1 minute read

REFLEXIONES DEL El Rincón del Buen Sabor

Sin embargo estoy tan desconcertada como tú, ya no se nada igual que tú, el mundo se me ha venido encima al igual que a ti. Escondes tu rostro entre las manos y explotas en llanto, un llanto quedo que desgarra el corazón y que deja salir toda tu desesperación; no puedes más y es entendíble han sido muchas cosas, muchos eventos desafortunados, pérdida de seres querido, noticias desgarradoras, desilusiones, decepciones… quisiera consolarte, poder decirte tantas cosas pero no puedo, las palabras no salen mueren antes de nacer. Por un momento me derrumbo junto contigo y solo puedo llorar junto a ti, vuelves a abrazar a tu niña interior con fuerza, mientras tu mirada se clava en algún punto en medio de esa obscuridad; con la voz entrecortada por los sollozos me preguntas cuando fue que comenzó todo, me dices que no te diste cuenta de nada, me dices que, que no sabes cuando se te escapó todo de las manos, cuando se comenzó a formar esa bola de nieve que al deslizarse cuesta abajo fue haciéndose cada vez más y más grande y a su paso arrasó con todo lo que habías construido, con todo en lo que creías. Pensaste que todo lo hiciste bien a pesar de que todo estaba en contra, a pesar de todo aun conservabas la fe… mirabas tu obra y te sentías orgullosa. Hoy el dolor es insoportable, te sientes rota, incompleta, vacía… para donde volteas sólo destrucción encuentras. Hoy, solo un hilo te sostiene y no te deja traspasar esa frágil línea entre la razón y la locura, te aferras a él con fuerza temiendo poner a prueba su resistencia, tratas de no tensarlo, sabes que cuando ese hilo se rompa, tu caída al abismo del que estás al borde y del que sólo un pequeño paso te separa, será inminente. Dame tu mano, yo la sostendré, tengo que ser fuerte, por ti, por mi y por esa niña que te afanas tanto en proteger. Ahora, solo sé decirte que tienes todo el derecho de llorar, de gritar, de rebelarte, pero a a la vez tienes que ayudarme a ayudarte; tienes que reconstruirte, alejarte de a poco del abismo que extiende sus brazos hacia ti, que te llama que quiere envolverte en su fatal abrazo, que reclama tu cordura, tu vida, la poca fuerza que aun te queda, que quiere tu voluntad.

Advertisement

This article is from: