RÓMULO MACCIÓ Pinturas
Pontificia Universidad Católica Argentina Pabellón de las Bellas Artes
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA ARGENTINA Gran Canciller S. E. R. Cardenal Jorge Bergoglio Rector Mons. Dr. Alfredo Zecca PABELLON DE LAS BELLAS ARTES Consejo de honor Pedro Luis Barcia Mons. Guillermo Blanco Carlos Pedro Blaquier Philippe de Boissieu Guillermo Jaim Etcheverry Adalberto Rodríguez Giavarini Manuel Sacerdote Julio María Sanguinetti Guillermo Scarabino Directora Cecilia Cavanagh
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A tiro de piedra de la hasta hace poco polvorienta pero ahora pavimentada plaza mayor de Medinaceli hay una vieja y sobria posada de gruesos muros de piedra que sirve a Rómulo Macció como refugio y estudio. Este ultimo es un espacio amplio, oscuro y fresco, con suelo de cemento alisado y paredes un tanto descascaradas, que el pintor ha cubierto con enormes laminas de polímero blancas. De un lado, debajo de una ventana alta y estrecha, se levanta un laberinto de botes de pintura. Del otro, hay una mesa alargada cubierta por herramientas, discos, papeles con anotaciones y garabatos y un cúmulo de tarjetas postales. Nueva York, Paris, Roma, Venecia, Barcelona y Buenos Aires son el mejor testimonio del carácter nómada de Macció y el punto de partida de una parte importante de su obra. ¿Y como es esa obra? La respuesta también puede hallarse entre los cuatro viejos muros de su estudio soriano. Pinchado a una de las placas de polímero, apenas perceptible en la penumbra, hay un curioso recorte, procedente probablemente de una enciclopedia de personajes ilustres de la antigüedad. Dice así: “Plauto Tito Macció (245-184 a.C.) comediógrafo latino. Su originalidad reside en la fuerza de expresión de su lenguaje, derivado del habla popular.” ¿Magia o casualidad? Da igual. Lo sustancial es que esta lacónica descripción del dramaturgo Plauto sintetiza a la perfección al Macció contemporáneo, un artista que se caracteriza por la extraordinaria fuerza expresiva de su obra en la que, salvo en raras excepciones, esta presente siempre el hombre común y corriente, situado en su contexto histórico, cívico y social. La sonrisa socarrona del viejo Babuino que ha visto decaer y renacer a Roma, los trabajadores anónimos que se deslizan apresuradamente entre las sombras afiladas de los rascacielos de Manhattan, la explosión de euforia que zarandea a la Bombonera cuando por fin mete el gol Boca, el modesto callejón del Tigre disfrazado de boulevard para la gran fiesta, la coqueta eficacia con la que atiende a sus clientes la pescadora Merce tiene una prodigiosa capacidad de observación, que emplea para desnudar al ser humano y colocarlo ante el espejo de sus contradicciones, algo que, inevitablemente, se acaba plasmando en imágenes, si no abiertamente satíricas, si bastante burlonas. Macció, como Plauto, desenmascara al hombre y con el inventa comedias. Pero no hay que llamarse a engaño. Macció no es un cínico ni es su sentido del humor superior a su fe. Si arremete contra los “barruntos intelectuales generalmente progresistas” es porque esta convencido de que la creación artística no es fruto de un ejercicio mas o menos intenso de reflexión académica o especulativa, sino que proviene de lo que el define como un “núcleo oscuro”. En esta invocación a la naturaleza intuitiva y mística del arte se enmarca también su defensa a ultranza de la pintura como método. Macció ofrece argumentos inapelables para rebatir a quienes, precipitadamente, le han colgado a la pintura el certificado de defunción. En una época en la que prácticamente toda expresión artística va precedida por una sesuda y en muchos casos estéril adquisición, su consigna vital de que “la pintura no se dice, se muestra” resulta políticamente incorrecta, arriesgada y provocadora. Así, es también su obra: inmune a los vaivenes de la moda, libre de manierismos, franca, autentica, profunda, vigorosa, muy a menudo conmovedora y siempre eficaz. Casi cincuenta años después de aquella primera exposición en Buenos Aires, Macció sigue remando contra corriente y pregonando la revolución. Aunque el no lo sepa. Cayetana Álvarez de Toledo Madrid
A stone throw away from the previously dusty but now paved main square of Medinaceli, is an old and simple house made of thick stonewalls that serves Rómulo Macció as shelter and atelier. This atelier is a wide, dark and cool space with smooth cement floors and slightly peeled off walls that the painter has covered with a huge sheet of white polymer. In a corner, under a tall and narrow window is a labyrinth of paint cans. On the other side, a long table covered with tools, records and papers containing notes and sketches and a pile of postcards. New York, Paris, Rome, Venice, Barcelona and Buenos Aires are the best testimonies of the nomadic character of Macció as well as influences of an important part of his work. And what is this work like? The answer can also be found among the four old walls of this atelier in Soria. Pinned on one of the sheets of polymer, barely perceptible in the dim half-light, is a curious clipping probably from an encyclopedia of illustrious characters of antiquity. It says: “Plauto Tito Macció (245 “184 BC”) Latin comedian and dramatist. His originality lies in the strength of the expression in his language deriving from the popular way of speaking.” Is it magic or chance? It doesn’t matter. What is substantial is that this laconic description of the dramatist Plauto perfectly synthesizes the contemporary Macció; an artist characterized by the extraordinary strength of the expression of his work in which, except for rare exceptions, the common and ordinary man is always present, situated in his historic, civic and social context. The sardonic smile of the old “Babuino” who has seen the fall and rebirth of Rome, the anonymous workers that quickly slip away among the sharp shadows of the Manhattan skyscrapers, the euphoric explosion that shakes the “Bombonera” football stadium when “Boca” finally scores a goal, the humble narrow street in Tigre disguised as a boulevard for the great party, the flirtatious effectiveness with which Merce the fishmonger attends her clients and the tide of “La Costanera”, deserted at nightfall. Macció posses a prodigious power of observation and he uses it to undress the human being placing him before the mirror of his own contradictions, something that inevitably ends up expressed in images, if not openly satirically at least rather sarcastically. Like Plato, he unmasks the human being and uses him to invent comedies. But one should not be misled, Macció is not a cynic and neither is his sense of humour superior to his faith. If he attacks “the speculative intellectuals who are generally progressive” is because he is convinced that artistic creation is not the fruit of an exercise more or less intense of academic or speculative reflection, but that it emerges instead from what he defines as an “obscure nucleus”. By citing the intuitive and mystical nature of art, his fanatical defense of painting as a method, is also being categorized. Macció gives reasons that cannot be appealed against to refute those who quickly have declared death to painting. In a time when practically every artistic expression is preceded by a brainy and in most cases a barren acquisition, his vital slogan that “painting is not told, it is exhibited” turns out to be politically incorrect, risky and provocative. And these are also the characteristics of his paintings: immune to the fashionable trends, free from mannerisms, frank, authentic, profound, vigorous, very often moving and always effective. Almost fifty years after that first exhibition in Buenos Aires, Macció still swims against the tides and proclaims the revolution, even though he doesn’t realize it. Cayetana Álvarez de Toledo Madrid
____ Ă rbol quemado Pintura sobre tela 200 x 170 cm.
____ Castilla Pintura sobre tela 200 x 400 cm.
____ Familia italiana Pintura sobre tela 175 x 236 cm.
____ Ventana romana Pintura sobre tela 87 x 170 cm.
____ Fontana di Trevi Pintura sobre tela 200 x 400 cm.
____ Babuino di Roma Pintura sobre tela 140 x 200 cm.
____ Autorretrato Pintura sobre tela 200 x 170 cm.
____ El crimen de Narciso Pintura sobre tela 1400 x 200 cm.
____ DĂa de San Patricio Pintura sobre tela 170 x 200 cm.,
____ Tristana buscando la Perfecci贸n Pintura sobre tela 200 x 200 cm.
____ PeluquerĂa en Manhattan Pintura sobre tela 170 x 200 cm.
____ Barco petrificado de Peg眉en-C贸 Pintura sobre tela 200 x 300 cm.
____ Reflejos y vapor en Manhattan Pintura sobre tela 180 x 360 cm.
El autor Rómulo Macció nació en Buenos Aires en 1931. A los catorce años empieza a trabajar en una agencia publicitaria. Se especializa en Artes Graficas y realiza decoraciones y escenografías teatrales. Comienza a dedicarse asiduamente a la pintura a partir de 1956, cuando realiza la primera exposición en Buenos Aires. Viaja a Nueva York y a varias ciudades europeas exponiendo en casi todos los países que visita. Rómulo Macció was born in Buenos Aires in 1931. At the age of fourteen he starts to work for an advertising agency. He specializes in Graphic Arts and performs stage decorations and scenery. From 1956 on he starts to dedicate more frequently to painting, the same year he held his first exhibition in Buenos Aires. He travels to New York and to several European cities holding exhibitions in almost every country he visits. Colecciones públicas / Public Collections The Joseph H. Hishborn Collection The Larry Aldrich Museum Foundation The Museum of the Rhode Island School of Design, (U.S.A.) The Solomon R. Guggenheim Foundation, New York (U.S.A.) The Walker Art Center, Minneapolis (U.S.A.) Musee d’Art Moderne, Bruxelles (Belgium) Musee Cantonal, Lausanne (Switzerland) Musee d’Art Moderne, Paris (France) Museum des Zwanzingsten Jahrunderts, Wien (Austria) Neue Pinakothek, Munchen (Germany) Museum of Modern Art, Buenos Aires (Argentina) National Museum of Fine Arts, Buenos Aires (Argentina) Torcuato Di Tella Institute, Buenos Aires (Argentina) Panamerican Bienal Collection, Cordoba (Argentina) Provincial Museum of Fine Arts, Cordoba (Argentina) Museum of Modern Art, Rio de Janeiro (Brazil) Reina Sofia Museum, Madrid (Spain) Museum of Modern Art in Mexico
Obras Expuestas Listado de pinturas 1. Árbol Quemado Pintura sobre tela 200 x 170 cm
8. El crimen de Narciso Pintura sobre tela 140 x 200 cm
2. Castilla Pintura sobre tela 200 x 400 cm
9. Día de San Patricio Pintura sobre tela 170 x 200 cm
3. Familia Italiana Pintura sobre tela 175 x 236 cm
10. Tristana buscando la Perfección Pintura sobre tela 200 x 200 cm
4. Ventana Romana Pintura sobre tela 87 x 170 cm
11. Peluquería en Manhattan Pintura sobre tela 170 x 200 cm
5. Fontana di Trevi Pintura sobre tela 200 x 400 cm
12. Barco petrificado de Pegüen-Có Pintura sobre tela 200 x 300 cm
6. Babuino di Roma Pintura sobre tela 140 x 200 cm
13. Reflejos y vapor en Manhattan Pintura sobre tela 180 x 360 cm
7. Autorretrato Pintura sobre tela 200 x 170 cm
14. Ola Mobius Pintura sobre tela 180 x 420 cm
Directora Cecilia Cavanagh Este catálogo fue publicado para la muestra Rómulo Macció realizada en el Pabellón de las Bellas Artes, UCA, del .... al .... de 2009. Fotografías .... Diseño Benjamín Aladro
Pabellón de las Bellas Artes Av. Alicia Moreau de Justo 1300, PB Campus Universitario de Puerto Madero C1107AAZ - Buenos Aires - Argentina Informes Tel.: (011) 4349 - 0200 / 4338 - 0801 cecilia_cavanagh@uca.edu.ar Horario ..... .... © Copyright EDUCA. Fundación Universidad Católica Argentina.