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Año 1, Número 0. Mayo 2016

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Índice

A 63 años de la fundación ACPE Rogelio Sandoval.............................................................4 Petición para el Senado de la República Rafael Tortajada Rodríguez...........................................8 Sufragistas en Colima (1950 – 1953) Mirtea Elizabeth Acuña..................................................10 Yo fui soldadera, Una Adelita de verdad Cuquita de Anda.............................................................15 El Silencio Roberto Godínez Soto...................................................17 Evolución del Idioma J. R. Cuauhtémoc Acoltzin............................................19 La Secretaria de Educación en Colima y su historia Julio Alberto León Pérez..............................................20 ¿Sexo y género en las palabras? Teresa Valdés Betancourt............................................22 Gurú Constancio en Colima Isabel Valencia..............................................................24

Foto: Karen Pérez - Imagen de dominio publico. Parte del proyecto Insects Unlockd en The University of Texas at Austin.

Editor: Miguel Delgado

RINCON DE LA POESIA

Coordinador de Contenido: Rafael García

Eres Colima José Antonio Castrejón...............................................26

Fotografía de portada: www.freepick.com

Ingratitud Jorge Cruz Flores Peña................................................27

Revista de la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores, A. C.

El Venado Jorge Cruz Flores Peña................................................28

Las fotografías e imágenes utilizadas son propiedad de los colaboradores y de: www.flickr.com www.gratisgraphy.com www.freepick.com www.pinterest.com

Diálogo con la Luna Jorge Cruz Flores Peña................................................29 El Crisantemo José Alberto Peregrina Sánchez...............................30

Los artículos son responsabilidad de las y los autores. La Luciérnaga

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Foto: “Los Colosos”, de Presagio / Flickr.com

Editorial La Asociación Colimense de Periodistas y Escritores (ACPE) es una agrupación cultural, que pugna por la libre expresión del pensamiento verbal y escrito, la defensa de los derechos de sus asociados, estableciendo como norma el anhelo de mantener unidad y cohesión entre sus agremiados.

ralidad, honestidad, integridad, perseverancia, congruencia y de profundo respeto al oficio de escribir como vocación única para buscar, crear y libremente deferir ideas en el legítimo afán de generar aportaciones críticas a la mejora social. La Luciérnaga es una publicación espléndida que brilla e impacta en el ámbito literario, cultural, artístico, educativo y de formación ciudadana, que tiene un nombre muy apropiado, pues genera el brillo de las ideas en quienes tenemos el honor y el placer de leer los diferentes artículos y reportajes de gente tan prestigiada .

Fundada en enero de 1953, con otra denominación, la actual Asociación Colimense de Periodistas y Escritores, cumplió más de 60 años agrupando a mujeres y hombres destacados, cada cual en su quehacer, periodistas y escritores, gente caracterizada por su ejemplo de trabajo, plu-

Dr. Miguel Delgado Álvarez Presidente de la ACPE

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A 63 Años de la Fundación de la ACPE Por: Rogelio Pizano Sandoval * Al cumplirse 63 años de haber sido fundada la Sección 31 del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa, antecedente de la ACPE, pergeño ésta líneas a modo de nota introductoria para comentar brevemente la razón fundamental de dar a conocer la Historia de la ACPE y sus 23 presidentes, incluyendo a las 57 soberanas de los periodistas de la localidad, lo que se debió, gracias a la visión y el entusiasmo de un grupo abigarrado de jóvenes y hombres maduros que tenían entre sí un común denominador: la amistad y el compadrazgo, con lo cual lograron hacer que esta nueva organización periodística tuviera un indiscutible prestigio que permanece hasta nuestro días.

seguido se procedió a la elección del primer comité ejecutivo, quedando integrado así: Secretario General: Roberto Cárdenas Merín; de Actas y Acuerdos, Macario Barbosa Galván; del Interior, Roberto Pizano Saucedo; del Exterior, Melesio Gómez López; de Trabajo, Vicente Venegas Rincón; de Legislación, Ismael Aguayo Figueroa; de Prensa y Propaganda, Gregorio Macedo López; de Finanzas, José Cayetano Zepeda; y de Delegaciones, Nicolás del Toro. La Comisión de Honor y Justicia la integraron: Víctor de Casso Ocampo, Miguel Rodríguez Rodríguez y Pablo González Escobar; la de Administración: Genaro Hernández Corona, Miguel Carrillo Jiménez y Gustavo Bataller Alatorre; la de Trabajo y Festejos: Roberto Vázquez López, Rodolfo Martínez Benavides y Melitón de la Peña.”

De ello se habla en un artículo denominado “Los primeros pasos de nuestra agrupación” publicado en una de las Luciérnagas, la revista oficial de los socios de la ACPE, el profesor y licenciado Roberto Cárdenas Merín, quien reseña de manera precisa la fundación de la Secc. 31 del SNRP y que inicia así: “Aquella tranquila noche del lunes 26 de enero de 1953, cuando un puñado de aficionados al periodismo, junto con algunos que pudieran considerarse profesionales en la materia, nos reunimos en memorable asamblea, para constituir una sección más del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa, con cuya representación estuvo el combativo periodista Gustavo D. Cañedo, director de la “Voz de Sinaloa”, representando a su vez al gobernador del Estado, Gral. J. Jesús González Lugo, el profesor Ricardo Guzmán Nava, director de Educación Pública, habiendo ocurrido lo anterior en el salón de la planta alta del Hotel Casino, que daba al frente del Jardín Libertad.

El 2 de febrero, en solemne sesión-cena efectuada en el restaurante “Chapultepec”, el secretario General del SNRP, Antonio Flores Mazari, tomó la protesta de rigor a los directivos seccionales externando además palabras de estímulo para el periodismo provinciano, condenando a quienes se alejen de su honrada misión constructiva y hacen de la libertad de expresión un comercio ilícito. Acompañando a Flores Mazari estuvieron en el acto, el licenciado Flavio Aguirre Cárdenas, Presidente del Centro de Periodistas Mexicanos; Anselmo Delgado, Presidente de la Asociación Mexicana de Fotógrafos de Prensa; Rubén Pabello Acosta, Director del Diario de Jalapa; Emilio López Torres, Director del Diario de Acapulco; Jorge Cabrera y Jesús García Rojas, camarógrafo y redactor del “Noticiero Universal”; Luis Campomanes, Secretario de Secciones de la Zona 3 y Carlos Pizano y Saucedo, Secretario de Actas de la Sección 4, de Guadalajara, Jalisco, con cuyo auxilio y dirección se logró poner en marcha nuestra Organización. Correspondió a Genaro Hernández Corona dar la bienvenida a los visitantes, en tanto que el gobernador González Lugo ofreció el convivio, deseando grata estancia en Colima a los colegas.” Así, pues, nuestra Agrupación estaba formada y encauzada para seguir el camino que el destino le tenía reservado, siendo sus artífices Carlos y Roberto Pizano Saucedo, en cuyo domicilio particular de Obregón 183 se fraguó sus alcances, su estructura y sus estatutos (que aparecen en el apéndice de éste libro), junto con sus amigos y compadres inseparables, Roberto Cárdenas Merín, Ismael Aguayo Figueroa, Vicente Venegas Rincón, Gregorio Macedo López y Melesio Gómez López, principalmente, quienes fueron además los primeros cinco dirigentes de ésta naciente organización periodística, con excepción del último de los mencionados.

Tras conocer las principales disposiciones estatutarias, --sigue relatando Cárdenas Merín-- decidimos formar parte de SNRP y acto

“Fue pues, fundamental, el importante papel que jugó Carlos Pizano y Saucedo, en reunir y congregar a los incipientes periodistas de la localidad para fundar ésta nueva organización periodística, lo que se le facilitó, porque él había sido anteriormente presidente de la Unión de Periodistas Colimenses.” La Luciérnaga

Fue pues, fundamental, el importante papel que jugó Carlos Pizano y Saucedo, en reunir y congregar a los incipientes periodistas de la localidad para fundar ésta nueva organización periodística, lo que se le facilitó, porque él había sido anteriormente presidente de la Unión de Periodistas Colimenses en 1949, organización fundada el 24 de septiembre de 1931 por el Gobernador Salvador Saucedo, que la presidió

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honoríficamente; siendo Felipe de Jesús Velasco, su primer Presidente; Eduardo Herrera, Secretario General; Andrés García, Tesorero; y Luis G. Sánchez, Aniceto Castellanos y Miguel M. Madrid, los vocales; sumándose inmediatamente después, el doctor Miguel Galindo, que luego la presidió también, los cuales sesionaban en la antigua Hacienda de la Albarrada; por lo que se puede colegir, que la Unión de Periodistas fue a su vez, el antecedente de la Sección 31 de SNRP. Por ello, Carlos Pizano y Saucedo viajó constantemente a Colima, desde la Perla Tapatía, siendo Secretario de Actas y luego, Secretario General de la Sección 4, del SNRP de Guadalajara, Jal., para reunirse con quienes a la postre resultaron los fundadores de esta nueva agrupación periodística, logrando convencerlos de las ventajas y conveniencia de colegiarse y erigirse en la Sección 31 del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa en Colima.

Socios fundadores de la Secc. 31 del SNRP, en reunión celebrada en la planta alta de Hotel Casino. Sentados: J. Cayetano Zepeda Meléndez, Macario Barbosa Galván, Ricardo Guzmán Nava, (representante del Gobernador del Estado), Gustavo B. Cañedo (Enviado del (S.N.R.P.) Roberto Cárdenas Merín, Nicolás del Toro Frías, Roberto Pizano Saucedo, Miguel Carrillo Jiménez, DE PIE: Carlos Manuel Zepeda Rosas, Pablo González Escobar, Gil Ortega Lozano, José Gaitán Moreno, Gustavo Bataller Alatorre, Ismael Aguayo Figueroa, Rodolfo Martínez Benavides, Melesio Gómez López, Vicente Venegas Rincón, Gregorio Macedo López, Genaro Hernández Corona, Roberto Vázquez López y Miguel Rodríguez Rodríguez.- (LUNES 26 DE ENERO DE 1953) Foto tomada por Víctor de Casso Ocampo, también fundador de la agrupación. Colecc. Part. Rogelio Pizano.

Esa es la razón fundamental de que aparezca también la biografía de Carlos Pizano y Saucedo, mi querido e inolvidable tío, en esta modesta obra editorial “ La ACPE y sus presidentes”, y por haber sido catalogado por muchos personajes, como el mejor periodista colimense de la segunda mitad del siglo pasado, aseverado y confirmado en voz de Goyo Macedo, en un homenaje póstumo que se realizó en la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima, tiempo después de su sentido fallecimiento, acaecido en 1997 y publicado en el periódico “El Comentario”.

“El primer aniversario de la fundación de nuestro gremio se conmemoró con un baile en Palacio de Gobierno con los siguientes precios: Admisión caballeros $10,00 pesos; estudiantes $5.00 pesos; reservado de mesa $5,00 pesos, siendo amenizado por la orquesta de Arturo Gudiño”.

Mi tío Carlos, escribió en uno de sus libros y me comentó en corto, en varias ocasiones, que fueron sus tutores o maestros y les debía gran parte de su formación como periodista, a don Eduardo Herrera Manríquez, progenitor de Lalo Herrera; a José Roberto Levy Rendón, padre de nuestros estimados amigos y consocios Pepe y Roberto Levy Vázquez y al profesor Ambrosio Farías, papá de mi amigo Juan José Farías, autor de “Guillotina”, que aparece publicada dos veces por semana en la sección editorial del Diario de Colima y en el que la mayoría de los socios de la ACPE hemos colaborado, habiendo sido algunos de ellos, directores de ése importante rotativo, como Luis Arvizu Negrete, Roberto Pizano Saucedo y Nahúm Bernal Ortiz.

lindo 201, el 30 de marzo de 1953, tratándose importantes asuntos, entre ellos participar en la semana dedicada al Padre Hidalgo, con motivo del bicentenario de su natalicio, siendo tal participación, con un programa radiofónico por la XERL, el cual se efectuó el 4 de mayo, interviniendo el suscrito, con una exposición de motivos del acto; Goyo Macedo, con una magnífica declamación y Melesio Gómez López, con palabras de homenaje al Padre de la Patria; el resto del programa fue cubierto con la actuación de la compositora Guillermina Ahumada Padilla, que interpretó algunas de sus gustadas melodías, acompañada del conjunto de cuerdas “Los trasnochadores” y la cantante Ana María Sosa.”

Mientras que otros consocios, han sido colaboradores del Ecos de la Costa, que dirigió por espacio de muchos años, Goyo Macedo y recientemente, Ernesto Terríquez Sámano o del Noticiero, cuyo propietario Carlos Valdés, les ha brindado la oportunidad a varios compañeros de la ACPE, al igual que Roberto Levy, lo ha hecho en la radiodifusora XERL. Al profesor y abogado Roberto Cárdenas Merín, le tocó el alto honor de pasar a la historia, como el primer secretario General de la Secc. 31 del SNRP y al transformarse en la ACPE, el 30 de noviembre de 1968, volvió a presidirla nuevamente. Sobre lo anterior, Cárdenas Merín, relata lo siguiente: “Nos propusimos sesionar mensualmente y que tales sesiones se efectuaran en los propios domicilios de los miembros, a falta de un local especial, independientemente de que el anfitrión obsequiaría una cena para amenizar el acto. Y fue así como al que esto escribe le correspondió la primera, que tuvo lugar en doctor Miguel Gawww.acpe.org.mx/colima

Siguiendo la ruta trazada, continuamos reuniéndonos en los domicilios de Roberto Pizano Saucedo, Ismael Aguayo Figueroa, Melesio Gómez López, José Cayetano Zepeda y otros, agregando también a

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nuestra actividad excursiones con nuestras familias, a diversos lugres del Estado. Hay que recordar la primera y única corrida de toros en la plaza Almoloyan el 11 de octubre. Y la primera posada, el 19 de diciembre de 1953, en la casa de Doña María Ahumada de Gómez, que después siguió siendo nuestra sede oficial, en donde apareció el primer número de “El Posadero” (que aparece en el apéndice de éste libro), siendo una velada en la que se hizo derroche de alegría y del mejor buen humor; el Marqués, Manuel Sánchez Silva, hizo la narración de ella en una de sus gustadas viñetas de Diario de Colima, intitulándola como “Una posada inolvidable.”

“Con el apoyo de todos los socios, con la rifa de un vehículo y la venta del terreno de “El Real”, se construyó la primera etapa de la Casa del Periodista, durante la gestión de Trinidad Lepe Preciado, siendo inaugurada por la Gobernadora Griselda Álvarez, el 18 de noviembre de 1983.”

El primer aniversario de la fundación de nuestro gremio se conmemoró con un baile en Palacio de Gobierno con los siguientes precios: Admisión caballeros $10,00 pesos; estudiantes $5.00 pesos; reservado de mesa $5,00 pesos, siendo amenizado por la orquesta de Arturo Gudiño y eligiéndose durante el mismo a nuestra primera soberana que fue la señorita Hilda Govea, habiendo competido además en esta justa las guapísimas Mónica Brizuela, Martha Campos, Bertha Silva y Alida López.” Qué tiempos aquellos….

quien sólo estuvo al frente por quince meses. Finalmente, fue electo Miguel Delgado Álvarez, para el período 2015-2017.

Desfilan en este libro, durante el período que abarca poco más de doce lustros, nombres conocidos por todos los colimenses. Hombres y mujeres de bien, destacados maestros y profesionistas; exitosos abogados y empresarios; valiosos cronistas, poetas e historiadores; ejemplares servidores públicos y periodistas e importantes políticos, de la segunda mitad del siglo pasado, que habrán de reconocer los pacientes lectores, sobre todo, en las fotografías que ilustran esta obra editorial.

Cabe mencionar que de éste importante grupo de periodistas adheridos a la ACPE, algunos de ellos formaron parte del denominado grupo político “Los compadres”, que lideró con gran acierto Roberto Pizano Saucedo, mi querido progenitor, entre los que se encontraban Ismael Aguayo, Roberto Cárdenas Merín, Andrés Martínez García, Ernesto Terríquez Sámano y Vicente Venegas Rincón, preponderantemente, los cuales tuvieron presencia y gran relevancia por más de tres décadas en importantes cargos públicos dentro del gobierno del Estado de Colima, en el Ayuntamiento de Colima y en distintas delegaciones federales, así como relevantes cargos de elección popular, habiendo logrado durante más de siete lustros, la dirigencia del PRI estatal en cuatro ocasiones; así como regidurías, diputaciones locales y federales y escaños en el senado de la República e incluso, aspirando al propio Gobierno Estatal en varias ocasiones.

En orden cronológico aparecen las biografías de Roberto Cárdenas Merín, que dirigió tres veces la Asociación. De Ismael Aguayo Figueroa y Vicente Venegas Rincón, en dos ocasiones. Gregorio Macedo López, Roberto Pizano Saucedo y Andrés Martínez García, una vez cada uno. Juan Oseguera Velázquez, dos veces. Nahúm Bernal Ortiz, una. Trinidad Lepe Preciado, en cuatro ocasiones. Ernesto Terríquez Sámano, Federico Rangel Fuentes y Roberto F. Levy Vázquez, una sola vez. Juan Delgado Barreda y Carlos Valdez Ramírez, fueron reelectos para un segundo periodo. Rogelio Pizano Sandoval, un periodo y Raúl Juárez Albarrán, dos. Lourdes Carrillo, una vez. Víctor Viveros Saldierna y Margarita Sato de Aguirre, dos periodos y Enrique López Gordillo, dos meses únicamente por enfermedad; Hugo Flores González, lo sustituyó por cuatro meses. Luego, Norma Gutiérrez Flores, fue electa para completar el período de López Gordillo, hasta el 2015, pero pidió licencia después de ocho meses, al ser nombrada funcionaria de la SEGOB y nuevamente, tomó la estafeta Hugo Flores, por tres meses, reasumiendo la presidencia Norma Gutiérrez,

A este proyecto político se adhirió el coronel y abogado Antonio Salazar Salazar, --quien en dos ocasiones se quedó en la antesala de la gubernatura de Colima--, y otros distinguidos militares como los Generales Rubén Nungaray y Miguel Egremy Grapain; y algunos comerciantes, empresarios y profesionistas, como Luis Covarrubias Chavarín, Agustín Cano, Jorge Pérez Cruz, José Orozco Gutiérrez, Teodoro Reyes Estrada, Juan José Gaitán y Eduardo Herrera García, así como los abogados Ramón Castañeda Bazavilbazo, José Puente Arellano y Héctor García Murguía; los ingenieros Roberto Solórzano y Filemón Cervantes; y periodistas como José Gaytán Moreno, Carlos Madrigal Sánchez y algunos otros, como Miguel Solórzano Torres, que luego se fue a radicar a la Perla tapatía y el profesor Felipe Rivera Ayala, que lo hizo a la ciudad de Puebla. Finalmente, éste grupo político se diluyó o casi desapareció, al arribar como gobernadora Griselda Álvarez en 1976, por haber sido don “Toño” Salazar y mi padre, sus principales contendientes por la gubernatura del Estado, y ella “cobijarse” con el Grupo “Universidad” comandado por Humberto Silva Ochoa y el Grupo “Manzanillo”, que encabezó hasta su muerte, el profesor Alberto Larios Gaitán. Ambos grupos políticos habían derivado del Grupo “Roblesmartinista”, que encabezó exitosamente en nuestra entidad el ingeniero Jesús Robles Martínez, quien fue el factótum de la política colimense, por casi cuatro décadas y al que Colima y los colimenses creo yo, le deben un homenaje. Algunos otros compañeros periodistas como Juan Oseguera, Goyo Macedo, y otros que eran maestros, gravitaron sobre la figura del profesor Ricardo Guzmán Nava, exrector de la Universidad Popular de Colima y prolífico autor colimense, que en dos ocasiones aspiró

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vehículo y la venta del terreno de “El Real”, se construyó la primera etapa de la Casa del Periodista, durante la gestión de Trinidad Lepe Preciado, siendo inaugurada por la Gobernadora Griselda Álvarez, el 18 de noviembre de 1983.

también a gobernar Colima sin conseguirlo y, finalmente, su sobrino, el doctor José F. Rivas Guzmán, estimable consocio y distinguido líder universitario, pretendió convertirse en candidato a gobernador durante el sexenio del Presidente Luis Echeverría, fracasando en su intento, pese a haber presidido la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, en septiembre de 1970, -- al igual que lo hizo mi querido progenitor en diciembre de 1957--. Y apenas el año anterior, tuvo el honor de ser propuesto en una terna por el H. Congreso del Estado, como gobernador interino, después de la anulación de la elección para gobernador del Estado, también sin conseguirlo. Al final del libro aparece la biografía de doña María Ahumada de Gómez, quien fue una mujer inteligente, valerosa y de ideas liberales que dio albergue y cobijo a los integrantes de la ACPE, en su domicilio particular de la calle Guerrero de ésta ciudad capital, convirtiéndose junto con su esposo, don Enrique Gómez, en anfitriones permanentes de los tundemáquinas locales y sus familias por espacio de muchos años.

Cordial y estrecha fue la relación que tuvieron los periodistas durante todo el sexenio de Elías Zamora Verduzco y cercana y grata, con el abogado Carlos de la Madrid Virgen, durante su mandato constitucional, asistiendo a veintitrés eventos culturales de la ACPE, cuando la dirigió con atingencia don Carlos Valdés, quien gestionó con el propio Ejecutivo del Estado, el Foro de la Casa del Periodista. Finalmente, se logró que se techara el Casino de nuestra organización, durante el periodo de Raúl Juárez, siendo gobernador Fernando Moreno Peña, quedando flamante, tal como aparece en la portada del libro. Con Gustavo Vázquez Montes, aunque breve su gobierno, por el infausto accidente aéreo en el que pereció, fue buena e inmejorable la relación amistosa sobre todo con los expresidentes de la ACPE. Con los gobernadores Francisco Velasco Curiel, Arturo Noriega y Griselda Álvarez y los dos últimos, Silverio Cavazos y Mario Anguiano, se tuvo solamente una relación meramente institucional y distante, en lo que mucho tuvieron que ver sus respectivos voceros.

Cabe subrayar la excelente relación institucional, que se ha tenido con la mayoría de los gobernadores del Estado, siendo algunos de ellos extremadamente generosos como el General J. Jesús González Lugo, quien durante su encargo gubernamental le encargó al ingeniero arquitecto Rodolfo Chávez Carrillo, el proyecto de la colonia del Periodista, obsequiándoles el 30 de abril de 1955 a la mayoría de los socios, lotes para que construyeran sus casas habitación, en dicha colonia, en el sur de la ciudad capital, por la avenida 20 de noviembre y luego se continuó con esa estrecha relación, con el propio Chávez Carrillo, durante todo su sexenio, asistiendo a las posadas, tertulias, cenas y bailes, organizadas por los periodistas.

Por otra parte, el amable lector podrá enterarse de la totalidad de miembros activos, socios honorarios y los que ya fallecieron, a lo largo de éstos 63 años, en la que figuran grandes poetas, cronistas, escritores e historiadores, algunos de los cuales son autores prolíficos que tienen editados más de una docena de valiosos e interesantes libros y fácilmente podrán identificarlos, en la parte final del libro. Esa es, en síntesis, la razón fundamental que me animó a escudriñar la hemeroteca que depende del Archivo Histórico de la Universidad de Colima y que por azares del destino, dirijo, por segunda ocasión y en donde obtuve toda ésta información valiosa para los amables lectores, para mis estimados consocios y para los acuciosos investigadores de la historiografía local.

El gobernador Pablo Silva García y el acalde de Tecomán Chón Rodríguez, les donaron un terreno en el balneario “El Real” que fue construido y terminado cuando Trinidad Lepe Preciado dirigía la ACPE, mismo que fue inaugurado por el Gobernador interino Leonel Ramírez García, el 31 de diciembre de 1973. De igual forma, en 1978 siendo alcalde de la Capital Roberto Pizano Saucedo, les donó el terreno en donde actualmente se erige el magnífico casino del Periodista y sus oficinas, que le fue entregado al profesor Juan Oseguera Velázquez, cuando era el presidente de la ACPE, en turno. Con el apoyo de todos los socios, con la rifa de un

Por todo lo anterior, afirmo, sin temor a equivocarme que la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores, A. C., la ACPE, es y seguirá siendo factor fundamental e indiscutible de la cultura y faro y guía de la libertad de expresión en Colima.

*Tomado de la introducción del libro de la Historia de los presidentes de la ACPE, de la autoría de Rogelio Pizano Sandoval, que se encuentra próximo a editarse, que incluye la fotografía histórica del 26 de enero de 1953.

Rogelio Efraín Pizano Sandoval Colimense nacido en 1952. Abogado por la UNAM, servidor público y promotor cultural. Ha realizado diversos diplomados y ha ocupado diversos cargos en la administración pública federal y estatal. Fue Secretario Privado de la Rectoría 2010 a 2013. Actualmente es Director del Archivo Histórico de la U. de C., por segunda ocasión. Es Presidente del Seminario de Cultura Mexicana, A.C., Corresponsalía Colima, miembro de la Sociedad de Estudios Históricos, de la Asociación de Cronistas y Pueblos de Colima y de la Sodetam. Fue colaborador de los periódicos Panorama y El Noticiero, del suplemento Perspectiva del Periódico Ocho Columnas, de Guadalajara, Jal., y de la Revista Cultura Administrativa del IAPEC. Durante ocho años colaboró semanalmente en el periódico “Diario de Colima” con su columna “Atalaya” y fue comentarista de la radiodifusora XERL, durante dos años. Ha sido orador y maestro de ceremonias en actividades solemnes de la Universidad de Colima y presentador, moderador y comentarista de diversos libros. Entre su obra publicada se encuentra “Una vida en el Servicio Público”, editado en 2012 por la U. de C., con prólogo del doctor en Derecho Sergio García Ramírez. Es autor del libro “La ACPE y sus presidentes” 1953 – 2016 próximo a editarse. Coautor del libro electrónico “24 de febrero: Bandera a media asta. Reflexiones en torno a la ausencia del gobernador Gustavo Vázquez Montes”, editado por la ACPE de la que fue presidente en Colima de 1997- 1999. www.acpe.org.mx/colima

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Petición para el Senado de la República Por: Rafael Tortajada Rodríguez En varios textos en que se refieren al peregrinar del Lic. Benito Juárez que tuvo que recorrer tantos lugares de nuestro sufrido país en busca de seguridad para su gobierno; lamentablemente pasan por alto que, la ruta histórica del Benemérito de la América, se inició en Colima a donde llegó la mañana del 23 de marzo de 1858; aquí fue atendido y protegido a la medida de sus posibilidades. De aquí mismo envió una carta a los gobernadores liberales haciéndoles saber sus planes a futuro y les explica la necesidad imperante de abandonar este Estado para asentar su gobierno en Veracruz, ya el gobernador de esa Entidad Federativa Manuel Gutiérrez Zamora lo había invitado. Posteriormente y viajando en el barco John L. Stephens llegó al estrecho de Panamá, lo atravesó en un pequeño ferrocarril de vía angosta que ya existía desde 1855, de ahí a Nueva Orleans y luego hasta la Habana de donde ya enfiló su ruta al puerto jarocho y aposentado y seguro en ese lugar, pudo gobernar con más seguridad. Existe ahí algo singular, el presidente Juárez inauguró el Registro Civil llevando en brazos a su pequeña hija Gerónima Francisca; este hecho histórico sucedió 2 años, 5 meses y 3 días después de que saliera a la luz eso mismo en Colima. Los textos de las actas son idénticos, se me ocurre pensar que un tanto de las diversas actas que ideó Filomeno Medina fueron puestos en manos del presidente a su paso por esta. En el Registro Civil del municipio de Colima, existe la inscripción en el Libro 1 Acta 1, la defunción de la señora Ma. de Jesús Dávalos, fallecida en Lo de Villa el mes de mayo de 1858. Espero que esta misiva de un modesto cronista de provincia tenga la fortuna de ser leída por quien corresponde. La Luciérnaga

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Lo anterior es motivado por un elegante tomo que editó esa H. Cámara de Senadores celebrando los 200 años de la Independencia y 100 de la Revolución (Recintos parlamentarios), en el apartado respectivo mencionan la casa de Juárez en Saltillo y el Colegio Guadalupano Josefino de San Luis Potosí, son nombres que adornan el refinado texto conmemorativo y nuevamente se olvidan de la ciudad donde vivió uno de los hombres más importantes de nuestra historia. Esta capital colimense fue fundada el 20 de enero de 1527 aunque con otro nombre y ha subsistido a través de tanto castigo que recibió con sucesos históricos.

Rafael Tortajada Rodríguez. Llego a Colima en el año de 1985 como gerentes de ANAGSA. Posteriormente me fui incursionando en aspectos históricos de Colima, hecho que me dio el privilegio de ser presidente de la Sociedad Colimense de Estudios Históricos así como también con el mismo cargo del Club de Leones de Colima. En el terreno académico desempeñé el honroso puesto de Cronista de los municipios de Colima y Villa de Álvarez. En la ACPE tomé protesta honrosamente en unión de la egregia maestra Griselda Álvarez. Desde hace poco más de diez años fui favorecido con el nombramiento de Cronista Legislativo. www.acpe.org.mx/colima

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Sufragistas en Colima (1950 – 1953) Por: Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda Hablar del sufragio femenino como hecho histórico tiene relevancia social e implicaciones políticas, sin duda, la participación de las mujeres en la política marca una ruptura con el pasado que, en la década de los años cincuenta se concretó en México; la acción en el espacio político es trascendental, pues se refiere a la toma de decisiones, que se refleja en la distribución de bienes de una sociedad, que conlleva el ejercicio del poder e implica militancia o activismo político.

En México, el derecho al voto de la mujer no se obtuvo de modo uniforme en todas las entidades políticas, por lo que aquí se restringe al estado de Colima y se plantea una pregunta histórica, acerca de cuál era el contexto histórico de mediados del siglo XX, una etapa de transformación social y política, cuando en 1953 las mujeres logran el derecho al voto.

cuela Gregorio Torres Quintero, se celebraba misa, disfrazada de reunión de mujeres dedicadas a coser y tejer (Fernández, entrevista 2004). En Colima los liberales y masones mantenían un amigable abrazo con la Iglesia, “casi la totalidad de ellos fueron devotos católicos” (Aguayo, 1973: 66) e inscribían a sus hijos e hijas en escuelas católicas, sus esposas pertenecían a una cofradía o asociación y sus hijos cursaban estudios en el Seminario. La Universidad de Colima se fundó en 1947 sobre las bases de la Normal Mixta, pero se consolidaría hasta el segundo tercio del siglo XX (U de C, 2013), por lo que se puede suponer que las profesoras de las normales pública y privada fueron la punta de lanza del sufragismo colimense.

La acción en pro de este derecho ciudadano se manifestó en México, desde el siglo XIX, pero el antecedente más importante es del 12 de diciembre de 1916, cuando Hermila Galindo de Topete subió a la tribuna del constituyente y propuso otorgar el voto a la mujer (Cruz, 2007)(1); no obstante sería hasta 37 años después, en 1953, cuando desaparece el obstáculo legal que impedía la participación política de las mujeres en todos los niveles de gobierno del país.

Desde la perspectiva histórica, las colimenses no podrían definirse como sufragistas, durante la primera mitad del siglo XX, pero sin lugar a dudas, ellas entendían de sus derechos como ciudadanas y su actuación preparó el terreno para las mujeres que si lucharían por el sufragio femenino; ya que las colimotas fueron muy activas y a pesar de exigir su participación pública como ciudadanas y no enarbolar la bandera sufragista, su activismo adquirió formas que se denominan “pre-sufragistas”, ya que la participación de las mujeres va más allá de la lucha por el derecho al voto.

En ese tiempo, Colima aún vivía en un ambiente representativo del sistema de orden y progreso porfirista, que Velázquez (1949) describe como patriarcal, en su acepción de autoridad que se ejerce sin dureza, con sencillez y benevolencia; se vivía una situación que con escasos cambios perduraría hasta bien mediado el siglo pasado, gracias a la vinculación interfamiliar social y política que desarrollo una identidad provinciana conservadora. No obstante, las colimenses se habían formado en medio de los enfrentamientos liberales y conservadores que complejizaron el contexto social, con una ambigüedad tal, que no puede decirse que hubiese una división de las clases sociales, sino más bien entre las personas y entre las familias; se convivía en un ambiente contradictorio de un liberalismo recalcitrante a un catolicismo casi rayano en el fanatismo. En Colima, una hermana del gobernador liberal Miguel Álvarez (1919 a 1923), “consiguió permiso especial para tener en su hogar Oratorio Pontificio durante la rebelión cristera” (Álvarez, 1992: 20) y en una casa vecina al cuartel militar, hoy es-

Activismo se entiende como la intención de efectuar un cambio de índole social, en ese sentido, las colimenses se integraron y defendieron los principios que sustentaban la organización a la que pertenecían, en el Colima de la primer mitad de ese siglo, se hablaría de cristeras y socialistas; pero a la vez, el activismo implica que se expresa y obrar de acuerdo las creencias y principios individuales, que la persona actúa porque así lo tiene que hacer y no porque una organización lo demande.

(1) En diversos documentos y en las conversaciones cotidianas, al general González Lugo, se le llama por su apellido materno; por tanto se le nombrara indistintamente, por sus dos apellidos o sólo uno, de acuerdo con las fuentes citadas.

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Dicho activismo, pre-sufragista, se evidencia en los discursos de las colimenses que, en la búsqueda de espacios laborales y políticos, expusieron su posición ideológica femenina, sin ser feministas; en general, las pre-sufragistas, mujeres activistas de Colima, fueron las normalistas, egresadas de dos normales: Normal Mixta, tendientes al socialismo, y del Colegio la Paz, normal privada, proclives a la cristiada.

visibles en la acción política de Colima, como: Celsa Virgen que nació en el siglo XIX y a los 67 años ocupó un cargo político, primer mujer electa Regidora en el Ayuntamiento Constitucional de Colima en 1955.

Las mujeres que cursaron estudios en la Normal mixta pertenecían a estratos medios de la sociedad colimense, desde mediados del siglo XIX, ellas rompieron con la imagen de la “Amiga” que enseñaba “catecismo y lectura a menores en su propia casa […] descritas como ancianas ignorantes” (González y Arce, 2004: 30); normalistas ampliamente reconocidas por su labor profesional, cuyo grupo se concreta al fundarse la Normal mixta, en 1916, “…producto directo, uno de los más tempranos de la Revolución Mexicana y establece sus principios en materia de formación de docentes” (Velasco, 1988: 149). Es posible que al congregar ambos sexos en las aulas de la Normal mixta, haya generado cambios de actitudes en las futuras profesoras, pero analizar estas transformaciones socio-culturales sería tema de otro trabajo.

Al inicio de la década de 1950, cuando el general J. Jesús González Lugo asumió la gubernatura, el clima político de Colima parecía estable, en comparación de los años violentos de la cristiada y poscristiada, los enfrentamientos partidistas entre los distintos grupos y actores socio-políticos en el escenario de la creación del PNR, que se formó con bases del Partido Independiente de Colima. Estas luchas justificaron la intervención del gobierno federal sobre la vida política de Colima, que perdió como muchos otros estados de la República su autonomía con respecto al centro, el cual ejerció presión para detentar la hegemonía sobre las entidades federativas; en Colima la resistencia fue escasa, lo cual se entiende, ya que la población se encontraba ya agotada por las actividades bélicas y políticas (Serrano, 2000).

Las normalistas de la privada, fundada en 1906 (hoy Instituto Cultural de Colima) formaban un grupo bastante heterogéneo, en cuanto a clase social, pues accedían a las aulas gracias a una buena economía familiar o las becas ganadas por su probada capacidad e interés por el estudio. Estas mujeres aprendieron el concepto de democracia, como la voluntad de la mayoría, al observar que las sores –monjas, madres- elegían a la abadesa -madre superiora- mediante el voto secreto, es decir el sufragio (Enciclopedia Católica, 1999), quienes han estudiado en una escuela católica pueden dar cuenta de la lucha entre las sores y frailes por el poder al interior del convento (Ahumada, entrevista 2009).

El grupo hegemónico del partido oficial y de la política colimense, no dejarían el poder sino hasta la década de los años cincuenta (Serrano, 2000); al enfrentarse los partidarios del coronel Jesús Otero Pablus y del general Jesús González Lugo que llegó para asumir la gubernatura con el apoyo del centro, que intervendría, con movimientos estratégicos, para delimitar los ámbitos del poder político que discutía el cacique Otero y dejarle libre el camino a González Lugo(2).

Sufragio femenino versus Golpe de cámara

En tal escenario político, para los y las colimenses eran más importantes las luchas por el poder que el sufragio femenino, un asunto de menor alcance para las cámaras, integradas en su totalidad por varones. Claro que “siempre han habido mujeres entronas dispuestas a entrarle a la lucha por sus principios” (Ahumada, 2009), como las propagandistas del henrriquismo en Colima

Las normalistas pre-sufragistas fueron muchas, señalando que la mayoría de activistas eran ya mujeres maduras cuando se hicieron

(2) En diversos documentos y en las conversaciones cotidianas, al general González Lugo, se le llama por su apellido materno; por tanto se le nombrara indistintamente, por sus dos apellidos o sólo uno, de acuerdo con las fuentes citadas.

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La lectura de los documentos del archivo legislativo del estado de Colima, en las actas del congreso local, destaca dos cuestiones trascendentales en la política colimense: Desafuero del gobernador y Voto femenino, en ese orden. La participación femenina en las elecciones municipales se encuentra registrada en uno de los libros de Actas:

“…por responsabilidades oficiales en el desempeño de su cargo.” En la siguiente acta se registra la intromisión de las fuerzas militares, de la XX zona, quienes impidieron la entrada a Palacio de gobierno de los diputados, por haber desaforado a Lugo (AL, C226, L4, acta 159, s/f, 1951: 19). Durante los días siguientes, hasta el 29 de marzo que González Lugo vuelve a sus funciones como ejecutivo, el Congreso local sesionó en otro domicilio, que había declarado recinto oficial, la casa no. 7 del Portal Morelos, de acuerdo con el Decreto 136, del 19 de marzo de 1951; luego se derogaron los decretos que se dictaron en el tiempo del desafuero al gobernador (AL, C226, L4, acta 167, 29 /03/1951: 31).

“…reunidos en el recinto oficial del H. XXXV Legislatura Constitucional, la Secretaría por voz del C. Dip. Francisco M. Brust y Pérez de León, paso lista de presentes, respondiendo el Diputado y Licenciado Francisco José Yáñez Centeno, Antonio Moreno Díaz, José Serratos Aguilar, Miguel Fuentes Salazar, J. Trinidad Castillo Rojas, Francisco M. Brust y Pérez de León y Fortunato Gallegos Contreras, comunicando haber quórum legal, dio principio a la sesión bajo la Presidencia del C. Diputado y Licenciado Francisco José Yáñez Centeno. […] El C. Dip. Lic. Francisco José Yañez Centeno, inicia la reforma de los art. 23, 24 – fracción V, y adición al 87 de la Constitución local” (AL, C226, L4, Acta 157, 17/03/1951: 12-13).

El periódico de más difusión en Colima, “Ecos de la Costa”, se hacía “eco” de tal situación, los encabezados eran contundentes: “Fuego cívico sobre Colima”, ocupaba 3 de las 5 columnas. Se extraen algunas expresiones del texto: “…en espera de la visita de M. Alemán… se ha levantado un fuerte y valeroso clamor en contra de su actual gobernante […] quien permite la intervención de gentes descalificadas en determinaciones que pretendiendo ser administrativas, han acabado por agobiar al pueblo […] el espíritu complaciente del gobernador con los tradicionales caciques, dueños del Estado y los […] feudos de sus consentidos en el Valle de Tecomán” (EC, 1 de febrero de 1951: 1 y 12).

La adición al Art. 87 expresa lo siguiente: “La administración municipal ejerce: I. ‘Por los ayuntamientos que residirá en las cabeceras de los municipios y cuyos miembros serán electos popular y directamente cada tres años. Por cada munícipe propietario se elegirá un suplente, no pudiendo ser nuevamente electo en ningún tiempo los ciudadanos que hayan desempeñado el cargo de Presidente municipal por más de un año.’ ‘En las elecciones municipales participarán las mujeres, en igualdad de condición que los varones, con el derecho a votar y ser votadas’” (AL, C226, L4, Acta 157, 17/02/1951: 12-13). Se publica, el 2 de junio de 1951 en el Diario Oficial del estado (Cfr. Base de datos Legislativo, Microficha 388); la reforma tiene sustento constitucional en la adición al Artículo 115, fracción I, relativa al voto de la mujer en las elecciones municipales, aprobada el 31 de diciembre de 1946 y que entraría en vigor el 12 de febrero de 1947.

Desde palacio de gobierno se llegó “sugerir y lograr la renuncia del señor Prof. Aniceto Castellanos”, reconocido profesor colimote, acreedor en 1947 a la medalla M. Altamirano, que dirigía dicho noticiero. El Ecos de la Costa siguió publicando señalamientos contra González Lugo: “Inconsciencia Gubernativa en Colima”, lo acusan de sufrir “…los apadrinamientos rutinarios y oficiales del Centro…” (EC, 2 de febrero de 1951: 4 y 9), este artículo lo retomaría “El Universal” que lo publica el 25 de enero de 1951.

Esta adición histórica establecía que en las elecciones municipales participarían las mujeres en igualdad de condiciones que los varones, con el derecho a votar y ser elegidas; sin embargo, hasta el 17 de octubre de 1953 se expide la reforma de los artículos 34 y 115, fracción I, constitucionales; el Art. 34 otorga plenitud de derechos ciudadanos a la mujer y el Art. 115 establece el voto de la mujer en las elecciones municipales. La ciudadanía femenina es un importante avance, por su vinculación inmediata con el sufragio, pues un derecho conduce al otro. La prensa colimense registró el hecho. “Votarán las mujeres en las próximos comicios municipales. Esta medida constitucional tiene la trascendental misión de despertar el espíritu cívico en las mujeres y se espera que consultando con su conciencia ciudadana y viendo por el mejoramiento de las municipalidades, no renuncien a ese derecho y hagan valer sus votos en las casillas electorales; debiendo antes velar por que [sic] sus nombres queden registrados correctamente en los padrones electorales, a fin de que no sean burlados sus votos en las elecciones. [La nota periodística continúa apostrofando:] Mujeres Colimenses: ¡Arriba con su espíritu público! La muestra de valor civil dio ya el Frente Cívico organizado en todo el Estado.” (EC, 5 de abril de 1951: 1)

Se acusaba a Lugo de gastos de inversión (Macedo, entrevista 2004) y “toma de dineros para pagos muy altos” (EC, 1 de marzo de 1951: 4 y 7) y le exigían: “SEÑOR GOBERNADOR, GOBIERNE O RENUNCIE” [sic], remarcando que “…La única industria floreciente en Colima es la industria de las multas.” (EC, 3 de marzo de 1951: 1). El conflicto se fue agudizando, a cinco columnas aparece el encabezado: “FUE DESAFORADO G. LUGO” (EC, 15 de marzo de 1951: 1), en ese mismo número, se inserta un telegrama urgente al presidente de la República sobre el asunto y el nombramiento del gobernador substituto. Lugo se vio obligado a trasladarse a México, en busca del apoyo del presidente Miguel Alemán. El asunto “Colima”, generó “…tremendos comentarios aparecidos en los principales Diarios Metropolitanos” (EC, 17 de marzo de 1951: 1). En tanto, continuaban las declaraciones y artículos contra de González Lugo (EC, 18 de marzo de 1951: 1), “…crece en Colima la agitación” (EC, 22 de marzo de 1951: 1). “Colima llamea de agitación”. “El pueblo entero con el Congreso del Estado” (EC17 de marzo de 1951: 1). La noticia y los comentarios giraban por completo en torno al desafuero del gobernador, se entiende que la cuestión del voto femenino quedase relegada.

Respecto al desafuero al gobernador, cabe decir que veló toda alusión al sufragio femenino, ya que obligó a converger en este hecho a las fuerzas políticas de la entidad. En el Acta 158 se registra el dictamen emitido por la sección del Gran Jurado en contra del general González Lugo (AL, C226, L4, acta 158, 18/03/1951: 16 -19).

“… por intervención comisionado de Gobernación, Lic. Enrique Rodríguez Cano y el Coronel Jesús Otero Pablos, para zanjar dificultades de carácter oficial que giran en torno al desafuero”, se derogan los Decretos 135, 136, 137, del 18, 19 y 21 de marzo, que separaban a Lugo de su cargo y se elegía “gobernador ‘constitucio-

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nal interino’”, Lugo declara que “evitará la intromisión de militares en los ayuntamientos, cesaría paulatinamente empleados y funcionarios de su dependencia, […] causantes del desagrado del Pueblo y que dieron motivo al distanciamiento entre él y la H. Legislatura […] y, sobre todo, buscar la manera de que los dineros substraídos ilegalmente del Erario, fueran devueltos a éste. En cuanto a los municipios se les darán los ingresos que disfrutaron hace dos años, a fin de que puedan decorosamente atender sus necesidades” (AL, C226, L4, actas 159 a 167, marzo de 1951: 31bis y 32).

Sufragio femenino Ante la proximidad de la elección para la presidencia de la República, se efectuó una “Asamblea de las mujeres”, convocada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el local de la Sociedad Cooperativa de Salineros de Colima, a las 10:00 horas, se trataba de la Primera Asamblea Estatal de la Mujer, que preludió “las futuras actividades cívico políticas de en las que participarán las mujeres de México” (EC, 15/08/1953:1).

Finalmente, “Terminó el conflicto político de Colima”, título que aparece en la prensa (EC, 31/03/1951: 1). La siguiente sesión ordinaria del Congreso fue tan anodina, que pareciera demostrar a unos congresistas que sólo deseaban zanjar el penoso asunto y asentar simplemente... ¡Aquí no pasó nada! (AL, C226, L4, acta 168, 31/03/1951: 33 bis). La contradicción política es evidente, el general González Lugo fue declarado “Hijo predilecto del estado” (Pofeco, 1951, XXXVI 248.48 Decreto 5).

Es preciso anotar que el acto fue convocado y presidido por hombres, el Secretario general de gobierno, en representación del gobernador del estado, un hombre en un gobierno masculino fue

El sufragio femenino quedó silenciado, en medio de esta vorágine política, del desafuero o camarazo (golpe de la Cámara al gobernador), más todavía, cuando se debatía a nivel municipal, sin carácter de estatal y menos aún federal. El 11 de abril de 1951, la cuestión del voto femenino volvió a retomarse, con la mención a la reforma del Art. 23 y adición al 87, fracción I; se repite que en las elecciones municipales las mujeres votaran, bajo la misma redacción del Acta 157. “Transitorio. Este Decreto surte efectos a partir de su publicación en el periódico oficial ‘El Estado de Colima’” (AL, C226, L4, acta 171, 11/04/1951: 40, 41 y 41 bis). Se supone que no hubo mayores contratiempos, ni discusiones, porque la sesión tuvo un horario regular, de las 11:00 a las 13:00 horas. Sin embargo, no todos los municipios de Colima aceptaron el decreto de forma unánime: Ixtlahuacán, Coquimatlán, Villa de Álvarez y Cuauhtémoc aprobaron las reformas al artículo 23 y la adicción al 87, fracción I Constitucional, de acuerdo con los oficios 25, 158, 129 y 201 firmados entre el 12 y el 20 de abril de 1951 (AL, C226, L4 (microficha 388), acta 172, 14/04/1951: 42 - 45; acta 173: 46 bis; acta 178; 59 - 61). En contra se manifestaron los municipios de Cómala (oficio 24, del 20/04/1951), Colima (oficio 148, 20/04/1951) y Manzanillo (oficio 698, 20/04/1951), que no aprobaron “…la reforma al artículo 23 ni la adición a la fracción I del artículo 87”; posteriormente, de acuerdo con oficios de fines de abril y principios de mayo, los tres municipios aprobaron las reformas (AL, C226, L4 (microficha 388), acta 177, 12/04/1951: 57, 58 bis y 59). El de Tecomán (oficio160) concedió su aprobación a la adición a la fracción I del 87, pero no la reforma del 23. No obstante, se haría una “interpelación” al no haber sido publicados en el periódico oficial “El Estado de Colima” (Pofeco), los decretos y acuerdos (134, 135, 136, 137) del gobierno interino del Lic. Yañez Centeno, firmados entre el 8 y el 24/03/1951 (AL, C226, L4 (microficha 388), acta 177, 12/05/1951: 63 y 63 bis). Poco después, al acercarse las elecciones municipales, “Empezaron las mascaradas Políticas.” Mas, el sufragio femenino seguía sin importar mucho, “El pueblo vio con supremo desdén las convenciones distritales.” (EC, 09/06/1951:1)

(3) En el libro de Actas del Congreso local, faltan las correspondientes al periodo entre el 3 de mayo y el 4 de agosto de 1953.

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quien “las exhortó a participar en las luchas cívicas a que tienen derecho.” (EC, 26/08/1953: 1 y12) Por lo mismo, cabe preguntar dónde estaban las activistas como la Güera Ramírez Ochoa y Martha Dueñas que ya se habían manifestado. El jueves 24 de septiembre, el Senado de la República legisló el derecho de votar de las mujeres, con 39 votos en contra; esta “Reforma Constitucional” del voto de las mujeres, ya había sido aprobado por las legislaciones de los estados.” (EC, 26/09/1953:1). En 1953, los diputados que integraban la XXXVI Legislatura constitucional del estado de Colima eran: Leonardo Jaramillo Silva –secretario, Prof. Ricardo Guzmán Nava –presidente-, J. Jesús Plascencia Ortiz, Jesús Mancilla Rodríguez, Dr. Enrique Antonio Voges, Ricardo Vera Romero y J. Jesús Hernández Delgado; en el Acta del 10 de marzo de ese año, se lee: “Comunicación de fecha 21 de enero anterior, por medio de la cual la Alianza de Mujeres de México solicita a esta H. Legislatura se aprueben las reformas a los artículos 34 y 115 de la Constitución General de la República, concediendo derechos políticos a la mujer. – Que ya se aprobó en su oportunidad” (AL, C230, LI (microficha 398), acta s/n, 10/03/1953: 108-112).

A modo de colofón… En Colima, el derecho al voto de las mujeres parece una concesión, pero bastaría recordar a las profesoras de las normales pública y privada que se visualizaron como activistas, pre-sufragistas, salvo excepciones como la de la profesora María Guadalupe Ramírez Ochoa que luchó por el sufragio femenino; no obstante, las acciones de esas mujeres, como las de otras mexicanas, abrieron el camino hacia la participación femenina en la política, un mundo privativo del hombre. Sin distinción de la Normal en la que se formaron, las profesoras se mostraron activas y activistas, si bien, las expresiones que tomaron se abordan en otro trabajo. El derecho al voto fue un logro, el que parezca una concesión, se puede encontrar en una sociedad conservadora, que no percibía a la mujer situada en el ámbito público; entonces, las colimenses en general se mantenían dentro de los límites del privado, donde aprendieron a moverse en la sociedad colimense, es decir, evadiendo la lucha abierta en lo que se podrían considerar terrenos masculinos, pero a la vez fueron lo suficientemente “entronas” como para –valga la redundancia- entrarle a la lucha política. Después de haber transcurrido más de 60 años del registro del sufragio femenino en la Constitución mexicana, todavía se discuten los aspectos gramaticales en relación con el género y las mujeres del siglo XXI se enfrentan al dilema de asumir el modelo masculino en el ejercicio de la política o construir una propuesta femenina, más flexible e incluyente. El camino por recorrer es largo, en buena parte, debido a “las precarias condiciones económicas y políticas que sufre la mayoría de las mujeres mexicanas impiden el ejercicio político de sus derechos ganados con tanto esfuerzo” (Alonso, 2004: 58), así como por la dificultad existente para ocupar cargos en los que se toman decisiones, que en parte tienen origen cultural. En México, de acuerdo con muchos analistas políticos, el escenario está preparado para que una mujer asuma el cargo de presidenta de la República, pero el paso no se ha dado.

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FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

Archivos Aggec.- Archivo general del gobierno del Estado de Colima. Ahmc.- Archivo histórico del municipio de Colima Al.- Archivo legislativo, los documentos se citarán indicando el número de caja (C#), del libro (L# ) y del Acta, así como la fecha y folios correspondientes. EC, Ecos de la Costa, periódico de Colima. Pofeco.- Periódico Oficial, El Estado de Colima Bibliografía Aguayo Figueroa Ismael (1973). Colima en la historia de México. La Reforma. EDDISA, México. Alonso, Jorge (2004), “El derecho de la mujer al voto”, La Ventana, núm. 19, pp. 152-158. Álvarez Griselda (1992).Cuesta Arriba. Memorias de la primera gobernadora. Universidad de Colima – Fondo de Cultura Económica, México. Cruz Jaimes Guadalupe (2007). “Hermila Galindo, una feminista en la Constituyente de 1917”, en: CIMAC. México, 24/01/2007, disponible en: http://www.cimacnoticias.com.mx/node/56354. Enciclopedia católica (1999), Vol. 1, disponible en: http://ec.aciprensa.com/a/abadesa.htm. González Jiménez Rosa María y Arce Razo Julia (2004), “Rafaela Suárez Solórzano: una mujer de entretiempo”, en: GénEros, Año 11, no. 34, pp. 30 -38). Velázquez Andrade Manuel (1975), Remembranzas de Colima, 1895 – 190. Edición Club del libro colimense –la primera edición apareció en 1949-. México. Hemeroteca Serrano Álvarez Pablo (2000). Basilio Vadillo Ortega. INEHRM –Instituto nacional de estudios históricos de la Revolución Mexicana-, México. Entrevistas Ahumada Padilla Ma. Guadalupe (2009). Entrevista, 29 y 30 de agosto de 2009, en Guadalajara, Jalisco. Fernández Velasco de Ochoa Ma. Cristina (2004). Entrevista videograbada en su casa, noviembre de 2004. Macedo López Gregorio (2004), profesor normalista, maestro de primaria desde 1934, en Colima y Baja California, director del periódico Ecos de la Costa de 1954 a 1991, catedrático del bachillerato y la Facultad de Letras y Comunicación en la Universidad de Colima. Entrevista en su casa, 24 y 25 de agosto de 2006. Colima.

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NUESTRAS LETRAS

Yo fui soldadera. Una Adelita de verdad. Por: Cuquita de Anda. Una verdadera Adelita, de arma en la cintura y el amor flotando en el aire, mujer valiente fuerte rubia y porque no, bonita, con estudios de arte y vocación por amor de Adelita.

Foto: Pinterest.com

En menor escala yo, sé lo que es el trabajo de una mujer, al lado del hombre amado, soldado, el cocinar con leña, y cubrirle la espalda con arma en mano, sé del valor que se requiere para hacer el papel de Adelita, cosa que siempre me cubrió de orgullo, también sé de dormir en una cama individual embarazada y con mi, hombre. De tortear y hacer chile de uña machacado con una rica carne y sopita caliente, prender la leña, planchar los uniformes con altingar para que queden brillosos y lisitos., y verlo guapo pero sobre todo limpio. De ir a lavar al rio de viajar en caballo, tender mi ropa y mientras se seca lanzarme de la parte alta del salto en Minatitlán, cuantas cosas aprendí, les juro que era feliz no entendía porque razón las demás esposas no seguían a su hombre, a mi me dolía el estar lejos de él, y solo para aliviarme de mi hija Marina lo deje en mina y me vine a la ciudad. Supe en Tecomán en el tiempo difícil, ver la muerte pasar a tres centímetros de mi cabeza, la adrenalina, el suspenso y tensión de vivir en las partidas militares. Y no es que yo fuera de este medio, no. Me introduje por amor, por amor me adapte sin queja alguna a las situaciones, me convertí en su guarda espaldas y lo hacía bien. Sabia y sé tirar con diferentes armas, cosa que me sirvió de mucho, lo que me toco vivir en Petatlán Guerrero, no era fácil la gente no admitía a los militares, y los listos manejaban más la droga que la guerrilla, me hubiera gustado nacer en el tiempo de Zapata, de prepararle sus cosas y tener sus hijos, ¡Qué bello! no sé quizá el si me hubiera valorado. Creo que no me valoraron en mi verdadera dimensión, por el hecho de dejar un trabajo donde me pagaban bien por seguir a mi esposo, donde yo era administradora de un canal de televisión el 5 el primero que entro a Colima, en los años sesenta, yo me case y seguí trabajando, ganaba más que el pero me callaba haciéndole al inteligente según yo. Muy joven tenía un puesto importante, pero yo miraba a mi esposo como si no le importara, mi meta, mi guía todo en este mundo giraba alrededor de él, y mis hijos. Al través de los años, se me ha gastado un poco el corazón pero es de tanto amar de corresponder a esos maravillosos hijos que Dios me dio, que quede claro nunca me arrepentiré de vivir en el amor y cobijo de ellos. www.acpe.org.mx/colima

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Volviendo a la soldadera que vivió momentos de terror en Guerrero, en donde perdí un hijo, por seguir a mi marido un capitán de mucha garra para su trabajo, en momentos creo que más que quererlo lo admiraba, su baja estatura contrastaba con la altura a lo que yo veía que hacia sin arma desarmaba a hombres enormes y el podía hacerlo, yo aprendí de él a defenderme, y una ves medio mate a un hombre que me quería quitar mi lámpara me decía- me quieren matar- y yo entendí la voy a matar, me mata “mangos” y no me lo deje arrimar el hacia el intento y yo le sonaba con la lámpara. Cuando llegue al cuartel y me miro con la blusa rasgada se molesto y armo un pelotón, me quede en espera tardo mucho y al volver no dejaba de reírse,- que paso- pregunte, nada, así que te quería matar, sí afirme y volvió a reírse, ¡pobre hombre! Por poco lo matas, le abriste la cabeza, le rompiste la nariz, lo dejaste como santo Cristo, y todo lo que él quería era la lámpara, tú me enseñaste que nunca me deje arrimar al enemigo, porque si tiene cuchillo hasta ese momento vivo.

“Y no es que yo fuera de este medio, no. Me introduje por amor, por amor me adapte sin queja alguna a las situaciones, me convertí en su guarda espaldas y lo hacía bien. ”

Tantas cosas que viví de soldadera cocinando con leña, cubriendo al amado, siempre le seguí, en Puebla en la Escuela de Clases en donde se forman los militares de carrera, sargentos que pasan por Puebla son un poco después oficiales, a mi marido le toco dar clases en esa escuela, era un buen maestro, se le otorgo reconocimiento por ello, fue también oficial de alumnos en el colegio militar, yo siempre a su lado, hasta que mis hijos crecieron, solo a Chihuahua no lo seguí, porque mis hijos me ocupaban, más que él. Qué bueno que siempre analice mis prioridades, si él se entretenía en la ciudad jugando como galán, no tenía porque seguirlo y arriesgar a mi familia porque necesitaba un guarda espaldas, no mi amor incondicional. Fue tarde que me llegaba el entendimiento de esto, porque solo a la sierra del Norte de Chihuahua a donde no lo seguí por estar mis niños en edad escolar y no haber escuelas en ese lugar. Nunca me perdono, el que no hubiera marchado con él, puesto que no escribió para nada y tardo 2 años en volver, la hice de padre y madre y creo que no me salió mal el papel.

Foto: Pinterest.com

envejecido por lo tanto a esta soldadera la tiraron a la basura, y le dijo a mi ayudante que él lo que no le servía lo tiraba, y así paso, la soldadera tuvo que guardar sus lagrimas de desilusión porque mi ídolo era de barro. Mi dolor traspasaba las paredes de esta casa, los llantos corrían por arroyos improvisados forjados por mí, sí sola muy sola calando el frio hasta congelar mi alma. Tanta soledad no podía caber en mí, me refugié en el mejor de los amores “Dios” y el arte el arte siempre me ha sido fiel es mi amante mi adorado amante. El amor fue renaciendo en mí de diferente manera y fue el amor el que me levantó, nadie puede ayudarte ante una perdida, solo tú y tú. Dios es grande enorme e intenso y te enseña el camino, como me lo enseño a mí, soy una persona intensamente feliz.

Siempre pensé que la mujer de arma en mano al lado de su soldado tendría paz y tranquilidad al retiro, y disfrutaría a plenitud el amor que nos teníamos, pero que mentira tan cruel, yo solo fui, la mujer de trabajo y guarda espalda la mujer de brecha, y leña, pero la mujer para toda la vida no, la que espero viajar y tener los días de paz al lado del amado en una luna de miel en deuda, no le toco nada ya no era útil, aquella mujer que lo salvo de la muerte en múltiples ocasiones, esa mujer de trabajo constante, como las Adelitas de antaño desconocida en esa labor hecha, ella ya no era una joven había

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Y ya ni siquiera siento lastima por él, cuando el gran amor se paga con ingratitud, solito tiene que llegar el olvido acompañado si se puede con el perdón, porque el resentimiento y rencor que puedas tener te daña más a ti. Llena la vida de amores, no todo es carnal, el alma nutrida es mejor que un cuerpo sexualmente satisfecho, pero de una forma u otra sé feliz te lo pide una soldadera que se sintio Adelita.

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NUESTRAS LETRAS

El Silencio Por: Roberto Godínez Soto.

“En el principio existía el Verbo…” Juan 1:1 Antes del Verbo existía el silencio, y una cualidad de un hombre virtuoso es el silencio, ya que para conocernos nosotros mismo, debemos de practicar la virtud del silencio. El silencio, es fundamental, para llevar a cabo el ejercicio de meditación y análisis de nuestro Ser y Hacer. El estar en silencio, nos permite escuchar realmente a otras

personas, el ruido de los pájaros, el correr del agua, el escuchar a la pareja, a los hijos, a los amigos, en fin, saber escuchar, es lo que nos permite el silencio, y debemos retornar constantemente para ahondar en la significación de los misterios de la vida. En el silencio solitario de nuestros corazones que es donde descubrimos las grandes experiencias de la vida y del amor.

“Cuando el corazón está en silencio la inspiración aparece y la visión se aclara. En el desvelo silencioso de la noche, en la calma del desierto, en las cumbres solitarias de las montañas, en el sosiego de los bosques y bajo el plateado dosel de las estrellas las pasiones se debilitan, la iluminación emana de la mente, el corazón se hincha y el espíritu adquiere alas para remontarse al cielo”

(1) Arthur Powell. Trazado. Pág. 47.

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El silencio es más elocuente que el lenguaje, ya que la mayoría de las veces, hablamos solo por hablar, sin sustento y muchas de las veces para criticar o difundir algún chisme, por lo cual debemos aplicar el triple filtro que decía el sabio Sócrates:

“Cuentan que un día un conocido se encontró con el filósofo y le dijo: —Sócrates, ¿sabes lo que acabo de oír acerca de un amigo tuyo? —Espera un momento —replicó Sócrates—. Antes de continuar me gustaría que pasaras un pequeño test a lo que vas a decir. Lo llamo el triple filtro. — ¿El triple filtro? —Eso es. Antes de que digas nada sobre mi amigo puede ser una buena idea tomar un momento y filtrar lo que me vas a decir. El primer filtro es el de la verdad. ¿Estás completamente seguro de que lo que me vas a decir es verdad? —No —respondió el otro—. Solamente acabo de escucharlo… —Está bien —dijo Sócrates—. Entonces no sabes si es cierto o no. Ahora el segundo filtro, el de la bondad. ¿Es acaso bueno lo que vas a decir sobre mi amigo?—No, más bien todo lo contrario. —Así que lo que me vas a decir es malo, y realmente no sabes si es cierto. Bien, todavía queda el filtro de la utilidad. Lo que me vas a contar sobre mi amigo, ¿es útil para mí? —No, probablemente no. —Bien —continuó Sócrates—. Desconoces la veracidad de lo que me quieres decir. Además es malo e inútil. ¿Entonces para qué quieres contármelo?” Según una ley oculta, la charla innecesaria y excesiva representa un gran derroche de energía. Para encontrar nuestro Yo interno, hagamos parte de nuestra vida el Silencio, solo así, comprenderemos a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

Roberto Godínez Soto. Originario del D.F., Maestro en Pedagogía, Director de Licenciatura y Catedrático del Instituto Liberal de Educación Superior, miembro del ACPE, miembro del Circulo Cultural Colimense A.C., Director de la Revista electrónica “Rhetor” y “Arché”, con más de 50 artículos publicados. 4 libros colectivos y 2 de su autoría.

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Evolución del idioma. Por: José Rafael Cuauhtémoc Acoltzin Vidal. no cumplan su significado original, siempre y cuando el receptor del mensaje pueda interpretarlo. Además, hay que recordar que el origen de la paleografía ha sido traducir al léxico moderno los arcaísmos de escritos pasados que, algunas veces por el vocabulario y otras por la caligrafía, parecen ilegibles.

En realidad, la expresión: “Tiempo pasado fue mejor” expresa la firmeza del aprendizaje que una persona ha obtenido durante años de educación en aspectos de comportamiento social inculcados principalmente en el medio familiar, pero también en las aulas, en los templos y en el medio social todo. Las personas que integran cada generación se aferran al dicho que reza: “Lo que bien se aprende, no se olvida”. Cada generación adquiere un acerbo peculiar en cuanto a expresiones, actitudes, relaciones interpersonales, etc., que pueden ser características, pero que chocan con las de la generación siguiente que puede ser igual de firme y provocar la misma sensación de propiedad inmejorable.

La historia muestra como los pueblos han tenido incluso que cambiar por completo su lenguaje y adoptar lo que domina en el entorno.

Pero... el tiempo no se detiene y con él concurre la evolución. Nada puede permanecer estático de manera permanente, el cambio puede darse, en ocasiones lento y en ocasiones tan aceleradamente que apenas se perciben estadios. La regla fundamental de la evolución es la supervivencia del más fuerte, es decir que lo débil, de cualquier sistema, desaparece mientras lo fuerte prevalece, es transmitido por generaciones y se fortalece. Esta ley no solo opera en biología sino que ocurre en todo. Hasta el conocimiento va fincando peldaños para renovarse. El lenguaje, por supuesto, no es excepción. Palabras que han sido eufónicas y hasta elegantes, llegan a desaparecer y son sustituidas por otras que pueden ser adoptadas por moda, modificadas por ignorancia o inventadas por necesidad.

Leonardo Manrique Castañeda describe -en su obra Lingüística histórica- los estado de lengua: Primero define a una lengua, o idioma, como cualquier forma de habla que no permite a sus hablantes entenderse con quienes hablan otra lengua. Refiere después el cambio en los estados de lengua: “Sabemos que todas las lenguas van cambiando con el tiempo. Aunque quienes la hablan sientan que sus hijos y nietos siguen hablando la misma lengua, y que ellos hablan lo mismo que hablaban sus padres o sus abuelos, el idioma es un poco distinto en cada generación”. Concluye que: “Si el tiempo transcurrido es suficientemente largo, las diferencias entre dos estados de lengua pueden ser lo bastante grandes como para que no pudieran entenderse dos personas que hablaran cada uno de esos estados.”

La historia muestra como los pueblos han tenido incluso que cambiar por completo su lenguaje y adoptar lo que domina en el entorno. Así ocurrió en América (incluyendo a Uruguay y a México) como resultado de la conquista por España, que en su tiempo llegó a ser la mayor potencia del orbe.

El cambio en el idioma ocurre en todas partes. En visita a la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de Colima, dos poetas canadienses platicaron como en su país se han introducido al lenguaje coloquial expresiones de tres idiomas: Francés, Inglés y Español, y relataron como la sociedad debe cambiar para adaptarse a un proceso de globalización que incluye a todo el mundo y a muchas generaciones de personas.

La evolución del lenguaje también reconoce el tiempo: se acepta que hay un tiempo de caducidad para palabras y que si algún modismo se gasta antes de cumplir el plazo será tirado al olvido pero si lo supera será acepado por la Academia e incluido en los diccionarios. Es más ya se acepta emplear los términos aunque

José Rafael Cuauhtémoc Acoltzin Vidal. Miembro de la ACPE desde 2006. Dos Cursos de Lingüística y Literatura Hispanoamericana. Curso “Escribir para publicar”. Curso-taller “Taller de ensayo filosófico y XVI Ciclo de conferencias didácticas multidisciplinarias de literatura, bellas artes, humanidades, historia y periodismo. Universidad de Colima. Seminario de derechos humanos y el ejercicio del periodismo. Procuraduría General de la República. Presentador de seis obras literarios. Co-editor del libro “VI, OI Y VIVI”, con editorial Tierra de Letras y el Archivo Mpal. de Colima. Primer lugar en el Concurso Nacional Literario ·”Memorias de Del Viejo y La Mar”. Secretaría de Marina-Armada de México. 2014. www.acpe.org.mx/colima

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La Secretaría de Educación en Colima y su Historia Por: Julio Alberto León Pérez columnajulioleon@hotmail.com

La Secretaria de Educación institución conformada por diferentes oficinas, direcciones y coordinaciones, edificio en el que se concentra tramites, información, antecedentes e informes de maestros, maestras y personal administrativo. Marcan escritos históricos que el decreto de la creación de la Secretaria de Educación a nivel nacional fue un 25 de Julio del año 1921, pero difundida el 29 de Septiembre del mismo año. En Octubre siguiente, José Vasconcelos protesto como titular de la creación de la nueva dependencia. En lo que atañe a Colima, en 1821 se constituyó la Dirección Federal de Educación, a manera de un organismo único de la SEP, para atender asuntos únicamente de Educación Primaria a cargo de ella estaba el Prof. Leobardo Parra y Marquina. Corría el año de 1974 y en nuestro estado se estableció la primera Sub-Unidad de Servicios Regionales Descentralizados, bajo la titularidad del veracruzano Prof. Enrique Avendaño Fuentes, oficina que sirvió de enlace para todos los trámites administrativos de los distintos niveles ante las oficinas centrales, siendo relevado del cargo por el C. Lic. Francisco Javier Valdez Mejía, a finales del mismo año.

Con la entrada en vigor de la Ley Orgánica de la Administración Pública en el Estado de Colima, el día 17 de Noviembre de 1985, se creó la Secretaria de Educación Pública Cultura y Deporte, en el inicio del periodo de gobierno del Lic. Elías Zamora Verduzco, siendo el primer secretario de esta dependencia el Ing. Jesús Morales González, quien estuvo al frente hasta el año 1987, en este mismo año fue designado el Lic. José Benítez Ochoa, finalizando en el año 1989. En el mismo lapso se designó como Secretario de Educación Cultura y Deporte, al Lic. Héctor Dueñas González, quien concluyo el periodo de Zamora Verduzco. En ese mismo ciclo de 1991, habiendo sido ratificado el año ya citado por el gobernador entrante Lic. Carlos de la Madrid Virgen, cargo en el que se mantuvo hasta 1995. En el mismo período fue designado como Secretario de Educación Cultura y Deporte, el Prof. Benito Montes González, dirigiendo los destinos de está dependencia hasta el final de la administración de Carlos de la Madrid Virgen, en el mes de Octubre de 1997, a raíz de una Reforma Orgánica de Administración Pública del Estado, se cambio la nominación de Secretaría de Educación Cultura y Deporte (S.E.C.D) por el de Secretaria de Educación (S.E.)

En 1978, la representación fue elevada a la categoría de Delegación General de la SEP, cargo que recayó en la colimense, entonces senadora, Profra. Y Lic. Aurora Ruvalcaba Gutiérrez, Continuando el Lic. Pascual Martínez Duarte en 1979, la Profra. Eloísa Beristaín Márquez en 1980 y el Lic. Juan Nogueda Soto 1981. En el año de 1982 el gobierno federal, construyó en Colima, sus edificios propios del sector SEP con la finalidad de concentrar a todas y cada una de las dependencias educativas, administrándola el Lic. Juan Nogueda Soto, hasta el mes de Marzo de 1983, sustituyéndolo el Prof. Ricardo Guzmán Nava, quien concluyo el 1 de Junio de 1989, quien hizo entrega al Prof. Benito Montes González y éste a su vez al Mtro. Carlos Flores Dueñas. La Luciérnaga

El 1 de Noviembre de 1997, el Mtro. Carlos Flores Dueñas, es el primer maestro que tiene a su cargo dos sistemas de educación, por virtud de la reforma que realizó a la Ley 20

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Foto: “Pupitre” por Asela Ortiz de Murua / Flick.com

que crea a la Coordinación de los Servicios Educativos del Estado de Colima. Flores Dueñas, durante diez años en la Secretaria, promovió una visión de lo que habría que hacer y cómo debería hacerse. Para ello, integró un equipo de trabajo comprometido con cada uno de los proyectos propuestos en dicha institución. Fundamentalmente, la idea rectora se centró en llevar educación en todos los espacios de nuestra entidad y el mejoramiento del aprendizaje de los alumnos y alumnas de Colima, para lo cual se hacía necesario encarar dos grandes retos: la Modernización de los Servicios Educativos y la Mejora Continua de la Calidad en la Educación, por el excelente trabajo ejecutado en su gestión felicidades maestro Carlos Flores Dueñas, por dejar una Secretaria con un trabajo efectivo y eficaz. Han

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continuado administrando la Secretaria de Educación: los Profesores. Carlos Cruz Mendoza, Margarito Espinoza Mijares, Federico Rangel Lozano, José Guillermo Rangel Lozano, Armando Figueroa Delgado y actualmente Oscar Javier Hernández Rosas. Con varias décadas de dicha dependencia educativa en Colima en no me resta más que congratular a la Secretaria de Educación en nuestra entidad, hoy es una institución perfectamente bien consolidada, fortalecida y apuntalada en los sistemas administrativos educativos, espacio donde cada uno de los maestros y maestras colimenses en sus visitas salen con satisfacción con la respuesta positiva a su problemática educativa presentada.

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¿Sexo y Género en las Palabras? Por: Teresa Valdés Betancourt .

Tanto en la vida profesional como en la convivencia privada, la palabra es de vital importancia y constituye un complejo aspecto con diferentes perspectivas, donde hay que tener en cuenta el tiempo y el lugar, que influyen para los diferentes significados conocidos a través de la historia. La palabra se creó desde y para responder a las necesidades del hombre varón.

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El periodismo y la literatura se valen de las palabras y las imágenes, para influir en la conformación de la opinión en quienes reciben estos mensajes, hombres y mujeres por igual. Urge abordar otro punto de vista para detectar dónde los estereotipos de género y los prejuicios influyen en las formas de esas llamadas letras de profesionales.

“Las definiciones aclaran que la palabra, es una idea exteriorizada a través de un sonido o grupo de sonidos, que al articularse, cobran sentido.”

Se sabe de la recepción diferente para cada persona, con independencia del sexo, la edad y la identidad, pero no resulta igual hablarle a un hombre que a una mujer. Las palabras son necesarias para convivir, trabajar y relacionarnos, pero ¿se comprende su verdadero valor? ¿Alguien puede determinar cuándo una palabra excluye, separa, lastima, no solo en la esfera profesional, sino también en lo afectivo, en la intimidad familiar y en la relación pareja?

Según la maestra feminista mexicana Marta Lamas: “El género es la construcción cultural de la diferencia sexual”. La deconstrucción propuesta plantea de inicio la necesidad de cuestionar el uso más frecuente del concepto de género, aplicado a calificar las identidades con vocablos correctos y precisos para identificar las diferencias. (2)

La actualidad incorpora un elemento trascendental e inimaginable, se trata del majestuoso desarrollo de las nuevas tecnologías, teléfonos inteligentes, chateos con mensajes e imágenes a larga, media y cortísima distancias, la comunicación por la velocidad, adquirió matices imprevisibles, donde la palabra como envoltura material del pensamiento determina la trasmisión de las ideas y se reproduce el sexismo patriarcal.

Al respecto, la Dra. Estela Serret Bravo, de la Universidad Autónoma Metropolitana, Azcapotzalco, México, señala en el texto El género y lo simbólico: la constitución imaginaria de la identidad femenina (2006) que la identidad de género es paradigmática. Las mujeres encarnan entre los humanos la categoría que simboliza el margen, la frontera, y a la vez, lo que ésta excluye. En la diferencia entre lo masculino/femenino leemos todas las paradojas de las identidades: En la encarnación de esta dinámica, los varones, una parte de la humanidad, asumen su particularidad como el universal: ellos son el hombre. Las mujeres actúan, así, el papel de alteridad y límite de lo cultural y de lo humano, pese a lo cual, cargan sobre sus hombros la tarea de preservar su cultura.

Así continúan haciendo visibles solamente a los hombres a través de viejos recursos lingüísticos aprobados por la Real Academia de la Lengua Española, que omiten la presencia mayoritaria de las mujeres quienes hoy, desempeñan responsabilidades diversas y ejercen sus derechos ciudadanos en la producción, los servicios, el arte, el deporte y la política, pero continúan invisibles en el plural masculino, en las gentilicios, así como en las alocuciones y arengas públicas.

Las palabras son símbolos, tienen como referentes objetos del mundo, externos al lenguaje, son representación cognitiva con las que convencionalmente se asocian los referentes.

Las definiciones aclaran que la palabra, es una idea exteriorizada a través de un sonido o grupo de sonidos, que al articularse, cobran sentido. Los vocablos hablados, pueden escribirse en diversos soportes. Para comprender la historia de un pueblo, basta acercarse a su idioma, a las transformaciones que forjaron su lenguaje. El origen de las palabras utilizadas en un determinado lugar es acercarse a su historia. (1)

Hoy se puede lamentar en las facultades universitarias cierto descuido en el proceso docente al mantener el uso de palabras y de la interpretación de un mensaje empobrecido y viejo. Se trata de propiciar el uso del lenguaje incluyente sin sexismo masculino en el diario quehacer, especialmente en el periodismo y la literatura, donde se requiere repensar la realidad para hacer nuevas construcciones verbales con perspectiva de género, y hacer visible la presencia femenina. Abandonar tales discursos añejos como justo reconocimiento hacia las largas luchas feministas porque las palabras, sí tienen sexo y género.

Los avances sociales alcanzados son parte de los procesos históricos ininterrumpidos al aprovechar lo mejor de lo anterior, sin limitaciones donde viejas palabras pueden convertirse en estorbo para enriquecer el saber y el reconocimiento de la parte femenina de la sociedad. Lo que no se nombra no se conoce, no existe.

(1) http://www.monografias.com/palabra-y-su-importancia-vida/palabra-y-su-importancia-vida.shtml www.acpe.org.mx/colima

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(2) http://www.opcionbi.org/ La Luciérnaga


NUESTRAS LETRAS

Gurú Constancio en Colima Por: Isabel Valencia.

“Para ser felices necesitamos abrir el corazón poco a poco y entregarnos confiados a la vida, así es más fácil aceptar, disfrutar y agradecer todo lo que el universo nos propone”.

Solo la magia de lo invisible, ese encantamiento y gracia, le da a la vida plenitud completa. Esa sutil energía está en todas las cosas, por pequeñas que sean, y en todos los seres humanos. La magia se da en cualquier lugar y puede ser experimentada por cualquier persona en este maravilloso planeta; depende de cómo y con qué vibramos, algo más denso o más sutil.

Qué increíble es la vida con amor; esa percepción diferente de las cosas, que tiñe todo de un manto amoroso, sagrado y luminoso. Todo se vuelve más bello y nada deja de ser sagrado. El amor es la fuerza y la magia que provoca la sintonía con el cosmos. .- Maestro ¿cómo podemos darnos cuenta de la magia que ejercemos en nuestro entorno, magia negra, magia blanca. .- En la limpieza y el orden que les rodea, así como está su casa está su mente, su vida… uno se puede acostumbrar a vivir así, y está viviendo en magia negra, estancado…” el maleficio o la posibilidad de que alguien nos haga daño o dañar a alguien a distancia puede ser algo real o ha quedado totalmente en el plano de la superstición.

De esa vibración fluye la fuerza de atracción y resulta en lo que conectamos de la vida. Así es que algo hermoso se puede experimentar en cualquier parte; puede ocurrir escuchando a los Creedence en un avión, mirando un maravilloso y único mar de nubes, mientras se disfruta de volver a vivir el amor dentro de uno mismo. La Luciérnaga

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“En todas partes hay seres humanos que, con razones y sin ellas, desean el mal a sus semejantes o dejan fluir de sí mismos cosas negativas; incluso se esfuerzan e invierten energía en generar destrucción hacia alguien o algo, simplemente para que a otros les vaya mal. Por eso no viene mal empezar a ver qué ocurre en ese mundo de infinitas partículas invisibles e inteligentes que es nuestro extraordinario Universo. Sabiendo científicamente que con nuestros pensamientos, emociones y las palabras somos capaces de modificar las condiciones moleculares del agua, la de afuera y la que somos en un 75%, comprendemos el valor crucial de la palabra, para bien o para mal. Este descubrimiento nos habla de un ‘poder en las palabras’ y en nuestras acciones, así como de la interacción con nuestro organismo. Si observamos cómo funcionan los celulares y las computadoras en ese mundo invisible de posibilidad increíbles, llegamos a entender el verdadero potencial de nuestros pensamientos y emociones”. -Maestro ¿cómo se puede ejercer la voluntad? .- ¿Qué me sugiere para poder dar clases de yoga para niños.¿Va a cobrar? .-Pues sí, es que la situación está muy difícil y es algo que me gusta mucho, y aprovechando que los hijos estás pequeños… .-Pues hágalo así con mucho amor, jugando, pero no cobre. .- ¿Como un Maestro que va por el mundo sin dinero, sin pedir nada, de pronto lo vemos en fotos en motocicleta, aventarse a nadar con las tiburones…? .- En mi vida he realizado todo lo que he deseado, solo me falta viajar a espacio exterior, pero sale muy caro, por lo menos en la actualidad. Y en realidad no pido nada, solo se presenta la oportunidad. .- Yo no concibo que haya gente que viva siendo infeliz, le dijo un locutor en la televisión. .- Y así es, la mayoría se la pasa lamentándose de su situawww.acpe.org.mx/colima

“Dios o el Cosmos siempre están conectados a nosotros, somos nosotros los que estamos o nos percibimos, desconectados de él.” S. H. Mayor José M. Estrada.

ción… “En USA hay unos edificios de personas de la tercera edad que se jubilan y van y se encierran ahí a esperar su muerte, le llaman los condominios de la palomas muertas” Uff. Para que vivimos, cuanto temor a vivir ¡A renunciar a vivir! Fue mi expresión al escucharlo. Muchas y muy variadas fueron las preguntas que se le hicieron y a las cuales contesto con sencillez y claridad agregándole una pizca de humor que hacía reír a los escuchas El Maestro, cumplió con todos los compromisos que le asignamos en Colima, los tiempos libres, eran para tomar los alimentos, ir al cine, y por supuesto a la playa, Cumplir en lo Humano y en lo Sagrado, jugar y reír como niños(as) y de pronto caer plácidamente en el silencio y la quietud. La Ceremonia Cósmica (Bhakti Yoga) donde pidió con gran fervor por Colima que tanta falta le hace y por nuestra casa Sede RedGFU. “¡A fin de que las santifiques y las colmes de bondad y dignidad…! Es en vuestro nombre que yo suplico a los Ángeles, Arcángeles, principados…” Somos pocos en Colima, pero con el apoyo de los medios de comunicación como lo es el canal 11, Radio Universidad, El periódico el Noticiero, El Comentario Semanal, y las redes sociales y la invitación de boca es lo que hizo posible que el resultado fuera óptimo y así aprovecharlo al máximo y el a nuestro estado. Muchísimas gracias. ¡Pax! 25

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RINCON DE LA POESÍA

Eres Colima ERES VOLCAN CON COPOS DE NIEVE ERES MONTAÑA CON BRISA REBELDE ERES AGUA RIO CRISTALINO QUE CORRE MANTO SAGRADO COLOR DE VERDE. ERES ARENA Y SOL QUE EN EL MAR SE PIERDE ERES GORRION, TORCAZA Y PAJARO SENSONTLE MUSICA PARA MIS OIDOS QUE POR LA NOCHE MUERE ERES TIERRA FERTIL QUE EL CAMPESINO QUIERE ERES FRUTA EXQUISITA MADURA O VERDE LUZ, FRAGANCIA , SOL, TODO ESO ERES MI SUEÑO Y MI CORAZON TU LO TIENES, Y MI CUERPO QUE BIEN SABE DE PLACERES DESCANSARA ALGUN DIA DE SUS DEBERES EN TUS DULCES BRAZOS COMO MIELES PORQUE COLIMA DE MIS AMORES ERES.

Por: Dr. José Antonio Castrejón Sánchez

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RINCON DE LA POESÍA

Ingratitud Con el llanto en sus rostros reflejado Que un sinfín de arrugas hoy ya cruza Una pareja de ancianos acabados Por los años, que todo los acusa.

Henchidos de placer y de esperanza Los padres, acudieron con premura, En visita a su hijo, en la confianza. De que aun requería de su ternura.

Van llorando sin duda, su gran pena Sin embargo, el cariño aun los une, Pues el viejo le llama: mi Azucena, Y la vieja lo abraza, aunque se entume.

El hijo, no esperaba tal sorpresa Y al ver de visita a los ancianos Ha perdido de pronto la entereza Acusando una reacción de los humanos.

La pobreza se deduce de su ropa A la par que refleja su limpieza Ni una mancha de leche, ni de sopa Y un sinfín de costuras que crudeza.

Bruscamente se vio encolerizado Al ver que sus catrinas amistades Veían a aquellos pobres, a su lado Y olvidó por lo pronto las bondades.

Su gran pena el hijo la ocasiona Ese hijo, que con cariño alimentaron Y es aquí, donde mi pecho se emociona Valorando lo que ellos, de él lograron.

A sus padres alejó en forma ruda, Mencionando para ello mil razones, Y su madre, por ello, quedo muda, Muy heridos, sus pobres corazones.

Con trabajos, con ahorro y privaciones Al colegio, al niño ellos mandaron Con ternura y con muchas ilusiones, Al chamaco, a la par, ellos formaron.

Regresaron los ancianos a su casa Que aunque pobre, ese era su consuelo Sintiendo en su pecho una brasa Y llevando con ello un gran duelo.

Con planchadas, tortillas y lavado La mujer al marido, siempre apoyó Con cariño, a él lo han cultivado Y al estudio, también el acudió.

No pudieron resistir aquel tormento Que sufriendo tan cruda decepción Hoy su tumba no tiene monumento Más al cielo, partieron, con ilusión.

Redoblando sin duda su esfuerzo La carrera también le sostuvieron No faltó para él, libro de texto El vestido también le atendieron.

Aquel hijo, que ellos han formado Hoy navega aun con tanta ciencia, Para siempre estará conmocionado, Por la carga que lleva en la conciencia

Más, al cabo de tantas privaciones, El esfuerzo rindió por fin sus frutos. Titularse, con grandes emociones, Fue el final de los muchos atributos.

Por: Jorge Cruz Flores Peña.

Foto: Luz Adriana Villa

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RINCON DE LA POESÍA

Foto: “Alerta”, por Julián Iglesias / Flickr.com

Eres Colima Porque es mi admiración por el venado Que aún se ve correr por la campiña Mi madre relató, que había asustado A un animalito, siendo ella niña.

El venado, que sueño desde niño Con su estampa viril y muy erguida Yo lo guardo en mi pecho con cariño Y hacerlo, espero, toda mi vida.

Resulta que era fácil encontrarlos Si alguien caminaba en las afueras Cerca de la ciudad, podías mirarlos Y aun sin tu quererlo, los corrieras.

Que belleza mirar su cornamenta Inquietud adivino en su mirada Lo imagino correr en la tormenta O alertando quizá a su manada.

Conforme las ciudades van creciendo Porque aumenta a la par la población Especies de animales, van muriendo Sin haber para ninguno salvación.

Ojalá que podamos conservarlo Que lo miren muchas generaciones Y que ayuden quizá para salvarlo Escuchar al venado mil canciones.

Por: Jorge Cruz Flores Peña.

¿Quién hoy mira tlacuaches o tejones? O la zorra de cola muy esponjada Pero bien escuchamos los aviones Ronroneando aun de madrugada. Los arroyos y ríos que antaño fueran Proveedores de agua y de pescado Hoy tristeza les dará, si ahí los vieran La basura, ahí, se ha acumulado. El zoológico nos muestra muy poquito De lo mucho, que antes, podía admirarse Por lo menos algún animalito Tras las barras, pueda alimentarse.

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RINCON DE LA POESÍA

Diálogo con la Luna Hermosa luna que acabo de mirar A muchos nos gusta… es luna llena Es otro motivo para así pensar En su cara, en su ser y risa amena.

Espero que tu luz, nunca me deje Y una noche, a mi amor tú mirarás. Lo mismo que tu luz, me ha conquistado Es un ser muy brillante, así percibo Es por eso, que estoy enamorado A la vez que me mantiene siempre vivo.

Algunas nubes leves, que pasaban Mas, con todo y estar ellas cercanas, A la luna tan hermosa, no opacaban Sin por eso para mí, ser ellas vanas.

Por: Jorge Cruz Flores Peña.

Luna, que dejarte ver por mí, quisiste Y de paso así, te has enterado Tal vez porque me viste hoy, muy triste Entendiste ¿por qué?: no la he mirado. Entiendes tú, de mí, la forma de pensar Sabes también, girando noche y día Que dolor también acarrea el amar Pero más nos aporta gran alegría. Con solo ver tu luz me das consuelo Iluminando a la par mi corazón Por las noches contigo no hay desvelo Tú me llenas de amor y de emoción. El sol por la mañana a ti te aleje Sin embargo, seguro es, que volverás

Jorge Cruz Flores Peña. Originario de Colima, Col. Donde realizó sus estudios de primaria, secundaria y en la Normal de Maestros del Estado. A partir de 1960 radica en la Ciudad de México, donde estudió la preparatoria en la UNAM y medicina trabajando como profesor y posteriormente (sábados y domingos) en la fábrica de carros de ferrocarril de Ciudad Sahagún, Hgo. Servicio social en Topolobampo, Sin. (1968-69). En 1970 nuevamente a México, D.F. para estudiar en el IMSS el internado rotatorio de postgrado y Oftalmología, terminando el día último de febrero 1974. Poesía.- La primera poesía ya completa fue en segundo de secundaria y de ahí hubo otras más. De 1974 en adelante se han ido recopilando, hasta la fecha. www.acpe.org.mx/colima

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RINCON DE LA POESÍA

La Flor de Crisantemo Por: José Alberto Peregrina Sánchez

A sus escasos cinco años, Ramón chico estaba de pie, frente al ataúd de su padre. Lo velaban, en la funeraria de su pueblo. El lugar tenía unos ocho mil habitantes. A un lado de él, su madre lloraba desconsolada, y eso motivó que se contagiara. No supo cuánto tiempo lloró, porque se quedó dormido. Para ese día, su padre tenía cuarenta años, y su madre treinta y cinco.

La noche del velorio fue larga, a causa de los llantos, gemidos y lamentos que no le dieron tregua al sueño, por ningún minuto. Sucedía de esa manera, ya que cada vez que llegaba algún amigo o familiar del difunto, para dar el pésame a la viuda, el llanto y el gimoteo hacían su aparición. Casi todos manifestaban el gran aprecio de su parte, y que se ponían a la orden, para cualquier cosa; inclusive, más de alguno, le susurró al oído: “Tu dinos, y vamos a matar a los cabrones, que le quitaron a traición, la vida a Ramón”.

Al establecimiento fúnebre, llegaron muchas personas; algunas fueron recibidas con prestancia por su progenitora, y de otras recibió el pésame, con la cara volteada a un lado. Toda la familia de su padre, que vivía en la población, y otros que venían de fuera asistieron al velorio. Más tarde recordaría, que su abuela paterna, de unos escasos cincuenta y cinco años, estaba en un rincón del cuarto, en el que se tendió a su padre Ramón, cubriéndose la cara casi por completo, con una mantilla negra. No olvidó jamás aquellos ojos, que estaban llenos de ira, de rencor y de unas ansias de venganza, porque a su marido, o sea al abuelo de Ramón chico, lo había matado un miembro de esa misma familia.

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La enlutada, agradecía las muestras de aliento, y aceptaba para un futuro los ofrecimientos; pero, respecto, de ir a quitarle la vida a otra persona o personas, no obstante, que fuera el que privó de la vida a su esposo, la denegaba diciendo: “Gracias. Muchas gracias, pero no quiero que sigan las muertes, por causa de quienes ya han provocado otras. El tiempo, los hará entrar en razón, y a lo mejor éste les cobre la factura. Pero, nosotros no”.

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Y así, entre momentos de resignación y sobresaltos, Ramón Chico sintió la noche densa. Finalmente, la obscuridad fue abatida por los rayos del sol. Y al marcar las nueve de la mañana, quienes acompañaban al difunto, tomaron el féretro, y se fueron a la capilla del barrio de Santo Niño, para que el sacerdote oficiara la misa, que la grey cristiana exige, cuando la muerte llega.

La masa humana amorfa, se fue moviendo por las calles polvosas del lugar. De momento, al paso de la comitiva, se oía el aullido lastimero de los perros, y alguno de los acompañantes replicaba: “Llaman a la venganza. Esto, no puede quedarse así”. Cuadras adelante, se encontraron con un grupo, que se abrazaban bamboleándose, y al acercarse al acompañamiento, los que estaban adelante, se dieron cuenta, que venían ahogados de borrachos.

Al arribar al templo, se sintió el ambiente diferente. Parecía que el sacrificio simbólico que ofrecería el cura, aplacaba las conciencias y las mentes, que divagaban unas, tratando de saber que harían en el futuro, como era el caso de la viuda y el huérfano, y otras, los familiares y amigos del occiso, las mil maneras de hacer pagar, a quienes a mansalva, le habían arrebatado la vida a un hombre, que en su comunidad, sólo hacia favores a todos los que se le acercaban.

Al verse de frente, el grupo de beodos no se movió, y luego se distribuyeron para abrazar a los hermanos del difunto, al tiempo que decían: “A nuestro amigo Ramón, lo mataron a la mala. Si le hubieran hablado de frente, otros estuvieran llorando. Él era hombre, no como esos hijos de la chingada, maleros”. Estuvieron a punto de que, quienes cargaban al extinto, cayeran al suelo con tan preciada carga. Sin embargo, no sucedió, porque otros amigos sobrios, con mucho tiento, quitaron a los impertinentes del camino.

Con ese crisol de pensamientos, el ministro inició la ceremonia. El pasaje del evangelio fue adecuado para el momento; se refería a la muerte de Lázaro y la imposibilidad de que Jesús estuviera en el lugar cuando el suceso; pero cuando ya estuvo en la aldea, dijo el abate, Jesús pidió que lo llevarán al lugar del sepulcro y, haciendo invocaciones del nombre del interfecto, lo hizo salir andando de la tumba. Para Ramón chico, esa parábola lo marcaría para todo la vida.

Diversas vicisitudes, vivió aquella procesión. De muchas maneras, se manifestó el cariño que los pobladores tenían para con la víctima. Después de mucho andar, y del cambio de guardias para cargar al extinto, llegaron al panteón. Pareció que la puerta del lugar, emulara un sitio de dolor y sufrimiento, y no de descanso eterno; porque con su sólo avistamiento, las gargantas soltaron gemidos de dolencia, y el llanto y los lamentos se manifestaron. No hubo uno sólo de los acompañantes, que no llorara.

El clérigo continúo con su sermón, argumentando que la posibilidad de la vida eterna, tenía como base, la compasión, la clemencia y la misericordia. Abundó que cuando llegara el momento, de que la mente exigiera que se aplicará el ojo por ojo, esta debe ser cambiado por materializar la abundancia; deben buscar redimirse. Háganlo, depositando una flor, para reconocer el error que se hubiese cometido, y así, lograr la paz, tanto por quien lo realizó, como por quienes recibieron el efecto.

Lo sepultureros, que esperaban la llegada de la compañía para hacer su labor, de regresar a la tierra lo que es de ella, escucharon aquel sordo lamento y por primera vez, sintieron que la piel se les erizaba; además, de que se les medio cortó la borrachera panteonera, que por lo regular estos personajes preservan, ya que sintieron, que el miedo se les metía hasta los huesos.

El presbítero, hizo hincapié señalando que somos tierra, y a la tierra iremos y nos convertiremos en lo mismo; pero además, que con la materia abonamos el campo para que se produzcan flores, y que los gusanos, de lo putrefacto en que se convertirá nuestro cuerpo, nacerán mariposas. Y así, siguió en su oficio, hasta dar la bendición.

Una vez frente al umbral de la tierra abierta, se colocaron las sogas para cumplir con dar sepultura a un creyente, porque Ramón padre lo era. Así que, conforme el hoyo abierto iba tragando al ser humano sin vida, los desgarradores alaridos de sufrimiento, se fueron incrementando. Los desmayos fueron tantos, que parecía un campo de batalla, después de un enfrentamiento. Pero la viuda y el desamparado niño, se abrazaban de tal forma que parecían uno, y sólo de sus ojos brotaban lágrimas silenciosas.

Acto seguido, tomó el hisopo que sacó del acetre, o caldero del agua vendida, y le dio el último adiós a los despojos humanos, que se conservaban en el féretro de madera. Enseguida, les dijo que podían ir a darle sepultura, como lo hacen los cristianos. Los llantos y gritos se soltaron. Varias mujeres se desmayaron. La viuda se mantuvo firme, apoyándose de su hijo Ramón, quien con los ojos llorosos, se abrazaba a su madre, para también él darse fuerza.

El grupo plañidero y desvanecido, fue creciendo hasta que el cajón tocó el piso del fondo; pero antes de que la primer palada de polvo se enviara a la fosa, la abuela de Ramón le entregó un crisantemo y le dijo: “Arrójalo dentro de la tumba, para que no se te olvide que fue lo que sucedió, y cuando seas grande, hagas pagar a los asesinos de tu padre”. El niño volteó a ver a su madre, y con el candor de la infancia le dijo: “Madre, guárdemelo, porque cuando crezca, yo sabré que voy a hacer”.

El sarcófago fue levantado en vilo por los hermanos y amigos de la familia, y a paso firme, más rápido que lento, se encaminaron al panteón del pueblo. Por las calles, hubo quienes aventaron flores al paso del cortejo, y otros se animaron a gritar, “hay que matar a los asesinos de nuestro amigo”. www.acpe.org.mx/colima

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La abuela, con los ojos secos y enjutos por tanta lágrima rodada, le tomó la mano a su nieto y le insistió: “Avienta la flor, porque de no hacerlo se te olvidará, y tu padre, jamás, será vengando”. Con el grito de la madre del difunto, la batahola que se hacía con los gemidos, quejidos y alaridos, se suspendió ipso facto, y todos quisieron ver que haría el chiquillo, a quien le habían arrebatado a su progenitor.

“Al arribar al templo, se sintió el ambiente diferente. Parecía que el sacrificio simbólico que ofrecería el cura, aplacaba las conciencias y las mentes.”

La criatura miró a los ojos a la abuela, y levantó la mano para acariciarle la mejilla, al tiempo que le decía: “Abuela, si yo tengo que cumplir con alguna obligación, lo determinaré, cuando crezca, pero la flor, me la guardará fresca mi madre, durante todo el tiempo”. Acto seguido, con sus manos pequeñas tomó un puño de tierra y lo aventó al foso. Los enterradores, sin esperar instrucción alguna, tomaron las palas y en un santiamén, desapareció la abertura del suelo; lo dejaron parejo.

lograr darle estudios superiores a Ramón chico, que a sus treinta años se había convertido en un reconocido abogado de la región. El licenciado Ramón, como se le conoció más tarde, se dejó conducir por su madre, y así logró varias cosas: Ser un profesionista, y no albergar el sentimiento de venganza que su abuela le había instado en el panteón, al momento de enterrar a su padre. Para ese tiempo la vida le sonreía, y se pudiera considerar que tenía una pequeña fortuna, para que su madre no pasara por ninguna penuria.

Terminó el ceremonial cristiano, la abuela, se retiró del lugar, y la gente decía que iba que se la llevaba el diablo, porque su descendiente la había desobedecido. Cada quien se fue encaminando a su casa, no sin antes reiterar el pésame a la viuda y al hijo desafortunado. Al día siguiente hubo dos novenarios, uno en la casa de la viuda y otro en la casa de la madre del fallecido. En el hogar de esta última fueron pocos; todos consideraron que tendrían que estar, con la esposa de Ramón grande. Desde ahí, se inició el distanciamiento.

La verdad era un decir de él, ya que su mamá trabajó tanto, que a ambos nunca les faltó realmente nada, que fuera significativo para su existencia. Tenían su casa modesta, comían y vestían bien, y en más de alguna ocasión se habían dado la oportunidad de hacer algunos viajes juntos. La vida y la relación entre los dos era perfecta. Él respetaba plenamente a su progenitora, y ésta le daba todas las libertades a su hijo, a sabiendas que era muy ordenado. Además, tenían buena relación con la familia que habían dejado en aquél pueblo, porque en varias ocasiones habían ido juntos en las vacaciones, aun cuando la viuda, sólo se quedaba unos días, con el pretexto de las entregas de los productos que elaboraba.

La enlutada no espero más tiempo que el necesario, y antes de un mes de ocurrido el hecho, se marchó del pueblo. Le encargó a un amigo de la infancia, le terminara de vender su casa, una parcela y algunas otras cosas que se habían acumulado en el tiempo de su matrimonio. Antes de salir del lugar, se fueron a despedir de la abuela, de los tíos y tías de Ramón chico. Toda la familia, menos la abuela, estuvieron presentes en el adiós. Les desearon lo mejor, y los que tenían que viajar, se marcharon. Se fueron a un lugar, no muy lejano, pero con mejores condiciones de vida. La madre, a toda costa buscaría que su hijo tuviera una vida mejor; que por ningún motivo, se enganchara en el tema de la venganza; para ello, trabajaría intensamente.

En fin, la vida que se les presentó una vez aciaga, por el asesinato del páter familia; les fue menos difícil, cuando decidieron no involucrarse en la vendetta, que se creía obligada, cuando un acto ominoso sucede. La dama, que de repente se encontró sola con su pupilo, cada vez que le trataban el tema de su esposo muerto, ella comentaba, que había sido un error de la otra familia, haber tomado la decisión de privarlo de la existencia, sin motivo o con motivo alguno.

Ella buscó, desde que salieron, que su hijo fuera al pueblo donde habían vivido. Cada año en vacaciones, lo mandaba, y sin faltar, su retoño visitó la casa paterna, hasta que se convirtió en un hombre de treinta años. Creyó suficiente que él fuera, por lo tanto se quedó en casa a preparar otras cosas más, para que su hijo no viviera en infortunio.

Y así, con el paso de los años y de los recuentos del hecho lamentable, no cambió la versión de su comentario; de esa manera Ramón chico, o que es lo mismo, el Licenciado, todo el tiempo, repetía lo que su madre le decía. Y la verdad, que por su mente nunca aceptó, aun cuando se le cruzó muchas veces la idea, de materializar la venganza, privando de la vida a los miembros de la familia que había participado en el homicidio.

En el lugar en que llevaban viviendo más de veinticinco años, habían encontrado la tranquilidad. La viuda, se dedicó a producir conservas, mermeladas y embutidos que había aprendido con anterioridad, y con los dineros de los bienes que le había dejado el difunto, pudo sobreponerse, hasta

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En muchas ocasiones, le llegaron a decir que era un poco hombre, miedoso, aguado, y diversos epítetos más, porque no tenía entre los objetivos de la vida, vengar la privación que le habían hecho, de quien le había dado la existencia. Más de alguna vez la escuchó, en forma indirecta, de su abuela. Sin embargo, su respuesta fue siempre: “Si es mi compromiso, o mi responsabilidad, yo sabré que hacer y cuando hacerlo”. Resistía los embates del empuje, de cobrar la afrenta y convertirse en asesino. El Licenciado, en su vida profesional, que ya abordaba los siete años desde su graduación, se había dado cuenta, desde su servicio social, llevadas a efecto en la Procuraduría del Estado, y de las prácticas profesionales, en el Poder Judicial, de tanto y tantos casos, como los que acontecieron con su padre, y que, en la cárcel, o muertos estaban los vengadores. La muerte no le asustaba, porque tenía en la memoria la presencia de esta, desde los cinco años, cuando vio a su padre tendido e inmóvil para siempre. Después resentiría su ausencia, su falta y la imposibilidad de verlo de frente y tocarlo. No obstante eso, su madre le había enseñado, como sentirlo, y dialogar con él, aunque no lo pudiera palpar. Eso lo agradecía a su progenitora, ya que siempre le dijo que podría contar con él; que le hablara, platicara sus problemas, triunfos y fracasos y que invariablemente sentiría la mano firme, y cuando pensara que alguna cosa no tuviera solución, o estuviera ante un peligro, sólo lo invocara.

La futura novia, se presentó ante la casa de su casi suegra, y ambas hacían planes para la boda. Ya estando en pláticas sobre la fecha, los padrinos, el vestido, el lazo, los anillos, cojines y demás, la señora le dijo: “Te puedo pedir algo”, la respuesta fue un “Si, lo que usted quiera, yo lo haré”. Bueno quiero que las flores de tu ramo, las que adornen el templo y el lugar de las fiestas, sean crisantemos.

La enseñanza había logrado sus frutos. Para él, su padre estaba vivo; presente en cada uno de los momentos en que fue creciendo. No careció de la figura paterna, en ningún momento, su mamá, le había enseñado y preparado para todo eso. Algunas veces, cuando los vecinos de aquel pueblo que habían dejado, le preguntaban que si no le hacía falta su padre muerto; él contestaba: “No, porque siempre está conmigo”. Por la respuesta, varios creyeron que estaba destornillado.

La casadera, le dijo que no había problema, que aceptaba eso, y lo que le pidiera; y preguntó: ¿Las flores que siempre tiene en su casa, y que las he visto siempre que vengo a ella, son los crisantemos que me pide que engalanen nuestra boda? Exactamente, las flores blancas de muchos pétalos que siempre adornan la sala, y la mesa de la casa, así se llaman. Pero te voy a explicar, por qué te hago esa propuesta, respecto de los Crisantemos. Hace muchos años, los integrantes de una familia, le quitaron la vida a mi esposo; lo hicieron estando él de espaldas; las razones que adujeron, no justificaban tal hecho, pero, ellos cometieron esa injusticia, y nosotros no quisimos alimentar el odio y el rencor.

Así que, unos meses antes de cumplir sus treinta, le comentó a su madre que pretendía casarse con la novia que le había presentado. La respuesta fue la que esperaba: “Hijo, lo que tu desees hacer, sabes que cuentas con mi aprobación y respaldo, así como con mi bendición”. Él la abrazo, y dándole un beso le agradeció el apoyo que siempre le daba.

Cuando sepultábamos a mi esposo le entregaron un crisantemo a mi hijo y le pidieron lo aventara a la fosa para que recordara la afrenta, y en el futuro se vengara. Se le insistió lo hiciera, pero, mi hijo, tu futuro esposo, les contestó que no y me la entregó, pidiéndome que esa flor la conserváramos siempre fresca, y así lo hemos hecho. Todo el tiempo, sin faltar algún día desde aquella fecha, hay en casa crisantemos, no para recordar tan cruento momento que vivimos, sino para que mi esposo, su padre este presente. De esa manera, olvidamos el rencor y nos centramos en vivir todos los momentos como una familia completa, integrada, por eso nunca nos ha faltado nada. Con razón, dijo la prometida, Ramón siempre regala ese tipo de flores, son sus favoritas.

“¿Las flores que siempre tiene en su casa, y que las he visto siempre que vengo a ella, son los crisantemos que me pide que engalanen nuestra boda?”

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Los visitantes inesperados, llevaban un inmenso ramo de crisantemos, que apenas podían sostener. Le pidieron permiso para pasar, y accedió, a fin de que depositaran la ofrenda floral. Hecho lo anterior, se les quedó mirando, en forma por demás sorprendida, pero con una mirada dulce, llena de paz y tranquilidad, y pudo observar que el hombre y la mujer que tenían enfrente, también trataban de dulcificar su rostro.

“Fueron pasando los días y se acercó la fecha de la boda. Y sucedió, que tres días antes de la ceremonia religiosa, llamaron a la puerta del Licenciado Ramón; cuando su madre abrió, casi se va de espaldas.”

Pasado el momento del encuentro, el varón que presidia la comitiva, inició con su intervención: “Queremos decirle, que nuestro hijo, a quien señalaban como la persona que privó la vida de Ramón Grande, lo mataron hace algunos meses”. La dueña de la casa se envaró, y estuvo a punto de decirlo algo parecido a, “no nos interesa lo que les suceda”, pero, se contuvo, recordó todos los años que trabajó para que el rencor no se anidara en su mente, y en su corazón, así que respondió: “Lo siento mucho, sobre todo por ustedes, que como padres tienen que ver a uno de sus hijos morir”, y siguió, “pero díganme, en que puedo ayudarles”.

Mi hijo, jamás se ha referido a la familia que cometió la falta, en modo ofensivo; cuando va de vacaciones y encuentra a la estirpe de ellos, siempre los saluda; lo que ha provocado que ellos quieran altercado, porque han creído que los está vigilando, para hacerles algo. Jamás, entre ambos, hemos pensado en buscar alguna revancha en su contra, porque, lo que sucedió ya no lo podemos cambiar; si alimentáramos el odio, el resentimiento, no hubiésemos logrado vivir como lo hemos hecho hasta ahora: “En paz, y llenos de tranquilidad”.

La pareja que había entrado a aquél hogar, cayó de rodillas, al momento que le decían: “Perdónanos por ser tan malos padres; por no haber inculcados los valores a nuestros descendientes, como lo has hecho con él tuyo”. Ella, al mirar que hicieron aquel gesto tan sincero, los tomó del brazo y les afirmó, que no había necesidad de que se hincaran, que bastaba con la solicitud de la indulgencia que hacían para otorgárselas; aun cuando, quiero decir a nombre propio y de mi hijo, que nunca los juzgamos, ni antes ni ahora, por haber encubierto la fatal conducta de su hijo.

Hemos cambiado el odio, rencor, aborrecimiento, encono, repulsión, en fin, cualquier sentimiento infame en contra de quien señalaban como responsable de esa muerte, por la compasión; y, los hemos eximido de la culpa y a la vez nosotros nos hemos liberado, y pedimos también que la familia de mi consorte, lleguen a olvidar la afrenta, para que unidos en esa idea, con el pensamiento universal, nos llegue la gracia a todos los involucrados, y se alcance la felicidad, que más de muchos no han descubierto.

El dúo le pidió les favoreciera con permitirles darle un abrazo, ella asintió, y hubo un momento que los tres estaban ligados, por sentimiento de amor y respeto, en lugar de algún otro, como el odio, que llega a separar a las personas. La mujer mayor, le dio un beso en la frente y el hombre le tomó la mano y se la besó, al momento que le decía: “Dele de parte nuestra y de la familia, las gracias a su hijo, que durante los últimos cinco años, nos ha manifestado su bondad, sin perder la reciedumbre de su persona. Siempre le estaremos agradecidos”.

Siguió contando. Ni siquiera, nos ha causado molestia que la autoridad no hiciera algo, en contra de las personas, no obstante que medio pueblo los señalaba, como quienes realizaron los disparos. De repente pasan las cosas así; pero lo que si sabemos, es que, si hubiésemos respondido de la misma manera, la vida sería tan diferente, y quizá, no estuviéramos preparando su boda. Ambas se abrazaron, y lloraron de alegría. Nos hemos salvado, por haber tomado esa sabia decisión, le dijo la joven enamorada.

La madre de Ramón se sorprendió y les preguntó: “Que ha hecho mi hijo durante, estos últimos cinco años”. El señor le contestó: “Desde hace cinco años, en el cumpleaños de Ramón grande, así como en la fecha de su fallecimiento, nos envía un ramo grande de crisantemos, con una tarjeta, en la que aparece su nombre y el mensaje: “Sólo la expiación nos liberará”. Al momento le mostraron las cinco tarjetas.

Fueron pasando los días y se acercó la fecha de la boda. Y sucedió, que tres días antes de la ceremonia religiosa, llamaron a la puerta del Licenciado Ramón; cuando su madre abrió, casi se va de espaldas; frente a ella estaban, nada más y nada menos, que los patriarcas de aquella familia, asesinos de su marido. Se repuso, y les dijo: “Díganme, estoy a sus órdenes, en que les puedo servir”.

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Estaban en eso, cuando Ramón entró con su novia, y al verlos se envaró; llegó a la sala y se siguió a la recámara, sin siquiera saludarlos, y regresó con un portafolio pequeño; lo abrió, e inmediatamente apareció una pistola escuadra en su

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mano. Todos abrieron los ojos desmesuradamente, y antes de que se dijera cualquier cosa, Ramón preguntó: “Madre, que hacen los señores en esta casa”. Su progenitora, nerviosa por ver la situación, le dijo con voz firme: “Hijo, los señores han venido a reconciliarse por lo que ocurrió hace veinticinco años, y han traído este ramo de crisantemos”. El hijo se relajó, y sacando el cargador del arma, así como el tiro que traía en la recámara se la extendió a su madre, y sin decir más se dirigió al ramo de crisantemos y lo dividió en dos, y acto seguido se los entregó a los visitantes. Luego, abrazó a su madre y a su novia, y con la voz cortada les dijo: “Señores, nos han salvado, porque mi madre y mi futura esposa no se quedaran solas, y yo no tendré que convertirme en asesino”. Madre, la pistola te la entrego, para deshacernos de ella, enseguida. La verdad, la compré hace cinco años, con la finalidad de ir a matar a quien privó de la vida a mi padre y posiblemente a otros más, pero logré superar mi odio por el amor que me has dado siempre, y en lugar de eso, en la fechas del cumpleaños y de la muerte de mi padre, les enviaba a la familia de estos señores crisantemos, con la finalidad de que se dieran cuenta que estas flores, se tienen cuando hay un cuerpo que sepultar, pero también, cuando existe la oportunidad de la expiación, y ese día ha llegado hoy. Ahora: “Nuestra felicidad es completa”. Y el hijo agregó: “Padre, gracias, por seguir siempre con nosotros y alentarnos hacia la paz”. Para el día de la boda, y una vez esta celebrada, ya no había atisbo de compromiso alguno que se tuviera que cumplir. Iniciaban una nueva vida, sin carga alguna que trasmitirle a los hijos; la venganza no había tenido oportunidad de anidar en la sangre, y por lo tanto, no se trasladaría a la siguiente generación.

José Alberto Peregrina Sánchez. Licenciado en Derecho. Egresado de la Universidad de Colima. Autor del Libro COLIMA Historia de las Instituciones Jurídicas, editado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, convocados por la Comisión Especial de los Festejos del Bicentenario de la independencia y del centenario de la Revolución Mexicana del Senado de la República. Coautor con Jorge Alejandro Rosales López, del libro, Vivencias en Cerro de Ortega, editado por el Gobierno del Estado de Colima. Miembro activo del ACPE y de la Federación de Egresados de la Universidad de Colima FEUC. www.acpe.org.mx/colima

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