Otoño 2017
¿Qué son las raíces sin un tronco? ¿Qué es un tronco sin sus ramas? ¿Qué son las ramas sin las hojas?
…
¿Qué es el año sin el otoño?
Para Eduardo
Gracias por estar, por seguir, y permanecer‌
Prólogo
Aire, viento, luz, sol, nubes… raíces, tronco, ramas… tú El viento recorre con suavidad tus brazos, dejándolos casi al descubierto, podría decir que ha logrado desnudar tu piel; sin embargo, debo confesar que desnudo mi alma. Las nubes apenas logran cubrirte del sol, de su luz infinita que logra darme un tono anaranjado, he perdido el pigmento verde que hacia diferenciarnos de un pino, del pasto, de aquel árbol vecino y es que es justo en esta época cuando los dos nos encontramos al desnudo del sol, del viento, del aire, de la luz natural que nos brinda la luna y el sol… y es que has llegado hasta la parte pura y transparente de mi ser, has llegado hasta mi alma. Y a pesar de que perdí ese pigmento verde que siempre te hacia sonreír, y que tu estas quedando al desnudo, dejando al descubierto tus ramas, aún seguimos estando aquí, en el mismo sitio donde todo inicio, en el mismo bosque, bajo la misma nube que todos los días nos busca con premura para protegernos, para mantenernos; sé que aparentemente desde agosto no somos los mismos, si nos enfocamos en el aspecto visual, el tiempo a transcurrido dejando huellas en nuestra pigmentación, textura y abundancia. Sin embargo aún seguimos siendo los mismos de aquel agosto, porque mis hojas aún tienen aquella textura que me caracteriza, y tu tronco aún tiene esa forma que fascina para permanecer por mucho tiempo a tu lado.
Agosto termino, y aunque los días han transcurrido por el pasar de las hojas, quiero confesar que no he sentido el tiempo avanzar; que soy consciente de que el reloj camina porque noto como las estaciones se reflejan entre nosotros, soy consciente de cómo cada cambio nos transforma diariamente, mis hojas han pasado del tono anaranjado que reflejan durante el otoño, a un blanco con aroma a nieve del invierno y nos transformamos a un verde colorido que susurra primavera, acompañando a la suave lluvia generada por el verano. Pero más allá de esos cambios que nos han transformado, están las fases que compartimos. Fases, aquellas fases conocidas y reconocidas como vida, traducidas en nuestras experiencias, recuerdos y momentos individuales y los que hemos fundido por nuestra dualidad, nos hemos vuelto cómplices de algunas aventuras, pero al mismo tiempo nos ha tocado rescatarnos de otras travesías; en el transcurso de estas fases, fuimos nuestros propios protectores de lluvias acompañadas de tormentas, tuvimos que refugiarnos de nuestra propia mente que sustituimos por nuestra nube, esa nube que siempre nos busca con premura.
Dulce nube, nube con sabor a recuerdo...
Nube con sabor a recuerdo, nos transformamos de una forma en la que nos hemos fundido el uno con el otro, convirtiéndonos en uno, un árbol que se encuentra rodeado de un infinidad de colegas, de especies; somos testigos de diversas historias que se rumoran detrás de las paredes que nos rodean, sin embargo, en específico somos testigos de nuestra propia historia. Agosto 10… Las personas suelen conversar que solo somos un árbol más de este gran recinto, sin embargo nuestro origen es distinto al de los demás árboles que surgen de una raíz y crecen a cierto ritmo con ayuda de las lluvias, del sol, de nuestras temporadas. Y es que, la gran diferencia que existe entre los demás, se debe a que nosotros nos hemos fundido, nosotros tenemos una historia que inicio aquel mes de agosto, para ser precisos. Agosto 10, cuando con un poco de calma después de una gran tormenta, una pequeña parte de nosotros coincidio en este inmenso mundo, en esta infinita ciudad y nos encontramos divagando fuera de estos edificios; nuestra historia es distinta: - ¿por qué?
Puede que te cuestiones, pues ya es casi media noche y la luna ha caído alumbrando en su máximo esplendor; pero justo hoy, bajo estas nubes te narrare el porque me gusta conversar con el pasto cuando una parte de mí, se desprende de tus ramas y baja a saludarlo y es que lo nuestro, lo nuestro, ha sido especial porque desde aquella fecha, que mi corazón guarda con tanto cariño, los dos decidimos cultivar entre la tierra, una parte de ti, una parte de mí y regarla día con día, sin esperar a que la lluvia caiga, sin esperar a que el sol salga y nos alumbre, tu y yo, hemos construido tus raíces creadas de fuerza, cariño y confianza que han ido creciendo con cada detalle y cuidado que le damos, para formar tu dulce tronco, con ese degradado y brillosa madera que todos los de nuestro entorno logran admirar hasta llegar a tus ramas y con ello a mis hojas que a pesar de tener un múltiple colorido, no dejan de permanecer entre tus hermosos brazos, entre tus hermosas ramas. Lo nuestro es especial, ¡claro que es especial! porque no dependemos de un sol, no dependemos del aire, lo nuestro es especial porque lo hemos cultivado y regado como solo tú y yo sabemos, como solo los dos entendemos desde aquel día en que decidimos fundirlo con un dulce sabor a recuerdo.
El lugar donde todo inicio, se encuentra en el centro de nuestro recuerdo….
Hoy me encuentro aquí, acompañada del aire mientras tu duermes; el viento sopla muy fuerte al grado que cada hoja se desprende de tus brazos; la noche pinta un poco terrorífica y es que hoy el pasto me cuestiono algunas cosas… Me pregunto, ¿cual había sido el lugar en donde había iniciado todo ?, ¿que fue lo que nos hizo tomar la decisión de fundirnos? como lo mencione hace rato y para ser honesta, no supe como responder su pregunta; me cuestiono que como era posible que tuviera tanta seguridad de que pasaría contigo el próximo otoño y es que, la verdad.. mientras lo escuchaba, solo quería volver a ti, volver a tus brazos, a tus ramas, porque debo confesar que yo … yo … nunca he estado segura de ello; pero tampoco surgía en mi una inseguridad, no surgía una duda, no pasaba por mi mente esa pregunta y por su puesto menos esa respuesta. La noche es fría, quizás.. solo quizás sería lindo que bajaras un momento por mí.. la noche es fría, tengo miedo, siento como una parte de mi empieza a temblar y no estoy segura si es por el clima o por el miedo.
Hablemos con el corazón.