Concurso literario
PALABRAS PARA UN
CONFINAMIENTO
Concurso literario
PALABRAS PARA UN CONFINAMIENTO
Š Biblioteca Jose Redondo y Departamento de Lengua Castellana y Literatura
IES ARICEL Calle Aricel, s/n Albolote, Granada.
Testimonios de un tiempo de encierro.
PRÓLOGO Organizado por la biblioteca y el Departamento de Lengua Castellana y Literatura del IES Aricel en la primavera de 2020, durante el confinamiento provocado por la crisis del coronavirus, este concurso literario pretendía dar voz a lo que estábamos pensando y sintiendo durante ese tiempo de cuarentena. Y eso es lo que encontramos en los textos hermosos y emotivos que los alumnos y alumnas fueron enviando en esos meses. En sus palabras nos reconocemos, y nos permiten recordar este tiempo vivido y, por ahora, pasado. Queremos dar las gracias por todos los que hemos recibido, y la enhorabuena a los ganadores, cuyos textos reflejan lo que hemos vivido con precisión y sensibilidad.
CATEGORÍA 1ª (1º-3º ESO)
POEMAS Y RELATOS Sergio T. Salvador Arco, 2º ESO A Desde mi ventana Igual, si no hubiéramos tenido que estar confinados , no podría haber sentido yo: desde mi ventana. Nunca escuché a los pájaros cantar por las mañanas, ni oí al vecino pequeño de enfrente llorar, ni el susurro del aire mover los pinos del parque. Nunca me dio alegría ver pasear a la anciana que saca su perrito cada día. Nunca me paré a ver las gotas de agua romperse en el cristal en los días lluviosos, nunca reparé en la sonrisa de María al salir a la calle. Sin embargo, todo eso ha cambiado, aprecio el despertar que me producen los pájarillos postrados en el filo de
mi ventana; conozco cuando el bebé tiene hambre o noches de insomnio; me gusta ver tambalearse los árboles en los días de ventisca; echo de menos a la abuela cuando tarda en salir a pasear e incluso ha habido días, que desde mi ventana, he podido contar los minutos de lluvia atrapados en el cristal, y desde mi ventana me encanta ver sonreír a María y decirme adiós con la mano, cuando se va. Es por todo esto y mucho más, que lo malo siempre tiene algo de bueno , que las prisas nunca fueron buenas y que detenernos, igual, nos sirve para resurgir con más fuerza. Julia Escudero Puerta, 2º ESO F Deseado encuentro Los días pasan sin detenerse, el mundo se ha parado en mi memoria, sacude el miedo mi último aliento, esperando una respuesta que marchite mis dudas.
El dolor sangra la ausencia, la pena se adueña de este vacío que ha dejado en mi corazón, la necesidad de estar contigo. Un alma rota por el destino, que espera un halo de tu presencia, que arranque de la herida un suspiro, para saciar mis ansias en verte. Un abrazo nos fundirá, en este encuentro esperado, que la distancia nos negó y el tiempo volvió a darnos.
Emma Gracia López, 2º ESO F CONFINAMIENTO Abro los ojos por primera vez esta mañana. Oigo la puerta chirriar y a continuación veo al mismo señor regordete de todos los días. Intento llamar su atención. Cuando lo consigo, se acerca y me dice algo que no logro entender. Después abre la reja y rellena mi
cuenco con comida. Yo empiezo a comer rápidamente. Cuando termino sigo teniendo hambre, pero me tengo que aguantar. Odio estar aquí encerrada, y sueño con que algún día alguien venga a rescatarme. Oigo un suave tintineo que proviene de la puerta. Veo entrar a una familia con muchos niños. Maúllo para que se acerquen a mí. Cuando se acercan empiezo me lamo la pata, para arreglarme. Veo cómo se alejan y cómo empiezan a observar a los demás animales. Me doy por vencida. Me acurruco en el fondo de mi celda y cierro los ojos. Otro día más en mi eterno encierro. Ana Rodríguez Braojos, 2º ESO F Estamos en el tercer mes de cuarentena y aunque tengo muchas ganas de salir, me he hecho muy amiga de mi vecino Raúl. Todas las mañanas nos asomamos a la terraza, que da la una con la otra, y hacemos juntos los deberes. Como a los dos nos gusta mucho leer,
decidimos formar un club de lectura aunque solo seamos dos personas. Nos asomamos a la terraza y comentamos cómo va el libro. Ya no nos quedan muchos libros que leer, yo me he leído sus libros y él los míos. Cuando podamos salir a las bibliotecas, seguiremos con el club. Por ahora queda suspendido hasta que tengamos libros nuevos. David Pérez Martínez, 2º ESO F RECUERDOS Recuerdo cuando hacer los deberes era excusa para hablar con los compañeros en clase. Recuerdo cuando el encierro era el de los Sanfermines o el de Semana Santa, cuando los aplausos se producían en el cine, en el teatro o en el fútbol. Recuerdo esas visitas a lugares históricos y maravillas del mundo. Recuerdo cuando aislarse del resto del mundo era solo para algo personal. ¿Cuándo sucedió?
¿Por qué las pizarras del colegio empezaron a ser la pantalla de mi ordenador? ¿Por qué un aplauso que antes simbolizaba alegría me transmite ahora tristeza? ¿Por qué esos juegos en familia son ahora virtuales? ¿Por qué ahora la palabra “encierro” es la más turbia del diccionario? Martina Gámiz Asid, 2º ESO D CUENTO: UN AÑO DIFERENTE En una casa a las afueras de un pueblo vivía una niña. Se llamaba Marta y tenía 13 años. Marta era una niña que no estaba nunca en su casa, siempre estaba fuera, en el instituto, entrenando, con sus amigas etc. Iba todos los días andando al instituto con sus tres amigas que vivían al lado, estaba cerca de su casa. Por la tarde se iba a entrenar a la piscina de la facultad de ciencias del deporte, Marta es nadadora, le ha costado mucho llegar hasta donde ha llegado como deportista, mucho esfuerzo, lagrimas, lesiones etc. Pero nunca se rendía, siempre intentaba dar el máximo. Iba a campeonatos en distintos sitios de España, ganaba muchas medallas y lo mejor de este deporte es toda la gente que conoces en distintos
países y ciudades. Por eso la natación se había convertido en algo fundamental y muy importante en su vida. Todo empezó un día en el que iban las cuatro amigas al colegio. Como siempre Marta recogió a su amiga Paula y después las dos recogieron a Silvia y a Elena. Por el camino siempre se encontraban a cuatro niños muy guapos que eran de su misma clase, Javi, Pablo, Dani y Migue. Ese día también estaban allí los niños. Cuando llegaron a la puerta del instituto los cuatro niños y las cuatro amigas vieron un cartel que ponía “cerrado “. Todos se extrañaron al ver el instituto cerrado y nadie en la calle. Los niños se acercaron a las niñas y le preguntaron si sabían algo de esto, ellas no sabían nada. Como estaba cerrado decidieron volver todos juntos a sus casas, cuando ya estaban llegando a sus casas los niños acompañaron a las cuatro amigas a sus casas. Pero de repente cuando estaban a punto de entrar cada una en su casa empezaron a pasar muchos coches de policía. Un coche se paró delante de ellos y salió un policía diciendo “ ¡Todos meteos en vuestras casas ahora mismo!” Todos obedecieron excepto Dani que su casa estaba más lejos, entonces Marta le dijo que se metiese en la suya y ya cuando no estuviese la policía se podría ir a su casa. Los dos entraron, Marta le preguntó a su madre que estaba pasando, pero ella no contestó, estaba muy concentrada viendo las noticias. Así que los dos se sentaron a verlas con ella. Cuando terminaron los dos
niños se miraron sorprendidos ya lo entendían todo. En las noticias habían dicho que un virus había llegado al país y que no podrían salir de la casa. Cuando su madre dejó de ver las noticias vio al niño y dijo: “¿Pero quién es este niño?” Marta le contó todo lo que les había pasado y dijo que había que llevarlo a su casa muy rápido antes de que volviese la policía. Pero su madre se negó, dijo que era demasiado peligroso y que tendría que quedarse en casa hasta que acabase todo esto. Así que le prepararon la habitación y se quedó allí. Marta todavía no se creía lo que estaba pasando, tendría que pasar todos los días encerrada en su casa con Dani que apenas se conocían. Y además de eso no podría nadar. ¿Qué iba a hacer con la natación y con el instituto ahora? Marta estaba muy confusa, no se imaginaba tantos días en su casa sin poder entrenar y sin ver a sus amigas. Ella creía que iban a ser unos días horrorosos porque no podía hacer nada de lo que hacía antes de que ocurriese todo esto. Los profesores se organizaron y explicaron cómo llevarían las clases para seguir con el mismo ritmo, y como Dani y ella estaban en la misma clase se ponían a hacer los deberes juntos. Su entrenador le mandó una serie de ejercicios para que siguiera haciendo deporte, aunque sin piscina no podía hacer nada. Marta tenía una piscina pero hacía mucho frío y el agua estaba helada, además no era lo suficientemente grande para nadar.
Los días iban pasando y Marta seguía allí encerrada con Dani, era muy raro estar tantos días con él pero con el tiempo se iban conociendo. No se aburrían porque Marta tenía dos hermanos y una casa grande donde jugar los cuatro juntos, pero echaba de menos a sus amigas y Dani también. Entonces se les ocurrió que todos los días a una hora harían video llamada los ocho para verse y poder hablar. También su entrenador decidió hacer varios días de la semana video llamada con todos los del club para que pudiesen entrenar todos juntos como antes y Dani hacía también los ejercicios de Marta. Dani jugaba al vóley, era el mejor jugador de todo el instituto y al igual que Marta él echaba de menos jugar al vóley. Poco a poco la situación se estaba haciendo más normal. Dani y Marta se habían hecho súper amigos, estos días les habían servido para conocerse mejor. Ya se podía salir a hacer deporte fuera así que Dani ya podía volver a su casa después de dos meses. Cogió todas sus cosas y les dio las gracias por acogerle estos días. Cuando se iba a ir le dio un abrazo a Marta y le dijo que habían sido unos días diferentes pero maravillosos porque había tenido a alguien para entretenerse y reírse. Marta no quería que se fuese pero le dijo que podrían salir a hacer deporte juntos y que podría venir siempre que quisiera a su casa. Los dos niños empezaron a salir a correr juntos todos los días, se reían, jugaban, cantaban, se lo pasaban muy bien los dos. Poco a poco se fue uniendo más gente a ellos e iban todos a correr
Entonces después de aquello Marta se dio cuenta de que aunque no pudiese nadar, había otras formas muy divertidas de hacer deporte con sus amigos.
Natalia Porcel Jiménez, 1º ESO B UNA MALA PESADILLA Me quedé que no me lo creía. El 15 de marzo del 2020 cambió mi vida de la noche a la mañana. Me dijeron que no podía salir de casa, ni yo ni prácticamente nadie de toda España. Estábamos todos pegados al televisor, sin perder un solo detalle sobre la pandemia del Covid 19 que estaban sufriendo todos los países del mundo. Miraba por la ventana y veía la calle desierta. Desesperada porque todo volviera a la normalidad, estudiaba, jugaba con mi hermana, cocinaba, limpiaba, en definitiva, trataba de pasar los días lo mejor posible. Para amenizar un poco los días, todas las tardes a las ocho, salíamos al balcón a aplaudir a los sanitarios por el trabajo tan valiente que estaban realizando en esos
momentos. Un día tras otro, veíamos cada una de las personas que dejaban a sus seres queridos por culpa del virus. Moría mucha gente, pero también salían casos en las noticias de personas afortunadas que habían superado el virus. Por fin pudimos salir y pisar tierra mojada, disfrutar de los rayos del sol caminando por nuestro barrio. Me liberé y me sentí mucho mejor al poder correr, saltar, chillar, respirar aire fresco… De repente alguien me tocó el hombro y me gritó: -Venga Natalia, despierta, que vas a llegar tarde al instituto. Noelia Iáñez Rodríguez, 1º ESO D Esta historia trata de una niña llamada Noelia. Un día estaba con sus amigos jugando en la calle. De repente surgió un virus que comenzó en China y que llegó a Granada. Todo el mundo empezó a contagiarse y murieron muchas personas. El gobierno para ponerle
remedio a este problema decidió que la gente no debía salir ni tampoco ir al instituto. Así comenzó la etapa del confinamiento porque la gente debía de permanecer en sus domicilios. Noelia se pasaba todas las tardes muy entretenida realizando deberes de todas las asignaturas y estudiando. No tenían clases y los profesores les mandaban deberes a través de una aplicación de Internet llamada Classroom. Le resultaba un poco agobiante por la cantidad de ejercicios. Por las tardes sacaba a su mascota llamada Luna a pasear. Era pequeña y de color negro. Cuando tenía tiempo libre practicaba deporte con su familia. Le resultaba muy divertido. A las ocho de la tarde salían al balcón a aplaudir a los sanitarios y saludaban a sus vecinos. Por la noche Noelia hacía video llamada con sus amigos y jugaban a juegos online. Se lo pasaban muy bien. Por fin, Noelia comprendió que para vencer a este virus debían estar unidos y quedarse en sus casas para ganar esta batalla.
Alejandra Izquierdo Quero, 1º ESO D EN CONFINAMIENTO Me paso el día en mi cuarto Ya no se que puedo hacer. He hecho los deberes Y visto series también. También juego con mi hermana Que es un poco pesada , Y no me deja tranquila Desde por la mañana . Luego prepararé Un maravilloso bizcocho . Y aplaudiré con mis vecinos En los balcones a las ocho. Por la noche vuelvo A mi habitación, Y me quedo leyendo Tumbada en el colchón.
Francisco García Santiago, 1º ESO A Todos los días en la televisión no paraban de salir noticias de un virus que se hacía llamar coronavirus… Al principio, no le daba mucha importancia, pensaba que esto acabaría pronto, pero cada día veía que la situación se volvía vez más preocupante, había más contagiados por el virus, e incluso muchas personas fallecidas… Buscaron una salida a la situación que estábamos viviendo y era la del “confinamiento”, una palabra que hasta ahora nunca tuve la oportunidad de pronunciarla, quizá porque no me hizo falta incluirla en mi lenguaje. Mientras esto ocurría, desde casa la preocupación se hacía más grande, mis padres tenían que estar en primera línea de fuego. Intentaban no alarmar pero el ambiente normal de casa había cambiado. No había besos, no había abrazos… Me preguntaba si yo podía hacer algo para mejorar, y opté por interesarme por las aficiones de ambos.
Así, cada noche ayudaba a mi padre en las cenas, incluso alguna vez le sorprendí haciéndola solo. A mi madre, cuando llegaba del trabajo, le contaba cosas graciosas (casi siempre inventadas) con el propósito de sacarle una sonrisa apartando así su preocupación. Mientras ambos trabajaban, supe la mejor forma de consolar a mi hermana en sus momentos de enfado, también supe cuál era su ropa favorita, los personajes de su serie favorita… Me llegué a convertir en su profesor de refuerzo. En este tiempo descubrí que no conocía tan bien a mi familia como creía. Con esto no quiero decir que me haya gustado pasar por esto, pero si me ha ayudado a entender la importancia de ciertos valores como la amistad, la solidaridad y sobre todo, la disciplina.
Rogelio Entrena Manceba, 2º ESO A Érase una vez un niño llamado Carlos que vivía en un pueblo cercano a la ciudad con sus padres. Cada viernes, durante el invierno, Carlos salía a jugar con sus amigos Juan y Alex. Cuando llegaba el verano, los niños salían todos los días al parque. En ese mismo pueblo había una casa antigua, con grandes árboles que apenas dejaban verla. Los niños la llamaban la” Casa del Terror”. En ella vivía un hombre muy raro que no se relacionaba con nadie, con aspecto descuidado, una gran barba, el pelo blanco y largo. Vestía sin grandes lujos. Apenas salía de su casa, pero si alguna vez lo hacía, iba acompañado de dos grandes perros. Cuando los niños lo veían pasar corrían a esconderse. Un vienes, los niños estaban jugando en el parque, cuando de repente Juan empezó a toser. Carlos y Alex, un poco preocupados, acudieron al supermercado a comprar una botella de agua para Juan. Pasaron unos días y Juan aviso a Carlos y a Alex, que no se
encontraba bien y que tenía fiebre. En ese momento Carlos y Alex estaban muy preocupados, pero aun así ellos salían a la calle. Poco a poco la población del pueblo se iba contagiando. Los más mayores, morían antes que los jóvenes, aunque estos también enfermaban y morían. El pueblo se convirtió en un “pueblo fantasma”. Las tiendas cerraron, los habitantes dejaron de ir a sus trabajos, los niños dejaron de ir a la escuela y salir a jugar. La preocupación en el pueblo era muy grande. A pesar de las medidas de higiene que adoptaron los habitantes, los casos de contagio eran cada vez mayores. Después de muchos días, el hombre de “La casa del Terror” salió a la calle con sus perros. Comenzó su paseo extrañado de que no hubiera nadie en las calles, en los parques. Pero lo que más le inquietó, fue que no hubiera ninguna actividad. En un principio pensó que se trataba de un día festivo; pero un día festivo muy raro. Regresó a su casa con la idea de salir al día siguiente y quitarse esa
extraña sensación. Así lo hizo, pero cuál fue su sorpresa al comprobar que la situación era la misma del día anterior. Tenía que averiguar qué es lo que estaba pasando; pero… ¿a quién preguntaba? Él no tenía relación con nadie. El hombre de “La Casa del Terror”, muy preocupado, tocó a la puerta más cercana a su casa. La dueña de esta le contestó a través de una ventana, y le respondió a su gran pregunta: ¿Por qué no hay gente en las calles? Le contó que un virus desconocido estaba contagiando a los habitantes del pueblo, causándole la muerte a muchos. La gente asustada se había confinado en sus casas y apenas salían porque no había vacuna ni medicamentos para su cura. El hombre destrozado por la noticia, comenzó a llorar cubriéndose el rostro con sus manos, miró al cielo, y sin decir nada corrió a su casa. Este hombre se llamaba Manuel. Era un científico muy importante que perdió a su familia en un horrible accidente de tráfico. Murieron su mujer y sus dos hijos. El conducía el vehículo y milagrosamente salvo
la vida. Desde entonces se encerró en su casa. Amargado, y con un sentimiento de culpa por lo ocurrido a su familia, no quería mantener relación con nadie, sufriendo mucho cuando veía a los niños jugar en el parque. Pero cuando la mujer le contó lo ocurrido, pensó que su ayuda en este momento era fundamental. Manuel tenía un laboratorio en su casa. Estuvo trabajando día y noche durante muchos días para conseguir la cura. No tenía con quien experimentar los resultados de su trabajo. Estuvo pensando en cómo comprobar la efectividad de su descubrimiento. De repente pensó que él no tenía nada que perder en esta vida. Se enteró que un pequeño estaba muy enfermo y fue a visitarlo sin ninguna protección para contraer la enfermedad. Estando con el pequeño, se acordó de sus hijos dándole fuerza para seguir con su propósito. Manuel enfermó, comenzando el tratamiento con los medicamentos que había preparado. Después de unos días, se sentía mejor. La fiebre desapareció, no le costaba trabajo
respirar. ¡Manuel se había curado ¡ Ahora solo tenía que convencer a las personas del pueblo para que se trataran con su medicamento Comenzó tocando la puerta de la casa del pequeño que lo contagió. Su mayor ilusión es que todavía estuviera vivo. Así fue, el niño aún vivía, pero estaba muy débil. Les conto a los padres su historia y viendo que su hijo cada vez estaba peor accedieron a darle el medicamento. Al igual que Manuel, en pocos días se recuperó. La noticia se extendió por el pueblo. Todos los habitantes tocaban a la puerta de “La casa del Terror” en busca del medicamento que sanaba. Así fue como Manuel pasó de ser un desconocido a una persona muy querida en esta localidad. Un héroe al que todos le debían lo más valioso que tienen las personas “la vida”. Manuel también se sintió agradecido por el cariño que todos le daban y que le ayudó a superar su gran tragedia, la pérdida de su familia.
Desde entonces, los niños de este pueblo también aprendieron una gran lección: no hay que juzgar a nadie por su apariencia, porque muchas veces las apariencias engañan. Claudia Viedma Montero, 3º ESO C Desde el día que esto comenzó, siento una amenaza en mi corazón, aunque ellos me ayudan a subsistir, a veces no aguando tanto reír. Pero yo intento aguantar, aunque esto sea sobrenatural. Tanto tiempo juntos no es un suplicio, al contrario es como un hechizo, hechizo de encanto un tanto amargo. Entre cuatro paredes yo me escondo, entre cuatro lecciones yo me embarco, gracias por tanta comprensión, pero sigo sintiendo esta aprensión, esta aprensión que contengo, con juegos locos y abrumados, aprensión loca de jolgorio,
que rezo para que se esfume pronto. Sergio Napal Prieto, 1º ESO E Reflexión de un confinamiento. Es cierto que, aunque esto sea por una buena causa como acabar con este maldito virus, a veces la situación se hace muy dura al estar encerrado. Pero a ratos se te “olvida” ese sentimiento de estar aislado, como por ejemplo el mítico aplauso de las 20:00 h, no solo por el homenaje que supone para los sanitarios/as y fuerzas de seguridad, si no que con él nos reunimos todo el barrio desde nuestros balcones, y eso por lo menos a mí me transmite una sensación de libertad indescriptible, además de una profunda emoción. Pero no solo hay que ver esta situación desde un punto de vista crítico, por ejemplo, ahora podemos pasar más tiempo con nuestros seres queridos, en mi caso mí familia y yo hacemos campeonatos de juegos de mesa los fines de
semana, y hacemos videollamadas con nuestros familiares. Nunca hubiera pensado que llegaría a estar muerto de ganas de ir al instituto, jejeje, lo que mas necesito es volver a la normalidad, las clases, los deberes por la tarde, ir al gimnasio después de hacer los deberes…etc y sobre todo poder visitar a mis abuelos, a mi prima, jugar en el parque con mis amigos,.. Creo que lo que más claro nos está quedando a todos con esta situación es que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, en este caso nuestra vida cotidiana y estoy seguro de que a partir de ahora valoraremos mucho más lo inmaterial que lo material como veníamos haciendo. Desde el punto de vista general, está claro que el número de víctimas es muy duro diariamente y por ello tenemos que seguir esforzándonos para que entre todos podamos combatir el virus, cada día que sumamos es un día menos para volver a la normalidad que tanto deseamos.
Hasta pronto, lo más importante es que nos reencontremos todos otra vez. Alba May Barriga García, 3º ESO A "Nosotros podemos" ¡Confinados, quién lo iba a creer! Esos días encerrados sin saber qué hacer. Este es el momento de ver a nuestros hijos crecer. Es el tiempo de compartir recuerdos y... crear juntos unos nuevos. Ahora todos tenemos que estar unidos para cuidar a nuestros vecinos y salvar a nuestros seres queridos. Porque cada uno, hace algo positivo, si se queda en casa echando de menos a sus amigos. Volverán, esos momentos tan divinos... ¡Ánimo! Ya mismo acaba, debemos tener esperanza. ¡Porque juntos esta cuarentena se pasa!
CATEGORÍA 2ª (4º ESO-BACHILLERATO Y CICLOS)
POEMAS Y RELATOS
Amelia Ruiz Melero, 2º BTO A Cuando llega la luz a la ciudad, la encuentra aislada, cerrada y fría. No quedan ya patios de vecinas, ni "anda, salte y te despejas ". Entre "skypes", se mezclan las ideas y se nos tropiezan las palabras. Fuera del mundo humano continúan, las oscuras nubes de palomas, el crujido alto de los árboles y el cantar de la naturaleza que se sabe libre.
*** Esta mañana la perra abrió la puerta y se fue. Estaba cansada de los paseos cortos y alejados de los vecinos, pero al salir vio que algo había cambiado. La llamé y volvió a entrar. Por la tarde soy yo la que siento esas ganas de escapar, volvemos a los paseos aburridos. Pongo música muy baja, no sé si aguantaría tanto silencio. Descubro que vivo rodeada de búhos, deben llevar allí estos dieciocho años. Por el camino paso a comprar algo, no recuerdo qué, la carnicera me saluda, le sonrío. De vuelta suena “Cold little heart”, hay una brisa suave, y me doy cuenta de que la carnicera no pudo ver mi sonrisa bajo la mascarilla. La perra no se separa de mí. Tendremos que aprender a sonreír con la mirada.
Julio Hidalgo Puñal, 2º de bachillerato A Hoy me apetece dar un paseo desde el felpudo de la entrada hasta el patio trasero. Ya crecen las praderas de polvo sobre los muebles ligeras, ¡qué suerte la mía, ver la nieve gris de mi hogar al cielo echarse a volar! La cruz verde es un gran faro que trae esperanza a nuestras vidas, la lucha entre la noche y la armonía se da entre cuatro paredes blancas de las que vuelve mi madre cada día. Hoy me apetece dar un paseo y mañana quizá otro más.
Lara Pozo Romera, 1º BTO C GRACIAS Nunca imaginé que mi casa se convertiría en mi cárcel. Esas cuatro paredes que desde hace diecisiete años me habían dado cobijo y protección ahora se asemejaban más a una agonía lenta. Obligada a permanecer encerrada en una “jaula de oro”. Tampoco preví que mi vida sería como esas novelas distópicas con las que he disfrutado tanto, ni la continua melancolía que me acompaña estos días por las cosas que añoro. Reír con mis compañeros desde por la mañana, los chistes malos de ciertos profesores, el tiempo incontado en una librería o las horas paseando por las calles sin un rumbo fijo. Odio, de cierta forma, darme cuenta de lo importante que eran estas cosas que catalogaba de insignificantes. “No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes”, que palabras más ciertas y dolorosas. Odio que haya tenido que haber
una situación tan extrema para que toda mi familia se sentase alrededor de la mesa y pasar simplemente el rato jugando a las cartas y juegos de mesa. Que haya tenido que ser encerrada para reconocer que conocía poco a mi familia y el tiempo que no hablábamos por hablar. Así que simplemente puedo decir gracias. Gracias por hacer que despertase y viese las muchas cosas que componen mi vida. Gracias por volver a reunir a mi familia. Y gracias por darme la lección más importante de todas, que la vida nunca es simple pero tampoco difícil. Pablo Ballesteros, 1º BTO C El encierro no se vive solo físicamente, es más bien algo relativo. La conciencia de los que estan encerrados incluso sin confinamiento es mucho más pesada y diferente a la del resto. Al fin y al cabo todos estamos encerrados de
alguna forma algunos, la mayoría, de sus jefes otros de la parada de bus a las 8:30 otros también lo estamos de esa asignatura suspensa o nuestro profesor de historia. - 7:00 Alarma ¿Cuantos caminos podrían llegar a Roma? ¿Cuántos serán? Tantos que ninguno nos dejó escapar - 11:00 Descanso Somos marionetas de los poderosos bichos mecanizados y sin alma en mitad de un bucle de citas y alarmas y sin ser conscientes del oasis de este encierro y sin darnos cuenta de que el más terrible y eterno confinamiento está fuera. Y sin saber que el encierro somo nosotros mismos. - 21:00 Vuelta a empezar Sofía Ocete Villegas, 2º BTO C CUANDO SOLO NOS QUEDE SOÑAR
Érase una vez un niño el cual vivía en un sitio privilegiado , un sitio que nadie podía imaginar pero que todo el mundo desearía , un sitio el cual te podía ofrecer la felicidad necesaria si sabías aprovecharlo. Se trataba del templo del saber. Era una afable casa que daba a un gran jardín lleno de naturaleza ; árboles y flores de distintos tipos cada uno con su belleza particular y encantadora que a simple vista te dejaban perplejo , hipnotizado… pero eso no era el único encanto que ofrecían estos. Era algo totalmente mágico , algo que te permitía evadirte de la realidad en la que te encontrabas. En ese jardín predominaba toda la cultura , el conocimiento , el saber que pudiera existir, y esto era ofrecido por la distinta naturaleza que se encontraba en este ; cada árbol contenía una ciencia diferente que enseñar ; como las matemáticas , la filosofía , psicología… , y cada flor un arte distinto que mostrar ; como la pintura , la música , la poesía…
En esa casa , a la cual pertenecía ese mágico jardín , vivían dos personas muy dichosas , una de ellas era Rosa , la mujer más sabia que nadie podría imaginar , pero de la que todo el mundo desconocía , ya que era una mujer que había estado dedicada a su casa y a cuidar del jardín desde siempre. Rosa tenía un hijo llamado Hugo , el cual tenía 14 años y por el que tenía un gran interés y afán en incrementar su atención por el jardín. Hugo era un niño testarudo , poco interesado por el instituto y lo que este le aportaba , sacaba malas notas y su única preocupación era conseguir quedar primero en todos los juegos de la consola a los que jugaba con sus compañeros. Pero en cambio Rosa siempre tuvo la esperanza de que el jardín con su encanto y todo lo que ofrecía de manera original y versátil pudiera despertar en Hugo el entusiasmo por el conocimiento y enriquecimiento de uno mismo. Una mañana de domingo el cielo no se despertó como de costumbre. Eran las diez de la
mañana y sin embargo parecían las seis de la madrugada. Esa noche se experimentaron fenómenos meteorológicos muy violentos consecutivamente ; como fueron una gran tormenta que dio paso a pequeños tornados que estuvieron presentes toda la noche , nieve y granizo y otros dos fenómenos que indicaban que algo no iba bien : rayos crepusculares y auroras de distintos colores. Y estos no dejaban de aparecer mientras se daban los otros. La naturaleza estaba hablando. Ese día las noticias comunicaron que tras el cambio climático que la tierra había estado sufriendo y los daños ambientales a los que había estado sometida , se había producido un desastre mundial que duraría bastante tiempo , y que los fenómenos experimentados esa noche seguirían repitiéndose , e incluso con más fuerza. También se previó que llegarían lluvias torrenciales muy ácidas , y que todo esto se podría dar a cualquier hora del día , que la naturaleza no seguiría ningún orden. Por ello se estableció que la libertad
correspondiente de las personas quedaba restringida hasta que la situación se pudiera controlar. Lo sucedido generó el pánico de las masas , ante la incertidumbre sobre lo que les depararía en el futuro , lo que hizo que todo el mundo se mantuviera en sus casas para minimizar el riesgo que corrían. Rosa , ante la catastrófica situación en la que se encontraban sentía un pequeño alivio al poseer una de las fortunas más grandes que alguien podría tener. En los siguientes días apenas estuvieron presentes ningún tipo de fenómeno , a veces lluvias leves pero nada por lo que temer. Hugo se volvió aún más rebelde , no podía ver a sus amigos , dejó de ir al instituto , apenas hacía nada , tan solo dormir , comer y jugar a la consola. Por lo que un día Rosa , le escondió la consola antes de que se despertara , y se propuso hacer de él una persona culta. Le planteó despertarse todos los días a la hora del
instituto y dar clase hasta la hora que este terminaba, y por la tarde podría tener la consola el tiempo que quisiera y así sucesivamente todos los días. Pero esto no iba a ser tan fácil , y al día siguiente a la hora de comenzar Hugo fingió que había cogido una gripe , para así no tener que dar clase y poder jugar por la tarde. Pero como nadie conoce mejor a su hijo que su propia madre , esto no le sirvió a Hugo , y si este quería jugar por la tarde tendría que dar clase , a si que obligado se vistió y bajó al jardín. Hugo nunca se había interesado por acercarse a él y conocerlo , por lo que Rosa sabía que no tardaría en caer en sus encantos. Los primeros días el chico se mostró un tanto duro y sordo a todo lo que iba aprendiendo de cada ciencia y arte , hasta el día que tuvo un aprendizaje más largo y profundo con el limonero , al cual le correspondía la psicología. Trató temas que tenía
oprimidos en él , las bases de uno mismo , los fundamentos de cada cosa , las esencias , las ideas… y reflexionó sobre cada una de las que este le iba planteando. Tras ese día Rosa vio como Hugo iba evolucionando en el ámbito del saber y como cada vez iba costándole menos dar clase , incluso notó como disimulaba las ganas que tenía de que llegara el día siguiente cada vez que una mañana terminaba. Todo se encontraba en paz , en estabilidad , en orden , Hugo cada vez sabía más y se estaba convirtiendo en una persona sabia y culta al igual que su madre , aprendía a la vez que se divertía y cada vez valoraba más lo que tenía en casa y lo que había estado esquivando por tanto tiempo , se sentía con libertad a pesar de no tenerla. En el mundo se estaba olvidando lo sucedido aquel día , ya que no volvieron a ocurrir acontecimientos de tan gravedad las siguientes semanas , y cuando la gente comenzó a relajarse y a volver a saborear un poco la libertad desde lejos , algo tremendamente
fatídico volvió a sacudir cada rincón de este mundo. Todo se encontraba en un jueves noche cuando comenzaron a llegar tornados y huracanes , tormentas eléctricas , nieve , granizo , nubes noctilucentes, de nuevo rayos crepusculares y auroras , y algo de lo que se había estado avisando y todo el mundo temía: lluvias ácidas y de manera torrencial. Todo el mundo pasó la noche en vilo , a la espera de ver lo que había causado el paso de tal cataclismo. Ese viernes Rosa quedó totalmente vacía por dentro , le habían arrebatado lo único por lo que seguía apostando en esta vida , aparte de su hijo. Sin avisos , sin lugar a despedida , o simplemente sin esa oportunidad de poder protegerlo y así evitarlo, esas lluvias ácidas mataron cada árbol y cada flor que poseía el jardín , las secó y esa misma mañana se encontraba todo sin frutos , sin luz , todas las flores marchitas , todo pasó de tonos rojizos , violetas , blancos , amarillos , verdes… a un frío gris.
Para Rosa eso fue como quien tiene algo muy importante que decirte y tan solo dispone de segundos , y entonces te lo grita a una distancia difícil de escuchar y por la que entremedias pasa un tren por sus vías. Para Hugo que aún seguía descansando todo estaba en calma , pero cuando se despertó y vio lo ocurrido quedó totalmente perturbado. Notó como si le hubieran cortado las alas. El jardín le había ofrecido a Hugo sensaciones y puntos de vista nuevos , le enseñó muchas cosas por primera vez , a ver la vida de otra manera , a valorar las cosas que verdaderamente importan y prestarles atención. Hugo llegó a sentir verdadero afecto por él y ahora que este ya no estaba llegó a darse cuenta de todo , de lo importante que era cuidar , cuidar lo que se quiere y de lo que no podemos prescindir. Cuidar la tierra, que era gracias a ella por la que los seres vivos se mantenían con vida y la cual era muchísimo más poderosa que el propio hombre , que la propia ciencia y todo lo que
consigo conllevaba , y que esta podía hacernos desaparecer a nosotros y a todo lo que hubiera a nuestro alrededor ,como ahora estaba haciendo. También se dio cuenta de que aunque esas semanas hubiera estado encerrado en su casa, el simple hecho de levantarse y ver toda la belleza que sus ojos podían observar , toda la gama de colores , escuchar los pájaros cantar , mientras respiraba el olor del jazmín , las rosas , la lavanda , la petunia… y toda la vegetación más de la que disponía el jardín, lo hacían sentirse realmente libre y todo esto combinado con todas las cosas productivas que hizo gracias a él le ofrecieron un sincero sentimiento de lo que encierra felicidad y satisfacción. Por tanto ahora que no disponía de él ni de la propia libertad , esas dos sensaciones volvieron a desaparecer y se dio cuenta de que le habían quitado una auténtica necesidad en su vida , ahora se sentía vacío , retenido , su mente no era capaz de volar…
y entonces supo que cuando te quitan toda la libertad de la que dispones ya tan solo te queda la imaginación , el soñar… Al día siguiente , Rosa y Hugo corrían de la mano por una extensa pradera verde llena de flores y árboles , con un esplendido sol acariciando sus pieles y cabellos y con una temperatura muy reconfortable, con un ligero viento que chocaba con delicadeza contra ellos… entonces su hondo respirar se escuchó por todo el mundo , volvían a ser libres. Laura Valencia, 2º BTO B Lo llaman confinamiento. Llevamos dos meses privados de muchas de nuestras libertades, aunque hasta ahora no creo que muchos se hubieran parado a pensar en que existían los que ya carecían de ellas antes. ‘’Ahora apreciamos mucho más lo que tenemos’’, ‘’No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes’’. Afortunados aquellos que sufren por perder porque significa que algún día tuvieron. ‘’ Es mejor haber amado y
perdido que jamás haber amado’’. Envidia de los que ahora piden lo que les han quitado, saben que lo van a recuperar. ¿Qué es lo que piden? Libertad. La libertad es andar, correr, ir a un bar, salir a cenar, quedar con amigos, hasta pedir libertad es ser en cierta medida libre. Pero siempre ha habido inválidos que no pueden andar, asmáticos que no pueden correr, pobres que no pueden permitirse ir a un bar, anoréxicos que no son capaces de cenar, solitarios sin amigos con los que salir y miles de millones de personas que tienen tanto miedo que no pueden gritar por su libertad. ‘’ Más vale morir de pie que vivir de rodillas’’. No obstante, el miedo ha sido el enemigo de muchas personas a lo largo de la historia. El confinamiento parece ser el fin del mundo para muchos, pero no debemos olvidar que siempre habrá alguien que esté peor. En esta época de crisis muchos pensarán que les está pasando lo peor que les podría pasar. Es indudable que mucha gente
está sufriendo y que haya problemas peores no significa para nada que éstos no sean malos. ‘’Nadie levantó el mundo compadeciéndose de uno mismo’’. Lo que quiero decir es que compadecerse de uno mismo ayuda a sanar heridas, pero no podemos acostumbrarnos a esta situación. Todos lo pasamos mal, pero hay que salir adelante. A veces encontrar una salida puede ser muy difícil pero hay que intentarlo. ‘’Rendirse es de cobardes’’. No rendirse no es continuar lo que hacíamos, la situación ha cambiado, y lo que tenemos que hacer es no abandonar las ganas de vivir, no rendirnos en esta carrera de valientes llamada vida. Los valientes son los que se levantan cada mañana, son conscientes de todo lo malo que les pasa, y aún así, se dejan la piel por conseguir lo que quieren. ‘’Los cambios son para los valientes’’. En los momentos difíciles es muy complicado ser optimista.
Aunque espero que si alguien lee esto, piense en lo que tiene, en lo que quiere, en lo que ha pasado para llegar hasta ahí y en lo que puede hacer para lograr lo que desea. ‘’De todo se aprende, incluso de los fracasos’’. Esta época del coronavirus ha dejado estragos por todo el mundo pero hay que pensar en que siempre ha habido y hay muchos que, a pesar de estar peor, se han desatado las cuerdas del miedo, han logrado salir del pozo llamado tristeza y vuelven a vivir sus vidas con felicidad. Pero lo han logrado porque han luchado por ello. ‘’Si lo intentas puedes perder, pero si no lo intentas ya has perdido’’. Lo llaman confinamiento. Es cierto, ha traído muchas crisis de muchos tipos. Pero, ya está aquí, ya ha comenzado y no podemos volver atrás. ‘’A veces es difícil, pero hay que ver el lado bueno de las cosas’’.
Andrés Hernández Masia, 2º BTO B No sabemos lo que tenemos hasta que lo echamos de menos. Un día, de golpe, se nos impone que debemos permanecer en casa. Creo que esto nos pilló por sorpresa a todos y a nadie le hizo gracia, pero de todo se aprende. Aprenderemos a valorar nuestro tiempo, el mero hecho de existir que tan a menudo despreciamos quejándonos de problemas banales. El poder estar en la calle, compartir experiencias y lo más importante, ser libres. Algo que, estoy seguro ni siquiera nos hemos planteado seriamente que somos. Debemos ser fuertes mentalmente, ya que este confinamiento tiene un final, y es por una buena causa por la que se han tomado estas medidas, así que, como es irremediable estar aquí, habrá que aprovechar y descubrir
mundos que en condiciones de libertad no tocaríamos ni con un palo simplemente por pereza. Puede ser la filosofía, la literatura, el arte y una infinidad de ramas. En la vida, ni lo bueno es tan bueno, ni lo “malo” es tan malo. Noelia Barrios Sánchez, 1º BTO A Veo la luz, más allá del horizonte, puedo oler la suave brisa que roza los árboles y los destellos de luz que chocan en mi rostro. Más allá, no solo veo un enorme paisaje, sino una sensación de libertar que nunca había experimentado. Siento que esta prisión recae poco a poco sobre mi cabeza y no me deja pensar con claridad. Lo que antes eran tardes de risas y noches de conversaciones infinitas,
se han convertido en días eternos y melancólicos, muertos en vida. Algún día, cuando menos lo espere, abriré los ojos y podré volver a sentir la libertad recorriendo mis venas de nuevo.
Palabras para un confinamiento IES Aricel Albolote Granada 20202