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CONSEJOS DE SALUD

Por: Despres, Cliff Health Science Center que, especialmente para las personas que no están muy en forma, o que no pueden hacer ejercicio pesado, las sentadillas son una opción muy útil”. Así es: a aquello de ponerse en cuclillas y volverse a parar una y otra vez se le ha descrito como una forma de ejercicio “inteligente” pues “reta al cerebro” y así, lo beneficia. “Lo mejor de hacer sentadillas -explica el científico- es que cuando te pones de pie, estás yendo en contra la gravedad; cuando bajas, trabajas con la gravedad”. “Lo que sucede es que el flujo sanguíneo al cerebro oscila hacia arriba y hacia abajo repetidamente mientras las haces, y es ese cambio de flujo lo que creemos que estimula el endotelio vascular, el revestimiento interno de los vasos sanguineos, a suministrar más sangre al cerebro”. Como mínimo, Bailey recomienda hacerlas durante tres minutos, tres veces por semana. Cuenta que cuando hacen las mediciones que les indican cuán rápido entra la sangre en el cerebro en voluntarios que han hecho sentadillas durante un mes, 4 a 5 veces al día, 3 a 4 veces a la semana, ven mejoras.

“Tenemos 7 sentidos, y los 5 más conocidos son los menos importantes.- Mientras lees estas líneas, ¿cómo está tu cuerpo? ¿erguido o encorvado? Y tu rostro, ¿está relajado o tienes el ceño fruncido? Nuestra postura y nuestro rostro envían importantes señales a nuestro cerebro, y es una información a la que nuestro cerebro responde, según explicó la neurocientífica española Nazareth Castellanos, investigadora del Laboratorio Nirakara-Lab, cátedra extraordinaria de la Universidad Complutense de Madrid.

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“Desde una perspectiva evolutiva, hemos desarrollado cerebros realmente grandes, cuya manutención es especialmente costosa”.

“Si yo tengo una cara enfadada, el cerebro interpreta que esta cara es propia de enfado y por tanto activa mecanismos de enfado”, afirmó Castellanos. De la misma forma, “cuando el cuerpo tiene una postura propia de estar triste, el cerebro comienza a activar mecanismos neuronales propios de estar triste”. Nuestro cerebro interactúa con el resto del cuerpo en muchas más formas de las que se pensaba. Y es que “no tenemos solo cinco sentidos, sino que tenemos siete”, señaló la científica. Y los cinco sentidos más conocidos, el gusto, el olfato etc, “son para el cerebro los menos importantes”. Nazareth Castellanos habló obre cómo influyen en el cerebro la postura y las expresiones del rostro, cuál es el poder de una sonrisa, y qué hacer para aprender a escuchar “los susurros del cuerpo”. Comentarios al email de salud. lasamericasnewspaper@yahoo.com

Barcos y buzos estadounidenses siguen buscando restos del globo derribado frente a la costa de Carolina del Sur, En las últimas semanas, las fuerzas armadas estadounidenses derribaron cuatro objetos no identificados que volaban sobre los cielos de América del Norte.

Un senador incluso describió los hechos como “nada menos que una locura”. El portavoz del Departamento de Defensa de EE.UU., John Kirby, tuvo que aclarar que “no hay indicaciones de que se trate de actividad extraterrestre”. También remarcó las diferencias entre el primer objeto chino -que Pekín reconoció como uno de sus globos meteorológicos y negó que fuera un dispositivo de espionaje- y los tres más pequeños que fueron derribados después, cuyo origen se desconoce. Kirby especificó que el primero estaba siendo “claramente controlado y maniobrado”, mientras los otros tres carecían de sistemas de propulsión y se movían con el viento de una mane- ra menos predecible. Aclaró además que estos últimos no tienen por qué ser necesariamente globos espías “como lo era el primero”, según las autoridades estadounidenses. Y justificó su derribo al considerarlos una potencial amenaza para el tráfico aéreo civil al volar a una altitud similar a la de muchos aviones. En todo caso, sigue habiendo muchas preguntas sin respuesta. Esto es lo que sabemos y lo que aún no sabemos. Un gran objeto de gran altitud fue visto el 28 de enero cuando pasaba sobre las islas Aleutianas de Alaska, un archipiélago en el norte del océano Pacífico entre EE.UU. y Rusia. Luego fue rastreado al ingresar al espacio aéreo canadiense antes de emerger sobre el estado de Montana, en el oeste de EE.UU. El 1 de febrero, la atención del público se centró por primera vez en el objeto que volaba a gran altitud después de que los sorprendidos residentes de la ciudad de Billings, que ya había cerrado su aeropuerto local, tomaran fotografías del objeto. Montana, un estado escasamente poblado, alberga uno de los tres campos de silos de misiles nucleares en el país, y las autoridades dijeron que el objeto era un presunto globo de vigilancia chino que parecía estar monitoreando sitios sensibles en la región. Las autoridades señalaron que el objeto tenía más de 60 m de altura y estaba equipado con múltiples antenas, paneles solares y equipos de vigilancia capaces de interceptar las telecomunicaciones. Pero los funcionarios al principio se negaron a derribarlo debido a las preocupaciones sobre el daño que podría causar la caída de escombros, por lo que se permitió que sobrevolara a la deriva a través de EE.UU. continental durante días. Los equipos de recuperación recolectaron algunos escombros y están utilizando botes y minisubmarinos para poder recoger más equipos del globo, que está sumergido aproximadamente a 14 m bajo el agua. China negó que el globo fuera usado para espiar e indicó que era un dispositivo de monitoreo del clima que se desvió. La destrucción del globo “violó gravemente la práctica internacional”, señaló Pekín, y agregó que se reservaba el derecho “de utilizar los medios necesarios para hacer frente a situaciones similares”.

Pero hasta ahora, el gigante tecnológico parece estar dando la respuesta equivocada. Un anuncio diseñado para presentar su nuevo chatbot de IA, llamado Bard, muestra cómo responde incorrectamente una consulta. Las acciones de la empresa matriz, Alphabet, se desplomaron más del 7% el miércoles, eliminando US$100.000 millones del valor de mercado de la empresa. En la promoción de Bard, que se lanzó en Twitter el lunes, se le preguntó al chatbot qué decirle a un niño de 9 años sobre los descubrimientos del telescopio espacial James Webb. Bard respondió que el telescopio fue el primero en tomar imágenes de un planeta fuera de nuestro sistema solar, cuando de hecho ese hito fue reclamado por el Telescopio Muy Grande (VLT) del Observatorio Europeo Austral en 2004, un error que rápidamente notaron los astrónomos en Twitter. “¿Por qué no verificaste este ejemplo antes de compartirlo?”, escribió en un tuit Chris Harrison, investigador de la Universidad de Newcastle. Los inversionistas también quedaron decepcionados por una presentación que hizo la empresa sobre sus planes para implementar inteligencia artificial en sus productos. Google ha estado bajo presión desde fines del año pasado, cuando OpenAI, con el soporte de Microsoft, presentó el nuevo software ChatGPT. Rápidamente se convirtió en un éxito viral por su facilidad para aprobar los exámenes de las escuelas de negocios, componer letras de canciones y responder otras preguntas. Microsoft dijo esta semana que una nueva versión de su motor de búsqueda Bing, que se ha quedado atrás de Google durante años, usará la tecnología ChatGPT en una forma aún más avanzada. Aunque los inversionistas han aceptado el impulso de la inteligencia artificial, los escépticos advierten que apresurar la tecnología aumenta los riesgos de errores o resultados sesgados, así como los problemas de plagio. Un portavoz de Google señaló que el error resalta “la importancia de un proceso de prueba riguroso, algo que estamos comenzando esta semana con nuestro programa Trusted Tester”. “Combinaremos comentarios externos con nuestras propias pruebas internas para asegurarnos de que las respuestas de Bard cumplan con un alto nivel de calidad, seguridad y rotundidad en la información del mundo real”, agre- gó. El mes pasado, Alphabet eliminó 12.000 puestos de trabajo, aproximadamente el 6% de su fuerza laboral en todo el mundo, en medio de despidos en varios de los principales gigantes tecnológicos. A pesar de los errores y carencias que aún existen, la capacidad ya demostrada por el programa, y su potencial para mejorar a largo plazo, despierta no solo admiración, sino también temores. Basta con mirar la cantidad de reseñas que asocian ChatGPT con la palabra “amenaza”. Muchos sienten que el programa parece demasiado convincente al imitar el habla de un ser humano y prevén la aparición de problemas.

Por: John Albarenga Sports Editor/ Las Américas Newspaper

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