EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE EN EL IES STA LUCÍA DEL TRAMPAL
Búsqueda del Tesoro
Filosofía y Le nguas en El Quijote
Hola bienvenidos a búsqueda a la del tesoro del IES Sta Lucía del Trampal. Este año os acompañará en vuestra aventura El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Guiados por su lectura vais a conocer sus aventuras, a probar el Bálsamo de Fierabrás, a degustar sus platos favoritos, os armaréis caballeros…. No os desvelamos más. El juego consiste en superar las nueve pruebas que aparecen en este cuadernillo. Los tres equipos que más pruebas consigan pasarán a la prueba final; el ganador tendrá que realizar la Búsqueda del tesoro Aquí os dejamos las claves de lectura
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Filosofía y Le nguas en El Quijote
ALGUNAS AVENTURAS DE EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA
LA ESPANTABLE Y JAMÁS IMAGINADA AVENTURA DE LOS MOLINOS DE VIENTO En esto descubrieron descubrieron don Quijote y Sancho Panza treinta o cuarenta molinos de viento que hay en el campo de Montiel y dijo don Quijote a Sancho: - ¿Ves allí treinta o más gigantes con quienes pienso entablar batalla hasta quitarles la vida? - ¿Que gigantes? - Aquellos que allí ves de los brazos largos. - Mire vuestra merced que no son gigantes, sino molinos de viento y los brazos son las aspas. - Son gigantes y si tienes miedo quédate de ahí. Así don Quijote fue hacia los molinos, sin atender a las voces de Sancho, convencido de que eran gigantes y les gritaba: - No huyáis, cobardes criaturas, que un solo caballero es el que os ataca. Se levantó un poco de viento y las aspas comenzaron a moverse, don Quijote se encomendó a Dulcinea del Toboso y a todo galope envistió al primer molino, le dio una lanzada en el aspa. Pero el viento la hacía dar vueltas y se llevó detrás al caballo y al caballero. El golpe fue tan grande que cayeron al sueño, donde los encontró Sancho.
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LA BATALLA DE LOS REBAÑOS
Después de muchas aventuras iban don Quijote y Sancho conversando y, de pronto, vieron a lo lejos una polvareda que le sirvió a don Quijote para imaginarse la siguiente aventura. Otra polvareda surgió al lado contrario. Don Quijote se alegró muchísimo porque en su loca imaginación le dijo a Sancho que las dos polvaredas eran dos ejércitos que se acercaban para enfrentarse. Aunque Sancho le advirtió de que no era ejércitos sino dos rebaños de ovejas, don Quijote le recriminó una vez más diciéndole que era un cobarde. Y allí se lanzó el caballero contra las pobres ovejas y consiguió herir algunas, pero rápidamente recibió una pedrada de unos pastores en un costado; quedó tirado y maltrecho. Los pastores huyeron pensando que lo habían matado, y así parecía.Sancho se acercó a su amo y éste le pidió que contara las muelas que le quedaban y tanto se acercó a la boca que don Quijote, ya fuera por el asco que le dio o porque en ese momento le hizo efecto el bálsamo que había tomado antes, no pudo reprimirse y echó por su boca todo lo que tenía en su estómago. Sancho, al ver ese desaguisado, hizo lo propio y vomitó también todo lo que tenía dentro. Don Quijote en esta batalla inventó unos nombres para los ejércitos muy ingeniosos: El valeroso Laurcalco, señor de la Puente de Plata, el temido Micocolembo, gran duque de Quirocia, el nunca medroso Brandabarbaran de Boliche, señor de las tres Arabias, el siempre vencedor y jamás vencido Timonel de Carcajona, príncipe de la Nueva Vizcaya, Pierres Papin, Espartafilardo del Bosque, Pentapolín del arremangado brazo...
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LA AVENTURA DE LOS BATANES
Es una máquina de madera cuyo funcionamiento se hace gracias a la energía hidráulica. Los batanes están situados siempre cerca de los ríos. Funcionaban con la fuerza de unos mazos o porros que servían para producir el golpeteo de las telas. Se realizaba un tratamiento de la lana u otros tejidos cuando salían del telar con el fin de desengrasarlos y apelmazar el pelo hasta conseguir la textura deseada. Se colocaban en el interior del recipiente bien doblados en zigzag, en una cantidad determinada de metros (varas se decía) y allí se remojaban durante todo el tiempo que duraba el golpeteo o abatanado.
Don Quijote y su escudero Sancho están asustados por un extraño ruido del que no conocen la causa. Sin embargo, respondiendo a su papel de caballero, don Quijote esconde su evidente miedo y decide acometer valerosamente esta aventura y enfrentarse, de esta manera, al causante de estos ruidos. Ordena a Sancho que se espere allí durante tres días, al cabo de los cuales, si aún no había vuelto, debía regresar a su aldea e informar a su amada Dulcinea que había muerto en la batalla. Sancho, al oír las palabras de su amo, se puso a llorar y le suplicó que “aunque no quiera vuestra merced desistir de acometer este fecho, dilátelo, a lo menos, hasta la mañana” Pero don Quijote seguía empeñado en marchar. Así que Sancho “ató con el cabestro de su asno ambos pies a Rocinante, de manera que cuando don Quijote se quiso partir, no pudo, porque el caballo no se podía mover sino a saltos. Por lo tanto, don Quijote tuvo que esperar toda la noche hasta que amaneciera. Mientras tanto, Sancho empezó a contarle la que para él era “la mejor de las historias”, la cual hablaba del romance entre el pastor Lope de Ruiz y la pastora Torralba. Sin embargo, no pudo acabarla de explicar debido al gran “miedo que había entrado en su corazón” por el constante ruido que se oía. Tal era el miedo que tenía, que hasta se hizo sus necesidades encima.
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“En estos coloquios y otros semejantes [...] acabó en esto de descubrirse el alba y de aparecer distintamente las cosas”. Ahora, una vez se había hecho de día, don Quijote podía observar dónde se encontraban, aunque no veía el origen de aquellos constantes golpes. Así que decidió ponerse en camino, y de nuevo ordenó a su escudero que esperara allí. Pero Sancho, debido al gran miedo que tenía, y aún más el que le producía quedarse allí sólo, decidió acompañar a su amo hasta el fin de aquella aventura. Así que “comenzó a caminar hacia la parte por donde le pareció que el ruido del agua y del golpear venía” . Finalmente llegan a “un pradecillo que al pie de unas altas peñas se hacía, de las cuales se precipitaba un grandísimo golpe de agua. Al pie de las peñas estaban unas casas mal hechas, que más parecían ruinas de edificios que casas, de entre las cuales advirtieron que salía el ruido y estruendo de aquel golpear, que aún no cesaba” . Andan un poco más y, al fin, dan con el origen de aquellos ruidos: “seis mazos de batán, que con sus alternativos golpes aquel estruendo formaban” A partir de este momento, el terrible miedo que les había acompañado durante toda la noche deja de existir. Por una parte, don Quijote enmudece y se queda paralizado, dando muestras de enfado, mientras que Sancho empieza a reírse y a burlarse de todas aquellas razones que su amo dio la primera vez que oyeron aquellos golpes, ya que la valentía de don Quijote no valió para nada. Al ver don Quijote que su propio escudero se estaba burlando de él, cogió su lanzón y le dio dos palos. Entonces Sancho humildemente le pidió perdón e intercambiaron algunas palabras.
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LA AVENTURA DE LOS CUEROS DE VINO
En la venta don Quijote está tan cansado que se acuesta inmediatamente. Pero un poco más tarde se oye un gran ruido en su habitación. Todos los que están en la venta (el cura, el barbero, Cardenio, Dorotea y el ventero), suben al cuarto de don Quijote en seguida. Y ven a don Quijote¡¡en camisa de noche y con los ojos cerrados, que estaba dando cuchilladas a unos cueros de vino, que había colgados en su habitación, mientras gritaba: -¡Alto, ladrón, malandrín, follón! Ya te tengo y de nada te valdrá tu cimitarra! (sable corto y de punta ancha propio de los turcos) Don Quijote está soñando que el gigante está amenazándole y ha empezado a atacarle con su espada. Cree que se trata de la cabeza del gigante que tiene que vencer. Por el vino tinto que ha salido de los cueros hay manchas rojas en todas partes de la habitación. Al ver el desastre, el ventero intenta parar a don Quijote dándole golpes. Pero don Quijote no se despierta. Finalmente el barbero le echa agua fría encima. Sancho, que cree la historia del gigante, busca la cabeza del enemigo de su amo. No la encuentra, claro, porque lo que cree ser sangre es el vino tinto del ventero. El caballero – ya despierto - no entiende bien lo que ha pasado. Se pone de rodillas delante del cura (a quien toma por la princesa) y le dice que ha vencido al gigante y que la princesa ahora está segura. Todos se ríen del caballero menos el ventero que ve su buen vino derramado en el suelo.
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EL BÁLSAMO DE FIERABRÁS
Poción mágica capaz de curar todas las dolencias del cuerpo humano que forma parte de las leyendas del ciclo carolingio. Según la leyenda épica, cuando el rey Balán y su hijo Fierabrás conquistaron Roma, robaron en dos barriles los restos del bálsamo con que fue embalsamado el cuerpo de Jesucristo, que tenía el poder de curar las heridas a quien lo bebía.
Capítulo X
“Todo esto fuera bien escusado, respondió Don Quijote, si a mí se me acordara de hacer una redoma del bálsamo de Fierabrás, que con sólo una gota se ahorraran tiempo y medicinas. ¿Qué redoma y qué bálsamo es ese? dijo Sancho Panza. De un bálsamo, respondió Don Quijote, de quien tengo la receta en la memoria, con el cual no hay que tener temor a la muerte, ni hay que pensar morir de ferida alguna; y así, cuando yo le haga y te le dé, no tienes más que hacer sino que cuando vieres que en alguna batalla me han partido por medio del cuerpo, como muchas veces suele acontecer, bonitamente la parte del cuerpo que hubiere caído en el suelo, y con mucha sutileza, antes que la sangre se hiele, la pondrás sobre la otra mitad que quedare en la silla, advirtiendo de encajallo igualmente y al justo. Luego me darás a beber solos dos tragos del bálsamo que he dicho, y verásme quedar más sano que una manzana.”
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Capítulo XVII
“Levantóse Sancho con harto dolor de sus huesos, y fué a oscuras donde estaba el ventero, y encontrándose con el cuadrillero, que estaba escuchando en qué paraba su enemigo, le dijo: Señor, quien quiera que seais, hacednos merced y beneficio de darnos un poco de romero, aceite, sal y vino, que es menester para curar uno de los mejores caballeros andantes que hay en la tierra, el cual yace en aquella cama mal ferido por las manos del encantado moro que está en esta venta. Cuando el cuadrillero tal oyó, túvole por hombre falto de seso; y porque ya comenzaba a amanecer, abrió la puerta de la venta, y llamando al ventero, le dijo lo que aquel buen hombre quería. El ventero le proveyó de cuanto quiso, y Sancho se lo llevó a Don Quijote, que estaba con las manos en la cabeza quejándose del dolor del candilazo, que no le había hecho más mal que levantarle dos chichones algo crecidos, y lo que él pensaba que era sangre, no era sino sudor que sudaba con la congoja de la pasada tormenta. En resolución, él tomó sus simples, de los cuales hizo un compuesto mezclándolos todos y cociéndolos un buen espacio hasta que le pareció que estaban en su punto. Pidió luego alguna redoma para echallo, y como no la hubo en la venta, se resolvió de ponello en una alcuza o aceitera de hoja de lata, de quien el ventero le hizo grata donación; y luego dijo sobre la alcuza más de ochenta Pater Noster y otras tantas Ave Marías, Salves y Credos, y cada palabra acompañaba una cruz a modo de bendición; a todo lo cual se hallaron presentes Sancho, el ventero y el cuadrillero, que ya el arriero sosegadamente andaba entendiendo en el beneficio de sus machos.
Hecho esto, quisó él mismo hacer luego la experiencia de la virtud de aquel precioso bálsamo que él se imaginaba; y así se bebió de lo que no pudo caber en la alcuza, y quedaba en la olla donde se había cocido casi media azumbre, y apenas lo acabó de beber cuando comenzó a vomitar de manera que no le quedó cosa en el estómago, y con las ansias y agitación del vómito le dió un sudor copiosísimo, por lo cual mandó que lo arropasen y le dejasen solo. Hiciéronlo así, y quedóse dormido más de tres horas, al cabo de las cuales despertó, y se sintió aliviadísimo del cuerpo, y en tal manera mejor de su quebrantamiento, que se tuvo por sano, y verdaderamente creyó que había acertado con el bálsamo de Fierabrás, y que con aquel remedio podía acometer desde allí adelante sin temor alguno cualesquiera riñas, batallas y pendencias, por peligrosas que fuesen.”
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PRUEBAS
¿Qué es el bálsamo de Fierabrás?
¿Cuáles son sus ingredientes?
¿Qué le ocurrió a Don Quijote después de tomar el bálsamo?
COCINA
Bálsamo de Fierabrás
INGREDIENTES (para 60 ml)
20 ml de cada uno de los líquidos que contiene.
Unas hojitas de la hierba aromática correspondiente.
Cocer para aproximarse a la cantidad requerida.
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In these texts you will find examples of some of the proverbs said by Sancho Panza in Don Quixote of La Mancha.Find the proverb and match it to the correspondent proverb in English. 1) -Pardiez, señor -respondió Sancho-, que para lo que yo pienso darme, eso se me da en casa que en el campo; pero, con todo eso, querría que fuese entre árboles, que parece que me acompañan y me ayudan a llevar mi trabajo maravillosamente. -Pues no ha de ser así, Sancho amigo -respondió don Quijote-, sino que para que tomes fuerzas, lo hemos de guardar para nuestra aldea, que, a lo más tarde, llegaremos allá después de mañana. Sancho respondió que hiciese su gusto, pero que él quisiera concluir con brevedad aquel negocio a sangre caliente y cuando estaba picado el molino, porque en la tardanza suele estar muchas veces el peligro; y a Dios rogando y con el mazo dando, * * * 2) Y cuando todo esto no mueva ni ablande ese duro corazón, muévale el pensar y creer que apenas se habrá vuestra merced apartado de aquí, cuando yo, de miedo, dé mi ánima a quien quisiere llevarla. Yo salí de mi tierra y dejé hijos y mujer por venir a servir a vuestra merced, creyendo valer más y no menos; pero como la codicia rompe el saco, a mí me ha rasgado mis esperanzas, pues cuando más vivas las tenía de alcanzar aquella negra y malhadada ínsula que tantas veces vuestra merced me ha prometido, veo que en pago y trueco della me quiere ahora dejar en un lugar tan apartado del trato humano. * * * 3) Comenzaron a comer con grandísimo gusto y muy de espacio, saboreándose con cada bocado, que le tomaban con la punta del cuchillo, y muy poquito de cada cosa, y luego, al punto, todos a una, levantaron los brazos y las botas en el aire; puestas las bocas en su boca, clavados los ojos en el cielo, no parecía sino que ponían en él la puntería; y desta manera, meneando las cabezas a un lado y a otro, señales que acreditaban el gusto que recebían, se estuvieron un buen espacio, trasegando en sus estómagos las entrañas de las vasijas. Todo lo miraba Sancho, y de ninguna cosa se dolía; antes, por cumplir con el refrán, que él muy bien sabía, de "cuando a Roma fueres, haz como vieres", pidió a Ricote la bota, y tomó su puntería como los demás, y no con menos gusto que ellos. * * * 4) --Y torno a decir que si vuestra señoría no me quisiere dar la ínsula por tonto, yo sabré no dárseme nada por discreto; y yo he oído decir que detrás de la cruz está el diablo, y que no es oro todo lo que reluce. —Ya sabe el buen Sancho que lo que una vez promete un caballero procura cumplirlo, aunque le cueste la vida. El duque mi señor y marido, aunque no es de los andantes, no por eso deja de ser caballero. * * * 5) -Yo soy, señor, tan desgraciado que temo no ha de llegar el día en que en tal ejercicio me vea. ¡Oh, qué polidas cuchares tengo de hacer cuando pastor me vea! ¡Qué de migas, qué de natas, qué de guirnaldas y qué de zarandajas pastoriles, que, puesto que no me granjeen fama de discreto, no dejarán de granjearme la de ingenioso! Sanchica mi hija nos llevará la comida al hato. y ojos que no veen, corazón que no quiebra. * * * 6) -Por tu vida, amigo, que se quede en este punto este negocio, que me parece muy áspera esta medicina, y será bien dar tiempo al tiempo; que no se ganó Zamora en un hora. Más de mil azotes, si yo no he contado mal, te has dado: bastan por agora; -No, no, señor -respondió Sancho.- Apártese vuestra merced otro poco y déjeme dar otros mil azotes siquiera, que a dos levadas déstas habremos cumplido con esta partida, y aún nos sobrará ropa.
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What are the Spanish proverbs you found in the texts?
1. 2. 3. 4. 5. 6.
What is the corresponding proverb in English?
A. GREED BREAKS THE SACK B. OUT OF SIGHT, OUT OF MIND C. NOT ALL THAT GLITTERS IS GOLD D. WHEN IN ROME, DO AS ROMANS DO E. ROME WAS NOT BUILT IN A DAY F. HE’S PRAYING TO GOD AND THE HAMMER
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GATRONOMÍA DEL QUIJOTE
LAS RECETAS DE EL INGENIOSO HIDALGO DE LA MANCHA
OLLA PODRIDA SALPICÓN DE VACA DUELOS Y QUEBRANTOS MOXI Y LENTEJAS.
PALOMINOS SARTÉN, CAZUELA
PARA COCINAR TENÉIS QUE…
Elegir un grupo del recetario, seleccionar una tarjeta y leer en voz alta el texto. o Comprar los ingredientes para hacer la receta.
Seleccionar aquellos ingredientes que producen colesterol, hipertensión….
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos lo sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos consumían las tres partes de su hacienda.
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LA CABALLERÍA
En el Quijote se parodian los libros de caballerías, veamos en qué consistía ser un caballero en la etapa medieval. El caballero medieval debía ser amable, sabio, leal, de noble espíritu, fuerte, con una instrucción apropiada a su alto oficio y de buena crianza, entendida como de origen noble. A los caballeros andantes se les caracteriza por su fuerza, juventud y belleza y son instruídos por otro caballero al que han servido como escuderos. En el caso de Don Quijote, él aprende de los propios libros de caballería. Las siete virtudes que todo caballero debe conocer: Todo caballero debe conocer las siete buenas virtudes que son raíz y principio de todas las buenas costumbres, y son sendas y camino de la celestial gloria perdurable; de las cuales siete virtudes son las tres teologales y las cuatro cardinales. Las teologales son fe, esperanza, caridad. Las cardinales son justicia, prudencia, fortaleza y templanza. Y, además, carece de las costumbres negativas que no debe poseer un caballero: Escudero orgulloso, maleducado, sucio en sus palabras, avaro, mentiroso, desleal, perezoso, iracundo y lujurioso, borracho, glotón, perjuro () que tenga otros vicios semejantes a éstos, no se conviene con la orden de caballería
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EL SIGNIFICADO DE LAS ARMAS DE DON QUIJOTE
ESPADA «Al caballero se le da espada, que está hecha a semejanza de la cruz, para significar que así como Nuestro Señor Jesucristo venció en la cruz a la muerte [ ... ], así el caballero debe vencer y destruir a los enemigos de la cruz con la espada»
LANZA «Lanza se le da al caballero para significar la verdad, pues verdad es cosa recta y no se tuerce, y verdad va delante de falsedad [ ... ] , y la verdad es el apoyo de la esperanza, y así como las demás cosas relativas a la verdad que significa la lanza del caballero»
ESPUELAS «Espuelas se le dan al caballero para significar la diligencia, la experiencia y el celo con que pueda tener honrada la orden»
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YELMO El yelmo se le da al caballero para significar la vergüenza, pues caballero sin vergüenza no puede ser obediente a la orden de caballería [ .. .]. Y así como el yelmo defiende la cabeza, así la vergüenza defiende al caballero [ ... ] para que no se incline a viles acciones y la nobleza de su corazón no se rebaje a maldad ni a engaño ni a ninguna otra mala costumbre
ESCUDO «Escudo se le da al caballero para significar oficio de caballero, pues así como el escudo lo pone el caballero entre sí y su enemigo, así el caballero está en medio entre el rey y su pueblo»
CABALLO El caballo se le da al caballero en significación de la nobleza de corazón, y para que a caballo esté más alto que cualquier otro hombre, y sea visto de lejos, y tenga más cosas debajo de sí, y antes que nadie cumpla con todo lo que conviene al honor de caballería»
VÍSTETE DE CABALLERO
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EL RITO DEL VASALLAJE
El caballero medieval era un guerrero a caballo de la Europa Medieval que servía al rey o a otro señor feudal. La ceremonia seguía unos pasos que podemos resumir en dos partes: el acto de homenaje y el acto de investidura..
Leed el diálogo y representad la ceremonia del vasallaje
“Entran en el salón el Rey y la Reina seguidos del obispo y ocupan su lugar. OBISPO: majestad, el caballero de Santa Lucía quiere rendiros homenaje. (Entra el caballero, besa la mano del rey y la reina y se arrodilla ante ellos) REY: ¿queréis haceros por entero vasallo mío? CABALLERO: Sí, quiero. Señor me hago hombre vuestro. REY: os recibo y tomo por hombre. (El obispo se adelanta con la Biblia en las manos y el caballero se pone de pie y con la mano sobre ella). CABALLERO: yo, caballero de Santa Lucía te seré fiel a ti mi rey, con fe recta, sin malas artes, sin engaños, como un hombre debe serlo a su señor. (Rey en pie) REY: os recibo y tomo por hombre y os beso en señal de fidelidad. Os nombro conde de santa Lucía. (El rey besa al conde, el conde de rodillas, el rey le marca con su espada y el entrega un objeto que simboliza el feudo) OBISPO: yo bendigo este acto en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo. TODOS: amén
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PARTES DE LA ARMADURA
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FILOSOFÍA Y FRANCÉS
PRIMERA PRUEBA
Díjole también que en aquel su castillo no había capilla alguna donde poder velar las armas, porque estaba derribada para hacerla de nuevo; pero en caso de necesidad él sabía que se podían velar donde quiera, y que aquella noche las podría velar en un patio del castillo; que a la mañana, siendo Dios servido, se harían las debidas ceremonias de manera que él quedase armado caballero, y tan caballero que no pudiese ser más en el mundo. Preguntole si traía dineros: respondió Don Quijote que no traía blanca, porque él nunca había leído en las historias de los caballeros andantes que ninguno los hubiese traído. A esto dijo el ventero que se engañaba: que puesto caso que en las historias no se escribía, por haberles parecido a los autores de ellas que no era menester escribir una cosa tan clara y tan necesaria de traerse, como eran dineros y camisas limpias, no por eso se había de creer que no los trajeron
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PRIMER ACERTIJO
En una de las locuras que nunca relató Cervantes, Don Quijote llegó a la posada,y se mantenía que:
Los caballeros (en este caso Don Quijote) siempre dicen la verdad Los escuderos (en este caso Sancho Panza) siempre mienten. Los posaderos, a veces mienten, y a veces dicen la verdad (son normales, como nosotros)
Según nos cuenta la leyenda... Don Quijote y Sancho Panza estaban charlando alegremente con el posadero cuando entró un mozo en la posada que preguntó a uno de los tres: - ¿Eres Don Quijote o eres Sancho Panza? El primer hombre, A, respondió tan confusamente que el mozo no pudo enterarse de lo que le contestó; así que el mozo le preguntó al segundo hombre, B, ¿Qué ha dicho A?” Y B le respondió A ha dicho que es escudero, Pero en ese instante, C, el tercer hombre, dijo: No creas a B que está mintiendo.
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SEGUNDO ACERTIJO
Supóngase que uno de los tres hombres dice: “Yo soy escudero” ¿De quién se trata?
¿QUIÉN ES SANCHO?
¿QUIÉN ES DON QUIJOTE?
TERCER ACERTIJO
A dice: “yo soy el posadero” B dice “Eso es verdad” Y C dice: “ Yo no soy el posadero” La pregunta es ¿quién es Don Quijote, quién es Sancho y quién es el posadero? Don Quijote : Sancho Panza: Posadero:
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SEGUNDA PRUEBA Relaciona las imágenes con las locuras de Don Quijote ¿Sabes que Don Quijote a lo largo de sus andanzas pasó por numerosos episodios de locura? Deberéis ayudar a Sancho a ordenar estas locuras. Tendréis que relacionar los episodios en los que aparecen ciertas locuras de Don Quijote con las imágenes que se presentan al lado. Si las ordenáis todas correctamente, obtendréis un molinillo.
Díjole también que en aquel su castillo no había capilla alguna donde poder velar las armas, porque estaba derribada para hacerla de nuevo; pero en caso de necesidad él sabía que se podían velar donde quiera, y que aquella noche las podría velar en un patio del castillo; que a la mañana, siendo Dios servido, se harían las debidas ceremonias de manera que él quedase armado caballero, y tan caballero que no pudiese ser más en el mundo. Preguntóle si traía dineros: respondió Don Quijote que no traía blanca, porque él nunca había leído en las historias de los caballeros andantes que ninguno los hubiese traído. A esto dijo el ventero que se engañaba: que puesto caso que en las historias no se escribía, por haberles parecido a los autores de ellas que no era menester escribir una cosa tan clara y tan necesaria de traerse, como eran dineros y camisas limpias, no por eso se había de creer que no los trajeron
¿Qué gigantes? dijo Sancho Panza. Aquellos que allí ves, respondió su amo, de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas. Mire vuestra merced, respondió Sancho, que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que volteadas del viento hacen andar la piedra del molino. Bien parece, respondió Don Quijote, que no estás cursado en esto de las aventuras; ellos son gigantes, y si tienes miedo quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla. Y diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que sin duda alguna eran molinos de viento, y no gigantes aquellos que iba a acometer.
Acudid-Acudid, señores, presto y socorred a mi señor, que anda envuelto en la más reñida y trabada batalla que mis ojos han visto. ¡Vive Dios, que ha dado una cuchillada al gigante enemigo de la señora princesa Micomicona, que le ha tajado la cabeza cercen a cercen como si fuera un nabo! -¿Qué decís, hermano? -dijo el cura, dejando de leer lo que de la novela quedaba-. ¿Estáis en vos, Sancho? ¿Cómo diablos puede ser eso que decís, estando el gigante dos mil leguas de aquí? En esto, oyeron un gran ruido en el aposento, y que don Quijote decía a voces: -¡Tente, ladrón, malandrín, follón; que aquí te tengo, y no te ha de valer tu cimitarra! Y parecía que daba grandes cuchilladas por las paredes. Y dijo Sancho: -No tienen que pararse a escuchar, sino entren a despartir la pelea, o a ayudar a mi amo; aunque ya no será menester, porque, sin duda alguna, el gigante está ya muerto, y dando cuenta a Dios de su pasada y mala vida; que yo vi correr la sangre por el suelo, y la cabeza cortada y caída a un lado, que es tamaña como un gran cuero de vino. , señores, presto y socorred a mi señor, que anda envuelto en la más reñida y trabada batalla que mis ojos han visto. ¡Vive Dios, que ha dado una cuchillada al gigante enemigo de la señora princesa Micomicona, que le ha tajado la cabeza cercen a cercen como si fuera un nabo! -¿Qué decís, hermano? -dijo el cura, dejando de leer lo que de la novela quedaba-. ¿Estáis en vos, Sancho? ¿Cómo diablos puede ser eso que decís, estando el gigante dos mil leguas de aquí? En esto, oyeron un gran ruido en el aposento, y que don Quijote decía a voces: -¡Tente, ladrón, malandrín, follón; que aquí te tengo, y no te ha de valer tu cimitarra! Y parecía que daba grandes cuchilladas por las paredes. Y dijo Sancho: -No tienen que pararse a escuchar, sino entren a despartir la pelea, o a ayudar a mi amo; aunque ya no será menester, porque, sin duda alguna, el gigante está ya muerto, y dando cuenta a Dios de su pasada y mala vida; que yo vi correr la sangre por el suelo, y la cabeza cortada y caída a un lado, que es tamaña como un gran cuero de vino.
¿Ves aquella polvareda que allí se levanta, Sancho? Pues toda es cuajada de un copiosísimo ejército que de diversas e innumerables gentes compuesto, por allí viene marchando. A esa cuenta, dos deben de ser, dijo Sancho, porque desta parte contraria se levanta asimesmo otra semejante polvareda. Volvió a mirarla Don Quijote, y vió que así era la verdad; y alegrándose sobremanera, pensó sin duda alguna que eran dos ejércitos que venían a embestirse y a encontrarse en mitad de aquella espaciosa llanura, porque tenía a todas horas y momentos llena la fantasía de aquellas batallas, encantamientos, sucesos, desatinos, amores, desafíos, que en los libros de caballería se cuentan; y todo cuanto hablaba, pensaba o hacía, era encaminado a cosas semejantes, y a la polvareda que había visto la levantaban dos grandes manadas de ovejas y carneros, que por el mismo camino de dos diferentes partes venían, las cuales con el polvo no se echaron de ver hasta que llegaron cerca; y con tanto ahínco afirmaba Don Quijote que eran ejército, que Sancho le vino a creer, y a decirle: Señor, ¿pues qué hemos de hacer nosotros? ¿Qué? dijo Don Quijote. Favorecer y ayudar a los menesterosos y desvalidos
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TERCERA PRUEBA Bingo-cole en francés
Escuchad atentamente y tachad las palabras que escuchéis del relato que se os va a leer en francés. Cuando hayáis encontrado las seis palabras, gritad “BINGOOOOOO”. De acertar las seis palabras, el grupo obtendrá un molinillo de premio; de acertar alguna menos, medio molinillo o ninguno. Dans une bourgade de la Manche, dont je ne veux pas me rappeler le nom, vivait, il n’y a pas longtemps, un hidalgo, de ceux qui ont lance au râtelier, rondache antique, bidet maigre et lévrier de chasse. Un pot-au-feu, plus souvent de mouton que de bœuf, une vinaigrette presque tous les soirs, des abatis de bétaille samedi, le vendredi des lentilles, et le dimanche quelque pigeonneau outre l’ordinaire, consumaient les trois quarts de son revenu. Le reste se dépensait en un pourpoint de drap fin et des chausses de panne avec leurs pantoufles de même étoffe, pour les jours de fête, et un habit de la meilleure serge du pays, dont il se faisait honneur les jours de la semaine. Il avait chez lui une gouvernante qui passait les quarante ans, une nièce qui n’atteignait pas les vingt, et de plus un garçon de ville et de campagne, qui sellait le bidet aussi bien qu’il maniait la serpette.
Dulcinée
Pantoufles
Hidalgo
Pot-au-feu
Cochons
Rocinante
Lentilles
Manche
Dimanche
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EL QUIJOTE Y LAS MATEMÁTICAS
Observa que Don Quijote estaba sin blanca, expresión que aún se utiliza para indicar que nos quedamos sin dinero. Para que entiendas su sentido, te mostramos el sistema monetario de Castilla en aquella época y la equivalencia de cada moneda en MARAVEDÍS. Era mucho más complicado que hoy.
MONEDA DE CASTILLA Ducado Escudo Doblón Real Real de a ocho Cuarto Blanca
VALOR EN MARAVEDÍS (MRS) 375 400 800 34 272 4 1/2
PREGUNTA 1:
Si Sancho Panza tuviese una moneda de cada clase, ¿cuántos maravedís tendría en total?
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A continuación exponemos unos datos, extraídos de un libro de la época para que
La libra pesaba 460 gramos, la arroba de aceite equivalía aproximadamente a 18 litros y la arroba de vino a 16 litros CARNES VIVAS
CARNES MUERTAS
OTROS
CERDO........4 duc
LIBRA CARNERO... 20 mrs
LIBRA GARBANZOS...16mrs
TERNERA …. 5 duc
LIBRA DE VACA … 14 mrs
Huevo ...3MRS
CARNERO …. 11 duc
LIBRA DE CABRA … 10mrs
Arroba de aceite...12 Reales
GALIINA …2 reales
Arroba de Vino ...5 Reales Colchón de lana...28 Reales
aprecies el valor adquisitivo de las monedas.
¡¡¡¡OJO!!!! UN ALBAÑIL COBRABA 5 REALES POR UN DÍA, UN PLOMERO 3 Y UN CANTERO 4 REALES.
PROBLEMA 2:
Teniendo en cuenta el sueldo de un albañil, haz los cálculos para averiguar : ¿Cuántos días tenía que trabajar para poder comprar: un cerdo, una arroba de aceite, una arroba de vino, un carnero, un colchón? Haz lo mismo pero aplicado al momento actual.
(EQUIVALENCIA: Supón que 1€ = 1 mrs)
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SOLUCIONES PREGUNTA Nº 1:
PREGUNTA Nº 2 NÚMERO DE DÍAS PRECIO DE UN CERDO (360€) PRECIO DE UNA ARROBA DE ACEITE (54€) PRECIO DE UNA ARROBA DE VINO (25€) PRECIO DE UN CARNERO (84€) PRECIO DE UN COLCHÓN(250€)
OPERACIONES:
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LO RELIGIOSO EN EL QUIJOTE
Segunda parte. Capítulo VIII A ver su señora Dulcinea del Toboso
–Eso es lo que yo digo también –respondió Sancho-, y pienso que en esa leyenda o historia que nos dijo el bachiller Carrasco que de nosotros había visto debe de andar mi honra a coche acá cinchado,1 y, como dicen, al estricote1 aquí y allí, barriéndolas calles.1 Pues a fe de bueno que no he dicho yo mal de ningún encantador, ni tengo tantos bienes que pueda ser envidiado, bien es verdad que soy algo malicioso y que tengo ciertos asomos de bellaco, pero todo lo cubre y tapa la gran capa de la simpleza mía, siempre natural y nunca artificiosa; y cuando otra cosa no tuviese sino de creer, como siempre creo, firme y verdaderamente en Dios y en todo aquello que tiene y cree la santa Iglesia Católica Romana, y el ser enemigo mortal, como lo soy, de los judíos, debían los historiadores tener misericordia de mí y tratarme bien en sus escritos. Pero digan lo que quisieren, que desnudo nací, desnudo me hallo: ni pierdo ni gano;1 aunque para verme puesto en libros y andar por ese mundo de mano en mano, no se me da un higo1 que digan de mí todo lo que quieren.
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Quiero decir, Sancho, que el deseo de alcanzar fama es activo en gran manera. ¿Quién piensas tú que arrojó a Horacio del puente abajo, armado de todas armas, en la profundidad del Tibre? ¿Quién abrasó el brazo y la mano a Mucio? ¿Quién impelió a Curcio a lanzarse en la profunda sima ardiente que apareció en la mitad de Roma? ¿Quién, contra todos los agüeros que en contra se le habían mostrado, hizo pasar el Rubicón a César? Y, con ejemplos más modernos, ¿quién barrenó los navíos y dejó en seco y aislados los valerosos españoles guiados por el cortesísimo Cortés en el Nuevo Mundo? Todas estas y otras grandes y diferentes hazañas son, fueron y serán obras de la fama, que los mortales desean como premios y parte de la inmortalidad que sus famosos hechos merecen, puesto que los cristianos, católicos y andantes caballeros más habemos de atender a la gloria de los siglos venideros, que es eterna en las regiones etéreas y celestes, que a la vanidad de la fama que en este presente y acabable siglo se alcanza; la cual fama, por mucho que dure, en fin se ha de acabar con el mismo mundo, que tiene su fin señalado. Así ¡oh Sancho!, que muestras obras no han de salir del límite que nos tiene puesto la religión cristiana que profesamos. Hemos de matar en los gigantes a la soberbia; a la envidia, en la generosidad y buen pecho; a la ira, en el poco comer comemos y en el mucho velar que velamos; a la lujuria y lascivia, en la lealtad que guardamos a las que hemos hecho señoras de nuestros pensamientos; a la pereza, con andar por todas las partes del mundo, buscando las ocasiones que nos puedan hacer y hagan, sobre cristianos, famosos caballeros. Ves aquí, Sancho, los medios por donde se alcanzan los extremos de alabanzas que consigo trae la buena fama.
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Si queréis un 10, tendréis que realizar la prueba en el tiempo establecido y hacer un
PLENO
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¿Y DON QUIJOTE A SANCHO? ¿QUÉ DIJO SANCHO A DON QUIJOTE?
Descubre las siete palabras ocultas en la clase, tómalas y cópialas cuidadosamente en la actividad de la pizarra digital
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RODAJE DE UNA ESCENA QUIJOTESCA
BIENVENIDO A LOS ESTUDIOS CINEMATOGRﾃ：ICOS DEL TRAMPAL.
Rodaremos una escena de El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha Pasos: - Selecciﾃｳn de actores. - Vestuario. - Guion.
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GIGANTES CON ASPAS
NARRADOR: … a la luz de la mañana descubrieron 30 o 40 molinos de viento que hay en el campo de Montiel. (música de Quijote, Sancho de fondo desapareciendo…) DQ a caballo y Sancho a su lado … DQ se para y se queda con la mirada fija en un molino. Cámara encuadra a DQ - D.Q.: La suerte nos acompaña, amigo Sancho. ¿Ves aquellos gigantes fieros de allí? Pues pienso entablar batalla con ellos y quitarles la vida. Cámara encuadra a Sancho -
S.: ¿Qué gigantes?
D.Q.: Aquellos que ves de tan largos brazos, que los llegan a tener de casi dos metros…, (suenan las carcajadas de los gigantes y Sancho se rasca los ojos como si no viera bien los gigantes o como si no se lo creyera) - S.: No son gigantes… (Sancho asustado y asombrado al mismo tiempo) D.Q.: Bien se ve, amigo Sancho, que no sabes nada de aventuras, porque salta a la vista que son gigantes. Pero si tienes miedo, apártate y ponte a rezar, que yo voy a entrar contra ellos en fiera y desigual batalla. (D.Q. ya a galope)- (nuevas carcajadas de los gigantes) -
S.: Que no, Señor, que no, ¡qué son molinos! Los brazos son las aspas…
(D.Q. ya a galope hacia el primer molino, subido a Rocinante…) - D.Q.: ¡Menead los brazos todo lo que queráis, que no os tengo miedo! (mira a los cielos) ¡Oh señora de mi alma, hermosísima Dulcinea, ayudadme en este combate! ENCADENADO/CORTE Y fundido a negro…
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Cambio de situación de la cámara- maquillaje de heridas a Don Quijote (Estruendo y sonido de golpes.-- Combate fallido y D.Q. por los suelos, mientras la lanza se ha enganchado en las aspas y va dando vueltas, se oyen pequeños quejidos de DQ) -
S.: ¿No le decía yo que eran molinos?(de camino corriendo hacia su amo) D.Q.: Calla, amigo mío, que lo que ha pasado es que el mismo hechicero “del Trampal”, que me robó los libros ha convertido estos gigantes en molinos para verme vencido y deshonrado. (el pobre caballero apenas se podía poner de pie pero Sancho le ayuda a subir a lomos de Rocinante, que también iba algo desencajado. Se fueron con D.Q. tan ladeado que parecía que iba a caer de su caballo)
FUNDIDO A NEGRO S.: (mirando a la cámara) hace un comentario parecido a… (elegir 1) “Gigantes son las heridas que lleva pero sigue siendo un caballero andante y me voy con él, camino de mi ínsula Trampalina…, vamos , Señor…” - No os creáis todo lo que leáis pero sí lo que veáis. Vamos hacia la ínsula Trampalina… (Se alejan y de nuevo la música)
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