Dia poesia 2018

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LOUBANZA Á TERRA

Día Mundial da Poesía e o Día internacional dos Bosques 2018 IES PEDRO FLORIANI- REDONDELA


1. VICTORIANO CABALEIRO

A un olmo seco .Antonio Machado (1875-1939)

Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol de mayo algunas hojas verdes le han salido. ¡El olmo centenario en la colina que lame el Duero! Un musgo amarillento le mancha la corteza blanquecina al tronco carcomido y polvoriento. No será, cual los álamos cantores que guardan el camino y la ribera, habitado de pardos ruiseñores. Ejército de hormigas en hilera va trepando por él, y en sus entrañas urden sus telas grises las arañas. Antes que te derribe, olmo del Duero, con su hacha el leñador, y el carpintero te convierta en melena de campana, lanza de carro o yugo de carreta; antes que rojo en el hogar, mañana, ardas de alguna mísera caseta, al borde de un camino; antes que te descuaje un torbellino y tronche el soplo de las sierras blancas; antes que el río hasta la mar te empuje por valles y barrancas, olmo, quiero anotar en mi cartera la gracia de tu rama verdecida. Mi corazón espera también, hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera.

2. NURIA PATIÑO


"Nimbos", Xosé María Díaz Castro 1961

Esmeralda Herba pequerrechiña que con medo surrís ó sol que vai nacendo e morrendo sin ti, ¿por qué de ser pequena te me avergonzas tí? O Universo sería máis pequeno sin ti!

3. ANXELES


Caged Bird. BY MAYA ANGELOU A free bird leaps on the back of the wind and floats downstream till the current ends and dips his wing in the orange sun rays and dares to claim the sky. But a bird that stalks down his narrow cage can seldom see through his bars of rage his wings are clipped and his feet are tied so he opens his throat to sing. The caged bird sings with a fearful trill of things unknown but longed for still and his tune is heard on the distant hill for the caged bird sings of freedom. The free bird thinks of another breeze and the trade winds soft through the sighing trees and the fat worms waiting on a dawn bright lawn and he names the sky his own But a caged bird stands on the grave of dreams his shadow shouts on a nightmare scream his wings are clipped and his feet are tied so he opens his throat to sing. The caged bird sings with a fearful trill of things unknown but longed for still and his tune is heard on the distant hill for the caged bird sings of freedom. 4. UXIA.

El cazador en el bosque. Pablo Neruda


Al bosque mío entro con raíces, con mi fecundidad: De dónde vienes?, me pregunta una hoja verde y ancha como un mapa. Yo no respondo. Allí es húmedo el terreno y mis botas se clavan, buscan algo, golpean para que abran, pero la tierra calla. Callará hasta que yo comience a ser substancia muerta y viva, enredadera, feroz tronco del árbol erizado o copa temblorosa. Calla la tierra para que no sepan sus nombres diferentes, ni su extendido idioma, calla porque trabaja recibiendo y naciendo: cuanto muere recoge como una anciana hambrienta: todo se pudre en ella, hasta la sombra, el rayo, los duros esqueletos, el agua, la ceniza, todo se une al rocío, a la negra llovizna de la selva. El mismo sol se pudre y el oro interrumpido que le arroja cae en el saco de la selva y pronto se fundió en la amalgama, se hizo harina, y su contribución resplandeciente se oxidó como un arma abandonada. Vengo a buscar raíces, las que hallaron el alimento mineral del bosque, la substancia tenaz, el cinc sombrío, el cobre venenoso.

Esa raíz debe nutrir mi sangre.


Otra encrespada, abajo, es parte poderosa del silencio, se impone como paso de reptil: avanza devorando, toca el agua, la bebe, y sube por el ĂĄrbol la orden secreta: sombrĂ­o es el trabajo para que las estrellas sean verdes.

5. MARĂ?A


MALDITOS SEAN . MARWAN

Malditos sean los hombres que fabrican montes en llamas, los que construyen con sus manos edificios de ceniza, los que incineran el cuerpo verde de la naturaleza. Malditos sean los hombres que redactan la esquela de los bosques, los que disfrutan viendo arder la savia, los que terminan con la vida centenaria de Galicia. No hay lágrimas suficientes en Asturias para apagar la risa del fuego, para curar los ojos calcinados de la tierra. Pero tampoco debe haber perdón para los que hacen de la catástrofe su idioma y del fuego su mensaje esparcido por España. No habrá paz para quien construya árboles caídos, vida abrasada, madrigueras de carbón. Que caiga pues la mano más dura de la justicia del mismo modo que han derribado el pecho del bosque, la casa de los pájaros, la paz de las aldeas y la vida que ayer aún latía en las que hoy son las colinas más tristes de la tierra

EN LOS ÁRBOLES DEL HUERTO. Antonio Machado


En los árboles del huerto hay un ruiseñor: Canta de noche y de día canta a la luna y al sol. Ronco de cantar al huerto vendrá la niña y una rosa cortará. Entre las negras encinas hay una fuente de piedra y un cantarillo de barro que nunca se llena. Por el encinar con la luna blanca ella volverá.

6. CELIA


¡Durante cuánto tiempo nos engañaron!Walt Whitman (Hojas de hierba) Durante cuánto tiempo nos engañaron! Trasmutamos ahora, nos apresuramos a huir como huye la naturaleza, Somos la naturaleza, durante mucho tiempo estuvimos lejos. Pero ahora volvemos, nos convertimos en plantas, en troncos, en follaje, raíces y cortezas. Estamos asentados en la tierra, somos peñascos, pastamos, somos dos en medio de la hacienda bravía, tan espontáneos como los otros. Somos dos peces que nadan juntos en el mar, somos lo que son las flores del algarrobo, derramamos fragancia en los caminos de la mañana y de la tarde. Somos también lo sucio de las bestias, de las plantas, de los minerales. Somos dos aves de rapiña, nos elevamos en el aire y miramos la tierra. Somos dos soles que deslumbran, somos nosotros dos los que giramos, cósmicos y estelares, somos como dos cometas. Merodeamos, cuadrúpedos y feroces, por la espesura, y saltamos sobre la presa. Somos dos nubes que se desplazan en lo alto cuando amanece o atardece. Somos dos mares que se unen, somos esas olas felices que se revuelcan y se juntan, mojándose. omos lo que es la atmósfera, transparentes, hospitalarios, permeables, impermeables. Somos nieve, lluvia, frío, tinieblas, somos lo que el planeta engendra y protege. Hemos descrito círculos hasta volver los dos al hogar, hemos renunciado a todo, salvo a la libertad y a nuestra alegría.


7. Raquel

PRIMAVERA (ALFONSINA STORNI) ¿Y vendrás tú? Por mis jardines vuelan Ya las primeras mariposas Sobre las rosas, Velan De noche los cocuyos Entre los yuyos. Sonríen las estrellas Pálidamente bellas. ¿Y vendrás tú? Se cubren Alegres, mis floreros De madreselvas. Anda por los largos canteros La risa azul del nomeolvides Y se cargan las vides. Selvas Tengo en el corazón; Árboles gruesos Prietos de ramas; Yuyos, retamas, Flores de malvón, Pájaros en las ramas, Todo eso tengo en el corazón. ¿Y vendrás tú? Mis manos Fabricaron panales. Yendo de rosa en rosa recogí miel; Hice linos; no recuerdo de males. El lecho mío es blanco Y es Primavera. Huele Bien, el alto barranco Mojado por la ría. Desde el mar que diviso ¿Vendrá tu vela? Vuela, Primavera es gacela Fugitiva Y furtiva, ¡Vuela!

LA NIEBLA (ALEJANDRO CASONA)

Rodando por el monte


bajó la niebla al campo. Se enredó en las aliagas, se despeinó en los álamos, se prendió en los espinos, se recostó en los pastos. Dejó todo el paisaje con los ojos vendados.


8. Chus

OS PINOS .Eduardo Pondal

Que din os rumorosos na costa verdecente, ao raio transparente do prácido luar? Que din as altas copas de escuro arume arpado co seu ben compasado monótono fungar? Do teu verdor cinguido e de benignos astros, confín dos verdes castros e valeroso chan, non des a esquecemento da inxuria o rudo encono; desperta do teu sono fogar de Breogán. Os bos e xenerosos a nosa voz entenden e con arroubo atenden o noso ronco son, máis sóo os iñorantes e féridos e duros, imbéciles e escuros non os entenden, non Os tempos son chegados dos bardos das edades que as vosas vaguedades cumprido fin terán; pois, donde quer, xigante a nosa voz pregoa a redenzón da boa nazón de Breogán

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9. Rosa Cameselle

TI E MAIS EU Celso Emilio Ferreiro) Falemos de ti e min xa que vivimos. Ti i eu nos ventos e nos solsticios. Ti i eu nos bosques e nos ríos. Ti i eu, historia de corpos nidios. Ti i eu, saudade de árbores íntimos. Ti i eu sin tempo polo tempo imos. Ti i eu cantando, chorando e rindo.

10. Pilar (Biblio)


TIERRA- GABRIEL CELAYA El mar está en mí sangre con su sal y su llanto, con su oscuro latido de vida fuerte y ciega ; me inunda su marea de pausas sofocadas y una angustia que crece y no encuentra su grito. La noche misma late dentro de un cuerpo frío ; bajo una piel lisa hay músicas convulsas ; por mis venas escapa su latido nocturno mientras queda en mis labios la palabra o la espuma. Pero aún nada brota. La vida se contiene. Voraz y primitiva sueña piedra caliente: los toros de Guisando y la Dama de Elche ; Iberia no una Grecia de falso mármol blanco. La vida de esta tierra me agarra desde dentro, imperiosa y terrible, con un amor que vence, con sus labios de arena y su abrazo de muerte, y su sueño de siempre, y un dolor que me duele. Siento que su sangre, se extiende lenta y densa en mis venas y en sus plantas igualmente, y en ese dios terrible de aridez y ardor ciego que alimentan las heridas de los héroes sin gloria. Tierra que sueña confusa y el dolor ilumina mientras un mar lejano late y amenaza ; dentro de mi sangre siento que se mezclan el mar que tiembla frío y tú, tierra caliente. Tengo el mar en los ojos, la tierra en mis entrañas. Si el mar habla de vidas no nacidas, la tierra habla de muertos que aún la agitan ; y los brazos se tienden ; mas los pies no caminan. Lucho por el hijo de la arcilla y el ansia que detuvo su barco al tocar nuestras playas, por aquel que pobló con su amor nuestra tierra y dio con su dolor aliento a nuestros dioses. Por aquel primer hombre que al alzar la cabeza, en sus ojos de oro tuvo nuestras estrellas ; por aquel primer hombre que al bajar la cabeza, sintió que luchaban raíces con sus venas. La brisa le traía la música infinita, la promesa indecible de lo que siempre parte horizontes remotos de un mar con nubes malvas, de un mar que le llamaba a un mañana invisible.


Iberia le tendía sus ásperos brazos: una total entrega, lo que está y no se sabe ; los siglos dormidos bajo rocas y muerte: pasado que no habla, pero mueve los labios. Por aquel hombre luchan mar y sangre en mis venas y, en la noche, el dolor, como un árbol, se enciende. Hay llamadas que escapan y hay gritos hacia el fondo, y hay temblor, y temblor; y hay temblor todavía. Hay vida estremecida que no encuentra su grito. Por los campos del ansia voy huyendo o buscando ; el viento me da miedo porque empuja al abismo, y el mar porque está lleno de música y silencio. A ti te escucho tierra, tierra mía en mi sangre, palpitando en mi cuerpo, aunque no te comprenda ; tierra maternal cuyos muertos no hablan, pero mueven mi lengua y mi sueño dormido. A ti vuelvo cansado, dulcísimo y sumiso, a escuchar tus palabras y a olvidar lo que hablé. Los caballos escapan, veloces, sin deseo ; tú, cóncava y sonora, recoges hoy mi ser. Tierra, tierra mía, tu dolor muerde piedra, se llama eternidad lo que agita a tus muertos, el ardor que consume por algo que ignoramos, mi ansia que palpita y aún no encuentra su grito. Se llama eternidad ese cielo sin nieblas desvelado de luz como un sueño implacable. ¡ Tierra, tierra mía que creas y destruyes con un ansia voraz y un querer indomable !

11. Naturaleza – Emily Dickinson

" Naturaleza no es lo que vemos,


la montaña, el poniente, la ardilla, el eclipse, el abejorro, no, naturaleza es el cielo, naturaleza es lo que oímos, el bobolink, el mar, el trueno, el grillo, no, naturaleza es la armonía, naturaleza es lo que sabemos, no tenemos arte para decirlo, tan impotente es nuestra sabiduría para tanta simplicidad."

Cerraron el camino que atravesaba el bosque hace ya setenta años. El mal tiempo, la lluvia, lo han borrado. Y ahora nadie diría que una vez,


antes de que arraigasen los árboles, incluso, hubo un camino aquí, atravesando el bosque. Está bajo el brezal y las anémonas, lo tapan los arbustos. Y sólo el viejo guarda, sabe que, donde anidan los torcaces y el tejón se revuelva, hubo un camino que atravesaba el bosque. Pero si vas allí en verano, ya tarde, cuando el aire de la noche enfría en los estanques, donde nadan las truchas y las nutrias llaman a sus parejas sin temer a los hombres que no han visto jamás, oirás -si vas allí- el trote de un caballo y el roce de una falda en las hojas mojadas abriéndose camino por la oscuridad, como si conocieran, ellos, el camino que atravesaba el bosque, ahora que ya no existe ese camino que atravesaba el bosque.

RUDYARD KIPLING

EL CAMINO NO ELEGIDO


Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo, y apenado por no poder tomar los dos siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie mirando uno de ellos tan lejos como pude, hasta donde se perdía en la espesura. Entonces tomé el otro, imparcialmente, y habiendo tenido quizás la elección acertada, pues era tupido y requería uso; aunque en cuanto a lo que vi allí hubiera elegido cualquiera de los dos. Y ambos esa mañana yacían igualmente, ¡oh, había guardado aquel primero para otro día! Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante, dudé si debía haber regresado sobre mis pasos. Debo estar diciendo esto con un suspiro de aquí a la eternidad: dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo, yo tomé el menos transitado, y eso hizo toda la diferencia.

ROBERT FROST



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