara dempeus avui dia amb nou us de serveis socials. Es poden veure els petits nuclis –aleshores- de la Guineueta Vella i del Verdum
Forman doce pabellones aislados, perpendiculares a dos crujías paralelas, que tiene en ambos extremos hemiciclos extensos, donde se someten agitados y furiosos. Tal amplitud, y la excelente distribución permite aislamiento absoluto y una vigilancia exquisita. No hay en España establecimiento de tanta amplitud. Hay extensas salas de reunión, comedores amplísimos, salas de labor, cuartos de baños y de duchas, biblioteca. Para los enfermos que la situación lo permite, existe un gran frontón y sala de billares. Gran caudal de agua. Tras el gran edificio, extensísima finca cultivada que provee hortalizas, frutos, verduras. Atrás un anfiteatro de montañas, jardines. Al frente el Mediterraneo. Para una vida reposada, tranquila, no podia elegirse ni panorama más bello y atractivo, ni ambiente que atemperase el sistema nervioso.
L’avinguda Pi i Molist
El 1916 és va construir un carrer entre el sanatori i la Rambla de Santa Eulàlia; aquesta nova via ben aviat va ser coneguda, pels veïns, com el passeig del manicomi. Amb el pas dels anys i l’explosió demogràfica de Barcelona, aquest indret va patir un increment d’habitatge desmesurat pels serveis que disposava en aquells moments. Al començaments dels anys 70 una febre urbanística va permetre d'enderrocar diferents pavellons de l’Institut per construir els poligons de Barcinova i Calinova
La inauguració
Artícle publicat el 20 Desembre de 1889 en La Vanguardia arrel de la inauguració de l’Institut Mental de la Santa Cruz
La inauguració
Artícle publicat el 20 Desembre de 1889 en La Vanguardia arrel de la inauguració de l’Institut Mental de la Santa Cruz
La inauguració
Artícle publicat el 20 Desembre de 1889 en La Vanguardia arrel de la inauguració de l’Institut Mental de la Santa Cruz
Don Emilio Pi i Molist, médico mayor de la santa Cruz, presidente de la Real Academia de Medicina y cirugía, individuo de la de Buenas Letras, socio de mérito de la Económica de Amigos del País, murió en 1892 de cáncer de mediastino. Vio parte de su obra terminada. No vio el ala de Hombres
L’emplaçament
La administración compró Can Gaig, el Amell Gran y el Amell Xic...El donante era Pí i Molist. Sin hijos, lo hizo por su implicación personal, por la necesidad de desencallar su proyecto y acallar las críticas sobre la Santa Cruz. Distan 5 km de Barcelona, están a 86 m. Sobre el nivel del mar, tienen 25 ha y ocupan el punto más elevado de un frondoso valle rodeado en sus 4/5 partes de cerros de diferentes alturas. Sito el Manicomio en la parte más alta, quedaría aislado, pues no habrá edificio alguno a distancia menor de un kilómetro...
L’emplaçament
Por su inmejorable emplazamiento y el sabio plan no tiene detalle alguno que descubra el triste destino a que están reducidos los enfermos. Ni rejas, sino vidrios limpios y claros; ni altos muros, sino declives suaves; ni celdas que parezcan carcelerias, sino habitaciones llenas de luz, elegantes; ni patios sombríos, sino jardines que recrean la vista y atemperan la natural excitación de los enfermos
Les habitacions de 1a categoria
Los pensionados de primera tienen lujosa habitación propia y la de su guardián o criado. El comedor es espléndido lo mismo que la sala de recibir y los lavabos. En este departamento hay jardín y juegos propios.
El menjador de 2a categoria Pensionado de 2ª clase Habitaciones elegantes; dormitorios individuales; salas de recepción; amplio comedor y lavabos. Jardin especial. Desayuno: Café con leche o chocolate Comida: Sopa, cocido, dos platos de principio, dos clases de postres. Cena: Caldo, verdura, un plato de carne, dos postres Vinos: Usual y de postre, según prescripción médica. Importe de la pensión: 175 pesetas mensuales
El menjador de 2a categoria
Els dormitoris de 3a categoria La segunda clase tenía habitaciones elegantes, dormitorios individuales y la sala de recepción, amplio comedor y lavabos, jardín especial. Desayuno: café con leche o chocolate. Comida: Sopa, cocido, dos platos de principio, dos clases de postres. Cena: caldo, verdura, un plato de carne, dos postres. Vinos: Usual. La tercera clase se albergaba en salas modestas, pero confortables; sala de recibir; amplio comedor; patio de recreo. Desayuno: chocolate. Comida: sopa, cocida, postre. Cena: caldo, verdura, un plato fuerte, postre.
La cuina En la cocina, cabe al hogar, dos probandas novicias, de hábito negro, delantal blanco y toca blanca, La sala es grande con un fogón inmenso de carbón, bajo un depósito de agua caliente. Las paredes están sucias. La sala de costura es una sala amplia y bien iluminada, con suelo de madera se muestra en su esplendor. En la enfermería están las que no pueden trabajar. Tienen veinte camas cubiertas por colchas blancas. El entorno está limpio y brilla al sol que entra por los ventanales
El cercle : habitacions d’aïllament
Las rotondas impresionan. El suelo estĂĄ limpio y pulido.Las puertas de los dormitorios son lisas, enormes, tienen en su centro una mirilla. Sobre la puerta un ventanal ventila al pasillo
La plaça
Cruzo el portalón. Arcos de media punto dibujan una plaza de cien metros de lado., entre un claustro y la Plaza Real. El equilibrio entre líneas horizontales y la verticalidad. En el centro, un parterre con un estanque vagamente Art Nouveau. El corazón de Jesús me acoge con los brazos abiertos desde su peana de rocalla. Yedras y lirios. Palmeras. Al fondo tras la imagen, una loggia accede a la Iglesia.
L’església
El desmantellament
Hubo una lenta favelización de la periferia del manicomio, porque el hospital vendió al principio o permutó parcelas pequeñas. Los precios aún eran atractivos. La urbanización del entorno rural del Mental se hizo a trompicones. La finca y el Manicomio no lo ponían fácil. Una fachada paralela a las colinas siempre fueron un obstáculo infranqueable.
La nova remodelació “Antonio Santiburcio, el teniente alcalde que afirmaba que los Nou Barris debían de tener la misma calidad en los equipamientos que Sarriá, soñó que el palacio de Pi I Molist podía ser un Versalles. Encargó a Cristian Cirici resolver su encaje con la ciudad. Derribó tapias, conservó el claustro, picó los estucos para dejar la piedra a la vista. Construyó una plaza durísima, sin vegetación. Santiburcio puso unos faroles de diseño, gigantescos, extraños. Ahora desde la plaza durísima el edificio muestra una fachada que quiere ser noble, pero es triste, algo mazacote...”
La nova remodelació
Cierran la fachada principal ventanales. Al claustro se llega libremente, es una plaza pública de la que han desaparecido el jardín modernista, el Corazón de Jesús y la rocalla con las yedras. Se conservan las palmeras sobre minúsculos parterres de césped gélido. Se abre al fondo hacia donde estaban las loggias que conducían a la Iglesia. Fuera, la Iglesia, abandonada con las vidrieras de Cuduñet ahora rotas.
Vista actual
El Verdum es un barrio suburbano. Pertenece el barrio de San Andrés y está dividido en tres sectores: Verdúm, Roquetas y Torre Baró. La mayor parte de su población está compuesta por inmigrantes de procedencia andaluza. En este barrio singular, encaramado frente al mar cuya alegría se manifiesta no sólo en el talante de sus pobladores, sino en cierta dinámica constructiva que va desde la improvisada barraca al bloque de casas construido por “empresas sociales”. En este barrio de gentes cetrinas, que manejas con enorme salero el pico, la pala, el mortero y el volante de la furgoneta la batalla de del Verdum es una pobre ironía alusiva a la batalla diaria de estas gentes por salir adelante El Verdum es un barrio suburbano. Pertenece el barrio de San Andrés y está dividido en tres sectores: Verdúm, Roquetas y Torre Baró. La mayor parte de su población está compuesta por inmigrantes de procedencia andaluza. En este barrio singular, encaramado frente al mar cuya alegría se manifiesta no sólo en el talante de sus pobladores, sino en cierta dinámica constructiva que va desde la improvisada barraca al bloque de casas construido por “empresas sociales”. En este barrio de gentes cetrinas, que manejas con enorme salero el pico, la pala, el mortero y el volante de la furgoneta la batalla de del Verdum es una pobre ironía alusiva a la batalla diaria de estas gentes por salir adelante
Fonts:
Anuarios del Hospital de la Santa Cruz. Recull d’articles històrics Anys 1920-1925. Vol.1 Stultifera navis : la locura, el poder y la ciudad / Josep M. Comelles ; prólogo de Joan Prat