48
KiLiLHA
•
••••••••••I
El portaaviones «Foch», de 32,780 toneladas, trae una dotación de 31 aviones y 4 helicópteros. Tiene 265 metros de eslora y está artillado con diez cañones de 100 milímetros Para las primeras horas de la mañana de hoy está prevista la llegada al puerto de esta capital del portaaviones «Foch)», de la Marina de Guerra francesa, al que acompaña el destructor «Duquesne». Ambos buques atracarán en el puerto de la capital tínerfeña y, el próximo martes, se harán de nuevo a la mar. En el «Foch» —que viene al mando del capitán de navio Deramond— arbola su insignia el contralmirante Doniol, jefe del Grupo de Portaviones y de la aviación embarcada, al que acompaña su Estado Mayor, compuesto por siete oficiales, cinco suboficiales y tres guardiamarinas. La dotación del «porte avions» de la Marina francesa está compuesta por 73 Oficiales, 480 suboficiales y 790 marineros y, para las escuadrillas de aviones y helicópteros, embarca 30 oficiales, 240 suboficiales y 300 especialistas y mecánicos. El «Duouesne» —al mando del capitán de navio Canonne— está tripulado por 27 oficiales, 167 suboficiales y 160 cabos marineros. El «Foch» —gemelo del «Clemenceau» —es un hito en la historia de la aviación naval francesa. Fue un francés, Glemerit Ader, el que se adelantó a los hermanos Wright cuando, en 1890 y año siguiente, logró vuelos de 50 y 100 metros de longitud. Cuatro años más tarde, en un libro titulado «I/Aviation Militaire», Clement Ader ya auguró el nacimiento del portaviones, buque que «para el despegue deberá tener su cubierta desalojada de obstáculos, y ésta habrá de sar una superficie plana y lo más ancha posible, sin ajustarse para nada a las líneas del casco». Ascensores, hangares, aviones de alas plegables y talleres mecánicos ya estaban en la mente de Ader pero, hasta que en 1910 el piloto Eugene Ely despegó con un biplano Curtiss desde una plataforma instalada en el crucero «Birmingham», de la Marina USA, no comenzaron los estudios y ensayos sobre las posibilidades de la aviación embarcada. Por lo que a Francia respecta, a partir de 1912 entró en servicio el portahidros «Foudre», seguido —ya en plena Primera Guerra Mundial— por los «Pas-de~Calais», «Rouen», «Campiñas» y «Bapaume» y, en 1927, el portaviones «Béarn», procedente de la transformación del casco de un acorazado. EL PORTAVIONES «FOCH»
Los portaaviones «Foch» y «Clemenceau» han sido los primeros que, como tales, se han construido en Francia. Tras el «Béarn», se estudió la posibilidad de transformar los cruceros «Duquesne» y «Tourville» y, en el programa naval de 1938, se incluyeron dos portaviones de 20.000 toneladas —los «Joffre» y «Painlevé»— que nunca nacieron a la mar. Durante la guerra, Francia recibió el «Dixmunde» y, posteriormente, el «Arromanches», antiguo H.M.S. «Coiossus» de la Roy al Navy, y los «La Fayette» y «Bois-Belleau», ambos de procedencia USA y gemelos del «Dédalo» español. La quilla del «Foch» se arboló el 15 de febrero de 1957 en un dique seco de la firma Chantiers de l'Atlantique, en Saint Nazaire. El 13 de julio de 1959, el caso —terminado hasta la cubierta del hangar— fue botado y, luego, remolcado al arsenal de Brest, donde entró en diqueseco para terminar las obras; el 23 de julio de 1960, en presencia de numerosas personalida-
El crucero «Foch» que, el 5 de diciembre de 1931, llegó a Santa Cruz de Tenerife al mando del capitán de navio Richard y con la insignia del contraalmirante Benet.
Santa Cruz y los barcos
Hoy, el portaaviones «Foch», de la Marina de Guerra francesa Arbola la insignia del contraalmirante Doniol, jefe del Grupo de Portaviones y la aviación naval También arribará el destructor «Duquesne», armado con misiles y artillería convencional
(I) des —entre ellas la señora Fournier-Foch, hija del mariscal cuyo nombre lucía el buque— el «Foch» fue puesto a fióte y remolcado al muelle de armamento para alistarlo y dejarlo preparado para las pruebas de mar. El primer anaveaje en la cubierta fue la de un avión «Alizé» cuando, el 6 de septiembre de 1962, el «Foch» se encontraba al Sur de Penmarch; luego se efectuaron pruebas con aparatos del tipo «Etendard» y, el 10 de junio del año siguiente, el «Foch» aparejó rumbo a Quebec y Boston; de regreso, hizo escala en Funchal y Mers-el-Kébir para, ya el 14 de julio, dar fondo en Tolón, donde al día siguiente fue oficialmente recibido por la Marina. El p o r t a v i o n e s «Foch» —numeral R 99— es un buque de 27.307 toneladas estándar y 32.780 a plena carga. Son sus principales dimensiones 265 metros de eslora por 31,7 de manga y 8,6 de calado; la cubierta de vuelo tiene 165,60 metros de largo por 29,60 de ancho, con una desviación de 8 grados la oblicua. Está servida por dos catapultas de vapor, del tipo Mitchell-Brown, e igual número de ascensores que, de 16 metros de largo por 10,97 de ancho, están situados uno a popa del puente de mando y, el otro, a proa y casi crujía, ya que está ligeramente desplazado a estribor. A popa dispone de dos espejos de anaveaje, dispositivo que facilita la toma de cubierta por los reactores y representa un paso más en el automatismo de la técnica aeronaval. Como su gemelo, el «Clemenceau», el «Foch» tiene blindada la cubierta de vuelo, la «isla» —o puente de mando— y el casco en la flotación, especialmente en la zona correspondiente a las cámaras de turbinas y calderas. Este equipo propulsor está compuesto por dos grupos de turbinas Parsons que toman vapor de seis calderas que trabajan a la presión de 45 kilos por centímetro cuadrado. Las turbinas desarrollan 126.000 SHP sobre dos líneas de ejes y, a régimen normal, le dan máxima de 32 nudos. Con 3.720 toneladas de combustible, su autonomía es de 3.500 millas a la citada velocidad máxima; 4.800 a 24 y, a la economía de 18, alcanza las 7.500. En principio, el «Foch» iba a estar artillado con 24 antiaéreos de 57 milímetros en montajes dobles; luego por 12 de 100 en torres sencillas y repartidas a las bandas y, tras nueva disminución a sólo 8, se optó por el actual: 10 piezas automáticas de 100 mm. que, tanto en tiro naval como antiaéreo, pueden hacer 60 disparos por minuto.
En el hangar, —de 180 metros de largo por 25 de ancho— el «Foch» tiene capacidad para 40 aviones y helicópteros. En esta nueva escala en Santa Cruz de Tenerife —la primera fue el 6 de abril de 1971, al mando del capitán de navio Franchet— trae a su bordo 16 aviones «Super Etendart», escuadrilla al mando del capitán de fragata Bridelance; 8 «Alizé», a las órdenes del capitán de corbeta Rondenay; 4 «Crusader», a cargo del capitán de fragata Hebert; 3 «Etendart IVP», al mando del capitán de corbeta De Fautereau, y cuatro helicópteros —dos WG 13 Lvnx» y otros tantos Aulette III, a las órdenes del capitán de corbeta De Torcy. En 1979, el «Foch» fue sometido a obras de modernización y, desde julio de 1980 al 15 de agosto del año siguiente, a las de gran carena. Tales fueron que, según se estima, podrá continuar en servicio activo hasta 1995. Tras dichas obras, el «Foch» aparejó el 16 de agosto para realizar pruebas en la mar y, de nuevo en Tolón el 15 de noviembre, se integró en la Escuadra del Mediterráneo. Los equipos electrónicos son modernísimos, con diversos radares —de navegación, control de fuego, alerta, etc.— y un sistema SENIT, automático, para datos tácticos. A proa, e incorporado al casco, lleva un sonar SQS 503. Buque con buena y larga historia, el «Foch» intervino en septiembre de 1983 en apoyo de la Fuerza Multinacional de Seguridad destacada en Beirut. Con otros buques —«Meuse», «Dupetit-Thouars», «Guepratte», etc.— a las órdenes del contralmirante Klotz actuó eficazmente con sus helicópteros y, el día 22, con autorización del Presidente de la República, se llevó a cabo un ataque contra una batería de artillería que hacía fuego contra las fuerzas francesas integradas en la Fuerza Multinacional. Fueron catapultados varios aviones «Super Etendard» que, una vez realizado el ataque, regresaron al portaviones. Este ataque fue el primero que la Marina francesa llevaba a cabo con su aviación embarcada desde que —en 1959— la del «Bois-Belleau» realizó el último cuando navegaba a lo largo de las costas de Argelia. EL CRUCERO «FOCH»
Nacido en Tarbes en 1851, Ferdinand Foch era en 1929 —año en que falleció— mariscal de Francia, de Gran Bretaña y Polonia. Su nombre —el del hombre que «en 1918, sauva la France et la civilisation, en menant á la victorie les plus grandes armées qu ait connues 1 -
Historie»— figura en el portaviones que hoy llega a Santa Cruz de Tenerife, puerto en el que, el 5 de diciembre de 1931, dio fondo el crucero que con anterioridad lo lució. El crucero «Foch» venía al mando del capitán de navio Richard —su primer comandante— y arbolada la insignia del contralmirante Benet. Estuvo atracado en el Muelle Sur y, el día 8, aparejó rumbo a Las Palmas; ya en franquía, se cruzó y cambió saludos con el trasatlántico inglés «Ceramic» —el de triste fin en la guerra— que, al mando del capitán Lloyd, venía de puertos australianos y Ciudad del Cabo con pasajeros y carga en tránsito para Londres. Aquel primer «Foch» era uno de los cruceros construidos según los acuerdos del Tratado de Washington, buques que no podían pasar de las 10.000 toneladas y artillería limitada a 203 milímetros. La quilla de este buque se colocó el 21 de junio de 1928 en una grada del arsenal de Brest y, aún en grada, el 26 de marzo de 1929 el entonces ministro de Marina, Georges Leygues, le asignó el nombre del fallecido mariscal de Francia, Gran Bretaña y Polonia, con el que resbaló por la grada el siguiente 24 de abril. El «Foch» pertenecía al programa naval que señalaba la reconstrucción de la Marina francesa tras la Primera Guerra Mundial, ministros como el citado Georges Leygues —que falleció en 1932— y Francois Piétri, que ocupó su puesto, fueron eficazmente apoyados por marinos como el vicealmirante Violette y los almirantes Durand-Viel y Darían y. así, las fuerzas navales del país hermano adquirieron en pocos años su anterior potencia y efectividad. De 11.290 toneladas estándar y 12.780 a plena carga, el «Foch» tenía 194 metros de eslora total, 185 entre perpendiculares y 19,10 de manga. Como todos los cruceros «Washington» la protección era muy ligera y se concentraba en puente de mando, torres de artillería gruesa, cubierta protectriz y faja acorazada en la fio tación, en especial a la altura de las cámaras de turbinas y calderas. El equipo propulsor estaba compuesto por tres grupos de turbinas Rateau-Bretagne que, tomando vapor de nueve calderas Guyot du Temple, desarro liaban más de 100.000 para una máxima de 33 nudos. Co mo sus gemelos —«Colbert», «Suffren» y «Dupleix»- el «Foch» estaba artillado con ocho cañones de 203, en cuatro torres dobles, a proa y popa; otros tantos antiaéreos de 90 en montajes sencillos; seis de 37 y dieciséis ametralladoras
de 13 completaban el armamento antiaéreo del crucero. Montaba el «Foch» dos equipos triples de tubos lanzatorpedos de 550 milímetros y, entre las chimeneas, dos catapultas -una a cada b nda— que, de aire comprimido, le permitía el lanzamiento de los dos hidros de observación y descubierta que llevaba a su bordo. Estos eran de los tipos Loire-Nieuport 130 o Gourdou-Lesseure, ambos de flotadores. El «Foch» aparejó el 1 de agosto de 1930 para llevar a cabo las pruebas de mar y artillería y, al ser recibido por la Marina, fue nombrado comandante el capitán de navio Richard, bajo cuyo mando recaló por Santa Cruz de Tenerife en la fecha antes citada. Tras Richard, nuevo comandante, Michelier y, posteriormente, Godfroy, el marino que —años más tarde— negoció con Cunnigham el futuro de los buques fondeados en Alejandría y, con un pacto entre caballeros, los salvó para Francia. En 1935, el «Foch»—insignia del contralmirante Gensoul— fondeó en El Pireo para proteger los intereses y subditos franceses en Grecia; en octubre del mismo año izó a tope la insignia del ministro de Marina, señor Francois Piétri, que en dicho crucero —escoltado por los «Dupleix», «Vautour» y «Verdun», se dirigía a Marruecos con los restos mortales del mariscal Layautey. Cuando el 3 de septiembre de 1939 se declaró la gurra a Alemania, el «Foch» figuraba
integrado en la a 1a División de cruceros de la 3 Escuadra, con base en Tolón. En noviembre pasó a la Fuerza X que, al mando del vicealmirante Duplat, patrullaba en el Atlántico Sur donde, con el «Dupleix», participó en la búsqueda del «Graff Spee», el célebre «acorazado de bolsillo» alemán que, años antes, había recalado por nuestro puerto. Intervino posteriormente en la escolta de un importante convoy que, desde las Berrnudas, se dirigía a Casablanca. Arrumbó posteriormente a Tolón, donde se encontraba cuando el almirante Darían decidió bombardear Genova y Vado tras el ataque aéreo italiano sobre Oran. El «Foch», con el «Argelia» y las 1a y 5a división de destructores estaba entonces a las órdenes del almirante Duplat, que también tenía a su mando los «Colbert», «Dupleix» y la 7a división de destructores. A las 4.30 del 14 de junio de 1940, el Foch», con los buques que le acompañaban, abrió fuego sobre las instalaciones metalúrgicas de Vado, fábricas de acero en Uva, Savona, y las baterías de costa. Mientras los buques del grupo del «Colbert», lo hacían sobre Genova. El «Foch» pudo evitar los torpedos lanzados por un subma riño italiano, rechazó dos ataques de lanchas torpederas —hundió una— y, sin ser alcanzado por las baterías de costa, regresó a su base. Al día siguiente zarpó dando escolta a un convoy que se dirigía a Oran y, hasta la firma del armisticio, en su base soportó y rechazó numerosos ataques de la aviación italiana. EL 17 de mayo de 1942, el capitán de navio Hamel tomó el mando del «Foch» que, de acuerdo con las órdenes recibidas el 27 de noviembre de 1942 —cuando los alemanes atacaron Tolón para hacerse con la Escuela francesa allí estacionada— fue barrenado por su dotación con otros 74 buques de diferentes tipos. Así terminó la vida marinera de aquel «Foch» que, en diciembre de 1931, arribó a Santa Cruz de Tenerife cuando casi estrenaba la mar. Ahora, de nuevo la estampa del actual «Foch», que, en años venideros, será sustituido por el «Charles de Gaulle» que este año comenzará a construirse.— Juan A. Padrón Albornoz.
Canarias, beneficiada en los acuerdos Administracióncontroladores Las Palmas,— Canarias ha sido una de las comunidades más beneficiadas en la resolución del conflicto que enfrentaba a controladores y Administración ya que, según el presidente de los controladores canarios, el centro de Las Palmas-Gando y el aeropuerto de Lanzarote han subido de categoría. En virtud de los acuerdos alcanzados entre la Dirección General de Aviación Civil y los representantes de los controladores españoles, el centro de Las Palmas será, previa aprobación por el Consejo de Ministros, un centro de primera categoría y el aeropuerto de Lanzarote pasará de tercera a segunda categoría, dijo a Efe Fernando Vidal Ribas. El presidente del sindicato mayoritario de controladores canarios, ACTAC, reconoció que la modificación apuntada
comportará «un beneficio económico a los controladores y una mayor categoría profesional». Los controladores de Canarias mantuvieron una reunión en el centro de Las Palmas para conocer los acuerdos alcanzados en Madrid, tras los cuales quedaron desconvocadas las fechas de huelga previstas para el mes de marzo, que incluían las fechas de Semana Santa. Fernando Vidal-Ribas manifestó a Efe que valoraba positivamente los resultados alcanzados, en especial «la voluntad de entendimiento que ha llevado a dos partes a sentarse en una mesa para resolver sus problemas». El espacio aéreo de Canarias soporta un tráfico aéreo anual que el portavoz de los controladores cifró en 150.000 movimientos.