Land #04

ÍNDICE

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EDITORIAL Nuestro cuarto número llega cargado de contenidos que apuestan por un nuevo modo de enfocar la montaña

NOTICIAS Las últimas novedades del mundo de la ecología y los deportes de aventura están en nuestra sección de actualidad

AGENDA Cinco propuestas para disfrutar en tu tiempo libre.

LA AVENTURA AL ALCANCE DE LA MANO Repasamos los momentos más interesantes de las IV Jornadas BBK LAND de Montaña y Aventura de Madrid

LEO HOULDING Entrevistamos al escalador más carismático de la escena actual

DE LA VIDA A LA MUERTE Un recorrido en imágenes por el proyecto ganador del primer premio de La Aventura de tu Vida

INTERNET Algunas sugerencias para viajar a golpe de click

¿CÓMO NO SE NOS HABÍA OCURRIDO ANTES? Una nueva forma de agricultura urbana y una singular propuesta inmobiliaria protagonizan este reportaje

LA CURVA DEL PONCHO DEL DIABLO Te invitamos a descubrir el relato ganador de nuestro primer Premio de Relatos de Montaña y Aventura

PALOMA AL AIRE Ricardo Cases es uno de los fotógrafos más interesantes del panorama actual, y nosotros nos fijamos en uno de sus proyectos

SUBIDA AL PEÑALARA Sube con nosotros a uno de los picos más conocidos de nuestra Sierra

HOCES DEL DURATÓN Te invitamos a venir con nosotros a este impresionante paraje natural

WALTER BONATTI Repasamos las luces y las sombras de un nombre esencial en el alpinismo del siglo XX

EDITORIAL

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CONTANDO LA AVENTURA Toda aventura que se precie, en un momento u otro, toma rumbos inesperados.

Por esta razón, entre otras, la distinguimos del simple viaje. Una aventura es siempre una exploración y una evolución y, como tal, nuestro proyecto ha evolucionado en los últimos meses. Ahora tenemos el orgullo de presentaros un nuevo número de Land que sirve, a su vez, para inaugurar las actividades de Land K, un proyecto de Kutxabank para el apoyo al medio ambiente, la naturaleza y la sostenibilidad. Volvemos a la carga con el espíritu aventurero intacto, y lo hacemos mediante relatos y voces que demuestran que los montañeros, en contra de la creencia generalizada, no son hombres de pocas palabras. De otro modo, Leo Houlding no nos habría concedido una entrevista tan completa, sincera y reveladora como la que publicamos en estas páginas, ni los participantes de las pasadas Jornadas de Montaña y Aventura habrían cautivado al público con la narración de sus experiencias. Y, por supuesto, los integrantes de la Ganges Expedition 2011 no habrían escrito páginas y páginas durante su recorrido por el curso del río sagrado de los hindúes. Por no hablar de Andrea Albertano, la ganadora de nuestro I Premio de Relatos de Viajes y Aventura, cuyo texto literario, que hemos reproducido en este número, transmite con absoluta eficacia la dimensión más fabulosa del viaje. Por eso no dudamos en afirmar que este número de LAND es una buena muestra de esa capacidad comunicativa que tienen los verdaderos aventureros. Esperamos haber sido capaces de transmitir su pasión, su entusiasmo y sus ganas de plantearse nuevos retos.

EDITORIAL Poco a poco se consolida la certeza de que la montaña, la aventura y el medio ambiente son parte de la cultura de todos. Personajes tan imprescindibles como Walter Bonatti, fallecido hace ya un año, nos ayudan a comprender las dimensiones éticas y estéticas del alpinismo, mientras que el relato de la llegada al Polo Sur de Amundsen, Scott y Shackleton sigue siendo considerado, cien años después de su culminación, un episodio fundamental de la historia del siglo XX, tal y como demuestran los actos celebrados con motivo de su centenario (nosotros nos adelantamos con una excelente exposición celebrada en Madrid y Bilbao). Por eso, parece claro que sobran las razones para elaborar una publicación como ésta. Tampoco necesitan justificación otros reportajes, como el que hemos dedicado a dos ideas que son auténticos hallazgos en el ámbito de la sostenibilidad cotidiana. Las fulgurantes fotografías que Ricardo Cases dedica a una curiosa tradición levantina relacionada con las palomas también se defienden por sí solas, como sucede en toda la obra de este artista plástico. Así que, contando con toda esta impresionante materia prima, sólo esperamos haber estado a la altura y haber sido capaces de elaborar un periódico que transmita algo de esa magia, y algo de la ilusión de este proyecto que, con energías renovadas, amplía su vuelo de la mano de Kutxabank.

LAND es un proyecto de Kutxabank www.land-k.com

Dirección: José Javier Andrés García Redactor Jefe: Carlos Primo Director Creativo: Ricardo Juárez Director de Arte y Producción: Antonio García Cárceles Dirección de Fotografía: Arturo Laso Concepto y realización: Disismaineim Oficina: Valverde 23, 28004, Madrid, España. info@land-k.com Agradecimientos: Leo Houlding, Ramón Portilla, Juanjo San Sebastián, Gonzalo Suardíaz, Elin Bernhard, Juan Antonio Alegre, Windowfarms, Pol Bofill, Manel Morón, Andrea Albertano, Ricardo Cases

Fotografía de portada: Expedición Ganges 2011 LAND NO ES RESPONSABLE DE LAS OPINIONES VERTIDAS POR SUS COLABORADORES. PROHIBIDO REPRODUCIR CUALQUIER MATERIAL QUE APAREZCA EN ESTA PUBLICACIÓN. ISSN 2173-8181

N EXPEDICIÓN NATURGAS /

NOTICIAS

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BBK NUPTSE 2012

Después de alcanzar el Polo Sur, la cordada formada por Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza se enfrenta estos días a su nuevo reto. En esta ocasión, han dirigido su mirada a la catedral de los alpinistas, el Himalaya, aunque a uno de sus picos menos conocidos y frecuentados: el Nuptse. Esta montaña, que por su altitud (7.861 metros) se encuentra fuera de la lista de codiciados ochomiles de la cordillera asiática, presenta sin embargo enormes desafíos técnicos. De hecho, su cumbre principal ha sido alcanzada sólo seis veces.

Iñurrategi, Vallejo y Zabalza, además, lo intentarán por su vertiente más compleja, la cara sur, que ha sido vencida una única vez, en 1961, a cargo de un grupo de escaladores británicos liderado por Joseph Walmsley.

Iñurrategi y sus compañeros, además, harán la subida en estilo alpino, fieles al espíritu de superación que ha guiado sus proyectos más recientes. La única expedición que hasta ahora lo ha intentado se quedó a 160 metros de la cumbre, aunque habían tomado una ruta distinta.

En esta ocasión, los tres alpinistas vascos se han dado de tiempo hasta el próximo 9 de noviembre: durante varias semanas harán ascensiones rápidas de aclimatación y estudiarán diferentes rutas hasta elegir la definitiva en función de las condiciones de cada una, la climatología y otras circunstancias.

Se trata de un reto considerable a la altura de un equipo que, en los últimos años, ha dado grandes alegrías a los aficionados a la montaña y la aventura. En ese sentido, la Expedición Naturgas / BBK Nuptse 2012 sucede a proyectos como la Expedición Naturgas / BBK Transantartika 2012, que les llevó a atravesar el Polo Sur empleando, como único medio de transporte, trineos propulsados por cometas, una técnica probada anteriormente con éxito por otro clásico de nuestras páginas: Ramón Larramendi. En esta ocasión, vuelven a su medio predilecto, la montaña, con el objetivo de llamar la atención acerca de las enormes posibilidades que presentan los picos menos conocidos del Himalaya. Desde Land K les seguiremos la pista y, estamos seguros, podremos celebrar con ellos el triunfo a su regreso.

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EL FUTURO DE LAS PRADERAS SUBMARINAS

UNA CASA ESPAÑOLA EN LAS ALEUTIANAS

LA AGRICULTURA ECOLÓGICA LOS EMPLEOS “VERDES”: CADA VEZ MÁS CERCA UNA OPCIÓN DE FUTURO

Un equipo de científicos de todo el mundo, entre los que se encuentran varios expertos del CSIC español, han presentado un estudio que ha desvelado el inmenso potencial ecológico de las praderas submarinas. Se trata de praderas subacuáticas a apenas un metro de profundidad que, sin embargo, tienen una enorme capacidad de absorber carbono y, por lo tanto, de contrarrestar y frenar los efectos del cambio climático. almacenan casi el triple de carbono que los bosques tropicales. Debido a la ausencia de fuegos, almacenan carbono de un modo eficaz durante siglos.

Al mismo tiempo, estos especialistas han alertado acerca del hecho de que muchas de estas praderas están siendo seriamente perjudicadas por el efecto de los vertidos contaminantes, la pesca de arrastre y la navegación de recreo. Estas praderas, que en la costa española se componen principalmente de Posidonias del Mediterráneo, podrían reducir el número de créditos de emisión de carbono que ha de comprar España, lo que repercutiría no sólo en lo ecológico, sino en lo económico.

Si vivir en una isla remota ya presenta numerosas dificultades cotidianas, construir una casa puede llegar a ser toda una aventura. Por eso, el objetivo de la competición internacional Living Aleutian Home Design Competition era conseguir un modelo de construcción que respetara las exigentes normas Living Building Challenge 2.0, basado en la sostenibilidad. Su destino: la isla de Atka, en el archipiélago de las Aleutianas, en la costa de Alaska (Estados Unidos).

Finalmente, el ganador ha sido el proyecto presentado por el estudio de arquitectura madrileño Taller Abierto. El jurado consideró que era el que mejor se adaptaba a las peculiares características de Atka, entre las que figuran la escasez de infraestructuras y de medios de transporte para materiales y maquinaria. Por eso, el proyecto de Taller Abierto se basa en piezas prefabricadas y en un sistema de eficiencia energética basada en el viento, la lluvia y el calor de la tierra. Por fuera está recubierto de metal, pero en el interior, más cálido, predomina el empleo de la madera. Sin duda, es una muestra de que la arquitectura de hoy presta atención a las distancias cortas, la sostenibilidad y la innovación.

La venta directa es una opción cada vez más popular entre personas que desean consumir productos ecológicos.

En anteriores números de LAND ya prestamos atención al fenómeno de los grupos de consumo que constituyen una opción social y comprometida de consumir productos naturales y sostenibles. Ahora, sin embargo, hay una opción más. 500 agricultores de toda España han lanzado una plataforma online, www. Arcocoag. org, que permite a los consumidores entrar directamente en contacto con proveedores de su propia comunidad autónoma. La iniciativa, promovida por la Coordinadora de Agricultores y Ganaderos, busca romper la barrera de la desinformación y ofrecer una red accesible de compra venta de productos frescos. Hortalizas, pero también quesos, aceite de oliva o vinos forman parte de la oferta de esta plataforma que no permite la venta online, pero sí el contacto directo con los productores.

Muchos de estos agricultores y ganaderos son jóvenes profesionales que han decidido abrir nuevos caminos para comercializar sus productos: desde luego, algo está cambiando en el campo.

Diez millones de puestos de trabajos podrían crearse en las próximas dos décadas si las políticas “verdes” logran convertir la economía de altas emisiones de carbono en bajas emisiones: ésta es la conclusión de un informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Unep). Achim Steiner, el director de la agencia, afirmó recientemente que esta conclusión “subraya que la economía verde puede incluir a millones de personas en términos de superar la pobreza y mejorar las condiciones de vida para su generación y las venideras. Es un mensaje positivo que plantea oportunidades en un mundo complejo y lleno de retos”.

Ahora mismo, en Estados Unidos hay alrededor de tres millones de trabajos en sectores verdes, como la energía eólica o la eficiencia energética. En España, dichos sectores ocupan a medio millón de personas.

Sin embargo, el cambio más sustancial se refiere a las mentalidades: se trata de entender la sostenibilidad no como un obstáculo para el desarrollo de la industria, sino como un ámbito en el que es posible el crecimiento y la productividad.

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AGENDA

V JORNADAS DE MONTAÑA Y AVENTURA Un año más, el Centro Cultural Casa del Reloj de la Arganzuela (Madrid) vuelve a llenarse de aficionados a la montaña y la aventura durante las Jornadas Kutxabank de Montaña y Aventura de Madrid. En esta ocasión, la programación coordinada por Ramón Portilla tiene un marcado sabor de escalada, y se inaugurará con una mesa redonda acerca de La Pedriza, uno de los santuarios de la escalada en España. Por ella pasarán figuras tan consagradas como César Pérez de Tudela, pero también representantes de generaciones más jóvenes. La segunda jornada viene marcada por la presencia de dos nombres femeninos. El primero es el de la escaladora canaria Daila Ojeda, que en los últimos años se ha hecho un hueco en el competitivo mundo de la escalada. La siguiente invitada será Silvia Vidal, la escaladora catalana que a principios de año llevó a cabo una impresionante hazaña: pasar 32 días seguidos completamente sola “colgada” en la pared “Serranía Avalancha”, en la Patagonia chilena. En esta ocasión compartirá con el público su apertura en solitario de la ruta Espiadimonis, también en la Patagonia.

En las jornadas siguientes habrá espacio para dos parejas de hermanos que simbolizan una forma diferente de entender la escalada: los hermanos Iker y Eneko Pou, dos de los mejores escaladores del mundo, y también los hermanos belgas Nicolas y Olivier Favresse, uno de cuyos proyectos más recientes tuvo lugar, precisamente, en compañía de Silvia Vidal, en un pico impresionante: el monte Asgard, en la isla de Baffin. Los hermanos Favresse hablarán de sus escaladas más destacadas, pero también darán rienda suelta a una de sus facetas menos conocidas: la de músicos. La cita será del 19 al 22 de noviembre, y todas las charlas son de acceso libre. Además, la sede de las jornadas acogerá una impresionante exposición fotográfica de otro grande del alpinismo español: Sebastián Álvaro.

XXII MARCHA BBK AL PAGASARRI

FESTIVAL KUTXABANK EN MADRID RÍO

FERNANDO BOTERO

Este año el Festival de Cine de Montaña más importante de nuestro país, que hasta ahora se celebraba en Vitoria, cambia su sede y se traslada a Bilbao. Tendrá lugar en tres escenarios diferentes: la Sala BBK, la Alhóndiga y el Palacio Euskalduna. Lo que no cambiará será el impresionante nivel de las producciones que podrán verse. La sección oficial del concurso contará con cuarenta películas, aunque también habrá espacio para retrospectivas y actividades paralelas donde, este año, habrá una marcada presencia femenina, con algunas de las escaladoras y alpinistas más importantes del momento.

Sin duda, ésta no se trata de una edición más. El Mendi Film Festival llega a la capital vizcaína con un público fiel y consolidado en un tiempo récord, con sólo cinco ediciones a sus espaldas. No es extraño: hay pocas ocasiones para disfrutar en pantalla grande de películas centradas en el mundo del alpinismo, la escalada, los deportes de montaña, la aventura, la naturaleza o la etnografía.

Se acerca el invierno y, con él, una de las citas emblemáticas de la temporada. El Pagasarri, con 673 metros de altitud, es uno de los puntos más icónicos de los alrededores de Bilbao y, desde hace 22 años, es el protagonista de un evento fundamental en el calendario de los bilbaínos: la Marcha BBK al Pagasarri, una oportunidad única para llevar a cabo esta subida en una compañía insuperable y profesionales cualificados.

Este año, la marcha tendrá lugar en una fecha plenamente navideña, el 23 de diciembre.

Como siempre, el recorrido comenzará en el edificio BBK de la Gran Vía y, atravesando la Ría por el Puente del Arenal, llegará a la cumbre del Pagasarri después de dos horas y media, y doce kilómetros, venciendo un desnivel de 660 metros. Por el camino, vistas incomparables del Gran Bilbao, contacto con la naturaleza y la emoción de participar en una acción que cada año congrega a 10.000 personas. ¿Quién da más?

El próximo mes de diciembre, Madrid seguirá impregnada de aventura gracias al festival que Kutxabank ha programado en la zona de Madrid Río. Todas las personas que se acerquen a las inmediaciones del Puente de Toledo podrán disfrutar de una amplia programación para todos los públicos que incluye, por ejemplo, recorridos a pie o en bicicleta por la orilla del Manzanares en compañía de monitores de medio ambiente que explicarán las características naturales y ecológicas de este particular ecosistema madrileño. Otro punto neurálgico será el rocódromo municipal Roc30, donde los asistentes podrán hacer sus primeros pinitos en la escalada de la mano de monitores experimentados. Habrá muchas más sorpresas, así que, para descubrirlas, sólo hay que visitar Landk.es y consultar la programación completa. ¡Nos vemos en Madrid Río!

Es, sin duda, uno de los artistas latinoamericanos más importantes de la segunda mitad del siglo XX. El colombiano Fernando Botero (Medellín, 1932) es dueño de un lenguaje visual inconfundible que remite a sus orígenes como dibujante y muralista, y que con el tiempo ha adoptado la forma de espectaculares pinturas y monumentales esculturas que han recorrido las ciudades más importantes del mundo.

Ahora, las formas opulentas los colores exuberantes del pintor colombiano llegan a la Sala BBK del Museo de Bellas Artes de Bilbao en una exposición retrospectiva que recorre la trayectoria de Botero. Las 80 obras de la muestra proceden fundamentalmente de la colección privada de Botero, por lo que “Celebración” supone una ocasión memorable para aproximarse a la vida y la obra de uno de los creadores más singulares y reconocibles del arte contemporáneo.

Bilbao. Varias sedes.

Edificio BBK Gran Vía (Bilbao)

Madrid Río

Sala BBK del Museo de Bellas Artes de Bilbao

Del 14 al 22 de diciembre de 2012.

23 de diciembre de 2012.

Diciembre de 2012.

Hasta el 20 de enero de 2013

MENDI FILM FESTIVAL

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Fotografía: Ramón Portilla

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ACTUALIDAD

IV JORNADAS BBKLAND DE MONTAÑA Y AVENTURA DE MADRID

LA AVENTURA AL ALCANCE DE LA MANO COMO PREÁMBULO A LA CELEBRACIÓN DE LAS PRÓXIMAS JORNADAS DE MONTAÑA Y AVENTURA DE MADRID, REPASAMOS LO MEJOR DE LA PASADA EDICIÓN, QUE CONVIRTIÓ A MADRID EN UN PUNTO DE ENCUENTRO PARA LOS AFICIONADOS AL MONTAÑISMO, LA EXPLORACIÓN Y LA SUPERACIÓN DE NUEVOS RETOS. El 24 de noviembre de 2011, en la Nave de Terneras de Arganzuela no quedaba ni un asiento libre. Cientos de personas acudieron al encuentro con Leo Houlding que clausuraba las IV Jornadas bbkLAND de Montaña y Aventura de Madrid con una charla de presentación a la película The Wildest Dream. Sin embargo, no era una novedad; desde el lunes anterior, cada tarde, el salón de actos del Centro Cultural Casa del Reloj había registrado lleno completo. El público no falló a esta cita coordinada por Ramón Portilla, y los conferenciantes tampoco. Por eso, la participación de Leo Houlding fue un modo inmejorable de cerrar una semana de actividades y conferencias que ya se ha consolidado como un punto de encuentro fundamental para los aficionados al mundo de la montaña, el alpinismo y la aventura. Ahora, para los que no pudieron acudir en persona, hacemos un repaso por el contenido de cada una de las jornadas.

ACTUALIDAD

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UN VIAJE VIRTUAL POR EL KARAKORUM Las jornadas dieron comienzo el lunes 21 con dos conferencias dedicadas al Karakorum a cargo de dos hombres que conocen a la perfección esta cordillera asiática. Partiendo de sus propias vivencias y fotografías, José Carlos Tamayo hizo un recorrido por la geografía del Karakorum, por sus zonas más complejas y difíciles. Desde hace tres décadas, Tamayo ha llevado a cabo con éxito varias ascensiones a algunos de sus picos más importantes y, según confiesa, es una región por la que siente una especial atracción que se remonta a sus inicios en el alpinismo. No es para menos. Con cuatro ochomiles, el Karakorum es uno de los templos de la escalada y el montañismo que también ha cautivado a otros aventureros, como Alex Txikon, el otro protagonista de la velada.

Cuando llegó su turno, Alex Txikon ofreció al público un repaso por algunas de sus expediciones más interesantes y arriesgadas, ilustrando con sus palabras las sensaciones y emociones que experimenta un alpinista en estos puntos aislados e inhóspitos. Se centró en su ascensión invernal al Gasherbrum I del año anterior, una experiencia terriblemente difícil en la que el mal tiempo les obligó a regresar sin hacer cumbre. Además, proyectó algunas imágenes de la película que produjo a raíz de esta expedición, y que presentó semanas más tarde, en el Mendi Film Festival de Vitoria.

Y, para concluir, Txikon hizo una demostración en vivo de otra de sus grandes pasiones. Alex Txikon, además de un experimentado montañero, es un consumado aizkolari, y vino desde Bilbao con el coche cargado de troncos para cortarlos sobre el escenario. Así que, sin dudarlo, compartió esta afición con el público en lo que fue uno de los momentos estelares de la noche. Fue, sin duda, una oportunidad única para ver de cerca este tipo de práctica, y para experimentar en primera persona los espectaculares sonidos de los troncos al partirse.

ALEX TXIKON DEMOSTRÓ AL PÚBLICO ASISTENTE QUE, ADEMÁS DE UN EXPERIMENTADO MONTAÑERO, ES UN CONSUMADO AIZKOLARI.

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EL HOMENAJE DE EDUARDO MARTÍNEZ DE PISÓN A WALTER BONATTI El martes, el salón de actos del Centro Cultural Casa del Reloj volvió a llenarse hasta la bandera para acoger la intervención de Eduardo Martínez de Pisón, que ofreció una charla acerca de los logros profesionales y la trayectoria de uno de los alpinistas más importantes del siglo XX, Walter Bonatti, que había fallecido en el septiembre anterior. Eduardo, que además de alpinista es un estudioso de todo lo relacionado con la montaña, presentó a Bonatti en su contexto, la década de los cincuenta, unos años en los que cayeron los grandes retos del Himalaya y surgió una nueva generación de montañeros con una concepción muy heroica y arriesgada del alpinismo. “Eran montañeros que entendían el alpinismo como un combate por obtener la cumbre a cualquier precio”, comentó haciendo referencia también al carácter nacionalista que presentaban aquellas expediciones italianas, francesas, británicas o americanas. También apuntó que eran proyectos que mantenían un palpable espíritu de exploración, ya que los montañeros ayudaban a corregir los mapas de zonas poco conocidas o mal documentadas.

En ese ambiente surgió la figura de Walter Bonatti, “un alpinista aparte” y “un modelo para toda una generación”, en palabras de Martínez de Pisón, un montañero que siempre se preocupó por la apertura de etapas propias y por la consecución de logros inéditos en el alpinismo de su tiempo. A lo largo de su repaso por la trayectoria del italiano, el catedrático vallisoletano subrayó las metas alcanzadas por Bonatti e hizo un repaso por los episodios menos afortunados de su carrera, como el accidente sufrido en el pilar central de Frêney, que fue decisivo a la hora de impulsarle a abandonar los grandes proyectos alpinísticos en 1965, en su momento de mayor plenitud física. A modo de ilustración, Eduardo Martínez de Pisón presentó la proyección del documental “El hombre que llegó del río”, un repaso audiovisual por la vida y la obra de este nombre esencial del alpinismo contemporáneo. En el turno de preguntas posterior a la proyección, hubo tiempo para charlar acerca de la relación de Bonatti con otros grandes nombres de su tiempo, como Reinholdt Messner, y para recordar las ocasiones en las que el alpinista italiano visitó nuestro país.

“BONATTI PERTENECÍA A UNA GENERACIÓN DE MONTAÑEROS QUE ENTENDÍAN EL ALPINISMO COMO UN COMBATE PARA OBTENER LA CUMBRE A CUALQUIER PRECIO”

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JERÓNIMO LÓPEZ: EL PASADO, PRESENTE Y FUTURO DE LA ANTÁRTIDA La sesión del miércoles comenzó con la intervención de Jerónimo López, uno de esos nombres que no necesitan presentación. Doctor en Ciencias Geológicas, profesor en la Universidad Autónoma e infatigable viajero por las zonas más recónditas del planeta, Jerónimo López ha adquirido una mayor notoriedad durante los últimos años gracias a su labor como delegado en España del SCAR (Sociedad para la Investigación Científica de la Antártida), un organismo clave para entender el presente y el futuro del continente helado. Además, es un consumado montañero y escalador que encara cada una de sus expediciones con una actitud que combina el interés científico con la pasión por recorrer zonas inhóspitas y despobladas, teniendo acceso a los últimos paraísos vírgenes de la tierra.

La Antártida es, sin duda, uno de sus principales objetos de interés. Jerónimo López conoce a la perfección su geografía, sus características naturales y también su historia. No en vano es el comisario de la exposición “A cien años de la conquista del Polo Sur”, que tuvo lugar en el Centro Cultural Casa del Reloj de manera simultánea a las jornadas, y que reunía una serie de reproducciones fotográficas que documentan las legendarias expediciones de Amundsen, Scott y Shackleton. De ellos habló durante su conferencia, y también se refirió a la importancia científica que la Antártida ha cobrado en los últimos años. Esta importancia está relacionada, principalmente, con su enorme volumen de hielo, que es un excelente medidor de las consecuencias del calentamiento global y el cambio climático. Al ritmo actual, comentó López, dentro de quince años no quedará nieve en el Kilimanjaro, y el hielo del Polo Sur disminuirá su superficie, siguiendo una tendencia ya iniciada hace algunas décadas. “El calentamiento global es un hecho, no es algo opinable”, afirmó este científico que se confiesa cautivado por el continente “más alto, frío, ventoso y seco” del mundo. Durante su charla, Jerónimo López hizo un recorrido por las bases más importantes que operan en suelo antártico, refiriendo las condiciones de vida de los científicos que residen en ellas, puesto que La Antártida nunca ha contado con población autóctona. Por supuesto, se refirió a las grandes exploraciones antárticas de principios del siglo XX, y mostró imágenes de sus propios viajes, en los que ha recorrido algunos puntos tan emblemáticos como la Isla Elefante en la que vivió la tripulación del Endurance mientras Shackleton iba en busca de ayuda, o la cabaña que sirvió de residencia a Robert Falcon Scott durante el tiempo que pasó investigando esta tierra helada e inhóspita.

“EL CALENTAMIENTO GLOBAL ES UN HECHO, Y ESO NO ES ALGO OPINABLE”

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RAMÓN HERNANDO DE LARRAMENDI: EN TRINEO SOBRE EL HIELO A continuación llegó el turno de Ramón Hernando de Larramendi, otro nombre muy familiar para todos los aficionados a la aventura. El título de su charla, “Exploración Polar”, hacía referencia al campo en el que Larramendi ha llevado a cabo sus mayores logros como viajero. Es, sin duda, un apasionado de las tierras polares, como lo demuestra el hecho de que ése sea el nombre de su propia agencia de viajes dedicada al mundo de la aventura. Ramón entiende la exploración desde un punto de vista muy personal, siempre preocupado por innovar en los métodos empleados a la hora de recorrer tierras extrañas.

Entre 1990 y 1993, llevó a cabo la Expedición Circumpolar, la travesía polar no mecanizada más larga de la historia. Durante tres años, Larramendi recorrió el ártico norteamericano desde Groenlandia hasta Alaska a través del paso del Noroeste, empleando únicamente medios esquimales de transporte (el trineo de perros, el kayak y la marcha a pie). Sin embargo, Larramendi trajo a las Jornadas un proyecto distinto, el que le llevó a cruzar la Antártida, entre 2005 y 2006, a bordo de un singular vehículo ideado por él mismo: un ligero trineo movido por la fuerza del viento gracias a un sistema de cometas. Nuestros lectores están sobradamente familiarizados con este método, porque fue el empleado por Iñurrategi, Vallejo y Zabalza en su proyecto Transantartika 2011. Sin embargo, Larramendi fue el primero en ponerlo en práctica y, a lo largo de su conferencia, compartió con el público numerosas anécdotas relacionadas con este viaje.

Contó, por ejemplo, distintos detalles acerca del diseño del trineo, creado especialmente para poder ser reparado con facilidad y con medios muy básicos. También habló de lo complicado que resulta mantener la velocidad apropiada. Si se va muy lento, la expedición se convierte en algo interminable; si, por el contrario, se alcanza una gran velocidad, el trineo puede resultar gravemente dañado por los montículos de hielo y nieve que abundan en las grandes llanuras polares. Larramendi llevó a cabo esta expedición en compañía de Juanma Viu y de Ignacio Oficialdegui, sentando un importante precedente a la hora de acometer exploraciones polares con métodos sostenibles y no intrusivos que respeten el delicado equilibrio ecológico de la Antártida. Por eso, su relato estuvo plagado de detalles interesantes referidos también a la geografía humana del continente helado, como sus descripciones de las bases subterráneas en las que viven algunos de los científicos que trabajan allí, o las condiciones de vida en este tipo de campamentos.

El toque de suspense lo aportó la narración de las últimas horas de la expedición: los tres aventureros tenían una fecha límite para alcanzar su punto de destino, ya que allí se encontraba un buque ruso que los llevaría de vuelta a la civilización. Sin embargo, esta tarea no fue tan sencilla. A pocas horas de la llegada, se dieron cuenta de que una grieta en la tienda de campaña instalada sobre el trineo había dejado escapar varios bultos del equipaje sin los que no podían regresar. Así que tuvieron que desandar parte del camino, y llegaron al puerto donde los esperaba el buque ruso extenuados y con el trineo prácticamente destrozado por el ritmo de esa última etapa. Por el camino dejaban anécdotas memorables, como la llegada a la extraña base de Vostok -en palabras de Larramendi, “uno de los lugares más surrealistas que he visto en mi vida”- o la celebración del Año Nuevo con música y una pequeña botella de cava en la tienda de campaña.

SUS EXPLORACIONES HAN ABIERTO EL CAMINO A NUEVAS FORMAS MÁS SOSTENIBLES Y MENOS INTRUSIVAS DE RECORRER LA ANTÁRTIDA

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LOS SUEÑOS SALVAJES DE LEO HOULDING Las jornadas concluyeron el jueves en la Nave de Terneras del antiguo matadero madrileño, con la presencia de Leo Houlding, un escalador que tampoco necesita presentación y que lleva ya una década en la primera línea de la profesión. Leo vino a Madrid para presentar un proyecto fascinante que comenzó en 2007, cuando el montañero Conrad Anker le propuso acompañarle en una expedición al Everest destinada a reconstruir la hazaña de George Mallory y Andrew Irvine, los dos aventureros británicos que en junio de 1924 perdieron la vida durante una ascensión a la montaña más alta del mundo. Aquel proyecto dio como resultado “The Wildest Dream”, una magnífica película estrenada en 2010 que, posiblemente, sea la mayor superproducción dedicada hasta la fecha al mundo de la montaña. Antes y después de la proyección, Leo Houlding presentó algunos momentos destacados en su carrera como escalador, como su proyecto “The Asgard Project”, que desembocó también en un espectacular documental del que el británico se confiesa especialmente orgulloso. A su lado, como presentador, estuvo el escalador Carlos Suárez, gran amigo de Leo Houlding e integrante de su equipo en varias de sus iniciativas (sin ir más lejos, participó en “The Asgard Project”).

Carlos Suárez subrayó que Leo Houlding representa la continuidad de una generación de escaladores con unos ciertos valores, y que es, sin duda, una de las estrellas indiscutidas de la escalada actual.

De este modo concluyeron, por todo lo alto, unas Jornadas que han consolidado su poder de convocatoria y que, año tras año, permiten al público conocer en persona a auténticas leyendas de nuestro tiempo.

EL ESCALADOR CARLOS SUÁREZ ACOMPAÑÓ A SU AMIGO LEO HOULDING EN ESTE REPASO POR LOS PRINCIPALES HITOS DE SU CARRERA.

Durante las Jornadas, surgieron nombres de varios libros y documentales que ilustran los temas tratados por los asistentes. Éstos son algunos de esos nombres: Películas: Next Time Inshallah, de Alexander G. de Bikuña : documental sobre la expedición de Alex Txikon al Gasherbrum I. Walter Bonatti. El hombre que llegó del río, de Sebastián Álvaro: recorrido audiovisual por la vida del célebre alpinista italiano.

Rumbo a Thule, de Ramón Larramendi: película sobre la primera travesía efectuada con la técnica del Catamarán Polar.

The Asgard Project, de Al Lee: película que documenta la escalada en el monte Asgard de un grupo de escaladores entre los que se encuentran Leo Houlding y Carlos Suárez.

The Wildest Dream, de Anthony Geffen: en 2007, Conrad Anker y Leo Houlding viajaron al Everest para reconstruir la historia de Mallory e Irvine. Esta espectacular película es el resultado.

Libros: Montañas dibujadas, de Eduardo Martínez de Pisón. Editorial Desnivel.

Montañas de una vida, de Walter Bonatti. Editorial Desnivel.

ACTUALIDAD

A CIEN AÑOS DE LA CONQUISTA DEL POLO SUR De manera paralela a las jornadas, el Centro Cultural de la Casa del Reloj acogió una impresionante exposición fotográfica acerca de las aventuras de los Amundsen, Scott y Shackleton, los tres grandes héroes de la edad de oro de las exploraciones antárticas.

La imagen que da la bienvenida a la exposición muestra al buque Terra Nova visto desde la entrada de una cueva. Tomada en 1910, es, sin duda, el mejor modo posible de introducirse en la fascinante aventura de la edad de oro de las exploraciones antárticas; la silueta del barco que convirtió a Robert Falcon Scott en un nombre legendario muestra el paisaje desolado del continente más inhóspito del mundo. Era un territorio hostil que, sin embargo, consiguió invadir los sueños de numerosos aventureros europeos. La exposición A cien años de la conquista del Polo Sur recupera imágenes, textos y materiales divulgativos que ayudan a seguir de cerca las peripecias de tres aventureros cuya fama dura todavía en nuestros días.

El primero de ellos es el noruego Ronald Amundsen, el primero que consiguió alcanzar el Polo, el 14 de diciembre de 1911. Pisándole los talones estaba el británico Robert Falcon Scott, que lo alcanzaría finalmente un mes después, el 17 de enero de 1912, y que fallecería en su viaje de regreso. La muestra incluye también a otro destacado explorador polar, el británico Ernest Shackleton que participó en la carrera del Polo Sur y que vivió una increíble aventura en su intento de atravesar por primera vez a pie el continente.

Tanto Amundsen como Scott perseguían a finales de 1911 ser los primeros en pisar el Polo Sur. Los dos se habían enfrentado a la difícil tarea de convencer a inversores, organizaciones científicas y gobiernos para financiar sus respectivas expediciones. Sus planteamientos logísticos fueron diferentes, como muestra esta exposición. Y este factor fue fundamental a la hora de alcanzar la meta, como también lo fue la suerte: sin duda Amundsen contó con una gran dosis, la misma que le faltó a Scott.

La exposición que pudo verse en el Centro Cultural de la Casa del Reloj reúne 18 reproducciones de fotografías históricas obtenidas durante estas expediciones. Dichas imágenes presentan un enorme interés, y proceden de originales conservados actualmente en el Museo Nazionale della Montagna - CAI-Torino y en la Biblioteca Nacional de Noruega. Asimismo, los visitantes han podido contemplar tres retratos al óleo de los exploradores y varios mapas que recrean estas impresionantes aventuras y ofrecen una valiosa información acerca de la Antártida, un lugar privilegiado para la investigación científica de hoy en día. Una persona que está muy familiarizada acerca de estas cuestiones es el comisario de la muestra, Jerónimo López, que además es el delegado en España del Comité Científico para la Investigación de la Antártida (SCAR), que recibió el Premio Príncipe de Asturias 2002 de Cooperación Internacional. Él ha sido el encargado de llevar a cabo la selección de fotografías que forman parte de la exposición, y de aportar esta perspectiva que demuestra esta novedosa perspectiva que demuestra que la Antártida, aún hoy, es un lugar fundamental para comprender el rumbo que está tomando el planeta.

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LEO HOULDING “EL MIEDO PUEDE SALVARTE LA VIDA”

ENTREVISTAMOS A UNO DE LOS ESCALADORES MÁS PECULIARES DE NUESTRO TIEMPO. A SUS 31 AÑOS, LEO HOULDING ACUMULA UN HISTORIAL DE EXPEDICIONES VERDADERAMENTE LEGENDARIO, EN EL QUE DESTACA, CON NOMBRE PROPIO, SU ASCENSIÓN AL EVEREST EN COMPAÑÍA DE CONRAD ANKER.

ENTREVISTA

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Nos encontramos con Leo Houlding la víspera de su intervención en las IV Jornadas BBK LAND de Montaña y Aventura de Madrid. Desde el primer momento se muestra afable y encantado de colaborar con el fotógrafo y, mientras nos dirigimos a la zona de Madrid Río situada a escasos metros del Centro Cultural Casa del Reloj, bromea acerca de su rudimentario conocimiento del español y nos habla de su apretada agenda. Leo vive en Lake District, cerca de Escocia, pero no pisa su casa desde hace semanas por culpa de una sucesión de compromisos que le han llevado a los rincones más insospechados del globo.

Nos cuenta que llega a Madrid desde Austria, donde ha pasado unos días en un paraje natural cerca de Salzburgo. Viajar es parte del oficio de este escalador profesional que lleva ya una década en la primera línea de la profesión. Sus días transcurren entre rodajes de películas, conferencias, expediciones, reuniones con patrocinadores y preparativos para sus proyectos. Y, posiblemente, habría que situar el inicio de esta vorágine en 2007, cuando el montañero Conrad Anker le propuso acompañarle en una expedición al Everest destinada a reconstruir la hazaña de George Mallory y Andrew Irvine, los dos aventureros británicos que en junio de 1924 perdieron la vida durante una ascensión a la montaña más alta del mundo. Aquel proyecto dio como resultado “The Wildest Dream”, una magnífica película estrenada en 2010 que, posiblemente, sea la mayor superproducción dedicada hasta la fecha al mundo de la montaña. Leo ha venido a Madrid a presentar esa película al público madrileño, compartiendo sus experiencias y su peculiar punto de vista acerca del mundo de la escalada. Y sus palabras nos permiten acercarnos de un modo privilegiado a las vivencias de este escalador que es ya una leyenda de nuestros días.

ENTREVISTA

¿Cuándo empezaste a escalar? ¿En qué momento probaste y viste que era algo que te gustaba?

Empecé a escalar bastante temprano, en 1990, cuando tenía 10 años. Crecí en el norte de Inglaterra, en una región llamada Lake District, en un Parque Nacional. Las montañas allí son pequeñas, de apenas 1000 metros de altura, pero muy bonitas, bastante salvajes. Mi padre era muy aficionado a la montaña, y siempre salíamos a andar, pero él no escalaba en roca. Un día, con un amigo de mi padre, empezamos a escalar en roca, e inmediatamente me quedé enganchado. Y así ha sido hasta hoy, 21 años después.

Cuando empezaste, ¿pensaste que llegarías tan lejos, que te convertirías en un escalador profesional?

Desde el primer momento me entusiasmó la escalada, la disfrutaba mucho. Nunca me gustó el fútbol, ni los deportes que nos hacían practicar en la escuela, y la verdad es que tampoco se me daban demasiado bien.

Sin embargo, cuando descubrí la escalada, fue algo muy distinto. Siempre pensé que me gustaría pasarme la vida escalando, pero nunca se me ocurrió llevarlo más allá. Hasta los dieciséis años no me di cuenta de que era posible convertirme en un escalador profesional, y entonces se convirtió en mi sueño.

He tenido mucha suerte.

A lo largo de tu carrera, has llevado a cabo hazañas increíbles y has escalado las paredes más impresionantes del planeta. Hasta la fecha, según tu punto de vista¿cuál ha sido tu mayor logro?

Mi mayor logro es seguir vivo (risas). En la escalada, el año pasado hice una nueva vía en El Capitán, en Yosemite, llamado El Profeta. El Capitán, para mí, es la mejor pared del mundo, y abrir mi propia vía es algo que me llena de orgullo. Por otro lado, durante la última década me he dedicado también a hacer películas, a trabajar con cineastas, y estoy bastante orgulloso de ellas. El año pasado sacamos adelante The Asgard Project, un documental que refleja la escalada de

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una montaña muy bonita en Baffin Island, en Canadá. Fue un proyecto conjunto, en el que conté con la colaboración de varios compañeros, como Alastair Lee y Carlos Suárez. Ha día de hoy, ha sido proyectada en muchos países y ha obtenido 24 premios alrededor del mundo. Estoy muy orgulloso de esa película.

Esto es algo que mucha gente te preguntará: uno de los elementos más estrechamente relacionados con la escalada es el riesgo, ya que, en muchas ocasiones, puedes encontrarte al borde de la muerte. ¿Cómo te enfrentas al miedo? ¿Cómo te las arreglas para vencerlo y no dejarte dominar por él?

La verdad es que es una buena pregunta. A veces la gente piensa que no pasas miedo, que no te asustas, pero lo cierto es que siempre pasas miedo, son situaciones muy peligrosas, y el miedo es una herramienta muy útil que te ayuda a saber si estás en peligro y puede salvarte la vida. Simplemente, tienes que evitar el pánico, y no puedes parar ni quedarte bloqueado. El miedo es como una luz de alarma que te dice “ten cuidado, no te equivoques precisamente ahora”, y puedes emplear el miedo como una fuente de energía para sentirte más fuerte, siempre y cuando te mantengas concentrado y en calma, relajado. Así que es como todo, cuanta más experiencia tienes, más fácil te resulta.

Pero, básicamente, cuando empiezas a pasar mucho miedo, la mejor técnica es ralentizar tu ritmo cardiaco respirando profundamente, y decidir entonces si sigues subiendo o no, si saltas o no, pero sin dejarse dominar por el pánico. Es una cuestión de autocontrol y también de confianza en uno mismo.

Hablemos ahora de “The Wildest Dream”, la película que vienes a presentar a las Jornadas de Montaña y Aventura de Madrid, y que narra tu ascensión al Everest con Conrad Anker. ¿Qué sentiste cuando te propusieron formar parte de esta expedición?

La verdad es que nunca antes me había planteado esa expedición. El Everest no es exactamente una montaña técnica, es muy grande, pero no muy difícil. No es uno de los retos

más respetados por los grandes escaladores.

Yo conocía a Conrad porque habíamos escalado juntos en Yosemite, y cuando me llamó y me preguntó si quería subir al Everest con él, no fue una decisión difícil. No me llevó más de un segundo decirle que sí. Normalmente, escalar el Everest es muy caro, pero para mí fue gratis, así que fue una gran experiencia escalar la montaña más alta del mundo con un buen amigo. No podía negarme.

“SUBIR AL EVEREST CON CONRAD ANKER FUE UNA EXPERIENCIA MUY POCO HABITUAL, YA QUE, ANTE TODO, EL OBJETIVO PRINCIPAL ERA RODAR UNA PELÍCULA A 8.000 METROS DE ALTURA, Y ESO NO ES NADA FÁCIL” ¿Cómo describirías esa experiencia?

La verdad es que fue una experiencia muy poco habitual, porque estábamos rodando una gran película. No es como grabar un programa de televisión. Estábamos haciendo un documental para IMAX, así que teníamos que subir 75 kilos de equipo de filmación a la cima. Y producir una película lleva mucho tiempo, no es como llevarte una cámara sin más. Hacen falta horas y horas de rodaje.

Fue una expedición de ocho semanas para una película de 80 minutos, y eso que una gran parte del documental se grabó en Reino Unido. Hacen falta muchas horas de rodaje para cada segundo de la película, especialmente en las escenas rodadas con el vestuario antiguo, el equipamiento de los años veinte. Conseguir la luz adecuada y que todo esté perfecto es un trabajo muy laborioso.

Estábamos rodando, por primera y última vez, una película de época a casi 8.000 metros de altitud, y eso cuesta mucho. No fue una expedición normal, sino un rodaje cinematográfico en la cima del mundo. ¿Lo disfrutaste?

Disfruté, pero fue muy duro, un viaje muy difícil para todo el mundo. Duró mucho tiempo,

ENTREVISTA

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“LA VERDAD ES QUE NO TENGO UNA VIDA MUY NORMAL. SER ESCALADOR PROFESIONAL NO ES COMO SER FUTBOLISTA, Y TENGO QUE HACERLO TODO POR MÍ MISMO. PARADÓJICAMENTE, A MEDIDA QUE ME PROFESIONALIZO TENGO MENOS TIEMPO PARA ESCALAR” ocho semanas, y durante cinco semanas estuvimos en el campo base avanzado, sin bajar. Pasar cinco semanas a 6.500 metros es mucho tiempo, así que perdí unos diez kilos y cuando terminó estaba enormemente debilitado. Sin embargo, el día que hicimos cima fue muy especial. Llegamos a la cumbre con la temporada ya muy avanzada, con ninguna otra expedición en la montaña. Habitualmente, todo el mundo hace cima entre el 10 y el 25 de mayo, sobre todo entre el 18 y el 22. El 22 de mayo de 2007, cien personas llegaron a la cumbre en un solo día. Imagínate subir al Everest y encontrar una fila enorme de gente. Es algo horrible. Nosotros no queríamos estar rodeados por cientos de personas, así que esperamos hasta que todo el mundo se fuera, e hicimos cima el 14 de junio, que es muy tarde, porque el Monzón se acerca, así que tuvimos la montaña para nosotros solos, sin otras expediciones, lo que es un auténtico privilegio. Nos quedamos en la cumbre durante dos horas, rodando, y entonces todo el mundo se fue y yo me quedé

allí cinco minutos solo, y eso fue genial. Estaba completamente solo, no podía ver a nadie del equipo por allí, y fue increíble disfrutar de esos cinco minutos de soledad en el lugar más alto del planeta.

Uno de los aspectos más interesantes de este proyecto es su enorme romanticismo.

Su objetivo es recuperar la memoria y la historia de Mallory e Irvine, dos hombres que lo arriesgaron todo por un sueño. En las Jornadas de estos días, durante la charla de Eduardo Martínez de Pisón acerca del recientemente fallecido Walter Bonatti, surgió la cuestión del contraste entre dos modos muy diferentes de entender la escalada y el alpinismo, como competición o como exploración. En ese sentido, ¿este proyecto cambió tu modo de entender la escalada?

No, en realidad no, pero has señalado un aspecto muy interesante. Esta película es una historia de aventura, pero también una historia de amor, un triángulo amoroso entre

George Mallory, su esposa Ruth y su pasión por alcanzar el Everest. Y se trata de saber cuál de estos amores es el más poderoso. Para mí, ése quizás sea el aspecto más importante. La escalada es algo que ocupa un lugar principal en mi vida, y ha sido así durante 20 años, pero este concepto de las prioridades -tu mujer, tus hijos, si los tienes, tu pasión por la montaña- es interesante. ¿Qué piensas del resultado final de la película? ¿Estás satisfecho?

Sí, totalmente. Llevó mucho tiempo y tuvimos muchos problemas en la montaña.

Todos los cámaras se pusieron enfermos, así que no pudimos llevarnos a ninguno a la última etapa de la expedición. Y estábamos empleando cámaras de cine, no son cámaras de video con las que puedas encuadrar y grabar sin más, tienes que saber lo que te traes entre manos. El resultado fue que no tuvimos la mejor calidad de imágenes en las escenas rodadas en la cima del Everest. Sin embargo, hay que pensar que el rodaje tuvo lugar entre mayo y junio de 2007, y la película no se estrenó hasta el año pasado, así que ha habido mucho trabajo de postproducción, y estoy seguro de que la espera ha valido la pena. Es una película muy bien hecha, muy difícil y compleja, pero no te das cuenta de esa complejidad, porque está muy bien urdida, muy bien montada. Anthony Geffen y todo el equipo de Altitude Films tienen motivos para estar muy orgullosos de ella.

ENTREVISTA

La película refleja que, para Conrad Anker, la figura de Mallory y, por extensión, esta expedición, se convirtió en una especie de obsesión, algo muy emotivo y muy personal para él. ¿Fue igual en tu caso?

Para mí no fue tan intenso ni tan personal.

Conrad fue quien encontró el cuerpo de Mallory, y además su amigo Alex Lowe murió, y creo que fue algo muy impactante para él. Para mí no fue algo tan decisivo, aunque también es cierto que la historia de Mallory e Irvine es muy famosa en Reino Unido. Recuerdo que cuando era pequeño, con siete años, me contaron su historia en el colegio, y me llamó mucho la atención. Es el misterio perfecto, y no hace falta ser un montañero para sentirlo. Se trata de una historia que habla de exploración en el límite del mundo, de llegar a lo más alto y después desvanecerse... estaba familiarizado con esa historia desde hace mucho. Y, más tarde, cuando ya estaba embarcado en el proyecto, leí todos los libros que existen acerca del tema. Durante la expedición solíamos hablar acerca de las diferentes teorías hasta altas horas de la noche, así que me sentí muy identificado con esta historia. Con la película, pasé a formar parte de esa narración, y por estoy aquí ahora.

Otro elemento interesante fue el hecho de emplear equipamiento similar al utilizado por Mallory e Irvine en los años veinte. ¿Fue algo interesante, supuso un reto para ti?

Fue una buena experiencia. No utilizamos este equipo todo el tiempo, sino sólo en momentos muy determinados. Era sorprendentemente bueno, mucho mejor de lo que parece a simple vista. Tiene muchas capas, siete en la parte superior, y cinco en la inferior. Era bastante cálido y cómodo cuando estabas en movimiento, pero cuando te quedabas quieto no era tan bueno. Pero me lo pasé muy bien, fue una gran experiencia, es genial estar ahí con esa ropa. Además, algunas de las prendas las confeccionó Burberry, así que eran estupendas, todas hechas a medida para nosotros. El peor momento que vivimos con ellas fue durante el rodaje de una escena de ficción en medio de una tormenta. Estábamos a 7.600 metros, a 25º bajo cero y con vientos de 60 km/h. Fue el momento más duro de toda la expedición. ¿Cómo llevas el hecho de haber pasado de ser una estrella de la escalada a ser una estrella de cine?

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La escalada no es un gran deporte, no es como ser una estrella del fútbol. La gente no suele reconocerme por la calle, pero creo que es genial poder hacer películas de alta calidad. Hace no mucho tiempo, hacía falta mucho dinero para rodar una película de calidad.

Ahora, puedes conseguir cosas muy buenas sin tanto presupuesto, así que es un momento genial para producir películas de aventura.

Hemos citado a Mallory e Irvine, pero lógicamente tus influencias van mucho más allá. ¿Qué otros nombres incluirías en una lista de personas que te han inspirado?

Hay muchos nombres, pero mencionaría sin duda a mis compañeros de escalada Jason Pickles y Sean Leary. Son una enorme influencia. También Alex y Thomas Huber. Y algunos amigos desde hace mucho tiempo, como Dean Potter, con el que he escalado mucho. De generaciones algo anteriores a la mía, hay algunos británicos, como Alan Rouse, Dough Scott... y luego los más famosos, como Bonatti. Una de las cosas que más me alegran es que conozco a todas estas personas, son mis amigos y tengo sus números de teléfono. Coincidí con Bonatti una vez.

Me invitaron a un festival de cine, y me sentaron junto a Reinholdt Messner, Lynn Hill, incluso Sir Edmund Hillary, poco antes de su fallecimiento... Y yo sólo pensaba “¿qué estoy haciendo aquí?” Es un honor poder conocer y tratar personalmente a todos ellos, y que algunos sean mis amigos. Conozco a Chris Sharma, a los hermanos Pou... es algo genial. ¿Entonces, el mundo de la escalada no es tan competitivo como parece?

Hay algunas competiciones más agresivas, menos agradables, pero en general las competiciones te hacen mejorar. ¿Qué haces cuando no estás encaramado a una pared? ¿Cómo es tu vida cotidiana?

La verdad es que no tengo una vida muy normal. Cuando eres un escalador profesional, no te pagan exactamente para escalar, y no suele haber mucho dinero. No es como ser futbolista, que tienes un entrenador, un manager, y todo lo que haces es entrenar.

En Reino Unido, al menos, tienes que hacer un montón de cosas por ti mismo. Tienes que encargarte de tus propias relaciones públicas, de tu página web, de tus negociaciones... Todo lo tienes que hacer por ti mismo, lo que implica que, paradójicamente, a

medida que me hago más profesional, tengo menos tiempo para escalar. Es como tener un negocio. No tengo a nadie trabajando para mí porque no gano suficiente, así que intento escalar una o dos horas al menos cuatro veces a la semana, pero la mayoría del tiempo se me va en pequeñas gestiones, en hacer presentaciones, organizar expediciones, rodajes, tratando de que productoras me encarguen proyectos, con reuniones en Londres, en Madrid, en Salzburgo... pero es genial. Me cuesta creer que aún siga siendo capaz de no tener un trabajo de verdad. ¿Has escalado alguna vez en España?

Sí, es un lugar estupendo. España ofrece algunas de las mejores escaladas del mundo, sobre todo en la zona de Cataluña. El estándar en España es muy alto en cuanto a la escalada, con mucha gente haciendo 8C todo el tiempo. Me gusta mucho el Naranjo de Bulnes, Picos de Europa... todavía no he escalado en los Pirineos, pero sí en La Pedriza, estuve un día y me pareció un lugar fantástico. Hay muchos escaladores aquí, muchos más que en Reino Unido, y en general los españoles tienen una buena cultura de escalada.

DE LA VIDA A LA MUERTE EXPEDICIÓN GANGES 2011

Tres nombres: Juan Antonio Alegre, Elin Berhnard y Gonzalo Suardíaz. Un objetivo: recorrer el curso del Ganges desde su nacimiento en las montañas del Himalaya hasta su desembocadura en el Océano Índico. 45 días para recorrer 2.524 kilómetros a pie, en canoa y en bicicleta. Y una única fuente de energía: “human power”. Los tres integrantes del equipo ganador del Primer Premio del Concurso La Aventura de tu Vida llegaron finalmente a su destino, cumpliendo un sueño largamente acariciado y demostrando un entusiasmo contagioso y una enorme capacidad de resistencia. Durante todo su trayecto, pudimos seguir seguir sus peripecias en el blog de La Aventura de tu Vida. Ahora, os presentamos una serie de fotografías que ilustran algunos momentos fundamentales de este proyecto que nos ha tenido en vilo durante mes y medio.

Fotografías de Juan Antonio Alegre, Elin Berhnard y Gonzalo Suardíaz

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El glaciar de Gaumukh El recorrido por el curso del Ganges comienza después de alcanzar el glaciar de Gaumukh, en plena cordillera del Himalaya.

Se trata de un impresionante paraje a 4.000 metros, donde la emoción de Elin, Gonzalo y Juan Antonio se mezcla con la alegría de los peregrinos indios, para quienes la “Boca de Vaca” tiene un significado religioso. Muy cerca de ellos, en la pradera de Taboban, emerge el imponente pico Shivalinga. Desde esta zona da inicio la primera etapa propiamente dicha del recorrido, que los llevará en bicicleta hasta la ciudad de Rishikesh.

Primeros días en bicicleta El camino entre Gaumukh y Rishikesh discurre por valles y gargantas con el precipicio a la vista. Indudablemente, poco a poco los tres aventureros van perdiendo altura, aunque no faltan las cuestas que se hacen interminables debido a la dureza de sus bicicletas de piñón fijo. Paisajes espectaculares, coloridos templos y pueblos que cuelgan de las montañas animan el recorrido por una carretera muy deteriorada, con frecuentes corrimientos de tierra y caídas de rocas.

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Rishikesh: caos y espiritualidad Rishikesh es una localidad repleta de ashram (centros de meditación y yoga) que fue visitada años atrás por los Beatles y se convirtió en un lugar de visita imprescindible para los “hippies” que acudían a la India. Además es el lugar donde el rio Ganges abandona las montañas para adentrarse en la gran planicie. Ya se acabaron las cuestas, pero el tráfico y el absoluto caos de este país se empezará a sentir a partir de ahora, y es que no hay que olvidar que en la gran planicie gangética viven 700 millones de personas, lo que supone el diez por ciento de la población mundial.

El camino a Allahabad Con una población de más de 200 millones de personas, el estado de Uttar Pradesh es el más poblado de India. Recorriendo carreteras secundarias, nuestros aventureros se han sentido más agobiados y han tenido mas éxito que la gira del Real Madrid en China, y eso que su paso por estos pueblos no estaba anunciado. Era ponerse a tomar un té o refrigerio y los paisanos del lugar se agolpaban a su alrededor, llegando a veces a sumar más de un centenar de personas y medio bloqueando la carretera.

Los cadáveres flotantes y los delfines saltarines del Ganges En Allahabad, Juan Antonio, Elin y Gonzalo inflan las canoas y comienzan la travesía por río que los llevará hasta Varanasi. Tienen que levantarse temprano para remar, porque por la mañana es cuando más cunde y ya al mediodía el sol es insufrible. Empieza a ser frecuente la presencia de cuervos que, como los perros, son auténticos carroñeros.

Al rato, un par de bultos flotan en el agua sobre los que se posan los negros pájaros: son dos cuerpos adultos en posición fetal, sobresaliendo del agua las rodillas y la cabeza destrozada por los picotazos.

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Apoteósica llegada a la ciudad sagrada de Varanasi Los días remando han mermado en lo físiestrechas calles del barrio antiguo hasta alco a los expedicionarios, y más teniendo en canzar el hostel será otra cosa, aunque una cuanta que las vituallas no eran muy abunbuena ducha, una cena y el dormir en un amdantes al no tener mucho espacio en las biente seco bien merece el esfuerzo. canoas, pero indudablemente mereció la Varanasi (Benarés o la ciudad de Shiva) tiepena el esfuerzo con la apoteósica llegada ne profundas raíces históricas y es un lugar a Varanasi. donde los hindúes pueden lavar sus pecados En pleno festival Dipawali, la Navidad india, y cremar a sus parientes. Podríamos decir la ciudad y los ghats (escaleras que dan a que tiene la misma relevancia que Jerusalén las aguas del río) están abarrotados de peo La Meca para otras religiones. Reseñable regrinos y turistas indios y extranjeros. Las es que en este lugar se produce la liberabarcas de alquiler no dan abasto y la orilla es ción del circulo de nacimiento y muerte para un autentico bullicio…no cabe duda de que los indios. Se calcula que, en un día norllegar aquí en barca es el medio ideal, y más mal, mas de sesenta mil personas pueden cuando has usado sólo “human power” desbajar a los ghats para la purificación o la de el nacimiento del río. “puja”(ofrenda).

Luego, el caminar con las barcas por las

Caos circulatorio en bicicleta Tras la tranquilidad de los días de remo en las canoas por el agua, no fue fácil acostumbrarse a la ruleta rusa que supone viajar en bici en la India, en este caso cubriendo la distancia entre Varanasi y Calcuta. Indudablemente hay carreteras mas tranquilas, pero la entrada a ciudades como Patna, capital de Bihar, tuvo su complicación, y sin duda la kilométrica “locura” hasta alcanzar el centro de Calcuta fue merecedora del “carnet de ciclista profesional” sin haber completado el Tour de Francia.

Calcuta: regreso a las canoas Tras alcanzar días atrás la ciudad de Calcuta, Elin Bernhard, Gonzalo Suardiaz y Juan Antonio Alegre volvieron a inflar las canoas para alcanzar el mar bajando por el río Hoogly, la primera boca del río Ganges que alcanza el Golfo de Bengala. El lugar elegido fue el Ghat (zona de escaleras que dan al agua) de Babu, justo enfrente del bulliciosa barrio de Sudder/New Market, área de hostales donde se suelen quedar la mayoría de misioneros y viajeros de bajo presupuesto.

Un bonito momento se vivió al volver a sacar las canoas de sus bolsones y darlas forma inflándolas mientras los locales del lugar tomaban su baño purificador del amanecer.

Curiosos como siempre, pero con respeto y sin atosigar, miraban extrañados lo que hacían estos extranjeros.

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David contra Goliat: de Calcuta a Sagar Si en la anterior sección de canoa (Allahabad-Varanasi) la mayor dificultad fue el abastecerse de agua y comida y la nula corriente, en esta ocasión lo más reseñable fue la presencia de inmensos barcos mercantes y la existencia de mareas, y es que el mar abierto no está lejos y se deja notar. Indudablemente el primer día fue un constante paso por obsoletos y oxidados embarcaderos para grandes barcos con la presencia de fábricas con sus inmensas humeantes chimeneas. El agua, como era de esperar, presentaba un aspecto nauseabundo y contaminado.

Fin de trayecto: hasta la victoria del “human power” La expedición concluyó en la isla de Sagar, en plena desembocadura del Ganges. Elín, Gonzalo y Juan Antonio llegaron a la isla, donde tenían pensado empezar a caminar hasta alcanzar el lugar sagrado de Ganga Sagar, en la esquina sur. Cruzarían la isla de norte a sur a pie, de la misma manera que la expedición arrancó en busca del glaciar de Gaumukh, en el Himalaya. Fueron 32 kms de reflexión interna y recuerdo de estos últimos cuarenta y cinco días vividos con intensidad.

Si la isla de Sagar años atrás fue conocida por la presencia de tigres y cocodrilos que acababan con la vida de innumerables peregrinos, actualmente, vista la presencia de pueblos y el desarrollo rural de la zona, esto se hace impensable. A pesar de la nula posibilidad de ser atacado por el famoso tigre de Bengala, no faltó la careta para ponerse en el cogote. Años atrás se comprobó que este animal arremetía principalmente por la espalda, tras los testimonios de los que sobrevivieron a sus ataques. Los campesinos empezaron a usar caretas que se ponían en el cogote y curiosamente el índice de incidentes descendió significativamente.

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INTERNET

PARQUES NACIONALES El territorio español cuenta con catorce Parques Nacionales y un gran número de Parques, Parajes y Reservas Naturales. Este grupo de Flickr está dedicado a reunir fotografías obtenidas en estos lugares y es público, lo que implica que cualquier usuario puede convertirse en un miembro y añadir sus propias imágenes. Hoy, son casi ochocientos los fotógrafos que forman parte de él, y entre todos han reunido más de diez mil instantáneas. En ellas, podemos disfrutar de rincones desconocidos y perspectivas inéditas de unos paisajes que son patrimonio de todos: playas desérticas, aves en su hábitat natural, especies botánicas, oscuros parajes boscosos, impresionantes formaciones rocosas y otras instantáneas que demuestran que, todavía hoy, es posible encontrar en España auténticos rincones de naturaleza salvaje y de aire puro. Lo ideal es visitarlos, pero, mientras tanto, esta web es una buena ventana para percibir al menos un pedacito de su belleza.

flickr.com/groups/parques/

ECOURBANO

PLANETARIO

COCHE ELÉCTRICO

INFONIEVE

A estas alturas del siglo XXI, la distinción tradicional entre ciudad y campo ha adquirido tintes diferentes. Hoy, las ciudades tienen que esforzarse por incorporar criterios de sostenibilidad que garanticen su continuidad y sus perspectivas de futuro. En esa línea de trabajo, el portal Ecourbano nace fruto de la colaboración entre el Ministerio de Medio Ambiente y la Red de Redes, y se presenta como una plataforma de difusión de proyectos e iniciativas destinadas a conseguir ciudades más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente sin dejar de lado otros factores, como la calidad de vida. Por ello, agrupa distintos proyectos en distintas categorías: modelo de ciudad y planes estratégicos, ordenación del territorio, urbanismo, movilidad, edificación, agua, energía, residuos, calidad del aire, biodiversidad, gestión urbana. Sin duda, es una vía idónea para documentarse acerca de iniciativas que ya se están aplicando en ciudades de España y el extranjero, y que podrían marcar el camino a seguir en nuestro país durante las próximas décadas.

En nuestra vida cotidiana, en ciudades profusamente iluminadas por la noche, muchas veces nos olvidamos de mirar hacia el cielo. Los planetarios físicos nacieron con el objetivo de convertir algo tan inabarcable como el espacio exterior en una realidad comprensible y accesible a todo el mundo. Ahora, la aplicación Planetario, permite, de un modo enormemente sencillo, acceder a un planisferio celeste interactivo y personalizable en función de nuestra situación geográfica. Navegando por este firmamento virtual, podemos conocer los nombres de las estrellas, su magnitud, la constelación a la que pertenecen y su distancia a la Tierra. Además, la aplicación permite personalizar el tipo de luz (diurna o nocturna), y marcar las constelaciones para que nos resulte más fácil identificarlas. Sin duda, una aplicación intuitiva y un modo idóneo para aproximarse, aunque sea sólo un poco, al conocimiento del universo que se extiende más allá de nuestra atmósfera.

Hace sólo unos años, el coche eléctrico era una utopía y una idea casi futurista.

Hoy, esta tecnología avanza a pasos agigantados, y la revolución eléctrica del automóvil es una realidad muy palpable a través de prototipos y lanzamientos comerciales. Las novedades están a la orden del día, así que, indudablemente, el mejor modo de seguirlas es a través de un blog como el que os presentamos.

Manuel Gómez Blanco, Luis Pérez-Sala y Marcos Baeza son especialistas en el mundo del automóvil, y escriben esta bitácora dedicada a aportar una visión comprensible y completa acerca de uno de los grandes desafíos tecnológicos de la próxima década. Lo hacen mediante noticias, críticas y reseñas de sus propias experiencias al volante de algunos de estos modelos, planteando cuestiones acerca de la comodidad, la viabilidad o el precio de estos vehículos que, en poco tiempo, serán un fenómeno cotidiano y presente en nuestras vidas de un modo habitual.

Llega la temporada invernal y, con ella, la nieve se convierte en un destino preferente de miles de personas en nuestro país. El esquí, el esquí de fondo o el snowboard son actividades que sólo se pueden practicar durante un corto número de meses, y conviene estar lo más informado posible para aprovechar todas las posibilidades. Por eso, Infonieve es un portal de obligada visita para todos los aficionados a los deportes de invierno. Cuenta con partes de nieve actualizados continuamente (incluso puedes registrarte y añadir tu propio informe) y enlaces a webcams de las estaciones de esquí de España, Andorra, Portugal y el Pirineo Francés, además de una selección de estaciones en los Alpes, Norteamérica y el Hemisferio Sur. En total, más de 900 webcams pertenecientes a 143 estaciones que te permitirán ver el estado de las pistas en tiempo real y comprobar las condiciones de la nieve por ti mismo. Sin duda, un aliado perfecto para sacar el máximo partido a la temporada de nieve.

ecourbano.es

neave.com/es/planetario

blogs.elpais.com/coche-electrico

infonieve.es

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INTERNET

FOTOAPLAUSO En verano de 2010 nació Fotoaplauso como una iniciativa pionera para acercar la fotografía emergente al gran público.

Este colectivo de fotógrafos decidió buscar un método expositivo que careciera de la frialdad de una galería o un libro, y trataron de convertir la fotografía en una experiencia colectiva. Por ello, organizan proyecciones de portfolios fotográficos en la calle, agrupando trabajos de distintos creadores en sesiones de una hora de duración. Hasta ahora, la respuesta del público ha sido entusiasta; cualquier persona puede unirse a estas proyecciones y premiar con su aplauso el trabajo de un artista que, de este modo, obtiene una reacción directa ante su obra, y una gratificación que otras plataformas no proporcionan. Su blog, sencillo pero completo, ofrece información acerca de futuras convocatorias, y reúne entrevistas y apariciones en prensa de esta actividad que, aunque tuvo su origen en Madrid, a día de hoy se ha trasladado a distintas ciudades españolas con un éxito que no hace más que crecer. fotoaplauso.blogspot.com

101 LUGARES INCREÍBLES

UN MILLÓN DE ELEFANTES

CORREDOR DE MONTAÑA

SK8 CINEMA

¿Nunca has soñado con viajar a lugares aislados y poco conocidos, para poder sentirte en otro planeta? Sea cual sea tu destino, seguro que está en 101 Lugares Increíbles, un portal de viajes argentino que, frente a otras webs de la misma temática, propone puntos muy concretos alrededor del planeta, verdaderos diamantes en bruto sólo aptos para viajeros con ganas de descubrir sensaciones nuevas. Paisajes que parecen salidos de un videojuego, monasterios inaccesibles perdidos en una cordillera asiática, parajes desérticos o rincones de jungla en ebullición: todos estos lugares están recogidos en esta web gracias a la colaboración de viajeros de todos los puntos del planeta. Su punto fuerte son, posiblemente, sus estupendas fotografías y el hecho de que todas sus informaciones son de primera mano y están muy actualizadas. Vayas a viajar o no a estos destinos únicos, sin duda es una web perfecta para pasar largas horas recorriendo el mundo sin separarte de la pantalla del ordenador.

En el número veraniego hacíamos un recorrido por distintos destinos viajeros poco habituales. Cada vez más gente prefiere diseñar sus propias rutas alrededor del mundo, y en ocasiones es difícil hacerlo solo. Hace años acudíamos a las guías de viajes, pero hoy internet, las redes sociales y los foros de viajeros permiten obtener una información mucho más actualizada y veraz, fruto de la experiencia de otras personas que han visitado esos lugares antes que nosotros. En ese sentido, Un Millón de Elefantes es una de las iniciativas más brillantes que hemos visto últimamente: una red social que te permite compartir tus viajes pasados, futuros o soñados; un foro donde compartir consejos y, también, un punto de encuentro para hallar al compañero perfecto para ese viaje que llevas años queriendo emprender. En definitiva, una herramienta social ideal para viajeros empedernidos y para aventureros soñadores. Es decir, para nuestros lectores.

Correr por montaña es una práctica deportiva que cuenta cada vez con más adeptos entre el público español. Al desafío físico, esta actividad une el disfrute del paisaje y el placer de recorrer zonas difícilmente accesibles por otros medios.

Desde hace tiempo, la web de Corredor de Montaña es el principal portal dedicado a esta actividad que cada año protagoniza más de 200 carreras sólo en nuestro país. Los autores de esta página son experimentados profesionales (corredores en activo, entrenadores y profesionales del rendimiento) que se han unido para llevar a cabo una labor divulgativa acerca de cuestiones que afectan directamente al ejercicio de esta práctica deportiva. De este modo, ofrecen asesoramiento a través de artículos temáticos, técnicos, foros, consultas on-line... Su mayor logro es el Calendario Nacional de Carreras por Montaña, una base de datos centralizada que agrupa información sobre distintas competiciones y que ofrece la posibilidad de inscribirse directamente en una carrera determinada.

En nuestro segundo número, hablamos del movimiento urbano que se estaba gestando en torno a las chicas que practican Longboard a lo largo y ancho de España. Nuestro reportaje estaba ilustrado por unas estupendas imágenes de Juan Rayos, un fotógrafo que, desde hace años, se ha dedicado a retratar diversos aspectos del deporte urbano. El pasado mes de octubre, Juan presentó su proyecto más ambicioso hasta la fecha: Endless Roads, una serie de documentales que siguen, durante quince días, un viaje de más de 4.300 kilómetros junto a siete chicas pertenecientes al colectivo Longboard Girls Crew. El resultado es impresionante: una producción independiente de altísima calidad que recoge imágenes espectaculares y momentos cotidianos vividos junto a este grupo de chicas aficionadas a esta particular fusión de skate y surf.

Como no podía ser de otro modo, os lo recomendamos. No os arrepentiréis.

101lugaresincreibles.com

unmillondeelefantes.com

corredordemontana.com

sk8cinema.blogspot.com

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REPORTAJE

¿CÓMO NO SE NOS HABÍA OCURRIDO ANTES? DICE EL DICHO QUE LA PACIENCIA ES LA MADRE DE LA CIENCIA. NOSOTROS, AUNQUE TENGAMOS QUE SACRIFICAR LA RIMA, AÑADIMOS QUE LA IMAGINACIÓN TAMBIÉN JUEGA UN PAPEL FUNDAMENTAL A LA HORA DE INNOVAR EN EL CAMPO DE LA TECNOLOGÍA. EN LOS ÚLTIMOS MESES NOS HEMOS CRUZADO CON VARIOS PROYECTOS EXPERIMENTALES QUE PROPONEN UN MODO DIFERENTE DE ENCARAR CUESTIONES COMO LA SOSTENIBILIDAD O LA VIDA COTIDIANA. PARA ESTE REPORTAJE, HEMOS SELECCIONADO DOS DE ELLOS. UNO VIENE DE NUEVA YORK, Y ES UN ORIGINAL SISTEMA PARA TENER TU PROPIO HUERTO URBANO SIN OCUPAR ESPACIO NI GASTAR RECURSOS INNECESARIOS. LA OTRA PROPUESTA ESTÁ MUCHO MÁS CERCA, EN MONTMELL (TARRAGONA), Y CONSISTE EN UN NUEVO CONCEPTO INMOBILIARIO QUE CUESTIONA MUCHOS DE NUESTROS PREJUICIOS ACERCA DE LO QUE SIGNIFICA CONSTRUIR UNA VIVIENDA.

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REPORTAJE

WINDOWFARMS Ya en nuestro segundo número nos hicimos eco del auge de la horticultura sostenible entre las nuevas generaciones de urbanitas.

Sin embargo, no nos imaginábamos que la penúltima evolución del huerto urbano fuese a adquirir esta forma: un huerto vertical que podemos instalar en cualquier ventana. El proyecto Windowfarm lleva tiempo cosechando (nunca mejor dicho) un éxito sostenible gracias a sus cualidades: es práctico, imaginativo y, sobre todo, abierto a las aportaciones de los usuarios. Pero empecemos la historia desde el principio.

Todo comenzó en 2009. Britta Riley quería poder cultivar sus propias hortalizas, pero tenía un problema considerable: vivía en un pequeño apartamento en Brooklyn y no disponía de espacio ni de condiciones para instalar un huerto urbano corriente. Así que empezó a experimentar con la idea de un huerto vertical que aprovechara la luz del sol y que redujera al mínimo la suciedad y el derroche de espacio de la agricultura tradicional. Además, se propuso utilizar materiales reciclados, como botellas de plástico, y creó la primera versión de Windowfarm, una sofisticada evolución del sistema de la hidroponía, el mismo empleado en los jardiner verticales. La estructura básica del huerto consiste en una bomba que envía un líquido rico en nutrientes a la parte superior del jardín, desde donde gotea hacia abajo, alimentando las plantas situadas en pisos inferiores.

Consciente de que su propuesta tenía mucho de experimental, Britta la dio a conocer a través de una instalación artística y de una página web basada en la lógica informática del código abierto: cualquiera podía descargar gratuitamente los planos y construir su propio huerto vertical empleando sus propios materiales. Como era de esperar, su idea atrajo a cientos de personas y tuvo una gran difusión.

Además, pronto la gente comenzó a utilizar la página web del proyecto como una plataforma donde intercambiaban ideas, trucos y experiencias para optimizar su funcionamiento, evolucionando al igual que evolucionan los programas informáticos de código abierto, en los que cada usuario proporciona sus aportaciones.

es algo de tiempo, un cierto interés por la horticultura, espíritu colaborativo y una ventana con iluminación suficiente. A partir de ahí, las posibilidades son casi infinitas. Sin ir más lejos, ya el año pasado los usuarios de Windowfarm decidieron potenciar el uso de estos huertos verticales como sustitutos de los tradicionales árboles de navidad. El factor social sigue siendo determinante: Britta Riley afirma que pretende que Windowfarm se convierta en una plataforma de acción ciudadana que trascienda las diferencias generacionales. Lo que está claro es que, hasta el momento, este proyecto ha conseguido aglutinar a personas con procedencias e intereses muy dispares, con ganas de compartir y de hacer su vida cotidiana un poco más verde y sostenible.

El proyecto creció tanto que la venta del equipo básico para instalar un Windowfarm casero fue un paso natural. Ya convertida en propuesta empresarial, Windowfarm sigue conservando, sin embargo, mucho de su espíritu “Hazlo tú mismo” original, y sigue requiriendo un papel activo por parte del usuario.

Britta Riley afirma que “ La agricultura vertical es una tendencia nueva en la agricultura urbana, y permite a la gente innovar y colaborar”. Además, permite cultivar muchas especies diferentes: judías verdes, lechuga, pimientos, hierbas aromáticas son algunas especies idóneas para este tipo de dispositivos. Y, en el fondo, lo único necesario

windowfarms.org Fotografías: Windowfarms

REPORTAJE

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CONTIENE UNA CASA Afirma el refrán que el hambre aguza el ingenio. En todo caso, lo que parece claro es que, en tiempos de crisis, la imaginación se convierte en un aliado de los emprendedores. Y, si hablamos de un ámbito tan institucionalizado y aparentemente inamovible como el inmobiliario, la creatividad se convierte en una condición imprescindible para diseñar nuevas estrategias que permitan vencer obstáculos como el alto precio de las viviendas nuevas o la ausencia de un criterio sostenible. Por eso, nadie duda que Manel Morón, ante todo, es un valiente. Este publicista, en 2009, llamó a la puerta de su amigo, el especialista en reformas Pol Bofill, y le habló de algo que había oído en algún sitio: la posibilidad de construir una vivienda a partir de containers marítimos reutilizados.

Lo primordial era, por supuesto, contar con un terreno adecuado. Lo encontraron en El Montmell, una localidad gironense situada en plena comarca del Baix Penedés. Y entonces comenzó el proceso de construcción, cuyo primer paso fue, por supuesto, la instalación de los contenedores a partir de los que surgiría la futura casa.

Uno de los aspectos clave es, por supuesto, el ahorro en materiales de construcción.

La base del edificio son los contenedores metálicos, que presentan una gran resistencia y unas cualidades de solidez inmejorables. Para aportarles calidez y

satisfacer las necesidades de una residencia cualquiera, por dentro se forran con placas de pladur. Tras la instalación de los suelos y la distribución definitiva de espacios y puertas, su aspecto interno no hace sospechar el material del que proceden.

Tampoco el exterior: después de recubrirla de grandes placas rojas, la casa no sólo es funcional, sino además enormemente atractiva desde el punto de vista visual. Así lo comentaba Manel en su blog. “Hace poco tiempo nos tacharon de locos por querer construir con contenedores marítimos. A día de hoy nos tildan de mentirosos por decir que esta casa está hecha con contenedores.

Cosas de la vida”.

Pero los materiales empleados son sólo una de sus ventajas. La otra es el plazo de ejecución: en apenas cinco meses, la casa estuvo concluida y lista para entrar a vivir.

En resumen, una casa construida según este sistema puede resultar hasta un 40% más barato. Y no sólo eso. Es sostenible, elaborada con materiales reciclados, y apenas genera escombros ni requiere grandes cantidades de agua para su construcción. Por eso, después de culminar con éxito su proyecto, Manel y Pol se plantearon que, quizás, su idea podía ser interesante para otras personas.

De ahí surgió Contiene Una Casa, el proyecto empresarial en el que se hallan inmersos sin necesidad de más herramientas que su ilusión y sin más publicidad que la generada por ellos mismos en su blog.

Y es que la bitácora que Manel y Pol han mantenido desde el inicio de la construcción de la primera casa se ha convertido en una de sus mejores plataformas de promoción. De un modo cercano y con mucho sentido del humor, los internautas han podido seguir día a día la evolución del proceso de construcción, una auténtica aventura no exenta de contratiempos y de anécdotas. Sin duda, es una fórmula que ha dado resultado. De hecho, después de la primera casa llegó una segunda vv, esta vez para un cliente que quedó seducido por su planteamiento. Asegura Manel que no han tenido demasiados problemas a la hora de comercializarlo, porque es un tipo de construcción que cumple todas las condiciones impuestas por la legislación y ofrece excelentes condiciones de vida.

Desde luego, si hay un momento idóneo para desarrollar este tipo de ideas, es sin duda el presente. Contiene Una Casa es una propuesta moderna que, en época de crisis, puede estimular un cambio de actitud respecto a la construcción y adquisición de nuevas viviendas. También por la actitud de sus promotores, que aseguran no querer hacerse ricos, sino proponer un modelo de negocio posible que permita a un gran número de personas acceder a una vivienda propia. Su planteamiento se adapta a las necesidades del cliente, tanto a la hora de construir una residencia de lujo como una vivienda económica. Y, desde luego, imaginación e ilusión no les falta.

contieneunacasa.com Fotografías: Contiene una Casa

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ANDREA ALBERTANO

LA CURVA DEL PONCHO DEL DIABLO PRIMER PREMIO BBK LAND DE RELATOS DE VIAJE Y AVENTURA

EL RELATO GANADOR DEL PRIMER PREMIO BBKLAND DE RELATOS DE VIAJES Y AVENTURA ES UNA INQUIETANTE HISTORIA AMBIENTADA EN UN REMOTO RINCÓN DE LA PATAGONIA ARGENTINA. AUNQUE PUEDES DISFRUTAR DE ÉSTE Y LOS DEMÁS RELATOS EN EL LIBRO QUE ACABAMOS DE PUBLICAR, TE INVITAMOS A DESCUBRIR EN LAS PÁGINAS DE LAND ESTA MUESTRA DEL TALENTO NARRATIVO DE ANDREA ALBERTANO.

n medio de la estepa patagónica, el viento corre tan deprisa que le gana al tiempo. Chifla, se detiene, regresa y arma madejas de pasto, tierra y coirón, y ahueca el espacio con su música de saxo desafinado.

Es una inmensidad ocre, pedregosa y pincelada de ovejas.

Allí, el viento puede construir los días.

Aquella mañana de verano, la locomotora exhala un suspiro para avisar que está por partir. En la estación de tren de un desvalido pueblo de una austral provincia argentina, los pasajeros acomodan bolsos y mochilas para ascender al «Viejo Expreso Patagónico» o la trochita, como la llaman los lugareños. Es un histórico tren con una trocha de apenas setenta y cinco centímetros de ancho que ha recorrido —y sabe de memoria— los trescientos kilómetros de vía que suben por mesetas, caminan por estepas, danzan por unas cien curvas y se ocultan, de a ratos, en los túneles que anidan en las montañas.

Esta vez, entre los pasajeros viaja una pareja de jóvenes que lleva a su bebé en un pequeño carro. Son Agneta y Eldwyn, dos alemanes que miran asombrados el antiguo transporte; son los primeros en subir, tocan la madera despintada de los vagones y acomodan en sus asientos sus petates. No hablan castellano, aunque el varón, con la ayuda de un diccionario, se hace entender y pregunta, con raro acento, a qué hora partirá el tren.

Juan, el guarda, les dice a los gritos que en unos minutos. Grita para hacerse entender y grita por su costumbre de vencer, desde su puesto en el estribo del vagón, al aullido del viento.

Juan viste un gastado aunque prolijo uniforme gris y una gorra que, más que parecerse a la de un ferroviario, parece la de un capitán de barco. En una pequeña libreta, garabatea unas letras, una humilde bitácora de ese viaje, como el de tantos otros que ha hecho. En ese cuaderno, algunos renglones están escritos en color rojo, una clave especial para destacar los desfasajes que se producen entre la hora que marca su reloj Molnija y la que señala el reloj de la locomotora, algo que sucede cuando pasan por la curva del Poncho del Diablo.

Esta vez, en esa mañana ventosa y cálida, vuelve a mirar su reloj de bolsillo, un antiguo ejemplar de origen ruso que heredó de su padre, también ferroviario, y se acerca a la salamandra que tiene el vagón, donde tira unos troncos para que empiecen a arder. No es que haga frío; es que allí los pasajeros podrán calentar alguna sopa, agua para el mate o, si quieren, supone, la mamadera para el bebé de la pareja de extranjeros.

—Pueden acomodarse —anuncia con parsimonia de presentador de circo y vuelve la cabeza hacia la puerta, atraído por un ruido que no conoce,

JUAN VISTE UN GASTADO AUNQUE PROLIJO UNIFORME GRIS Y UNA GORRA QUE, MÁS QUE PARECERSE A LA DE UN FERROVIARIO, PARECE LA DE UN CAPITÁN DE BARCO. EN UNA PEQUEÑA LIBRETA, GARABATEA UNAS LETRAS. un golpeteo rítmico contra el vagón. Tic, tic, tic, tic. Se asoma y descubre de dónde proviene; una señora ciega con un bastón blanco intenta ascender, acompañada por una joven que hace de lazarillo. La muchacha mira azorada, atenta a cada detalle. Y, como una relatora de fútbol, o mejor dicho, como una pintora que usa palabras, narra los colores, los tonos, y deja para las manos de la anciana el recorrido de las formas. La joven, de nombre Antonia, describe las estampas que ve: —El bebé que iba en el carro hace un rato, ¿se acuerda, Raquel?, duerme bajo una frazadita celeste. Es hermoso. Tiene el pelo bien rubio y las manos rosadas, entrelazadas como en una plegaria. Entra un poco de viento por la ventana abierta y esa pequeña brisa, apenas perceptible, le mueve el flequillo lacio, ondeándolo como si fuera una bandera de tela suave, con un ritmo de marea.

Tras ellas sube un tipo misterioso de bigotes largos y espesos, que se tumba a dormir apenas entra, en el rincón más alejado de ese único vagón ocupado.

Y luego ingresa un joven fotógrafo, quien descubre con su cámara digi-

tal los pequeños y encantadores rincones, exquisitos detalles del viejo vagón. Fotografía, como en éxtasis, la cachada taza de porcelana donde Juan bebe un té de yuyos, la unión deteriorada entre la madera del asiento y el hierro del apoyabrazos y la hendija apolillada de la ventana de vidrio corrediza. Consulta al guarda si podrá bajar durante el trayecto y, tal vez, visitar la locomotora antigua o, por qué no, subir al techo y mirar la Patagonia desde allí.

—Podrá, podrá, pero cuando yo le indique. Hay tramos en que el tren transita a unos 20 kilómetros, creo que ése será el momento indicado, pero hay otros en los que va un poco más rápido o se mete en los túneles… Ahí sí que no se lo recomiendo.

El fotógrafo, Joaquín, prepara su cámara y un pequeño bolso. Observa también a la joven que acompaña a la señora ciega y, a medida que la chica le relata a la anciana alguna postal, él dispara sobre esa imagen, mira en el visor de la cámara y le sonríe.

Cuando el reloj de la estación marca las doce en punto, la locomotora pita fuerte, despide un humo blanco desde sus tripas y, asemejándose a un fantasma que transitara sin tocar el piso, sobre esas nubes grises, comienza a arrancar.

El guarda saca una mano por la ventanilla saludando a los funcionarios que quedan en la estación.

Y hacia allá van.

Cuando la estación va quedando atrás, el guarda vuelve a presentarse.

Allí los pasajeros lo conocen un poco más: de cuarta generación de patagónicos, de familia tehuelche con un poco de sangre italiana, Juan ha transitado casi toda la zona austral de Argentina, arriba de un vagón de tren.

—Ya desde pequeño acompañaba a mi padre en sus recorridos, y así conocí esta nación que, si no fuera por los que nos vienen gobernando, puedo asegurarles que es el paraíso —y se emociona un poco.

Así inicia un relato sobre las condiciones geográficas e históricas de la zona, destacando que estamos en la Patagonia, pero en la parte más árida y ventosa, una meseta, una planicie alta, con cañadones desde donde se pueden ver algunos verdes, y otros tantos rincones ocres. Que vamos hacia el sudoeste, hacia la zona de la Cordillera.

Al pasar por la primera estación, pequeña y cerrada, Juan cuenta de los tiempos en que un presidente argentino, con fama de playboy y «también de chanta» privatizó los ferrocarriles. Es allí cuando Juan, con el fin de instalar un debate político a su descripción, busca la mirada cómplice del fotógrafo y la chica lazarillo, aunque no logra respuesta. Decide continuar el relato: «por aquel entonces, este mismo recorrido que ahora estamos realizando dejó de hacerse. Y, con esa medida, también quedaron a la buena de Dios muchos pueblos y muchas personas. En el paraje Ojos de Manantial, el pequeño lugar en que habitaba la familia Gómez, el matrimonio y sus cuatro hijos quedaron aislados; primero comieron lo que tenían en su breve despensa y más tarde se comieron las pocas ovejas que todavía andaban por los campos; al pasar el tiempo, tuvieron que dejar sus casas e irse a vivir a la gran ciudad. Allí los ancianos murieron y los jóvenes se fueron perdiendo lentamente en el olvido».

Mientras Juan relata, la pareja de alemanes mira por la ventanilla. Hablan en su idioma en voz alta. Y señalan algún lugar en la distancia.

El paisaje no deja de ser algo parecido a la eternidad. El horizonte está lejos, y entre esa línea y el tren, se estiran kilómetros y kilómetros de campo ondulado, con pequeños montecitos de verdes a lo lejos, muy pocos, y un cielo infinito que, en aquel mediodía de verano, se pierde en un tenue degradé de azules y grises.

El tren va aminorando la marcha. Y Joaquín, el joven fotógrafo, con la anuencia del guarda, sube al techo.

—¡¡No se puede creer, no se puede creer!! —grita entusiasmado mientras asciende por una breve escalera y se acuesta en el techo para divisar algún rincón en la inmensa llanura.

La joven que acompaña a la ciega le va contando sobre lo que ocurre, de cómo el humo que sale de la locomotora pinta ñoquis blandos en el espacio que rodea al tren, y cómo unos guanacos miran curiosos el paso de la locomotora. «Incluso hay un ñanducito», le dice y Juan le aclara el nombre que se le da en la región a ese animal: «choique».

El guarda, viendo a la gente más o menos entretenida, aprovecha y se acerca al pasajero misterioso y le golpea un poco el hombro; parece muerto porque no reacciona. Juan insiste y el hombre finalmente se da vuelta, bastante enfurecido y lo mira con ojos ardientes.

—¿Sí? —le pregunta, bajo los abrigos y con los ojos entornados. Un alien-

to helado y un poco etílico sale de debajo de la frazadas, y una boca, con pocos dientes, asoma como un gruñido.

—¿Necesita algo, señor? —le consulta, Juan, cortés.

—Nada —contesta furioso—. Sólo déjeme dormir.

—Bueno, bueno— dice el guarda, poco acostumbrado a esa clase de pasajeros que sólo quieren viajar y llegar a destino. Y anota en su cuaderno el percance, la hora, y señala más abajo que se acerca el paso de un túnel y le pide al joven que baje.

Así, luego de unos minutos, ya estando todos adentro del vagón, la locomotora aminora y entra en la oscuridad del túnel. El traqueteo cobra otro sentido en medio de la silenciosa negrura bajo la montaña. Chucu chucu, chucu chucu, se escucha, y un eco siniestro, de ultratumba, responde un chucu chucu opaco y fantasmagórico. La pequeña lamparita de luz del interior del vagón se bambolea a su ritmo y muestra una intimidad gris, que se esfuma cuando el túnel termina y vuelve a verse la luz del sol y el cielo azul grisáceo.

Al salir del túnel, el joven se apura por volver a subir al techo del vagón y queda allí un largo rato. La chica avisa a la señora que quiere asomarse y desde allí contarle lo que está haciendo el fotógrafo Joaquín. Mirando la Patagonia desde el estribo, le va narrando, un poco a los gritos: —Ahora, apunta hacia un cerro que parece un dinosaurio dormido, con sus garras dibujadas por unos álamos secos. Ahora mira hacia el otro lado, hacia un río sinuoso, lleno de piedras grandes, al que se puede cruzar seguramente caminando con botas altas de goma.

Juan mira su reloj y revisa en su agenda.

Faltan apenas cinco minutos para llegar a la Curva del Poncho del Diablo. Un lugar donde —por eso su nombre— los lugareños de toda índole, clase social y edad coinciden en afirmar que es tanto el viento que es «donde el diablo perdió el poncho».

Juan asoma la cabeza y ve la mano del conductor de la locomotora con su dedo pulgar en alto, que le asegura que está listo. Es entonces cuando les dice a Joaquín y a la joven que ya es suficiente, que deberán entrar.

Entre refunfuños y quejas, bajan e ingresan.

Y quedan otra vez todos los pasajeros dentro del vagón.

Cuando el tren empieza a girar en una curva larga y perezosa, el clima se torna espeso. El viento crece y se vuelve casi un huracán. Las puertas del vagón se abren y cierran, y las ventanas de vidrio rechinan. El bebé que dormía plácidamente se despierta, abre los ojos y mira a su alrededor, casi como un adulto, curioso.

La lamparita se apaga. Y una nube de humo y olor a incienso se apodera del vagón.

Es allí cuando, de pronto y, sólo por unos minutos, Raquel, la mujer ciega, logra ver, entre tules y gasas, el jardín de la casa de su infancia, los colores de los rosales y la pared del fondo, donde trepaba una pasionaria.

Una inmensidad de colores tibios se entrelazan en su cabeza y toma la mano de la joven.

Ella, la joven, acaba de cerrar los ojos, como sedada y se deja besar por el fotógrafo quien, mientras besa su perfumado cuello, le susurra, al oído, tiernas palabras de amor.

Los dos alemanes, quienes imprevistamente aprenden a hablar en español, deciden en tres o cuatro frases que Alemania los tiene un poco cansados y se preguntan por qué no mudarse a ese pequeño terreno, frente a un arroyo que arrulla a su bebe y al sueño de todos los pobladores de la zona.

El guarda va agarrado a su libreta. Parece que se ha convertido en una estatua por lo quieto que está, pero no es tan así. Va bien despierto y rezando, en un italiano de Sicilia, una seguidilla de padrenuestros.

Al finalizar la curva, la nube cesa, la locomotora pita y el vagón vuelve a un estado normal.

Los pasajeros se miran entre sí. Los alemanes se comentan, ya en su idioma, algo que los demás no entienden. La joven mira al fotógrafo y él a ella, preguntándose si quizás lo que ocurrió fue real. Y el guarda se asoma al estribo y le pregunta al conductor la hora que marca el reloj de la locomotora. El otro le contesta; el guarda vuelve a mirar su reloj de bolsillo y corrobora, una vez más, que los relojes, en ese paraje, no coinciden.

Cuando regresa al interior, ofrece un tecito de yuyos para apaciguar la inquietud de los pasajeros que todavía se miran raro. Y pone una pava sobre la salamandra: —Ya vamos ingresando a la zona precordillerana —anuncia, al tiempo

que va hacia la pequeña alacena que hay en el fondo del vagón, para buscar un poco de azúcar. Entonces, descubre que el viejo que dormía ya no está. Sólo ha quedado su manta. Y, en el piso, sus zapatos viejos.

Los demás también lo perciben, sobre todo Joaquín, que había fotografiado una serie de imágenes del hombre, antes de la curva larga.

—No sólo que desapareció, Juan… —le dice el muchacho al guarda, en un susurro—. Todas las imágenes que saqué de él desaparecieron del archivo de la máquina de fotos… ¿No le parece raro?

—Y sí, muchacho, ¿vos qué te creés? —le contesta temblando. Y mira la agenda nuevamente, para avisar que falta muy poco para llegar a la estación Pillán, donde podrán bajar y recorrerla.

CUANDO EL TREN EMPIEZA A GIRAR EN UNA CURVA LARGA Y PEREZOSA, EL CLIMA SE TORNA ESPESO. EL VIENTO CRECE Y SE VUELVE CASI UN HURACÁN. Al llegar, los pasajeros caminan por la pequeña parada y dejan sus nombres garabateados en una pared con miles de nombres escritos en tiza.

Y se sorprenden cuando ven al viejo que dormía en el vagón sentado en un banco de la galería.

La joven lazarillo se lo cuenta a la anciana; el joven fotógrafo intenta sacarle fotos, pero se ha quedado sin batería; los alemanes abrazan fuertemente a su bebé y el guarda busca acercarse para hablar con él.

Y antes de que pueda preguntarle algo, el anciano dice, con una voz metálica: —El viento me trajo tan de prisa que olvidé los zapatos en el vagón.

Juan, presuroso, decide ir a buscarlos y traérselos. Mientras los otros pasajeros aguardan que regrese, el sujeto muestra sobre el piso abandonado de la estación sus pies grandes y desnudos, con juanetes y callos. Y heridas cortantes en las plantas.

—Cuesta mucho caminar por estas tierras —dice, al sentirse observado.

Cuando Juan regresa, le entrega las cosas que quedaron de él en el tren e invita al resto de los pasajeros a volver a subir al vagón.

Mientras los pasajeros se van acomodando en sus asientos, y sin que Juan dé el aviso de salida, la locomotora arranca.

Todos los pasajeros miran por las ventanillas.

El hombre misterioso ya no está en la galería.

Juan sale al estribo y se alarma; quien conduce la locomotora es el viejo, que le muestra una sonrisa desdentada.

Con el viento pegándole en la cara, Juan intenta no ponerse nervioso e inicia una letanía desesperada: —Padrenuestro que estás en los cielos… —y mira al interior del vagón, donde todos los pasajeros charlan entre sí.

Faltan apenas doscientos metros para entrar al túnel más largo del recorrido.

Empieza a soplar un viento aún más fuerte, esta vez con olor azufre y mierda.

Al llegar a la boca del túnel, comienza la oscuridad.

Una oscuridad que no cesa.

ANDREA ALBERTANO Andrea Albertano nació en Buenos Aires en 1966. Se graduó como periodista en 1989 y en 1992, el diario ABC y la Universidad Complutense de Madrid le otorgaron una beca para cursar el Máster en Periodismo Profesional, en España. A lo largo de su carrera profesional, ha escrito para publicaciones como el diario La Prensa, ABC de Madrid, Clarín, Página/12 y las revistas Parabrisas, Nueva y El Federal. Actualmente, es editora de Veintitrés, revista argentina de política y actualidad. En lo literario, ha obtenido diversos premios: en 2008 logró el segundo puesto en el Concurso de narrativa “Descontar el hambre”, organizado por la FAO y , en 2011, fue finalista de concurso de relatos sobre los Ocho objetivos del milenio y del Certamen “Carmen Martín Gaite”. Además es autora de los textos del libro-objeto “La Siesta de los recuerdos”, que versa acerca de los avatares de un pueblo bonaerense.

RICARDO CASES

PA L A AI

ARTE Y NATURALEZA

OMA L RE

ARTE Y NATURALEZA

Las fotografías de la serie “Paloma al aire” capturan el colorido y la fuerza simbólica y telúrica de una tradición muy extendida en determinadas zonas del Levante español. La cámara de Ricardo Cases ha sido testigo de distintos momentos y facetas de un ritual, la colombicultura deportiva, que presenta una innegable fuerza plástica. No faltan, por supuesto, imágenes de los palomos, decorados por sus dueños con auténticas pinturas de guerra, colores brillantes y violentos que tienen por objeto atraer la atención de la paloma hembra. Pero Cases también ha querido prestar atención al contexto en el que tiene lugar esta práctica: el paisaje levantino, los rostros y las emociones de los dueños de los palomos, los preparativos del ritual o el propio desarrollo de la competición.

No resulta extraño que Ricardo Cases haya elegido esta temática para su proyecto más reciente. Desde el inicio de su carrera, Cases

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ha dirigido su mirada a fenómenos situados entre lo antropológico, lo psicológico y lo social. Ya en 2009 “La caza del lobo congelado” planteaba una visión colorista y visualmente rotunda del mundo cinegético, mostrando sus luces y sombras y centrándose asimismo en los aspectos más rituales de esta práctica que despierta odios y pasiones a partes iguales. A su vez, la serie “Belleza de barrio” (2008) mostraba un inesperado retrato de la vida en los barrios periféricos de una gran ciudad. “Paloma al aire” retoma algunas de las cuestiones tratadas por Cases en estos proyectos anteriores: una mezcla entre fotografía documental e investigación plástica y una mirada a fenómenos que habitualmente escapan al alcance del arte contemporáneo.

Además, es miembro del colectivo fotográfico de la escuela Blankpaper, una de las instituciones más prestigiosas y vanguardistas de nuestro país.

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ARTE Y NATURALEZA

© Ricardo Cases ricardocases.es

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SUBIDA AL PEÑALARA OS INVITAMOS A RECORRER CON NOSOTROS LA RUTA QUE LLEVA A LA CUMBRE DEL PEÑALARA, UNO DE LOS PICOS MÁS POPULARES Y RECONOCIBLES DE LA SIERRA DE GUADARRAMA Y, ADEMÁS, UN PARAJE NATURAL CON UN PATRIMONIO ECOLÓGICO QUE, SIN DUDA, VALE LA PENA DESCUBRIR. Con sus 2.428 metros de altura sobre el nivel del mar, el Peñalara es la montaña más alta de la Sierra de Guadarrama y un destino preferente para aficionados al excursionismo y la naturaleza. Por ello, una de las actividades que Land K propuso a principios de otoño fue una ascensión popular a esta montaña conocida por todos los madrileños. Esta elección no tiene nada de fortuito. Desde mediados del siglo XIX, el Peñalara ha acogido a generaciones enteras de personas interesadas por acercarse a la naturaleza de un modo accesible y auténtico. Científicos, montañeros, deportistas y artistas se han dejado seducir por esta zona que hoy forma parte del Parque Natural de Peñalara.

No es para menos. El Peñalara no sólo es un excelente terreno donde iniciarse en la aventura del montañismo, sino también un paraje natural de valor ecológico fundamental. tapizado de pinares en su parte baja, y de praderas alpinas y matorrales en su zona más alta. También cuenta con una peculiar variedad de líquenes, un auténtico tesoro medioambiental. Los líquenes colonizan rocas, crecen muy despacio y se desarrollan en zonas especialmente puras. En el macizo de Peñalara podemos encontrar cerca de dos centenares de especies de líquenes, que confieren a las rocas distintas tonalidades según la altitud y las variedades climáticas y que, en algunos casos, debido a su longitud, podrían tener más de dos siglos de antigüedad.

Uno de los mayores atractivos de la zona es su interesante hidrografía, que ofrece varias lagunas de origen glaciar habitadas por numerosas especies de animales. Los más interesantes son sin duda los anfibios, y el Peñalara puede presumir de ser una de las zonas de montaña europeas con mayor biodiversidad en este campo, acogiendo diez especies diferentes, de las

cuales siete son consideradas como especies amenazadas. Por todo ello, su valor ecológico es incalculable. Además de anfibios y una cantidad considerable de reptiles, el Peñalara cuenta con una importante colonia de Buitre Negro, así que ascender sus laderas puede ser una oportunidad única para entrar en contacto con esta imponente ave.

Numerosas rutas permiten disfrutar del paisaje y del ecosistema del Peñalara de un modo respetuoso y sostenible. La ruta propuesta por LAND K es quizás la más característica e interesante de todas ellas, resulta apta para todo tipo de públicos y, partiendo del aparcamiento de Cotos, llega a la cumbre del Peñalara pasando por los picos de las Dos Hermanas, y regresando por el Risco de los Claveles, la Laguna de los Pájaros y la Laguna Grande, para concluir en el punto de partida.

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LA RUTA

Desnivel acumulado 1240 metros Dificultad Media

HERMANA MAYOR — 2.284

Altura mín. / máx. (m) 1.839 / 2.428

HERMANA MENOR — 2.269

Tiempo estimado recorrido 4h 45m de marcha

PEÑALARA — 2.428

Distancia aproximada 14 Km

CIRCO PEÑALARA

LAGUNA DE LOS PÁJAROS RISCO DE LOS PÁJAROS

LAGUNA DE LOS CLAVELES

LAGUNA GRANDE REF ZABALA PUENTE CASETA AFORO

SALIDA PTO DE LOS COTOS FUENTE CUBEIRO

N

LAGUNA CHICA

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HOCES DEL DURATÓN AVENTURA BAJO LA LLUVIA

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El 21 de octubre, día previsto para recorrer en piragua las impresionantes Hoces del Duratón (Segovia), amaneció con una lluvia que parecía complicar el desarrollo de la actividad. Sin embargo, lo que parecía ser un contratiempo metereológico terminó convirtiéndose en un gran aliciente para el espíritu aventurero, y los 55 clientes de Kutxabank que participaban en la actividad pudieron navegar en piragua por el impresionante entorno natural de las Hoces del Duratón y, a la vez, disfrutar del espectacular paisaje bajo la lluvia desde un punto de vista poco habitual.

Después de la aventura vino la recompensa: un estupendo cordero, plato típico de la zona. Por la tarde, los participantes tuvieron la oportunidad de conocer de cerca una de las joyas artísticas de la zona, la ermita de San Frutos, ubicado al borde del acantilado sobre uno de los meandros del río Duratón. La ermita, construida en estilo románico en el siglo XII y declarada Monumento Nacional en 1931, abrió sus puertas expresamente para realizar una visita guiada. Incluso los más atrevidos pudieron dar las tres vueltas rituales a la llamada “piedra del santo”, ubicada bajo el altar mayor, y a la que la tradición atribuye propiedades mágicas. Sin duda, fue un modo inmejorable de concluir una jornada que, a pesar de las inclemencias, mantuvo intacto el espíritu de aventura y proporcionó una experiencia única a los clientes de Kutxabank que formaron parte de ella.

CAMINOS DE LA HISTORIA

WALTER BONATTI EL ALPINISTA INSOBORNABLE

ES, SIN DUDA, UNO DE ESOS NOMBRES INSCRITOS CON LETRAS DE ORO EN LA HISTORIA DEL ALPINISMO CONTEMPORÁNEO. EL ITALIANO WALTER BONATTI FALLECIÓ HACE UN AÑO Y, DESDE LAND, QUEREMOS RENDIR HOMENAJE A ESTE ALPINISTA ESENCIAL Y HEROICO A TRAVÉS DE UN REPASO POR SU VIDA Y POR LAS LUCES Y LAS SOMBRAS DE SU CARRERA.

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CAMINOS DE LA HISTORIA

El13 de septiembre de 2011, el mundo del alpinismo se levantó con la noticia del fallecimiento de uno de los grandes mitos de nuestra época. El italiano Walter Bonatti dejaba el mundo a los 81 años y, tras su muerte, se cerraba la leyenda del “Rey de los Alpes” un hombre que vivió las luces y las sombras de un modo muy particular de entender la aventura. Su filosofía le impulsaba a querer superar siempre sus propias marcas, desafiando los límites de lo humanamente posible y buscando siempre la máxima dificultad en cada una de sus expediciones. Y, como todos los héroes, tuvo que enfrentarse también a las jugarretas del destino.

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Nacido en Bérgamo en 1930, Bonatti pasó toda su infancia en Milán, donde vivió los horrores de la Segunda Guerra Mundial y la violencia y el hambre de la posguerra en un país derrotado. Tan sólo conseguía escapar de aquella miseria durante sus vacaciones, que solía pasar con sus abuelos a orillas del río Po, cerca de una zona montañosa. Así fue como, a los 18 años, llevó a cabo su primera escalada y se contagió con el virus de la pasión que nunca le abandonaría.

Tal y como comentaba Eduardo Martínez de Pisón en la conferencia que dedicó a Bonatti durante las últimas Jornadas BBK LAND de Montaña y Aventura de Madrid, Walter Bonatti tuvo el privilegio de comenzar su carrera durante una de las épocas doradas del alpinismo, y perteneció a una generación en la que se conquistaron las últimas cumbres que faltaban por alcanzar. Un espíritu heroico que entendía la montaña como un terreno por conquistar de manera casi militar recorría las hazañas de los que fueron, quizás, los últimos montañeros que confiaban únicamente en sus cualidades físicas.

Su consagración como alpinista se produjo en una fecha tan temprana como 1951, cuando culminó con éxito el primer ascenso al Grand Capucin por su cara este, en el macizo del Mont Blanc. Desde entonces, el Mont Blanc conservaría un valor emocional fundamental para él, y lo consideraría su “padre” alpino. Ya en 1954 se produjo una de sus expediciones más polémicas, durante su primera ascensión al K2, en la que su contribución fue decisiva para permitir que sus compañeros Lino Lacedelli y Achille Compagnoni llegaran a la cumbre. Durante décadas, el alpinismo oficial de su país, articulado en torno al Club Alpino Italiano, le hizo responsable de poner en peligro a los miembros de su equipo. Hasta 2008, cincuenta años después, no se cerró ese capítulo con la demostración de que Bonatti había actuado de manera apropiada.

Sin embargo, esto no le impidió continuar practicando el alpinismo siguiendo fiel a su filosofía, consistente en tratar de superar los límites humanos sin más artificios que los estrictamente necesarios. Así lo demostró la apertura en solitario de una nueva ruta en el pilar suroeste de la Aiguille du Dru, también en el Mont Blanc, en 1955. No se limitó a los grandes picos europeos; en 1958 se dirigió al Karakorum para subir, por primera vez y junto a su compañero Carlo Mauri, el Gasherbrum IV y, ese mismo año, subió por primera vez al Cerro Mariano Moreno en otro extremo del mundo, la Patagonia argentina. Tres años después, también en Sudamérica, se marcó con éxito otro objetivo de impresionante complejidad: el Rondoy North, en Perú.

Sin embargo, ese mismo año, concretamente en el mes de julio, tuvo lugar el suceso que haría tristemente célebre a Bonatti a nivel mundial. El italiano se encontraba en los Alpes, al pie del Mont Blanc, dispuesto a intentar, junto a un grupo de compañeros, la ascensión a este pico por el pilar central del Frêney, una vía de especial dificultad que hasta entonces estaba considerada como inexpugnable.

Cuando llegaron al punto de partida, encontraron una cordada de escaladores franceses que se habían propuesto el mismo objetivo y, de un modo muy poco habitual en este tipo de situaciones, decidieron llevar a cabo la ascensión juntos.

Sin embargo, de manera repentina y sin indicios previos, se desató una terrible tormenta que duró varios días y que los mantuvo aislados en un repecho del pilar.

De siete escaladores, cuatro fallecieron y sólo sobrevivieron Bonatti y dos de los alpinistas italianos, Navarre y Mazeaud.

Durante aquellos días, el mundo vivió pendiente de la suerte de aquellos siete aventureros y la tragedia desencadenada por aquel acontecimiento impredecible.

Con el tiempo, Bonatti recibiría la Legión de Honor francesa por su contribución a la supervivencia de al menos dos de los

escaladores. Sin embargo, los círculos alpinos italianos, que no habían olvidado la tragedia del K2, volvieron a culpar a Bonatti y lo sometieron a un verdadero juicio paralelo. Posiblemente fue este acoso mediático y este desengaño respecto a sus compañeros de profesión el motivo que impulsó a Bonatti a abandonar el alpinismo en 1965, a los treinta y cinco años de edad, en un momento de su carrera que para otros alpinistas supone la época de mayor plenitud y productividad.

Sin embargo, no se fue sin antes dejar una última muestra de su maestría. En invierno de ese año, escaló en solitario la cara norte del Cervino, una hazaña que demostró una vez más su valía y que funcionó a modo de despedida. Tras esta ascensión, se retiró y se dedicó al periodismo y a la escritura de varios libros en los que reflexiona acerca de su carrera y del sentido del alpinismo.

Su carrera había concluido, pero su leyenda no había hecho más que comenzar. Como Bartleby el escribiente, Walter Bonatti optó por abandonar aquello que mejor sabía hacer, y que le había proporcionado fama mundial. Su abandono además tenía un matiz de protesta, de rebeldía frente a los avances técnicos y científicos que permitían una mayor seguridad en montaña pero reducían el sentido de aventura y el desafío físico.

Por ello, buscó una nueva ocupación, y la encontró en la conocidísima revista italiana Epoca. Durante años escribió reportajes de viajes y aventura que satisfacían otro tipo de anhelos, como las fantasías de sus lecturas infantiles. Según confesó en una entrevista concedida a Desnivel durante una visita a Madrid en 1999, en sus reportajes pretendía “vivir las aventuras que elegía, tocar con la mano y vivir las aventuras de aquellos escritores que me gustaban cuando era un niño”. Al mismo tiempo, de todos los rincones del mundo le llegaban invitaciones para compartir sus experiencias, que siguieron siendo objeto de una considerable polémica hasta la primera década del siglo XXI, cuando sus versiones acerca de las tragedias en las que se había visto implicado fueron finalmente aceptadas por el alpinismo italiano y su nombre quedó por fin reivindicado, tal y como merecía.

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