EDUCACIÓN Y CAMBIO
Paulo Freire
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EDUCACIÓN Y CAMBIO
Paulo Freire Prólogo a la Quinta Edición El contenido de ciertas obras, de gran impacto en determinado momento del pasado próximo, a veces cobra relevancia inusitada en el presente. Es el caso de "Educación y Cambio"(1° Edición, 1976) del conocido pedagogo y educador Paulo Freire, fallecido en Brasil hace poco más de un año. Freire, creador de un eficaz método de alfabetización y severo crítico del tipo de educación vigente en América, es reconocido a nivel internacional como uno de los pensadores paradigmáticos en relación a la cuestión educativa formal y no formal y a los problemas que en este ámbito plantea tanto la globalización económico-tecnológica cuanto la pasividad que genera en la población el sistema educativo como tal. La candente vigencia de esta breve y contundente obra nos ha motivado a encarar su quinta edición como aporte concreto y didáctico al quehacer difícil y lleno de responsabilidades del educador que, a pesar de los obstáculos con que tropieza día a día frente al sistema, continúa intentando la búsqueda de una sociedad equitativa y participativa, es decir, más humana. Actualmente resulta un lugar común el reconocimiento de la necesidad de cambios sociales significativos en orden a superar la profunda crisis que atraviesa la estructura sociopolítica y el sistema de vida perverso que afecta tanto a "carenciados" de lo indispensable para vivir cuanto al hombre como tal que ve desdibujarse valores humanos irrenunciables como la solidaridad, la justicia, el respeto entre congéneres y hacia la naturaleza y una razonable equidad en la distribución de la riqueza. Si bien nunca han sido perfectos los sistemas sociales, hoy daría la impresión de que la humanidad se desliza hacia su propia destrucción signada por la agresión indiscriminada al medio ambiente y la desesperanza de gran parte de la población condenada a la marginalidad y dependencia, al hambre, a la falta de trabajo y educación. Sólo en la Argentina casi la mitad de la población es indigente, el 25% carece de trabajo y otro 25% es subdesocupado; crecen sin pausa el analfabetismo y la deserción escolar. Mientras tanto los políticos declaman en medio de la corrupción, prometen y contemplan el derrumbe de la nación con absoluta indiferencia, producto de la mediocridad y la falta de visión. Ante esta realidad el rol del educador se agiganta porque es él, precisamente, quien está en contacto privilegiado con el hombre en sus años de crecimiento y formación, a condición de que asuma con responsabilidad su función social teniendo en cuenta parámetros que contribuyan a que el hombre sea cada vez más hombre, más participativo y menos máquina o robot al servicio de la pura tecnología o de intereses financieros de cúpulas anónimas y minoritarias. "Educación y Cambio" entiende que el educador es agente necesario para generar el proceso de cambio. Sin ser su trabajo espectacular y político, puede fundar las bases y estimular contenidos y participación que abran caminos a una transformación. En todo caso, deberá tener en cuenta un eje en el que sus dos puntas se complementan necesariamente: por un lado, la calidad y compromiso del educador que ha elegido libremente este rol y, por otro, la participación activa del
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