A LA SOMBRA DE LA TORRE DEL CONDE

Page 1

i OPINIÓN

ESA DE

EL DÍA

EDAGCION COMO CORRESPONDE

Robos en cadena

TEMAS DE SIEMPRE

LA ZONA CUESTAr A la sombra de la Torre del Conde TACO, PREFERIDA DE LOS LADRONES Si'n dudia aHigun® estamos isi> fríenido en la rs*la una auténtioa epídiemiiia de rdbos. No d^ -ga qwe -seam rdbos- ¡a gnain escaite, que esos no se dan con tanta 'frecuencia, y cuando oco rrart, muchos. !de ¡álílOs' son ©SH tdl'arec'Idos y detenidos <suts au^ tores. M'e refiero a pequeña^ apropiacione's de lo ajeno, a sustracciones, en te que' ¿S^s ¡aiítomóví'le's ocupan on ipnimer ^'Ui^ar, y a desvailíiíjaimfientos die (pequeños co'míencios y robos de vehículos. los cerificamos 'de pequeños robos, pero no pused!© negarse que los mismo® ocasianain seo, siiitílfes daños y penjyicios, ya <|ue geinerafl meóte <s¡e tnata 'de imií'nimos propietarios1 y gentes tmiokJetstas, en sla mayoría d¡e ¡OS 08'SOS.

Antenoche, en el tramo de ctanretera de La Cuetsta¡ a Tasco, no Ü'ejo's da caree de la Cutes tai, s*e regí'stríaron dos die estos robos. Como a las Hioce menos "cuarto de lía noche, ¡una s¡e* ñoña que víMe en iun puso ailto *db ¡uní edificio, se dio cuenta •di© ique en 'una fpenfunrería existente en 1 «planta baja, había dos individuos como forzando lía puerta. Telefoneó ¡inmletiira» 'tamente a ¡la policía municipaii ( de la laguna y a ilas dos die la ¡miaidnugada! tno iha'bía illlteigia'dio na^ ^díie por aililí. •Por te mañana, cuando sie líiavantó a buscar (stu atutom6 víi luís Mtanuá .Dte Ailvane-z, 'de profestíón •mtecáníco, qye vive ©ri! f'a casa de entónente d^ Üa «citaki'a \anterionmienter se •ancontró con q¡ue él velníbuilo •de su propiíedad, un Fiat 125, casi se !to habían desmiontadb. 1© íbabíao levado tolda la piar-

CLORO Granulado 125 ptas. kilo. Teléfono: 22-04-23.

De któbntera, con faros, sa y níquelédos. Nos enseñé lia factura d'e los raspuestos qiu® ¡habrá adquirido para reponer s lo sustraído, y ascendía aqueIte a cerca de 8.000 pesetas, Pero no íes ésta (Ka priimera vee que te ocurre. Ya en otra ocasión, se levaron <eit .velhíciii! b y ¡lo encontró, días diesipués •en lias Ohumiberas, dhodadb V destrozado. Otra vez íb rompiíe' ron -e<! cristal d'e ynfa puertai y 'te robaron e»l apafratocafS'set y otna1» cosas que tenía en ®\ .interior. íBn ja® otficfnas del ¡depósito !de chatarra exíistente -en iki citatdia carretera de -La Cuesta a. Tafeo han robado ya tarmbíén cuatro veces corossautiívtaíi». —^Pero, ¿no derruníoíaín usté* des enseguida a día poilicía muoiüipa'i de La La-guna?, pregun»té a lirPs M'anue1! Díaz Altvarez. —Sí, pero ya ve lio que ocurrió entenoche, que lamo 1a señora de ref ererncía ¡a ¡bs doce, y a íl'as dos todavía mo habfa ¡Regado irad'i© Y mi linter!Ooutor continúa: -~€n una óe \\®s ocasiones en que rme robaron, plise ib db nunoia corresporfdi'onte, y a ilos 15 días reci'bí una citación para que me presientana en ta laguna. Yo estaba traibajando en, imi tailler —TalíPer d¡e IM'ecá•níca- de los Hermanos1 Ote, ¡en Barreneo Gf^xfe— y tuve que deijar de traíbafar ese djíia para acudir a la cltaída dPHg'eirícfe, que a la positr'e no Iba a 'resoív&r nada. 'No ©s t[a pri'rrter^ vez que nos referiimos 'a ©stos robos iqwe, como decirnos, aunque pequeños, están caus'ando grankie¡$ penjuicios y traístonnos a ía- población. Es neciesario die todo punto reforzar Ib víigii'lancia, pues, como dicen ios vecinos de aqudPJa zoma la Ouesta-Taico, haoe tiiempo qife no se ve ni ipaiS'ar 4a poiHcía die l'a laguna por alfil Y dlaro, así ilos 'ladrones sie 'despadhan a s<u «gusto. LADISLAO

| TICO MEDINA Y EL DOCTOR REGULO PÉREZ vistos por Paco Martínez

Agustín d-e Foxá, garuado por «-esas maravillosas ísilias Oartanras» d¡ijo en 'cierta ocasión qu¡e La ¡GonTera fue la matriz de ¡América. O&rtsa, intoudiafo^eniente, !la opiírión *dél! cétóre aTticuiüst>a que, ¡en 'muohaís ocasionéis, re>ffejó en su prosa* 'la epopeya que comenzó' c>asi! la 'te sombra de '{¡a Torre dtell Cond'e, 'era urna isild di© 'estáis Canarias «que fueron ¡e'l pequeño utitr'aimar, k 'm'odtesta América de nuestra Ettaid Mekíia». ! La Gomera, í^tg^tmamierit'© orQmfíli'psta ¡de !stF íntima ll'iígazón histórica con Illa éliboradia kfc yo nuevo munido, conserva con cariño ilas ir^i'i quisas d'>e aqueil pasado, 'de aquellos ¡años en qye, a llamas. d!e¡ ¡te ote, «a sus costas ISiegalban Iras carabefes y naos con ¡las rojfa's cru ees en '-sus- velas llenas de vienta y 'sdí. La Gomera ha estddo —está y estará 'siíanpfe— en *eíl querer y !eil 's;entir -de ^lofe que de los teirrtas cdtomlbinos se ocupan dte !l!os^ que con cariño tra* tan die Ha s%iirlcacián ide Canarias en «di ide&a'rrdlllo dle aqtie liles Indias iPesjartas. Acabo die releer un atrtfcuifo que hace ¡unos tne-iirtta sanos, Agustín d*e ¡Foxá putiii'icó en «ABC» ¡y 'titulo -«tía mañarta importada». ¡En él trata do c6 mo y icuártdo ¡Plegaron & tierras a mercarías "e1! grito diei» grillo, él ¡¡¡amiento m>atemdl tila l!a vaca, <e¡l atlaridb miütar d!e<S caballo y lia voz ¡religiosa «de la campana. «Todo esto ¡ha vertido de Espiarte.. Estos ruidos, maravi* Irosos, día ¡lia «aurora, iban err* barcada 'en ¡los navios; han sd* do ¡importados». Foxá trató len'tonces con cariño 'de lia parte —^buena y an> pife ¡parte— que a Cenaríais correspondió en aquel, a faceta de Ifll'eivar a líate nuevas tierra^ toda la lamplia gama cf© 'io ne C9SWÍO parar vivir, para arraigar, para poder dies'arralilar > re^ltear- ^ 'berotoa ¡labor de ite primeros quie aíPlí irmardharoo, «ios c;abaPbsr cuyos pietos han 'enidureci'do *die reiíiinohos eso*' s-u&ve >nrr.a!drugada peruiana, fueron íernibatrciados, con odho ¡cerdos y Algunas vacas y ternerois, en esas trrjaraviil'Iosa's í sil as Canianias, que ¡fueron &1 petcfiíeño iitltrarrtar, la

1

de nuestra Edad M ©<di«. También «e emíbarcaron eo ese viaje semilles de melón y de naranjos y iliimories pana -1os futuros Ihuertos dte ILima. De modo que este nananjail "de Huartdo, dorakio ¡aflora y troso tejo é\ isof, y regado por unía acequia dlél río Chancay, también irritó emba*ncíado co>mo síí se tratatse de un conquistador o un emigrante En la prosa de Agustín die Foxá, dteskíe d'ofta María Es«dbaír —'esposa detl dor Diego de Chávez «que trajo de 'España arriedlo &!irnud d6 trigo—» 'a don Antonio die Rí? berá, e!I cuall plantó cien ¡esta? oa*s de olivos en: (Jos res o© ILima. Entre estos dos res de te América que nacía,

«quien <en 11555 trajo uva de Caoaini'ais». Es d'eoir, qufe d pan y el vino eucarísticos fueron* trufóos por dos oscuros es ipañobs. Canabantes ilfenó de ¡parrales, contra ell sol, 'las faAbadas dé •ayotes d*e Hias da*sas conocíales. Trajo embarcada a 'l¡a 'bprnadhera, a íl¡a Alegría, «aoar oneémtic-a, del; ívi¡no, 'menos te•nrilbíle que Illa die te chicha que enfloqtJie'cía a líos índüos». La íGotmera, Illas Canari'as todas, están y estarán en fe grandes idatsas d*e Lumia, en la Habana anui'guar en ilos peilvnenaifes de Santo iDomi'nigo, en la Caraicais Sbaijo lia mdle del iAvi^la, o en Caí!i, Míanizallies y tarh tas otras ciUdaldes de lia Améric'a que fue españdla. Cardbeíl'as y oaos, galeones, fragataia y vapores —ahorca ios rápidos '«Jets»— ten acercar do ia IRais Cañarias con ¡las tierras di© Cdfón1, tcon^ 'les d$! día cuya ailboraída esplendorosa surgió «en ¡la Islla Cdlorroblnia, casi a ¡la sotmbriai ;de 'la Torre deil CofKle. la 'Gomera, ¡las Canarias todas, están en Amé rica. Agu» tí-n de Foxá fue uno de los mudhos que es-oriibiieron dé 'su s*Í!g nifíicación en lias jornadas *de<I •muies-bro truego al QÜca'Pde de San Seibastiíán de la Gomera, don Antonio F%s<e<nciia TrUjillo, para que el nombre del esoritor figure en una ca!;le de la viJ. A. Padrón Aftxxmoz

•Estaban echándole una ojeada ai-periódico'en el café Uno de ellos !leyó él titular: «Mes de tres millones-de pesetas estafados por un empleado a la. Qnganiaacién Nacional de Ciegos, de Barcelona». —Bueno, comentó otro, ¿y los de¡más empleados qué hacían, no veían lo que hacía aquél enriRileado infiel? ¿Esta ban miopes? •--Miopes, no, hombre; estaban ciegos... ESTA BÜ€NO ü HORNO...

Hay es eil día en que a cualquiera «10 nombra usted el paore», y no se enfada. Es el día más paternalista del año. Lo siento por «'los hijos de papá», que tendrán que regalar aligo a sus progenitores, por lo que se verán forzados a salir más tarde en sus hermosos «bólidos», a hacer gamberradas por ahí. En e1! campo hay una fami'iia que se lleva muy rrtóf por lo de siempre, cuestión de herencias. Los hijos están peleado* entre sí y todos éstos con su progenitor, don Fulgencio Una vecina le dijo a uno de estos hijos, ayer; —Mudh'adho, ¿y tú le has comprado ya algo a don Ful oen'cic? ¿No sabes que él día 19 es el Día del Padre? —¿Del padre?, contestó aquél. Del oa-dre que lo «embrujó->... ALTOBER

En la finca del

SUBLIME CANTO DE AMOR Para expresar las emociones del alma, se precisa -como sabemos-, apropiado lugar, cierto tiempo robado y ocasión propicia, cosas que supo tener en cuenta un joven universitario -Licenciado en Matemáticas-, la otra tarde, en una reunión familiar en la que un patio canario y las nubes quietas del Valle le servian de marco; y el silencio, al que arropaba el suave murmullo de hojas secas, formaba el ambiente, junto a la plácida compañía que, desde mucho, se hacia dificil coincidir. En un momento escogido, en ese que comienza cuando termina el comentario del estado de salud de los allegados y de las gracias de los retoños, y en el que &l buen vino había obtenido también ya su merecido elogio, se oyó la voz de aquel joven en la que la fuerza de su alma daba vida a sus sentimientos: "Cuando yo me haya ido, aparentemente, búscame en las auroras ¡hijo mío! Y en los atardeceres. También me encontrarás en los rayos plateados de Selene, y allá en tu corazón yo he de ser una palpitación alegre. Cuando en tu copa brille el dulce oro de dichosas mieles, no importa que me olvides. En tu egoísmo, bebe a solas el licor de todos los placeres. Pero si sufres, volveré a ti. Si, yo he de ser ese pañuelo de ternura que tus lágrimas seque. En tu gozo, tal vez no esté a tu lado; mas, ¡ay!, en tu dolor estaré siempre'9. Después, nada. Sólo, el silencio de invierno interrumpido por el paso de las hojas por el patio. Habíamos escuchado interpretar el amor escondido en los pliegues del corazón de un padre. ¡Señores! -dijo el abuelo del muchacho para disimular la emoción-, aquí todavía queda un poco de vino y tenemos que gastarlo. Pedí a José Ángel que me escribiera aquel sublime canto de amor. Y, aquí, queda transcrito. Miguel HERNÁNDEZ

ORGANISTA Se ofrece para trabajar en bares de Santa Cruz, mañanas y tardes. Razón: Teléfono 27-68-47. (X)


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.