Por Eduer Bernilla Rodriguez.
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Penachí: una Cultura Viviente Los pobladores en su mayoría son agricultores u obreros agrícolas, pequeños ganaderos. Practican la agricultura de subsistencia con la que apenas logran satisfacer sus necesidades básicas. Sin embargo en los sistemas de producción generalmente no emplean insumos artificiales que contaminen el ambiente. Por otra parte, la agricultura practicada por los Penachís es tradicional, al igual que las actividades ganaderas. Las técnicas de producción se transmiten de generación en generación, estos están llenos de mitos y creencias. La realidad actual nos presenta un panorama diverso, dinámico, progresista, sobre todo firme como grupo social. El fenómeno de la globalización tiene sus efectos positivos y negativos en este Centro Poblado: como aspecto positivo podemos resaltar el uso de las telefonías móviles, la electrificación y como inserción de este pueblo en los riesgos globales podemos mencionar: cambios climáticos 1 (ausencias de lluvias), migraciones nacionales e internacionales. Ubicación geográfica. Penachí se ubica al noroeste de la Provincia de Lambayeque, en la Región del mismo nombre, es una zona remota ubicada aproximadamente a cinco horas de la ciudad de Chiclayo, a1800 m.s.n.m. De Mochoqueque, un gran lugar comercial, salen las combis u ómnibus que llegan a Motupe en dos horas. Desde el Distrito de Motupe hay tres horas para llegar a este Centro Poblado. Con el ómnibus, nos adentramos en la sierra de Lambayeque, por escabrosos caminos de tierra, entre Cerros cubiertos de cáctus, algarrobos, faiques, palosantos, hualtacos y bajo un cielo celeste hermoso que hace reflejar los Cerros con las luces destellantes del sol. Después de tres horas, arribamos a Penachí. El ómnibus se detiene en el parque “Indio Americano”. Trascendencia histórica Penachí es uno de los pueblos de mayor antigüedad en los andes del norte del país. Sobre el origen de su nombre hay muchas dudas y esto debe ser materia de investigación detallada y profunda. Unos afirman que proviene de Penaquí; sin embargo otros sostienen que su nombre se debe a un Cacique muy importante que habitaba por esos lares. La historia nos describe la existencia de este pueblo antes de los incas. Los escritos nos permiten hacer una breve cronología. 800 A.C – 147 D.C surgimiento de la etnia Penachís, en el periodo de las influencias de las culturas Chavín (Anchash), Huari y la Expansión de Tahuantinsuyo, llamado por los 2 historiadores “Estados regionales” 1450 los Penachís en duras guerras hacen retroceder a los incas del Cuzco, estos guerreros andinos derrotan en el campo de guerra al ejercito de Huayna Cápac, y en ese campo se funda la Ciudad de 3 Ferreñafe, al parecer con el nombre de Firruñaf. 1500 y 1530 los Penachís derrotaron en guerras civiles a los incas del Cuzco que eran comandados 4 por Auqui Yupanqui y Tilcayupanqui. Los cuzqueños iban conquistando todos los pueblos del norte sin hallar resistencia en su camino; pero los Penachís resistían valientes hasta derrotar a todo aquel que quisiera someter su cultura, su estilo de vida. En 1520 don Sebastián Callaypoma Cacique de Penachí fundó el pueblo de Salas, con el nombre de “Salascape” en el lugar denominado Algarrobo Grande.
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Bernilla, Eduer. 2010. Un Paseo Por la forma y paisaje de los Penachís. Borrador de libro. Escuela Profesional de Sociología. Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo. 2
Sevilla, Julio. La etnia de los Penachís en Lambayeque. USAT. Chiclayo.
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Portal de la Municipalidad de Ferreñafe.
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Cabello de Valboa, Miguel. 1586. 1951. 3ª parte. Cap. 18: 331-332.
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1548 Vaca de Castro establece los límites del Obispado de Quito (hoy capital de Ecuador), en ella se señala claramente el límite de este lugar con la sierra de Penachí que era Gobernada por un Cacique. Penachí en esa época pertenecía a la Ciudad de San Miguel, que a su vez pertenecía a 5 Trujillo. Penachí, entonces limitaba con Ecuador, Guambos y Huancabamba . 1561 los Penachís estaban inscritos como repartimiento, en el corregimiento de Piura a cargo de Juan cortés, quien tenía a su mando Olmos y Poechos. En esa misma época el Curaca de Huaranca de Pampamarca o Bambamarca se apodero de mitmas yungas de Penachí. Diez de éstos, encabezados por sus curacas Carguatoma y Zacán, fugaron en 1565 a la sierra de Penachí. El líder étnico de Pampamarca, don Francisco Tantaguatay, aprovechó la estancia de Gonzáles de 6 Cuenca en Cajamarca y solicito que don Hernando curaca de Penachí, los devolviera. 1569 Penachí era uno de los diez repartimientos del corregimiento de Saña, los otros eran 7 Lambayeque, Túcume, Illimo, Ferreñafe, Jayanca, Motupe, Pacora, Olmos y Copi. Se presume que entre los años 1500 y 1700 estaban a cargo de estas tierras andinas los Callaypoma porque en los títulos de la Comunidad Campesina “San Juan Bautista de kañaris” se lee “en 1672 era Cacica de esta Comunidad doña Juana María Callaypoma”, quien adquirió estas 8 tierras por herencia (de su padre Sebastián Callaypoma) 1895 en las tierras de Penachí a la altura de Palala se enfrentan las tropas del Presidente Avelino Cáceres con las tropas coalicionistas de Nicolás de Piérola, llamados también Montoneros. La guerra se dio entre las 5 de la mañana y las 7 de la noche. Los vacíos históricos deben ser fuente de investigación profunda; sin embargo estos pocos registros investigados, junto a los petroglifos (figuras en piedras), tradiciones, costumbres, mitos, lengua viviente, forma de vestir nos dan una muestra real de la existencia de esta cultura. Historia de las tres Cruces De acuerdo a los datos históricos, a las tradiciones y narraciones de los Motupanos, Penachís y Olmanos mayores de 60 años. Las cruces talladas de Guayacan por Juan Abad fueron tres. Uno de ellos estaba colocado en el Cerro Chalpón Motupe, el otro en el Cerro Rajado y el tercero en el Cerro Yanahuanca. Se dice que la Cruz del Cerro Rajado desapareció y esto ha sido interpretado de diversas maneras: El Cerro Chalpón y [Yanahuanca], además de la difundida devoción que existe por las cruces que poseen, tienen el privilegio de haber sido dedicado a Dios, mientras que su 9 hermano, el Cerro Rajado, se dedicó al servicio del diablo. Del mismo modo lo describen César 10 11 Moro Montalvo y León Barandiaran dos grandes historiadores, quienes recogen los testimonios de los pobladores de estos lares. Se dice que entre 1860 y 1865, el religioso de la orden franciscana Fray Juan de Abad vivió en el Cerro Chalpón, lugar que convirtió en un sitio de oración en su búsqueda por la santidad. Un día el sacerdote decidió partir para visitar otros pueblos avisándoles a los pobladores que había dejado tres cruces talladas en Guayacan en la cima del Cerro Chalpón, Cerro Rajado y Cerro Yanahuanca, Penachí. Los pobladores salieron a buscar las cruces pero no las encontraron. Poco tiempo después se recibió la noticia de que el padre Abab había fallecido
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Traslado hecho en la ciudad de los Reyes el 16 de febrero de 1548 ante Simón de Alzate, Escribano de Su Magestad. En Vargas 1948: 235238. 6
Historia de Cajamarca: Etnohistoria y lingüística. Pág. 256.
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Portal de la Municipalidad Distrital de Illimo.
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Sevilla. Loc. Cit.
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Sebastiani, Carmen. Fabulaciones de tres mundos. Ediciones Pedernal, 1990. Pág. 19
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Toro Montalvo, César. Mitos y leyendas del Perú, Volumen 1. AFA Editores Importadores, 2001. Pág. 139
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Barandiaran León, Augusto. Mitos, leyendas y tradiciones lambayecanas: contribución al folklore peruano. Club de Autores y Lectores, 1938.
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víctima de la “uta” el 13 de octubre de 1866. La búsqueda de las cruces quedó en el olvido hasta que se vaticinó un cataclismo que destruiría parte de la humanidad. La reacción del pueblo fue inmediata y se lanzó en la búsqueda de las cruces con ayuda de los manuscritos del padre Abad. A propósito de esto don Oscar Eriquez Anteparra, nieto de José Mercedes Anteparra Peralta, descubridor de la Cruz de Motupe cuenta que el grupo empezó por el Cerro Rajado, y que llegaron a encontrar la cruz correspondiente, “pero se deshizo apenas la 13 tocaron”. De allí que hoy en día se sustente que la única hermana de la Cruz de Motupe es la que está ubicada en el Cerro Yanahuanca, Penachí. Sin embargo la Cruz de Olmos es todo un emblema y símbolo de inspiración, fe y veneración que aquel pueblo adora año a año. Cruz de Yanahuanca Este sagrado madero, es uno de los signos más venerables que todo penachí respeta y adora. La santísima “Cruz de Yanahuanca” es un madero puro que por largos años ha derramado su luz sobre la multitud, tanto del ámbito local, regional, nacional y universal. En el pueblo de Penachí, en épocas de antaño se acostumbraba el pastoreo y don Ambrosio De la Cruz era un pastor que día a día recorría los hermosos parajes fríos y puros de Yanahuanca. En uno de esos tantos días ya cansado, nuestro ancestro se puso a descansar vislumbrando entre los bejucos, ramas y peñascos una Cruz. El 20 de agosto de 1868, encontró la venerada Cruz del Cerro 14 Yanahuanca incrustada en una gruta . Su primer mayordomo de feria fue justamente el pastor que había observado por vez primera, esta imagen sagrada, don Ambrosio De la Cruz, quien fallece en 1875. Luego se desempeña como mayordomo el señor Narciso Rojas, quien celebró un año tras otro la feria, por un espacio de trece años. Terminada la gestión de don Narciso Rojas, asume el poder don Anselmo Rojas. En este período se acentúa la desgracia de los Penachís, resultando en un verdadero penaquí. La santísima “Cruz de Yanahuanca”, tenía las medidas exactas a la de la santísima Cruz de Motupe. Se dice que el sagrado madero al ser colocado sobre el andas, no entraba por la puerta de la iglesia, debido a su grandeza. En 1906 el cura Encarnación Aguilar y el carpintero Santiago Carlos cortan el 15 sagrado madero quedando las medidas de 1.40 metros de altura por 1.10 de ancho. Se cortó los dos brazos, la parte superior y la parte inferior, con los pedazos de las cuatro partes, se formaron tres pequeñas cruces a los cuales se llama Niñitos y son trasladados el día 18 desde la Iglesia “San Mateo” hasta la tierra Colorada en brazos de los fieles. Además de cortarle de las cuatro partes, se le cepilló un poco para darle la forma que posee y con las astillas de este madero empezaron a saumarse los feligreses. La “operación corte”, se llevo a cabo en lo que hoy es el Teatrín Escolar, de nuestra localidad. El sacerdote y el carpintero tuvieron una muerte lamentable. El primero murió en el camino a Salas, en el lugar denominado la Escalera. El segundo falleció pasado las 48 horas, después de haberla cortado. Desde aquella fecha –dicen las voces de los pobladoresPenachí sufre vientos, lluvia y todo tipo de maltrato; sin embargo los pobladores se muestran muy felices al comprobar que les ha dado grandes bendiciones, milagros, sanaciones, logros. Días de feria, 18 al 22 de agosto: grandes momentos de unidad. La mayor parte del año, la Cruz permanece a casi 4,000 metros de altura, en una gruta de la que brota el agua bendita, la cual es traída por los fieles para bendecir la chacra, el negocio, la casa y para beberla en beneficio de la salud. A ella, solo se puede acceder por un túnel cuya entrada no es nada fácil de escalar, dicho túnel esta debajo de la Cruz de Yanahuanca, las piedras son frías como el hielo. La Cruz es traída desde allí hasta Penachí, acompañada de peregrinos y danzantes. La 12
Peregrinaciones en el Perú: antiguas rutas devocionales. Universidad de San Martín de Porres, Escuela Profesional de Turismo y Hotelería, 1999. 13
Caretas: Ilustración peruana, Números 1898-1901. Empresa Editora Caretas S. A., 2005
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Rodriguez, Freddi. Historia de la Cruz de Yanahuanca. 2004. En el blog. Por las Rutas de Penachí. Sobre esto también podemos encontrar el blog de Carlos Falla Rojas que coincide en el contenido y la forma descriptiva. 15
Afiche de la Asociación de Comuneros Penachanos Residentes en Lambayeque. Santísima Cruz de Yanahuanca: del 18 al 22 de agosto. 2011, Motupe, Lambayeque.
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celebración de esta fiesta tiene diversos significados para los asistentes: es una peregrinación, un rito de paso, una sanación, una promesa, un negocio, un retorno al pueblo natal, unas vacaciones, e incluso un “paseo”. La Cruz de Yanahuanca controla las aguas y, sobre todo, los vientos; y, además, sana. Quien toca la Cruz o quien frota su madera con hilos de algodón, estará protegido contra los males, o se curará de 16 ellos. De ser necesario, la Cruz puede, incluso, realizar cirugías en sueños. La fiesta empieza el día 16 de agosto con el tronar de cohetes y termina el 22 con el regreso de la Cruz a su gruta. Ese mismo día por la tarde los miembros del comité suben a la Gruta para velar. Al día siguiente los miembros de Comité Pro fiesta Junto a los fieles devotos, luego de disfrutar de suculentos desayunos a base de tortilla con queso, mote con queso, arvejas sancochada con queso, arvejas con arroz, habas con arroz o unas ricas humitas con su café, salen rumbo a la Capilla el Potrero Pampa. En el trayecto podemos disfrutar de hermosos pajaritos que con sus diversos cantos dulces y atractivos despiden a la Cruz de su Gruta, allí también podemos disfrutar de hermosos miradores y preciosos cerros que en sus entrañas acogen a los gavilanes de la zona que con el viento parecen danzar adorándole a la Cruz. Estando ya en la Capilla el Chorro, podemos disfrutar de un rico almuerzo que en ocasiones es preparada por el Sr. Que habita en ese lugar. Este almuerzo incluye ocas, ollucos con queso, sopa de ese lugar, luego se asienta con un rico Cañazo, elaborado por los Penachis. Pasando este lugar, ya en la tarde la Cruz es recibida por los danzarines Rojos y Negros. Este tipo de danzas representa a una de las costumbres tradicionales que aun mantienen los Penachís. Danza Roja y Negra. La danza menor o danza roja personifica a los mestizos. Cubren sus cabezas con unas coronas construidas de carrizo que termina en un penacho de colores: rojo, amarillo, verde. En la mano llevan un pañuelo con nudos, llamado el conejo. La persona que dirige estas danzas recibe el nombre de “el mamita”, quien va delante tocando la cajita y su flauta. La cajita está hecha de maguey (flor de cabuya) y la flautita (pinkuyo) está hecha de la flor de caña brava. La danza roja, encarna la etnia de los Penachíes o Penachís y posiblemente tomen el nombre de los colores patrios como una manera de resaltar el orgullo de ser peruanos y de oponerse a todo lo que signifique imposición española o de otra cultura”. Los danzantes rojos cubren sus cabezas con lienzos blancos, sostenidos por una corona cónica de carrizo (símbolo del poderío de nuestros ancestros), recubierta de hilo de colores que representa la riqueza de la nación, visten ponchos de diversos colores, los cuales hacen analogía con la diversidad de las riquezas del Perú y de los andes. Además la danza representa la integración de los pueblos andinos puesto que vienen de todos los caseríos Huaratara, Pampa Verde, Ayahuil, Lanchaco Alto y Bajo, Yuntumpampa, Succhapampa, Yaque, entre otros. La danza negra por su parte va con cuchillos de palo en mano [sable] y ellos representan a los soldados que defienden el área de baile y esto se traduce en defensa del terruño y la patria. Cada uno de estos grupos de danzarines van entonando canciones y dichos alusivos a la fe, la valentía y la alegría. Durante el baile no está permitido el paso de nadie, puesto que representan al bravo Penachí, que no se deja invadir de nadie. Antes era más bonito, se respetaba a la danza negra. Una vez al Padre Pedro Guerrero Bazán, en momentos que se encontraba pasando por intermedio de la danza negra, le lanzaron un sablazo por las espaldas. El Padre salió corriendo y muy molesto, estuvo a punto de pelearse con los danzas; pero luego le explicaron, las costumbres, y este de allí en adelante respetaba mucho las costumbres. La danza roja tampoco puede invadir, el territorio de estos, mientras no hagan cruces de baile, puesto que si cruzan mal o antes de lo debido, reciben sus sablazos y empujones. Anteriormente había un toro que recorría junto a ellos y muchos otros personajes que han ido desapareciendo poco a poco. Hay dos formas de ser danzantes uno es de forma voluntaria, a las cuales se les denomina limosneros. Los otros son nombrados por las autoridades, por sus incumplimientos en las faenas. En la faena que se hace limpieza del camino a la gruta de la Santísima Cruz de Yanahuanca, 16 Semanario del Diario Oficial El Peruano| Año 104 | 3a etapa | N° 216.
Fiesta de la Cruz. En pueblo de Penachí. Semana del 14 al 20 de marzo de 2011 •
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se lee el nombre de cada uno de los integrantes. Llegado la fecha todos deben de asistir a cumplir con este compromiso voluntario o impuesto. En caso de incumplimiento estos se hacen acreedores a múltiples sanciones sociales o económicos. Pero lo que más sobresale es la sanción social, la cual consiste en hacer por “callejón oscuro” al incumplido. Los días 18 por la noche y el 19 todo el día los danzarines recorren las principales calles en busca de los incumplidos. En caso de que se les ubique se los toma prisionero, se les conduce hasta donde está el grupo. Luego se le interroga sobre, el porqué, de su ausencia. Si este resulta inconvincente, se procede a darle un sinnúmero de golpes a la altura del poto. Obviamente a ambos lados se forman dos filas por cuyo medio van estos recibiendo gran cantidad de golpes. Esta costumbre aun se puede apreciar pero en su menor grado. Cruz de Yanahuanca en Motupe 3 de agosto, 2011 Para este año el dos de agosto la Cruz de Yanahuanca, era bajada de su sagrada gruta al pueblo de Penahí para poder ser trasladado luego al Distrito de Motupe, para ver a su hermana quién se reponía de un diabólico atentado. Los gallos anunciaban la mañana del día 03 de agosto, los pobladores uno a uno dejaban su hogar para ir a la Iglesia San Mateo de Penachí. A las 5 de la mañana todos estaban reunidos, minutos después partieron a la Ciudad de Motupe con el sagrado madero en sus hombros. Luego de un largo trajinar de nueve horas, la una de la tarde aproximadamente estaban haciendo su ingreso triunfal a la ciudad de Paloblanco Motupe. De allí partió en andas hasta la Capilla de Motupe. A las cinco de tarde salió de la capilla de Motupe en unas andas nuevo, marcho por la avenida San José hasta la Iglesia San Julián de Motupe. A partir de ese momento se mesclaron los aplausos, vivas, sonrisas, alegrías y llantos. El sueño se había hecho realidad, muchos Motupanos al fin veían a la hermana de la Cruz de Motupe salir a recorrer las calles en hombros de sus fieles. El entusiasmo era inmenso la mayoría quería cargar la cruz. Luego de haber cargado el andas muchos sentían el alivio, la paz interna y esto se expresaba de inmediato en sonrisa en algunos, llanto en otros; pero todo esto llevaba a pensar a todos en una sola cosa: “Estamos juntos” Esta unidad entre Penachís y Motupanos desencadeno profundos sentimientos en la gente que miraba con entusiasmo a la Cruz de Yanahuanca. Era realidad estaba en procesión por la A.V. San José, a cada momento se escuchaban voces que decían Viva la Cruz de Yanahuanca, Viva la Cruz de Penachí. Algunos pensaban que se trataba de la Cruz de Chochope (no podían creer que la de Penachí estaba ahí). Los Penachís cubiertos de polvo desde la cabeza hasta los pies y algunos con su vestido típico (llanques, poncho, sombrero) eran la prueba real de que ellos estaban presentes con el madero santo. El espíritu de los penachís parecía estar cansado después de las doce horas de caminar, en los rostros se dibujaba un sueño profundo, pero los corazones se resistían a separarse de su santo madero. Desde muchos lugares se sumaron también los hijos predilectos de los Penachís, allí se mezclaban los agricultores del ande, con los estudiantes de la “Pedro Ruiz Gallo”, con los comerciantes distribuidos en Chiclayo, Ferreñafe, Lambayeque y en todo el Perú. Los penachís estaban ahora unidos también a sus hermanos que nunca antes habían visto y hablado, hoy en esta larga procesión podían compartir sus ideas, sus sentimientos, sus emociones. Los niños con inocente respeto se percinaban al ver asomar la cruz frente a ellos. Los ancianos con paso lento y corazón palpante rendían homenaje y le pedían a la cruz: mejora en la salud, mejora en los negocios, triunfo para los hijos, bienestar para el pueblo y sobre todo que la vida les sea más larga y sana. Continuaban los penachís la peregrinación con sus danzas rojas y con sus pastoras por la A.V. San José. Entre los presentes desconocidos se escuchan preguntas ¿Qué significan esos bailes? Estas preguntas permitieron a los Penachís explicar rápidamente la fortaleza cultural que ellos tenían. La primera decían es la danza roja que le rinde homenaje a la cruz, y en las épocas de feria bailan tres días sin parar, no existe cansancio porque lo hacen con fe; pero aquí falta la danza negra y el mamita que no han venido, sino esto fuera mejor. La segunda son las pastoras, chicas hermosas que al son de acompasados cantitos le van recitando villancicos a la Stma. Cruz.
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De inmediato, un hondo amor a la diversidad cultural de este pueblo se apodera de los corazones Motupanos, Jayancanos, Olmanos, Chochopanos, entre otros, allí presentes. Lo que más admiraban todos ellos era la valentía de los Penachís de caminar largas horas desde Penachí hasta Motupe, sin dejar, en ningún momento que la Cruz de Yanahuanca se le haga de lado, se incline un poco, porque eso podría desatar vientos en los andes. De vez en cuando los Penachís sentían preocupación y un breve hilo de nostalgia les golpeaba el pecho, al pensar en sus casas, en sus hijos, padres, hermanos u otros familiares. Se preguntaban si no habrá vientos en Penachí. Ratos después al constatar que todo está normal la alegría los invadía, sus corazones se inflaban de felicidad al saber que son reconocidos como un pueblo aguerrido, amable, dinámico y sobre todo sencillo, puro y transparente. Ya al promediar las siete de la noche la Stma Cruz de Yanahuanca estaba haciendo su ingreso a la catedral de Motupe; pero antes la banda de músicos había interpretado músicas bailables con las cuales la cruz era movida de un lado a otro tal como lo hace su hermana La Cruz de Motupe. Toda la gente asombrada mesclaba sus gritos y a viva voz decían: ¡viva la cruz de Yanahuanca! ¡Viva Penachí! ¡Penachí presente! Ciertamente Penachí estaba presente con toda su diversidad cultural, ello se expresaba en los diversos atuendos y danzas que ofreció; pero también en su profunda fe. Al ingresar a la Iglesia la Cruz fue ovacionada por todos los presentes, fue allí cuando los sentimientos se desbordaron, muchas mujeres lloraban al ver que la cruz estaba presente y entre las voces se escuchaba: Ella es la hermanita de la Cruz de Motupe, la única, pues ahora ha venido a darnos la alegría, la felicidad, la paz. Los llantos y canticos, junto a los papeles picados, los aplausos y otros bañaban en profundo amor a la sagrada imagen. Pasado las ocho de la noche un profundo sentimiento embargo a todos, la Cruz de Yanahuanca estaba siendo puesto en el mismo lugar donde descansa su hermana “Cruz de Motupe”, todos aplaudían, pero algunos jóvenes desconocían de qué cruz se trataba. Al enterarse que era la Cruz de Yanahuanca, la hermana única de la Cruz de Motupe, la gente formo inmensas colas para adorarla. Muchos decían es la primera vez en la historia, nunca antes sucedió esto, hoy la Cruz de Yanahuanca está en el lugar de su hermana, dicen que es muy milagrosa. 4 de agosto, 2011. Todo amaneció tranquilo, los Penachís amanecieron distribuidos en la iglesia acompañando al sagrado madero, algunos estaban en las bancas, otros estaban al lado del madero santo; pero todos estaban pendientes del sagrado madero. La Cruz permaneció en la Iglesia, siendo adorada por múltiples feligreses. La gente se acercaba entusiasmada por verla y tocarla a la hermana de la Cruz de Motupe. Ya en la tarde tal como se había programado, salieron las imágenes una tras otra en procesión al encuentro de la Cruz de Motupe. Al encontrarse estas fueron ovacionadas por los asistentes. La mayoría se mostraba alegre por el encuentro entre ambas. El encuentro era apoteósico y continuaba con la bajada de la Cruz en andas a cargo de los Penachís. Ahora caminaban ambas cruces en hombres de sus fieles católicos rumbo a la parroquia San Julián de Motupe. La Cruz de Yanahuanca estaba en el penúltimo lugar y en último lugar iba su hermana la cruz de Motupe. Adelante iban Jesús Nazareno Cautivo de Monsefú, La Cruz de olmos, Cristo Yacente de Chiclayo, Purísima Concepción de Túcume, Señor Cautivo de Pedregal, Cruz de Palo blanco. A las ocho de la noche la Cruz de Yanahuanca y la Cruz de Motupe, era paseada en hombros por el parque principal de la Ciudad. En ese trayecto fueron recibidos por el Alcalde de Motupe. Este recorrido expresaba claramente que las dos cruces eran hermanas, la gente muy feliz aplaudía el hecho. Al contemplar a las dos imágenes por aquellas avenidas muchas personas comentaban que al fin las hermanas estaban juntas, alegrando a sus pueblos unidos en un solo corazón. Este peregrinar religioso iba desencadenando en la multitud: llantos, aplausos, conversaciones y otros. Los más antiguos pobladores decían ella es su verdadera hermanita, que lindo que hoy este acá, gracias hermanos de Penachí. Pasado una media hora la Cruz fue colocada en el atrio principal, frente a la multitud, para la misa respectiva. Terminada la misa la cruz fue trasladada al interior de la Iglesia. Allí permaneció en su andas hasta el otro día, porque un irrespetuoso e irresponsable sacerdote se acerco a los Penachís y les prohibió que lo bajaran para colocarlo al lado de su hermana. Este hecho desencadeno incomodidad en los Penachís, pues el mal padre les habría dicho que no se podía bajar
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la cruz y menos acompañado con la Banda de Músicos, este habría profanado: ¡No!, ¡Aquí no valen sus costumbres, no están en su tierra! Los Penachís que eran pocos [Por qué así lo determinaron, solo los que cargaban la cruz podían entrar], no dijeron nada, solo decían “no estamos en nuestra tierra” que vamos hacer, la Cruz entenderá. 05 de agosto. Los Penachís seguían ahí cuidando su Sagrado Madero, un poco incómodos con algunos representantes de la hermandad que los había tratado mal. Las horas transcurrían los que estaban fuera preguntaban por la Cruz. A las diez de la mañana aproximadamente, empezaron a salir las imágenes, en hombros de sus fieles. El primero fue la Cruz de olmos. Luego estaba la Cruz de Yanahuanca, los Penachís estando en el lugar anunciaron la partida para las 12 del medio día. A algunos miembros de la hermandad poco les importo, uno que otro decía que esperemos coordinaciones para que hagan el anuncio respectivo, mientras la feligresía escuchaba atenta la misa en honor a la hermana de la Cruz de Yanahuanca.17 Terminada la misa, siendo a las doce y cincuenta de la tarde se movió el andas de la Cruz de Yanahuanca. En hombros de sus fieles este sagrado madero se conducía a la Iglesia para despedirse de su hermana que estaba echadita en el lugar de siempre y siendo adorada por miles. A la una de la tarde hacia su despedida respectiva, la música de los instrumentos de la banda era sentimental acorde con la despedida, un mar de gente dejo salir sus lagrimas, algunos Penachí también lloraron. La gente hermosa de Motupe y de otros lugares alzaba su mano de manera rítmica y triste diciendo adiós linda Hermana de nuestra Cruz de Motupe. Gracias una vez más por traerla. En el recorrido por el parque todos los fieles querían adorar a la Cruz de Yanahuanca, los miembros de la hermandad de Motupe habían negado la compañía de la banda de músicos; pero los gritos de la gente banda, banda, hizo que ellos le den el lugar que le corresponde a esta Cruz. La Cruz de Yanahuanca recorrió las principales avenidas en hombros de muchos fieles entre Penachís, Motupanos y de otras zonas que allí estaban celebrando la fiesta en honor a la Cruz de Motupe. La multitud acompaño a la Cruz hasta la panamericana. Luego sin banda de músicos fue trasladada la Cruz hasta palo blanco. En este lugar un sinnúmero de fieles adoraron a la Cruz. Luego partió rumbo a su lugar Penachí, para luego ir a su Gruta.
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Narraciones extraordinarias de Isaías Carlos Carlos. Hilaria Mendoza. Marianito De La Cruz, entre otros.
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