A la una menos cinco de la madrugada del día 5 de diciembre de 1791 expiraba Mozart, tras un acceso de fiebre, vómitos, dolores abdominales y en las extremidades, y sudores, que le habían obligado a permanecer en la cama desde el 19 de noviembre. Salieri anciano y demente, ingresado en un manicomio tras un intento de suicidio, en 1823 confesó en su locura la autoría del crimen: el envenenamiento de Mozart y aunque no estuviera cuerdo en ese momento yo creo que era sincero ya que envidiaba a mozart desde que supo de el y su historia.
La leyenda romántica nos describe un entierro solitario, en el que tan solo un perro acompañaba el coche fúnebre. La legislación vienesa de la época prohibía cortejos fúnebres excepto en funerales de Estado
No compensa seguir estudiando la muerte de Mozart ya que salieri confes贸 el asesino Oscar Cordero Almengl贸
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