La Cocodrila Pratina se va la nieve

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LA C OCO DR ILA PRA TINA RILA PRAT OCOD INA SE VA A LA L A NIEVE


Cuento no sexista realizado por un grupo de mujeres del taller de crecimiento personal del SIAD Prat al 2011, con la voluntad de ofrecer una a alternativa divertida y constructiva a los cuentos infantiles tradicionales, esta es una historia sin prĂ­ncipes azules, hadas madrinas ni protagonistas perfectas.


Dedicado a todas las mujeres valientes que quieren seguir avanzando. Recordad que; nunca es tarde y que si queremos, podemos.


La cocodrila Pratina se va a la nieve Érase una vez, la cocodrila Patrina que vivía en medio de un pantano, lleno de barro, muy húmedo, dónde se pasaba todo el día moviendo su abanico, sofocada por el calor. -

¡Que calor! - Dijo Pratina ¡Pues tampoco hace tanto! dijo un pequeño mono muy cotilla, que pasaba por allí. A mí no me refresca ni bañarme, ¡está tan caliente el agua!... Mira que eres exagerada, hace un tiempo que solo haces que quejarte, eres una cascarrabias.

Mientras hablaban, en lo alto de una rama de un árbol cercano se posaron una pareja de pájaros de vivos colores. Eran una pareja curiosa, con un acento extranjero que Pratina no había oído nunca, eso hizo que prestara atención a la conversación, atraída por aquel lenguaje musical, los pájaros parecían muy enamorados: - ¡Por fin llegamos! - Creí que se me iban a congelar los huesos,…. miedo tenía de perder las hermosas plumas de mi cola, con tanto frío. - Cierto querida, hemos pasado mucho frío, pero aun así estas guapísima como siempre, - y se acercó para darle un beso a su compañera- Eres un adulador, -dijo sonriendo-, ¿pero que haces? ¡quita hombre, que nos pueden ver! - No tuvimos mucha suerte con nuestro amo, además de tener que vivir en una jaula horrorosa, nos llevó a un sitio cubierto de NIEVE …bruuuuu, Era tan blanca y estaba tan fría que yo me pasaba todo el día tiritando…, menos mal que tu me das calorcito mi amor… ( y el pájaro abrazó y besó a su compañera) Pratina escuchó por primera vez en su vida, la palabra NIEVE, ¿que debía ser?



- Dicen que es fría, muy fría, ¡con el calor que estoy pasando ahora! Ya se lo que haré, iré a conocer como es la NIEVE, esa será la solución para dejar de pasar tanto calor. Y así, entusiasmada por la idea, empieza a planear su viaje. Mientras tanto, el mono cotilla, que lo había oído todo, quiso aprovechar la oportunidad de demostrarle al gran león, que él podría ser el mejor vigilante, aunque en realidad era pequeño y algo cobarde. Y corrió a explicarle la gran noticia al león Antón. - Majestad, majestad, lo he oído, lo he oído todo, todo, todo,… la Pratina, se quiere ir… dice que se va majestad, sin pedir permiso, dice que quiere conocer la NIEVE. - ¡Pero eso no puede ser!, además que es eso de la NIEVE…, yo no lo he visto nunca, eso no existe. - Yo lo sé majestad…, pero ella no sabe nada de nada…. y dice que se va. - No, no se irá, yo iré a hablar con ella. Al león Antón no le gustaba que los animales de su selva tomasen decisiones, ni que hiciesen nada sin consultarle, al fin y al cabo era el rey, el más fuerte, el más poderoso, el más sabio (o al menos era lo que él creía), así que decidido fue a hablar con Pratrina para impedir que hiciera ese viaje.



Pratina estaba muy ocupada preparando las cosas para su aventura cuando se presentó ante ella el león Antón. -

Buenas tardes Pratina, ¿se puede saber qué haces?, ¡Buenas tardes Majestad! ¡que sorpresa verle por aquí!, Sí, si, pero responde mi pregunta, ¿Qué estas haciendo? Pues como ve, preparo mis cosas, me voy a un viaje fantástico para ver la NIEVE. ¡Pero como se te ocurre!, ¡tú estas loca!, no existe tal cosa, en mis muchos años de vida, jamás vi, ni oí, hablar de esa tal NIEVE,… además tu sitio es este, ¿de donde has sacado esa idea tan tonta? Majestad, oí como unos pájaros exóticos…. ¡Cotilleos!, -gritó el león- ¿vas a hacer un largo viaje por unos cotilleos de unos pajarracos que ni siquiera son de aquí? Bueno, me parecieron sinceros, además tengo mucho calor, y quiero saber si de verdad existe la Nieve, así que si que haré ese viaje. ¡No, no y no! nadie en mi selva se va sin que yo lo apruebe.

Pratina empezaba a estar cansada, el león se creía más listo que nadie y no quería que se fuera, pero ella tenía muy claro lo que quería hacer y así se lo hizo saber al rey de la selva. Majestad, estoy decidida, es una aventura que voy a empezar a vivir, no le hago daño a nadie y quiero hacerla, si quiere le enviaré una postal cuando llegue a la nieve.



El león Antón se sorprendió muchísimo, nadie le había contestado nunca así, ella no le tenía miedo, ni estaba furiosa, ni gritaba, simplemente parecía muy segura de lo que quería hacer. Desconcertado balbuceó unas palabras… - Bueno tú sabrás lo que haces… si te vas….., no podrás volver, te quedarás sin amigos, estarás sola. - Adiós majestad, dijo Pratina. La cocodrila metió sus cosas en una bolsa y salió al camino con paso firme para empezar su viaje. El recuerdo de las palabras de los pájaros en su mente, la descripción de la nieve y la idea de conocer nuevos paisajes, le ayudaban a seguir adelante…. - Nieve blanca…, fresquita…., muy fresquita….., así no tendré que volver a usar mi abanico, ni a pasar calor, - pensó ilusionada. A ratos andando, a veces corriendo, comía lo que encontraba por el camino, pero todavía tenía mucho calor y no veía la nieve por ningún sitio. Empezó a sentirse cansada y a sentir hambre. Justo en la entrada de un pequeño pueblo GRRRR, sus tripitas se quejaron: -

¡Que hambre! - Dijo en voz alta. Hola, sé donde hay comida….- dijo una voz cantarianaHola, ¿quién eres tú? Me llamo Pardita y como puedes ver soy la gata más bonita y mas lista del mundo, y también la más rápida ¿quieres que te enseñe donde hay comida?

Pardita era una gata muy traviesa, que se pasaba el tiempo haciendo rabiar a Salem, el gato del vecino, él era muy tranquilo y reposado, y a ella le gustaba mucho hacerle bromas y reírse.



- Pardita ¡tengo tanta hambre!, ¿tú sabes donde puedo encontrar comida? - Claro, acompáñame, iremos a casa de un gato muy gordo que conozco, allí encontraremos comida dijo, y empezó a reír,- Pero se enfadará ¿no? - No, no se enfadará - Pero ¿y si se enfada? - Que no, ya verás, además no te preocupes, somos más rápidas que él. –y se puso a reír-. En la casa de Salem, Pratina vio un plato con comida y un tazón grande de leche, la comida le pareció algo rara, nunca había comido nada igual y la leche le encantó, mmm, ¡Que rica! mmm, blanca y fresquita, como la nieve,…mmm., pero todavía tengo hambre… dijo mirando a ParditaNo te preocupes, buscaremos algo mas, -le dijo Pardita mirando por la casa-. Mientras hablaban apareció un gato grande, muy grande, de andares tranquilos que las miró sorprendido y curioso. En ese momento la gata aprovechó para agarrar a Pratina de la cola y llevársela corriendo fuera de allí. Ya en la calle, la gata seguía riéndose hasta que dijo: - Ves como somos más rápidas, no nos ha pillado, ha sido muy divertido…. Bueno, lo prometido es deuda, te voy a acompañar a un lugar donde podrás comer todo lo que quieras. - ¡Gracias, Pardita! ¿Dónde vamos a ir ahora? - Verás, mientras hago mi ronda por el pueblo me he enterado que la cocodrila del zoo esta de baja maternal para que cuidar a sus pequeños y están buscando a una sustituta. Si te presentas para el puesto te darán de comer y podrás descansar un poco ¿Qué te parece? - ¡Muy bien!, así podré recuperarme para seguir mi viaje.



Al llegar al zoo, la recibieron muy bien, hizo su trabajo a la perfección y conoció a gente muy interesante, le encantó hablar con el oso polar y con los pingüinos, que le confirmaron que era cierto que existía la nieve y le indicaron dónde podía encontrarla. Con fuerzas renovadas, y con la alegría de saber que su objetivo estaba próximo, salió del zoo rumbo a su meta. Llevaba andando varias horas cuando se encontró en medio de un paisaje maravilloso, un pequeño bosque de grandes árboles, con un río de aguas transparentes atravesado por un puente de madera. A un lado del camino, con un pañuelo en la mano, una pequeña ardilla la saludó. - Achusss!, buenos días, quien eres, no te había visto nunca por aquí, Achusss!, - Buenos días, soy la cocodrila Pratina, y no soy de aquí, vengo desde muy lejos a buscar la NIEVE, sabes si la puedo encontrar cerca. - ¡No me lo recuerdes, …achusss! De que te crees que me he resfriado, este río viene de esa montaña toda nevada y su agua está helada, el otro día tropecé y ..Achus!!!! me caí al agua. Mientras la ardilla hablaba Pratina miró hacia donde le señalaba y vio una enorme montaña con la cima de color blanco: - NIEVE, eso debe ser la nieve, por fin la he encontrado –y se puso a reír- . La ardilla la miró extrañada, - ¿de que te ríes?- le preguntó - Estoy muy contenta, he conseguido ver la nieve, a partir de ahora ya no tendré calor, se acabó ir con el abanico a todas partes. –dijo tirando el abanico-



Pratina empezó a saltar muy contenta, saltando y saltando llegó a lo alto de la montaña y encontró al fin la NIEVE. - ¡Hola NIEVE!, Que bonita eres y que fresquita…., y …MMMM, ¡ que rica!. Empezó a jugar y a jugar, rodó y rodó encima de la capa blanca que había en el suelo de la montaña, encantada de no sentir calor, incluso hizo un gran muñeco de nieve. Se encontraba tan bien que pensó que le gustaría mucho poder compartir esta sensación con los demás y empezó a pensar que podía hacer con la nieve. - Umm haré helados, refrescantes y ricos……. Los mejores helados del mundo. Todas los animalitos del bosque la ayudaron, le traían las mejores frutas; moras, arándanos, frambuesas, avellanas, nueces… y el agua más pura; las vacas le daban la mejor leche, así pudo hacer helados naturales, originales y refrescantes y se hizo muy, muy famosa, sus productos eran solicitados en todo el mundo. Un día junto con un gran encargo que le habían pedido para un hotel cercano a la selva donde ella vivía, envió una entrega especial: en el paquete metió algunos de sus mejores helados y una carta dirigida al león Antón y al mono cotilla que siempre le acompañaba.



La carta decía así: Queridos amigos, Soy Pratina, encontré la NIEVE y es genial, es fría, blanca y deliciosa. Hemos creado una cooperativa de helados donde fabrico productos naturales y nutritivos con ayuda de algunos de mis socios, hemos creado una empresa que funciona muy bien, tanto que he querido compartir con vosotros algunos de mis mejores helados espero que os gusten y que os refresquen. Además en mi viaje encontré nuevas amistades y lo pasamos muy bien juntos, soy muy, muy feliz. Muchos recuerdos. Pratina

…Y colorín colorado este cuento se ha terminado.



Idea original: Anna Garcia Moreno; Elisabet Camon Montblanch; Rosa M. Mela Morcillo Aportaciones creativas: Ana Rino Cava; Dolores Leones Romero; Faustina Simón Martínez; Jerónima Cerón Cubero; Lucia Valares Perez; Manuela Morales; Milagros Lima Sobradao; Teresa Cuenca Peralta; Victòria Jimenez Osma; Rosario Rodriguez Alors; Anna Garcia Moreno; Elisabet Camon Montblanch; Rosa M. Mela Morcillo

Redacción, coordinación y dirección del proyecto : Rosa M. Mela Morcillo Ilustración: Ana Prescott Sergio Fernandez Lloret Agradecimientos: Al Ayuntamiento del Prat de Llobregat que nos ha dado es soporte y la confianza para trabajar desde el SIAD con grupos de mujeres, a Pep, nuestro jefe cuando se inició el proyecto y que creyó de forma inmediata, a Quique, nuestro actual jefe que continua dándonos todo su apoyo, a Alba, la concejala que ha confiado en el equipo y ha sido cómplice para tirar adelante, a mi familia y a los compañeros de Cases d'en Puig, que han sido el primer público i los primeros críticos, mostrándose siempre amables, atentos y constructivos, al departamento de normalización i de prensa y comunicación del ayuntamiento que ha aportado su granito de arena, al Prat cominicació, que nos ha dado la oportunidad de hacer difusión y de tener una pista de audio de calidad del cuento, a Yrene, que ha dado vida a la protagonista en la representación con marionetas, a las alumnas del taller, autenticas protagonistas, que con su fuerza y valentía han sido la inspiración para crear una historia diferente, positiva, constructiva y que no utiliza los estereotipos de género habituales, a mis compañeras Elisabet y Anna que son unas grandes profesionales pero sobre todo una grandes personas, y eso ha hecho que el trabajo conjunto haya sido agradable, ágil y efectivo yendo más allá de lo laboral y creando una relación de amistad. Rosa M. Mela Morcillo, coordinadora del SIAD de l Prat de Llobregat.


SERVEI D'INFORMACIÓ I ATENCIÓ A LES DONES DEL PRAT Pl. de l'Agricultura, 4, TEL. 93 379 00 50 extensions: 5600 / 5613 siad@elprat.cat / mela@elprat.cat

www.casesdenpuig.cat ; www.facebook.com/CasesdPuig


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