Oda al dios ateo comestible árbol caído

ODA AL DIOS ATEO COMESTIBLE ÁRBOL CAÍDO

Dios antes de morir, en estado deplorable conoce las de Caín, desterrado a pedradas del paraíso terrenal, el desamor, el desarraigo, no todo termina con gritar Dios ha muerto. ¿Qué hay de la maldad humana, del odio, ¿racismo, violencia, ateísmo, codazos del gremio? Los dioses también son víctimas de las miserias humanas de la gente que busca milagreros que les resuelvan sus problemas o que lo ignoran, o que se le acercan solo los domingos para pedirle bendiciones, remedios caseros para curaciones y mucho dinero motivos del lobo del hombre de los que hay escapar como de la lepra.

Dios no existe, Dios es secretario privado de George Busch jr., digan lo que quieran los mercaderes de la religión y la política Tiberio, Calígula, Nerón, Mussolini, Hitler y otros genocidas ambientan de triple moral el escenario mundial con sangre humana ambigua, cadáver sangriento del que todos hacen leña ¡Dios ha muerto! Federico Nietzsche tiene jolgorios de dopamina, Miguel de Unamuno, grita: ¡Oh, Dios si existieras! Dios es un pobre diablo, Ernesto Sábato Dios es negro, natural de Kenia-África, Celso Montaño Balderrama. No es fácil entenderse con un Dios negro que nos manda al diablo.

Jean-Paul Sartre insiste en la muerte de Dios y Fiódor Dostoyevski, se subleva, muerto Dios queda la libertad de hacer cuanto se quiera, la desolación despoja al ser humano del planeta Tierra. pueda que Dios tenga la boca cerrada, callada, pequeña, Dios muerto o inexistente, Dios peón del imperialismo no se queja, aguanta duro al neoliberalismo que le escupe en la cara la flagelación, la crucifixión y la muerte de Jesús de Nazaret.

Dios padece dudas existenciales. Buen provecho sofistas filósofos, justifiquen el bien y el mal, la vida, la muerte e inexistencia de Dios. Pueda que Dios exista, pueda que Dios esté muerto, quién sabe: Dios está enfermo de sí mismo y de la obra de su creación.

¿Qué hacemos los desamparados en la pena, la tristeza y el dolor? Somos carne de cañón en manos del neoliberalismo depredador, muertos en brazos de la musa verde muerta antes de Dios, Ateo comestible árbol caído de cuyo cadáver viven los ricos.

Camino cansado de Dios, más cansado que Dios de sí mismo. Él no tiene razón suficiente para mí y yo, porque no tengo nada contra él hay razones que nos quitan desmaquilladas razones de Dios, las que inventan los religiosos, los políticos, desalmados profetas que no sabemos a qué atenernos en la terrible necesidad de Dios. Se nos presenta la cara oscura de Dios más oscura que el lado oscuro de la Luna entonces, vivimos el desamor, el silencio, el vacío, el hueco, el abismo, lenguaje claro, sencillo y directo que nos habla de nosotros mismos oda del hombre ateo que descree de un Dios ateo comestible árbol caído.