paciente preferente

Raquel aGuIleRa

“Que disfruten la vida, que se amen y amen a los que están a su lado”

Cuéntanos cómo has conocido el trabajo del Dr. León.

Lo conocí a través de unas amigas, hace ya tres años.

¿Qué valores destacarías del Doctor Gómez León?

Destacaría muchos, pero sobre todo su profesionalidad, generosidad y lo bien que te hace sentir como paciente.

¿En qué te ha ayudado la medicina estética?

Me ha ayudado, sin duda, a sentirme más segura y evidentemente, más guapa.

Has pasado por un proceso médico importante hace poco tiempo. Háblanos de eso.

Hace hace 7 años fui diagnosticada con una enfermedad llamada ‘Déficit de Alfa 1 anti-tripsina’ una enfermedad pulmonar muy rara, con una incidencia tan baja de dos pacientes en un millón de personas nacidas, siendo degenerativa y genética. Mi enfermedad fue evolucionando con el paso de los años hasta no poder respirar y valerme por mí misma. Llegué a pesar 42 kilos. Empecé a llevar oxígeno tanto en casa como en la calle. Estuve esperando años hasta ponerme en lista para el trasplante, un trasplante bipulmonar. El día que firmé para entrar en la lista de espera lo hice con mucho miedo y sin querer operarme, pues el equipo de Cirugía Torácica me pronosticó de un año a un año y medio de vida. Leía muchos casos de trasplantes que habían sido complicados y no tenía mucha confianza, pero en diciembre del año 2019 firmé para entrar en esa lista. Después de 7 meses, una madrugada me llamaron por teléfono a las 2:30 horas y las primeras palabras que escuche fueron si yo era Raquel y que había unos pulmones para mí en ese momento. Con mucho miedo me vestí, llamé la ambulancia y de camino al hospital empecé a enviar audios y WhatsApps a mis amigos y algunos familiares informándoles y hasta cierto punto despidiéndome porque tenía miedo del resultado de la cirugía. A las ocho y media entré en el quirófano. A los dos días me despertaron. Todo había ido muy bien. Mi evolución fue muy rápida y adecuada, luego de 6 días en la UCI subí a planta por tres semanas y luego me enviaron a casa.

¡La verdad que la cirugía del trasplante me ha cambiado la vida, estoy

súper bien! Puedo andar súper rápido, puedo correr, me ducho sola, pero, sobre todo, puedo respirar con normalidad, como cualquier ser humano.

¿Un mensaje que desees lanzar al mundo y a todo aquel que te lea?

Que no tengan miedo si esperan una operación por muy compleja o complicada que sea. Que no pasa nada, que hay que vivir el día a día, el aquí y él ahora. Que disfruten la vida, que se amen y amen a los que están a su lado con pasión.